Medallas Joyeras
“Si bien es la primera vez que estamos en contacto, ustedes han estado presentes en este proyecto todo el tiempo. Son parte crucial y la razón por la que se llevó a cabo.
En marzo 2020, 3000 joyeros de 66 países se sentaron en sus bancos de trabajo y empezaron a hacer lo que mejor saben. Hicieron medallas con sus manos para honrar las manos de los trabajadores de la salud.
La inspiración para esta medalla fue un exvoto, una tradicional ofrenda que se da a los santos cuando cumplieron con nuestro pedido. Este proyecto es una manera de continuar con la larga tradición de devolver una muestra material de gratitud por una gracia concedida.
El trabajo que han hecho trasciende lo que podemos hacer nosotros.
Han arriesgado su vida.
Han trabajado una cantidad increíble de horas y esto ha impactado en su familia.
Han ofrecido sus manos para curar a los que más necesitaban.
La manera en la que han hecho su trabajo nos ha impactado de muchas maneras.
Nunca habrá suficientes medallas o palabras para agradecerles.
Somos conscientes de que sus días son largos y sabemos que están muy cansados, pero esperamos que puedan encontrar un momento de respiro para entregar y recibir esta medalla.
El trabajo de nuestras manos honra el trabajo de las vuestras.
Si quieren saber el nombre de la persona que lo confeccionó, pueden entrar en nuestra página web y poner el código que está grabado en la medalla:
www.handmedalproject.com”
Iris Eichenberg
Cranbrook Academy of Art, Michigan
Jimena Ríos
Taller Eloi, Buenos Aires
La carta de presentación, de entrega de más de 70.000 medallas que miles de joyeros de crearon para los trabajadores de la salud de distintos lugares del mundo. Un proyecto que se concreta, pero cuya autoría es secundaria, señala Jimena Ríos, impulsora junto con Iris Eichenberg: “No se trata de quién las hace sino de quién las recibe”.
Sin embargo, vale destacar la actitud de lxs que las hicieron con el espíritu de gratitud de los exvotos, materializado en el tributo de las medallas. Son manos de metal que fueron hechas desde abril hasta octubre último. Y usaron lo que tenían para decir gracias, con un diseño de una mano individual, que generó una voz colectiva que reforzó el objetivo de una gratitud compartida.
Una red solidaria llamada hand keepers, integrada por cientos de personas que recolectaron las medallas en más de 66 países, que la pasó a los hand givers que las ofrendaron a la comunidad médica. Cada medalla se registró mediante un número estampado en el reverso y quienes la recibieron pueden conocer a su autor en la página del proyecto.
El diseño partió de un exvoto tradicional argentino de la colección de Jimena Ríos. Las organizadoras pensaron en el origen histórico del oficio de joyero. “A veces nos olvidamos que hacemos objetos que cobran vida cuando alguien los usa”, señala Iris Eichenberg.
¿Por qué manos haciendo manos?: “A diferencia de la guerra, nuestra actual batalla contra el coronavirus es contra un enemigo invisible y la intangibilidad hace que el espectro sea más ominoso, un peligro que no podemos ver. Contrariamente, el metal, especialmente en joyería, es reconocido por su peso y su forma contra el cuerpo. Cuando se transforma el metal, queda un testimonio físico no solo del virus que no se ve sino también de la valentía invisible de aquellos que le dieron pelea. Las manos tuvieron una presencia poderosa en la batalla. Son símbolos, armas para nuestro cuerpo, armas para ser lavadas, esterilizadas y enguantadas, pero también portadoras del poder innato de sanar y conectar. Para los joyeros, por supuesto, son el lenguaje de la destreza y la expresión”, destacan las artistas.
Y se entregaron a los trabajadores de la salud el primer domingo de noviembre.
Esas 2400 medallas hechas en nuestro país las recibieron en más de veinte hospitales de Rafael Castillo, San Justo, Isidro Casanova, San Isidro, Vicente López, González Catán, Liniers, Recoleta, Barracas, General Pacheco, Concepción del Uruguay, Resistencia, Humahuaca, Loncopué, Córdoba, La Plata, Rosario, Mar del Plata y Ciudadela, entre otros.