Convivencia. Cinco miradas
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Convivencia. Cinco miradas
“Convivir es habitar un mismo espacio, un espacio de encuentro en el que las diferencias coexisten en armonía. En un mundo regido por la individualidad, la idea de convivir nos invita a pensar en el otro, nos enfrenta al desafío de incluirlo y a cuidar ese espacio compartido”, dice la historiadora de arte y curadora Estefanía Radnic.
“Siguiendo esta premisa, el grupo Grupo Zinc_O, formado por Elvira Cibotti, Anne Luz Castellanos, Giselle Lekerman, Paula Botto Fiora y Gaby Squassini, concibió esta muestra que estrenan hoy parte de la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea que organizan Joyeros Argentinos y Joya Brava.
“Las piezas de joyería fueron surgiendo a partir de encuentros semanales: intercambiar ideas, cruzar miradas, generar un espacio de confianza donde nutrirse alrededor de una taza de café.
“Elvira cubre con sucesivas capas de papel bellas semillas de araucaria. Anne Luz reutiliza las teclas y mecanismos de un piano en desuso otorgándole una nueva significación a esos restos de animales. Giselle une la pintura y el metal en expresivas piezas que honran a su padre.
«Paula pone el foco en esa búsqueda desesperada de una belleza estereotipada, con sus delicados espejitos cubiertos de prospectos de medicamentos. Gaby transforma el plástico que nos rodea en coloridos collares.
“¿Cómo convivir en un mundo donde pareciera que de lo que se trata es de sobrevivir? Ramas carbonizadas producto de los incendios que arrasan la flora y la fauna de la Patagonia; pájaros que huyen de un huracán buscando refugio; recuerdos grabados en estalactitas de pinturas que sanan el alma; espejos que nos devuelven una imagen distorsionada de nosotros mismos; desechos plásticos que invaden los océanos.
“La convivencia puede volverse asfixiante, de esta idea surgió la serie «Desasosiego» para la cual cada artista concibió, con su técnica y sus materiales habituales de trabajo, un collar que incomoda, que es difícil llevarlo al cuello.
“Pero hay indicios que nos dan esperanza en este planeta que nos «Ahoga»: el ave fénix que renace en un mundo arrasado, un brote que asoma entre las piñas y semillas que sobrevivieron a un incendio, gente que se solidariza separando plástico para reciclarlo, el surgimiento de algo bello a partir del dolor profundo que causa la pérdida de un ser querido, la toma de conciencia de la inutilidad de perseguir ideales de belleza inalcanzables.
“En este mundo hostil en el que por momentos nos sentimos desbordados siempre hay un espacio para el disfrute y la alegría, un resquicio de luz en el que se hace posible una convivencia cómplice y creativa, en la que las miradas personales dialogan para construir un discurso colectivo”, concluye Radnic.
Joyas de Zinc_0
- Anne Luz Castellanos invita a la reflexión y a
crear conciencia sobre la convivencia del ser humano con nuestro planeta Tierra. “He estado trabajando con instrumentos rotos, cuestionándome el uso de animales para tales fines. Trabajar con dos pianos antiguos me provoca una dualidad de sentimientos, ya que, por un lado, me genera un gran conflicto recordar el origen primario de los materiales utilizados en estos instrumentos, y, por otro, me satisface poder dar una segunda vida a este material descartado”, cuenta.
“«¿Pájaro que comió, voló?» nace a partir de la noticia de un devastador huracán en México, mi tierra natal, después de escuchar a mi madre por teléfono decirme que ya no había pajaritos, Sentí un vacío interno y no encontré otra forma para expresar este temor de quedarnos sin flora y fauna por el calentamiento global que hacer esta colección para rendirles homenaje.
“Encuentro pájaros en los mecanismos de los pianos y hago un llamado de atención a la relación entre el ser humano y las aves, una relación en la que, con total impunidad, seguimos cazando y privando de su libertad a estas criaturas por el simple placer humano”.
- Giselle Lekerman habla de los «Encuentros» a
través de sus piezas. Y relata: “Y en un momento me apropié de tu pintura. Tu pintura, mi expresión. La pintura nos une. La pintura nos encuentra. Metal y pintura, vos y yo. Uniendo mundos. Pedacitos nuestros. El pasado y el futuro. Encuentro sin palabras. Encuentro que sana. En el reencuentro te recuerdo. Pedacitos nuestros. Y en el arte te dignifico y te siento cerca”.
- Paula Botto Fiora hace suya las palabras de
Umberto Eco para definir su tema: “La belleza no se funda en el objeto sino en el que lo contempla”. Y se pregunta ¿Qué es la belleza? Se responde que “en las últimas décadas la belleza se ha centrado en el plano físico generando un gran mercado. Sentimos la necesidad de perseguir un paradigma social en el que quedamos atrapados con estereotipos e ideales inalcanzables. Tener que ser joven y bello. Nada es natural, la industria de la belleza avanzó sobre los jóvenes que se someten a todo tipo de tratamientos a muy temprana edad. Somos vulnerables a la mirada del otro y tenemos que convivir con la crueldad de las redes sociales”.
- Gabriela Squassini sostiene con su obra «Si no
puedes con ellos…» un postulado sustentable: el reciclado de plásticos. Dice que “Nos seducen, nos atraen, nos envuelven. Están por todos lados. Y seguirán estando. Duran muchos, pero muchísimos años. Los separamos. Los reducimos. Los reciclamos. Pero al mar llegaron hace rato. Como no puedo con ellos, decidí transformar el plástico de tapas de envases en piezas de joyería. Y darles una nueva oportunidad. Un nuevo uso. El problema es colectivo y nos involucra a todos. Por eso la materia prima con la que trabajo es el aporte de muchas personas que las separan y las acercan formando parte de este proyecto”.
- Elvira Cibotti opina que “somos observadores y,
a la vez, protagonistas de la delicada relación entre la humanidad y el medio ambiente, un vínculo esencial para la vida en el planeta. El impacto de los incendios forestales es devastador, arrasando con vidas, hogares y hábitats naturales. En un mundo donde los recursos naturales ya no son inagotables, se impone reflexionar sobre nuestra convivencia con el planeta, la responsabilidad que nos toca y actuar en consecuencia” y por eso creó «Recursos (In)agotables».
Piezas que se presentan hoy, a las 18, en esta expo de joyería contemporánea como parte de la IV Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea en el Museo de Arte Popular, en Avda. del Libertador 2373, CABA.
Taller Abierto de Paula Botto Fiora
De visita | Talleres
Taller Abierto de Paula Botto Fiora
En su taller de Parque Chas, cuenta con qué materiales experimenta para crear piezas portables que buscan emocionar
Su taller está en su casa en Parque Chas en un espacio que construyó sobre una terraza. Es muy luminoso. Tiene un banco de joyero que le hizo un carpintero amigo y una biblioteca donde guarda libros, catálogos y publicaciones de joyería. También, muchas herramientas porque le encantan, pinzas de todo tipo, martillos, mandriles, trafilas, embutidores, laminadora…
“Es mi lugar de trabajo y reflexión. Entro y salgo todo el tiempo y paso muchas horas”.
Investigación y experimentación
Dice que la joyería contemporánea es su canal de expresión porque “a través la investigación y experimentación de materiales puedo plasmar ideas, emociones y sentimientos que resultan o derivan en una pieza portable. Experimento con materiales y técnicas no convencionales y busco generar piezas que trasmitan y emocionen. Pienso la joya como un acto de comunicación”.
Empezó en la joyería en 2008. “Me enteré que se abría la carrerea de Diseño de joyas en la Universidad de Palermo y me inscribí, así empezó todo. Ahí conocí a Mabel Pena, mi maestra de todos estos años, con quien fui descubriendo la joyería contemporánea. Al comienzo quería conocer el oficio, saber soldar, calar, limar, hacer engarces y aprender a trabajar con metales.
«Hice varios talleres y workshops que fueron enriqueciendo mi formación y abriendo nuevos horizontes, como con el maestro escultor Antonio Pujia, Francine Schloeth, Luis Acosta y Jorge Manilla, entre otros».
Materiales que aportan
Trabaja principalmente con papel y madera y en algunas ocasiones resina. También utiliza metales, “me gustan mucho”, pero en mucha menor proporción de lo que los usaba cuando comenzó.
“Voy eligiendo los materiales que me aportan para lo que quiero comunicar. Así empecé con el papel, que me da textura, volumen, color y también con la madera balsa, que me permite hacer piezas grandes y livianas. Este es un material potente y frágil a la vez, me provee mucha expresividad”.
Utiliza técnicas de la joyería clásica y las adapta a los materiales elegidos. “Mucho de mi trabajo es experimental, voy haciendo y deshaciendo. Uso la técnica de papel de agua, para algunos trabajos, pero es una búsqueda constante”.
Reconoce que cada vez usa menos maquinarias, pero lo que más utiliza es el torno para agujerear, fresar o lijar.
Temas sociales
En este momento está trabajando en series que tienen que ver con los conflictos sociales, la desigualdad y la violencia. Son temas que la interpelan, admite.
“Las piezas expresan el hacinamiento, los intercambios y relaciones sociales; la fragmentación del espacio urbano; estar de un lado o del otro; tener que migrar buscando mejores condiciones de vida; traspasar o adaptarse a los límites, y la violencia que se incrementa en forma exponencial.
«Para tratar de expresar estos temas trabajé con madera balsa, metal y pintura en spray”.
Y no para, siempre está con algo entre manos. Acaba de participar de la convocatoria de Andrés Fonseca y Ofelia Murrieta para el aniversario de «Sepan cuantos…» de la editorial Porrúa de México, en la que se utilizó como materia prima principal el papel, hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección.
Ahora, trabaja con el colectivo Caracú en un nuevo proyecto; además, se está presentando a muestras internacionales y empezando algunos trabajos de investigación, como la incorporación del collage en sus nuevas piezas.