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Taller Abierto de Fernanda Sibilia


Reestrena su estudio taller en Abasto junto a su team, donde crea joyería de diseño y objetos de deco

En un lugar abierto y luminoso, Fernanda Sibilia y su equipo priorizan el orden porque son varios los que se mueven en un espacio sin ambientes cerrados que dividan sectores. Pero más allá de la prolijidad les gusta que sea alegre y colorido, que invite a la creatividad. Y lo consiguen, porque lo que más llama la atención al ingresar es la armonía de color y formas que tiene la infinidad de piezas de joyería de diseño y objetos de deco que exhiben como en una expo, como una muestra del alcance de su propuesta: infinita porque son familias que se amplían y replican constantemente. Del techo cuelgan móviles, en las paredes hay adornos hechos por cada uno de los integrantes del team joyero y las plantas suman para dar vida al espacio. “Me gusta pensarlo como un sitio muy alegre, donde todo puede suceder. No solo por la posibilidad de crear, sino por la dinámica tan variada que se da día a día”, comenta la  joyera, que se formó en la Escuela Municipal de la Joya, que hoy lleva el nombre del maestro Sergio Lukez. “Cuando estudié no existía por acá la joyería contemporánea, por eso nunca me catalogué como tal. Es un quehacer bastante amplio y abarcativo y depende de donde uno se pare o lo que uno haga. Una disciplina que ha crecido, desarrollado y evolucionado mucho en las últimas décadas”.

Después de pasar por distintos espacios, finalmente volvió al barrio de Abasto donde reinstaló su estudio taller, que cuenta con cuatro áreas bien definidas. Por un lado, está el sector de taller propiamente dicho, donde se ubican las chapas, las herramientas, los tornos y todo lo necesario para darle forma al metal. También cuenta con un área de pintura donde realizan los acabados a mano. Y de ahí se pasa al sector de armado y embalaje, donde se ensamblan los productos, se ponen en sus respectivas cajas para terminar listos para ser enviados. Por último, cuentan con una oficina en la que se desarrolla todo lo relacionado a diseño, su proyección y hasta reuniones con clientes.

Gran cantidad de pinzas, martillos, tornos, sopletes, pulidora y un tambor para dar terminación a cada componente de sus diseños forman parte de los instrumentos del taller. Se encuentra todo lo necesario para darle forma a una pieza de principio a fin. En sector de pintura también abundan las herramientas. “Nos es fundamental tener variedad de pinceles y pigmentos”, señala Fernanda, que hace de la pintura con distintas pátinas de colores saturados su acabado predilecto.

Cuenta que antes de la pandemia tenía un equipo más sectorizado, pero desde marzo todos hacen de todo. “Una descripción sencilla sería la siguiente: Ezequiel es el que se encarga de que tengamos todo para producir, es el supervisor del taller. Julián ingresa los pedidos, separa los productos para pintar y los envía; también es el encargado de diseño de los objetos para el hogar. Marita arma y embala todos y cada uno de los pedidos. Florentina es la diseñadora y ahora pintora de cada uno de las piezas pedidas, y se encarga de las redes sociales. Y José Miguel es el asistente perfecto de todos”, detalla.

Sibilia ya tiene 24 años, una firma experta en la creación a partir de bronce martillado y enchapado en plata y oro, o patinado. La base de todas sus piezas es el bronce. Trabajar solo con este material hizo que adquiera mucha experiencia en distintos tipos de acabados, como pátinas, pintura en polvo y pigmentos, y eso es lo que hace que sus productos sean tan coloridos. Ya  prueban cosas nuevas en base a lo aprendido para generar terminaciones novedosas: superponen capas de pintura, pátinas con pigmentos, agregan detalles metalizados, las posibilidades son infinitas. Su creadora dice que “es mucho tiempo trabajando con un mismo material, por eso estoy en la búsqueda de inspiración nueva, como siempre. Nuestros disparadores son el humor, la alegría, la fantasía y los mundos imaginarios. Hoy más que nunca nos parece fundamental la diversión, tanto en lo personal como a la hora de trabajar. Hay que divertirse para poder crear. Por eso, la intención es poder transmitir esa diversión y alegría a través de nuestras piezas. Y lo intentamos mediante los  colores vibrantes y las formas que diseñamos, con un sinfín de combinaciones. Por ejemplo, en nuestra última colección hay  pájaros paseando frente al sol durante el atardecer y gatitos jugando con ovillos de lana, todo convertido en aro”.

Actualmente están haciendo piezas que acompañarán una retrospectiva de la pintora expresionista Joan Mitchel en el Baltimore Museum of Art, que se verá a partir de marzo del año próximo. Una muestra que seguirá en el MoMA a donde también llevará su aporte: Son piezas Sibilia con la paleta de color de Mitchel. “Y este año se nos abrieron nuevas puertas a nivel local y nos encontramos desarrollando productos para marcas nacionales, como Jazmín Chebar y Luna Garzón”, cuenta.