Apuntes | Notas

No nos movemos por cuánto vamos a ganar sino por cómo vamos a expresarnos


Entrevista a Nuria Carulla

Por Delia Alicia Piña

 

Nuria-Carulla-La-Joyería-de-Autor

Lleva 50 años haciendo joyería, “la vida entera”, dice, ya que desde los 15 comenzó a incursionar a partir de un regalo que le hizo su padre: una joya de un alumno de la escuela Massana y la cautivó. Nuria Carulla estudió allí y desde muy joven comenzó a trabajar en Barcelona. Pero el paisaje del trópico colombiano la pudo y regresó a su país donde desarrolló su carrera como joyera y docente.

Con su experiencia elaboró un método de trabajo que le permitió salir adelante y supo transmitirlo a cientos y cientos de estudiantes que hoy consiguen o tratan de vivir de lo suyo. Es una gran maestra que pone en valor la naturaleza y levanta la bandera de la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente para poder sobrevivir. Señala que pasó gran parte de su vida tratando de dominar la plata para obtener su máximo potencial; “me rebelo a dejarla de lado, porque perdura en el tiempo; me respalda y me deja hacer lo que quiero”,  y también destaca que prefiere los esmaltes porque le permiten conseguir el color, vital para su trabajo.

Define su estilo como colorido, muy orgánico, bien resuelto, con mucho sentimiento y observación de la naturaleza. Y lo exhibió en Buenos Aires, en ediciones de la bienal latinoamericana de la que hoy es jurado de premiación.

Definiciones, opiniones y una vasta obra que sostiene desde el oficio.


_Lleva 50 años haciendo joyería.

_Cincuenta años no le pasan a uno así no más, la vida entera, porque empecé desde muy chica. Soy hija de catalanes exiliados del franquismo. A mis 13 o 14 años, mi padre, de regreso de un viaje a Barcelona, donde pasó de casualidad por la Massana y me trajo una joya hecha por un alumno de esa escuela y me pareció que eso era lo que tenía que estudiar sí o sí. Al poco tiempo me fui con mi abuelo, que como buen catalán quería que estudiara allá, me llevó a la escuela y me matriculó en Esmalte, pero todos los días pasaba por Joyería hasta que entré y terminé por hacer ambas carreras. Mi abuelo era muy amigo del joyero Ramon Sunyer, y su hija Montserrat me invitó como aprendiz en su taller, a donde iba por las mañanas a trabajar en esmalte y por las tardes concurría a la escuela. Luego la Massana me propuso quedarme en planta para trabajar elaborando trofeos para el ayuntamiento. Después me fui a trabajar con la esmaltadora Montserrat Mainar Benedicto que había hecho el altar mayor del santuario de Montserrat. Tuve la suerte de conectarme muy bien en el medio catalán, será que me veían chiquita y sola y entonces me ayudaban… Toda la vida estuve con la joyería, solo paré un poco cuando tuve a mis hijos, entonces pintaba e ilustraba. Es que cuando uno es artista no puede dejar de hacer.

 

“Cuando uno es artista no puede dejar de hacer”.

 

_Leí sobre la importancia que le da al significado del “banco en la cultura indígena cubeo” y destaca que “lo que se representa se mantiene vivo”. ¿Qué busca mantener vivo con su obra?

_La belleza de la naturaleza, el paisaje del trópico, el disfrutar de los sentidos que nos dejan percibir. Siempre muy inspirada por el poema «Canto Espiritual» del español Joan Maragall, que me encanta, escuche dice lo siguiente: “¿Con qué otros sentidos me haréis ver
este cielo azul detrás de las montañas,
y el mar inmenso, y el sol que siempre brilla?
Dadme, en este sentido, la paz eterna
y no querré más cielo que este cielo azul.”

Y siguiendo esta idea de la percepción que permiten los sentidos, me gusta ver y leer todos los significados de los objetos que hacen los indígenas del Cauca (están al suroeste, hacia el Pacífico), los cuales me conmueven porque ellos ponen a prueba sus sentidos y se advierte el concepto que quieren comunicar, cómo trabajan con un propósito, el sentimiento que transmiten y su conexión con el medioambiente, lo cual para mí es importante.

 

“Con mi obra me gusta mantener viva la naturaleza”.

 

En conexión con la naturaleza

 

_Y en ese disfrutar de los sentidos que nos dejan percibir, ¿la joyería es un vehículo? 

_Sí. Siempre he trabajado con la naturaleza porque es tan perfecta y crea tanta armonía y belleza que es imposible no querer tocarla, estar y recrearla. En un país tan convulsionado como Colombia, en el que uno está tan inmerso en lo que sucede resulta duro tocar temas políticos. Admiro a la gente que toma a la joyería como un instrumento de protesta política. Yo protesto a través la conexión o puesta en valor de la naturaleza. Es que si estuviéramos más conectados con la naturaleza no terminaríamos promoviendo estos desastres. Representar la naturaleza es mantenerla viva y supone un compromiso para mantenerla en favor de todos.

 

“Siempre he trabajado con la naturaleza porque es tan perfecta y crea tanta armonía y belleza que es imposible no querer tocarla, estar y recrearla”.

 

_Sus piezas más comerciales o seriadas se desprenden siempre de otras únicas más artísticas, ¿cómo es ese proceso? ¿Cómo una pieza se conecta con otra?

_En mi trabajo siempre hay un tema que tiene que ver con mi entorno: la infancia, el paisaje, las personas con las que he compartido la vida y algunos eventos sociales que son imposible de dejar de tocar. Una vez que tengo el tema y las imágenes que tienen que ver con él, recurro a los recuerdos y hago muchísimos bocetos con la intención que quiero darle al trabajo. Después realizo prototipos y si no se ajustan a lo que quiero, continuo transformándolos hasta llegar a una pieza final a la que la llamo pieza ícono o pieza madre, la cual surge después de mucho trabajo. Las características de una pieza madre deben ser: que tenga calidad y aunque lleve mucho trabajo debe ser factible su realización. Asimismo, una vez que el lenguaje de esa pieza está decidido todas las derivaciones deben conservarlo y salen fácilmente si la pieza madre está bien resuelta. Es que cuando se establece el lenguaje de la pieza el resto fluye. Lo difícil es encontrar la expresión que debe tener la obra; la materialización de la idea es lo que lleva la mayor parte del trabajo. Luego, las variaciones son más sencillas.

 

“Hago muchísimos bocetos y prototipos hasta llegar a una pieza madre de calidad, con un lenguaje y bien resuelta, de la que derivan otras piezas con variaciones, más sencillas. La materialización de la idea es lo que lleva la mayor parte del trabajo”.

 

El puntapié del dibujo

 

_¿Dibuja mucho?

_El dibujo es clave para mí. Cada artista tiene su método de creación o por dónde llega a una pieza. He sido profesora de joyería por mucho tiempo y no he querido inculcar mi manera a mis alumnos porque cada uno debe hallar su forma de expresar. Es que lo importante es encontrar un método por el cual cada uno llegue a algún fin, algunos van directo al material y le dan vida, otros dibujan, otros de una hacen una pieza, otros miran y hacen ensambles y de ahí parten; las formas de llegar a la pieza es tanta como gente que quiere llegar, cada uno tiene la suya. La mía es el dibujo. El dibujo me permite visualizar rápidamente lo que funciona o no, sino en la manualidad uno se puede distraer mucho. Trabajar es dejarse llevar, pero a mí me gusta producir muchas ideas y en la medida en que produzco muchas ideas puedo elegir o ir trabajándolas y haciéndolas evolucionar. Puedo empezar con una idea y terminar con otra totalmente diferente. Con el dibujo voy encontrando la idea; cuando ya la tengo la voy puliendo con el dibujo. Antes de esto lo que hago es un trabajo de sacar de la cabeza lo que tengo en mente, esos pensamientos e hilos de ideas y lo hago mediante bocetos. Me encanta dibujar.

 

“El dibujo es clave. Me permite visualizar lo que funciona. Con el dibujo voy encontrando la idea y la puedo ir puliendo. Me gusta producir muchas ideas para elegir y trabajarlas para hacerlas evolucionar”.

 

_¿Cuándo una pieza está bien resuelta?

_Cuando obedece a lo que uno quería hacer, cuando tiene buen contraste, se comporta bien, cuando se puede fabricar con perfección; a veces cuesta un montón de trabajo porque está contrahecha o no está bien pensada. Está bien resuelta en el momento en que se vuelve simple producirla. Hago que mis piezas se vean muy bien hechas, resueltas, no improvisadas o con algo metido a la fuerza. Trabajo mucho al principio para que quede muy bien resuelta. Para un problema busco muchas alternativas de solución y enseño a desarrollar soluciones en todo el proceso, a dar herramientas para poder resolver. Desde la idea con que nace hasta su hechura o factura, una pieza puede que sea complicada de pensar pero no de hacer.

 

“Una pieza está bien resuelta en el momento en que se vuelve simple producirla. Y puede que sea complicada de pensar pero no de hacer”.

 

_¿Con ese lenguaje, una pieza comunica algo?

_No, el lenguaje es el estilo. A veces uno consigue que su pieza comunique y otras no; puede comunicar para uno, pero a otra persona no le dice nada o no le llega, por eso uno tiene sus seguidores y otros que no les gusta lo que uno hace, lo cual es súper válido; uno no tiene por qué gustarle a todo el mundo. Es parte de lo que se aprende en la vida también.

 

“Tu trabajo no tiene que gustarle a todos. Es parte de lo que se aprende en la vida también”.

 

_¿Cuál es su estilo?

_Colorido, muy orgánico, bien resuelto, muy sentido o con mucho sentimiento y con mucha observación de la naturaleza. Siempre parto de la naturaleza y del oficio bien hecho porque soy muy rigurosa.

“Poner a prueba los sentidos, tener un concepto para poder comunicar, trabajar con un propósito, transmitir un sentimiento, conectarse con el medioambiente, como lo hacen los cubeos, para mí es importante”.

_¿Cómo se construye la identidad de un artista?

_La identidad de un artista se crea a través del tiempo y del trabajo realizado, tiene que ver con los temas que aborda y la manera en que los aborda, que es el lenguaje. También con la vinculación con su entorno y su acervo cultural.

 

“La identidad de un artista se crea a través del tiempo y del trabajo realizado”.

 

_¿De qué manera podríamos salir de la etiqueta de consumidor al adquirir una pieza de joyería contemporánea?

_Si el trabajo tiene detrás una intención y es hecho para expresarse, está liberado de la etiqueta de consumidor. Los que trabajamos en joyería contemporánea no nos movemos por cuánto vamos a ganar sino por cómo lo vamos a expresar y generalmente hemos decidido llevar una vida austera.

 

“Los que trabajamos en joyería contemporánea no nos movemos por cuánto vamos a ganar sino por cómo lo vamos a expresar, y generalmente hemos decidido llevar una vida austera”.

 

Homenajes joyeros

 

_Muchas de sus colecciones son homenajes a familiares: «La vida es una ilusión», «Trópico», «Un encuentro» y «Talismanes, héroes y heroínas». ¿Sus afectos son una gran motivación? ¿La joyería le permite expresar sus sentimientos?

_La joyería contemporánea expresa sentimientos. Muchas veces en mi trabajo he hecho homenajes a mis seres queridos. Pienso que es una bonita manera de cerrar un ciclo con una persona; es una forma de expresarle mi cariño. Rendir homenaje es dar valor a la vida de alguien que nos ha conmovido o nos ha influenciado de alguna manera.

Siempre ha habido joyas para recordar y joyas que se vuelven una especie de amuleto. Es fácil recordar a mamá o hermanas o a algún ser querido por las piezas que llevaban puestas. Las que gustan de llevar piezas de joyería seguro van a ser recordadas por ese uso, porque las destacaba. Muchas piezas se vuelven joyas de familia porque tienen un significado especial, sean o no bonitas, lo cual no tiene ninguna importancia, porque cuando una abuela o mamá las lleva toda la vida uno les tiene un cariño enorme. Y cuando se mueren, uno las conserva porque nos recuerda a ellas.

 

“La joyería contemporánea expresa sentimientos.”

 

_¿Cómo es «Talismanes, héroes y heroínas»?, ¿qué significa que son piezas que se pueden llevar muy adentro? Y ¿cómo son esos mecanismos que incluyen y para qué?

_A raíz de la muerte de mi hermana hice la serie «Talismanes, héroes y heroínas», dedicado a la familia que estuvo a su lado durante su enfermedad. Los talismanes fueron inspirados en los héroes de los niños: siempre tienen un talismán que los protege de la muerte. Son piezas que se pueden abrir y dentro tienen un mensaje. Están hechas para llevar debajo de la ropa con un significado íntimo.

 

_En «Dos Rocas», alude a las piedritas de los ríos y hace un homenaje a la belleza de lo sencillo. ¿Lo sencillo siempre es más bello?

_Lo sencillo es bello. Trato de encontrar la belleza en lo común, en lo que veo a diario, en lo simple. Y eso tan sencillo como las piedritas de río terminó siendo lo más bello para mí. Desde chica he tenido una fascinación especial por las piedras de río y las recogía, también los pedacitos de vidrio que el agua arrastraba a la playa, y cerca de los 20 años hice una colección de piezas con esas piedritas de río. Décadas después reconocí como siempre me han gustado tanto que sigo recogiéndolas, y me plantee hacer una colección más con mis piedritas nuevamente. Son cosas que me han acompañado siempre porque me gusta la sencillez de las piedras rodadas, que no son cristalizadas ni son consideradas preciosas, como el diamante o rubí. Darle importancia a esas piedras por las que le pasamos por encima sin mirarlas es conmovedor para mí.

 

“Lo sencillo es bello. Trato de encontrar la belleza en lo común, en lo que veo a diario, en lo simple.”

 

Con el eje en el hecho a mano

 

_Ha trabajado más con plata y esmaltes.

_Yo trabajo la plata y he pasado gran parte de mi vida tratando de dominarla y de obtener su máximo potencial. También prefiero los esmaltes al fuego, que me permiten conseguir el color, sin él me resultaría difícil expresarme. Es vital para mí. Busco preservar el oficio de la joyería porque he visto cómo se le ha ido restando importancia. Pretendo dejar un dominio del oficio y transmitirlo como legado a las nuevas generaciones.

No he tocado muchos otros materiales y, ahora que toda la joyería contemporánea parecería no concebir una joya en plata, hasta algunos lo consideran un sacrilegio, más me afirmo y tomo posición: me rebelo a dejar la plata de lado. Me gusta la plata porque es perdurable en el tiempo, me respalda en el oficio y me deja hacer lo que quiera y cómo yo quiera dominar ese material. Es un material que acompañó el oficio a lo largo su historia. Lo que yo sé y hago, se viene haciendo desde hace 100 o 200 años atrás de igual manera y eso tiene un valor que hay que conservar. Hay que proteger y transmitir esa manera de hacer.

 

_¿Cuál es la importancia de conservar el oficio?

_Mucha. En este momento, conservar un oficio es muy importante porque es un legado cultural que nos es propio y nos define. No hay que dejar que muera o se pierda. Ya con las computadoras muchos hacen prototipos perfectos, geniales, que son difíciles de reproducir a mano, pero reivindico el hecho a mano, el hecho de que yo haga a mano desde hace más de 50 años muestra rebeldía, una posición en la vida, una puesta en valor de lo que se hace lentamente, sin producción en cantidades sino poco y bueno; esto es ser artesano, el artista del hacer a mano. Hay que producir lo que da o permite la mano. Y uno aprende a dejar las cosas muy bien hechas porque detrás hay una investigación que pasa de generación en generación y ha hecho posible el oficio, que ha trabajado muchas maneras de hacer, que aportan al oficio de hacer una pieza. Creo que en el uso de otros materiales no se ve tanto el oficio. Al ver una pieza uno puede advertir si hay una investigación o si tiene oficio.

 

“Reivindico el hecho a mano lentamente, poco y bueno. Hay que producir lo que da o permite la mano”.

 

_Pero no es un mandato de la joyería contemporánea que se tenga que hacer en materiales no convencionales o que no sean en metal. ¿Es indistinto cuál sea el material?

_No es mandato, pero sí parecería ser una moda. Y no me gusta que el hacer en materiales no convencionales se vuelva una moda o que no se elija el metal por moda. Es que a veces voy a exposiciones de joyería contemporánea y me doy cuenta qué está de moda, se ven colores, formas y tratamientos que se repiten y eso no está bueno. Como artistas hay que huir de lo que se impone a usar. Lo importante es lo que uno es y lo que expresa y no lo que hace influenciado por un movimiento o moda. Sigue habiendo mucha joyería en metales pero muchas veces se nos da durísimo por diversos motivos.

 

_¿El oficio puede verse independientemente del material que se usa?

_Con el oficio uno aprende a dejar las cosas muy bien hechas. Hay personas que han trabajado mucho y de forma sostenida, que han generado muchas maneras de hacer y han aportado calidad al oficio. En el uso de otros materiales a veces no se ve tanto el oficio y se advierte al observar una pieza: si está estructurada o si tiene una intención o una investigación que la respalde. Hay gente que trabaja mucho para conseguirlo y otros creen que si pueden hacerlo rápido y en cantidad está bien, y así piensan que tendrán llegada; hasta creen que es sencillo, que si le toman la mano ya está. Pero hacer algo bueno no es fácil ni sencillo. No generalizo porque hay muy buenas piezas sea cual fuere el material con que están hechas, pero también se ve mucha manualidad.

 

“Hay personas que han trabajado mucho y de forma sostenida, que han generado muchas maneras de hacer y han aportado calidad al oficio.”

 

_¿Se perdió el oficio de la joyería?

_Y sí. Creo que el 3D ha sustituido y fomentado un poco el hacer fácilmente. Muchos no tienen la paciencia que implica el hacer o sentarse en el banco de joyero o en la mesa para construir una pieza paso a paso. Pocos se están quietos y muchos quieren resultados de inmediato, repito.

“Busco preservar el oficio de la joyería porque he visto cómo se le ha ido restando importancia. Pretendo dejar un dominio del oficio y transmitirlo como legado a las nuevas generaciones.”

_Da clases en la Escuela Materia Prima, de Bogotá.

_Toda mi vida he dado clases. Yo no tengo un taller escuela, hace algunos años que trabajo en la escuela Materia Prima, donde procuramos enseñar bien el oficio, a diseñar y mostrar caminos para desarrollar la expresión, el propio lenguaje. Respetamos mucho el hecho de que cada persona escoja el camino que desea seguir. Creo que hay que aprender muy bien el oficio aunque se vaya a trabajar otro material que no sea el metal. El oficio da una disciplina y un orden de procesos que, aunque no se trabaje en metal, por ejemplo, se puede aplicar a otro material y da un manejo de las herramientas que sirve mucho. No hemos querido hacer una escuela de joyería muy contemporánea porque puede haber gente muy artista y otras que no. Los hay orfebres, artistas, muy sensibles, muy rápidos con las ideas o con las técnicas y buenos diseñadores. Una escuela debe ser muy amplia. En Materia Prima buscamos formar joyeros.

 

_¿Y se están formando artistas?

_Es que es difícil en Latinoamérica dedicarse a formar artistas porque no hay muchos museos que los incluyan en sus exposiciones, algunos salen al exterior pero no todos tienen esa posibilidad, no hay muchas galerías a las que les interese la joyería. Entonces, ¿cómo van a sobrevivir o ganarse la vida? Para mí es muy importante que los alumnos puedan ganarse la vida cuando salen de la escuela.

Yo hago joyería artística y es a lo que me hubiese gustado dedicarme en exclusiva toda la vida, pero no pude ser solo joyera artística sino que tuve que hacer joyas más accesibles para que la gente se las pueda llevar y poder vivir de eso, y en eso también he aprendido un montón.

Por otra parte, la joyería contemporánea a veces es difícil de llevar por muy voluminosa o no funcional. A veces la funcionalidad queda de lado y lo que importa es la expresión. Entonces no hay mucha gente que la lleve, pero si hace un poco de joyería de diseño complementaria con un mensaje, más gente lleva ese mensaje. También, puede encontrarse con alguien que le gusta su pieza y la lleva por años de aquí para allá, y eso es muy bonito. Hay que ser amplios a la hora de formar y a la hora de trabajar.

 

“Para mí es muy importante que los alumnos puedan ganarse la vida cuando salen de la escuela”

 

_¿Es importante el usuario, condiciona el hacer?

_No, yo no hago una pieza condicionada, solo a medida del usuario cuando me la piden. Si ajusto si se trata de diseño y cumple una necesidad de adorno. Pero como artista, no. De todos modos, trato de que mis piezas sean llevables porque que en esa medida se van a portar y van a durar en el tiempo, hasta dentro de un siglo, no sé, queda, perdura.

 

“Trato de que mis piezas sean llevables porque que en esa medida se van a portar y van a durar en el tiempo.”

 

Joyas para ser llevadas

 

_¿Cree que la funcionalidad debe ser más importante en la joyería?

_No todos reparan en la funcionalidad. A muchos joyeros contemporáneos la función no les importa, no se fijan cuánto pesa una joya o cómo se mueve en el cuerpo cuando el portador camina, tal vez porque lo que les importa es sólo el mensaje.

La función de la joyería es que la pieza se pueda poner o usar, de lo contrario está la escultura, está el arte conceptual que no necesita ser portable y en el que uno está de espectador. Pero si se pretende que alguien lleve una pieza de joyería no debe ser difícil portarla.

A veces, la joyería contemporánea termina más pendiente de una imagen, están como para la foto y eso me preocupa. En consecuencia, se ven piezas muy bonitas que fuera del cuerpo no valen mucho y entonces lo que hacemos es producir una imagen; si es lo que se quiere está todo bien. Ahora, si se quiere que las piezas sean llevadas o portadas hay que tener en cuenta a quien las va a llevar, reitero. Hay significados que son duros de llevar, que se vuelven tan sublimes que cuestan ser llevados al salir a la calle. Me gustan las imágenes que producen algunas piezas , pero me pregunto si es la joyería el espacio para mostrarlos.

 

“La función de la joyería es que la pieza se pueda poner o usar, de lo contrario está la escultura, está el arte conceptual que no necesita ser portable.”

 

_¿Pero en su obra «Sumapaz» se refería al inicio del Proceso de Paz en Colombia. ¿Cómo vive el actual momento? ¿proyecta plasmarlo de alguna manera?

_Creíamos que llegar a un Proceso de Paz sería una mejor posibilidad de vida para los campesinos y la gente del común. Esto nos produjo euforia pero fuimos viendo cómo se fue manipulado y cómo se fueron abajo las propuestas que pretendían acabar con la corrupción y la guerra, mediante un referendo que se hundió por faltarle unos pocos votos. Vemos un pueblo cansado con una gran participación de los jóvenes y artistas que le dan fuerza a un gran movimiento y nos preocupa tremendamente que otra vez seamos manipulados y caigamos en un régimen totalitario. Por el momento, estamos, por una parte, emocionados de ver el movimiento que ha surgido, pero, a la vez, por otra parte, estamos con mucho miedo de lo que pueda pasar. Por ahora, mi trabajo no se enfoca hacia una protesta política, aunque de alguna manera lo abordo y creo que hablar de la destrucción de la naturaleza es también tomar una posición política.

 

“Hablar de la destrucción de la naturaleza es también tomar una posición política.”

 

Llamado de atención

 

_¿En qué está trabajando hoy?

_En este momento estoy trabajando la colección «Sin Charco», mostrando cómo el deterioro del medio ambiente hace que ya no podamos oír constantemente el croar de las ranas. Cuando era chica vivía en la sabana de Bogotá, en la que había bañados en los que jugábamos con las ranas; lamentablemente, con el desarrollo de la ciudad los taparon con cemento y acabamos con el medio ambiente. Es un trabajo que alude a los ojos de la rana y lo hago como reclamo o llamado de atención por lo que se le hace a nuestra naturaleza. En la sabana había más de 20 especies, un animal importante para nuestros antecesores muiscas que según su cosmovisión al morir el hombre se convertía en rana y retornaba al agua; aunque pudiéramos convertirnos ya no hay donde retornar.

 

“«Sin Charco» es un trabajo que alude a los ojos de la rana y lo hago como reclamo o llamado de atención por lo que se le hace a nuestra naturaleza.”

 

_¿Cuál de sus obras es la que más la representa?

_«A lo Lejos», una obra que hace alusión en mi edad madura, al goce de disfrutar sin tantas obligaciones, de tener esta edad, es un canto a la vida para mí. Antes era muy disciplinada y todos los años hacia una colección. Desechaba la anterior e iniciaba de manera juiciosa y metódica una nueva propuesta. Me imponía a mí misma cambiar de idea porque no quería conformarme con lo que hacía ni quería repetirme. Y decidí quedarme, darle tiraje a esta idea y lo hice por cinco años. Es que estoy en un buen momento para dedicarme a gozar de la vida, a disfrutar, a hacer lo que se me da la gana, a volar, por eso lo represento con una serie de pájaros.

“Estoy en un buen momento para dedicarme a gozar de la vida, a disfrutar, a hacer lo que se me da la gana.”

_Como jurado de la próxima Bienal latinoamericana de Joyería Contemporánea, insta a participar y hacer visible el trabajo joyero. ¿De qué manera cree que una iniciativa de este tipo «ayuda a la creación de identidad? ¿cuál sería esa identidad?

_Creo que es muy importante el trabajo que ha realizado Joyeros Argentinos para concebir la Bienal (en el concurso «Puentes» de la primera edición recibió una mención destacable)  . De igual modo me parecen importantes los diálogos que se han dado en toda Latinoamérica entre los diferentes joyeros contemporáneos, lo cual nos ha permitido conocernos y tener un sentido de pertenencia; además las redes sociales y las transmisiones en vivo nos ha hecho conectar aún más. El tener un tema en común sobre el cual reflexionar desde distintos puntos de vista y lugares nos hace sentir la diversidad cultural y artística de nuestro continente.

Como jurado de premiación busco que se responda a consigna, que la pieza de joyería represente una idea, el statement contribuye a esa comprensión. Hay ideas buenas que no siempre están respaldadas con un texto. Creo que hay que aprender a presentarse y a poder explicar la idea que se tuvo para una pieza, esto es parte del trabajo que promovemos en las escuelas de joyería: tomar una foto, hacer un texto explicativo, poder exponerla, etc.

 

“Me parecen importantes los diálogos que se han dado en toda Latinoamérica entre los diferentes joyeros contemporáneos, lo cual nos ha permitido conocernos y tener un sentido de pertenencia.”

 

_¿Cómo ve la joyería latinoamericana?

_En Latinoamérica hay muchísima gente trabajando en joyería contemporánea, se ve una proliferación de artistas y veo madurez en muchos de ellos, pienso que vamos separándonos de la estética europea. ¿Diferencias? Creo que la latina es menos rigurosa pero más espontánea, más libre; es gente que hecha para adelante que se expresa libremente; somos más jóvenes y hemos ido madurando. Con el tiempo se encuentran más y mejores trabajos. La europea tiene más rigor en el hacer y tal vez menos espontaneidad.

 

“La gente latina hecha para adelante y se expresa libremente.”

 

Propuestas desde lo popular

 

_¿Algunos ejemplos?

_La joyería chilena maduró mucho en el hacer y perdurar, con propuestas que evolucionaron con una clara identidad, como Rita Soto que pone en valor un oficio artesanal y resignifica la tradicional técnica de microcestería en crin de caballo y produce piezas muy personales, una propuesta bien latina. O la colombiana Tatiana Apráez que integra la técnica prehispánica de barniz de pasto que extrae la resina del arbusto mopa mopa de Nariño en sus piezas de joyería, en un proceso de cocreación y respeto por el trabajo manual muy bueno. Christian Kiseno es muy auténtico, comprometido y sensible a lo que nos pasa en Colombia y lo expresa a través de la joyería contemporánea con destacadas llamadas de atención. Me gustan las propuestas que trabajan desde lo popular, en lo muy nuestro, que producen con una estética muy propia.

No creo que mi trabajo sea representativo de Colombia, tengo mis raíces en Europa y no puedo llegar a ser algo que no soy, es muy difícil. Mi manera de hacer es más española. Me hubiera encantado ser una bailadora de cumbia pero no lo soy. Soy una mezcla y mi trabajo muestra eso.

 

_¿Cómo es el trabajo joyero de Colombia?

_En Colombia, hay bastantes joyeros pero hemos tenido una escuela más conservadora que las que hay en Argentina. Aquí hemos impartido el oficio básicamente, hemos investigado menos otros materiales; sí los hay pero la mayoría estuvimos enfocados al diseño. Por eso hemos logrado muy buenos diseñadores de joyas; los que se han dedicado a la joyería contemporánea fueron a estudiar afuera. Llevo años formando gente y los colombianos son más conservadores del oficio y se manejan con metales, plata, en particular, tienen mucha técnica y desarrollo pero no tanta espontaneidad. Creo que en Argentina hacen más sin temor. Acá, se exige mucho que esté muy bien hecho, y si suman materiales tienen que resultar una unidad, estamos más influenciados por el diseño. Sin embargo, la técnica puede servir para estar seguros, liberarse y hacer lo que se quiere con calidad.

En Bogotá, tenemos una feria que se llama ExpoArtesanías que ha sido un espacio que nos ha ayudado a avanzar un montón y vendemos lo que hacemos. Y joyería es el rubro que más vende. Es que si uno puede vender lo que hace, se prepara mejor y aprende a producir mejor a nivel artesanal. Somos pequeños talleres que logramos una pequeña producción bien hecha y eso lo debemos a la feria, donde la mayor parte de los artistas y diseñadores hacen sus piezas con un paso a paso similar: se parte de una idea para expresar algo, de la cual surgen distintas series, y esa es la forma de trabajo que enseñé y se ve por todos lados por acá.

 

“Me gustan las propuestas que trabajan desde lo popular, en lo muy nuestro, que producen con una estética muy propia.”

 

Una metodología de enseñanza única

 

_Es su método.

_Es un método que caló hondo, que sirvió para que la gente pueda tener una producción con que sustentarse, también es una manera para poder sacar el jugo a todo el tiempo en el que uno se pasa haciendo una pieza artística. Esa pieza puede nacer con un cuestionamiento o defecto por el que uno piensa: uy lo hubiese hecho de otra manera o hubiese… hubiese… etc., y lo bueno es que a partir de la pieza madre salen series en las que uno tiene la oportunidad de corregir, y así el trabajo resulta muy bien pensado y hecho. Esa forma de trabajar nuestra se reconoce.

Sí, me enorgullezco porque le ha dado posibilidades de trabajo a muchos; he tenido cantidad de alumnos que adoptaron esta metodología y se ha expandido, logrando una forma de trabajo muy propia. En la feria bogotana que mencionaba hay más de 130 puestos de joyeros artistas no industriales. Pero hay otros artistas que no quieren saber nada con vender y terminan haciendo cosas que no tienen nada que ver con lo suyo para poder vivir. La mayoría de los joyeros contemporáneos son profesores en escuelas, pero el que no es docente ni tiene una galería a disposición, porque no siempre se compra un trabajo artístico, entonces puede tener esta alternativa de ganarse la vida con las piezas de diseño. Esto no nos convierte en mercachifles, tampoco es que hacemos una cantidad como una marca comercial internacional, sino que tenemos talleres pequeños y vivimos de lo que hacemos, más digno que esto… es una muy buena forma de vivir.

 

“Este método que parte de una pieza madre para hacer series sirvió para que la gente pueda tener una producción con que sustentarse, también es una manera para poder sacar el jugo a todo el tiempo en el que uno se pasa haciendo una pieza artística”