De visita | Escuelas
¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta el taller-escuela de María Medici.
Cuál es y dónde queda. La Escuela de Joyería Contemporánea de María Medici está en Niceto Vega al 4600, en Palermo Viejo, desde hace 22 años.
Cómo es. El taller es amplio, tiene dos salas: una para dibujar, hacer maquetas, corregir y dar las clases teóricas, y otra que es el taller de producción, con capacidad para 10 personas; se suma un tercer espacio igualmente importante que es un patio lleno de plantas que comunica el interior del taller con el exterior.
Qué se enseña. Se ofrece un curso en tres niveles. En el primero se incluyen varias técnicas que se desarrollan durante el curso donde cada alumna/o propone sus proyectos según el método que se enseña, siempre con un acompañamiento personalizado de su trabajo para lograr que puedan expresarse y comunicar ideas y conceptos. Se trabajan las técnicas de metal directo y fundición a la cera perdida, con ceras rígidas y blandas, papeles, hilos, puntillas y elementos de la naturaleza encerados, entre muchos otros. En el segundo nivel se hace un pasaje por distintos momentos de la historia del arte para tomar conceptos y llevarlos a una pieza contemporánea. También se acompaña con técnicas (modelado de acrílicos, resinas, grabado en ácido, etc. para ayudar a definir las piezas. Se considera que lo importante es que las ideas lleven a hacer la joya y aprender a trabajar desde el concepto. Y en el tercer nivel se define un tema por todo el grupo y se trabaja el curso sobre esa propuesta generando colecciones. A esta altura de proceso, que se desarrolla durante tres años, se cuenta con un reservorio de técnicas, y cada uno elige como quiere trabajar libremente, partiendo desde donde mejor pueda expresarse: la forma, el color o diferentes elementos que resuelvan la materialización del o los objetos del proyecto personal.
En la escuela también se organizan experiencias creativas puntuales. “Mediante trabajos con papel, cartón, reciclados de plásticos, textiles u objetos encontrados, se apunta al desarrollo de la creatividad desde un lugar menos encorsetado por las técnicas de joyería tradicional. Esto ayuda mucho a liberarse del pánico a la hoja en blanco, y a preservar el medio ambiente con una mirada más ecológica en nuestro quehacer como joyeros”.
“El taller escuela apunta al desarrollo de la creatividad desde un lugar menos encorsetado por las técnicas de joyería tradicional. Busca que cada uno ame lo que produce con las manos y se tome su tiempo para reflexionar, expresarse a través de los objetos o joyas que realizan y para disfrutar del proceso creativo”, dice la maestra del enfoque de su propuesta.
Foto Gentileza Santiago Cichero/AFV para La Nación
Modalidad de trabajo. “Jugar mucho, ser disruptivos, no atarse a nada, dejar que cada alumno disfrute y hable a través de su trabajo de la manera más genuina posible. Permitirse la prueba y el error. Al aprender a trabajar en grupo, aun cuando cada uno trabaje sobre su proyecto individual, intento que las clases sean participativas y todos podamos opinar sobre las piezas del otro con un análisis crítico positivo”. Hoy se reconvirtió en un espacio virtual, en el que se llevan adelante clases a distancia con clases más teóricas que prácticas, y con seguimiento personalizado de proyectos.
Habilidades que se aprenden. “A amar lo que producen con las manos y a tomarse tiempo para reflexionar, para expresarse a través de los objetos o joya que realizan, para disfrutar del proceso creativo en compañía de otros”.
Meta. Cada uno decide qué quiere hacer con su trabajo, orientarlo al diseño con colecciones seriadas o a la pieza de autor para presentar en galerías de arte u otros espacios de exposición, muestras colectivas, concursos, ferias etc.
Perfil. Es muy variado, no se necesitan conocimientos previos ni formación dentro del campo del arte o el diseño. Eso genera muy buena energía al encontrarse personas con diferentes conocimientos y vivencias personales.
Actividades. Anualmente, se organiza una muestra con los estudiantes del tercer nivel junto con otros que siguen en el taller durante muchos años. Un trabajo que genera una vivencia de grupo especial, no solo por hacer sus joyas de autor para la exposición colectiva sino también porque implica la elaboración del montaje, la presentación de fotos, flyer y mucho más.