Sincronía,nuevo colectivo joyero
Ellas están en sincronía, coinciden, crean en simultáneo y hoy coexisten desde lo artístico. Están gestando un colectivo de trabajo y de reflexión desde hace dos años, y a días de exhibir sus primeras obras conjuntas en la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Son Sincronía Gabriela Horvat, Elvira Cibotti, Giselle Lekerman, Gabriela Squassini, Paula Botto Fiora, Anne Luz Castellanos y Graciela Di Mónaco.
“Nuestra pretensión inicial fue charlar de nuestro trabajo y contar con la mirada del otro, más allá de algún proyecto en común. Queríamos tener una suerte de clínica de joyería, que implicaba un trabajo de intercambio con un enriquecimiento asegurado”, comentan.
Uno de sus primeros trabajos en conjunto arrancó con el uso de una materia prima consensuada entre todas, que en manos de la primera fue el puntapié inicial para, cual juego “chancho va” en el que todas ganaron, señalan, se fue pasando e interviniendo de una a otra.
“Y más allá de que nos gustara aceptamos la intervención del otro, bueno eso era lo que buscábamos; la cambiamos y le dimos nuestro toque. Fue una experiencia iniciática colectiva súper interesante”, destacan.
Ya están listas y el miércoles 25 se presentan en la III Bienal para mostrar su primer proyecto joyero que tiene que ver con una propuesta muy personal.
Infancias creativas
“Empezamos por hablar de la infancia de cada una, de las casas en las que habíamos habitado y diversas circunstancias por las que atravesamos en esa etapa de la vida, las cuales resultaron sanadoras para muchas de nosotras. Una suerte de terapia grupal que nos permitió expresarnos y comunicarnos con sentimientos muy profundos, que sumado a una puesta en común de objetos personales que aludían a nuestros recuerdos, sirvieron de disparador para crear piezas contemporáneas representativas de esta temática”, explican.
Y dan algunos detalles. Elvira Cibotti, por ejemplo, cuenta que lo suyo se llama «Recuerdos velados», para lo cual volvió a la cera perdida, lo primero que hizo en joyería y trabajó con un material distinto a su habitual papel, optó por rollos de negativos fotográficos. “Descubrí que está bueno poder ajustar el material que uno usa en función del proyecto”.
El trabajo grupal presencial con la pandemia pasó a convertirse en encuentros virtuales. “La intención fue y sigue siendo continuar acompañándonos, porque la mirada del otro siempre te devuelve algo que tal vez no alcanzamos a percibir. Escuchar al otro, tener su punto de vista es muy bueno.
“Nos llamamos Sincronía porque estamos en la misma frecuencia, en la misma onda. Cada una está en su camino pero siempre con puntos de encuentro”.
De la propuesta que presentan en la bienal participan solo seis integrantes del grupo: Gabriela Horvat, Elvira Cibotti, Giselle Lekerman, Gabriela Squassini, Paula Botto Fiora y Anne Luz Castellanos.
“Cada una trabaja de acuerdo a lo que necesita”, dicen, y no solo crearon piezas portables en el cuerpo sino también objetos. Y suman una performance realizada en una fábrica de pintura.
Un trabajo inicial “intenso” que hoy muestra sus primeros resultados. Su expo «Evocaciones» se verá a partir del miércoles 25.