Entrevista a Tatiana Apráez

Apuntes | Notas

El pensamiento crítico permite la expresión a través de la joyería


Entrevista a Tatiana Apráez

Por Delia Alicia Piña

 

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Muy pocos países pueden hacer alarde de que su joyería contemporánea pone en valor técnicas artesanales. Aunque dice que esto ni siquiera es incipiente en su Colombia natal, la joyera, ingeniera y docente Tatiana Apráez es una de las pocas que sí puede sostener y levantar esa bandera.

En sus más de 20 años de carrera eligió el camino de la investigación, con mucho ensayo y error para metódicamente conseguir actualizar una técnica de decoración prehispánica y aplicarla a piezas de joyería contemporánea en un mix de materiales únicos.

Y le cambió la cara al llamado barniz de Pasto o técnica de mopa mopa con nuevos colores, texturas y grafismos sobre materiales inéditos. Este logro fue reiteradamente destacado fuera y dentro de su país, ya que recientemente obtuvo el Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón y en días lo vuelve a exponer en Japan Jewellery Fair.

Su innovación en detalle y cómo su escuela de joyería contemporánea es referente de la mano de la maestra joyera Nuria Carulla.


_¿Cómo pasaste de la ingeniería industrial a la joyería artística?

_Me gradué como ingeniera industrial en el año 2000 y mientras hacía la tesis sentí que algo me faltaba, que no estaba plena aun haciendo la práctica de la carrera que me gustaba en el área financiera de una empresa.

Estaba a la búsqueda y en una expoartesanías conocí a la maestra joyera Nuria Carulla, me gustó su trabajo porque era súper diferente de lo que conocía pero daba clases en Cota, a 6 kilómetros al sur de Bogotá y como ya trabajaba solo disponía de los sábados; no obstante, empecé finalmente y seguí estudiando con ella por más de un año. Es que cuando uno está abierto a recibir, pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo.

Luego de estudiar con Nuria y ahorrar me presenté en la escola Massana y quedé. Estudié Joyería Artística con Ramón Puig Cuyàs, que era director, y también con Carles Codina, lo cual resultó una experiencia súper. Allí conocí a la joyera bogotana Linda Sánchez, con quien de regreso a Bogotá nos asociamos para crear la escuela Materia Prima.

 

“Cuando uno está abierto a recibir pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo”.

 

_¿Utilizás tus conocimientos de ingeniería industrial en la joyería?

_La ingeniería industrial me dio mucha estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería, en particular, con Nuria Carulla que tiene su propio método y que ha sido una gran influencia para mí.

Sí hay mucho de la ingeniería en cuanto a procesos y construcción que he aplicado. Me gustan muchos los números, la lógica de la matemática y las habilidades financieras que me apropié para mis proyectos de joyería. También, la ingeniería industrial está muy ligada a la producción, a cómo haces un producto o prestas un servicio, y el lograr optimizar el proceso productivo para que no haya tanto desperdicio, por ejemplo, es una pericia que conseguí gracias a la ingeniería industrial y además me fue muy útil al poner en marcha mi taller y la escuela de joyería.

 

“Adquirí una estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería.”

 

_¿El objetivo de tu trabajo es fusionar técnicas de joyería con otras artesanales para piezas más contemporáneas?

_Sí. En realidad no busqué hacer joyería contemporánea o joyería de algún tipo sino que se fue dando. Al principio, mi único fin era vincular la joyería con el mopa mopa.

A 21 años de haberme graduado puedo ver en perspectiva que los dos primeros años estuve ahondando tanto en la joyería como en las técnicas artesanales. Indagué en tejido en plata, intentando solo armar piezas y también tratando de lograr una buena calidad del mopa mopa para insertarlo en la joyería. Y no me resultó tan sencillo porque es una técnica hecha para objetos de decoración más grandes. Ese objetivo implicó descubrir muy bien esa técnica y hasta lograr un cambio de mentalidad en los artesanos. Solo estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, hacia el límite fronterizo con Ecuador, de donde soy oriunda.

Entonces, después de esa búsqueda inicial, arranqué y se fue dando. Como me familiarizaba con otros materiales no convencionales de la joyería todo me fue llevando a la contemporánea. Pudo resultar una joyería medio tradicional o étnica al principio, pero como el diseño fue evolucionando me fui metiendo en este mundo de la joyería. No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales de Nariño.

“Estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, de donde soy oriunda… No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales”.

Barniz reversionado

 

_¿Qué es el mopa mopa?

_Es una técnica también llamada barniz de Pasto, que es la capital del departamento donde se realiza. En alguna época también se realizó en el norte de Perú y de Ecuador, pero el único lugar donde se desarrolló como técnica artesanal viviente, es decir, que ha perdurado en el tiempo, es en la ciudad de Pasto.

Es de origen prehispánico, perteneciente a la comunidad indígena de los Quillacingas hecha con un material muy preciado y escaso con el que impermeabilizaban vasijas y hacían cuentas para collares. Con los españoles cambian los grafismos hacia dibujos de holas, flores, pájaros para objetos de decoración.

Se hace con la resina de las hojas del árbol de mopa mopa que crece Putumayo, en la entrada a la selva amazónica; en Mocoa, la capital de este departamento, están los recolectores especializados en la obtención de esta resina, quienes conocen el camino de horas que lleva a esos arbustos silvestres y hasta allí se adentran por días, dos veces al año para conseguirla.

Ellos recolectan las hojas entre las que se segrega una resina que se cristaliza, y con la que forman una especie de piedra o bola que se comercializa entre los talleristas de Pasto. Entonces comienza un proceso bastante dispendioso de limpieza y separación de residuos e impurezas, implica molerlo y golpearlo, para tenerlo listo para pigmentar.

Después que se limpia y pigmenta, entre dos personas se estira como chicle y se convierte en una hojilla como de papel, pero de mopa mopa, de un color previamente definido con dicha pigmentación. Y esto es lo que se aplica sobre un objeto de madera, por ejemplo, o la base que se quiera.

 

“El barniz de Pasto se hace con una resina que se extrae del árbol mopa mopa que implica un proceso en manos de especializados que es bastante dispendioso”.

 

_¿Entonces, entrás en escena? ¿Aprendiste la técnica y la utilizás o tomaste una parte y la aplicás?

_Trabajo con un taller de artesanos, el del maestro Germán Obando, desde hace 18 años. Lo sé aplicar, pero para mí es una técnica de artesanos. Si bien desarrollamos juntos esa aplicación, no hago más que diseñar o crear piezas de joyería sobre las que se utiliza. Ese taller y/o a lo sumo 2 o 3 más, dependiendo de la producción, trabajan a mano esa técnica.

Por mi parte, tengo un trabajo de color de años que me permitió salir del colorido de la artesanía popular que, si bien me gusta e inspiró, no pegaba mucho con lo que yo quería expresar o con la evolución hacia la que quería orientar el trabajo. Fue una labor súper ardua hasta obtener nuevos tonos y gamas, en la que el taller quiso ayudarme. Así pasé de colores muy vivos, como rojo, verde, amarillo, azul y negro en escalas muy fuertes, para pasar a los pastel y nacarados.

De esta manera hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco. Prefiero que no haya un contraste muy grande porque esto se trata de una superposición de capas, así que va un blanco, encima un rosa pastel, más un amarillo y más para construir un nuevo grafismo también.

 

“Hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco”.

 

_¿Todo esto supuso un estudio detallado y exhaustivo de cómo se hacía y cómo y para qué cambiarlo?

_Sí, claro. Supuso una búsqueda muy particular luego de analizar piezas antiguas para ver que existía antes y también después de mucho hablar e intercambiar con los artesanos.

Además, volví a usar mucho las hojillas o láminas de oro 24 o de marquetería, las cuales dan un tono dorado espectacular, y también de plata, que desde la época de la colonia se usaba poco en Nariño.

Introduje cambios en el grafismo habitual de los artesanos, como mencioné, a través de la superposición de colores. Diseño esos dibujos de acuerdo a las piezas que pretendo, pero siempre conservo las líneas más populares de este barniz que son los cuadros.

A ese grafismo de tres líneas característica de la cenefa prehispánica la transforme en una cuadrícula que cubre toda la pieza. Sí uso mucho los cuadros y flores, como pensamientos y margaritas de la época colonial, porque justamente es lo que me gusta o me ha llevado a usar el barniz.

 

“Volví a usar láminas de oro y plata… introduje cambios en el grafismo habitual a través de la superposición de colores… diseño dibujos pero conservo los cuadros que son las líneas más populares.”

 

_¿Qué otros aportes o intervenciones realizaste?

_También, pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica, que no solo es la madera. Por 10 años trabajé con madera, tallada, torneada de manera sencilla, de mil y unas maneras. Pero me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases. Entonces, hace seis años empecé a probar con el metal con texturas o pintado con pintura granulada para conseguir una mejor adherencia y para lograr los volúmenes y formas que quería para mis piezas de joyería.

Así se dio una investigación muy interesante. Después del metal, como plata, acero, aluminio y otros que hay que prepararlos, probé en cuero.

El cambiar de la madera porosa a bases metálicas obliga a trabajaras para que el barniz no se salte o no se quiebre. Analizando advertí que si la superficie tenía cierta textura exterior el mopa mopa se adhería mejor. Es decir, con los años pasé por un proceso de investigación, de ensayo y error para ajustar la técnica.

 

“Pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica… me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases… trabajé con madera, metal y hasta cuero.”

 

Recreación en 3D

 

_¿También sumaste impresión 3D en este trabajo tan artesanal?

_Sumé bases en 3D con prototipos diseñados en computadora que imprimo en volumen sobre los que luego aplico mopa mopa. Y últimamente mezclo madera torneada con 3D y metal para, después de mucho investigar, abrir un muy buen universo de posibilidades.

El 3D me permite hacer piezas grandes sin peso porque los filamentos son muy livianos. Pero pocas veces va solo sino que lo acompaño de madera tallada a mano con construcción en plata siempre muy pensada.

A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos. El trabajo de las bases y el color los hago en mi taller de Bogotá y el mopa mopa de Pasto es lo último que se aplica.

 

“A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos.”

 

_¿Con el  3D pretendés proyectarte con piezas más grandes más allá de la joyería?

_La joyería es mi base y hasta ahora ha sido todo. Me gusta aplicar el 3D a la joyería, en mix con madera y metal, claro, para que aros y broches no pesen. Ahora estoy haciendo mis primeras piezas utilitarias que son contenedores.

Desde hace un año estoy haciendo torno en madera, porque la superficie de la madera que usaba tiempo atrás era trabajada por otras personas y debía ceñirme a lo que podían o querían hacer, que generalmente estaba condicionado a su producción o a una producción que les resultara rentable, como cuentas o pequeñas piezas, es decir, más convencionales. Y no había muchos talleres de torno especializados. Por esto también empecé a dejar de lado la madera.

Entonces decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Y por fin pude contar con las piezas que pretendía, con curvaturas o vaciarlas. Así, trabajo formas con movimientos con paredes de un espesor de 2mm, igualmente livianas, que es lo que también buscaba con el 3D.

Comprobé que se puede y desde hace un año empecé a hacer piezas volumétricas con paredes muy delgadas para objetos utilitarios o contenedores. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así; imagina lo que me falta en un año 8 bases, lo cual habla de lo que me gusta, de todo lo que puedo hacer, además de la escuela y mi taller.

 

“Decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así.”

 

_¿Usás técnicas de joyería en plata y oro en piezas de mopa mopa?

_Hay un trabajo en oro en algunos broches, pero en general todas mis construcciones están hechas en plata. El trabajo en plata, torneado en madera y el 3D se hace en el taller de joyería de La Soledad, donde diseño, armo y salen las piezas listas para poner el mopa mopa en Pasto.

 

“Todas mis construcciones están hechas en plata.”

 

_¿Trabajaste en filigrana?

_Sí, por seis años trabajé en filigrana y mopa mopa, una mezcla que se ve muy bien. En un inicio  no se ensamblaban con un armado de plata liso en cambio ahora la plata está menos a la vista con un ensamble técnico muy preciso. Por años mis piezas estuvieron ligadas entre la filigrana y la madera.

Me encanta la filigrana y he querido retomar, por eso este año voy a hacer algunas piezas. Trabajo con un  taller de Mompox, que es el centro filigranero más grande de Colombia.

Un lugar colonial pequeño en el que hay un montón de talleres, un centro portuario que se destacaba en la época de la colonia porque hasta allí llega uno de los brazos del río Magdalena. Ahí estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería.

“Estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería. Este año voy a retomar y a hacer algunas piezas.”

_¿Reversionar técnicas de joyería y artesanía es una de las características de la joyería contemporánea colombiana?

_No, no creo que la joyería contemporánea colombiana esté definida por la incorporación de técnicas artesanales. Yo vengo de un departamento o un lugar muy artesanal y construí mi camino en la joyería a partir de la incorporación de técnicas artesanales, porque fue mi objetivo al incursionar en joyería, pero no es la generalidad.

La joyería colombiana dispone de muchos recursos. Sin embargo recién estamos volteando a ver de qué se tratan o si podrían incorporarse y cómo, de manera de definir una identidad de la joyería contemporánea de Colombia.

Es que la joyería contemporánea colombiana es muy incipiente y estamos luchando para generar un movimiento. En Argentina se da una movida muy grande, acá hemos sido más tímidos porque somos más recatados; nos falta impulsarnos y abrirnos.

es una joyería muy armada, con una forma de construcción técnica precisa, con lo cual pretendemos que todo ensamble muy bien, que todo quede bien puesto, alineado, más o menos orgánico, y la portabilidad sobre el cuerpo sigue siendo muy importante por lo cual está muy basada en la ergonomía. No nos atrevemos a pasar a una escala más grande porque siempre pensamos en el uso.

Todo esto está muy bueno y es súper importante, pero a veces nos detiene, nos detenemos en estos detalles y ya, no vamos más allá. Ciertamente si una pieza no está bien construida y si no funciona bien o si no ensambla para que dure más allá de tres posturas, no está bien hecha. Nos importa mucho la técnica por nuestra herencia o historia joyera que hace a nuestra idiosincrasia. Tenemos mucha tradición orfebre con piezas utilitarias muy importantes, con comunidades joyeras consolidadas, como la filigranera que mencione. Esto sí hace la diferencia en nuestra joyería contemporánea. Argentina y Chile han avanzado más en el campo de la joyería contemporánea y Colombia empieza a estar presente hace relativamente poco.

Volviendo a tu pregunta: ¡ojalá! Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos. Ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea. Hoy no se da tanto en la suma de técnicas artesanales y sí del entorno, es decir, sí se incorpora o refleja el medio ambiente en el que vivimos.

 

“Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos; ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea”

 

Escuela contemporánea

 

_¿Cómo es Materia Prima?

_En Bogotá tenemos varias escuelas de formación tradicional. Está el Sena, o Servicio Nacional de Aprendizaje, que es público; Artesanías de Colombia, entre público y privado; varios talleres pero sin formación continua, y otro privado ligado a la alta joyería. Entonces, los interesados en joyería contemporánea debían conocer a Nuria Carulla que era la profe por excelencia o tenías que irte a estudiar al exterior.

Esto es lo que analizamos con Linda Sánchez al regresar de la Massana y nos preguntamos: por qué irse si en Colombia hay gente muy capaz que puede formar y si además hay muchos joyeros formados que regresaron al país y tienen pensamiento crítico.

 

“En Colombia hay gente muy capaz con pensamiento crítico que puede formar.”

 

_¿Qué significa formar joyeros con pensamiento crítico? ¿Por qué es importante aplicarlo a la joyería contemporánea?

_Lo del pensamiento crítico es porque pretendemos una formación en la que se vaya armando un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso. Es decir, creo que el pensamiento crítico es el que permite la expresión a través de la joyería.

Se trata de un proceso artístico en el que está involucrada la creatividad, pero no se da tanto a partir del papel en blanco, en el que la musa que llega, eso le pasa solo a algunos. Más bien se da través de un proceso de trabajo juicioso, con repetición a través del constante ensayo y error, con mucho maqueteo y dibujos para construir una idea. Una pieza de joyería no sale de un momento para otro sino que requiere de un proceso con un paso a paso en el que se va construyendo.

No tengo una formación artística sino que exploré la joyería artística para poder expresarme dentro de un proceso en el que necesito darle y darle para que resulte una idea que se acerque a lo que quiero. Hay muchos que tienen una capacidad innata pero por lo que he visto en la escuela la mayoría tiene y debe trabajar mucho.

Si no se hace una reflexión e indagación personal con un pensamiento crítico, no solo a partir de un concepto sino de una dedicada búsqueda sin rendirse no se avanza, porque es un proceso con muchos altibajos, el abajo te hace remontar y aprender.

Cuando los alumnos entienden -esto que nosotras también seguimos entendiendo como natural-  avanzamos juntos, porque estamos convencidos que la joyería es un proceso rumiante, en el que tenés que dar muchas vueltas de análisis, evaluaciones, reflexiones, conclusiones por eso lo de pensamiento crítico; es importante que una pieza sea el resultado de un pensamiento muy sólido.

Esta propuesta no existía y, si bien muchos joyeros contemporáneos creíamos en este proceso de trabajo, no existía una formación que lo ofreciera.

Por eso, con Linda decidimos fundar una escuela con esta orientación, de una con la presencia de la maestra joyera Nuria Carulla y de la arqueóloga con especialización en metalurgia prehispánica de Colombia Clemencia Plazas, quien fue por décadas directora del Museo del Oro y quienes nos ayudaron mucho para conceptualizar los lineamientos de la escuela. Entre las cuatro sentamos las bases de esta escuela de joyería contemporánea que funciona desde 2014 en Teusaquillo.

Materia Prima es como una creencia de que podemos aprovechar y multiplicar el conocimiento que tenemos y lo ofrecemos a muchos que están a la pesca o en busca y ha servido de plataforma de lanzamiento para las carreras de muchos que decidieron dedicarse con todo a la joyería. La mayoría de los que asisten ya vienen con una formación universitaria previa.

“Pretendemos una formación en la que se vaya armando en un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso.”

_¿En ese proceso que ofrece la escuela se pone el acento en la investigación de materiales o en la técnica o en qué?

_Sí, se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se dominan o se escala en las técnicas se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales.

Esto se hace a través de proyectos personales, en los que se ponen a prueba materiales y se investigan otros nuevos. También la construcción de las piezas de joyería es central, como destacaba.

Y como en muchas escuelas contemporáneas, la ventaja de trabajar en proyectos personales es que cada uno propone algo distinto y se da un intercambio enriquecedor.

 

“Se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se domina se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales a través de proyectos personales.”

 

_El Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón, no es el primer premio internacional que recibiste.

_Sí, no es el primero. Es que en un principio me presentaba en muchos concursos relacionados con la artesanía y gané varios, otro de diseño y a algunos de empresas que también destacan el diseño.

El mejor premio o el más lindo que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea otorgada por Artesanías de Colombia -una sociedad de economía mixta que promueve el trabajo artesanal- porque destacaba mi trabajo artesanal porque logré pasarlo o transmitirlo a través de la educación del oficio, y esto es muy importante para mí.

 

“El mejor premio que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea porque destacó mi trabajo artesanal por haber logrado transmitirlo a través de la educación del oficio.”

 

_¿Qué creés que vieron los japoneses de tu trabajo? ¿Destacaron la reversión de una técnica ancestral mixturada con la joyería?

_Eso creí o esperaba. La comunicación, y no por el idioma, ha sido muy difícil porque nuestras mentalidades son muy distintas. Lo que nosotros podemos ver o destacar no es lo mismo que ellos ven o ponderan o con qué lo relacionan. La embajada de Colombia en Japón me ha ayudado a vincularnos. Y se me ocurrió esa misma pregunta. Mi especulación de que habían destacado mi trabajo con esta técnica tan laboriosa se frustró un poco, porque si bien resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja señalaron que hubiesen preferido otro tamaño aunque dijeron maravillarse por el volumen, y también indicaron que les recordaba al trabajo en porcelana de una dinastía japonesa.

 

“Resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja y dijeron maravillarse por el volumen”

 

_¿Este premio te abre una puerta o te permite tener una llegada al exterior?

_Pasó y estoy súper agradecida y fue increíble; increíble que no esté específicamente ligado a la aplicación de la técnica de mopa mopa por la que doy todo, pero está bien. Voy más allá de hacerla conocer, ya que yo hago un trabajo completo que incluye nuevas formas, estructuras, colores texturas y eso es lo que realmente me interesa.

A fines de este mes hasta los primeros días de septiembre se exponen en Tokyo, en Japan Jewellery Fair y estoy muy contenta por esta nueva oportunidad de mostrar mi trabajo.

Me encantaría tener esas ganas de ir en evento en evento o no, porque no es lo que realmente me interesa. Me presenté a instancias de Nuria que me incentivó y encantada.

Sé que esto es para aprovechar y mi manera de aprovecharlo apreciar que logre que este trabajo sea considerado, se vuelva universal y así puedo darle más sustento al camino en el que transito. Y esto sí me da ímpetu para trabajar, aunque lo logré antes de haber sido premiada en Japón. Feliz de haber llegado a una obra que me ha hecho madurar profesional y personalmente.

Mi búsqueda o foco está en mi taller y en la escuela, es lo que me mueve. Y si pasan más cosas o llegan propuestas de presentaciones, bienvenidas, siempre voy a tener obra trabajada para mostrar porque no paro de camellar (recorrer mucho).


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Entrevista a Alice Floriano

Apuntes | Notas

No es posible disociar la sociopolítica de la joyería


Entrevista a Alice Floriano

Por Delia Alicia Piña

 

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Tiene una galería en Porto Alegre especializada en joyería contemporánea y representa a muchos de los principales referentes, como Ruudt Peters, Lisa Walker, Jorge Manilla, Sofia Bjšrkman, y acaba de estrenar una muestra de la multipremiada surcoreana Nam-Kyung Lee.

También presenta joyeros noveles, porque “es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes trabajado desde hace tiempo”.

Aproximar al público a la joyería contemporánea es casi su obsesión. La clave de su éxito, un proyecto de vida por el que lo da todo.

Es joyera, galerista y coleccionista de “cosas interesantes e inesperadas hechas a mano con una mirada artística”.

De paso por Buenos Aires, invitada por MICA, conoció de manera directa propuestas de joyeros locales. Plantea coincidencias entre la joyería argentina y brasilera por la realidad social latinoamericana en común.


_Sos joyera y galerista.

_Sí, estudié joyería artística por cuatro años con Filomeno Pereira de Sousa, en la escuela Contacto Directo de Lisboa, una experiencia muy buena. Entonces esa escuela, que ya no existe, ofrecía más técnica y esto era muy importante para mí que buscaba, sobre todo, aprender a desarrollar conceptos; tenía también seguimiento de proyectos con un enfoque contemporáneo que me interesaba.

También estudié con el joyero suizo Christoph Zellweger en la escuela de joyería Alchimia de Florencia, e hice una especialización en Organic Form in Jewellery con Paul Wells, conocido por sus técnicas directas de trabajo del metal, en el Central Saint Martins.Y siempre estoy haciendo workshops, esos que gestiono y promuevo en Brasil, como el de Bettina Speckner, Iris Eichenberg y Ruudt Peters.

 

“Estudiar técnicas de joyería era importante para mí porque buscaba desarrollar conceptos con ellas; además me interesaba contar con seguimiento de proyectos con un enfoque contemporáneo”.

 

_¿Cómo surgió la idea de instalar una galería de joyería?

_Cinco años después de estar estudiando en Europa regresé a mi ciudad natal, Porto Alegre. Con el tiempo sentí que sostenía un monólogo porque allí no muchos hablaban de joyería contemporánea; pocos comprendían y se interesaban en qué era; si bien tenía clientes y  todo iba muy bien, sentía que quería algo más, que necesitaba hacer otra cosa.

Como tenía la experiencia de haber trabajado como asistente en la galería de Thereza Seabra en Lisboa, donde también tenía un banco joyero en el que trabajaba y hasta soñaba con tener una galería pero creía que era algo lejano a mi realidad, me decidí.

En un principio, cuando volví a Brasil me dediqué a mi trabajo en el taller hasta que quise cambiarlo. Recorriendo en busca de un lugar vi una casa muy grande que me impactó y lo primero que me dije al verla fue: quiero hacer la galería ahora y tiene que suceder! aunque no tenía para invertir, la alquilé y comencé hace siete años invitando a los joyeros que conocía, sumando workshops para también ofrecer espacios de capacitación y práctica.

 

Convicciones

 

La primera exposición que organicé fue con la joyera sueca Sofia Bjšrkman, en 2015. Es que hago las cosas cuando me da la gana y las hago porque creo mucho en ellas.

En un principio la gente se sorprendía preguntándose qué es esto, pero como ya tenía mi propia clientela, venían a curiosear en busca de una historia, esa que siempre encontraban tras una pieza en Alice Floriano.

Desde un principio tenía muy claro qué quería: algo como un ambiente de laboratorio, todo muy blanco para que se destaquen las obras, poniendo el acento en su comunicación, aprovechando las redes, que hace siete años no se usaban mucho o había pocas galerías que las utilizaban como medio de difusión.

Quería exhibir aquello que representara mi identidad, lo que verdaderamente me gusta. Por entonces, no creía que se pudiera vender joyería por e-commerce sino más bien de manera presencial, por quienes se acercaban a experimentar las piezas, pero como además de querer conquistar a los clientes de hoy pretendía y pretendo también a los clientes del mañana empecé a utilizar herramientas diversas de comunicación, redes incluidas.

 

En crecimiento y cambiante

 

Creo que la joyería va a crecer, no como una disciplina estática sino cambiante y, en mi experiencia, a la galería se acercan personas grandes con una mirada muy parecida, con quienes naturalmente tengo una gran identificación en muchos aspectos de la vida, por eso decidí apelar a otros instrumentos. No hay manera de prever quién va a comprender y apropiarse de esta joyería en un futuro.

 

“La joyería va a crecer, no como una disciplina estática sino cambiante… No hay manera de prever quién va a comprender y apropiarse de esta joyería en un futuro.”

 

_¿Por qué joyería?

_Desde niña, a los 6 años, hago joyería y accesorios. Arranqué con macramé; siempre me encantaron las manualidades. De adolescente, vendía pendientes que hacía con alpaca,  tejidos peruanos y un alicate. Después estudié Diseño de Moda y Tecnología en la Uniersidad Feevale en Novo Hamburgo, en la región metropolitana de Porto Alegre.

Luego viviendo en Zaragoza, descubrí una escuela de joyería y comencé a averiguar dónde estudiar. Estaba entre la Escola Massana, que tuve que descartar porque entonces estaba con mi bebe y no podía arreglármelas sola, y Contacto Directo en Lisboa, por el cual opté ya que contaba con la cercanía de una amiga. Así empecé a incursionar y estudiar joyería contemporánea, disciplina en la que me metí con todo.

“Hago las cosas cuando me da la gana y las hago porque creo mucho en ellas… Quería exhibir aquello que representara mi identidad, lo que verdaderamente me gusta… Además de querer conquistar a los clientes de hoy pretendía y pretendo también a los clientes del mañana”.

_¿Y qué te gusta?

_Me gustan las piezas más densas, con fuerza o cierta potencia, sobre todo, con una historia detrás, aunque no es lo único que tengo en mi galería. Me interesa mucho la joyería contemporánea que refleja la situación social; en Brasil, el país en que vivo, no es posible disociar la sociopolítica de la joyería. La joyería es una herramienta para que podamos hablar de lo que nos pasa; hablamos y nos expresamos haciendo o a través de la joyería. Y con esta creencia miro al mundo con preocupación, por cómo estamos.

Quienes comparten esta mirada expresada en la joyería contemporánea que ofrezco tienen sus joyas más clásicas y ahora buscan esas piezas u objetos que representen eso en lo que también creen.

La joya por sí sola tiene que ser algo impactante y cuando se conoce su historia, esa que representa y está por detrás impacta aún más, le da un significado especial.

 

“La joya por sí sola tiene que ser algo impactante y cuando se conoce su historia, esa que representa y está por detrás impacta aún más, le da un significado especial”.

 

Joyería contestataria

 

_Además de esa joyería que elegís o representás, ¿cómo es la joyería que vos hacés? 

_Incluye símbolos mágicos y religiosos que me interesan mucho. Busco que mi joyería sea contestataria, que tenga mucha expresión política. Es el resultado de una mezcla de mis propias experiencias personales que reflejan mi mundo, mi entorno. Y también representa cuestiones cotidianas con elementos de otras culturas con las que he tenido contacto.

A veces cuento una historia en particular y otras es un impacto de las situaciones sobre mí. Me gustan mucho los amuletos y objetos de poder de manera sutil.

He pasado por muchos materiales y técnicas. Me encanta mucho trabajar en metal. En mis últimos proyectos trabajé mucho con acrílico de descarte, objetos y maderas encontradas, hilo de pesca. Una gama muy amplia, en la que utilizo el material que me sirve con la técnica que me permite resolver el proyecto que quiero realizar.

Más que una línea relacionada con material y técnica tengo una línea de pensamiento.

 

“Busco que mi joyería sea contestataria, que tenga mucha expresión política. Es el resultado de una mezcla de mis propias experiencias personales. Y también representa cuestiones cotidianas con elementos de otras culturas”.

 

_¿De ese monólogo inicial al diálogo con otros artistas. ¿Cómo fueron esas otras expresiones u obras que en un principio decidiste poner en valor y exponer en tu galería?

_En Porto Alegre no hay propuestas en la misma línea que mencionaba, sí hay algunos más próximos pero no tan preciso en ese sentido porque están muy apegados a la forma y a la técnica que a una pieza con concepto.

En un principio estaba sola, contacté a algunos para generar un movimiento que muestre lo que acontecía en Brasil, entre los cuales estaba Miriam Korolkovas que ya la conocía de la galería de Thereza Seabra y con quien hicimos muchas exposiciones. En ese momento éramos las que más estábamos viendo cuál era el camino al que se orientaba la joyería contemporánea brasilera.

Empecé a participar como joyera de foros y eventos internacionales y sigo participando aun con la galería, aunque en realidad estoy más enfocada en promover el trabajo de los otros que el mío. Jamás paré de producir, pero tengo cada vez menos tiempo para los proyectos personales aunque estoy intentando cambiar eso.

 

Para poner en valor

 

Desde un principio, para poner en valor el trabajo del otro pienso en cómo presentar esas obras, cómo llegar a los clientes, cómo mostrarles o enseñarles una obra de joyería contemporánea.

Pero muchos joyeros de Brasil no tienen muy en claro de qué parte de la joyería forman parte. Además no siempre tienen muy en claro qué es joyería contemporánea o la joyería de arte, sin embargo hasta muchos no joyeros con intereses artísticos han participado de varios de los workshops que se dieron en mi galería.

Las primeras en ofrecer un workshop fueron la artista joyera sueca Helena Johansson Lindell, la alemana Iris Eichenberg y la japonesa Mari Ishikawa, entre otros que le siguieron.

 

“Para poner en valor el trabajo del otro pienso en cómo presentar esas obras, cómo llegar a los clientes, cómo mostrarles o enseñarles una obra de joyería contemporáneas.”

 

_¿Y qué es la joyería contemporánea?

_Es un arte portátil. No se trata de hacer muy bien una pieza de joyería, lo cual es importantísimo, sino que tiene igual relevancia la historia o el mensaje que comunica y el proceso que la sostiene.

Esta definición está más bien dirigida al público en general para poder llegar y alcanzar a un público no joyero, para no terminar hablando entre nosotros. Creo mucho en la joyería contemporánea, tiene mucho potencial, mucho por crecer y, a veces, no crece porque está muy distante de las personas en general. Por este motivo, pienso mucho qué y cómo lo voy a comunicar.

 

Jóvenes en la mira

 

Muchos jóvenes, de entre 18 y 20 años, visitan la galería pero no compran joyería contemporánea sino que más bien es adquirida por personas mayores. Me interesa que desde edad temprana comprendan la joyería y sepan que pueden portarla, que puede ser accesible para ellos y hasta les puede interesar crearla; me interesa que sepan que la joyería puede ser su opción profesional, a la cual pueden dedicarse y de la cual vivir.

No quiero que solo se acerquen a la galería las clientas de edad media de siempre, con una mente más abierta que aprecian el arte, que conocen y valoran, sino también aquellos que no conocen algo de joyería contemporánea, puedan descubrirla y darse cuenta que es mucho más que un adorno, que es una forma de expresión y que las piezas que ven siempre expresan algo y tienen una historia. Esto es más que una preocupación, es mi ocupación, porque pienso y estudio en cómo acercarme permanentemente.

Incluso muchos me preguntaron por qué siempre promuevo obras de artistas más allá de su género. Es que estoy en un país donde hay más travestis en el mundo y donde más matan travestis, por eso me interesa comunicarme con ellos y darles voz y espacio de alguna manera; y esto no es solo por su situación sino también porque me agrada estéticamente sus obras. Esta es una manera de acercarme al público, fundamentalmente porque la joyería contemporánea no es de hombres o mujeres, es más allá de cualquier género. Hablamos de lo mismo cuando represento a alguien por su obra más allá de que tenga certeza o no de su identidad.

La joyería contemporánea, entonces, más allá del material con que está hecha, de la técnica que se aplique y del género de quien la realice, es por lo que quiere decir.

Por esto, porque hay que ser muy preciso en lo que se dice, me encargo personalmente de la comunicación de la galería; claramente habrá gente más capacitada en marketing digital, pero no sé si estará al tanto o podrá comunicar lo que yo creo o pretendo de mi galería; es que la galería no es un negocio sino un proyecto de vida.

 

“La joyería contemporánea, entonces, más allá del material con que está hecha, de la técnica que se aplique y del género de quien la realice, es por lo que quiere decir.”

 

Mirada sociopolítica

 

_¿Qué querés comunicar?

_Quiero comunicar lo que creo como parte de la sociedad en la que vivo, lo que pasa también desde el punto de vista sociopolítico. Sé que a muchos artistas joyeros no les gusta referirse a la situación política, pero como somos latinoamericanos a muchos nos cuesta abstraernos de nuestra realidad: que tenemos el peor presidente del mundo, que las personas se mueren de hambre, que matan a quienes defienden derechos… ¿cómo no voy a hablar de esto? Como no soy una política no estoy activamente en otro campo sino en este, en la joyería.

Estoy haciendo joyas y a través de una joya podemos cuestionar lo que pasa, lo que nos pasa y creo que esto es muy bueno. En este sentido, claramente la joyería es una herramienta de comunicación. Creo que quienes tienen un espacio para comunicar deben apropiárselo tomarlo para hablar de lo importante que nos pasa, sea cual fuere el campo en que se desempeña.

 

“Quiero comunicar lo que creo como parte de la sociedad en la que vivo, lo que pasa también desde el punto de vista sociopolítico.”

 

_¿Alice Floriano tiene un pie en San Pablo? ¿Una galería itinerante?

_Puntualmente gestiono workshops en San Pablo, donde hay más demanda. En su momento abrí una galería que cerré cuando quedé embarazada en 2017.

Ahora organizo una especie de galería itinerante en lugares no convencionales, como bares u otro similares, los cuales son más interesantes y provocativos, atrae a otro tipo de público, que como decía siempre es la intención: ampliar la frontera de la joyería contemporánea, en los que por ejemplo exhibió Elyse Walker y la joyera japonesa Mari Ishikawa que hizo lo propio en un museo. Una experiencia interesante que pretendo repetir.

 

“Mi intención es ampliar la frontera de la joyería contemporánea.”

 

_¿Otras actividades complementarias?

_Cree grupos de estudios, subastas en favor de las comunidades indígenas e institutos necesitados y, entre otras acciones durante la pandemia, una exposición en un ambiente virtual creado junto con un cineasta que permitió adentrarse en una sala expositiva, como una mini película, la cual se mantiene en línea; bromeo que de manera infinita ya que sigue hasta que la tecnología pueda leer ese dispositivo; todo alrededor del tema máscaras, «Mask», que surgió mayo de 2020 sobre un objeto que experimentábamos y no sabíamos qué nos depararía su uso y que hasta tiene un sentido muy simbólico. La convocatoria fue muy exitosa con la participación de artistas joyeros de todo el mundo.

Por otra parte, ya vamos por la tercera edición de FIO. Surgió como un concurso para artistas joyeros brasileros pero a pedido amplié su alcance a nivel internacional para que puedan participar joyeros de otros países. Un concurso es una buena escuela, especial para joyeros interesados en probarse y desafiarse.

Arrancamos con la arquitecta y artista Nina Lima como jurado, ahora el team curatorial está en manos de Nina Lima también, Theo Smeets, Lisa Walker, Astrid Berens y Laura Cattani.

 

“Un concurso es una buena escuela, especial para joyeros interesados en probarse y desafiarse.”

“A través de una joya podemos cuestionar lo que nos pasa y esto es muy bueno.”

Porto Alegre, punto de referencia

 

_¿Cómo una galería de Porto Alegre consigue un alcance internacional tal que representa a joyeros destacados de todo el mundo y ofrece eventos que tienen gran convocatoria?

_En un principio no tenía idea que tanta gente conocía la Galería Alice Floriano, me sorprendía e impactaba que grandes referentes me tenían; hasta en la última bienal de Lisboa, los joyeros que más admiraba se me acercaban y hablaban conmigo para decirme que estaba haciendo un buen trabajo con la galería.

No lo planeé sino que la galería fue aconteciendo porque soy muy insistente porque la joyería es muy difícil y no siempre todo fluye pero es mi proyecto de vida. La clave está en que es un proyecto personal y como tal todo es sí o sí, doy todo por la galería y por la joyería contemporánea; por esto necesito que la galería acontezca. Siempre estoy a full, atenta, no relajo, siempre estoy haciendo, gestionando, pensando, proyectando y creo que es esta entrega la que hace que la galería tenga un alcance destacado.

Mi intención original era propagar la joyería contemporánea en Brasil y resultó que fue más allá de la frontera. Cuando uno tiene una convicción fuerte el crecimiento de un proyecto sin duda se da.

En consecuencia, estoy feliz de que por la Galería Alice Floriano, Porto Alegre termina siendo un punto de referencia de la joyería contemporánea. Estoy en Porto Alegre como podría estar en cualquier otro sitio, no pasa por la ciudad sino por el trabajo; funciona por las acciones que desde la galería llevo adelante.

 

“Soy muy insistente… la joyería es mi proyecto de vida… y como tal todo es sí o sí, doy todo por la galería y por la joyería contemporánea. Cuando uno tiene una convicción fuerte el crecimiento de un proyecto sin duda se da.”

 

_¿Qué otros puntos de Brasil son representativos de la joyería contemporánea o donde se desarrollan expresiones de joyería contemporánea?

_San Pablo y Río de Janeiro porque es donde están los joyeros que trabajan desde hace más tiempo. De hecho, por ejemplo, la mayoría de los participantes de la tercera edición de FIO fueron de San Pablo.

Es que este evento también tenía como fin mapear la joyería contemporánea de Brasil, quería descubrir a los joyeros que aún no habían llegado o que yo no estaba viendo.

 

“Con FIO quería descubrir a los joyeros que aún no habían llegado o que yo no estaba viendo.”

 

Nueva escuela de joyería

 

_¿Estás por abrir una escuela de joyería contemporánea?

_Sí, Algures, que significa en algún lugar en portugués. Y de eso se tratará, no importa en que lugar sino que le vamos a garantizar una buena formación en joyería. Arrancamos el próximo mes. Es que en Brasil no hay escuelas de joyería contemporánea. Me di cuenta que muchos hacían cursos cortos de manera aislada, de técnica, de escritura aplicada a la joyería, etc. pero al final muchas veces planteaban que no sabían cómo utilizar todo ese aprendizaje de manera integral.

Por eso, pretendo que se puedan preparar joyeros contemporáneos con una formación completa. El enfoque de la escuela será Joyería contemporánea con especialización en la cultura brasilera.

Estaremos a cargo con la joyera Nicole Uurbanus, de Países Bajos residente en San Pablo, y las brasileras Renata Porto y Nina Lima. Ofreceremos una carrera con dos años de joyería contemporánea básica, un año más de joyería contemporánea avanzada y un cuarto año para el desarrollo de un proyecto individual.

Se ofrecerán clases en portugués teóricas virtuales, con materias como Historia, de Arte e Historia de la Joyería, Diseño, Bordado, Ilustración y muchas más, y clases técnicas presenciales; pueden asistir de cualquier lugar del mundo porque las presenciales se pueden realizar en su país de origen ya que elegirá la escuela donde puede hacer las clases técnicas con edición y supervisión de mi escuela; ya tenemos una listas de escuelas prestigiosas y destacadas en distintos puntos del mundo con las que hacemos alianza.

Es un ecosistema de escuelas de joyería que creemos funcionará muy bien porque nos potenciamos entre todos.

Los estudiantes aspirantes no requieren de conocimientos técnicos. Pretendo que sean jóvenes ávidos y hasta puristas, súper interesados en la joyería contemporánea, la escuela no está pensada para quienes quieran distraerse con un hobby.

Me interesa un refresh de la joyería contemporánea por eso apunto a jóvenes que seguro podrán aportar otra mirada, ya no la del diseñador o arquitecto interesado en pasar a un  pequeño formato, cuyos puntos de vista influencia mucho la joyería local.

Este tipo de perfil que pretendo abriría mucho el campo. Es que un joven de 18 años promedio tiene décadas para desarrollarse y crear y eso asegura ampliar de alguna manera el alcance de la joyería contemporánea. Por otra parte, no se trata de cerrarnos a quienes a cierta altura de la vida tienen poder adquisitivo para consumir joyería, pretendemos algo más que consumidores que valoran lo distinto o lo que creen que los distingue.

 

“Con la escuela Algures pretendo que se puedan preparar joyeros contemporáneos con una formación completa. El enfoque de la escuela será Joyería contemporánea con especialización en la cultura brasilera.”

 

_De todos modos, está bueno el cruce de disciplinas.

_Sí, no está nada mal, pero me parece que muchos jóvenes no comprenden que la joyería puede ser una buena profesión y quiero ofrecer la oportunidad para que se den cuenta que es posible. Hago un esfuerzo enorme para comprender y tratar de responder a las expectativas de los jóvenes de la edad de mi hija, por ejemplo; me interesa mucho. Porque me cuestiono mucho a quiénes nos dirigimos, a quién le vamos hablar; cómo preparamos a los joyeros del futuro, cómo será la joyería contemporánea, qué hacemos para que sea, para que acontezca. Me gusta explorar todo, tener distintas miradas que enriquezcan el intercambio y la discusión.

Y quiero que la escuela se especialice en cultura brasilera porque Brasil es muy grande, parece que hay mucho pero cuando vas a buscar trabajos u obras están muy influenciadas por Europa; entonces, por qué no descubrir nuestra cultura; es muy superficial nuestro conocimiento acerca de lo que es el Brasil profundo; tenemos que estudiar más, conocer más.

 

“Me cuestiono mucho a quiénes nos dirigimos, a quién le vamos hablar; cómo preparamos a los joyeros del futuro, cómo será la joyería contemporánea, qué hacemos para que sea, para que acontezca.”

“Tengo en cuenta el impacto visual, el concepto, la coherencia en la propuesta y la técnica precisa, que es lo que hace a una joya.”

_¿Con qué criterio elegís a los joyeros de tu galería?

_Lo primero que tengo en cuenta es el impacto visual, el concepto, la coherencia en la propuesta y la técnica precisa, que es lo que hace a una joya. No podés tener una buena idea si está mal acabada. Hablamos, promovemos y hacemos joyas con esas características y esto debe ser el eje de la joyería contemporánea aunque parezca repetitivo.

Y para mí es condición que sea portable, es mi preferencia personal. Creo en la joyería contemporánea que se relaciona con el cuerpo sin ser portable, pero personalmente me encanta más lo que podés portar. Además, como es tan difícil hablar de joyería contemporánea en Brasil si fuera u optara por piezas muy conceptuales costaría más que se entiendan o acerquen.

 

“Para mí es condición que sea portable, es mi preferencia personal. Creo en la joyería contemporánea que se relaciona con el cuerpo sin ser portable, pero personalmente me encanta más lo que podés portara.”

 

Criterios de selección

 

_Tenés a muchos joyeros con una trascendencia destacada, ¿buscás ese perfil para tu galería?

_La mezcla del artista con una trayectoria con peso en el mercado con otros que están comenzando que tienen una propuesta interesante y sólida es muy bueno. Es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes están trabajando desde hace tiempo y, claro, está bueno tener variedad de propuestas para que el público pueda acceder.

Busco formar una opinión y por eso es importante tener propuestas posibles, fáciles de llevar porque quiero aproximar al público a la joyería contemporánea.

La galería cuenta con una tienda online que funciona muy bien, más de lo que esperaba, mejor desde fuera de Brasil que dentro. Muchas piezas de artistas del exterior son requeridas desde diversos lugares del mundo y también joyería de Brasil hacia el mundo.

En Alice Floriano están los brasileros Miriam Pappalardo, Nina Lima, Renata Porto, Kika Alvarenga, Mariah Rovery, Marcia Cirne Lima, Marina Sheetikoff, Tissa Berwanger, Cosat Tsailandesa, Vera Monfort, Virgilio Bahde, Thais Costa y Nicole Uurbanus que reside en Brasil.

Represento a cerca de 90 artistas joyeros de todo el mundo entre los cuales están Ruudt Peters de Países Bajos, Lisa Walker de Nueva Zelanda, Tanel Veenre de Estonia, Jorge Manilla de México, Sofia Bjšrkman y Marta Mattsson de Suecia, Julia Obermaier de Alemania, Hee-ang Kim de Corea del Sur, Malene Kastalje de Dinamarca, Carlos Silva y Ana Piña de Portugal, y Aisegul Telli de Turquía.

De Argentina, Agustina Ros, Andrea Vaggione, Eva Burton y Luz Arias

Tengo una lista enorme de joyeros por invitar conforme a la muestra que preveo o simplemente para el acervo de la galería. En breve se sumará Karl Fritsch, por ejemplo.

 

“La mezcla de artistas en mi galería es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes están trabajando desde hace tiempo y, claro, está bueno tener variedad de propuestas para que el público pueda acceder.”

 

Joyería argentina

 

_¿Cómo llegaste a MICA? ¿te interesa la joyería contemporánea argentina?

_Siempre me interesé por la joyería contemporánea argentina, y me pareció que la invitación a Mercados de Industrias Culturales de Argentina era una excelente oportunidad para ver de cerca la obra joyera local.

Conocía a muchos autores como Jimena Ríos, Jorge Castañón, Fabiana Gadano, Jessica Morillo, a las cuatro que presento en mi galería: Agustina Ros, Andrea Vaggione, Eva Burton y Luz Arias, claro, a quienes he acompañado el desarrollo de sus trabajos.

Conozco la movida de Joyeros Argentinos y la Bienal que llevan adelante con un alcance latinoamericano, lo cual me parece interesante. He participado de dos de sus ediciones con un proyecto del colectivo que lidera Renata Porto y Miriam Pappalardo.

Como artista también participé de Joya Barcelona. Ahora tengo un intercambio pendiente, un premio por el cual debo elegir un artista de Joya para exponer en mi galería, lo mismo con la semana de la joyería de Budapest. Y como galerista participé de las semanas de Milán y Atenas. Un intercambio súper interesante.

 

“Siempre me interesó la joyería argentina y conocía a muchos de sus autores… Y esta es una excelente oportunidad para ver de cerca la obra joyera local.”

 

_De lo que pudiste ver, ¿qué idea te llevás de la joyería contemporánea de Argentina?

_Me parece muy desarrollada, con muchos exponentes buenos. Me impresionó el polo cordobés que desconocía, lo mismo que muchos autores con un trabajo excelente.

Esta fue una experiencia espectacular y estoy segura que necesito venir mucho más para conocer más, para profundizar en la obra de joyeros locales y poder llevarme a la galería a buena parte de los grandes artistas que veo que hay.

 

“La joyería contemporánea de Argentina me parece muy desarrollada, con muchos exponentes buenos. Me impresionó el polo cordobés que desconocía, lo mismo que muchos autores con un trabajo excelente.”

 

_¿Algunos en la mira?

_Veremos… La proximidad de Porto Alegre y Buenos Aires es una ventaja por aprovechar y que tendré muy en cuenta, después de esta primera visita.

 

“La proximidad de Porto Alegre y Buenos Aires es una ventaja por aprovechar.”

 

_¿Ves puntos en común entre la joyería de Brasil y Argentina en general?

_Ciertamente la realidad latinoamericana en común nos puede permitir hablar de las cuestiones sociales que nos ocupan y preocupan. Es un tema que se puede trabajar muy bien.

 

“La realidad latinoamericana en común nos puede permitir hablar de las cuestiones sociales que nos ocupan y preocupan.”

 

Gabinete de curiosidades

 

_¿Qué es Gabinete de Curiosidades?

_Un proyecto que quería hacerlo desde que abrí la galería en 2015 porque une otros intereses personales. Al mudarme en 2020, tomé una sala para exponer moda de autor, objeto de diseño y arte. Durante una década estuve a cargo de la curaduría de una tienda de diseño y fue un ejercicio que hice con miras a realizarlo para mí, de acuerdo con mis gustos personales. La joyería contemporánea es mi interés principal pero no el único.

Es una mezcla de cosas interesantes e inesperadas dentro de una galería. Son piezas únicas o en pequeña escala, hechas a mano con una mirada artística.

 

“Gabinete de Curiosidades es una mezcla de cosas interesantes e inesperadas dentro de una galería. Son piezas únicas o en pequeña escala, hechas a mano con una mirada artística.”

 

_¿Proyectos?

_Gestiono diversos workshops, entre otros, en noviembre próximo con la joyera portuguesa Cristina Filipe. Este mes presento (el último fin de semana) una muestra de la joyera surcoreana Nam-Kyung Lee, ganadora de Joya 2020, Enjoia’t 2021 y Arte y Joya 2021, una selección que surgió como ganadora de Joya Barcelona.

Participaré de un circuito de galerías de Porto Alegre como parte de La Bienal de Mercosur, que se realizará desde mediados de septiembre hasta noviembre, llevando artistas visuales de mi ciudad y, ya que es un evento de la región, quiero incluir a dos joyeros de Argentina que conocí a propósito de esta visita.

Además, en el período de esta bienal expondré los trabajos de la última edición de FIO. Y en este camino sumaré mucho más en favor de la promoción de la joyería contemporánea, casi que es mi obsesión.


Magalí-Anidjar-taller-San-Cugat-del-Vallès-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Entrevista a Magalí Anidjar

Apuntes | Notas

Hay que buscar otras fuentes y dejar entrar diferentes puntos de vista


Entrevista a Magalí Anidjar

Por Delia Alicia Piña

 

Magalí-Anidjar-taller-San-Cugat-del-Vallès-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Desde San Cugat del Vallès, en Cataluña, donde ahora reside, Magalí Anidjar vuelve con sus manos a la obra, esta vez sobre la porcelana. Cuenta cómo se apropia de un proceso creativo que la reencuentra con el hacer joyero.

Tras su enriquecedora experiencia como profesora y gestora educativa en Casa Petit Comité, su espacio de intercambio interdisciplinario que llevó adelante en Buenos Aires con la participación de importantes referentes de la joyería internacional, plantea su interés de volver a las aulas como docente.

De cómo redefinirse y reconvertirse para volver al quehacer joyero, la importancia de seguir aprendiendo, la oferta educativa existente y su proyección. El valor de otros puntos de vista sobre la joyería, definiciones, opiniones y cómo es su trabajo.


_¿Estás trabajando sobre tu obra?

_Desde hace un año y dos meses estoy con mi familia en San Cugat del Vallès, en la provincia de Barcelona, Cataluña, tratando de volver a conectarme con mi trabajo porque durante los años de Casa Petit Comité, en Buenos Aires, mi obra quedó relegada por la enseñanza. Estoy volviendo y reinventándome.

Tenía muchas ganas de reencontrarme con otros materiales y, por lo que quería hacer, se impuso la porcelana.

Ya desde Argentina no encontraba quién me pudiera ayudar en esto;  mis amigas ceramistas me decían que desde hace años que no se conseguía -aunque entiendo que ahora sí- porcelana para hacerla líquida. Entonces los que saben hacían su propia formulación pero es complicado, no lograba llegar a hacerlo porque la porcelana es muy liviana, a diferencia de la arcilla, y te permite llegar a espesores bien finitos, y me interesaba esta dimensión para que las piezas resulten con un peso portable.

 

Manos a la obra

 

Además, quería indagar en la moldería, y aprendí a hacer los moldes de mis propias piezas y a modificarlas antes de que están secas. Es que se trata de piezas en porcelana de Limoges que viene premezclada y uno la prepara con agua y un agente defloculante en moldes de yeso, los hice también en madera, y las modifico cuando están húmedas, antes de pasarlas al horno.

Son piezas de color; empecé a trabajar con blanco, marrón y verde pero ahora estoy trabajando con negro y también se pueden esmaltar.

Por ahora, son piezas portables, más cerca de lo escultórico, pero bien podrían ser gigantes y me gustaría, cuestión de animarme, saltar de escala a ver qué pasa. Así saldría del espacio de la joyería que tiene que ver con portar en el cuerpo.

Para esto, estoy haciendo un curso de Moldes y Porcelana aplicada a la joyería con la joyera Trinidad Contreras, y también voy a un taller de Cerámica a alta temperatura para aprender más sobre las distintas pastas o arcillas que se pueden usar, con el fin de poder elegir cuál es la más adecuada para lo que quiero hacer; todo para independizarme y poder instalar un taller en mi casa. Hay mucho por aprender de este material, el uso del horno, los engobes, los pigmentos, es súper interesante. Estoy incursionando en un mundo que no era mío hasta ahora, estoy en proceso de apropiármelo.

 

“Por ahora, son piezas portables, más cerca de lo escultórico, pero bien podrían ser gigantes”.

“La joyería es una manera de construir espacios a mínima escala y me encanta trabajar esos espacios con humor y sorpresa”.

_¿Estudiaste joyería?

_Todo lo que estudié está conectado de alguna manera. Mi formación es en Diseño gráfico en la asociación ORT y luego hice un máster en Diseño y Dirección de Espacios Expositivos en la Elisava Escola Superior de Disseny de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, donde viví poco más de tres años hace 15 atrás aproximadamente.

Comencé a estudiar joyería cuando terminaba la carrera de Diseño gráfico porque necesitaba trabajar con lo manual, lo tangible, lo tridimensional. Empecé no porque me interesase la joyería per se sino porque me parecía un formato manejable para diseñar objetos, la arquitectura –que me gusta- tiene otra escala, así que fui a por la joyería. Y descubrí que me gustaba aprender sobre los materiales, cómo desarrollar mis ideas en metales y otros materiales y me encantó el aspecto constructivo y formal de la joyería.

Mi idea era poder llevar a cabo mis diseños en tres dimensiones, intentar que fueran factible, después si eso era ponible o arte fueron cuestiones sobre las que me fui preguntando con el tiempo. Hacía, y aún hoy sigo haciendo, dibujos de formas, volúmenes para luego llegar a construir y/o cambiarlo sino no funciona, sea porque es una línea recta que no se puede soldar con una curva, por ejemplo, es decir, todo eso que descubrís al llevar a cabo ideas. Esto es lo que me fascinaba y fascina de la joyería.

En un principio, durante mucho tiempo, trabajaba en plata, madera y acrílico y los mezclaba de acuerdo con lo que necesitaba para el diseño. Tenía mucho más que ver con lo geométrico, con lo constructivo, con observaciones de la arquitectura que me encanta. La joyería es una manera de construir espacios a mínima escala y me encanta trabajar esos espacios con humor y sorpresa. No es algo planificado; es el resultado. Es que si no se dan estos factores me deja de gustar, por eso también  prefiero no repetir.

 

Estudios de joyería

 

Primero estudié en la escuela de María Medici, luego me fui a estudiar a Florencia a Le Arti Orafe Jewellery Scuola hasta que descubrí Alchimia, que entonces se ofrecía tres años de estudios: el primero para principiantes, el segundo con un artista y el tercero con dos artistas; el segundo año lo hice con el joyero portugués Manuel Vilhena y me encantó.

Después seguí estudiando en la Elisava. Y regresé a Buenos Aires y continué durante cuatro años en el Taller de La Nave de Jorge Castañón. Entonces, no me alcanzaba ir una o dos veces por semanas, quería ir todos los días pero bueno las jornadas en que concurría eran de casi todo el día; buscaba que me rindiera, hasta sentir que estaba lista para estar todo el día en mi casa haciendo joyería sola; menos me parecía una actividad extra curricular o un hobby.

 

“Esa diferenciación entre diseñador y artista es ridícula, porque no es incompatible una con la otra.”

 

_¿No te gusta la repetición en la joyería?

_Me cuesta repetir. La repetición en la joyería, se da más en la comercial, es algo complicado; te tiene que gustar repetir, pero podés hacer una pieza varias veces o en serie y eso no te convierte en una marca comercial, sin embargo, creo que esa repetición tiene que cumplir alguna función. Depende de lo que quieras expresar.

Es que todo tiene que ver con la expresión, el arte en general, incluso el diseño. Esa diferenciación entre diseñador y artista es ridícula, porque no es incompatible una con la otra. Tampoco es que uno tiene que ser un artista porque es algo bueno en sí mismo; esa obsesión por ser un artista tampoco me cierra.

Tal vez invierto mucho tiempo en pensar las cosas y me siento mejor cuando las libero cuando las hago. Pase mucho reflexionando sobre el ámbito de trabajo, el alcance de actividad, por qué se llama joyería o joyería contemporánea, qué interpreta el otro cuando decís joyería o qué es o no joyería de arte, pero esto se traslada a cualquier disciplina, como el diseño gráfico también y el arte; cada uno interpreta con las herramientas que tiene.

“Tenía muchas ganas de reencontrarme con otros materiales y, por lo que quería hacer, se impuso la porcelana…”

Proyectos

 

_Conocés el circuito de cursos y maestrías universitarias.

_Sí, y ahora quiero insertarme aún más. Me gustaría incursionar como docente, para lo cual estoy elaborando un curso para dar en algunos de estos ámbitos y está referido al diseño de objetos como vehículo conector entre la joyería y el diseño.

En mi proceso de formación a través de los años he ido analizando o rumiando sobre estas relaciones o conexiones, como las limitaciones de la joyería, o si la joyería es un arte y cómo transmitirla o comunicarla más allá de su nicho, si interesa que sea joyería o diseño.

Insisto, la dicotomía entre el arte y el diseño es un absurdo que no tiene fin, hay maneras de explicarla intelectualmente. Creo que se usan herramientas de estas dos disciplinas y de muchas otras más.

Y se ve en la práctica cómo se cruzan las profesiones; en la joyería hay muchos psicólogos, psiquiatras, médicos, químicos, arquitectos, diseñadores, y cada uno trae lo suyo y no se están preguntando si lo que hacen es arte o diseño, hacen.

 

“Me gustaría incursionar como docente, para lo cual  estoy diseñando un curso referido al diseño de objetos como vehículo conector entre la joyería y el diseño”.

 

_La joyería tiene más que ver con el hacer que con el definir.

_Sin duda. La joyería tiene que ver con lo que se hace, el definir es posterior y depende de la mirada de cada uno. Hacer es mucho más importante hacer que interpretar.

Pero me fascina cuando las interpretaciones se fusionan en una muestra, sobre todo cuando interviene más de un artista; cuando se ve un concepto en común que los une, a partir del cual cada uno suma, desarrolla, cuenta una historia, es fascinante, pero al hacerlo quien lo hace no está pensando en cómo combinar con el otro, con suerte alguien los une.

Hacer, manifestarse y expresarse es lo más importante.

 

“La joyería tiene que ver con lo que se hace, el definir es posterior y depende de la mirada de cada uno”.

 

Circuito económico

 

_¿Se vive de la joyería?

_Yo tuve que trabajar en paralelo para subsistir, porque es muy difícil vivir de la joyería, ya sea de manera artística o comercial, conozco muy poca gente que puede vivir de la joyería, hasta los famosos que están en todas las exposiciones y venden en las mejores galerías, en general, viven de la enseñanza.

Existe la fantasía de que si te dedicás podés vivir de la joyería, pero insisto la mayoría vive de la enseñanza, solo algunos logran un proyecto comercial sostenible.

Yo fui fluctuando con los años. Participé en ferias, como Joya Barcelona y Puro Diseño, y me fue bien y me entusiasmé porque me contactaron de varias tiendas de museos de Estados Unidos, por ejemplo, hasta que me agarraron las restricciones económicas de principios de la década de 2010 cuando resultaba muy caro exportar y pagaba más por exportar que el rédito que podía conseguir por la venta de mis piezas en el exterior, un absurdo.

Entonces me puse a generar un proyecto educativo; opté por enseñar más que hacer y vender.

 

“Yo tuve que trabajar en paralelo para subsistir, porque es muy difícil vivir de la joyería.”

 

_¿Cómo fue la experiencia de Casa Petit Comité?

_Muy enriquecedora, se generó un intercambio único, interesantísimo. Un taller en el que organizaba e invitaba a especialistas a dictar cursos y talleres breves.

Convoqué a expertos que sumaron otras perspectivas y experiencias, como la profesora de joyería contemporánea japonesa Sayumi Yokouchi que ofreció dos workshops, uno de siete días junto con Jiro Kamata, entonces asistente artístico en el departamento de Joyería de la Academia de Bellas Artes de Munich, sobre «Engarces creativos y Material»; o Peter Vermanderer que dio un taller «Insignia para la vida cotidiana» de fundición directa de metales.

En todos, se trabajó de manera individual y también en equipos, se hicieron distintos ejercicios, se evaluaron los trabajos, se tuvo una comunicación constante con los profesores, una relación única con el trabajo y el material.

“La experiencia de Casa Petit Comité fue muy enriquecedora, se generó un intercambio único, interesantísimo. Entre los que participaron: Sayumi Yokouchi, Jiro Kamata y Peter Vermanderer.”

_Para entrar en el circuito internacional de la joyería tenés que aplicar y pagar.

_Sí, pero pasa en todas las disciplinas. Mi madre era escultora y recuerdo de chica que se quejaba de lo mismo. Para participar de concursos y exposiciones tenés que aplicar, te eligen y en su mayoría tenés que pagar.

Primero, hay que decidir si se quiere esa proyección  internacional, qué se quiere y luego hay que saber elegir, dónde participar, con quién, para qué, de qué manera, etc.

En su momento, opté por Joya Barcelona, que me costaba lo mismo que Puro Diseño… porque iba a tener -y tuve- más exposición, porque vio más gente que en La Rural, y en ese momento quería vender.

Algunos de estos eventos forman parte de circuitos muy aceitados en lo económico, por eso mismo hay que evaluar muy bien el costo beneficio.

Pero para mí lo mejor de participar del circuito internacional fue el intercambio con artistas y joyeros de distintos lugares del mundo, que permitió conocer otras obras, otras miradas y resultó muy interesante.

Otra cuestión son las ferias que cobran entradas y se nota gran resistencia a pagar para ingresar cuando después tenés que pagar por una pieza, el pago para comprar no cierra; es una modalidad que se cuestiona y a la larga va tener que cambiar.

Además muchas de estas propuestas son muy de nicho, terminan siendo eventos de joyeros para joyeros y no están bueno, son muy limitantes. Sin embargo, son una vidriera que conecta.

Por otra parte, es cierto que en el exterior, las galerías y museos te compran las piezas; la consignación es una modalidad que se da solo en Argentina y resulta una falta de respeto con el artista o joyero, te hacen cargo de un riesgo que no corresponde.

 

“Para mí lo mejor de participar del circuito internacional fue el intercambio con artistas y joyeros de todo el mundo, que permitió conocer otras obras, otras miradas y resultó muy interesante”

 

_¿Tu intención es repetir la experiencia de Casa Petit Comité en Barcelona?

_Me encantaría. Aún estoy instalándome, adaptándome, intentando sentirme cómoda con lo que hago para después proyectar y ver si sumo y a quién puedo convocar.

Solo hace poco más de un año que estoy en Barcelona y voy paso a paso. Y recién ahora se puede empezar a salir, estuvimos encerrados, más que allá, en Buenos Aires, no podíamos salir de la comarca y salvo las escuelas y los supermercados no había nada abierto.

Me gustaría mucho retomar ese proyecto y sumar otras voces. Es que cada vez más la joyería necesita alejarse de la joyería, porque hay que buscar otras fuentes de alimentación, hay que dejar entrar diferentes puntos de vista, ampliar la mirada; todavía la joyería tiene algo de medieval al remitirse solo al oficio, que está bien para aprender, pero después tiene que poder soltarse y abrirse si quiere ser considerado arte o entrar al mundo del arte. Hay que dejarse influir, y que los joyeros no solo se dediquen o enseñen joyería.

En ese sentido, destaco muchísimo el trabajo de la Cátedra Kweitel de Proyecto de Accesorios de la FADU-UBA que propone un marco conceptual amplio e interdisciplinario para  abordar los procesos creativos.

 

Necesidad de un abordaje interdisciplinario

 

En Casa Petit Comité recibí a varios estudiantes universitarios y advertí que no entraban por la joyería sino por lo conceptual, porque tenían las ideas de lo que querían hacer y sabían experimentar libremente con los materiales pero necesitaban ayuda para resolverlas  como joya. Venían a aprender cómo se hacía un broche, por ejemplo, cómo se soldaba o si convenía que haya metal. Tenían -y tienen- un camino recorrido al revés de lo que se ve en algunas escuelas de joyería, con un bagaje conceptual súper; sabían -y saben- exactamente cómo manejar los volúmenes, tienen el criterio estético y el conocimiento de la morfología que, en general, la gente que hace solo joyería no lo tiene, porque trabajan más con los ejercicios clásicos de la joyería para aprender.

Varios de esos estudiantes universitarios mostraron una capacidad especial para aprender lo que necesitaban con el fin de hacer lo que querían, como Carolina Rico que tiene ese don hacer lo que la representa en cada momento de su vida; se empodera para decidir qué le sirve, qué es lo que expresa lo que quiere y lo lleva adelante.

Sé que hay algunos talleres, como el de Jorge Castañón, con lista de espera, en los hay que demostrar un interés real para ingresar. Y también está la escuela de Jimena Ríos, la única integral, muy completa e interesante.

Es genial que exista un espacio que proponga una formación constante y profunda del oficio y otro con la amplitud y la mirada desprejuiciada que suma a otros actores del arte, como bailarines, músicos, escultores. Todas propuestas que equilibran la oferta

 

“…Cada vez más la joyería necesita alejarse de la joyería, porque hay que buscar otras fuentes de alimentación hay que dejar entrar diferentes puntos de vista, ampliar la mirada.”

 

_¿Es accesible hacer joyería contemporánea?

_No es barato hacer joyería contemporánea, en general; hay muchos que tienen recursos económicos.

Y hay otros que tienen la decisión de querer vivir de la joyería y eso es un motor increíble, hasta en la vida misma, y lo logran; se potencian, como decía, se empoderan y revalorizan. Aprenden enseguida porque tienen interés, no esperan a la próxima clase para seguir probando, avanzan, investigan y descubren solos.

Son los que tienen un bagaje conceptual importante, los que vienen del campo proyectual: ya tuvieron la idea, ya la imaginaron, ya la construyeron, la pudieron plasmar en el papel o la pudieron transmitir en palabras o con música, con lo que sea y luego prueban materializarla. Ese bagaje les permite discernir y saber lo que quieren y suelen quererlo ya; a ellos más que enseñarles, enseñan.

 

“No es barato hacer joyería contemporánea, en general.”

 

_¿Trabajar en el exterior valida lo que uno hace?

_Cuando te vas al exterior naturalmente tenés que redefinirte, contextualizarte: quién soy, qué estoy haciendo acá, o que quiero o puedo hacer acá, qué tengo para ofrecer, cuál es mi experiencia.

Tenés que adaptarte de alguna manera y encontrarte con lo tuyo. Y en eso estoy.


Entrevista a Vivian Heidenreich

Apuntes | Notas

Muy pocos saben que existe la joyería como disciplina de bellas artes


Entrevista a Vivian Heidenreich

 

Por Delia Alicia Piña

 

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Le atrae hacer con las manos obras en pequeños formatos, tanto que dejó la arquitectura para dedicarse a full a la joyería contemporánea.

Vivian Heidenreich trabaja con el textil para mostrar el rol histórico que tiene la mujer en su uso, pero también elige otros materiales, como el esmalte sobre cobre, que se amoldan a lo que quiere comunicar, siempre referido a relatos cotidianos.

Dice que el papel de los artistas en la sociedad es poder mostrar y hacer una crítica constructiva de eso que no se puede o quiere ver, y hacia esa meta pretende orientar su incipiente carrera joyera.

Es alumna de Escuela Eloi y se especializa en joyería en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de Munich.

Su experiencia en uno de los institutos más destacados, donde ya expuso su trabajo; lo hay que tener en cuenta a la hora de elegir un lugar para estudiar Joyería; la dinámica de las galerías que trabajan con joyería artística, y las obras que la definen.


_Estudiaste joyería en Eloi.

_Sí arranqué en Taller Eloi y me interesó muchísimo el programa de la escuela y lo quiero hacer completo. Empecé cuando ya ejercía como arquitecta, tenía un estudio con una amiga.

Paralelamente comencé a hacer joyería una vez por semana y descubrí que eso era lo mío. Dejé el estudio, me dediqué full time a la joyería en Escuela Eloi, en tanto apliqué a la Academia de Bellas Artes de Munich y conseguí ser aprobada.

 

“Me dediqué full time a la joyería en Escuela Eloi, en tanto apliqué a la Academia de Bellas Artes de Munich y conseguí ser aprobada”.

 

_¿Por qué pasaste de la arquitectura a la joyería?

_Siempre hice mucho trabajo artístico. Al mismo tiempo que estudié arquitectura en la UBA hice pintura y muchísimos talleres de escultura y cuando estaba trabajando en una pieza por fundir se la mostré a una compañera y al verla me dijo que si hacía ese formato tendría que hacer joyería; esa pieza era de formato pequeño, el cual me gusta mucho; cuando era adolescente había hecho un taller de joyería pero quedó ahí.

Esa compañera me recomendó Eloi y así empecé a incursionar formalmente en la joyería contemporánea con un curso intensivo de verano, luego un taller semanal, hasta que advertí que estaba toda la semana en el estudio de arquitectura pensando cuándo llegaría el miércoles para ir a hacer joyería.

Me encanta la arquitectura pero en Argentina cuando ejercés como arquitecta te ves obligada a ser contadora, financista, hacer marketing, etc. y me resultó cansador estar lidiando con proveedores en este contexto económico hasta que dije basta! Y fue entonces cuando opté por joyería contemporánea en Escuela Eloi.

En un principio, la escuela empezó online con proyectos en simultáneo con Cranbrook Academy of Art y contamos con la invalorable observación crítica de la artista visual y orfebre, jefa del departamento de Metales de esa escuela, Iris Eichenberg. 

También, seminarios con la historiadora y maestra en artes visuales Lori Talcott, entre otras oportunidades, únicas, que de otra manera no hubiesen sido posibles, sobre todo, si hubiesen tenido que ser presenciales, fundamentalmente por el costo. Fue una experiencia buenísima, enriquecedora, invalorable, de las que aprendí un montón.

 

“Advertí que estaba toda la semana en el estudio de arquitectura pensando cuándo llegaría el miércoles para ir a hacer joyería.”

 

_¿Hay algo de la arquitectura que apliques a la joyería?

_Lo que más disfruté de estudiar arquitectura fue la parte manual de hacer las maquetas. El hacer con las manos me atrae, pero no sé si me viene de la arquitectura específicamente. La vida profesional es muy diferente como en todas las carreras.

Puede ser que tanto en la arquitectura como en la joyería trato de alguna manera mantener al usuario en el centro. Siempre pienso en que sea cómodo, práctico y útil, tanto como poder meter en el lavarropas un collar de tela. Me dedicaba al interiorismo y ubicaba al usuario cotidiano en el centro de la historia, en ese sentido, lo mismo hago con la joyería.

Con la joyería trato de contar historias que tengan al usuario cotidiano en el centro de la escena.

 

“Con la joyería trato de contar historias que tengan al usuario en el centro de la escena.”

 

_Ahora estudiás en la Academia de Bellas Artes de Munich, ¿cómo accediste, por qué ahí y qué estás estudiando?

_Apliqué tras una entrevista exhaustiva meses antes para Schmuck und gerät, es decir, Joyería y contenedores u objetos de mesa, que ahora está dentro de Bellas Artes. Es que la técnica para hacer una cosa u otra termina siendo muy similar, como soldar o fundir oro y plata. Pero allí se hace mucha joyería y menos holloware.

 

La joyería como bella arte

 

La directora del programa es la artista visual de origen danés Karen Pontoppidan, quien se desempeñaba como profesora desde 2015 y hoy fue nombrada presidenta de la Academia de Bellas Artes de Munich, la primera que viene del mundo de la joyería, lo cual es un gran incentivo para la actividad y una gran oportunidad para mí formar parte de ese programa que se impulsa.

El profesor que la reemplazará como docente será David Clarke, un egresado del Royal College of Art especializado en platería que hace bastante trabaja con holloware, y entiendo que su designación tiene la intención de hacer crecer ese departamento.

De las academias más interesantes e importantes del mundo: la Rietveld Schröder House en Utrecht, Países Bajos; Cranbrook Academy of Art en Bloomfield Hills, Michigan, y esta, la Akademie der Bildenden Künste de Munich, me cerraba más esta última porque al ser estatal resulta más accesible y, además, logré conciliar mi vida personal mucho mejor.

Hice un seguimiento de los trabajos presentados o el alcance que han tenido los proyectos de alumnos de estas dos últimas academias y se advierte un excelente nivel. Sé que hay otras opciones, en Italia, por ejemplo, pero la elegida y a la que logré ingresar para mí es mucho mejor.

 

“Apliqué tras una entrevista exhaustiva meses antes para Schmuck und gerät, es decir,  Joyería y contenedores u objetos de mesa, que ahora está dentro de Bellas Artes.”

 

Para tener en cuenta

 

_¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un lugar para estudiar Joyería?

_Me parece que está bueno no solo ver si los directivos son buenos joyeros sino también ver que sean buenos docentes. Para eso hice un relevamiento de las opiniones de los alumnos, lo cual recomiendo a la hora de decidir dónde estudiar sea lo que fuere tanto en el exterior como en el país. En este caso, todos los estudiantes de la academia de Munich hablaban muy bien del programa y me pareció que sus trabajos eran maravillosos.

Allí entonces estudio Joyería, dentro de un marco artístico. Y en ese camino me dedico a hacer obra, joyería artística, como otros pueden hacer esculturas, por ejemplo; es del tipo de obras que pueden verse en galerías, no son en serie; bueno, pueden ser series limitadas como las de David Bielander, artista suizo egresado de la Academia de Bellas Artes de Munich que hace series de 12, las cuales, no obstante, son piezas únicas; ciertamente otros artistas también hacen en cantidad pero nunca son piezas iguales; no son las que se mandan a fundir y se hacen cientos de la misma.

Tal vez esto no es tan rentable pero el trabajo que se aprende y desarrolla no es ni más ni menos que como otro del rubro del arte.

“Hago obra, joyería artística, como otros pueden hacer esculturas.”

_Esa joyería artística es independiente del material.

_Sí, en la academia se trabajan todos los materiales y se tiene muy en cuenta cuál es la historia y posibilidades que ese material proporciona; se trata de usar el material a tu favor. Es decir, no es lo mismo hacer una pieza en oro que en bronce; el oro tiene una historia, un contenido y hasta un precio muy diferente al de otros metales y es totalmente diferente que trabajar con madera, cerámica, vidrio o papel. Es decir, el uso del material depende de la historia el tema o el mensaje que se quiera transmitir.

Se hace mucho hincapié en ver cuál es la historia que se quiere contar con la pieza que estás haciendo, qué mensaje lleva tu pieza y cuál es el tema.

 

“El uso del material depende de la historia el tema o el mensaje que se quiera transmitir”.

 

Trabajo textil

 

 

_¿Cuál es el tuyo?

_Depende mucho del trabajo que haga. Como cualquier otro artista puedo tener una línea de trabajo que vaya en un material y puedo tener otras con relatos de historias que usan varios materiales.

En este momento, estoy trabajando mucho con el textil en particular sobre el peso histórico que tiene la mujer en su uso; desde la generación de nuestras abuelas que hicieron que el textil fuera doméstico con la confección de la ropa, los textiles de la mesa y el bordado por horas; me interesa la historia que pone de manifiesto el lado femenino del textil; y obviamente, la historia sería otra si trabajara con bronce, por ejemplo.

Pero también trabajo con otros materiales que cuentan otras historias; según lo que quiero contar elijo el material adecuado.

 

“Estoy trabajando mucho con el textil, en particular, sobre el peso histórico que tiene la mujer en su uso”.

 

_En la muestra «Amuletos» de Taller Eloi también contaste una historia del quehacer cotidiano pero en otro material.

_Claro, sí. Es una obra que se llama «¿Hoy qué comemos?», una serie de collares con medallas en cobre esmaltado que ilustran las recetas que cociné durante la pandemia, una suerte de amuleto que servía para que no nos pese esa fastidiosa pregunta que surge a diario en cualquier casa.

El material es el esmalte pero terminó siendo un medio para la pintura, que es lo más importante de ese trabajo. La construcción de la obra fue parte de un proceso.

Lo doméstico y la rutina son temas que me interesan, y la pandemia me dio la oportunidad de reflejarlo; nunca antes tan potenciada la cotidianeidad!

 

“Lo doméstico y la rutina son temas que me interesan, y la pandemia me dio la oportunidad de reflejarlos.”

 

Historias cotidianas

 

_¿Cómo surgió «¿Hoy qué comemos?»?

_Surgió en plena pandemia, en la que se me hizo muy pesado definir todos los días qué comer y necesité anotarme ideas o recetas porque no quería estar pensándolo, además me aburre comer siempre lo mismo y la salida del delivery no es sostenible. Y también porque está bueno comer comida casera, que es más sana, equilibrada, estacional.

Por todo esto, decidí hacer piezas de joyería con un repertorio de platos para cocinar. Son medallas de cobre esmaltado con pintura vitrificada; una serie de platitos pintados a mano que justamente fueron al horno; numerados, hasta ahora hice 40.

Es un proyecto que se ampliará, la idea es tener acceso a la receta del platito dibujado, generar un canal de comunicación que incluya sugerencias o pedidos de piezas con determinadas recetas…

 

“Decidí hacer piezas de joyería con un repertorio de platos para cocinar. Son medallas de cobre esmaltado con pintura vitrificada.”

 

_Te gusta dibujar.

_Me encanta dibujar, pintar y hacer acuarelas. No es algo que haga mucho o muy seguido, pero lo hice durante muchos años de chica, y ahora me gustó mucho aplicarlo a la joyería contemporánea. Mi familia materna es muy artística, de hecho mi tataraabuela estudió pintura en la academia de Bellas Artes de Munich.

 

“Me gustó mucho aplicar la pintura a la joyería contemporánea.”

 

_¿«Amuletos» es la primera exposición en la que participaste?

_Fue la primera en la que expuse joyería. Ya había exhibido piezas de pintura y escultura. Estudié con el pintor Ariel Mlynarzewicz en su taller Grupo Boedo; también con el escultor Aldo Caponi y con su hijo Axel que está en la Asociación Estimulo de Bellas Artes.

En el principio de mi trabajo joyero de dediqué a full a la formación técnica en Eloi y no tanto a la obra hasta que hice pequeñas colecciones de aros y collares en plata para Tienda Eloi, pero no mucho más porque por entonces estaba estudiando Arquitectura.

Pero estoy muy contenta porque pasé de la expo de Eloi a la de la Academia de Bellas Artes de Munich, todo un salto.

“Me encanta dibujar, pintar y hacer acuarelas… y me gustó mucho aplicarlo a la joyería contemporánea.”

_¿Cómo es la experiencia de estudiar joyería en una de las academias más importantes o destacadas en su especialidad?

_La academia de Munich, con la dirección de Karen Pontoppidan, busca defender fuertemente la modalidad de enseñanza de maestro con aprendices, que no es igual a otros másteres; no hay créditos ni horarios de clases sino que lo importante es hacer análisis y discusión de los procesos de obra que se presentan, lo cual es súper interesante, práctico y enriquecedor.

 

Maestro con aprendices

 

Aprendés muchísimo con la puesta en común de diversos puntos de vista, y se dan encuentros con las docentes según la necesidad de cada alumno.

La mayoría es gente muy formada, sabe trabajar sola y pide feedback cuando lo necesita; otros solicitan un punto de partida y ejercicios; algunos hacen un proyecto de investigación no obra física.

La modalidad de estudio es abierta e intensa a la vez, y requiere de responsabilidad y dedicación. Los docentes priorizan que cada uno encuentre su camino, y están siempre dispuestos a apoyar y empujar de manera libre, lo cual a veces genera vértigo o miedo porque no sabés si estás en lo correcto, pero insisto aprendés muchísimo.

Es clara la pretensión de que durante los cuatro años y medio que lleva graduarse puedas aprender a trabajar de manera independiente, sin que alguien te diga qué hacer o no.

Los egresados de esta academia terminan con un nivel de independencia fantástico y te permite insertarte y trabajar con gran soltura en cualquier ámbito.

También hoy están sumando algunas materias teóricas con carga horaria, como historia del arte o filosofía, pero no es el fuerte de la propuesta.

Esto responde a que históricamente los estudiantes de Joyería que asisten a la academia de Munich siempre cuentan con una formación sólida y experiencia previa, por eso las discusiones de obra aportan muchísimo y son un gran desafío.

 

“Los estudiantes de Joyería que asisten a la academia de Munich siempre cuentan con una formación sólida y experiencia previa, por eso las discusiones de obra aportan muchísimo y son un gran desafío”

 

_Para llegar a un máster, ¿qué recomendarías?

_Antes de un máster recomiendo una escuela de formación integral, que incluya desde historia, preparación técnica hasta el desarrollo creativo porque con estas herramientas después podés aplicar a una universidad del exterior sin dificultad. Por esto, Escuela Eloi de Jimena Ríos me parece que es la mejor opción disponible en el país.

Allí aprendí muchísimo porque los docentes están supercapacitados y permanentemente renuevan propuestas en talleres, seminarios y workshops con consultores y artistas de renombre de vasta experiencia.

Comprobé que muchos de mis compañeros de la academia de Alemania no tuvieron ese acceso al conocimiento o esa formación integral en joyería; con lo cual, Escuela Eloi no tiene nada que envidiarle a otras academias. Entiendo que en este caso no son comparables porque los programas son diferentes, la de Munich ofrece un segundo nivel sobre el primero, no menos sólido, el cual podemos alcanzar aquí como una excelente plataforma de lanzamiento. Justamente por eso aprovecharé el receso escolar de la academia para continuar con el programa de Eloi.

Ese segundo nivel al que me refiero, que ofrece la academia de Munich, por ejemplo, no siempre requiere de estudios previos en Joyería sino que se puede acceder desde otras disciplinas del arte o prácticas afines.

Otras academias tienen una propuesta distinta, como las de Londres, Florencia o Utrecht. Incluso Cranbrook es diferente, es espectacular, costo incluido, pero trabaja con la modalidad de campus, un formato que en lo personal no me gusta; prefiero estudiar en una ciudad en la que puedo experimentar, caminar y vivir, no en un lugar apartado.

 

“Antes de un máster recomiendo una escuela de formación integral, que incluya desde historia, preparación técnica hasta el desarrollo creativo, porque con estas herramientas después podés aplicar a una universidad del exterior sin dificultades.”

 

_Con todo, ¿buscabas consolidar tu formación como joyera?

_Me interesaba tener una experiencia en el exterior, para ampliar mi horizonte y enriquecerme con el intercambio social que se da entre estudiantes de distintas culturas con un nivel académico destacado, lo cual pone la vara alto.

Acá lo que ocurre que el entorno no está a la altura porque no hay galerías donde ver, exponer o hasta vender obra ni mercado interesado. Hay desarrollo de joyería artística pero son propuestas muy de nicho y, en el mejor de los casos, se ve en contadas tiendas o de museo con otros valores que no siempre se condicen con el trabajo que implica una pieza artística.

En el exterior se puede aprender la dinámica de las galerías que trabajan con joyería artística, conocer y tener contacto con la gente del rubro y se puede entrar en ese circuito que sin duda tiene otra proyección; todo esto tiene mucho valor. Está bueno intentarlo, al menos.

Y también estudiar y desarrollarse en el exterior es una oportunidad para mostrar el trabajo argentino y su alcance; es una manera de exportar cultura, de contar nuestras historias y, de igual modo, es una oportunidad de evidenciar que en nuestro país también hay una movida joyera; sino salimos no nos ven, es difícil que nos vean o vengan a buscar.

 

“Estudiar y desarrollarse en el exterior es una oportunidad para mostrar el trabajo argentino y su alcance.”

 

Mano a mano con referentes

 

_¿Cómo fue el viaje de egresados de Escuela Eloi junto con Cranbrook?

_Fue un recorrido espectacular por talleres, estudios y galerías de Munich y Berlín. Participé de la primera parte en Munich, donde estuvimos en los estudios de Helen Britton, David Bielander, Jiro Kamata, Gerd  y Daniel Kruger.

Buenísimo porque fueron encuentros personalizados con artistas joyeros, vimos el backstage de sus joyas y sus increíbles procesos creativos. Estar mano a mano con referentes de la joyería contemporánea internacional fue una oportunidad única.

Sumamos visitas a galerías y museos, a pesar de que no estaba la feria de Schmuck pospuesta para julio. Hubo muchas exposiciones interesantes, muy bien armadas y curadas, y al no estar la feria nos dio el tiempo para recorrer bien otras muestras de joyería artística.

 

“Estar mano a mano con referentes de la joyería contemporánea internacional fue una oportunidad única.”

 

_¿La Academia de Bellas Artes también ofreció una muestra?

_Sí, se hizo en un espacio público, a la salida de la estación de subte U-Bahn Station Universität de Munich. Un lugar en el que los estudiantes pudimos exponer nuestras obras.

Las presentamos en la muestra «Deine Zauber Binden Wieder» o Tu magia vuelve a unir, basada en el principio de la Oda a la alegría, en la que realizamos como una víbora de ropa colgada unida por joyería contemporánea. Así la manga de un saco y la pierna de un pantalón se unía con un broche o el cuello de un suéter se enganchaba con un collar a la cintura de una falda, por ejemplo.

Buscamos representar el concepto de que la joyería puede ser un vínculo que una a las personas después de la pandemia de Covid 19. Una propuesta que funcionó muy bien. y aunque no fue la intención original, se planteó justo con la guerra en Ucrania y reforzó la idea de dejar de pelearnos e intentar unirnos.

Allí presenté dos collares hechos con textil de descarte y un anillo de casamiento judío, también realizado con telas de desecho.

“La joyería puede ser un vínculo que una a las personas.”

_¿Cómo es tu trabajo de joyería textil?

_Son piezas clásicas de joyería hechas en diversos textiles. Se trata de cadenas de eslabones realizados con en telas recicladas de descartes de cortinas, cosidas a mano, portables, a escala del cuerpo obvio.

Y trabajo con este material porque el descarte textil es enorme. En el mundo, cada año se generan aproximadamente 92 millones de toneladas de residuos textiles. Y ya es hora de parar, no solo por lo que implica su vertido al suelo y el consecuente efecto invernadero sino previamente por la huella hídrica, solo una remera de algodón supone el uso de más de 2000 litros de agua.

 

Lo bueno de reutilizar

 

Además hay mucho desprecio por el textil: si se rompe se tira, si está viejo también se descarta. Está bueno reutilizar, nos hemos olvidado de cómo se reparan y arreglan las cosas. A pesar de todo, acá se conserva, cuida y arregla mucho más que en otros países de Europa o de Estados Unidos.

El textil está muy relacionado a lo femenino y como dije es un tema que me interesa y define. Y también está muy vinculado a la vestimenta, está bueno empezar a asociarlo con la joyería contemporánea porque hay trabajos buenísimos hechos con descarte textil.  Uno no cuida la ropa como cuida las joyas y poner el textil en valor desde la joyería es una labor que me interesa. El textil es un material precioso que hace falta cuidar no descarar y nada mejor que la joyería para hacerlo.

 

“El textil es un material precioso que hace falta cuidar no descartar, y nada mejor que la joyería para hacerlo.”

 

_¿Cómo es tu trabajo?

_En este momento estoy haciendo joyería textil, no sé más adelante. También trabajo en otros materiales, como metales esmaltados, pero creo que mi trabajo es más de investigación. Estoy en el inicio de un proceso, que veremos a dónde me llevará.

 

“Mi trabajo es más de investigación.”

 

_¿Qué obras te definen?

_Tengo un trabajo extenso sobre mi familia. Es una pieza corporal en la que cada persona de mi familia está representada por una parte del cuerpo y a partir de esta hice un mapa familiar con moldes de costura.

Un trabajo interesante porque siempre aprender, estudiar, pensar y reflexionar de dónde venimos, de dónde saliste o quiénes estuvieron antes nos ayuda y nos da herramientas para seguir adelante.

Me gusta mucho un trabajo que hice con llaves que fue más una investigación que no se si terminó siendo una pieza de joyería o no tampoco creo que sea lo importante; fue más un punto de partida que me gustaría retomar.

Se trata de un trabajo de edición fotográfica a partir de una serie de fotos de una misma llave, armado como un rompecabezas, que es una crítica a la seguridad, o más bien inseguridad, informática por cómo entregamos toda nuestra información personal, por ejemplo al aceptar todas las cookies, para que después sepan cómo venderte más cosas; un ciberespionaje a escala masiva que incentivamos de manera inconsciente al dar esas llaves con las que se meten en nuestra vida.

 

“Aprender, estudiar, pensar y reflexionar de dónde venimos, de dónde saliste o quiénes estuvieron antes nos ayuda y nos da herramientas para seguir adelante.”

 

Metas

 

_¿Y cuál es tu intención con esta joyería?

_El rol de los artistas en la sociedad es poder mostrar eso que no se puede o quiere ver. Y me parece interesante que los artistas puedan tener una mirada externa para hacer críticas constructivas, lo cual lleva años de estudio e investigación que permitan aprender a leer o decodificar una sociedad.

Este es un papel que bien puede asumir el artista joyero. Y en este enfoque pretendo inscribirme a lo largo de mi carrera.

 

“El rol de los artistas es poder mostrar eso que no se puede o quiere ver. Y me parece interesante que puedan tener una mirada externa para hacer críticas constructivas, lo cual lleva años de estudio e investigación que permitan aprender a leer o decodificar una sociedad… En este enfoque pretendo inscribirme a lo largo de mi carrera”

 

_¿Qué criticarías hoy?

_La resistencia a aceptar la igualdad de géneros y la negación de la necesidad del movimiento feminista, aún en Alemania que se compara con otras sociedades más avanzadas en esto como la danesa. La manera en que se trabaja que hace que laburemos más y vivamos menos. Pero hay muchos otros temas que no involucran a toda la sociedad, como la inseguridad o los miedos personales que nos atraviesan e igualan, pero de los cuales no se habla mucho.

Estos son temas que podemos visibilizar desde la joyería contemporánea y eso me entusiasma.

Por ahora estoy tratando de hablar del papel de la mujer o de lo femenino en el cotidiano, en el hacer doméstico rutinario hasta ritual, porque aunque creamos que avanzamos y estamos en condiciones de más igualdad con el hombre millones de mujeres siguen relegadas y condicionadas en sus casas, se hacen cargo de tareas domésticas de todo tipo más que los hombres; nos falta mucho por hacer, decir y denunciar y creo que la joyería contemporánea es un buen vehículo.

 

“Nos falta mucho por hacer, decir y denunciar y creo que la joyería contemporánea es un buen vehículo.”

 

_¿Qué pretendés de tu futuro como joyera?

_Lo primero que me pregunto como cualquier estudiante de joyería es de qué voy a vivir. Y en este escenario es muy difícil sustentarse; la gran mayoría se sostiene económicamente con otro trabajo, como docente por ejemplo; es poco probable vivir exclusivamente de la joyería durante la primera década de trabajo. Es una cuestión que se escucha mucho en la academia, por ejemplo. Es una pena pero sabemos que son las reglas del juego.

La joyería me encanta y me gustaría que hubiera más gente dedicada a este rubro porque habría más voces, expresiones y desafíos, más variedad que siempre enriquece la discusión  y suma miradas sobre lo que nos pasa. Que se agrande el rubro haría que se amplíe el mercado o al menos eso me gustaría. Muy pocos saben que existe la joyería como disciplina de bellas artes.

 

“Me gustaría que hubiera más gente dedicada a este rubro porque habría más voces, expresiones y desafíos, más variedad que siempre enriquece la discusión y suma miradas sobre lo que nos pasa”.