El Lazarillo de Tormes
El lazarillo de Tormes
El artista colombiano Chris Kiseno presenó hoy su original versión joyera del Lazarillo de Tormes.
Se trata de una obra realizada con hojas de papel del libro «Lazarillo de Tormes. Vida del buscón don Pablos de Francisco de Quevedo» de Sepan Cuantos, como respuesta a la convocatoria de los artistas mexicanos Ofelia Murrieta y Andres Fonseca para el proyecto «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo», en el que se invita a crear con hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección, como materia prima principal.
“El libro que elegí fue el «Lazarillo de Tormes». Cuando vi que estaba en el catálogo me emocionó ya que fue el primer libro que leí siendo niño, a los 10 u 11 años. En ese momento me pareció tan divertido pero ahora cuando lo volví a leer confieso que me costó mucho, me pareció cruel, crudo, tanto que deja un sabor agrio…”, comenta Kiseno.
“Para hacer la pieza tuve conversaciones que me llevaron no solo a este texto sino a otros libros similares que leí, a noticias que tienen relación y también la situación de mi Colombia natal, lo cual me llevó a reflexionar sobre la desigualdad, sobre cómo muchos que tienen el poder abusan de la gente del común o del pueblo y se valen de la mal llamada “malicia indígena” para hacer trampa en contra de esa gente privilegiada y también del pueblo.
“Por eso, la cara que represento tiene un rostro decadente, sombrío, viejo que hace referencia a la desigualdad de tantos años, y también a mí me evoca al ciego del lazarillo de Tormes. La narración me parece muy dura pero, creo que todo arranca con el ciego, con su manera de tratar a lazarillo…”
Entre las similitudes con la actualidad, Kiseno deja impresa en su pieza la masacre de los cinco niños asesinados en un cañaveral de Llano Verde, Cali, de la que en estos días se cumplirá un nuevo aniversario.
El Regreso
El Regreso
Hoy, Elvira Cibotti presenta su obra «El regreso», una pieza realizada con el libro «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry, que forma parte de «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo», el proyecto que llevan adelante los artistas mexicanos Ofelia Murrieta y Andrés Fonseca.
Una iniciativa que celebraó el 62 aniversario de «Sepan cuántos…» de la centenaria editorial mexicana Porrúa, en la que se utiliza como materia prima principal el papel, hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección.
Se trata de un anillo asteroide realizado en papel, con algunas de las páginas del libro “El Principito” en las que se enumeran los títulos de la colección, y plata.
“Releer «El Principito» siendo adulto es una experiencia completamente distinta a la que pudimos tener de niños. Es de una actualidad sorprendente, y varios de los planetas visitados y personajes encontrados por el principito en su viaje me parecían interesantes como para encarar la realización de una pieza«, explica la artista joyera.
“Pero lo que más me quedó grabado fue la definición o significado que da el zorro de la palabra domesticar… porque cuando oigo esa palabra, al menos yo, le doy la connotación de dominar, someter, amansar (que es justamente uno de los sinónimos que da el diccionario y que también implicar generar un cambio en el otro). Pero el zorro nos dice que domesticar significa “crear lazos” agregando que es algo demasiado olvidado por las personas.
“…Pero si tú me domésticas, entonces tendremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Y yo seré para tí único en el mundo… Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor…, creo que ella me ha domesticado…” Y es esta necesidad del otro, de su rosa, es la que hace que el principito quiera volver a ella. Y es una serpiente, mordiéndolo, la que lo hace posible», relata Cibotti.
Continúa reflexionando que para nosotros, lectores adultos, «puede ser un final triste y la primera interpretación que quizás hacemos es que muere por ella. Pero si abrimos nuestra mente un poquito y vemos las cosas a través de sus ojos y los del autor, el principito no muere… regresa a su flor». Y cita «cayó dulcemente, como cae un árbol”.
La joyera contemporánea señala que tomó esa idea para realizar su pieza que terminó siendo un anillo.
«Porque «El regreso» es solo la consecuencia obvia de ese lazo, de la necesidad, de la valoración, respeto y aceptación del otro. Si todos lo entendiéramos así, nuestro asteroide… nuestro mundo sería un mejor lugar para cada uno de sus habitantes”, concluye.
Su trabajo se suma al ya realizado por la joyera mexicana residente en la argentina, Anne Luz Castellanos, «Leonor», también presentado por Joyeros Argentinos, organizador de la bienal latinoamericana de joyería contemporánea, en su plataforma virtual.