Selección para Arte y Joya 21

Collar Peces de Flor Rubaja, seleccionada para la próxima edición del XI Premio Internacional Arte y Joya
Selección para Arte y Joya 21
Hasta el 31 de agosto hay tiempo para inscribirse al XI Premio Internacional Arte y Joya que organiza el Grupo Duplex para promover “la joyería creativa primando la investigación artística para que nuestro sitio se convierta en fuente de motivación y expresión”, invitan.
Esta edición podrá verse en Studio Squina de Madrid y en otras galerías de Barcelona.
Invitación abierta
Más info: http://www.arteyjoya.com/inscripciones/
Una de las seleccionadas es la argentina residente en Florencia Flor Rubaja, que presentó el collar «Peces» hecho a mano en plata 925, “construido de forma modular, diseñado de manera de utilizar el 100% de los materiales, teniendo el mínimo posible de desperdicio.
«Los eslabones están diseñados dentro de un cuadrado de metal desde el cual se obtiene la base de los peces koi y las flores de loto, el poco desperdicio generado se funde y se reutiliza para nuevas piezas. Es un diseño cíclico desde su estética hasta su proceso de producción”.
Ana Hagopian en Creativity Oggetti
Ana Hagopian en Creativity Oggetti
“Juego con papel cortando y pegando para crear volúmenes y formas. Mi fuente de inspiración es la naturaleza y sus infinitas creaciones, sus ilimitados colores y sus sorprendentes texturas. El papel es contradictorio, provocador y humilde porque es efímero. Su uso como material tiene sus raíces en la filosofía del arte povera, que restituye el valor de la idea, la intuición, el pensamiento y el individuo.
«Cuando estoy creando mis obras, busco inconscientemente el contacto primordial, la constante maravilla de la infancia, la visión mágica que transforma lo prosaico y cotidiano en algo nuevo y maravilloso. Mi proceso es intuitivo, a través de mis manos entro en contacto con el material, que me guía hacia la forma final”, comenta la artista argentina residente en Barcelona Ana Hagopian cuyas piezas se exhiben en Creativity Oggetti, de Turín.
De vuelta en Villa Braghieri
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De vuelta en Villa Braghieri


De vuelta en Villa Braghieri en la Comunidad de Castel San Giovanni celebra Eliana Negroni: “En diez años, del vino al arte, Gioielli in Fermento ha traído una mirada colectiva apasionada a estos cerros y la ha difundido en muchos lugares. Cada vez, ha sido una experiencia larga y original para mí, que acompaño todos los pasos y espero a todos los que han formado parte”.
A los 62 artistas de la primera parte de 2020, este año se sumaron otros 15 con más de un centenar de obras para la doble edición de esta tenaz expo. Hoy, a las 14 hora argentina, estreno internacional online.
El laberinto de la memoria
Una de las seleccionadas es Monique Lecouna que presenta «La ficción de la memoria: la memoria es un laberinto» un collar en bronce, porcelana china antigua, cristal, una copa de vino, metal oxidado, pintura acrílica y una cortina vieja de terciopelo
Y lo explica de esta manera: “Hablo de nuestra memoria. Los recuerdos permanecen en nuestro interior de la misma forma que la fermentación. Necesitan tiempo para evolucionar, de la misma manera que las uvas necesitan tiempo para convertirse en vino. Los recuerdos reaparecen transformados en otra historia. Los objetos me ayudan a recordar porque pertenecían a lugares e historias pasadas. En mi memoria, la nueva historia emerge en fragmentos de recuerdos. Mi pieza también está construida con fragmentos de otros objetos. Ciertamente se crea una nueva historia diferente. Por eso hablo de Ficción de la memoria. La memoria es un proceso creativo, como crear piezas o hacer un buen vino”.
Sincronía de joyas y vinos
Por tres años consecutivos Fabiana Gadano fue seleccionada para este mismo evento. En esta edición 2020/21, exhibe su collar «Sincronía» en PET reciclado (tereftalato de polietileno) botellas de plástico resina y plata. «Es una alegoría de Gioielli en el proyecto Fermento que cumple diez años. Representa diez tallos que configuran una red. Crecieron y se desarrollaron. Se entrelazaron, fusionaron y, con el tiempo, lograron fortalecerse.
«En la técnica de coupage, la mezcla de vinos de cualidades sobresalientes se complementan para formar un cuerpo superlativo. Del mismo modo, el proyecto «Gioielli in Fermento» con su búsqueda sostenida de conceptos de joyas en relación con el vino ha ofrecido cada vez más versiones de belleza y sabiduría. Las experiencias pasadas alimentan nuestro presente. Ser sensible a ellos es un posible camino hacia la evolución», comenta la artista joyera.
Notas de Bonarda
Mabel Pena es otra de las argentinas elegidas, por cuarta vez, y consiguió maridar el vino y el arte en una original pieza de joyería contemporánea.
“Algunos vinos toman tiempo para revelar su verdadera naturaleza. Cuando los vinos envejecen, comenzamos a notar nuevas notas que antes estaban ocultas en nociones jóvenes y frescas. Al igual que el trabajo de un artista que, con experiencia y artesanía, logra hacer que cada nota sea visible; técnicas antiguas que combinadas con la búsqueda de la innovación permiten mostrar todos los colores”, explica.
El broche «Notas de Bonarda» combina la artesanía tradicional del metal con las tecnología moderna de 3D y busca “revelar cada aspecto, nuevo y antiguo, cada nota, fresca y envejecida, cada color, claro y oscuro”.
Se pospuso Sieraad Art Fair para 2022
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Se pospuso Sieraad Art Fair para 2022


Finalmente la 19ª edición de Sieraad Art Fair se pospuso para la primavera de 2022, la feria internacional de artistas de todo el mundo que venden sus joyas directamente y en persona a tiendas, galerías y consumidores que se realiza en Ámsterdam.
Una de las participantes, imagen de esta edición, es la diseñadora de joyas alemana, residente en Bélgica Ute van der Plaats, quien comenta: “La porcelana, a la que considero el oro blanco, es el principal medio de mi trabajo. Me fascina la tensión entre la apariencia ligera y lo muy frágil, y la resistencia y sostenibilidad reales de la porcelana.
En cada nueva colección, exploro nuevos materiales y técnicas. Se trata de un proceso en el que busco dominar lo desconocido experimentando lo que me interesa. Me gusta traspasar los límites de los conceptos de elaboración de joyas combinando tecnologías modernas con la artesanía tradicional”.
“Desde que comencé a trabajar con porcelana, siempre he soñado con usar la luz en mis joyas. No solo para arrojar algo de luz sobre la historia que quiero contar, sino también para enfatizar lo mejor que la porcelana tiene para ofrecer, un hermoso color blanco cálido y una translucidez fascinante. En mi trabajo «Paper Paradise» integré luces led en la pieza central de cada joya. Un viaje desafiante ya que las luces, el soporte de la batería y el interruptor tuvieron que estar integrados estéticamente para formar parte del diseño.
Al mismo tiempo, el cambio de baterías y el uso del interruptor también tenían que ser prácticos. Además, el soporte de la batería tenía que ser adecuado para baterías recargables, ya que quería evitar el desperdicio de baterías. El cierre de cada collar es invisible, mediante imanes ocultos en los dos extremos de porcelana.
Pieza por pieza a mano
“También utilizo imanes, ocultos en 3 capas remachadas de vidrio acrílico y metal, para hacer que la sujeción de los broches a la ropa sea segura, invisible y para evitar roturas en las prendas. Excepto los portapilas, que son impresiones 3D hechas a medida, cada parte de cada pieza de joyería está hecha a mano por mí.
«Las técnicas utilizadas son muestreo de Photoshop, impresión 3D, moldeado, fundición deslizante, lijado, aserrado manual, corte manual y remachado.
“La idea detrás de esta colección se basa en los llamados “Paradise Papers”, una enorme filtración de documentos financieros que revela cómo multinacionales, personas adineradas, políticos y celebridades utilizan complicadas construcciones financieras extraterritoriales para evitar pagar impuestos. Es un llamado a la fiscalidad justa.
“Literalmente, una vez más arroja luz sobre el tema y tiene como objetivo que el público en general sea consciente de él de una manera lúdica. Para evocar un ambiente tropical, creo pequeñas escenas de plantas y animales tropicales en porcelana china. Los coloridos collages aluden simbólicamente a la participación holandesa.
«Recorto y ensamblo pequeños trozos de auténticos billetes de florines holandeses, la hermosa moneda de los Países Bajos, anterior al euro“, explica la artista.
Se extiende Adornaxis

Anillo textil «La jaula se ha vuelto pájaro» de su serie «Opuestos» hecho en telas de tejidos de punto, descartes de fábricas. Material tipo almidón obtenido de la mezcla de varios productos al agua, pintura spray base de agua, pintura para telas, laca selladora
La propuesta de Adornaxis International Curated Jewelry Exhibition continúa hasta el sábado 26.
Se extiende Adornaxis
“Cuando algo termina, en verdad algo comienza. Construyo destruyendo, usando las leyes del azar. Voy degradando y rompiendo la estructura del material. Lo expando, juego con los opuestos, son la conjugación perfecta, uno sostiene al otro, no existe uno sin el otro. Cuando destruimos, al mismo tiempo estamos construyendo, el caos es ausencia de formas y el medio para crearlas
«Comprendo que todo lo que somos y creamos es inestable y frágil, se deteriora pero no desaparece, todo se vuelve a reinventar”, comenta la joyera chilena Lorena Jarpa que participa de Adornaxis International Curated Jewelry Exhibition que extendió su muestra virtual hasta el 26 de este mes.
“Esta es una de las piezas que forman parte de mi trabajo experimental que comencé el año último. El confinamiento me dio la oportunidad de renovar ideas y encontrar materiales en lo cotidiano, en mi entorno más próximo, usando telas provenientes de mi ropa en desuso y otras que provienen de sobrantes de la industria del vestuario, cada una de estas telas, hoy comenzaron a comunicar.
«Tiene un nombre que tomé de la poesía de la argentina Alejandra Pizarnik, es un juego de palabras de situaciones opuestas. Ella daba vida a imágenes surrealistas uniendo vocablos, palabras con formas, y ha sido parte de mi lectura en estos tiempos convulsos.
Proceso de búsqueda
“La serie «Opuestos» emerge de un proceso de búsqueda material y formal en una sintonía agobiante que deriva en la construcción desde las leyes del azar, rompiendo estructuras de tejidos en desuso, los llevo a un desplazamiento y los saco de su obsolescencia para configurar algo diferente y nuevo; el caos es la mejor alternativa para replantearse”.
“Voy dando origen a cada parte de mis piezas conjugando rituales inesperados, con poesías y encierro. Llevo el material al límite, estirando, expandiendo hasta que se rompa, de esta manera consigo la unión y la firmeza.
La búsqueda del equilibrio te somete y conjuga «Opuestos». Cuando algo termina es el momento exacto en que algo nuevo comienza, el caos es ausencia de formas y el medio para crearlas”.
La galería Adornaxis también abre la inscripción para participar de su nueva propuesta, «Remote Viewing», una expo virtual para la cual hay tiempo de anotarse hasta el 1° de agosto.
Espacio Auroom
De visita | Escuelas
¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Espacio Auroom, el taller-escuela de Laura Ferrari.
Cuál es y dónde queda. La escuela de joyería Espacio Auroom está ubicada en pleno centro de Córdoba capital, sobre la calle Colón frente al histórico edificio Cinerama. “Como un juego de palabras que hacen alusión a un espacio dorado o una habitación de oro, nos apropiamos del color amarillo (au es el símbolo del elemento químico del oro de color amarillo intenso) para el nombre de la escuela, y para que orgullosos nuestros alumnos digan: amarillo Auroom!”, comenta su fundadora y directora, Laura Ferrari.
Cómo es. El taller tiene varias áreas en dos pisos. En la planta alta hay un espacio de coworking, en la que emprendedores comparten el lugar para desarrollar sus proyectos, el cual tiene una capacidad para seis bancos donde hoy se encuentran cinco joyerxs con su taller fijo instalado.
Comparten con emprendedores que desarrollan sus proyectos
En otra habitación, está el taller de Laura Ferrari -también docente del espacio- y algunos bancos más que alquila bajo la modalidad de turnos para que joyerxs que no tengan espacio físico ni herramientas, puedan trabajar con todas las instalaciones a su disposición. En la planta baja se encuentra un aula con capacidad para seis personas, y una mesa que se convierte en el lugar de encuentro de desayunos, almuerzos y meriendas de la gente que transita por el espacio. Tiene un patio (con asador) y un oasis de bananos que se convierte cada día en el escenario de fotos y selfies de joyerxs que trabajan allí.
Qué se enseña. Tiene varias propuestas: clases grupales cuatrimestrales, clases grupales intensivas de iniciación, clases personalizadas 1 a 1 y ahora clases de iniciación online. Los contenidos incluyen técnicas clásicas, como alianzas, engarce y fundición. “Hacemos hincapié en las bases clásicas de joyería para incentivar la investigación de un estilo propio”. Ofrecemos workshops con técnicas específicas con docentes invitados.
“Hacemos hincapié en las bases clásicas de la joyería para incentivar la investigación de un estilo propio”, dice la joyera del objetivo de Espacio Auroom.
Modalidad de trabajo. No hace falta algún tipo de experiencia para llegar al taller. Las clases regulares duran cuatro horas y se cursa una vez por semana. La mayoría de los talleres son presenciales, con clases personalizadas que se armar de acuerdo con la necesidad del alumnx.
Habilidades que se aprenden. “Sabemos que la práctica sostenida hace al oficio y la promovemos. Siempre decimos que las horas “culo” son imprescindibles para lograr aprender una técnica. Insistimos en la importancia de aprender las técnicas básicas de soldado, calado, engarce, fundición y estirado de metales y trafilado, entre otra, para tener herramientas con las cuales desempeñarse y proyectarse”.
La práctica sostenida hace al oficio
Meta. “Al comenzar las clases, siempre preguntamos objetivos, para tratar de adecuar los contenidos en base a sus necesidades. Sin embargo, la meta siempre es aprender en comunidad”.
Perfil. La mayoría de los que concurren tiene un perfil comercial, pero también hay quienes van con un objetivo más artístico o simplemente por hobby.
Actividades. “Cada año en el taller -menos en estos por la pandemia- se generan una muestra colectiva con los trabajos del año, pero siempre se convierte en la excusa perfecta para reunirnos, tomar y comer algo mientras hablamos de lo que más nos gusta: la joyería”.


Cosas preciosas en tiempos de incertidumbre
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Cosas preciosas entiempos de incertidumbre


¿Qué es precioso para vos? ¿Qué tenés cerca? ¿A qué volvés una y otra vez para consolarte, nutrirte y fortalecerte? ¿Qué guardarías si te quitaran todo lo demás? ¿Qué cosas preciosas te importan por encima de todo?
En estos tiempos extraños, en los que podemos y no podemos hacer, lo que es normal en este mundo recién cambiado, estos tiempos que dan lugar a emociones, como el miedo, la alegría, el agradecimiento, el dolor, la desesperación, la tristeza e incluso la paz… ¿qué es lo que nos mantiene deseando estar en este mundo?
¿Qué nos impide huir, qué nos mantiene cuerdos, qué es lo que nos mantendrá deseando existir e incluso tal vez crear cosas?
Lo precioso en este tiempo
Una nueva propuesta de Precious Collective que indaga sobre qué es precioso para 21 artistas joyeros. «Cosas preciosas en tiempos de incertidumbre» se verá en Espace Apace:Art en Lille, Francia.
Cuenta con la curaduría de Juan Riusech desde el próximo sábado 12 hasta el 18 de septiembre.
Participarán Monique Lecouna, Agnes Wo, Alison Brown, Elisabetta Nevola, Emilie Le Dez, Faye Hall, Gemma Canal, Hayley Graflin, Jamie Kroeger, Juan Harnie, Juanjo García, Lynne Speake y Melissa Hampson.
Además intervienen Melis Agabigum, Rebecca Walklett, Spam Glam, Svetlana Prigoditch, Taibe Palacios, Teresa Frank Faris, Vanessa Kubach y Viktoria Muenzker.
De Monique Lecouna, pectoral «Juana de Arco» hecho en bronce, terciopelo devoré de un telón de teatro antiguo, placa de Limoges de 1906, pintura acrílica e hilo.
Taller Abierto de Lilia Breyter

De visita | Talleres
Taller Abierto de Lilia Breyter
Desde sus talleres de Tigre y Olivos muestra cómo hace su tejido metálico y la joyería textil de Ampara
“Soy una artesana urbana y realizo piezas contemporáneas que actualizan los diseños de la artesanía tradicional andina”, se define Lilia Breyter.
Ejerció como ingeniera electrónica por años, pero su inquietud y pasión por la actividad manual la pudo y en 2005 se dedicó a estudiar técnicas textiles y un año después sumó con joyería en Surja, la escuela del Sindicato Unificado de Relojeros y Joyeros y afines de la República Argentina. Dos especialidades que supo cruzar y aplicar hasta convertirse en una artista en tejidos metálicos.
Inspirada en las culturas andinas reinterpreta métodos ancestrales en telares manuales adaptados a hilos de plata para distintas texturas, tramas y enlace.
Por este trabajo único recibió, entre otros galardones, el premio adquisición en el rubro metal en la II Bienal de Artesanías de Buenos Aires, el premio al lujo sostenible en América Latina en la categoría Artesanía por la excelencia de su trabajo en hilo en telar.
Y lo desarrolla en tres espacios de trabajo de acuerdo con el carácter de las obras que realiza. Mitad de la semana está en una isla del Tigre, donde tiene un taller en el que teje con hilos de metal en telar.
Cuenta con dos telares, herramientas para realizar el urdido, navetas donde carga el material para trabajar e hilos de cobre, bronce y plata de distintos diámetros.
Suma otro taller en Olivos, donde vive la otra mitad del tiempo, en el que realiza las terminaciones y piezas de joyería. Allí tiene una mesa de trabajo, otra con pulidora, soldador, torno y todas las herramientas necesarias para realizar tareas de joyería.
Y como si esto fuera poco lleva adelante un Ampara Textil, un emprendimiento con la artista Silvia Roldán, con piezas de joyería textil que realiza en su taller de Vicente López.
Para esto dispone de distintas máquinas de costura, mesa de corte, mesa de ensamble, tijeras, agujas, pegamento, pinzas y maniquíes para probar la adaptación al cuerpo de las piezas.
Textiles únicos que la definen
Usa principalmente hilos de plata y cobre tejidos en telar y trabaja las terminaciones, cierres y otras piezas con chapas de plata. Para su línea más textil, a través de Ampara, emplea textiles andinos antiguos y también contemporáneos, a los que le suma telas de algodón agroecológico de la cooperativa chaqueña Inimbó, puro lino y seda natural.
Destaca que está trabajando para “llegar a que nuestros productos sean totalmente sostenibles, con el fin de conseguir una trazabilidad total”.
Su técnica de tejido en telar manual se distancia del método originario de trasmisión directa, ya que realiza una abstracción geométrica al realizar los diseños del tejido.
Para esto, utiliza un telar manual de mesa que adaptó para poder trabajar con hilos de plata. “Quise respetar mi material, el metal, que al tensarlo adquiere plasticidad, es decir se estira, pero no es elástico, es decir que no regresa a su medida original”.
Continúa haciendo sus piezas de hilo de plata, principalmente pulseras. También, suma con el tejido en cobre, por ejemplo, con el collar «¿Cómo cambiamos?» a partir del concepto del impacto de la minería en el medio ambiente, un trabajo que realizó para la muestra virtual «Desde el taller…», organizada por Joyeros Argentinos.
“Partí de la técnica tradicional de tejido utilizando hilo de metal. Trabajé en las dos dimensiones del telar e incorporé una tercera para el modelado en porcelana de los colgantes del collar”, explica.
Anuncio de reedición de una puesta súper original
Adelanta que reeditará «Megajoyas para Megamujeres», la muestra que realizó junto con Silvia Roldán, en 2018, para la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, con piezas escultóricas y otras a escala portables en el cuerpo. Y cuenta que está pendiente de exhibir su participación piezas en una muestra de «Neo-artesanías» en el Museo José Hernández, con eje conceptual en el cambio climático y consecuente devastación del medio ambiente.
Desde Ampara está trabajando en un proyecto de convergencia artesanal con tejedoras del norte argentino y de la Patagonia. Ya presentamos la colección «Proyecto Huacalera», con collares de faja de telar de cintura con terminaciones en tejido de cobre, recientemente exhibidos en Argentina Fashion Week 2021.
“Para las dos últimas ediciones de ese ciclo de desfiles también trabajamos una serie de túnicas con telas naturales, como pura seda, pura lana virgen y lino natural, tan confortables como una segunda piel, sobre las que estampamos con un proceso de impresión vegetal natural (ecoprint) y teñimos con tintes naturales”.
Y no para. “También, desarrollamos cinco collares que integran un itinerario llamado Ecos, pensados en un proceso de pérdida de materialidad manteniendo la forma, en una secuencia de disminución de la densidad de la trama, para lo cual utilizamos distintas técnicas: telas de seda, bronce fosforoso, una urdimbre de seda, seda rayón con una trama cobre, otra urdimbre en rafia, más una trama seda y cobre, además de un tejido en dos agujas con hilo de coser y cobre”.
Entrevista a Francisca Kweitel
Apuntes | Notas
“Está bueno experimentar cierta incomodidad en favor del aprendizaje”

Estudió joyería, “esa que despierta todos los sentidos y da la posibilidad de manifestarse en distintos formatos”, en la Massana de Puig Cuyàs pero dice que aprendió tanto o más de la vida que de joyería. Señala que este maestro le cambió la forma de ver el mundo y a apasionarse por algo. Francisca Kweitel se define como una construcción de todas las cosas que hace como docente o “empujadora” y como gestora de proyectos que priorizan el proceso de creación, que siempre es de aprendizaje, en vez del consecuente resultado.
Cuenta que su obra le sirve para transitar el tiempo, y luego ve qué le pasa; es que lo suyo está relacionado con el tiempo y el estar presente en el aquí y ahora, prestando atención. No está casada con ningún formato y destaca que aprende lo que necesita aprender para cada circunstancia.
Es titular de la cátedra de Proyecto de Accesorios de la FADU UBA, en la que la joyería contemporánea está contemplada en el programa que aborda el proyecto y los procesos creativos para todas las posibilidades que dan los accesorios.
Definiciones, reflexiones y propuestas de una hacedora que prefiere estar del lado de ser alumna para aprender.
_Te presentás diciendo que aprendiste algo de joyería, ¿qué? ¿Y qué implicó tu paso por la escuela Massana?
_Aprendí tanto o más de la vida que de joyería. Aprendí mucho del oficio de joyería, en particular, mucha técnica, tanto que hoy naturalmente doy vuelta un broche y me fijo cómo está construido y puedo advertir si falta o no técnica. Yo venía de estudiar Diseño de Indumentaria, me aburría mucho, y me fui sin terminar a estudiar a Barcelona; es que acá vivía medio sonámbula, no encontraba nada que me despertara. Me fui a vivir sola a otro país, sin tener a mi familia y mis amigos atrás, tuve que volver a generar vínculos, conocí personas súper importantes para mi vida, que hasta hoy esas amigas son familia. Y Ramón Puig Cuyàs me cambió la forma de ver el mundo, me abrió no una ventana sino un portón gigante que me hizo descubrir cosas que no estaban dando vueltas en mi entorno y me hizo apasionarme por algo. Por eso, no es la joyería en sí misma sino que es el hacer con las manos, es un modo de expresión, es el compartir los proyectos de cada uno, debatir y poner todos los sentidos sobre la mesa. Podíamos escucharlo por horas… fui por un año y me quedé tres, no podía irme de ahí. Me cambió mucho la vida y lo agradezco inmensamente. Su influencia me marcó tanto que resultó una divisoria de aguas.
Eran otras épocas, la computadora recién llegaba a mi casa e ingresaba a un buscador a ver con qué me encontraba, prefería una escuela en español, di con una ciudad como Barcelona que está marcada por el diseño. Y encontré la Massana, me presenté y me aceptaron. Había estudiado un año con Jorge Castañón, pero más como un hobby que acompañaba mis estudios universitarios, sin embargo me había entusiasmado con el hacer y las herramientas. Ese estudio se intensificó en la Massana porque iba todos los días de la mañana la noche, en las clases de Proyectos o en el taller aprendiendo técnica durante tres años de trabajo arduo. Mi aprendizaje de joyería contemporánea se dio allí porque fue muy fuerte.
“No se trata de la joyería en sí sino que es el hacer con las manos, es un modo de expresión, es el compartir los proyectos de cada uno, debatir y poner todos los sentidos sobre la mesa”.
_Y también decís que sos Proyecto 8, Cátedra Kweitel y Simposio en construcción. ¿Qué de esos proyectos te definen o cómo te definís a través de ellos?
_Muchas veces te preguntan y qué sos? en relación a lo que estudié. Yo nunca conseguí contestar que soy diseñadora de indumentaria, que es lo que estudié, porque prácticamente no trabajé como tal. Entonces contesto que soy todas las cosas que hago. Somos una construcción sobre lo que hacemos no sobre lo que estudiamos, que a veces queda un poco lejos. Somos todo lo que hacemos en relación a lo profesional y a lo personal también. Por eso me gusta contestar que soy una construcción de todas las cosas que hago.
“Soy una construcción de todas las cosas que hago.”
Intercambio visual
_Realizaste varias clínicas con artistas visuales, ¿por qué te interesó sumar esa disciplina?
_Fue circunstancial, porque regresé a mediados de 2001, luego se dio la debacle del país y nos quedamos quietos… En agosto de 2003 hicimos la muestra «Peu de Reina» (un juego de palabras en catalán que alude a la herramienta que utiliza el joyero para medir y calibrar en la construcción de las joyas y que denominaba a una asociación de joyeros egresados de la Massana, interesados en generar un espacio de gestión dentro de la joyería, propuesta que se replicó con un evento en el Centro Cultural Recoleta), y en ese momento estaba buscando un taller de Proyecto similar al que hacía con Ramón Puig; es decir, sentarnos alrededor de una mesa, mostrar el proceso de lo que hacíamos y debatir entre todos. Eso alrededor de la joyería no existía en Buenos Aires. Entonces, desde el área de Coordinación del Recoleta me dieron una lista de artistas posibles que hacían Clínica de obra y, entre ellos, estaba Fabiana Barreda con quien hice mi primera clínica, que era lo que estaba buscando y resultó mucho mejor de lo que buscaba porque había interdisciplina, con intercambio entre fotógrafos, ceramistas, pintores, entre otros. No quería una disciplina cerrada sino que me interesaba escuchar y aprender de todos. Es que aprendí a tratar a la joyería como una disciplina artística, que va más allá del oficio o la técnica, te despierta todos los sentidos y da la posibilidad de manifestarse en distintos formatos.
En la primera exposición que participé en la Massana fue con una cadena de jean que hice con pantalones reconstruidos enganchados de una manera que genera como una cadena humana y pude presentar esa instalación en medio de una muestra de joyería contemporánea. Así empecé a entender la joyería en mi vida. Con lo cual cuando volví, necesitaba continuar con esa práctica. Cómo manifestar o materializar las cosas que me pasan, lo que siento o que me gustaría hacer o hacer sentir al otro, mi consigna.
“La joyería artística te despierta todos los sentidos y da la posibilidad de manifestarse.”
“Así empecé a entender la joyería en mi vida: cómo manifestar o materializar las cosas que me pasan, lo que siento o que me gustaría hacer o hacer sentir al otro”.
_¿Y lo conseguiste? ¿Optaste por transmitir al otro?
_En eso estoy hace años, te lleva la vida. Para mí es muy importante ser alumna todo lo que pueda. Por eso me interesa mucho hacer clínica de obra, talleres, workshops porque me interesa estar del lado de alumna y aprender. Me apasiona ser alumna.
Pero, por otro lado, me di cuenta que me gustaba mucho también ayudar al otro a desarrollar su proceso. Y en esa clínica de obra con Barreda me encontré con Andrea Saltzman, mi profesora de la facultad que en 2005 me invitó a participar de su cátedra y empecé a trabajar con ella por ocho años y aprendí muchísimo de la docencia. Ya venía de la experiencia con Ramón, en la que era un básico debatir sobre los trabajos de cada uno. En 2010 me dijo q se iba a abrir una cátedra nueva de Diseño de Accesorios y me recomendó presentarme. E invité a Guigui Kohon a que volviéramos a hacer juntas una presentación –ya que habíamos hecho una para la Massana- y aquí nuestra propuesta interesó.
Un par de años después empecé con los talleres de Proyecto 8. Son dos espacios que disfruto mucho más que como docente, como “empujadora”; me gusta decir que soy empujadora, porque busco hacer que los otros atraviesen sus propios procesos creativos; todos necesitamos un empujón, un “vamos para allá” y me gusta mucho este trabajo.
La cátedra y Proyecto 8 tienen que ver porque yo estoy involucrada. Hace unos años, gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes me di el lujo de escribir sobre los procesos y encontré el paralelismo y las diferencias entre las clases en la cátedra pública, Proyecto 8 y los workshops. Todas estas propuestas, en distintos formatos, intentan empujar, ayudar, acompañar a los participantes a atravesar su propio proceso creativo, habilitando un espacio de incertidumbre que cuesta, pero que está bueno atravesar.
“Me apasiona ser alumna y aprender. Como docente me gusta decir que soy “empujadora” porque hago que los otros atraviesen sus propios procesos creativos; todos necesitamos un empujón”.
_¿El proceso creativo es más importante que el resultado?
_Me enfoco en el proceso en sí mismo, en ser responsable, en estar aquí y ahora trabajando, muy enfocados con todos los sentidos puestos en ese desarrollo creo que el resultado aparece solo como consecuencia de todo el proceso. Y lo veo y compruebo en todos los talleres que hago. Si estás dispuesto a darlo todo en ese proceso el resultado aparece y es buenísimo. El proceso es muy importante porque hace a que reconozcamos cosas nuestras, cosas que están arraigadas, prejuicios, formas de contestar automáticamente, formas de hacer con las manos, de los materiales que agarramos, de los colores que elegimos, todo en el proceso va surgiendo y es súper importante dejar que las cosas sucedan y prestar mucha atención a cómo respondemos a cada una de las actividades propuestas para entenderse mejor.
Si uno se entiende mejor, si sabe lo que quiere, lo que le inquieta, lo que desea, va a estar mejor con el mundo, con el otro, en la forma de relacionarse, de parase en el mundo, de compartir y todo es mucho más fácil. Cuando tenemos ideas preformateadas de lo que somos y lo que debemos ser todo se pone confuso. Por esto hago mucho énfasis en el proceso porque esta buena esa búsqueda para entenderse mejor, de aprendizaje, de descubrimiento de uno mismo es buenísimo.
“El resultado aparece solo como consecuencia de todo el proceso”.
_Esa mirada aplica a cualquier disciplina, a la vida misma. ¿Cuál es el hilo conductor de esa propuesta que te permite entrar y salir de diversas prácticas?
_Esa mirada no es fácil, es un poco sufrida pero vale la pena. Se descubren cosas que tal vez no se quieren descubrir, porque después hay que poder manejarlo, sostenerlo, ubicarlo. Y sí, es completamente interdisciplinaria, porque me enfoco en el proceso creativo no importa lo que hagas, la disciplina en la que ejercés o dedicaste más tiempo o de la que tenés más técnica o sabés conceptualmente. De hecho, siempre trato de salir del lugar conocido; cuando saben mucho de una técnica propongo que trabajen en otro material; cuando manejan mucho un material sugiero manipularlo con otra técnica para probar y descubrirse; está bueno experimentar cierta incomodidad en favor del aprendizaje. Cuanta más interdisciplina se dé mejor, más mágico resulta.
En relación a los participantes y en el equipo docente de la cátedra, también se da. Mercedes Castro Corbat hizo Bellas Artes; los ayudantes provienen de distintas ramas del diseño, me parece que la interdisciplina aporta y enriquece a toda las partes, son distintas miradas, distintas formas de percibir, se arma un diálogo mucho más rico.
“Me enfoco en el proceso creativo no importa lo que hagas”.
Gestión de proyectos
_El trabajo en Simposio es distinto o similar?
_Mi trabajo en el simposio es distinto porque se trata de gestionar ese proyecto para que suceda. La gestión es inmensa. Simposio es un encuentro de cuatro días con talleres intensivos que suceden en simultáneo (exposiciones y conferencias). Intento que cada uno de los talleristas tengan una propuesta distinta a la otra para que los participantes puedan elegir. Sí coincide en que se apunta al proceso creativo, no pretendemos que se desarrollen técnicas o se den resoluciones técnicas. Cuanto más se amplíe a otras disciplinas, más interesante será.
Se inició como un simposio de joyería contemporánea; los que dan los talleres son joyeros contemporáneos, pero lo que sucede es de todas las artes, diseños y oficios; en ese sentido, se amplía y no es tan específico. Llevo hechas tres ediciones, con una coequiper distinta en cada país, Pamela de La Fuente en Chile e Isabel Trujillo y Ana C. Berrio en Colombia. Y para este año estaba previsto Brasil pero está suspendido. Ojalá se de pronto. Se hace cada tres años en una ciudad de un país latinoamericano distinto.
“Mi trabajo también consiste en gestionar para que los proyectos sucedan”.
_¿Tu actividad principal es la gestión?
_No, mi actividad principal es la docencia o mi actividad de “empujadora” en la cátedra y en Proyecto 8. La gestión está suspendida por el contexto sanitario en que estamos. Me gusta mucho hacer gestión y los proyectos alrededor de la gestión son el simposio que me lleva casi un año y medio de trabajo. Y las muestras interdisciplinarias de Proyecto 8, que se hacen en espacios de formato distinto, por eso encarar ese montaje siempre es un desafío porque las obras de disciplinas muy diversas, y eso me encanta. La que íbamos a realizar en mayo la pasamos, esperemos, para septiembre.
Otra gestión muy importante es la de mi propia obra, porque en ese hacer puedo entender qué le pasa al otro; yo también me paro o enfrento a eso que atraviesan mis alumnos en la facultad y en Proyecto 8. Atravieso ese tipo de ejercicios también con mi obra para poder comprender lo que se experimenta. El desarrollo de mi obra no está por encima del resto, es importante y me acompaña en muchos sentidos.
“En el hacer puedo entender qué le pasa al otro. Atravieso ese tipo de ejercicios también con mi obra para poder entender lo que se experimenta”.
_¿Cómo es tu obra? ¿Qué te interesa mostrar o contar?
_No tengo un statement claro de todo mi cuerpo de obra. Soy bastante desprolija en cuanto a una disciplina en la que me especializo. Cuando me preguntan qué hacés no sé qué decir porque no soy pintora, fotógrafa o videasta. Depende de la obra que quiera materializar, el formato en que lo haga y me gusta un poco esa desprolijidad porque no estoy casada con ningún formato y aprendo lo que necesito aprender para cada circunstancia.
A partir de una obra que llamé «Desvanecer», un video que hice hace varios años, me dí cuenta que mi obra estaba bastante relacionada, sobre todo en ese momento y desde siempre, con el tiempo y con el estar presente en el aquí y ahora, prestando atención. En ese momento, estaba relacionado con mi padre que veía empezaba a envejecer y me decía a mí misma prestá atención que un día no va a estar, grabá a dentro tuyo lo que está pasando. Y a partir de entonces me di cuenta que tengo esa relación especial con el paso del tiempo, que a veces tiene que ver con dejar pasar el tiempo y hacer algo, como alguien que teje o como yo que pliego una cinta de papel o hago estas tiras de cáscara de huevos que necesitan atención focalizada, ahí y ahora, casi como una meditación estoy ahí trabajando todo el tiempo en una misma cosa. Además porque soy lenta y me gusta hacer gala de eso, me gusta trabajar lentamente, no tengo ninguna necesidad de producir en forma desmesurada y en cantidad, me gusta enfocarme en ese hacer minucioso y progresivo, poquito y chiquito.
Me gusta enfocarme en las cosas pequeñas y de mi entorno cotidiano, en pequeños gestos que para mí son muy potentes y hacen y transmiten mucho. Y me quedo en ese hacer pequeño, minucioso, silencioso, sin hacer demasiado ruido.
Hace varios años que tengo tres obras dando vueltas que no termino del todo, que tienen que ver con el tiempo, con estar presente aquí y ahora, con lo pequeño y lo repetitivo.
_¿Cruzás disciplinas?
_No las cruzo en una obra, pero puedo hacer una instalación para una obra, un video para otra obra, una fotografía para otra más. Aunque sí, ahora sí tengo un poco esa necesidad; tengo unas obras que son instalación pero que me gustaría hacer un video a partir ella, entonces sí empiezo a pensar en esa interdisciplina.
_¿Y de joyería?
_Todo es posible. Es cierto que esta lluvia es como un gran cortinado si lo separo y lo cierro, tengo un collar muy largo de cáscaras de huevos y a veces aparece algo así o un objeto que parece un collar pero que es para colgar en la pared, pero para volver a vivir de eso o depender de eso, no.
Estallido emocional
_¿La experiencia de Metalistería fue para gestionar y promover la joyería contemporánea? ¿Qué te dejó?
_Una etapa maravillosa, mágica, por cómo sucedió. Un día nos juntamos a comer Silvina Río y Marina Molinelli Wells en Palermo, contiguo había un local vacío, y nos preguntamos ¿averiguamos? A la semana lo estábamos alquilando y con Marina casi que no nos conocíamos. Lo hicimos sin tener mucha idea de lo que era un negocio, expusimos nuestros trabajos y con el tiempo fuimos invitando a otras joyeras argentinas y algunas latinoamericanas también, y empezó a ser un espacio de promoción y difusión de la joyería contemporánea muy lindo. Me encantaba, aprendimos muchísimo, fuimos desde directoras de arte de una galería hasta cadetes. Estuvimos cinco años y medio pero la situación económica no daba para más. Fue una experiencia increíble, en la que se generaron vínculos maravillosos. Conocí a la joyera colombiana Claudia Vallejos, por ejemplo, y a partir de ese contacto generamos talleres para el Centro Cultural de España, en uno de los cuales invitamos a Ramón Puig, un encuentro y experiencia espectacular. Pero es muy duro tener un espacio a la calle y te tiene que gustar, producir y producir para vender, el peso de los costos, las cuentas, era demasiado.
Cuando solté Metalistería tuve un 2010 en el que se dio un estallido emocional impresionante porque pude ir a México, República Checa, Finlandia y a México nuevamente con invitaciones a residencias, simposios, becas. Dejé la comercialización y producción para dedicarme a mi obra y llevé adelante, en México, una obra «Respira» que fue otra divisoria de aguas. Una hermosa obra con mucha interdisciplina: salía a la calle con mi mochila llena de barbijos e intercambiaba experiencias con cuanta mujer había en la calle o en los mercados vendiendo ropa bordada, haciendo bordados, sacaba fotos, filmaba videos, armé un collar con iluminación por adentro para el que tuve que aprender electricidad. Un trabajo que implicó una experiencia que me emociona muchísimo, muy enriquecedora.
“Metalistería me dejó un gran aprendizaje, experiencias y vínculos.”
“Los proyectos de la vida no son éxitos y fracasos sino experiencias y de todas sacas cosas que seguro están buenísimas y otras que no, pero todas enseñan algo.”
_Quedaste a cargo de la cátedra de Accesorios.
_La cátedra se propone generar un espacio de acción, investigación y constante intercambio. La propuesta original fue Diseño de Accesorios y ahora es Proyecto de Accesorios. Esto significa que la joyería contemporánea está contemplada en el programa de la materia pero no se trata de joyería contemporánea sino de accesorios que abarcan muchas otras opciones o posibilidades. Se aborda el proyecto y los procesos creativos para todas las posibilidades que dan los accesorios, que además es un trabajo que hacemos con los alumnos, qué accesorios son posibles y los construimos en equipo, no decimos desde la cátedra qué cosas son accesorios sino que se trabaja entre todos. Uno de los trabajos es «Autoretrato», en el que cada uno elige y muchos toman la joyería contemporánea, otros contenedores o accesorios para la cabeza o máscaras.
Sí, se fue Guigui Kohon después de 10 años de trabajo juntas para seguir otro camino, porque necesitaba hacer cambios. Está bueno atravesar distintas experiencias y no quedarse arraigados a una cosa. Yo me animé a empezar y terminar cosas sin ningún problema. Los proyectos de la vida no son éxitos y fracasos sino experiencias y de todas sacas cosas que seguro están buenísimas y otras que no, pero todas enseñan algo. Por eso está bueno cambiar.
Me quedé con parte del equipo con que venimos trabajando hace años. Mercedes Castro Corbat desde 2013, casi desde el inicio (2011), es parte de esta construcción, es un bastión importantísimo con quien seguimos trabajando y repensando la metodología de la cátedra. Y, cada vez más, se da el espacio para que todos los integrantes del equipo docente, aún los ayudantes que fueron alumnos y acaban de entrar, propongan y dispongan de alguna manera. Es muy bueno lo que sucede y este año se dio con mucha claridad. Entraron cuatro ayudantes y dos de ellos, Juan Musante y Clara Tipito, a los dos meses ya propusieron un ejercicio para que hicieran los alumnos este año.
Y está buenísimo el espacio que habilita a otros para desarrollar su propuesta, que coucheamos; estamos para opinar y acompañarlos. Generar ejercicios es enriquecedor, y concreta un intercambio entre nuevas y viejas generaciones del equipo docente, que es magnífico. Los ayudantes son de Diseño de Indumentaria y de Diseño Industrial, y esa conversación o debate entre distintas miradas es enriquecedora.
Dedicación absoluta a la tarea docente
La propuesta sigue siendo la misma, todos los años y hasta en cada clase, a través de los ejercicios se revisa aquello que vamos a hacer, lo que hicimos y cómo debería volver a hacerse. Nuestra metodología se analiza y actualiza permanentemente esté quien esté en el equipo; siempre entran y salen docentes y eso es muy bueno. La tarea docente universitaria es muy ardua, tenés que darlo todo. Es de una pasión y dedicación absoluta, que si la perdés te tenés que ir, sino le hacés muy mal al alumno, al que tiene que aprender. Es un trabajo fuerte, que implica que estemos atentos, necesita mucho debate y lo hacemos antes de cada clase; todo el tiempo estamos discutiendo el hacer para que sea claro; el cómo proponemos para que atraviesen una experiencia que les ayude a dar un paso más adelante.
Se trata de atravesar experiencias que ayuden en tu propio proceso creativo. Implican propuestas que hacen que te entiendas mejor, qué entiendas cuáles son tus deseos e inquietudes, cuáles son tus valores y, en ese descubrimiento, hay un proceso en el que se va formalizando un hacer específico que puede ser la joyería contemporánea, los contenedores o lo que sea. Una vez más el resultado es consecuencia del proceso, que es muy importante porque permite llegar a cualquier tipo de resultado. La práctica es más o menos la misma: atravesar experiencias, juntar material e ir entendiendo. La reflexión del alumno consigo mismo es muy importante, también con sus compañeros y de igual modo con el equipo docente. Se trata de debatir, compartir y, sobre todo, que el alumno tome la decisión, no que haga lo que al profesor le guste. Estas son las herramientas y les decimos, ponelas en juego. No les damos recetas para que las sigan meticulosamente y así llegar a un resultado específico que aprobamos, porque no esperamos un resultado específico sino todo lo contrario esperamos sorprendernos.
“La cátedra ofrece propuestas que hacen que entiendas cuáles son tus deseos e inquietudes, cuáles son tus valores, y en ese descubrimiento hay un proceso en el que se va formalizando un hacer específico que puede ser la joyería contemporánea, los contenedores o lo que sea.”
_Ahora el desafío es virtual.
_Sí, desde 2020 el desafío es doble. Es muy posible avanzar en este trabajo bajo esta modalidad, fue duro porque debimos ajustarnos a las nuevas tecnologías y a una forma de pensar distinta y lo logramos; tuvimos que repensar por completo algunas cosas, otras no. Algunos aspectos de la virtualidad llegaron para quedarse para siempre y está bien que así sea. Por otra parte, trabajamos sobre lo tangible, sobre objetos que se relacionan sobre el cuerpo y con un intercambio entre alumnos y docentes que es distinto pero posible; no podemos tocar ni poner el cuerpo esperamos que se recupere en otro momento. Se puede convivir entre la virtualidad y la presencialidad muy bien.
La cátedra es un espacio en el que se trabaja desde el hacer con materiales de todo tipo, que incluye lo no tangible o, por momentos, lo efímero o lo no aprehensible, y se trabaja mucho en la reflexión, en el pensamiento y el debate. Es importante que pensemos por qué hacemos lo que hacemos. Hay tiempos para cada cosa: uno hace, después piensa, vuelve a hacer o reconfigura mediante un diálogo con el otro y las cosas se entienden con el tiempo. Cuando estás atravesando ese proceso es muy difícil entender lo que sucede, a veces terminás de entender las cosas un año más tarde, ni siquiera cuando terminaste de hacerla.
Por eso, por ejemplo, en la cátedra les pido que trabajen sobre una bitácora para registrar el proceso, todo lo que pasa, con dibujos, fotos, palabras, pensamientos, reflexiones y conversaciones. Ese libro, un tiempo después, vale oro y al consultarlo aporta informaciones que permiten entender cosas que sucedieron en el camino, lo que se descartó, lo que no se tuvo en cuenta, siempre conserva mucho material para recuperar.
“Es importante que pensemos por qué hacemos lo que hacemos. Hay tiempo para cada cosa: uno hace, después piensa, vuelve a hacer o reconfigura mediante un diálogo con el otro; las cosas se entienden con el tiempo.”
_Las herramientas que se ofrecen en la universidad pública sirven para el desempeño profesional.
_Las herramientas sirven para el desempeño en la vida misma. De hecho estudié diseño de indumentaria y no trabajé como tal. Sin embargo, la universidad me dio muchas herramientas para la vida misma, que las supe aplicar de diferentes formas en distintas situaciones. Eso es lo importante. Luego hay especificidades de cómo aprender técnicas, resolver problemas, pero hay algo más grande, lo más importante es aprender una forma de estar en el mundo.
“La universidad me dio muchas herramientas para la vida misma, que las supe aplicar de diferentes formas en distintas situaciones. Hay algo más grande, lo más importante es aprender una forma de estar en el mundo.”
Exponer, atravesar y experimentar
_¿Hoy es imprescindible sumar otras tecnologías como el 3D o la electrónica, por ejemplo?
_Seguro, está buenísimo. Sumar siempre está bueno. Explorar, atravesarlo, experimentar, saber de qué se trata por lo menos una vez en la vida, y eso no quiere decir que lo tengas que usar para tu desarrollo artístico, de diseño o productivo. Hay cosas que se hacen de la misma manera desde hace cientos de años y funcionan perfectamente, y hay otras en las que nos invade la tecnología y está buenísimo también. Está bueno saber qué existe y también explorarlas y hasta experimentarlas, después se decidirá si en algún momento se necesitan.
“Hay cosas que se hacen de la misma manera desde hace cientos de años y funcionan perfectamente, y hay otras en las que nos invade la tecnología y está buenísimo también”
_¿Es lógica la disyuntiva entre el arte y el diseño o son simplemente dos maneras de enfocar la creación y no es importante platear un litigio?
_No sé muy bien si hay una disyuntiva. Son formas de crear quizá con distintas finalidades, pero lo más importante es lo cerca que están y lo festejo. Sí puede haber una discusión acerca de las diferencias o similitudes entre el arte y el diseño y está bueno que se den, pero no lo veo como una contra o como algo que hay que separar o discutir de mala manera. Existen alrededor de los procesos creativos con distintos fines, no lo sé, eso se puede discutir, pero agradezco que existan.
¿Sigues siendo humano?

Precious People, con 301 piedras de talla brillante (circonita cúbica, granate, citrino, amatista, topacio, peridoto, rubí, zafiro, aguamarin y espinela) y plata de Tieke Scheerlinck, una de las ganadoras del concurso polaco.
186 artistas de 35 países que participaron en la 29ª edición del Concurso Internacional de Joyería, cuyo tema fue «Sigues siendo humano»
¿Sigues siendo humano?
¿Cómo podemos corregir nuestros errores? ¿Es demasiado tarde para nosotros? ¿Qué más tiene que suceder para que recobremos nuestros sentidos?
186 artistas de 35 países que participaron en la 29ª edición del Concurso Internacional de Joyería, cuyo tema fue «Sigues siendo humano», el evento principal del Festival Plata de Legnica, organizado por la Galería de Arte de Legnica, al suroeste de Polonia, y demostraron su disposición a hablar sobre los problemas y las penas de la humanidad.
Una de las ganadoras es la artista belga Tieke Scheerlinck, que presentó una pieza basada en una foto de Massimo Sestini, la cual muestra un barco con refugiados fotografiados desde arriba, obra con la que ganó el World Press Photo 2015.
Tutti frutti joyero
Su joya objeto está concebida como una pieza de tutti frutti, que es una imitación de la realidad. Y cuenta: «Hacer una imitación de la realidad hoy es particularmente difícil, ya que vivimos en una era de noticias falsas. Los líderes mundiales fingen decir la verdad mientras mienten. Entonces la referencia a la verdadera realidad no existe. ¿Qué realidad puedo imitar?
«Los refugiados solo son referidos en cifras a nivel político durante años. Los líderes han olvidado que hablan de personas, pero en este barco, más de 300 migrantes arriesgan su vida y la de sus hijos para huir de sus inseguros hogares.
“Y no importa cuál sea la realidad, he tratado de presentarlos como personas particularmente valiosas. Las piedras tienen diferentes colores y calidades, solo como la gente del barco. Hay adultos, niños y bebés. Todos deberían tener la oportunidad de brillar como las personas que son.
«Pero los líderes del gobierno determinan que sus vidas no valen tanto como las nuestras. Somos impotentes, y para muchos de nosotros todavía está distante y, por lo tanto, más allá del reconocimiento. Estamos tan preocupados por nuestra propia lucha diaria por sobrevivir, que nos hace ignorar la difícil situación de las personas con las que no nos sentimos relacionados. Por lo que no nos molesta, siempre y cuando haya suficiente distancia y no esté en nuestro patio trasero. Sin embargo, en un mundo globalizado, nuestro patio trasero llega más lejos de lo que creemos, y es hora de que demos un paso adelante y actuemos.
Refugiados como tesoros
“Estoy cansada de ver a los refugiados presentados por números, así que este es mi primer intento de presentarlos como los tesoros que son”, explica una de las ganadoras de la 29ª edición del Concurso Internacional de Joyería polaco.
En este concurso también participaron, entre otros, Georg Dobler que expuso su broche «Neo classic» en plata oxidada rubíes sintéticos y citrinos; Laurent Brune, el anillo «Iron Death» en madera de nogal y plata recicladas; Tadeusz Jaskowiakun, un colgante para smartphone de «la edad de piedra plástica»; Zofia y Witold Kozubscy presentaron «Detrás de todo esto hay un objeto humano, todavía humano» en aluminio anodizado, y Wu Meng Ju mostró los collares «Modern Relics» en una aleación de metal de desarrollo propio.
Asimismo, intervinieron Dot Melanin con un broche en plata, ágata y talla en piedra junto con un collar en plata e hilo y un anillo en plata; Sham Patwardhan Joshi, el brazalete «¿Con gafas uno cambia su propia personalidad?» en madera papel pintura esmaltada aluminio e imanes; Liu Yiqing presentó un objeto «Animal – máquina – máscara humana» en plata, con una foto de rayos, latón, silicona y tela; Matgorzata Kalinska, un collar de resina de poliuretano, plata y silicona; Esther Heite exhibió el broche «Monolith2« hecho con una soldadura de acero inoxidable y puk; Annarita Bianco concursó con tres broches «T(angent)» «S(ecant)» y «U(nion)» hechos en plata grabada con láser, desechos electrónicos y resina epoxi, y Olga Zielinska mostró un objeto en plata 925 y 930 rodiada, perla y silicona.