Ausencia, la obra inacabada de Chris Kiseno
Se actualizó Ausencia, la obra ícono de Chris Kiseno
Una vez más el artista colombiano Chris Kiseno presentará la última actualización de su obra más icónica: su collar «Ausencia».
“Hace unos días la terminé y ahora está compuesta por 1299 cuentas o mini cráneos en una resina símil cemento enhebrados con hilo de nylon rojo, que representan la cantidad de líderes sociales asesinados en Colombia después de la firma del Proceso de Paz en el 2016.
«La pieza está acompañada por un registro donde están los nombres de cada uno de esos líderes sociales, fecha y lugar donde fueron asesinados con un número identificatorio, el cual esta tallado en cada uno de los cráneos.
“En 2018 decidí no finalizar la obra hasta que esa matanza termine. Espero poder cerrar esta pieza de una vez, porque hacerla duele… «Ausencia» es un collar presente en mí porque con él sostengo mi denuncia», explica el joyero.
La obra se presentó en diversas oportunidades y este sábado se vuelve a exponer con una charla especial sobre “la problemática de violencia en Colombia: quiénes son líderes sociales y por qué son asesinados”, en Artesi espacio de creación en Poblenou, Barcelona.
El Lazarillo de Tormes
El lazarillo de Tormes
El artista colombiano Chris Kiseno presenó hoy su original versión joyera del Lazarillo de Tormes.
Se trata de una obra realizada con hojas de papel del libro «Lazarillo de Tormes. Vida del buscón don Pablos de Francisco de Quevedo» de Sepan Cuantos, como respuesta a la convocatoria de los artistas mexicanos Ofelia Murrieta y Andres Fonseca para el proyecto «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo», en el que se invita a crear con hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección, como materia prima principal.
“El libro que elegí fue el «Lazarillo de Tormes». Cuando vi que estaba en el catálogo me emocionó ya que fue el primer libro que leí siendo niño, a los 10 u 11 años. En ese momento me pareció tan divertido pero ahora cuando lo volví a leer confieso que me costó mucho, me pareció cruel, crudo, tanto que deja un sabor agrio…”, comenta Kiseno.
“Para hacer la pieza tuve conversaciones que me llevaron no solo a este texto sino a otros libros similares que leí, a noticias que tienen relación y también la situación de mi Colombia natal, lo cual me llevó a reflexionar sobre la desigualdad, sobre cómo muchos que tienen el poder abusan de la gente del común o del pueblo y se valen de la mal llamada “malicia indígena” para hacer trampa en contra de esa gente privilegiada y también del pueblo.
“Por eso, la cara que represento tiene un rostro decadente, sombrío, viejo que hace referencia a la desigualdad de tantos años, y también a mí me evoca al ciego del lazarillo de Tormes. La narración me parece muy dura pero, creo que todo arranca con el ciego, con su manera de tratar a lazarillo…”
Entre las similitudes con la actualidad, Kiseno deja impresa en su pieza la masacre de los cinco niños asesinados en un cañaveral de Llano Verde, Cali, de la que en estos días se cumplirá un nuevo aniversario.