Taller Abierto de Lucas Pinto dos Santos
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Taller Abiertode Lucas Pintodos Santos
Este artista presenta su espacio de joyería integral que incluye café de especialidad, Vendido 1908, en la peatonal de Córdoba capital.
El artista joyero Lucas Pinto dos Santos es uno de los referentes de la orfebrería de Córdoba y marca un punto de encuentro diferente, en el que reúne un local, una vidriera multimarca, su taller de joyería y el de enseñanza del oficio y hasta un café temático. Un espacio único en Córdoba y hasta en el país
Vendido1908 funciona en la planta baja de un edificio de 1908 en la peatonal de Córdoba Capital, a media cuadra de la catedral. “Se llama Vendido porque abrimos en octubre del 2021 justo cuando se abría la pandemia y en el centro de Córdoba había muchos carteles de vendo y alquilo, y se nos ocurrió ese juego de palabras de los carteles, vendo-vendido, como que la operación inmobiliaria ya estaba y estábamos funcionando y hasta imitamos la tipografía y la misma gráfica de los carteles”, recuerda.
En este lugar funciona una orfebrería-café que tiene con su socia Gina Tecco. Cuenta con unas vidrieras-exposición en el ingreso y vitrinas y burbujas en el interior, el café al paso y atrás su taller de orfebrería, como le gusta llamarlo.
Ese es un edificio que por su fachada y estructura está en tratativas para convertirse en patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba, por eso Lucas y Gina sacaron el megacartel que tenía con el fin de que pueda exponerse y valorar su aspecto, para lo cual solo colocaron un toldo que le da un aspecto más vintage y cálido.
“Decimos orfebrería café porque no es solamente joyería portable. Muchas de mis piezas no son portables, algunas son más escultóricas. Quisimos hacer un juego de palabras con la cocina de la cafetería que se relaciona con la cocina de las joyas.
Propuesta integral
El local cuenta con una vidriera que cambia de color cada temporada gracias a un convenio con una pinturería local y de paso renuevan la muestra de joyería que da a la calle con obras de 15 artistas joyeros locales, entre artistas y estudiantes.
Arrancó su formación en la Cámara de Joyeros de Córdoba, donde hizo una tecnicatura orientada a una joyería más tradicional, “más de vidriera como le decimos”, y luego continuó en Caelum, la escuela de Cecilia Richard por cinco años, donde hoy ya es docente. Y allí descubrió, luego de estudiar agronomía, diseño gráfico, diseño web y de multimedia y joyería, que lo suyo era la joyería artística.
Vendido ofrece una mezcla de ambas, tanto de una joyería más tradicional, también más artesanal, y una joyería contemporánea. Este año le sumó un poco de cerámica y hasta algo de indumentaria.
“La exposición que se ve adentro está presentada por artista, con su respectivo QR que te lleva a su página. La mayoría son de la zona y, en particular, joyeros que estudiaron en los diversos talleres que brindo”, señala.
El espacio de taller cuenta con dos bancos tradicionales y un mesón de trabajo más cuadrado. Lucas comenzó dando cursos en su casa, donde antes tenía el taller en el que daba clases individuales o a dos personas, y desde hace unos meses lo trasladó a Vendido, donde continúa con las clases a un grupo reducido de hasta cuatro personas. Allí mismo dispone de su espacio de trabajo personal, su taller de joyería.
Además de esas clases particulares, da clases desde aproximadamente cinco años en Caelum, el taller escuela de Cecilia Richard. Uno de esos talleres es el Inicial, con técnicas básicas hasta mitad de año y después se arranca con un proyecto personal de cada alumno a partir de las técnicas aprendidas; después brinda un taller Avanzado, para quienes cursaron el primer año y hace un seguimiento de proyecto de joyería artística, o comercial también, en el que se continúa aprendiendo técnicas; y además da talleres Monográficos, que tienen una duración de cuatro meses, sobre Cadenas, Engarce y Cierres, entre otros.
Café al paso
Y para instalar Vendido 1908 se asoció. “De regreso de Barcelona, Gina vino con la idea de instalar un espacio de café al paso, integrado a algún tipo de taller de cerámica o vivero; coincidimos en la propuesta y surgió reunir un espacio de joyería integral con café”. El perfil a que apunta es “ese cliente que consume café y, a su vez, le va una joya. Y se da, muchos vienen por el café de especialidad y no consumen joyas, pero consultan por las clases o nos recomiendan para que otros compren joyas. Estamos en una zona popular, de venta de electrónica, cerca de los joyeros más tradicionales”.
“Nuestro café es de especialidad o especial porque trabajamos con una semilla de una variedad determinada, distinta a la habitual, mucho mejor tratada desde la recolección hasta su proceso de secado, también se tuesta de manera diferente y luego en la cafetera recibe un tratamiento especial; así el café es muchísimo más delicado, no hace mal y es muy rico. Y para quienes no tienen ganas de tomar un café tradicional, lo mezclamos con cúrcuma, remolacha, menta o directamente lo sustituimos con algarroba”, explica Gina Tecco.
Para esto, cuentan con un living al aire libre, en la vereda; pero en general ofrecen café al paso a quienes se dirigen a sus respectivas oficinas, de lunes a viernes, de 8.30 a 13, y de 15.30 a 18. En un horario más flexible funciona el taller de joyería, en función de los horarios de clases y del tiempo que Lucas le dedica a su trabajo de obra; “a veces desde las 10 y hay días que puedo quedarme más allá de las 18, hasta las 22”.
Joyería artística
Trabaja principalmente a pedido. Uno de sus principales clientes es Atelier Objects of Infatuation de Brooklyn, especializado en diseño argentino, también la tienda del Sheraton Mendoza y en su momento su trabajo se expuso en Siesta de Barcelona.
En su obra más artística va más allá de la plata, con otras materialidades, como el plástico de las tapitas de gaseosa o de los palitos de chupetín, a los que incorpora pequeños juguetes. Con este tipo de piezas ha concursado al Fondo Nacional de las Artes o el Mercado de Arte de Córdoba, por ejemplo; se trata de proyectos con un perfil más de galerías o museos. La exploración del material y la movilidad con la articulación son las características principales de lo suyo.
“Es que cuando arranqué no me sentía muy identificado con la joyería tradicional porque supone piezas estáticas, duras o frías, con brillantes, mucho brillo de espejo, pero te diría que hasta necesitaba que se movieran. De hecho, en mi tesis presenté un prendedor con una chicharra cuyas alas eran articuladas. En el taller escuela de Ceci Richard exploré todo el potencial del movimiento en una joya a través de distintos materiales, como el plástico que mencionaba, también textiles y cerámica. Una pieza de este tipo implica tal complejidad que puede demandarme hasta un año; es que puedo dedicarle algunas horas semanales entre mis compromisos docentes y los trabajos más comerciales que me permiten sostenerme”.
¿Cómo saltó de la agronomía a la orfebrería? Su recorrido empezó por agronomía aunque pensaba estudiar veterinaria, siguió por el diseño gráfico, el diseño web y después el diseño multimedia. “Como todo esto no me satisfacía -aunque todo me sirvió y lo aplico, y todo lo que estudié de alguna manera se ve en la joyería-, mi papá me recordó que cuando tenía 11 años decía que quería ser joyero y me sugirió que me anotara en los cursos que por entonces la Cámara de Joyeros local acababa de abrir para ver si me gustaba. Hice la carrera pero me di cuenta que un clásico anillo o esclava no era lo mío, hasta que vi una muestra de Ceci Richard en el museo Caraffa y supe que eso sí me encantaría y así fue”.
Cual entomólogo
Su temática o principal interés son los insectos, entre otra fauna además de la flora. Hace abejorros, abejas, hormigas y tienen una articulación que hace a su movilidad, son en 3D; “no trabajo el plano sino el volumen”. En general, son relicarios y pins, que tienen algo que se abre o se mueve. “De chico siempre me gustaron los animales; mi papá criaba canarios y lo ayudaba, siempre tuve un perro o conejo o tortuga…; tengo mucha simpatía o empatía hacia los animales, por eso estudié agronomía, aunque en principio iba a ser veterinario. Siempre me sentí atraído por los insectos y animales en general; lo de las chicharras surgió en un viaje a Santo Tomé y Sauce Viejo, en las inmediaciones de la ribera del Paraná, donde hay muchísimas”.
Y dice que esto se incentivó en la pandemia, cuando se acentuó ese gusto por los insectos cotidianos, como los bichos bolita, las hormigas o, por otra parte, un zorzal, que viven en su medioambiente. Y ya se lo identifica con las piezas de insectos.
En estas aplica técnicas de joyería como el engaste micro pavé con brillantes que suele coronar rompiendo la estética con un autito de juguete, por ejemplo. En otras, usa el remache para la articulación en mix con otras técnicas tradicionales y contemporáneas. “Trato siempre de hacer una resignificación de los materiales, los brillantes no son solamente para decorar sino que se colocan siguiendo un concepto, una idea, puede que simulen las luces de presentación de ese autito de juguete, por ejemplo. Ahora estoy tratando de incluir piedras, pero lo mismo no se trata de un engarce de piedra habitual sino que exploro el tipo de piedra y la función que cumplirían en la construcción de la pieza”
“Una piedra que me gusta mucho es el ónix y la uso para los ojos de los insectos; en el cuerpo de hormigas suelo usar una piedra que tiene adentro materia orgánica así simulo mostrar sus intestinos; trato de ver si una piedra me lleva un insecto, como una facetada que me llevó a la parte de los ojos de la mosca; un concepto muy Dalí.
Así, lo suyo es 100% hecho a mano aunque a veces suma manos de terceros “porque algunas veces el cuerpo de obra tiene tal demanda que por mi tiempo y mi mano no alcanzo a cubrir y suele tener que ver con un método de fundición o corte láser”.
Entre sus proyectos, está en tratativas para traer a su galería o vidriera de Vendido 1908 piezas de joyería contemporánea de Buenos Aires y hasta del exterior.
En tanto, además, analiza realizar dos muestras individuales en las que proyecta presentar piezas nuevas, así como una retrospectiva del proceso creativo que fue construyendo en estos años con las piezas más significativas que lo definen.