«Improvisé un taller en casa y respondí a la invitación de Karin Roy Andersson de Gallery Four de Gotemburgo, donde pudo verse los nuevos fragmentos de La necesidad de la oscuridad; en esta ciudad Sueca la cuarentena no fue estricta y se hicieron visitas controladas”, dice el artista mendocino residente en Valencia Rodrigo Acosta Arias de este proyecto que desarrolló durante dos años.

La máscara, barbijo o tapaboca es hoy un accesorio que se volvió indispensable en esta pandemia y fue objeto de investigación y reinterpretación de cerca de 200 artistas joyeros, artistas visuales y diseñadores, convocados por la galería de Alice Floriano, de Porto Alegre.

Giselle Lekerman fue una de las 71 elegidas para participar de la muestra virtual Mask. Y cuenta: “La cuarentena me llevó a sumergirme en mi mundo, en mi taller, en mis ideas; es un momento que aprovecho para generar y volar más allá de estas paredes. No lo siento como un encierro, por el contrario. Siento que la comunicación para la humanidad es fundamental en momentos en que se cierran las fronteras, las puertas y los abrazos. Y como necesidad de comunicar, abrirme al mundo, estar para el otro y para expresar esto que siento surgieron estas máscaras”.

Trabajó en cobre, su metal favorito, “por la emoción que me genera su tono rojizo”, y experimentó con tripa de chancho con la que generó transparencia, y también hizo una versión en plata. De su máscara dice que “nació como collar, cuando me la vi puesta frente al espejo me di cuenta que quedó linda colgada, tal como quería; aunque en principio la asocié más a un anteojo».

Sigue en línea la nueva colección de Gioielli in Fermento, que por no poder realizarse en su habitual sede del palacio barraco Villa Braghieri, en la ciudad de Castel San Giovanni cerca de Piacenza, en el norte italiano, ahora se multiplica en dos partes divididas por la línea de la pandemia: Pre y Post Corona, su actual propuesta. “El tema de este año requiere de una reflexión e investigación. Decidimos registrar esta transición hasta lo que fue hasta la explosión del virus, sus peligros de contagio, la parálisis de todas las actividades y el encierro como Pre; y lo que a partir de entonces implique en nuestras vidas, reacciones, roles y nuevas miradas será Post”, dice Eliana Negroni, una apasionada de la joyería que ha sabido maridarla con otras actividades y objetos de culto en paisajes únicos.

La exposición se realizará en la primavera europea 2021 y mostrará el trabajo de 62 artistas que a través de sus obras registraron, sufrieron, reaccionaron ante estos cambios. Comparar Pre y Post implicará un mayor fermento, la mayor evolución de este proyecto. “El Covid-19 resulta una gran oportunidad y seguro derivará en la necesidad de recomponer, unir, desarrollar, en la búsqueda de una obra complementaria o yuxtapuesta, por evolución o revolución, disolución o reconstrucción o simplemente en favor del equilibrio. Y sin duda surgirán nuevos significados para la joyería experimental”, destaca.

Las tres argentinas participantes son Fabiana Gadano con Sincronía, en PET reciclado, resina y plata; Mabel Pena con Notas de Bonarda, en filamentos PLA impresos a 3D y acero, y Monique Lecouna con La ficción de la memoria en bronce, una antigua porcelana china, vidrio, polvo de metal y pintura acrílica.

Por la cuarentena impuesta ante la pandemia en todo el mundo, muchas galerías, museos y escuelas que habitualmente abren sus puertas para promover la joyería artística y algunas plataformas online dedicadas al tema de la joyería contemporánea ofrecen muestras virtuales; algunas son las que iban a verse en la semana de la joyería contemporánea que anualmente se hace en Munich, Schmuck, más otras tantas. También se abrieron tiendas online para paliar la falta de apertura de boutiques y comercios. Una de ellas es la de Klimt02.net que ofrece ese servicio a sus miembros joyeros.

Una de las muestras destacadas fue Translucent Treasures de la artista coreana Seulgi Kwon que utiliza silicona sobre la que consiguió cambiar su textura y transparencia mediante un método propio que incluye pigmentos, papel y plumas, para resolver piezas de colores tan traslúcidos como el vidrio. La muestra de la galería Mobilia en Cambridge aún puede verse en su web.

Otra de las primeras muestras que se virtualizó fue The Power and Beauty of Art Jewelry. Una iniciativa más de la galería Mobilia que presentó joyas de los artistas de la 31ª Subasta a beneficio MassArt. Entre otros, del londinense Kelvin Birk con sus piezas en las que rompe piedras preciosas, como iolita, turmalinas rosa y verde, peridoto, rubelita y espinela rosa, las cuales vuelve a unir de manera aleatorea con metales, como el oro amarillo 18 k.