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Efímera, nueva firma de joyería

Apuntes | Notas

Una joya también se define al ser portada en el cuerpo


Se lanza Efímera,

nueva firma de joyería contemporánea

Por Delia Alicia Piña

 

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La joyera Tali Wasserman y el artista y origamista Alejo Wilkinson Hassler presentan una nueva firma de joyería contemporánea a partir de papel plegado.

Se exhibe en la edición cordobesa de Casa FOA hasta el domingo 18 de este mes


Plegar, abrir y replegar el papel para generar un universo de figuras es un arte oriental que ahora también puede derivar en joyería contemporánea.

Tali Wasserman aplica técnicas joyeras sobre objetos de papel creados por el artista visual y escénico Alejo Wilkinson Hassler, especialista en origami, para conseguir piezas únicas y portables.

“La primera vez que vi los papeles plegados de Alejo durante un evento en un taller de encuadernación no pude evitar imaginarlos en metal, convertidos en anillos. Desde entonces empezamos a probar papeles, gramajes, métodos y procesos de trabajo”, cuenta la maestra joyera, que lanza “una propuesta de joyería distinta, especial para usar”.

Durante 10 años fueron gestando este proyecto que nació de la fascinación de hacer origamis, por un lado, y joyas, por el otro. Lograr fusionar ambas artes fue una decisión que llevó tiempo, experimentación e imaginación.

Aplico casting al papel plegado por Alejo, quien diseña patrones para módulos originales. Uso una mezcla de cera, parafina y resina en la que baño el objeto de papel para luego fundirlo en metal. Una técnica artesanal simple que sirve para transformar. Por eso, el acento está puesto en la textura y morfología de la pieza original de papel”, señala Wasserman.

Y Wilkinson precisa su aporte fundamental para las nuevas joyas: “Trabajo con el plegado, con origamis en corrugado, de esos que se abren cual fuelle. Armo un mapa de dobleces que pasa o se refleja tal cual en metal. Con esto, se consiguen piezas 3D, con un volumen y textura original. Cada plegado hecho a mano es único y distinto con patrones propios.

Se arma el doblez y de acuerdo con la morfología resultante se define la pieza de joyería en que se va a convertir, es decir, si va más para ser portado por la muñeca, el brazo, los dedos, oreja o cuello alto: brazaletes, gargantillas, aros y anillo. Proyectamos sumar pins y otros adornos para el pelo.

“Consideramos importante cómo se lleva la joya o cómo se amolda al cuerpo. Buscamos que un papel liviano y flexible se rigidice sin que pierda su posibilidad de adaptabilidad. Lo mejor es que logramos formas propias que no remiten a la organicidad de algo ya visto”, sostienen.

Lejos de lo que pudiera creerse, por su origen en la geometría que marca el origami, son piezas orgánicas que siguen las curvas de las diversas partes del cuerpo.

Las piezas, siempre son el resultado de la fundición. Pero ya estamos trabajando en módulos que pretendemos matrizar para no perder esa factura artesanal y para facilitar el proceso hacia una mayor diversidad de piezas”, detallan.

Por ahora, funden en bronce con el que logran jugar con las luces y brillos del dorado y blanco, pero no descartan toques contrastantes como el que se consigue con una pátina negra, indican como ejemplo. También estudian optar por otras aleaciones y baños, como plata, y hasta piensan en poder sumar oro.

No se trata de piezas sueltas sino que presentan un conjunto, en el que cada una de las joyas se vincula conceptualmente con otra por más que sean distintas, porque “hay patrones de pliegues que se continúan, tocan o repiten”.

 

“Este proyecto nació de la fascinación de hacer origamis, por un lado, y joyas, por el otro. Lograr fusionar ambas artes fue una decisión que llevó tiempo, experimentación e imaginación”.

“Consideramos importante cómo se lleva la joya o cómo se amolda al cuerpo. Buscamos que un papel liviano y flexible se rigidice sin que pierda su posibilidad de adaptabilidad”.

Lanzamiento

Esta nueva propuesta de joyería contemporánea se está lanzando en la tercera edición cordobesa de Casa FOA, que se realiza en la ex Academia Argüello en Córdoba Capital, hasta el domingo 18.

Se encuentran en el stand 17 de espacios creativos de esa feria, pensado por las diseñadoras Natalia Scozzari y Teresita Candela. Es un espacio habitable que explora el universo de la joyería con la instalación de un taller funcional y participativo que conjuga la práctica del oficio y la arquitectura interior.

Un proyecto logrado con la participación y protagonismo de Espacio Auroom la escuela de joyería con sede en Alta Córdoba que dirige Laura Ferrari -ofrece un enfoque contemporáneo y tecnológico a un oficio de tradición artesanal- ahora en colaboración con Tali Wasserman de Estudio Joya, que aporta una propuesta pedagógica y conceptual y muestra piezas de joyería contemporánea como elementos que pueden ocupar un lugar en la arquitectura cotidiana.

Esas piezas contemporáneas que se exhiben junto a ese atelier temporario son las de esta nueva firma de Wasserman-Wilkinson: Efímera.

La marca de define en el proceso en el que el papel es quemado, se calcina y evapora, más precisamente, y se genera un vacío que es llenado por otro material.

“Efímera es el nombre de nuestra firma porque marca el instante en el que ese espacio puede ser completado. Muestra ese juego contradictorio entre el papel y el metal, que lejos de lo que pudiera parecer se complementan, pasan de uno a otro, del efímero papel al duradero metal. Exhibe joyas que representan una forma creativa de hacer durar lo efímero”, destaca el origamista.

Y dan cuenta de las impresiones o la devolución recibida durante la presentación que se está dando en este evento cordobés. “Es increíble que la referencia a la naturaleza es lo primero que perciben muchas de las usuarias.

“Nos damos cuenta de la transformación que logramos con el tratamiento del material porque varias comentan que advierten líneas naturales, como la de los caparazones de mulitas o tortugas, las nervaduras de hojas o la textura de las ramas, entre otras. Marcan su preferencia al elegir este tipo de piezas como una suerte de caparazón, no por su tamaño sino por considerarlo un objeto natural que protege su piel, que se destaca como imponente o atractivo. Con esto comprobamos una vez que una joya también se define al ser portada en el cuerpo”.

Proyectos

Efímera ya cuenta con una tienda virtual linkeada desde sus redes. También proyectan estar en tiendas de diseño.

Además, la joyera anunció que el próximo año abrirá una sede de Espacio Joya en Valencia, con la conducción de una ex docente de su escuela porteña, la joyera Belén Herrera, residente en esa ciudad española. Como también buscan introducir Efímera en el mercado europeo, esta orfebre se hará cargo de la producción que se requiere en ese continente.