Taller Abierto de Lucas Pinto dos Santos

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De visita | Talleres

Taller Abiertode Lucas Pintodos Santos


Este artista presenta su espacio de joyería integral que incluye café de especialidad, Vendido 1908, en la peatonal de Córdoba capital.

El artista joyero Lucas Pinto dos Santos es uno de los referentes de la orfebrería de Córdoba y marca un punto de encuentro diferente, en el que reúne un local, una vidriera multimarca, su taller de joyería y el de enseñanza del oficio y hasta un café temático. Un espacio único en Córdoba y hasta en el país

Vendido1908 funciona en la planta baja de un edificio de 1908 en la peatonal de Córdoba Capital, a media cuadra de la catedral. “Se llama Vendido porque abrimos en octubre del 2021 justo cuando se abría la pandemia y en el centro de Córdoba había muchos carteles de vendo y alquilo, y se nos ocurrió ese juego de palabras de los carteles, vendo-vendido, como que la operación inmobiliaria ya estaba y estábamos funcionando y hasta imitamos la tipografía y la misma gráfica de los carteles”, recuerda.

En este lugar funciona una orfebrería-café que tiene con su socia Gina Tecco. Cuenta con unas vidrieras-exposición en el ingreso y vitrinas y burbujas en el interior, el café al paso y atrás su taller de orfebrería, como le gusta llamarlo.

Ese es un edificio que por su fachada y estructura está en tratativas para convertirse en patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba, por eso Lucas y Gina sacaron el megacartel que tenía con el fin de que pueda exponerse y valorar su aspecto, para lo cual solo colocaron un toldo que le da un aspecto más vintage y cálido.

Decimos orfebrería café porque no es solamente joyería portable. Muchas de mis piezas no son portables, algunas son más escultóricas. Quisimos hacer un juego de palabras con la cocina de la cafetería que se relaciona con la cocina de las joyas.

Propuesta integral

El local cuenta con una vidriera que cambia de color cada temporada gracias a un convenio con una pinturería local y de paso renuevan la muestra de joyería que da a la calle con obras de 15 artistas joyeros locales, entre artistas y estudiantes.

Arrancó su formación en la Cámara de Joyeros de Córdoba, donde hizo una tecnicatura orientada a una joyería más tradicional, “más de vidriera como le decimos”, y luego continuó en Caelum, la escuela de Cecilia Richard por cinco años, donde hoy ya es docente. Y allí descubrió, luego de estudiar agronomía, diseño gráfico, diseño web y de multimedia y joyería, que lo suyo era la joyería artística.

Vendido ofrece una mezcla de ambas, tanto de una joyería más tradicional, también más artesanal, y una joyería contemporánea. Este año le sumó un poco de cerámica y hasta algo de indumentaria.

“La exposición que se ve adentro está presentada por artista, con su respectivo QR que te lleva a su página. La mayoría son de la zona y, en particular, joyeros que estudiaron en los diversos talleres que brindo”, señala.

El espacio de taller cuenta con dos bancos tradicionales y un mesón de trabajo más cuadrado. Lucas comenzó dando cursos en su casa, donde antes tenía el taller en el que daba clases individuales o a dos personas, y desde hace unos meses lo trasladó a Vendido, donde continúa con las clases a un grupo reducido de hasta cuatro personas. Allí mismo dispone de su espacio de trabajo personal, su taller de joyería.

Además de esas clases particulares, da clases desde aproximadamente cinco años en Caelum, el taller escuela de Cecilia Richard. Uno de esos talleres es el Inicial, con técnicas básicas hasta mitad de año y después se arranca con un proyecto personal de cada alumno a partir de las técnicas aprendidas; después brinda un taller Avanzado, para quienes cursaron el primer año y hace un seguimiento de proyecto de joyería artística, o comercial también, en el que se continúa aprendiendo técnicas; y además da talleres Monográficos, que tienen una duración de cuatro meses, sobre Cadenas, Engarce y Cierres, entre otros.

Café al paso

Y para instalar Vendido 1908 se asoció. “De regreso de Barcelona, Gina vino con la idea de instalar un espacio de café al paso, integrado a algún tipo de taller de cerámica o vivero; coincidimos en la propuesta y surgió reunir un espacio de joyería integral con café”. El perfil a que apunta es “ese cliente que consume café y, a su vez, le va una joya. Y se da, muchos vienen por el café de especialidad y no consumen joyas, pero consultan por las clases o nos recomiendan para que otros compren joyas. Estamos en una zona popular, de venta de electrónica, cerca de los joyeros más tradicionales”.

Nuestro café es de especialidad o especial porque trabajamos con una semilla de una variedad determinada, distinta a la habitual, mucho mejor tratada desde la recolección hasta su proceso de secado, también se tuesta de manera diferente y luego en la cafetera recibe un tratamiento especial; así el café es muchísimo más delicado, no hace mal y es muy rico. Y para quienes no tienen ganas de tomar un café tradicional, lo mezclamos con cúrcuma, remolacha, menta o directamente lo sustituimos con algarroba”, explica Gina Tecco.

Para esto, cuentan con un living al aire libre, en la vereda; pero en general ofrecen café al paso a quienes se dirigen a sus respectivas oficinas, de lunes a viernes, de 8.30 a 13, y de 15.30 a 18. En un horario más flexible funciona el taller de joyería, en función de los horarios de clases y del tiempo que Lucas le dedica a su trabajo de obra; “a veces desde las 10 y hay días que puedo quedarme más allá de las 18, hasta las 22”.

Joyería artística

Trabaja principalmente a pedido. Uno de sus principales clientes es Atelier Objects of Infatuation de Brooklyn, especializado en diseño argentino, también la tienda del Sheraton Mendoza y en su momento su trabajo se expuso en Siesta de Barcelona.

En su obra más artística va más allá de la plata, con otras materialidades, como el plástico de las tapitas de gaseosa o de los palitos de chupetín, a los que incorpora pequeños juguetes. Con este tipo de piezas ha concursado al Fondo Nacional de las Artes o el Mercado de Arte de Córdoba, por ejemplo; se trata de proyectos con un perfil más de galerías o museos. La exploración del material y la movilidad con la articulación son las características principales de lo suyo.

Es que cuando arranqué no me sentía muy identificado con la joyería tradicional porque supone piezas estáticas, duras o frías, con brillantes, mucho brillo de espejo, pero te diría que hasta necesitaba que se movieran. De hecho, en mi tesis presenté un prendedor con una chicharra cuyas alas eran articuladas. En el taller escuela de Ceci Richard exploré todo el potencial del movimiento en una joya a través de distintos materiales, como el plástico que mencionaba, también textiles y cerámica. Una pieza de este tipo implica tal complejidad que puede demandarme hasta un año; es que puedo dedicarle algunas horas semanales entre mis compromisos docentes y los trabajos más comerciales que me permiten sostenerme”.

¿Cómo saltó de la agronomía a la orfebrería? Su recorrido empezó por agronomía aunque pensaba estudiar veterinaria, siguió por el diseño gráfico, el diseño web y después el diseño multimedia. “Como todo esto no me satisfacía -aunque todo me sirvió y lo aplico, y todo lo que estudié de alguna manera se ve en la joyería-, mi papá me recordó que cuando tenía 11 años decía que quería ser joyero y me sugirió que me anotara en los cursos que por entonces la Cámara de Joyeros local acababa de abrir para ver si me gustaba. Hice la carrera pero me di cuenta que un clásico anillo o esclava no era lo mío, hasta que vi una muestra de Ceci Richard en el museo Caraffa y supe que eso sí me encantaría y así fue”.

Cual entomólogo

Su temática o principal interés son los insectos, entre otra fauna además de la flora. Hace abejorros, abejas, hormigas y tienen una articulación que hace a su movilidad,  son en 3D; “no trabajo el plano sino el volumen”. En general, son relicarios y pins, que tienen algo que se abre o se mueve. “De chico siempre me gustaron los animales; mi papá criaba canarios y lo ayudaba, siempre tuve un perro o conejo o tortuga…; tengo mucha simpatía o empatía hacia los animales, por eso estudié agronomía, aunque en principio iba a ser veterinario. Siempre me sentí atraído por los insectos y animales en general; lo de las chicharras surgió en un viaje a Santo Tomé y Sauce Viejo, en las inmediaciones de la ribera del Paraná, donde hay muchísimas”.

Y dice que esto se incentivó en la pandemia, cuando se acentuó ese gusto por los insectos cotidianos, como los  bichos bolita, las hormigas o, por otra parte, un zorzal, que viven en su medioambiente. Y ya se lo identifica con las piezas de insectos.

En estas aplica técnicas de joyería como el engaste micro pavé con brillantes que suele coronar rompiendo la estética con un autito de juguete, por ejemplo. En otras, usa el remache para la articulación en mix con otras técnicas tradicionales y contemporáneas. “Trato siempre de hacer una resignificación de los materiales, los brillantes no son solamente para decorar sino que se colocan siguiendo un concepto, una idea, puede que simulen las luces de presentación de ese autito de juguete, por ejemplo. Ahora estoy tratando de incluir piedras, pero lo mismo no se trata de un engarce de piedra habitual sino que exploro el tipo de piedra y la función que cumplirían en la construcción de la pieza”

“Una piedra que me gusta mucho es el ónix y la uso para los ojos de los insectos; en el cuerpo de hormigas suelo usar una piedra que tiene adentro materia orgánica así simulo mostrar sus intestinos; trato de ver si una piedra me lleva un insecto, como una facetada que me llevó a la parte de los ojos de la mosca; un concepto muy Dalí.

Así, lo suyo es 100% hecho a mano aunque a veces suma manos de terceros “porque algunas veces el cuerpo de obra tiene tal demanda que por mi tiempo y mi mano no alcanzo a cubrir y suele tener que ver con un método de fundición o corte láser”.

Entre sus proyectos, está en tratativas para traer a su galería o vidriera de Vendido 1908 piezas de joyería contemporánea de Buenos Aires y hasta del exterior.

En tanto, además, analiza realizar dos muestras individuales en las que proyecta presentar piezas nuevas, así como una retrospectiva del proceso creativo que fue construyendo en estos años con las piezas más significativas que lo definen.

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Se lanza Espacio Joya

Apuntes | Notas

La comunidad joyera local necesitaba un punto de encuentro


Entrevista a Tali Wasserman y Laura Ferrari

Por Delia Alicia Piña

 

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Se anuncia Espacio Joya. Tali Wasserman, de Estudio Joya, y Laura Ferrari, de Espacio AuRoom, se unen y relanzan sus escuelas taller en un emprendimiento único, abarcativo y ambicioso: una nueva escuela de joyería contemporánea que incluye un espacio de cowork, una residencia para estudiantes del interior y exterior del país, una tienda de insumos para joyeros y hasta un café bar, además de que proyectan una galería de arte.

Oficialmente se inaugurará en unas semanas pero ya funciona desde principios de este año.

En qué consiste el proyecto, qué cambia, qué ofrecerá o en qué innova. Cómo la virtualidad tendió lazos hacia una nueva realidad. Joyeros y escuelas en red.


Un recorrido común las identifica y el presente las une. Ambas comenzaron por la joyería fina o más clásica, arrancaron en escuelas de tradición joyera y siguieron su formación con diversos maestros en distintos talleres, una en la Ciudad de Buenos Aires y la otra en Córdoba capital. Tali Wasserman, de Estudio Joya, y Laura Ferrari, de Espacio AuRoom, dicen que acercarse de manera virtual en plena pandemia fue un hito en sus carreras y se convirtió en la base de un proyecto que hoy comienza a concretarse. Ya se habían contactado por un workshop de cera perdida de Rocío Bastida al que asistió Laura, quien quedó enganchada con Estudio Joya por la experiencia vivida en ese taller.

Recuerdan que en ese encuentro sembraron esos valores que hoy buscan cosechar. Por eso, sostienen que “la calidez, la empatía y la diversidad para que todos se sientan cómodos son los pilares de esta nueva propuesta”.

La novedad ya está en marcha en una casona reciclada de Villa Urquiza. Un espacio abierto al que se accede por escalera. Luminoso, con acentos de color que las identifica, y precisamente equipado en respuesta demandas de estudiantes y docentes.

“¿Qué necesitás para enseñar o aprender? fue el disparador para instalar un espacio colectivo y participativo. Así sumaron un sector especial para la fundición, un equipo de pulido y, entre otros, un banco joyero exclusivo para piezas de oro.

No dudaron en repetir la exitosa experiencia de cowork que se da en Espacio AuRoom, en Córdoba capital. “El espacio de trabajo compartido es la solución a una búsqueda personal y colectiva, y responde a una necesidad”, destacan. Además, ofrecen la segunda residencia especializada en joyería del país.

 

_¿Hacer alianzas es clave?

Tali Wasserman: _Sin duda, Laura con Espacio AuRoom siempre se dedicó a la llamada joyería fina y desde Estudio Joya buscamos integrar lo expresivo y lo contemporáneo, y ahora sumarlo a la técnica de oficio es genial. No es que Estudio no ofrezca técnicas sino que nos sumamos a ese fuerte de AuRoom que también viene de a poco incorporando expresiones en materiales no convencionales.

Laura Ferrari: _Es que comencé trabajando con mayoristas con productos clásicos, como alianzas, sellos o anillos de inicial y después como artista plástica fui sumando otros saberes y prácticas, porque la historia o vida laboral te impone quehaceres. Me fascina la precisión de la técnica que implica la joyería fina.

T. W.: _Tenemos un recorrido similar. Por recomendación de Miguel Mindlis, un profe de Engarce de la Escuela de la Joya donde estudié, arranqué como pasante en una empresa en la que se hacía engarce de joyería en platino para exportar y luego seguí en una fábrica en la calle Libertad hasta que en 2001 me puse un taller y abrí mi propia marca.

 

“Buscamos integrar lo expresivo y lo contemporáneo, y ahora sumarlo a la técnica de oficio es genial”.

 

_¿Cómo surgió este proyecto y en qué consiste?

L. F.: _Comenzamos a conversar en septiembre de 2021 porque me interesaba hacer algo juntas. Ambas tenemos una escuela, la mía de Córdoba con un coworking y una marca de fabricación de alianzas con muchos clientes en Buenos Aires. Y decidimos aliarnos para expandir y potenciar esta idea de compartir mucho más que joyería desde la diversidad.

Proyectamos abrir una escuela apta para todos o muchos, incluso personas con alguna discapacidad como aquellas que se manejan con lenguaje de señas u otros. Empezamos con talleres especiales y pensamos sumar becas para personas que no tienen acceso; apuntamos a que esté coordinado desde un departamento Social y podrá incluir de clases para presos, como ya se ofrecieron desde La Coope, más un cupo trans y lgtb entre los empleados. La joyería será una excusa para que en este lugar, en el que circulará mucha gente, se genere un espacio más abierto y diverso.

 

Cuando la joyería es una excusa

 

T. W.: _Funcionará una escuela taller de joyería contemporánea, un lugar de trabajo cooperativo con alquiler de espacios de trabajo exclusivo de joyería, una tienda de insumos en alianza con Casa Wasser y Metales Julio no solo para alumnos sino para la comunidad joyera local. Además de una residencia para joyeros, con alojamiento, uso de las instalaciones, horas de seguimiento de proyecto y de otros talleres con combos de 30 y 45 días en principio; ya arranca en estos días con una estudiante brasilera.

Buscamos promover o visibilidad la joyería contemporánea local en Latinoamérica mediante alianzas, intercambios o trabajos en conjunto con otras escuelas.

 

“La joyería será una excusa para que en este lugar, en el que circulará mucha gente, se genere un espacio más abierto y diverso.”

 

_¿Qué cambia en la oferta educativa que vienen brindando?

L. F.: _No es específicamente la suma de técnica y libre expresión o más artística porque de alguna manera se da en cada uno de nuestros espacios sino que el cambio o salto se da en una mayor infraestructura y disposición de recursos, equipos y maquinaria en un lugar más amplio. Además, pretendemos proyectarnos en el exterior a partir de nuestra experiencia online y de coworking. Ya contamos con una agenda de intercambio de estudiantes con escuelas de Chile y Brasil que se va a hacer extensiva a docentes.

“El cambio o salto se da en una mayor infraestructura y disposición de recursos, equipos y maquinaria en un lugar más amplio”.

_¿Es una respuesta a una necesidad?

L. F.: _En mi caso, responde a eso que hubiese querido tener cuando estudiaba: una propuesta educativa que integre taller, insumos, un espacio de trabajo cooperativo y hasta una residencia con intercambio. Muchos trabajan en su casa no pueden hacer más por falta de herramientas y creemos que este espacio va a completar y enriquecer mucho el trabajo joyero, porque se dispone de un banco, equipo de fundición, laminadora, pulido, recepción de clientes, wifi, es decir, un taller completo que responde a las necesidades de hoy.

T. W.: _Los estudiantes avanzan, crecen, arman marcas y esa respuesta tan grande requiere de una oferta acorde. Creo que lo que podía ofrecerles en relación al volumen de crecimiento daba para más. Así que esta propuesta estimula a una reacción aún mayor. Sin duda hay mucha demanda y eso, en lo personal, me lleva a que también evolucione, progrese y ofrezca un servicio más completo. Sé que soy potenciadora y he conseguido que quienes han venido a mi taller armen un estilo de vida diferente, y estoy feliz y orgullosa de eso. El quincho de mi casa que fue una alternativa en pandemia me quedó chico sobre todo después de haber tenido un local para una escuela con cerca de una docena de docentes para cien alumnos; pareció que retrocedí pero no, me permitió continuar y ahora impulsarme mucho más.

También, es una necesidad de la comunidad joyera local porque a poco de contarlo, muchos colegas se acercaron para apoyarnos, aplaudirnos o plantear sus inquietudes, que estamos teniendo en cuenta.

 

“(Espacio Joya) responde a eso que hubiese querido tener cuando estudiaba… Esta propuesta estimula a una reacción aún mayor. Sin duda hay mucha demanda y eso, en lo personal, me lleva a que también evolucione, progrese y ofrezca un servicio más completo”.

 

_¿Fusionaron ambas escuelas?

T. W.: _Ahora todo es de todos. Estudio Joya y Espacio AuRoom se convierten en Espacio Joya con sede en Córdoba capital y Villa Urquiza, con una misma escuela unificando espacios de comunicación, como la web y las redes sociales.

Sin embargo, la integración no supondrá similitud, ya que ambas escuelas conservarán ciertas particularidades con algunas propuestas que funcionan en cada uno de los lugares, como los workshops internacionales que se dictarán de acuerdo a la demanda de cada lugar y la modalidad valor del coworking que en Córdoba se da de manera permanente y entendemos que en Buenos Aires tal vez no es tan necesario sino que la demanda se dará por una necesidad de trabajo más puntual, en particular, para intercambiar o generar comunidad, creemos que se dará por estilo de vida.

 

“Ahora todo es de todos. Estudio Joya y Espacio AuRoom se convierten en Espacio Joya con sede en Córdoba capital y Villa Urquiza, con una misma escuela unificando espacios de comunicación”.

 

_¿Qué se podrá encontrar en Espacio Joya?

T. W.: _Siguen las clases regulares libres de seguimiento de proyecto, con una clase de técnica pautada y guiada. Ya este mes arrancan los workshops presenciales, como el de PET de Fabiana Gadano, y el de modelado en cera de Eliana Irazábal. Mucha de la oferta online que se dio en estos años se volverá a hacer en forma presencial aunque se preservará la modalidad virtual porque contamos con alumnos en todo el mundo: Chile, Brasil, México y España, sobre todo, además de Colombia, Venezuela e Italia, entre otros. Y pronto sumaremos a Lara Sturzenbaum que además de sus clases de joyería habituales ofrecerá clases en inglés, una vez que abramos nuestra comunidad virtual al habla inglesa.

L. F.: _En la sede de Córdoba, los contenidos seguirán un poco más estructurados en diversos niveles que sistematizan el aprendizaje de técnicas como parte de un programa que va de Inicial, Avanzado, Proyecto a Taller libre; además de workshops y clases personalizadas. Pretendemos integrar ambas modalidades o propuestas en una sede y otra, con meta a una carrera oficial.

Ahora, estamos trabajando en el montaje del cowork, del mobiliario de exhibición de la tienda y terminando de instalar a residencia

 

“Pretendemos integrar ambas modalidades o propuestas en una sede y otra, con meta a una carrera oficial.”

 

_¿Con los intercambios, pretenden una red de escuelas?

T. W.: _Hay muchas escuelas de joyería en Latinoamérica y buscamos conectarnos para potenciar saberes a través del intercambio de estudiantes y maestros. Por eso, sostenemos que este proyecto quiere ser colectivo. Si bien cada una tiene su propuesta consolidada, con Espacio Joya damos un paso más allá, con muchas ganas de hacer y acercarnos a otros.

Ya estamos en contacto con la Escuela de Joyería de Pamela de la Fuente en Santiago de Chile, la Escola Brasileira de Joalheria de Río de Janeiro, la Escola Brasileira de Joalheria y la Escola Laboratório Núcleo Joalheria Contemporânea de San Pablo, entre otras. Una de las ideas es armar giras de artistas joyeros internacionales por las escuelas asociadas. Para este año estamos en conversaciones con Jorge Manilla, eventualmente vendría Chris Kiseno y tal vez Tania Crane.

“Este proyecto quiere ser colectivo. Si bien cada una tiene su propuesta consolidada, con Espacio Joya damos un paso más allá, con muchas ganas de hacer y acercarnos a otros.”

_¿Y en el ámbito nacional?

T. W.: _Sin duda que crearemos un tejido local y el espacio nos ayudará, por ejemplo, disponiendo de este taller como espacio multiuso, auditorio incluido. Hay muchos joyeros con valiosos conocimientos que podrán hacer uso de este espacio para transmitir lo suyo. La intención es unirnos y potenciarnos entre nosotros, entre los joyeros.

Obviamente, no todo el fuerte o no todo pasa por el exterior o Europa porque acá hay muy buenos maestros y referentes que también son reconocidos internacionalmente. Por esto, nos interesa fortalecer nuestra identidad latinoamericana. La comunidad joyera local necesitaba un punto de encuentro.

L. F.: _Y sí también haremos intercambio con otras escuelas joyeras de Argentina. Ya estamos en ese relevamiento y tendiendo líneas para conectarnos y empezar a tejer esa red.

 

“Nos interesa fortalecer nuestra identidad latinoamericana. La comunidad joyera local necesitaba un punto de encuentro”

 

_¿Qué se necesita aprender de joyería hoy?

L. F. _Soy fan de la técnica pero no considero que tenés que saber todas las técnicas al cien por ciento para ser joyero. La técnica te da libertad para crear. Cuantos más recursos técnicos adquirís más posibilidades tenés para definir y hacer una joya. Si tus conocimientos son acotados probablemente tu capacidad de diseñar una joya también sea pequeña.

T: W.: _Hay muchas formas de ser joyero, depende de la inquietud y de lo que busque cada uno. A las personas les interesan distintos aspectos de la joyería. Hay algunos que quieren saber mucha técnica, otros que solo aprenden lo que necesitan para expresar lo que desean, hay quienes solo buscan una salida laboral y buscan vender piezas de joyería, otros quieren aprender solo por hobby y hay quienes no aplican técnicas de joyería sino ingenio en el uso de materiales no convencionales.

 

Alcance sin límites

 

No hay límites en el alcance de la joyería, de su aplicación, de los materiales que se usen. Los límites se corrieron bastante, se fusionan entre diversas artes. Lo mismo, no hay límite de tiempo. No se requiere de un tiempo mínimo para estudiar y poder hacer. Ahora somos más libres, solo está bueno saber qué queremos contar, con qué material nos sentimos más cómodos o si nos sirve para lo que queremos decir y ya. Vamos viendo qué herramientas o conocimientos necesitamos.

L. F.: _En el proceso de enseñanza aprendizaje de la joyería tampoco se lo ve al docente como una figura que verticalmente imparte conocimientos sino que más bien se da una relación horizontal, más de igual a igual, en la que todos aprendemos y descubrimos. Obviamente aprendemos mucho de los estudiantes, muchos de los cuales son profesionales en otras disciplinas, como diseño de moda o indumentaria, vestuario, artes plásticas en general y otras que aportan mucho al quehacer joyero; suman una mirada diferente que nos permite ver a la joya desde otros puntos de vista.

Así, no solo se desdibuja cada vez más el límite entre el docente y el estudiante sino entre la joyería y otras artes. Más bien es un grupo creativo, de intercambio y consulta, en el que todos opinan y discuten la obra del compañero. Pensamos y resolvemos la joyería entre todos. Sí es cierto que se enseña la técnica que nos permite ese nivel de intercambio o discusión; sin esa herramienta no podemos avanzar.

T. W.: _De la misma manera horizontal, estamos gestando el proyecto. Conversando qué herramientas necesitan más los docentes o los estudiantes, cómo les gustaría o necesitan que sea el espacio en el que van a trabajar. Los participamos para tomar decisiones porque pensamos que la escuela la hacemos entre todos. Y esto excede a la joyería. Hoy todo se piensa de manera más horizontal, sobre todo, en las artes. También, pretendemos proyectarnos más allá de la joyería.

 

“La técnica te da libertad para crear. Cuantos más recursos técnicos adquirís más posibilidades tenés para definir y hacer una joya.”

 

_¿Hacia dónde?

T. W.: _Tenemos muchas ganas de incursionar en la tecnología e investigar de qué manera se puede linkear con la joyería. Tenemos algo de experiencia adquirida con la muestra interactiva « Refugiados», hecha con realidad aumentada por Estudio Joya durante la Bienal de 2018. Estamos indagando entre la realidad y virtualidad con joyas mediante. Sumar tecnología hoy es clave, entre otras, pensamos en un desarrollo en el que los estudiantes puedan tener un avatar o identidad virtual para interactuar.

Además, es fundamental lo interdisciplinario, lo cual nos obligará a maridajes con otras expresiones, como la fotografía, por ejemplo. Es claro que ampliar los límites está bueno. Y en este desdibuje surgen otros intereses que enriquecen, que nos contactan. De esta manera, la joyería para a ser un pretexto para conocernos o para entendernos más como seres humanos.

E insisto y repito: la joyería termina siendo una excusa; en muchos casos la joyería te cambia la vida, y eso es lo importante; te cambia no el estilo de vida, o sí, sino la vida como ser humano, porque podés aprender a expresarte, a conectarte con el otro, a ser más sensible a lo que te pasa y le pasa al otro, podés mejorar tu relación con el otro, podés cambiar tu manera de vincularte, podés sentirte más valorada, podés darte cuenta que sos capaz de hacer lo que querés o te proponés y mejorás tu autoestima. En las clases, con la excusa de enseñarles a limar lo que realmente me interesa es que se valoren, que sean independientes, que se animen, que se vinculen con el otro.

La joyería te atraviesa como ser humano. En este caso, es la joyería pero podría ser cualquier otro oficio o actividad, lo importante es conectarnos con nosotros mismos y con el otro.

L. F.: _ También nos interesa ofrecer experiencias. La propuesta de Espacio Joya no busca solo sentarse en un banco joyero o tras una mesa sino que apuntamos a experimentar y poder hacer. La ambientación suma, una degustación también porque no es la comida en sí sino lo que ésta habilita. Apelar a todos los sentidos para movilizar y hasta conmover desde la joyería está buenísimo y hacia eso vamos.

En ese sentido, se inscribe nuestra propuesta de Alianzas únicas, que realizamos desde hace siete años en Córdoba y ahora la traemos a Espacio Joya de Villa Urquiza. En ésta, los novios hacen sus propios anillos y le dan un significado especial, materializando su historia y siempre resultan momentos únicos emocionantes. Es otro espacio de intercambio y de disfrute de la joyería. Proyectamos repetir o ampliar esta experiencia con Joyas Compartidas entre madre-hija, amigos y más.

T. W.: _Nuestro proyecto incluye un bar en la terraza, que no estará abierto al público sino que será un espacio para seguir compartiendo antes o después de hacer una joya en una clase del taller, tras una charla, después de una de estas experiencia o en una pausa durante el coworking. Con el tiempo pretendemos ir sumando y sumando más propuesta, como una galería de arte. Vamos viendo que nos depara la joyería u otras artes…

 

“La joyería te atraviesa como ser humano. En este caso, es la joyería pero podría ser cualquier otro oficio o actividad, lo importante es conectarnos con nosotros mismos y con el otro”


Cursos de verano

El taller de metodología creativa de Irina Fiszelew es una de las propuesta de este verano