Apuntes | Notas

Maison Domecq no se limita a un simple upcycling


Mayte Ossorio Domecq sostiene una propuesta de joyería que califica de sustentable. Se maneja con material de origen argentino que se descarta en la industria alimenticia local y que ella recupera y reusa. Los requisitos que le permitieron ser distinguida con una certificación que avala su proceso y acredita su manejo social, ambiental y económico. Cómo lo logra, cómo es el paso a paso, de principio a fin de su trabajo. La joyería que la define y revela su filosofía de vida.


_¿Por qué Maison Domecq se define como una marca de accesorios con materiales alternativos sostenibles? ¿Con qué objetivo?

_Nace con la idea del reuso y la recuperación de materiales para la generación de piezas contemporáneas. Y elegí el cuero como materia prima principal, porque es noble, de origen argentino y porque tiene mucho descarte con destino final en la basura. Esta desventaja se convierte en ventaja y permite convertir un círculo vicioso en virtuoso. El 70 por ciento de la materia prima que utilizamos proviene del reciclado. Se trata de un subproducto de la industria de la carne, es remanente de oficios y lo que hacemos es sacar ese material de un circuito contaminante.

Reusamos al máximo el material. Recibo donaciones y busco en curtiembres que acrediten la trazabilidad del origen y tratamiento del material. Saco de la basura mucha materia prima y le doy una segunda oportunidad, lo embellezco, lo recreo, diseño. Desde el año último sumé la alpaca y el latón o bronce trabajados por artesanos y esto me permite potenciar a esos pequeños emprendedores o cabezas de familia en desventaja social, y sumar mi granito de arena para intentar reactivar la cadena productiva y ofrecer una alternativa laboral además de revalorizar la técnica artesanal de pulido a espejo y de trenzado de cuero. El valor de las piezas de joyería de Maison Domecq se da porque se empiezan y terminan a mano. Un proyecto es sostenible si tiene en cuenta el aspecto ambiental, social y económico.

 

_¿Cómo conseguís que tu marca sea sustentable?

_En un emprendimiento de este tipo difícilmente puedan separarse la filosofía o forma de vida de las personas de las acciones que se llevan a cabo en la empresa. Quienes formamos parte de Maison Domecq tenemos ese pensamiento. No podría hablarse de sustentabilidad si solo se circunscribiera a una parte de nuestra vida o día. Creo que es una forma de concebir la realidad en favor del bien común.

Lo de Maison Domecq no se limita a un simple upcycling, sino que abarca las tres dimensiones necesarias en un proyecto sostenible: la social, que apunta a la revalorización de oficios y al manejo artesanal de quienes trabajan el cuero y la alpaca, quienes son elegidos especialmente como emprendedores o personas en situación de vulnerabilidad y reciben un pago justo que establece ellos mismos como trabajadores, y por eso se respeta el valor de lo que hacen o producen; involucra a ese perfil de trabajador no una empresa y es importante además de la función o trabajo que realiza.

En el caso Maison involucra desde las dos artesanas del cuero, los tres que sostienen la técnica ancestral de la alpaca, o un jubilado que hace los sacabocados, por ejemplo, hasta el fotógrafo que promueve con sus imágenes este tipo de trabajo o el programador que lleva adelante la web, entre otros. Todos estos trabajadores, proveedores incluidos, son locales; esto permite regionalizar, manejarnos con personas de la región o zona, es decir, que se facilita o promueve de una red solidaria, productiva y sustentable.

Dar una primera oportunidad laboral a estudiantes mediante pasantías rentadas forma parte de este aspecto social a tener en cuenta; son pasantías en las que pueden desarrollar una idea o propuesta creativa que sume una mejora al emprendimiento; supone elaborar, ejecutar y ver cómo eso cambia, no es un trabajo repetitivo y monótono en el que no se pueda pensar. Para Maison es importantísimo dar igualdad de oportunidad a mujeres con una remuneración igualitaria; sabemos que no siempre se respeta el trabajo femenino. Y verificamos que los proveedores no tengan trabajo infantil ni trabajo no registrado. Quiero aclarar que si bien MD exporta parte de sus productos es alto el porcentaje en el que nos manejamos en la región o zona: es un emprendimiento local que se maneja con materiales ciento por ciento argentinos, trabajados por mano de obra de nuestra zona de influencia.

La dimensión ambiental supone optimizar los recursos y lo hicimos al cambiar el tipo de iluminación por una de bajo consumo, el desagüe de efluentes con sistemas de doble descarga, la rotulación y separación de basura, el uso y reuso de remanentes de cuero y alpaca, con productos que llegan a tener un 80 por ciento de materiales usados y un 20 por ciento de nuevos. Y trabajamos a diario para minimizar la huella de carbono con acciones concretas y sencillas como desconectar el cargador del celular, usar bolsas de tela, evitar el consumo de plásticos, reducir el uso de automóviles, unificar compras y repartos, practicar una movilidad sostenible o caminar, etc. Usamos la menor cantidad de productos para reducir, aprovechamos más de una vez al reutilizar y depositamos en el contenedor adecuado solo lo necesario, reciclando; muy poco por cierto porque hasta le buscamos la vuelta a nuestros propios sobrantes.

 

_¿Cómo se relaciona esto con el uso de un subproducto de la industria de la carne?

_Sí entiendo que puede parecer contradictorio. Nuestro trabajo es sacar del circuito de la basura contaminante un descarte y recrearlo. Sí entiendo que los alimentos son responsables de al menos el 20 por ciento de los gases de efecto invernadero. Tratamos de compensar esa huella. El uso del cuero o de la piel del animal tratada mediante curtido no es a los fines de promoverlo sino de reducir su conversión en basura.

Aprovechamos el remanente de cuero no solo de la industria alimenticia sino también de la automotriz, por ejemplo, de la cual hacemos uso de sus muestras de calidad para convertirlas en etiquetas, por ejemplo. También reutilizamos cuero de otros oficios, como la marroquinería, la talabartería y la zapatería. Hay productos más contaminantes que el cuero. Hablar de cuero ecológico o ecocuero o cuerina es un material sintético no natural que puede dañar más el medioambiente lo mismo o peor que los plásticos. La durabilidad del cuero es muy superior y favorece el consumo responsable. Destaco e insisto en que usamos un subproducto de la industria alimenticia, un descarte. Considero que es una discusión difícil y hasta inconducente porque muchos reemplazan el cuero con plástico que considero mucho peor, por su toxicidad y lenta degradación. Hay que reconocer también que la industria del cuero es generadora de trabajo a pesar de que en estos tiempos pandémicos por la baja en el consumo de carne y de cuero muchas empresas están enterrando toneladas de remanentes con el terrible daño ambiental que eso está causando; esto es mucho peor que transformarlo, que reconvertirlo.

Respeto mucho otras opiniones y sé que respetan y valoran mi trabajo y la función que termino por cumplir. Es cierto, también, que el uso del descarte del plástico está curiosamente mejor visto que el uso del descarte del cuero.

 

Condiciones de sustentabilidad

 

_¿Qué premisas económicas hacen a la sustentabilidad?

_La primera idea económica que hace a la sustentabilidad es que el emprendimiento debe tener fines de lucro, debe ser rentable para poder sostener en el tiempo todos estos valores que mencioné, entre otros, el de generar trabajo, el del pago justo, el cobro por igual de mujeres y hombres y hasta la justa distribución de ganancias. Destaco que es clave pagar bien y lo que corresponde. Y la regionalización que mencionaba es fundamental: hacer acá para acá, sobre todo en el mayor porcentaje posible y repito y reconozco la excepción de mi exportación que no es tan representativa como para dar por tierra el proyecto; además sirve para la difusión de la filosofía de la marca y para mantener su motor económico. Con todo, hay que poder mantener el circuito económico, hay que poder hacerlo sustentable. Si no ganamos plata, no se crece y si no se crece se detiene la economía y todos perdemos. Insisto para que un emprendimiento sea sustentable debe lograr una ganancia, no es una ONG. Sí en esta dimensión se inscriben las ONG en tanto y en cuanto, por ejemplo, reciben  donaciones de productos o de piezas de joyería, en nuestro caso, para que puedan disponer de fondos para sus objetivos solidarios, que en muchas oportunidades buscan sostener proyectos económicos sostenibles. No se trata de manejarnos con la rigidez de la norma que nos desacredita sino cumplimos a rajatabla, sino que se trata de la búsqueda de las mejores alternativas que permitan minimizar los desperdicios, compensar la huella de carbono y ayudar a las personas a tener un trabajo sostenido en favor del bien común. Con el seguimiento de estas certificaciones o con este triple impacto conseguimos la certificación B.

 

_¿Qué significa?

_Esta certificación significó un gran aprendizaje, ya que pude entender la sustentabilidad como un todo. Un modo de concepción y de desarrollo de un emprendimiento. Y significó poder trabajar a diario en la minimización de la huella de carbono, más allá del cuestionamiento que pudiera hacerse por el uso de la materia prima.

 

_¿Y qué implican las certificaciones B y Universal de Triple Impacto que recibió la marca?

_La certificación B Corporation (también B Lab o B Corp) es por el desempeño social y ambiental, es privada para empresas con fines de lucro. Esta es otorgada por B Lab, una organización global sin fines de lucro con oficinas en los Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y una asociación en América Latina con Sistema B. Para obtener y más importante aún, mantener esta certificación, las empresas deben recibir un puntaje mínimo de una evaluación e integrar sus compromisos B Corp con las partes interesadas en su proyecto y reflejarlos en los documentos de gobierno de la empresa, además de pagar una tarifa anual basada en las ventas anuales. Es preciso volver a certificar cada tres años para conservar el estado de Corporación B. Maison Domecq continúa en este camino y evalúo su renovación.

El logro de la certificación B se consiguió en 2017 y significó un gran crecimiento como creativa y como gestora de una firma de autor como Maison Domecq. Crecimiento por el aprendizaje sobre la importancia, la necesidad y el cumplimiento de normas más sustentables, que implicaron ajustes en el proyecto y hasta para la adopción plena como filosofía de vida.

 

_¿Cómo es tu día a día que hace que todo tienda a ser sustentable? ¿Con qué sumatoria de pequeñas cosas se sostiene la filosofía que destacás?

_En primer lugar, un emprendimiento sustentable es la consecuencia de una persona sustentable. La sustentabilidad es una filosofía de vida y trato de llevarla adelante a diario justamente como señalás en la suma de pequeñas cosas. Así como mencioné que adaptamos el taller adaptamos nuestra casa con sistemas de iluminación, de desagües, de separación de residuos y de minimización de consumo de plásticos. Amo lo vintage, poder descubrir o leer su historia, soy de esas románticas que sostienen la durabilidad de todo que sea posible, no me gusta el recambio o descarte, prefiero siempre revalorizar objetos y piezas en desuso, eso es algo innato en mí que lo aplico a todo y que justamente dio origen o es la razón de ser de Maison Domecq. Con lo que hay en casa armo y hago lo que sea necesario desde una lámpara hasta la comida. Estoy siempre alerta, y no solo en casa, de todo cuanto pueda ser reutilizado, como un envase de champú que ya advertí que puede terminar siendo un aplique de luz. Practico a diario el desafío de resolver problemas sin tener que recurrir a un nuevo consumo o a comprar algo. Como diseñadora trato de hacer lo que puedo con lo que tengo. También soy de las que caminan y mucho. Todo esto aporta al cuidado del medio ambiente. Sin duda que podría hacer mucho más y mejor, estoy en ese camino y lo intento a diario, trato de ser lo más coherente posible.

 

Procedimientos para ver el paso a paso

 

_¿Cómo es la trazabilidad del origen del material que usás para poder afirmar o levantar la bandera de la sustentabilidad?

_Sí puedo y trato de trazar el origen del material que uso. Conozco a cada uno de mis proveedores, sea que adquiera o reciba donaciones, conozco quiénes, cómo y en qué condiciones trabajan esa materia prima; el tratamiento de efluentes es importante y es algo en lo que me fijo. Por ejemplo, uso cuero remanente de muestras de calidad de tapizados de autos, de lotes de exportación que finalmente quedan en desuso, de recortes de botas de uso industrial, de desperdicio de carteras y muchos más. Todo ese cuero se selecciona, se pega y se corta a mano o con materiales que se conoce su origen, se trata su remanente y se controla su descarte. Es cierto que es más factible trazar el camino del cuero que de la alpaca.

 

_¿De qué manera se sostiene de principio a fin de la cadena productiva?

_La sustentabilidad va más allá de la realización de una pieza. Hay muchos pasos que no se ven pero que hacen a que el emprendimiento sea sostenible. No quiero ser reiterativa pero mucho de esto que hablamos hace a la sustentabilidad y no se nota tanto. Una etiqueta no dice nada pero si sé que es cuero remanente de tapizados de autos, cambia. La doble descarga del inodoro de una empresa o de mi taller no pareciera tener que ver con una pieza de joyería pero si advierto que supone un ahorro de 12 litros respecto a o habitual sí incide. La trazabilidad de un emprendimiento se advierte teniendo una mirada más amplia y global.

 

_¿Cómo lográs algo diferente con lo que ya está hecho?

_Con empeño. Reutilizar es una obsesión ya para mí. Me gusta experimentar con las proporciones y generar cosas nuevas, fue mi rol en varias firmas en las que trabajé y pude consolidar esa habilidad. Me llevo muy bien con la experimentación directa. Me siento más cómoda estando horas buscándole la vuelta o una nueva función a una pieza o una parte que empezar una pieza de cero.

 

La mejor expresión de la forma

 

_¿Diseñás a través de la experimentación directa con el material?

_Sí, mi forma de trabajo tiene que ver con encontrar la funcionalidad de los cortes de un material a través del análisis de las maneras en que pueden ser conjugados o ensamblados en un sistema. Es un ensayo de prueba y error ingenioso y enriquecedor, que incluye modos de engarce o pegado de piezas de diferentes tamaños y proporciones. Se trata del proceso inverso al proyectual, en el que a priori se establece la forma que responderá a una función. En este caso, está la forma y yo soy la que debe encontrar su mejor expresión para la generación de una pieza de joyería. De esta manera, la morfología se trabaja desde las posibilidades del material; se diseña a través de la expresión del material. En la búsqueda de reacciones del material se encuentran las respuestas y no en una imagen final prefijada o diseñada. Se trata descubrimientos a través de un juego interesante. De hecho una misma pieza en dos cueros diferentes puede generar respuestas distintas, lo cual hace a cada pieza única. Así, la diferenciación está dada desde la concepción de las piezas; porque nacen de un lenguaje en el que confluyen la morfología y la tecnología dada por la materia prima y maquinaria

 

_¿Cómo se compatibiliza el diseño con los límites de lo disponible?

_El diseño es un proceso en el que se trabajan los límites para dar respuestas que satisfagan necesidades puntuales. Si poseemos una sola herramienta de trabajo hay que explorar sus múltiples posibilidades y trabajar desde sus límites, no significa coartar la creatividad sino más bien todo lo contrario, se trata de entender al máximo qué se puede hacer y cómo lograrlo. La reutilización es el fuerte de la marca. Lo que sobra de una pieza se piensa cómo hacer otra pieza y así sucesivamente hasta reducir al mínimo el desperdicio.

 

_Al reorganizar la producción en cuarentena por la pandemia, ¿pudiste seguir con la misma modalidad de trabajo sostenible?

_Los modos adquiridos de trabajo y las metas siguen intactas, aunque con modificaciones en la implementación. Volví a trabajar a full en producto, en diseño y personalicé la comunicación. Obviamente, la sostenibilidad es una filosofía que siempre está, es un modo de pensamiento, una forma de vida en la que los valores no caducan ni cambian por estar en cuarentena. Redoblamos esfuerzos para continuar en este camino a pesar de la pandemia. Mudé mi taller a casa, y las dos que trabajan más directamente en el proyecto conmigo no lo hacen todos de manera presencial sino remota; con lo cual cambiamos la ejecución de algunos procesos.

 

_¿Cómo se inserta tu firma en el nuevo contexto global?

_Maison Domecq se ajusta al nuevo contexto global. La meta de buscar la sustentabilidad del planeta parece lejos pero que si cada uno se empeña en hacer su aporte avanza, se puede sostener. Llevamos 12 años en esta tarea. Empezamos en 2009 siendo Ossorio Domecq y seguimos por el mismo camino.

 

_¿Diversificaste la propuesta?

_Sí, en otras disciplinas. El expertise logrado en tantos años de trabajo y mi educación en diseño industrial me permiten jugar con las escalas de los objetos; no hay ninguna diferencia entre una pared y una pulsera, más que su escala. Mi formación me ayudó a pensar en escalas distintas, más allá del cuerpo o fuera de él. Soy más diseñadora que joyera. Creo objetos que pueden llevarse en el cuerpo o no, aunque la referencia siempre sea la persona y, por supuesto, el tipo de usuario. Me gusta trabajar con este material. La propuesta de decoración vino de la mano de un cliente que le interesa mi trabajo, pero que lo quería a mayor escala, en un ambiente. Y lo hice en la pared de un ascensor, en la que usé vaqueta, el cuero de curtido vegetal, libre de cromo. Resultó un cambio de enfoque hacia otras aplicaciones de esta materialidad dentro del universo Maison Domecq. Entre otros proyectos, además de la continuidad de las piezas de alpaca y el de deco se sumó durante este año pandémico una línea de tapabocas en cuero cosido a mano.