Devociones domésticas
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Devociones domésticas
“Vivir y sobrevivir 15 años entre la joyería de arte y la joyería de autor es un ejercicio constante de equilibrio y negociación. Son dos cabezas compitiendo por habitar un mismo cuerpo y tiempo, entrelazando mundos que intentaba sin éxito mantener separados hasta hoy que los reúno.
“Mi joyería de arte nace de un universo interior y una necesidad por comprender las manifestaciones del amor: intrincada, familiar y doméstica. En ella, afectos, recuerdos y revelaciones se tejen en homenajes íntimos, resonando con la ternura y la protección del adorno popular de las casas de mis abuelas: honesto, devoto, laborioso y latinoamericano.
«Esta obra es una exploración constante de materiales y técnicas, dando vida a objetos que se inspiran en flores artificiales, vestimentas para artefactos, animitas, paños bordados y virgencitas.
«Joyas con más vida social que la mía, viajando por museos, galerías y publicaciones del mundo, regresando siempre al cajón de mis tesoros.
“En contraste, Casa Kiro Joyas surge del universo exterior, donde imaginarios del mar, el aire y la tierra construyen paisajes oníricos. Este mundo es ligero, colorido, alegre e intuitivo, con la resina como protagonista en múltiples formas y técnicas propias. Es una creación pensada para ser llevada por otras, donde el acto de soltar y dejar es parte del proceso creativo”, relata Vania Ruiz de la muestra «Devociones domésticas: una retrospectiva de dos cabezas» en la que expone “la historia ruidosa de mi joyería de arte, la historia silenciosa de Casa Kiro y las 3 piezas premiadas en la I, II y III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea de 2016, 2018 y 2021”.
Hasta el 4 de noviembre en la sala Bob Borowicz del Centro Cultural Montecarmelo, en el barrio de Providencia, Santiago de Chile.
Remiendos del alma histórica
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Remiendos del alma histórica
“¿Cuántos caminos debemos recorrer antes de comenzar a encontrar respuestas a la interrogante universal del cómo nos habitamos?, ¿cómo funciona aquello que portamos dentro, eso que contenemos, eso que no tiene nombre, pero que en esencia nos constituye?, ¿cuánto mide y pesa?, ¿qué edad tiene?… ¿y cómo podemos llegar a proporcionarle los remiendos que necesita, para poder al fin existir?”, se preguntan desde el Estudio Honorato+Vicencio al presentar «Remiendos del alma histórica», la propuesta que también se estrena hoy en la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Mariela Vicencio y Caco Honorato, curadores de la muestra, señalan que “la joyería contemporánea da cabida a una amplia formulación de nuevos cuestionamientos y replanteos sobre las distintas posibles relaciones existentes entre los objetos y los cuerpos.
“Desde la tradicional portabilidad material hasta la búsqueda incansable de diferentes posibilidades, la exploración libre nos lleva a encontrar un punto en común en relación a las potencialidades del desplazamiento del lenguaje. Una diversidad de medios acaba por concentrarse en trabajar con la subjetividad y el inconsciente de cada creador”.
Y destacan que esta muestra, “fruto del trabajo desarrollado por las creadoras del Taller de Creación Objetual del estudio de procesos creativos Honorato+Vicencio, es una búsqueda, un afán de conectar al cuerpo con la totalidad de sus sentidos.
“Es un viaje metafórico a las raíces, un encuentro con los antepasados, con símbolos y tradiciones olvidadas… los cuerpos que construyen nuestras historias aparecen aquí como portadores de memorias…
“Las obras están abiertas, el espectador es quien completa el proceso desde su propia lectura y experiencia, el espectador es quien da la última puntada y acompaña el último remiendo…”
La expo también se realiza en Veta Espacio Creativo y como todas las de Ruta Brava puede verse hasta el próximo jueves 10.
Persistencia del deseo
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Persistencia del deseo
“Hay dos tópicos esenciales en la joyería conceptual: la apariencia de las cosas y el lenguaje de los objetos. La materialidad se replantea desde la experimentación y su transformación para ir más allá de la mera superficialidad de las cosas y convertir a ese objeto en un mensaje con un lenguaje que comunica experiencias y emociones”, explican Patricia Iglesias y Lorena Jarpa de los fundamentos de la curaduría de «Persistencia del Deseo», que presenta La Brújula arte en tránsito con la participación de 35 artistas de 16 países.
Las curadoras aluden a las palabras de la psicoanalista chilena Constanza Michelson en su ensayo «Las cosas se rompen»: “Si resulta difícil amar a los objetos modernos es porque no es posible reconocer la mano humana en ellos, el misterio del artesanado. Las cosas entonces se poseen, se usan y se tiran. Además, su tipo de belleza decorativa es capaz de tapar los residuos y basura que se acumulan en un lugar que no vemos, pero que en todo caso amenaza con rebalsarse.
“Los objetos a los cuales dedicamos horas, días y años, estos universos simbólicos al decir de la artista visual Antonella Rojas Auda, adquieren valor a través de la percepción y el significado otorgado por quienes observan. El objeto no es solo para contemplar, si no para interactuar con el cuerpo, el espacio y con el observador, es un acto de vinculación y de hospedaje”, precisan.
Esta expo joyera puede verse en Veta Espacio Creativo, en Santiago, como parte de Ruta Brava, el circuito chileno de IV Bienal latinoamericana de Joyería Contemporánea que organiza Joya Brava y Joyeros Argentinos.
¿Toda joya es política?
Se define como joyera activista y sostiene que “la joyería contemporánea es inabarcable, indecible, desbordante y profundamente rebelde, de combate”. Será por eso que interpela con una pregunta abierta “¿Toda joya es política?”
Con una clara posición política, Jessica Morillo, creadora de Ansiosa Hormona y de otros proyectos, como Joya Laboratorio Textil y Plataforma Gramo-Cruce de Saberes, adelanta parte de la conferencia que brindará hoy en la Bienal. Su acercamiento a la joyería, cómo ésta la interpela, el papel que juega la joyería contemporánea en la sociedad como emergente de expresión y la retórica de una pregunta abierta que invita a reflexionar.
La IV Bienal incluye una serie de charlas en el espacio City Lab del Centro Cultural Gabriela Mistral, en Santiago de Chile.
La joyería siempre me ha interpelado, desde niña, me maravillaba con los aros enormes que usaba mi madre y con Madonna que hacía un despliegue de joyería en sus performances, con Xuxa, Gloria Trevi y más… La fuerza y la rebelión en sus indumentarias y joyerías, con esa capa elegida, discursiva, mostraban una manera determinante de pararse ante el mundo.
De más grande entendí un poco más ese mundo injusto, desigual y violento que intenta -como la gota que horada la piedra- domesticar y aleccionar lxs cuerpos y las vidas, especialmente de las mujeres y las disidencias sexogenéricas. Entonces, aquellas referencias de niña tomaron un sentido, esas mujeres que se presentaban como heroínas, lo eran, se levantaban con decisión y autogobierno para cada día vestirse/enjoyarse de manera disruptiva.
Es desde entonces que entiendo y miro esa diferencia que se exhibe con la joya que se erige por sobre el común, la que resiste y se rebela. Miro el mundo desde ahí, buscando esa diferencia transformadora, escuchando y poniendo en valor las poéticas descentradas, marginales, las que se rebelan antes las normas impuestas.
La joyería contemporánea para mí es eso: inabarcable, indecible, desbordante y profundamente rebelde, de combate y lucha.
“La joyería contemporánea es inabarcable, indecible, desbordante y profundamente rebelde, de combate y luchas”.
Por eso es que me pregunto si ¿acaso toda joya es política? ¿Dónde encuentro esa politicidad? ¿Con quién nos agrupa y contra quienes nos enfrenta?
Hace unos años atrás, mientras la “marea verde” se desplegaba en todo el país, me encontraba con escenas en la calle completamente emocionantes, en una esquina cualquiera, si hallabas a alguien con el pañuelo verde en la mochila, te mirabas y sonreías, así, sin más, dos desconocidas encontraban el afecto y la complicidad en una mirada, por la referencia de un pañuelo y un color.
Esta escena se repitió mil veces, en Tucumán, en Buenos Aires, en diferentes ciudades, donde un triángulo de tela nos enlazaba y agrupaba, nos hacía sentir que no estábamos solas, que no somos pocas y que nuestra lucha es fundamental.
En estas experiencias, como artista, educadora y militante de izquierda (la de la revolución) es que encuentro esa fuerza. Ahí veo la politicidad de esos objetos que nos acompañan, los cuales usamos con valentía y decisión y que atraviesan con gestos pequeños nuestra cotidianidad. Lo político también está ahí, es esos minúsculos, pero no silenciosos hechos.
En ese proceso de investigación, de pregunta abierta y permanente me encontré con artistas/joyerxs usando la joya como dispositivo de denuncia.
En Tucumán, Lorena Sosa impregna su joyería de la lucha de los trabajadores de los ingenios que se cierran y dejan en la calle a numerosas familias. Sosa usa las palabras trabajo, justicia e independencia para perpetuar mediante el calando en metales que convive con textiles floreados para piezas de una belleza mágica que llevan la denuncia de un pueblo trabajador.
Vicky Biagiola, en Buenos Aires, construye joyería de combate, anillos con puntas, escudos y collares que denuncian la violencia policial de gobiernos criminales contra la vida de los pueblos que se movilizan y toman las calles.
Laura Giusti, también desde el Gran Buenos Aires, hace lo suyo con el cartón. Un material común y precario que se vuelve vital para quienes no tienen techo, para quienes el sistema ha excluido y considera basura. Ella usa su joyería para disculparse de manera pública por la indiferencia alienante para con aquellos, que son nuestros, pero que no nombramos.
En esa misma línea la joyería subversiva, Cristian Kiseno, grita con furia los crímenes contra dirigentes sociales de Colombia, su país de origen, y visibiliza con crudeza la violencia que imprime el sistema social capitalista en la vida cotidiana de las personas que no pretenden dejarse domesticar.
Por otro lado, la artista colombiana Ángela Rojo construye con sutileza poéticas que visibilizan los vaivenes de la maternidad, el cotidiano hostigador de entenderse mujer, madre y artista, como si ello pareciese imposible.
Mirando la calle y lxs artistas encuentro y reafirmo como la joyería concentra una fuerza indecible, ese pequeño dispositivo que entendemos mayoritariamente como un objeto de belleza y adorno superficial, es en realidad un “objeto fuego” que arde en discursos, que nos permite proyectar la voz propia y colectiva para decir de otra forma eso que nos revuelve, atraviesa, duele, celebra y enciende.
De todos modos… me gusta seguir nutriendo la pregunta abierta: ¿toda joya es política?
“Mirando la calle y lxs artistas encuentro y reafirmo como la joyería concentra una fuerza indecible,… es un “objeto fuego” que arde en discursos, que nos permite proyectar la voz propia y colectiva para decir de otra forma eso que nos revuelve, atraviesa, duele, celebra y enciende”.
Chi' xi: las tres caras de un broche
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Chi' xi: las tres caras de un broche
“La palabra aymara ch’ixi designa a un tipo de tonalidad grisácea. Se trata de un color que por efecto de la distancia se ve gris, pero al acercamos nos percatamos de que está hecho de puntos de color puro: blancos y negros entreverados.
«Un gris jaspeado que manifiesta la potencia de atravesar fronteras y vincular polos opuestos de manera reverberante e indeterminada. Es una entidad que no puede definirse como blanca o negra porque reúne en su ser distintas condiciones”, explica la socióloga boliviana Silvia Rivera Cusicanqui.
A partir de esta idea, el colectivo joyero señala que de esa manera conviven y se expresan. Son Sudakas: Rita Soto, Patricia Iglesias, Valeria Martínez, Yael Olave y Lorena Jarpa, de Chile; Ana Calbucci, Renata Meirelles y Mayumi Okuyama, de Brasil, y Fabiana Gadano y Mabel Pena, de Argentina.
“Creamos en y con las diferencias propias de cada una, no buscamos síntesis ni una expresión que nos unifique. Trabajamos en un magma de particularidades y hacemos de la polaridad nuestro tejido de apoyo y de fricción. Situadas en nuestra condición geográfica y social, aspiramos a la convivencia en la particularidad y apostamos a su potencia generadora de reflexión y crecimiento”.
Puntada que acerca y vincula partes
“Las Sudakas, habitantes del Sur, elegimos el broche como campo de expresión. La metáfora de acercamiento y convivencia que representa, resuena en nuestro cometido de acercar partes, honrar la particularidad y crear, comunitariamente, un espacio y un tiempo. Este objeto de expresión es una puntada que acerca y vincula partes.
“Considerado desde lo funcional, surge en la antigüedad como un objeto utilitario para fijar y sostener paños en la vestimenta. Sin embargo, su constitución no se resuelve solamente como un alfiler que asegura pliegues y prendas de vestir sino que desde sus orígenes se la engalana con ornamentos y atributos de distinción.
“El broche es el umbral que vincula nuestro límite de exterioridad corporal con el entendimiento y el espacio de un otr@. Es un objeto simbólico que actúa como una insignia, una señal que relata acuerdos, afirma pertenencias y crea complicidades”.
Las caras del broche
- «Dūno XIII», de Yael Olave, hecho mediante reciclaje, ensamblaje, construcción y resina con plástico reciclado (bolas de desodorante roll-on y bombillas), bioresina, pigmentos, latón, plata y acero inoxidable.
- «Estratos: Devastación y Humedales I»,de Mabel Pena, hecho mediante cera perdida y técnicas mixtas con bolsas de polietileno recicladas, plata 925, resina, filamento 3D y acero.
- «Incubar 01», Rita Soto Ventura, hecho mediante tejido y micro cestería con crin de caballo, fibra vegetal tampico, acero y topes de goma.
- «Renacer 2», de Valeria Martínez, hecho mediante filigrana y granulación con plata y la aleación de metales japonesa shibuichi.
- «Memoria fragmentada», de Lorena Jarpa Leal, hecho mediante técnicas de experimentación y estampado con acrílico, resina y acero
- «Camada verde», de Ana Calbucci, hecho mediante dibujado con lápiz 3D y pintado manualmente con pan pastel con filamento PETG, filamento TPU, pastel oleoso y plata
- «Entre Nós 16», de Renata Meirelles hecho mediante corte por láser y montaje manual con tejido de fibra sintética, hilo de poliéster y cuentas
- «Intermedio», de Mayumi Okuyama hecho mediante técnicas de fabricación con plata 950 y acero
- «El susurro del viento», de Patricia Iglesias Scepanovic hecho mediante tejido a crochet, costura y bordado con algodón, lana y acero inoxidable.
- «Umbrales I», de Fabiana Gadano, hecho mediante teñido, construcción, patinado y remachado con plástico PET reciclado de botellas, resina epoxi, alpaca y acero quirúrgico.
Tránsitos Invisibles
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Tránsitos Invisibles
«Tránsitos Invisibles» es una muestra que explora la crisis migratoria en el Darién en la frontera entre Colombia y Panamá y que se ve en el Hotel Magnolia, como parte de la Ruta Brava que se estrena hoy en Santiago de Chile..
“Reúne a un grupo de artistas colombianos que utilizan materiales y técnicas de joyería para narrar las historias de quienes se aventuran a cruzar el Tapón del Darién en busca de un futuro mejor.
«La expo invita a los espectadores a reflexionar sobre la complejidad de la migración, la resiliencia humana y la necesidad urgente de solidaridad y comprensión.
“Las obras presentadas, desde piezas escultóricas hasta delicados tejidos, evocan las emociones, los desafíos y las esperanzas de los migrantes. A través de su arte, estos artistas nos recuerdan que detrás de las cifras y las estadísticas hay personas reales con sueños y anhelos” destacan desde la galería de Medellín Zamia que presenta esta propuesta en la IV Bienal.
“Zamia es una galería itinerante, tanto física como digital, dedicada a presentar colecciones de joyería de autor y artesanía 100% colombiana. Su objetivo es mostrar el talento y el potencial del diseño colombiano en accesorios de lujo artesanal, consolidándose como una plataforma de exposición, circulación y comercialización de piezas coleccionables”.
Participan Liliana Zambrano, Elena Matallana, Patricia Acosta, Fernanda Arias, Johanna de la Cruz, Adriana Baldissi, Diana Rodríguez y Mauricio Flores.
Joya Brava, anfitriona de la IV Bienal
Apuntes | Notas
“Hay mucha política en el discurso joyero latinoamericano”
Se inaugura oficialmente la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea en Santiago de Chile, donde mañana se estrena la muestra del concurso «Co-Devenir» y se darán a conocer los ganadores, también de los premios Joya por cada uno de los países latinos participantes.
En simultáneo se presentan otras 23 exposiciones del circuito Ruta Brava, concentrado en el casco histórico para poder recorrerlo caminando, pero también se extiende a otros barrios de la ciudad y a Temuco.
Rita Soto, directora de la Bienal; Paulina Latorre, directora de Ruta Brava, y Yael Olave, directora de Comunicaciones, tres de las joyeras de la asociación Joya Brava, cuentan cómo se gestó el principal evento joyero latinoamericano y cómo consiguieron convertirlo en internacional.
Detallan qué ofrecen tras dos años de intenso trabajo para contactar y atraer a 332 artistas de 22 países con más de 1000 obras de joyería de arte. Workshops, seminarios, conferencias y muestras virtuales para seguir desde la plataforma labienal.ar Enterate cómo podés participar y celebrar la joyería de arte latina.
_¿Joya Brava es una asociación única en su tipo?
Rita Soto: _Es muy relevante estar asociadas porque desde el punto de vista legal tenemos una personería jurídica que nos avala cual empresa pero sin fines de lucro. Esta formalización nos facilita la gestión, la administración y el trabajo colectivo y genera un compromiso tal que nos permite sostenernos. El mes próximo la asociación Joya Brava cumple 14 años y es destacable porque solo existe PIN. La Asociación Portuguesa de Joyería Contemporánea, que fue nuestro referente; no conocemos otra asociación gremial de nuestro tipo en el mundo.
Por esto, nos han pedido contar nuestra experiencia en distintos encuentros o simposios internacionales y semanas de joyería. Tenemos un núcleo activo de 29 socias y un socio que siempre está generando y activando proyectos. Muestra una potencia femenina reflejo no solo del ámbito de la joyería contemporánea sino de la sociedad. Es un número con mucha movilidad que se ha ido renovando en esta casi década y media. El ingreso, sobre todo, de camadas más jóvenes, nos permite extendernos en particular en el interior de nuestro país y provoca un cambio positivo en el trabajo con nuevas metodologías y proyectos.
Paulina Latorre: _Es muy importante la asociatividad porque nos permite sostenernos y mantenernos en el tiempo y, fundamentalmente, sin duda, sirve para el desarrollo de los artistas. La asociación es lo que se genera cuando juntás energía y, como consecuencia, se da una gran sinergia, con su efecto superior. Es que el artista siempre está luchando en soledad y cuando se promueve el encuentro nos potenciamos y generamos más recursos y hasta se da un crecimiento personal de la obra.
De la asociación, destaco la evolución de todas las compañeras/o, el trabajo en conjunto a partir de esa unión inicial a partir de un workshop, y la realización exposiciones colectivas en las que pudimos desafiar el trabajo de obra en pos de una exhibición grupal. De esta manera, conseguimos expandirnos y desarrollarnos aún más. Y así se fueron formando distintas referentes, como Rita Soto o Vania Ruiz, quienes también crecieron mucho por trabajar colectivamente. Y este es el principal logro de la Joya Brava, animarse al desafío que permitió un interesante círculo virtuoso.
Yael Olave: _Sin duda evolucionamos en conjunto, nos formamos juntas en workshops, discutimos sobre nuestros trabajos. Se da una conversación interna muy valiosa. Y de este diálogo, surgió el tema de la Bienal y la importancia de «Co-Devenir», enfatizando que es mejor trabajar en equipo; por eso el prefijo co encabezó nuestra propuesta porque indica o destacamos la importancia de la colaboración, la unión el trabajo en compañía.
P. L.: _Esto no solo se ve en colectivos de joyería contemporánea sino que en cualquier equipo artístico se advierte que la suma de las fuerzas siempre genera mejores resultados. La joyería es una labor solitaria en un escenario de arte difícil, complejo y a veces elitista, pero cuando se trabaja en conjunto aunque no se consiga el resultado esperado siempre te queda el haber podido experimentar en conjunto por eso el saldo es indudablemente positivo. Es que en el camino hay un intercambio del hacer, de datos, de materiales, de recomendaciones, además del paso por el proceso que es lo mejor.
El trabajo joyero no se valida por la elección de los materiales ni por la técnica individual sino por cómo abordarla, cómo imprimirla; con lo cual no importa si coincidimos en el hacer, en la misma técnica porque el cómo siempre es personal.
R. S.: _El objetivo inicial de Joya Brava fue la difusión de la joyería contemporánea de Chile y una de las actividades para lograrlo fue generar exposiciones itinerantes que hasta llegamos al exterior. Y otra de las metas fue la profesionalización y capacitación, ya que en Chile no hay instituciones en las que se pueda aprender joyería, salvo escuelas chicas o talleres independientes no certificados oficialmente. Por eso, buscamos emparejar la cancha para que todos pudiéramos tener un mismo nivel, para lo cual trajimos expertos de otros países que se convirtieron en nuestros tutores.
“Es muy importante la asociatividad porque nos permite sostenernos y mantenernos en el tiempo y, fundamentalmente, sin duda, sirve para el desarrollo de los artistas”.
Con poco se hace mucho
_¿Cómo es la joyería contemporánea de Chile?
R. S.: _Es complejo definirla porque la joyería contemporánea tiene características regionales más que locales. Crecimos rápido. Argentina y Chile fueron los primeros en desarrollarse en esta disciplina y se fueron sumando otros a la movida latina de la joyería de arte. Y la Bienal es el espacio que ha albergado a la joyería de la región. En ella se manifiesta un lenguaje muy particular y característico de Latinoamérica.
“La Bienal es el espacio que ha albergado a la joyería de la región. En ella se manifiesta un lenguaje muy particular y característico de Latinoamérica.”
_¿Qué se valora de la joyería chilena?
Y. O.: _Que con poco se hace algo muy creativo. Hay menos recursos en relación a otras regiones como Europa, donde se aplica toda la tecnología disponible, por ejemplo. En Chile lo hacemos todo nosotros mismos, desde instrumentos o herramientas, generamos nuevos materiales, hasta técnicas originales. Con poco se logran buenos resultados y hasta mejores porque son muy personales y originales, con conceptos interesantes y universales.
P. L.: _Que nuestra expresión siempre o generalmente remite a nuestro territorio, a lo que nos atraviesa, como lo social, entre otros aspectos, que marcan nuestra idiosincrasia e identidad. Esto también se repite en otros países como Colombia, que por ejemplo en esta Bienal presenta la problemática de la migración de la región selvática fronteriza del Tapón del Darién -que se verá en «Tránsitos invisibles – Darién» de galería Zamia de Medellín-, o Brasil que se enfoca en el hambre.
Los temas de la joyería latina siempre muestran que sus artistas somos personas muy conectadas con nuestro territorio, expresamos nuestra realidad, somos sensibles a lo que está ocurriendo en los lugares donde nos manifestamos.
R. S.: _La discusión e intercambio es otro de nuestros valores. Y la aplicamos para definir el tema de la Bienal, como parte de un trabajo colaborativo. Todas/o aportaron con sus opiniones para definir los conceptos guía que, coincido, tienen que ver con lo que le pasa a la gente o el público del que formamos parte en nuestro territorio; ese estar atentos se dio mediante las cualidades y metas que nos constituyen como asociación.
“Los temas de la joyería latina siempre muestran que sus artistas somos personas muy conectadas con nuestro territorio. Expresamos nuestra realidad, somos sensibles a lo que está ocurriendo en los lugares donde nos manifestamos.”
_¿Cuáles son los temas que se verán en las muestras de la Bienal?
Y. O.: _Territorios, biodiversidad, equidad, feminismo, derechos sociales y democracia, entre otros. Desde el taller joyero uno transmite un mensaje, a través de la joya, claro, sobre los hechos que nos ocurren, y al hacerlo público, convertir en portable esa pieza y mostrarla pasa a ser conceptualizada por un espectador, que en general no tiene idea o no conoce mucho sobre lo que uno hace; así ese comunicado individual se transforma en un mensaje más universal. Además puede que ese mensaje cuestione la realidad y se convierta en político.
P. L.: _Hay mucha política en el discurso joyero latinoamericano, son temas sociales vigentes que nos preocupan o más bien nos ocupan.
R. S.: _En la Bienal se repite la idea o importancia de volver a los orígenes o a cosmovisiones originarias para ponerlas en valor, se ve simbología mapuche, por ejemplo, y mucha crítica a la realidad social, denuncia y reivindicaciones. Asimismo, también es una constante las obras con mucho reciclaje, en particular, de residuos plásticos.
“En la Bienal se repite la idea o importancia de volver a los orígenes o a cosmovisiones originarias para ponerlas en valor.”
Textiles, reciclaje y biomateriales
_¿En qué se ve la evolución joyera mencionada: en potenciar la creatividad, en el manejo de los materiales o en reversionar técnicas ancestrales culturalmente arraigadas?
R. S.: _Sobre todo en reversionar técnicas, particularmente, en las relacionadas con lo textil. Y esto también se observará tanto en las propuestas de la Ruta Brava como las del concurso de la Bienal.
P. L.: _El interés de Joya Brava como asociación tiene que ver con los temas de discusión de la joyería contemporánea, y su evolución es muy amplia. Abarca todo eso que preguntás y más.
Abrimos el espacio a muchas expresiones no tan artísticas pero sí contemporáneas. Por eso al co-organizar la Bienal incluimos a actores procedentes de países que nunca antes habían participado, tal es el caso de Bolivia. Nuestra intención es dar a conocerlos para mostrar la amplitud de la joyería en todas sus variantes dentro del mundo del arte. Es que uno de nuestros principales objetivos es difundir la joyería contemporánea.
Por esto, buscamos mostrarla en espacios que no son de arte, porque a veces lugares como los museos son considerados elitistas; elegimos espacios no convencionales: un restaurante (Chipre libre, en Santiago, donde se verá «Chi ́xi: las tres caras de un broche» del colectivo Sudakas), un hotel, (Magnolia, donde se podrá visitar «Tránsitos invisibles – Darién» de la galería colombiana Zamia), una peluquería (Saloon 2 de Santiago donde estará «Rices» de la joyera brasileña Nina Lima) y en diversos centros culturales (como el Montecarmelo, de Providencia, donde expondrán nuestras socias Vania Ruiz con «Devociones domésticas. Una retrospectiva de dos cabezas 2010-2024» y Yael Olave con «Resignificación. Dos décadas transformando objetos»).
“El interés de Joya Brava tiene que ver con los temas de discusión de la joyería contemporánea”.
_Además de lo textil, ¿qué otras temáticas hay en las propuestas de la Bienal?
Y. O.: _El reciclaje y los biomateriales aparecen fuerte en esta Bienal. Esto último es una experimentación que parece estar de moda y se pone de manifiesto en esta oportunidad.
R.S.: _Es un fenómeno creciente. De hecho, en Chile hay varios espacios creativos, como distintos laboratorios, que trabajan muy bien la elaboración de los biomateriales.
“El reciclaje y los biomateriales aparecen fuerte en esta Bienal”.
_¿Además de Bolivia qué otros países participan por primera vez?
P. L.: _Entiendo que hay artistas de Costa Rica y Perú que participan por primera vez. Pero hay de muchos otros de países que vienen participando. Por ejemplo, La brújula Arte en tránsito hizo una convocatoria amplia, a la que respondieron artistas de gran cantidad de lugares para su propuesta «Persistencia del deseo». Fueron seleccionados joyeros de Francia, Países Bajos, Hungría, Irán/Bélgica, Corea del Sur, Austria, España e Italia, entre otras procedencias.
También ya están las muestras virtuales «Desde el dolor hacia el vacío» de Francesca Pennesi de Italia, y «Essentivora», de Gema Pinedo de Pedro y Martha Gómez, de España. México, de la mano de Andrés Fonseca y Ofelia Murrieta, viene con la gran exposición colectiva mencionada que incluye el «Proyecto Sepan cuántos…» y «Desolación y ternura en palabras de Gabriela». En general, a los ya clásicos países vecinos, se suman artistas de Venezuela, Uruguay, Canadá, Estados Unidos y Polonia, además de los dos nuevos mencionados.
“Fueron seleccionados joyeros de Costa Rica, Perú, Francia, Países Bajos, Hungría, Irán/Bélgica, Corea del Sur, Austria, España, Italia, Venezuela, Uruguay, Canadá, Estados Unidos y Polonia”.
Caminata joyera por Santiago
_¿Cómo es la Ruta Brava?
P. L.: _La Ruta Brava se hace en Santiago y consiste en el recorrido de 23 exposiciones en paralelo, además de la muestra central del concurso de la Bienal. Este circuito se concentra en el centro de la ciudad, en el barrio Lastarria, también incluye las del centro cultural del barrio Montecarmelo, donde expondrán Joya Brava con «Reflejos de penumbra», además de las citadas de Yael y Vania. Hay otras muestras en la comuna de Vitacura, en la cafetería Rita Roux, donde se verá «Confluencias» de Carolina Yovane, y otra del Taller de Joyas Pascale Durandin. En la comuna La Reina, en la Galería Aldea del Encuentro, se expondrá «Una joya de ciudad, vínculos urbanos y no urbanos», de Daniella Castro y Silvana Bustamante.
R. S.: _La intención es que la ruta sea lo más caminable posible y de hecho hay una veintena que bien se puede hacer a pie. Están en el casco antiguo, en la zona más turística de Santiago, de gran circulación de público, por eso nos enfocamos en ese radio para aprovecharlo al máximo. Cada espacio fue especialmente elegido en función de la temática a exhibir. El armado y construcción de la Ruta Brava supuso un gran trabajo de las socias que demandó dos años de un trabajo mancomunado muy enriquecedor.
Y. O.: _También hay instituciones importantes que incluyen tres espacios patrimoniales importantes e icónicos de Chile, como el Palacio Pereira, donde estará «Co-Devenir», el Museo Nacional de Bellas Artes, donde Joya Brava ofrecerá «El cuerpo del Relato»; o la Biblioteca Nacional, donde se verá «Desolación y ternura en palabras de Gabriela», la exposición internacional que trae México.
También intervienen otras instituciones reconocidas como el espacio City Lab del Centro Cultural Gabriela Mistral, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y el Centro Cultural Palacio Moneda.
R. S.: _Por otra parte, la Bienal incluye workshops dictados por los miembros del jurado: Tatiana Apráez de Colombia, Miriam Pappalardo de Brasil y Fabiana Gadano de Argentina, evento pagos que nos permiten financiar su venida, junto con rifas que también sirvieron para sostener la organización. Joya Brava es una asociación sin fines de lucro y la Bienal es gratuita.
Además, habrá una serie de conferencias sin costo pero con cupo por lo que requieren de inscripción. Fueron definidas a partir de las postulaciones de joyeros de distintos países y se realizarán en el espacio City Lab del Centro Cultural Gabriela Mistral.
Se hablará sobre la gestión de la Bienal, sobre el estado de arte de la joyería, se hará una revisión histórica de la joyería chilena, se analizará el abordaje conceptual, se indagará sobre experiencias personales, procesos creativos y el quehacer del oficio.
Por otro lado, contamos con el apoyo del programa de Oficios Creativos de la Universidad Católica de Temuco para difundir y también itinerar la muestra del concurso, que se inaugura en esa ciudad el 14 de noviembre y se ofrecerá durante un mes. Allí también se darán seminarios y talleres a cargo del jurado para activar con los joyeros del Sur del país, en la 9na Región. Nos interesa que los artistas locales puedan conocer, vincularse e intercambiar con el trabajo de las maestras joyeras que integran el jurado de la Bienal.
Y. O.: _La itinerancia es un compromiso que asumimos al co-organizar la Bienal y para nosotras es muy importante porque implica un mayor alcance de este gran evento joyero y supone una mayor difusión.
“La intención es que Ruta Brava sea lo más caminable posible y de hecho hay una veintena que bien se puede hacer a pie”.
_¿Qué expectativas tienen de la Bienal y cómo evalúan su intervención?
R. S.: _Tenemos experiencia adquirida en exposiciones, seminarios, workshops y en el V Encuentro Hispanoamericano de Plateros. Esta ha sido una gran vivencia, única, con un saldo altamente positivo, ya que organizamos un encuentro regional de una disciplina no tan difundida en la zona. Esto sin duda lo capitalizaremos y nos servirá para seguir desarrollando proyectos, armando y sosteniendo equipos ya especializados, potenciando el expertise adquirido y descubriendo habilidades que se van manifestando en el hacer.
El gran objetivo era la Ruta Brava y ahora nuestra meta es poder seguir replicándola más allá de la Bienal.
P. L.: _Además de acrecentar el contacto entre joyeros, insisto, nuestro objetivo es difundir el quehacer de la joyería contemporánea. Con la puesta en escena de «Co-Devenir», la organización del itinerario de la Ruta Brava y de todas las muestras en simultáneo pudimos cumplirlo con creces.
Y. O.: _La continuidad, crecimiento e independencia de la Ruta Brava por todo Chile ahora es nuestro próximo objetivo.
“La continuidad, crecimiento e independencia de la Ruta Brava por todo Chile ahora es nuestro próximo objetivo”.
Las mujeres ganan en la joyería
_¿Cómo se da la distribución de las expresiones joyeras en Chile?
R. S.: _Al igual que en Buenos Aires, se concentran en Santiago pero también hay varios exponentes en diversas regiones, como Puntarenas, Temuco, Viña del Mar, Limache y Valparaíso. A esto se suma que hay otras socias desde Barcelona o Francia.
“La joyería chilena se concentra en Santiago, pero también hay en Puntarenas, Temuco, Viña del Mar, Limache y Valparaíso”.
_Y mujeres en su mayoría.
Y. O.: _Sí, la mayoría de los exponentes de la joyería son mujeres, pero muchos de los premiados o destacados, directivos y docentes de instituciones y universidades referentes a nivel mundial, al menos en Europa, son hombres, inclusive en ciudades que se estiman como más vanguardistas como Oslo.
Seguro decantará y se irá revirtiendo porque la mujer joyera cada vez más gana espacio y se destaca.
“La mayoría de los exponentes de la joyería son mujeres, que cada vez más ganan espacio y se destacan”.
_La jura de premios ya se hizo.
R. S.: _Sí, el jurado trabajó en la elección de los ganadores en la Plataforma Cultural, un espacio ubicado en el Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, en Ñuñoa, Región Metropolitana.
Pero la decisión de los premios, tres y una mención, a partir de 76 obras previamente seleccionadas, se darán a conocer (hoy) el día de la inauguración oficial de la Bienal. A esto se suman los premios país: Joya Argentina, Joya Chilena, Joya Brasileña, Joya Mexicana y Joya Colombiana.
“La decisión de los premios, tres y una mención, a partir de 76 obras previamente seleccionadas, se darán a conocer hoy”.
_¿Expectativas?
Y. O.: _Quiero destacar nuevamente que la Ruta Brava está pensada para que se pueda hacer con desplazamiento fácil y para que el espectador no pierda inauguración alguna.
Todo el circuito está bien coordinado. Hay de dos a tres inauguraciones por día, y el domingo es una jornada destacada, organizada para que también los turistas puedan acercarse atravesando o visitando puntos emblemáticos de la ciudad de Santiago.
R. S.: _Como anfitrionas, nos interesa dejar abierta la invitación a participar. Conseguimos atraer a artistas y amigos con mucho esfuerzo, extendimos nuestra red mediante contactos y conversaciones sostenidas que dieron sus frutos. Se trató de un trabajo personal que resulta de conocer el circuito joyero del que formamos parte.
Hemos movido los resortes necesarios para hacer de la sede chilena de la Bienal un gran evento internacional. Pretendemos hacer entre todos la gran fiesta de la joyería latina.
Exposiciones en simultáneo
La ganadora de las dos ediciones anteriores de la Bienal, Vania Ruiz, presenta una retrospectiva en su primera expo individual
La Ruta Brava ofrece 20 muestras colectivas y tres individuales
Exposiciones en simultáneo
Segunda gran parte de la IV Bienal que se lanza en Santiago de Chile con la inauguración de 21 exposiciones de joyería contemporánea en simultáneo.
Se trata de la muestra del concurso «Co-Devenir» y de la Ruta Brava, que incluye presentaciones de joyeros chilenos, argentinos, brasileños, colombianos y mexicanos que, a su vez, suman a otros artistas internacionales en una variada movida artística.
“Es un honor y un orgullo recibir en nuestro país, en nuestro ámbito y espacio de trabajo, a toda la potencia y diversidad joyera de Latinoamérica y más allá”, dice Rita Soto, directora de la Bienal.
La co-organizadora del evento, la asociación Joya Brava, expone su obra en «El cuerpo del relato» en el Museo Nacional de Bellas Artes, y en «Reflejos de penumbra» en el Centro Cultural Montecarmelo.
También se estrena «Aseo profundo» de Paula Zuker, Carolina Hornauer y Pamela Cavieres en el Centro Cultural Palacio Moneda; «Persistencia del deseo» de La Brújula Arte en Tránsito en Veta Espacio Creativo; en el mismo lugar, «Remiendos del alma histórica» del Estudio Honorato Vicencio y, en una sala contigua, «El tiempo de la trama» del Grupo Tramadolls.
«Imaginarios Orgánicos», de Constanza Bielsa y Antonieta Aguayo, y «Cogecha» de Montserrat Fonseca y Alejandra Camhi, se instalan en el espacio Citylab del GAM. La Escuela de Joyería de Pamela de la Fuente presenta «Huellas»; Juan Carlos Valenzuela exhibe «En Buenas manos» y el colectivo Macrofusión de España muestra sus «Arqueologías urbanas», todos en la FAU de la Universidad de Chile.
La ganadora de las dos últimas bienales, Vania Ruiz, finalmente hace su primera exposición individual con «Devociones domésticas: Una retrospectiva de dos cabezas 2010-2024» en Centro Cultural Montecarmelo, donde también exhibe lo suyo Yael Olave con «Resignificación: dos décadas transformando objetos». Las tres expos en Montecarmelo se extienden hasta el 4 de noviembre.
En dos cafeterías, en Rita Roux de Vitacura, «Confluencias» de Ana Luisa Gálvez, Carolina Yovane y Susana Peredo y en Trieste, «Lumina» de Romina Alemán y María José Sarabia.
Mucho más. Se muestra «Tránsitos invisibles-Darién» de la Galería Zamia de Medellín en el Hotel Magnolia; «Desolación y ternura en palabras de Gabriela» de Sepan Cuántos, proyecto de Ofelia Murrieta y Andrés Fonseca de México en la Biblioteca Nacional.
La artista brasileña Nina Lima se presenta con «Rices» en la peluquería Saloon 2, y el colectivo Aquilo que abraça reedita «Vale quanto pesa?» en Galería Casa O. Ahí mismo, Joyeros Argentinos renueva la presentación de «Un camino infinito. 40 años de democracia».
Volvió el colectivo Sudakas, integrado por Rita Soto, Patricia Iglesias, Valeria Martínez, Yael Olave y Lorena Jarpa, por Chile; Ana Calbucci, Renata Meirelles y Mayumi Okuyama, por Brasil, y Fabiana Gadano y Mabel Pena, por Argentina, con «Chi ́Xi: Las tres caras de un broche» en el restaurante Chipe Libre. Y en el Taller de Joyas Pascale Durandin se muestra «Fragmentos de luz» en Vitacura.
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Las formas del silencio
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Las formas del silencio
“El ritmo del mar se acompasa al de nuestra sangre; el silencio de las piedras es nuestro propio silencio; andar entre las arenas es caminar por la extensión de nuestra conciencia, ilimitada como ellas; los ruidos del bosque nos aluden. Todos formamos parte de todo. El ser emerge de la nada. Un mismo ritmo nos mueve, un mismo silencio nos rodea”, reza Octavio Paz en «El arco y la lira».
“Hay un momento en la creación en el que surge el silencio. Una inspiración profunda da forma a este espacio inesperado que aparece en medio del caos creativo, para plantear una pregunta: ¿qué es esto que se está construyendo?
“Cinco artistas, unidas por una sinergia particular, crean un universo marcado por los ritmos sutiles de este silencio. A través de sus lenguajes y estéticas personales, y utilizando materiales como plásticos, textiles, arenas y yeso, traducen su visión del mundo en obras que nos invitan a explorar los instantes misteriosos que componen la creación”, explica la crítica de arte Florencia Kobelt de «Las formas del silencio», muestra joyera que se inaugura hoy en Galería Buenos Aires Sur, Bolívar 1268, CABA. Puede verse de martes a viernes, de 13 a 18.
Otra de las propuestas que forman parte de la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea que organiza Joyeros Argentinos y Joya Brava.
Exponen Adriana Gómez, Cecilia Mortola, María Eugenia Ramos, Laura Leyt y Sabina Tiemroth.
Riesgos e imprevistos. Estrategias creativas a partir de la joyería de Caio Mourão
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Estrategias creativas a partir de la joyería de Caio Mourão
En la década de 1960, artistas ajenos a las convenciones establecidas experimentaron con técnicas y formas inusuales cuyo impacto condujo a una ruptura epistemológica en la historia de la joyería.
Caio Mourão (Brasil, 1933-2005) fue uno de esos pioneros de este movimiento en Brasil, contribuyendo a esta ruptura estilísitca de esa década y, en los años 1980, fundó el Atelier Mourão en Río de Janeiro, que aún hoy inspira a las nuevas generaciones.
Hace un par de años la investigadora Ivete Cattani se dedicó a indagar sobre la obra de Caio Mourão, lo cual derivó en una serie de estrategias creativas arriesgadas e imprevistas lideradas por Cristina Filipe. En el atelier que fundara el maestro joyero se realizaron lecturas, debates, cuestionamientos y afinidades con la actitud y el trabajo de Mourão, también se dio la oportunidad de poder apreciar y manipular sus piezas -como las que se ven en la galería que se ve al pie de esta nota- para aprender de su técnica, y se sumó un trabajo de campo en el barrio de Ipanema que terminó por generar un documento a modo de réplica de la carta que Mourão enviara en 1963 a la Bienal de San Pablo pidiendo que se integrara la joyería a ese evento; desde entonces un grupo de joyeros de arte brasileños y extranjeros residentes en Brasil forman parte de la programación de esa bienal.
«La joyería es un grito, una protesta silenciosa que atraviesa el tiempo y el espacio«, decía Caio Mourão, para quien las joyas no eran solo un adorno sino una forma de comunicación activa que transportaba la esencia del usuario y las ideas que representa.
La exposición «Riesgos e imprevistos. Estrategias creativas a partir de la obra de joyería de Caio Mourão» reúne dos cuerpos de trabajo que incluye imágenes de las obras de Mourão e imágenes del proceso creativo de los participantes de dicho taller.
La muestra tiene como objetivo dar a conocer el trabajo de Mourão y los resultados innovadores de ese taller.
Participan Caio Mourão, Ivete Cattani, Miriam Andraus Pappalardo, Paula Mourão, Livia Mourão, Andrea Ferreira Borges, Cristiane Arenas, Cristina Filipe, Dalva Oriana, Francisco Garcia, João Pedro Vellaco, Lucia Abdenur y Matheus Guinle.
Un proceso creativo muy interesante que puede apreciarse la muestra virtual que se ve en la plataforma labienal.ar de la IV Bienal latinoamericana de Joyería Contemporánea.