Taller Abierto de Lucas Pinto dos Santos

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De visita | Talleres

Taller Abiertode Lucas Pintodos Santos


Este artista presenta su espacio de joyería integral que incluye café de especialidad, Vendido 1908, en la peatonal de Córdoba capital.

El artista joyero Lucas Pinto dos Santos es uno de los referentes de la orfebrería de Córdoba y marca un punto de encuentro diferente, en el que reúne un local, una vidriera multimarca, su taller de joyería y el de enseñanza del oficio y hasta un café temático. Un espacio único en Córdoba y hasta en el país

Vendido1908 funciona en la planta baja de un edificio de 1908 en la peatonal de Córdoba Capital, a media cuadra de la catedral. “Se llama Vendido porque abrimos en octubre del 2021 justo cuando se abría la pandemia y en el centro de Córdoba había muchos carteles de vendo y alquilo, y se nos ocurrió ese juego de palabras de los carteles, vendo-vendido, como que la operación inmobiliaria ya estaba y estábamos funcionando y hasta imitamos la tipografía y la misma gráfica de los carteles”, recuerda.

En este lugar funciona una orfebrería-café que tiene con su socia Gina Tecco. Cuenta con unas vidrieras-exposición en el ingreso y vitrinas y burbujas en el interior, el café al paso y atrás su taller de orfebrería, como le gusta llamarlo.

Ese es un edificio que por su fachada y estructura está en tratativas para convertirse en patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba, por eso Lucas y Gina sacaron el megacartel que tenía con el fin de que pueda exponerse y valorar su aspecto, para lo cual solo colocaron un toldo que le da un aspecto más vintage y cálido.

Decimos orfebrería café porque no es solamente joyería portable. Muchas de mis piezas no son portables, algunas son más escultóricas. Quisimos hacer un juego de palabras con la cocina de la cafetería que se relaciona con la cocina de las joyas.

Propuesta integral

El local cuenta con una vidriera que cambia de color cada temporada gracias a un convenio con una pinturería local y de paso renuevan la muestra de joyería que da a la calle con obras de 15 artistas joyeros locales, entre artistas y estudiantes.

Arrancó su formación en la Cámara de Joyeros de Córdoba, donde hizo una tecnicatura orientada a una joyería más tradicional, “más de vidriera como le decimos”, y luego continuó en Caelum, la escuela de Cecilia Richard por cinco años, donde hoy ya es docente. Y allí descubrió, luego de estudiar agronomía, diseño gráfico, diseño web y de multimedia y joyería, que lo suyo era la joyería artística.

Vendido ofrece una mezcla de ambas, tanto de una joyería más tradicional, también más artesanal, y una joyería contemporánea. Este año le sumó un poco de cerámica y hasta algo de indumentaria.

“La exposición que se ve adentro está presentada por artista, con su respectivo QR que te lleva a su página. La mayoría son de la zona y, en particular, joyeros que estudiaron en los diversos talleres que brindo”, señala.

El espacio de taller cuenta con dos bancos tradicionales y un mesón de trabajo más cuadrado. Lucas comenzó dando cursos en su casa, donde antes tenía el taller en el que daba clases individuales o a dos personas, y desde hace unos meses lo trasladó a Vendido, donde continúa con las clases a un grupo reducido de hasta cuatro personas. Allí mismo dispone de su espacio de trabajo personal, su taller de joyería.

Además de esas clases particulares, da clases desde aproximadamente cinco años en Caelum, el taller escuela de Cecilia Richard. Uno de esos talleres es el Inicial, con técnicas básicas hasta mitad de año y después se arranca con un proyecto personal de cada alumno a partir de las técnicas aprendidas; después brinda un taller Avanzado, para quienes cursaron el primer año y hace un seguimiento de proyecto de joyería artística, o comercial también, en el que se continúa aprendiendo técnicas; y además da talleres Monográficos, que tienen una duración de cuatro meses, sobre Cadenas, Engarce y Cierres, entre otros.

Café al paso

Y para instalar Vendido 1908 se asoció. “De regreso de Barcelona, Gina vino con la idea de instalar un espacio de café al paso, integrado a algún tipo de taller de cerámica o vivero; coincidimos en la propuesta y surgió reunir un espacio de joyería integral con café”. El perfil a que apunta es “ese cliente que consume café y, a su vez, le va una joya. Y se da, muchos vienen por el café de especialidad y no consumen joyas, pero consultan por las clases o nos recomiendan para que otros compren joyas. Estamos en una zona popular, de venta de electrónica, cerca de los joyeros más tradicionales”.

Nuestro café es de especialidad o especial porque trabajamos con una semilla de una variedad determinada, distinta a la habitual, mucho mejor tratada desde la recolección hasta su proceso de secado, también se tuesta de manera diferente y luego en la cafetera recibe un tratamiento especial; así el café es muchísimo más delicado, no hace mal y es muy rico. Y para quienes no tienen ganas de tomar un café tradicional, lo mezclamos con cúrcuma, remolacha, menta o directamente lo sustituimos con algarroba”, explica Gina Tecco.

Para esto, cuentan con un living al aire libre, en la vereda; pero en general ofrecen café al paso a quienes se dirigen a sus respectivas oficinas, de lunes a viernes, de 8.30 a 13, y de 15.30 a 18. En un horario más flexible funciona el taller de joyería, en función de los horarios de clases y del tiempo que Lucas le dedica a su trabajo de obra; “a veces desde las 10 y hay días que puedo quedarme más allá de las 18, hasta las 22”.

Joyería artística

Trabaja principalmente a pedido. Uno de sus principales clientes es Atelier Objects of Infatuation de Brooklyn, especializado en diseño argentino, también la tienda del Sheraton Mendoza y en su momento su trabajo se expuso en Siesta de Barcelona.

En su obra más artística va más allá de la plata, con otras materialidades, como el plástico de las tapitas de gaseosa o de los palitos de chupetín, a los que incorpora pequeños juguetes. Con este tipo de piezas ha concursado al Fondo Nacional de las Artes o el Mercado de Arte de Córdoba, por ejemplo; se trata de proyectos con un perfil más de galerías o museos. La exploración del material y la movilidad con la articulación son las características principales de lo suyo.

Es que cuando arranqué no me sentía muy identificado con la joyería tradicional porque supone piezas estáticas, duras o frías, con brillantes, mucho brillo de espejo, pero te diría que hasta necesitaba que se movieran. De hecho, en mi tesis presenté un prendedor con una chicharra cuyas alas eran articuladas. En el taller escuela de Ceci Richard exploré todo el potencial del movimiento en una joya a través de distintos materiales, como el plástico que mencionaba, también textiles y cerámica. Una pieza de este tipo implica tal complejidad que puede demandarme hasta un año; es que puedo dedicarle algunas horas semanales entre mis compromisos docentes y los trabajos más comerciales que me permiten sostenerme”.

¿Cómo saltó de la agronomía a la orfebrería? Su recorrido empezó por agronomía aunque pensaba estudiar veterinaria, siguió por el diseño gráfico, el diseño web y después el diseño multimedia. “Como todo esto no me satisfacía -aunque todo me sirvió y lo aplico, y todo lo que estudié de alguna manera se ve en la joyería-, mi papá me recordó que cuando tenía 11 años decía que quería ser joyero y me sugirió que me anotara en los cursos que por entonces la Cámara de Joyeros local acababa de abrir para ver si me gustaba. Hice la carrera pero me di cuenta que un clásico anillo o esclava no era lo mío, hasta que vi una muestra de Ceci Richard en el museo Caraffa y supe que eso sí me encantaría y así fue”.

Cual entomólogo

Su temática o principal interés son los insectos, entre otra fauna además de la flora. Hace abejorros, abejas, hormigas y tienen una articulación que hace a su movilidad,  son en 3D; “no trabajo el plano sino el volumen”. En general, son relicarios y pins, que tienen algo que se abre o se mueve. “De chico siempre me gustaron los animales; mi papá criaba canarios y lo ayudaba, siempre tuve un perro o conejo o tortuga…; tengo mucha simpatía o empatía hacia los animales, por eso estudié agronomía, aunque en principio iba a ser veterinario. Siempre me sentí atraído por los insectos y animales en general; lo de las chicharras surgió en un viaje a Santo Tomé y Sauce Viejo, en las inmediaciones de la ribera del Paraná, donde hay muchísimas”.

Y dice que esto se incentivó en la pandemia, cuando se acentuó ese gusto por los insectos cotidianos, como los  bichos bolita, las hormigas o, por otra parte, un zorzal, que viven en su medioambiente. Y ya se lo identifica con las piezas de insectos.

En estas aplica técnicas de joyería como el engaste micro pavé con brillantes que suele coronar rompiendo la estética con un autito de juguete, por ejemplo. En otras, usa el remache para la articulación en mix con otras técnicas tradicionales y contemporáneas. “Trato siempre de hacer una resignificación de los materiales, los brillantes no son solamente para decorar sino que se colocan siguiendo un concepto, una idea, puede que simulen las luces de presentación de ese autito de juguete, por ejemplo. Ahora estoy tratando de incluir piedras, pero lo mismo no se trata de un engarce de piedra habitual sino que exploro el tipo de piedra y la función que cumplirían en la construcción de la pieza”

“Una piedra que me gusta mucho es el ónix y la uso para los ojos de los insectos; en el cuerpo de hormigas suelo usar una piedra que tiene adentro materia orgánica así simulo mostrar sus intestinos; trato de ver si una piedra me lleva un insecto, como una facetada que me llevó a la parte de los ojos de la mosca; un concepto muy Dalí.

Así, lo suyo es 100% hecho a mano aunque a veces suma manos de terceros “porque algunas veces el cuerpo de obra tiene tal demanda que por mi tiempo y mi mano no alcanzo a cubrir y suele tener que ver con un método de fundición o corte láser”.

Entre sus proyectos, está en tratativas para traer a su galería o vidriera de Vendido 1908 piezas de joyería contemporánea de Buenos Aires y hasta del exterior.

En tanto, además, analiza realizar dos muestras individuales en las que proyecta presentar piezas nuevas, así como una retrospectiva del proceso creativo que fue construyendo en estos años con las piezas más significativas que lo definen.

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Joyería contemporánea con Sello de Buen Diseño

Apuntes | Notas

Joyería contemporánea conSello de Buen Diseño


Nueva edición del Sello del Buen Diseño que se estrena este jueves en el Centro Cultural Kirchner, con entrada libre y gratuita.

Entre las propuestas creativas distinguidas, se vuelve a destacar la joyería contemporánea con trabajos de Capisano, Ampara textil, Maison Domecq, Bárbara D’Ambra Designer y más.


Se dieron a conocer los elegidos de la 11ª edición del Sello de Buen Diseño argentino, la distinción oficial que otorga la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía de la Nación a los productos de la industria nacional que se destacan “por su innovación, por su apuesta a la producción local, su posicionamiento en el mercado y por su calidad de diseño”.

Una propuesta producida por pymes argentinas con productos para Industrias & Transporte, Mobiliario & Equipamiento, Hogar, Oficina & Recreación, Indumentaria, Calzados & Accesorios y Comunicación Estratégica.

Esta marca de Buen Diseño, que pretende reforzar la identidad creativa argentina y “comunica el esfuerzo por lograr una producción nacional de calidad que entienda a la mejora continua como el camino para lograr la excelencia. Asimismo, busca premiar avances y desarrollos significativos. Innovación, identidad y calidad son los atributos que representan al SBD”, destacan desde la organización.

En el rubro accesorios, se incluyen propuestas de joyería contemporánea con diversos trabajos originales.

Estímulo al diseño

Por tercera vez Cecilia Capisano valida su trabajo creativo ante el Sello de Buen Diseño desarrollando piezas de joyería y objetos que merecieron ser destacados “por permitirme ser más sensible, menos morfológica y más plástica que formal o geométrica. No se trata de una propuesta estética sino que entiendo que el disparador conceptual fue importante a la hora de valorar el  trabajo”, explica la joyera contemporánea y diseñadora gráfica.

Resalta que le interesaba certificar su línea Gaudí que, como su nombre lo indica, está inspirada en la etapa naturalista y ornamental del arquitecto español. Fue consecuencia de su enamoramiento de la obra de este modernista catalán durante su paso por Joya Barcelona en 2014, cuando expuso por primera vez su obra en el ámbito internacional.

Consiste en una serie de gargantillas y aros de líneas curvadas, con buen contrapunto entre vacíos y bordes orgánicos, muy plásticos hechos en bronce con baños en plata sulfurada, oro 24 y plata.

Otros de sus trabajos puestos en valor fue su serie Vertientes, que surge como reflejo de los diferentes estados anímicos que estuvieron presentes en la pandemia, “siempre emociones optimistas o placenteras a pesar de todo, con las que siempre me vinculo. Es un trabajo introspectivo que alude a los que pudieron salir o reencontrarse, a los que nacieron en ese período, y también es una suerte de homenaje que vibra por lo que le pasó al otro. Soy muy sensible y sea cual fuere el sentimiento me conmuevo, por eso juego con la lágrima que está al borde de la caída según la cantidad de material que cae”.

Es que se trata de un original y funcional objeto, una metáfora de una joya-alhajero, resultado de una búsqueda que materializó emociones que “desbordan en bases de cerámica como si fueran lágrimas de metal”.

Esta propuesta artística se presenta en originales despojadores de cerámica, soportes sobre los que descansan dijes de bronce amorfos no menos orgánicos, que encastran perfectamente. Están hechos en cerámica esmaltada y bizcochada y cada dije está realizado en bronce pulido al espejo “que sugiero grabar -y es bien aceptado- con una fecha o nombre y se lleva con un hilo delgado casi invisible”, describe.

La creativa señala que participar del SBD es “siempre una motivación porque supone una edición, puesta y difusión muy cuidada que impulsa a crear, superarse y cumplir con ciertos objetivos estándares, te estimula a optimizar diseños y a cerrar proyectos. Siempre con una idea y un material originalmente bien manipulado. En mi caso, mi trabajo juega entre el arte y el diseño, con una propuesta conceptual.

«El Sello tiene una buenísima curaduría que te conecta en una vidriera única, te lleva a establecer relaciones comerciales y te permite un intercambio creativo enriquecedor”.

Propuestas contemporáneas

Otra de las que repite con éxito es la diseñadora industrial Mayte Ossorio Domecq por su suprareciclado e impacto visual. Esta vez, mostró una nueva línea de accesorios realizada con remanentes de calzado de seguridad, cuya forma oval permitió a partir del escalado generar el diseño y la resistencia necesaria para su funcionalidad y durabilidad.

Ampara joyería textil, de Lilia Breyter y Silvia Roldán, fue destacada Puna Cobre. Una línea de collares y pulseras que enlaza comunidades con tejedoras de Jujuy, Neuquén y Buenos Aires. Con una mirada contemporánea, le dieron valor a los textiles andinos con el fin de  generar interés en la cultura y geografía de donde provienen.

Estas piezas fusionan materiales suaves con texturados y metálicos como el tejido de cobre, a través de distintas técnicas que involucran diversos telares con una elaboración manual.

Bárbara D’Ambra volvió a presentar la continuidad de su trabajo Insinuaciones. Se trata de  una línea de joyería contemporánea que se inicia “en el ejercicio Autorretrato, un trabajo universitario de la materia Accesorios de la entonces cátedra Kweitel- Kohon (FADU-UBA) 2017. Desde esa exploración surge el proyecto de piezas artesanales a partir del corian, superficie sólida de las placas descartadas de la fabricación de mobiliario, reconvertido en piezas de diseño.

De Eugenia Katz junto con Santiago García Aramburu y Morena Lallana fue distinguida la colección América, que surge de la recuperación y resignificación de piezas antiguas. “En este caso un prendedor metálico antiguo de mapamundi, guardado entre recuerdos familiares, fue el disparador de los primeros prototipos metálicos para luego realizar un molde de goma de alta temperatura y las respectivas ceras que mediante el proceso de fundición de cera perdida para aros, collar y pulsera hechos en bronce y plata 925”.

Con buen diseño

La diseñadora industrial Beatriz Palacio fue seleccionada por su línea Topographic, que hace referencia a las diferentes representaciones de la superficie terrestre. Está compuesta por aros y collares reversibles realizados en acrílico y chapa y se llevan con cadena de bronce. Cada pieza es cortada digitalmente y ensamblada a mano, generando un proceso productivo industrial y manual particular.

Carolina De Bassi fue elegida por Matrices, una colección de accesorios artesanales hechos con rezagos industriales de cuero provenientes de la producción de carteras y bolsos. Su objetivo fue resignificar los descartes a través del diseño como herramienta de transformación. Su desarrollo morfológico se dio por las posibilidades que ofrecen los recortes disponibles trabajados a través del plegado y la unión. Señala que estéticamente se remite a las curvas del art decó y al espacio cóncavo del útero.

La diseñadora textil Sofía Moranchel presentó la colección Mineral de su firma Lanaria, creada como resultado de una exploración sobre los límites físicos del hilo de seda, su resistencia al ser sometido a una fuerza de torsión máxima que antecede al momento del desgarro. Son piezas únicas, numeradas, con cadenas de acero quirúrgico y pasantes de plata en los aros.

Los diseñadores industriales Esteban Lapidus y Martín Schvartzman fueron señalados por varios anillos de Loreto Rings: Piedra Alternativa reversiona el concepto de piedras preciosas e incorpora materiales no tradicionales como la madera, el mármol de carrara reconstruido, el concreto y el oro. Rústico Disruptivo combina madera y cemento cohesionados por una aleación con titanio. Y Terrazzo incluye desarrollos de piedras con modelado 3D, resina de color y cemento.

Y en esta singular selección del SBD se incluyó también el collar Diana de Titania, la marca de Romina Coletta, una pieza sin género y liviana, realizada con materiales textiles que combinan técnicas de plisado que exploran el uso del color y las estampas.

Estas piezas y muchas más pueden verse en el Centro Cultural Kirchner hasta el próximo domingo 16, con entrada libre y gratuita.


Entrevista a Mabel Pena

Apuntes | Notas

Trato de generar conciencia resignificando el material para transmitir un mensaje


Entrevista a Mabel Pena

Por Delia Alicia Piña

 

Es la única latinoamericana elegida por la Loewe Foundation Craft Prize para la muestra que mes próximo expondrá en The Noguchi Museum, en Brooklyn.

Mabel Pena es otra de las maestras referentes de la joyería local. Escenógrafa, vestuarista, fotógrafa y también joyera especializada en la técnica de la cera perdida y, sobre todo, en la recuperación de bolsas arrojadas al Delta para convertirlas en piezas únicas.

Su interés por reciclar la llevó a manipular polietileno, que transforma sometiéndolo a determinados tratamientos con base en el calor. Hoy suma otras materialidades como el cemento y la resina y, a largo plazo, proyecta innovar con residuos tecnológicos, sonidos y hasta luces. “Me gusta cambiar, soy más ecléctica, procuro reunir o conciliar materiales y proyectos diversos”, dice.

Cómo es «Humedales», la colección con que fue distinguida. El remo, las experiencias que la inspiran y su fascinación por el río. Las clases que desde hace 20 años ofrece en su taller Km. 0 y los proyectos en los que trabaja en forma simultánea.


_Trabajaste mucho como vestuarista y escenógrafa.

_Sí muchísimo. Empecé estudiando en la escuela técnica Fernando Fader con orientación en Diseño de Artesanías Aplicadas a la Industria, donde comencé joyería en el Taller de Metales. Por eso, la elección de mi trabajo dentro del rubro artesanías por parte de Fundación Loewe me conmueve porque me remite a mis comienzos en artesanías aplicadas; esa selección es como cerrar o coronar esa vuelta que me permitió la vida.

Luego de la Fader empecé a estudiar escenografía en la Escuela de Gastón Breyer, seguí con Saulo Benavente y continué con Graciela Galán. Trabajé en varias obras, como “Boda Blanca” también haciendo la utilería en todo tipo de objetos. Participé del movimiento de resistencia cultural “Danza Abierta” y en la ópera “Manon”, entre otras. Después me desempeñé sola como escenógrafa en cine, pero el teatro fue lo más, me encanta porque es más abarcativo, todas las artes se unen y complementan.

 

“La elección de mi trabajo dentro del rubro artesanías por parte de Fundación Loewe me conmueve porque me remite a mis comienzos en artesanías aplicadas.”

 

_¿Qué habilidades artísticas o mirada te dieron la escenografía y el vestuario que hoy aplicás?

_El manejo del espacio y lo aplico a la joyería. Planteo la joya como un espacio de arte, como un territorio por ocupar y me interesa que pueda verse desde distintos puntos de vista, lo cual puede generar diferentes formas, tal como se da en el teatro que hacés una apuesta de luces, como la vital o la lateral, que dan lugar a diferentes formas. En un ensayo de teatro, por ejemplo, tanto el escenógrafo como el vestuarista están en los detalles y observan la puesta desde distintos lugares. Esto lo aplico también a la fotografía, ya que apunto y me paro con el lente desde distintos punto de vista, y esas imágenes inspiradoras terminan plasmándose de alguna manera en la joyería.

Así, la joya no es un plano en el que trabajo sino que obviamente supone más dimensiones. De esta manera, la joya pasa a ser un ámbito escénico que trabajo desde lo visual. Y como en el teatro, en la joyería ese ámbito escénico es un proyecto conceptual no una simple decoración; en ambas disciplinas se maneja la luz y el color según una idea o concepto.

 

“Planteo la joya como un espacio de arte, como un territorio por ocupar.”

 

_¿La joyería fue un desprendimiento de tu trabajo como escenógrafa?

_Después de mucho hacer teatro, mientras en paralelo hacía diversos talleres, como de vidrio, sentí que el teatro ya era muy inestable para mí porque estaba trabajando en tres obras a la vez, por ejemplo, y después tenía un silencio o parate de tres meses…

Entonces como había hecho Grabado quise volver al metal y busqué a Aschian Sarquis, con quien estudié muchos años. Un gran maestro que siempre recibió mis propuestas, mis ideas no tan tradicionales, mis dibujos y me orientó y capacitó muchísimo. Luego estudié con el maestro orfebre Alfredo Garavaglia con quien me especialicé en la técnica de la cera perdida y eso me abrió un universo creativo buenísimo; y ya no solo creo con metal sino también madera, acrílico y plásticos desechados. Con todo este bagaje hoy trabajo los espacios, el volumen y las texturas.

 

“Ya no solo creo con metal sino también madera, acrílico y plásticos desechados. Con todo este bagaje hoy trabajo los espacios, el volumen y las texturas.”

 

Decisión por reciclar

 

_¿Cómo se dió ese pase del metal a los plásticos y por qué?

_Primero empecé a trabajar con la plata, luego en cobre porque me interesaba incorporar color a través de sus oxidaciones, seguí con acrílicos y maderas, como mencionaba; siempre fue metal y algo más.

A los plásticos llegué por la decisión de reciclar materiales y tienen la interesante característica que se transforman y no lo podés manejar hasta que te das cuenta cómo da o cuáles son las posibilidades que ofrece sometiéndolo a determinados tratamientos, como el calor. Estos procesos son muy cautivantes porque generan un movimiento interesantísimo y, según su densidad o elementos que lo componen, resultan de diferentes maneras; una cosa es el PET, otra el polietileno y distinto es también el polipropileno.

Trabajé mucho con las tapitas de gaseosas y bebidas que la Fundación Garraham procesa en pellets o confites de 5mm e hice una colección trabajada con calor.

En general, uso bolsas de polietileno y ahora con filamentos termoplásticos 3D, algunos están hechos con elementos naturales como almidón de maíz o raíces, entre otras. Pero comúnmente utilizo bolsas de polietileno que lamentablemente se siguen haciendo y que terminan, entre otros lugares, el lecho del río, se observan cuando baja el agua y las saco cuando voy remando por el Delta; es impresionante la cantidad que se tira. También busco bolsas de colores que entregan al comprar comida. Voy juntando para recuperar y transformar.

Con esto se puede hacer un montón, es sabido que rellenado botellas con bolsas y plástico se pueden hacer ladrillos que sirven para la construcción. Y la joyería es otra una gran alternativa.

Me manejo con el color de las bolsas recuperadas aunque no dejo de indagar cómo darles un tono como lo hago con los filamentos 3D, que según necesito tiño con tinturas al alcohol en un proceso pictórico que lleva bastante tiempo.

 

“A los plásticos llegué por la decisión de reciclar materiales y tienen la interesante característica que se transforman.”

 

_Así generás tramas, nuevos textiles.

_Sí, en este caso para representar los arrecifes de los humedales. Ahora estoy haciendo foco en las ramas a partir de bolsas tratadas, que desmecho, genero hilos y también diversas formas con apariencia de papel.

Son tramas que voy dibujando con calor y lo paso a tres dimensiones. Hago un bastante trabajo de campo a partir de la fotografía y la contemplación, para ir al detalle de lo mucho que encuentro y observo en el Tigre cuando por ejemplo brota la humedad y salen unos hongos tremendos. Mi entorno o ámbito escenográfico es el Delta, a partir del cual construyo.

Me gusta profundizar en el detalle y llevarlo a otra escala, a una escala mayor y de paso me doy el gusto que en teatro me complicaba por la logística. No obstante, también pasé a la joyería, como muchos, por una cuestión de escala. En joyería, con poco puedes hacer mucho. Con tres herramientas hacés una pieza, aunque reconozco mi debilidad por estar bien equipada.

Y en ese hacer, sigo con metales, más bien retomé bastante en este tiempo, en mix con filamentos plásticos, también con resina, rafia natural y cemento que simula las piedras de las estacadas que se instalan a la vera del río en Tigre para contenerlo. Con el cemento, creo piedras para una composición de esas orillas ribereñas en las que estoy indagando a partir de fotografías, para reflejar ese urbano que entra en el río con sus connotaciones positivas y negativas. Hay piezas que muestran el humedal virgen, frondoso y con color, y otros descoloridos, pálido, de aspecto seco por el paso destructor del hombre.

En este proyecto sumo piedras, resina, filamentos plásticos y metal. Lo que más me gusta de la joyería contemporánea es la variedad de materiales con que puedo trabajar.

“Lo que más me gusta de la joyería contemporánea es la variedad de materiales con que puedo trabajar”.

_¿Qué te llevó a este tema?

_Estar en el río me fue llevando a un trabajo que busca llamar la atención sobre la necesidad de cuidar el medioambiente en el que vivimos. Me encanta estar en el Delta y remar en el río; el cambio de paisaje que se da cuando estoy navegando por allí es espectacular, aunque lamentablemente la sequía está causando estragos en la zona.

Me encanta también la ciudad en la que vivo, pero también me gusta el contraste de los fines de semana en la naturaleza casi salvaje. Y quise llevar ese paisaje a mi obra de manera más conceptual. Mi trabajo siempre fue bastante orgánico, ahora quizás me llegó el momento de que sea más reflexivo.

Del encantamiento inicial con el metal y las posibilidades visuales que ofrece, después de muchos años de trabajo y de probar diversas materialidades con distintos propósitos, hoy me interesa que mis piezas tengan un mensaje claro. Por eso, decidí comenzar a indagar en el Delta que tanto me atrae y surgió la colección que llevaba su nombre. Ahora  profundizo en los humedales en una investigación que también derivó una colección del mismo nombre. Es un ecosistema muy castigado por la mano del hombre, que interviene destruyéndolo con incendios, por ejemplo; esto también trato de reflejarlo con la incorporación de otros colores más encendidos, valga la alusión. De esta manera, convierto mi preocupación en ocuparme de transmitir mi mensaje de alerta, si se quiere, un llamado de atención a través de la joyería. Si bien hay otra consciencia y muchos grupos y organizaciones luchan por preservar y cuidar, también hay muchas manos interesadas dañinas que no frenan ni se las frena. El desmonte y la intervención de los humedales es un tema de actualidad que debiera estar más en agenda y resolverse. Es precisa la tan vapuleada Ley de humedales que preserve el Delta, entre otras medidas.

Basta con ver lo que pasa con el río Corriente, en la provincia de Corrientes, que está casi seco, en el que los animales corren desesperados en la poca agua que hay, también huyendo de los incendios, y donde también mueren miles y miles de peces, o el cauce del río Miriñay atravesado por terraplenes arroceros que lo terminan por secar. Un deterioro que se acelera, si bien con las redes sociales estamos más informados y es tan evidente que estamos más atentos, hay que dar un paso más porque es un espanto.

 

Toma de consciencia

 

Desde mi lugar trato de generar conciencia resignificando material de desecho para transmitir un mensaje a través de una pieza de joyería, en un proceso que se completa con el sujeto portante que adhiere al mensaje.

Estoy muy interesada en seguir transitando este camino y continuar con ente trabajo sumando puntos de vista, como con las estacadas que de alguna manera muestran como el cemento de la ciudad se instala en la naturaleza del río o del Delta y viceversa cómo plantas autóctonas de los humedales ya son moneda corriente en locales de venta en la ciudad, y este es un ida y vuelta interesante que invita a seguir reflexionando e indagando.

Y me gusta mucho expresarme a través de piezas, como los collares que me encantan porque tengo más espacio así como los broches que se consideran los objetos más neutros, susceptibles de ser usados en cualquier parte no solo en las convencionales.

Como verás mi obra no es minimalista sino todo lo contrario, para mí más es más y la exuberancia de la naturaleza suma aún más a este concepto; tal vez soy minimalista al vestir, porque tal vez es una opción inconsciente que me permite lucir más las piezas de joyería contemporánea.

De alguna manera, la joyería es un paliativo que contribuye a una toma de conciencia para cuidar el medio ambiente. Y esta premisa se establece de manera directa: quien lleva puesta una pieza del tipo que describía o con un mensaje como el que planteaba lo apoya claramente sea donde fuere o donde esté, la bajada es muy directa y la llegada es total, es una vidriera móvil muy interesante, que me interesa aprovechar, sobre todo, con este mensaje.

No es que la joyería contemporánea debe dar un mensaje, es como la indumentaria o cualquier otro lenguaje no es obligatorio, pero para mí está bueno que se plantee, y busco dar ese mensaje a través de mis piezas.

 

“Quise llevar ese paisaje a mi obra de manera más conceptual. Mi trabajo siempre fue bastante orgánico, ahora quizás me llegó el momento de que sea más reflexivo.”

 

_Te gusta navegar.

_Me encanta navegar en bote de madera remo por el Delta. Si bien no soy deportista, me fascinan las experiencias por eso además de esta práctica también hice buceo. Mi bautismo fue en Playa Girón y resultó alucinante, entré caminando y comencé a  sumergirme en un mundo fantástico, que revelé a través de la fotografía que también me gusta mucho como ya dije. Los colores que descubrí, las texturas a que me llevaron, el movimiento sugerente, las características del fondo marino y el atractivo de los peces hicieron que se convirtiera en una experiencia extraordinaria. Y a esto se sumó, para no variar, la mano del hombre con un barco hundido oxidado invadido por la fauna y flora marina impresionantes. Si esto fuera todo sería pasable, pero como sabemos hay más que contamina, como una red de cables submarinos que alimentan internet, además de las tremendas islas de plásticos movibles, a los que se suma la goma de miles de ojotas, mucho telgopor y otros desechos  turísticos. Un mundo increíble. Y aunque tenemos más información de lo que pasa, reitero, de lo que hacemos y de las consecuencias de nuestros  actos, no paramos.

 

“Intento no dar ninguna relevancia al material o a una técnica determinada, solo trato de adaptar cada material a la narrativa y al discurso del momento.”

 

Experiencias creativas

 

_¿Esa conexión, no obstante, tiene un lado positivo por la mayor interrelación de los actores o protagonistas de la joyería contemporánea?

_Sin duda y eso está bueno. Por eso, ir a Nueva York a la presentación de la muestra de los artistas artesanos seleccionados por la Fundación Loewe, del 17 de mayo al 18 de junio, es una oportunidad de ver, conocer y relacionarme con propuestas que se generan en distintos lugares del mundo: Japón, Francia, Estados Unidos, Nigeria, China, Corea, Australia, España, Dinamarca, Reino Unido, India, Bélgica y honrada de ser la única de Latinoamérica. Hay varios proyectos asiáticos y me entusiasma ver su trabajo porque tienen un manejo del tiempo de la técnica impresionante; imagino que no tienen esa ansiedad de terminar sus piezas por eso resultan con una perfección sorprendente, por eso querría verlo y corroborarlo.

Y estoy armando una agenda con otras propuestas que espero sea una apertura de nuevos caminos interesantes.

“Resulté una de las 30 artistas finalistas seccionadas por la Fundación Loewe. Fue una sorpresa, ya me siento premiada al ser finalista.”

_¿Qué presentaste en Loewe Foundation Craft Prize?

_Resulté una de las 30 artistas finalistas seccionadas por la Fundación Loewe para la muestra se inaugura el 16 de mayo en The Noguchi Museum, en Brooklyn. Fue una sorpresa, ya me siento premiada al ser finalista; lo tomo como un premio también a la trayectoria, al uso de técnicas que resultan de un proceso en el que pretendo innovar.

Es una pieza de la colección «Humedales» que explora la relación del ser humano con la naturaleza y me interesó destacar la importancia vital de preservar ecosistemas especializados. La cree a partir de bolsas de polietileno recicladas, manipuladas de diferentes maneras para crear diversas texturas.

Se trata de una representación escenográfica de los humedales no solo del Delta argentino sino de América Latina en general, que juegan un papel importante en el mantenimiento de la biodiversidad y la gestión de inundaciones y se están interviniendo de manera dañina. Este collar documenta la lucha por sobrevivir al impacto humano.

 

“La colección «Humedales» es una representación escenográfica que explora la relación del ser humano con la naturaleza.”

 

_¿Proyectos?

_Ya en lo local, tengo prevista mi participación en la muestra por los 40 años de Democracia, y también proyecto presentarme en «ADN», la convocatoria de Alliages.

A partir de la propuesta de «Sepan Cuantos», el proyecto de los artistas mexicanos Ofelia Murrieta y Andrés Fonseca por el aniversario de esa colección de la Editorial Porrúa, surgió otra línea de trabajo en papel a partir de páginas de un libro de Gabriela Mistral intervenido.

He trabajado mucho en papel, me gusta mucho la cartapesta. Esta convocatoria me entusiasma, porque me gusta cambiar, soy más ecléctica, procuro reunir o conciliar materiales y proyectos diversos. Me siento cómoda llevando adelante distintas líneas de trabajo.

A mis clásicos de metal y plástico, sumo el cemento, como mencioné, cemento con resina, y estoy volviendo al metal. Y tengo en carpeta muchos otros materiales para investigar, como los residuos tecnológicos, y también me interesa trabajar en la incorporación de sonido o de luz en las piezas, pero para esto tendré que sumar ayuda. Me dedico a full, no paro de indagar y comparto mis investigaciones a través de las clases que doy en mi taller Km 0 desde hace 20 años, en una fundación de salud mental y online en el Museo Hernández.

 

“Me gusta cambiar, soy más ecléctica, procuro reunir o conciliar materiales y proyectos diversos. Me siento cómoda llevando adelante distintas líneas de trabajo.”

 

_¿Esa ayuda implica un trabajo interdisciplinario?

_Sí, y me permitiría fusionar el arte y la tecnología, en una suma de conocimientos que me parece súper interesante. Es un proyecto a largo plazo. Me interesan los proyectos de este tipo y también los temáticos o trabajar a partir de una consigna,  porque me recuerda al teatro, a trabajar como en una obra en particular y cambiar o variar a otra, según un guión, si se quiere, o un concepto; así una obra no es igual a otra y puedo sumar en favor de la joyería y la creatividad, es un estímulo constante.


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Tatiana Apráez en el V&A

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La obra de la artista colombiana Tatiana Apráez fue adquirida por el V&A


Su serie «Urcunina» recrea la tradicional técnica de barniz de Pasto


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Rancho, muestra homenaje a Fridl Loos

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Laura Giusti es una de las joyeras participantes junto con  Vicky Biagiola, Cristian Roa, Lena Marie Echelle y Ramiro​ López Martina con su Metartesania.


De Laura Giusti, «Awana» colgantes hechos mediante soldado, calado, lijado, esmerilados y anudado de manto aguayo cusqueño, tiento de cuero y plata 925.


Taller Abierto de Ruth Schaffer

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De visita | Talleres

Taller Abierto de Ruth Schaffer


La curva y el movimiento que genera es el eje de la propuesta de esta creativa y lo cuenta desde su taller en Palermo.

La mirada proyectual de Ruth Schaffer se la dio su profesión original de arquitecta que la conectó con las curvas y el movimiento que generan. Y esto dio origen al nombre de su firma, que deriva de la palabra finlandesa kayra. Con esos elementos eje se planteó la necesidad de transformarlos o, más bien, de materializarlas en piezas de diseño portables. Desde su taller en Palermo cuenta cómo se reconvirtió en joyera al incursionar en el aprendizaje de técnicas, estrategias y, sobre todo, a probar e indagar en materiales.

Su taller showroom está es una planta baja que da a un patio, en un clásico edificio palermitano a metros del Parque La Heras. Está sectorizado en diferentes áreas, con puestos de trabajo que comparte con su equipo para la producción de su marca Kaira joyas.

Como a muchos, la naturaleza también es su fuente de inspiración, además de lo femenino y lo simbólico, dice. Lo suyo comenzó en 2004 moldeando en cera piezas que enviaba a fundir en metal y luego usaba, despertando curiosidad y consecuentes pedidos que la llevaron a crear su firma.

Actitud resiliente

Resiliente como pocas, se reconvirtió porque debió dejar de lado el metal por una alergia y comenzó a trabajar en cuero recuperado. “Una alergia por la manipulación del metal me dio la oportunidad mirar a otros materiales, como el cuero rescatado del descarte, con el que en 2012 realicé una de mis primeras colecciones con ese material, «Transformación lúdica», que partía de un espiral que se desplegaba pudiendo combinar módulos; una propuesta que mostré en Tienda Malba. Siento que la joyería contemporánea me permitió encontrar el lenguaje para expresarme, más allá de la materialidad. Es una búsqueda y un descubrir constante”, cuenta.

Mucho antes ya había decidido profesionalizarse en la joyería. “De 2005 a 2011 asistí al taller de Fabiana Gadano, en el que fui incorporando nuevas técnicas y adquiriendo otra mirada que me llevaron a descubrir y profundizar en la joyería contemporánea. También, realicé otros talleres y workshops, como con Irina Fiszelew, en el que pude sumar una nueva manera de gestionar mi trabajo”.

Cuenta con un banco donde volvió a trabajar directamente sobre el metal para soldar, calar y limar con las herramientas de joyería necesarias, tales como soplete, torno, limas, sierras, etc. Por otro lado, dispone de sublimadoras, con la que maneja materiales alternativos, como el mencionado cuero. Pero también trabaja con caucho, silicona y telas engomadas. “Es en este espacio donde pongo en juego la imaginación e inquietud por experimentar constantemente e investigar. Trato de probar y dejarme llevar para salir de lo estructurado o previsto”.

Más allá, tiene una mesa multifunción, que de igual manera va cambiando de destino según la necesidad. Se usa para preparar pedidos, confeccionar croquis o dibujos que luego pasarán a ser nuevos diseños y también se utiliza para realizar el moldeado en cera de las piezas que lleva a fundir. Dispone también de un escritorio, el espacio más despejado del taller, donde ubica su computadora para el trabajo más duro que admite es el que menos disfruta hacer.

Sin limitaciones

En este espacio creativo divide su tiempo entre su joyería más comercial y otra más personal o artística, en la que se permite crear sin limitaciones de procesos productivos, costos, tiempos de ejecución. “A veces se unen, ya que en varias ocasiones pude lograr una bajada de piezas de exposición para luego reproducirlas con los cambios requeridos. Al metal llego por el diseño que parte de un dibujo.

Y con el cuero recuperado, entre otros materiales, me dejo llevar y juego. Un proceso que se dio como consecuencia de una transformación personal en la que fui incorporando herramientas en favor del bienestar, como la meditación, para aflojar posturas estructuradas. Y este concepto también lo trasladé a mi joyería. Trabajo mucho sobre la experimentación y resignificación de materiales alternativos porque me encanta encontrarles otra vuelta.

“Con todo, la joyería me abrió la cabeza y pude empezar a indagar en el concepto más allá de la estética”, indica.

Procesos de experimentación

En ese proceso, señala que probó con una gran diversidad materiales según lo que quería contar en cada momento. A la cera para el metal y al cuero, le sumó experimentaciones con resina, caucho, silicona, poliuretano expandido, cintas de video, telas, sachet de leche y ahora guata, entre otros reciclados.

Para esto aplicó técnicas tradicionales de la joyería y también la termofusión. “Este método se popularizó bastante, pero cuando comencé a investigar con la pistola de calor y luego con la plancha manual hasta llegar a la sublimadora, era una técnica inusual; con el tiempo, fui explorando y descubriendo una alternativa expresiva interesante”.

Entre sus últimos trabajos, está una colección de piezas en guata trabajadas con calor, con la que logra volumen y consigue sumar color con tintes naturales. Hoy, además indaga con biomateriales y también con algunas piezas textiles. “Todo está en etapa de investigación, en un proceso de prueba en el que busco posibles prototipos”. En tanto, analiza una propuesta para preparar exhibir sus trabajos en escultura y joyería en una galería de Uruguay.

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Entrevista a Alejandra Agusti

Apuntes | Notas

El proceso que implica la joyería siempre es estimulante


Entrevista a Alejandra Agusti

Por Delia Alicia Piña

 

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Alejandra Agusti es escultora, escenógrafa, diseñadora y también joyera. Su taller revela una dedicación casi exclusiva a la joyería contemporánea, con gran variedad de herramientas que fue reuniendo por necesidad, para “ensayar y probar de todo”, cuenta.

Discípula de Antonio Pujía, María Medici y Jorge Castañón, sostiene que aprender joyería le abrió un mundo de posibilidades. Como con la escultura se deja llevar y crea casi inconscientemente: “Me atrapa el material, lo trabajo y recién cuando termino descubro que hay algo de esa materialidad que me evoca una historia”.

Sus últimos trabajos fueron elegidos por la maestra inglesa Caroline Broadhead para exhibirse desde hoy en la feria Schmuck que se realiza en Munich hasta este domingo 12.

Qué hace, con qué, cómo es su proceso creativo y qué papel juega la lucha de las mujeres y la guerra en su trabajo.


_Llegaste a la joyería por la escultura.

_Empecé joyería porque hice escultura con el maestro Leo Vinci en cuyo taller conocí al artista calabrés Antonio Pujía con quien hice un seminario. Por años hice, y aún hago escultura, pero con el tiempo advertí que necesitaba mucho del otro. La escultura requiere de mucho espacio, todos los materiales son grandes e implicaban constantemente una logística y movida importantes por lo que quise indagar en una escala menor.

Una amiga tenía un local de muebles y siempre exponía piezas de joyería -de Carolina Dutari- en la vidriera que me encantaban y, al mismo tiempo, vi una nota sobre el trabajo joyero de María Medici, la contacté y arranqué. Hice primero un intensivo en verano, luego seguí estudiando por años en su taller escuela y con un grupo de compañeras participamos de la feria Puro Diseño y hasta recibimos el premio Revelación por un trabajo con materiales industriales. Una experiencia buenísima. Después pasé a estudiar también por años en el taller La Nave del maestro Jorge Castañón. Así, con la joyería se me abrió un mundo creativo súper interesante.

Sumé otros workshops, simposios, cursos y talleres, con Francisca Kweitel en Proyecto 8, por ejemplo, y de esta manera la joyería me fue atrapando.

En paralelo, siempre hago escultura que también me apasiona. Lo mismo escenografía, con la que llevo adelante un taller educativo. Siempre con las manos en talleres porque para mí es un espacio único que me permite crecer a diario.

 

“La joyería me abrió a un mundo creativo súper interesante”.

 

_¿Cómo es tu proceso creativo?

_Nunca pienso antes lo que voy a hacer salvo que sea algo por encargo o un pedido o algo hecho con un fin determinado. En general, me atrapa el material, lo trabajo y recién cuando termino descubro que hay algo de esa materialidad que me evoca una historia.

Es como un trabajo meditativo, en el que me sumerjo a la experiencia y cuando la transito y avanzo en una resolución se manifiesta una respuesta. Esto me pasa en la joyería y no tanto en la escultura. Esta supone admiración o ser vista, la gente la rodea, accede desde el afuera. En cambio, en la joyería se da una experiencia distinta: el que la lleva, la expone, le aporta mucho, le da un significado que tal vez no tenía. Tal vez, por esto último, me gusta más la joyería, porque sé que mi trabajo se completará con el otro y nunca se cómo y con quién y eso es mucho más interesante.

 

“Me atrapa el material, lo trabajo y recién cuando termino descubro que hay algo de esa materialidad que me evoca una historia.”

 

_¿Con qué materiales trabajás?

_Los materiales con los que he trabajado son muchos y variados. Empecé con saquitos de té y lana, seguí con una especie de rasta que dejan los animales al rozar el alambrado, también azulejos de demolición, ropa vieja usada, corchos, pirograbado sobre pergaminos, dedales, vainas de balas, suelas de zapatos…

Es que hay materiales que no están visibilizados y me interesa ponerlos en valor. Y en ese proceso de construcción surge una historia que puedo contar a través de mi obra, no es que tengo una intención previa sino que se genera una idea posterior.

Y sin quererlo la repetición juega un papel importante. Al relacionarme con el material puede que se genere un patrón o una secuencia, se abren posibilidades que limpian o aclaran una situación. Son elementos usados que vuelvo a utilizar o a reunir o a hacer visible y que terminan por componer una historia.

El encuentro con el material a veces es fortuito, pocas veces es deliberado. Hay mucho de intuición y hasta de revelación o que una cosa lleva a la otra y termino por ejemplo con los dedales. Siempre se da una intervención importante, como con este elemento de protección de la costura con cuya pieza participo ahora de Schmuck.

 

“Hay materiales que no están visibilizados y me interesa ponerlos en valor.”

 

Materialidades evocadoras

 

_La imagen de la mujer es una constante en tu trabajos.

_Sí, es cierto la imagen de la mujer está muy presente en mi trabajo, como en el collar «Alianza de mujeres» hecho con esos dedales. Una pieza que termina por retratar el comportamiento con el que las mujeres responden a la hostilidad: se protegen, se, juntan, se unen. Esta es una reflexión posterior con la joya resultante en la mano que me interesó exhibir; por eso, estoy orgullosa de que se muestre en Munich.

Mi intención es seguir trabajando con los dedales porque de alguna manera sucede algo, se empieza a dar que se enhebra una historia de protección y unión de las mujeres que me interesa seguir investigando. Es un tema que me toca en lo personal porque estas piezas derivaron en un homenaje a las mujeres de mi vida y de mi pasado, a todas las que lucharon para que podamos estar donde estamos hoy y también a las que con ese legado en la memoria seguirán peleando y conquistando.

Y respecto de la alusión a las mujeres, también participé de «Mujeres abordando la memoria»,  como resultado de un trabajo en la clínica de obra de la artista Dolores Casares, en el que utilicé suelas de zapatos intervenidos con gofrado. Un material que repetí en la muestra «Somos lo que hacemos» del taller de Jorge Castañón.

“La imagen de la mujer está muy presente en mi trabajo”.

_El proceso es importante.

_Es lo más importante, no me interesa el resultado. Me encanta probar, ver qué pasa con el material, cómo se comporta ante las intervenciones, cómo se desarrolla. El proceso de investigación es siempre fascinante, te permite aprender muchísimo y es lo más valioso.

El proceso me atrapa, como el que supuso la realización de esos collares caravana con los que se identifican a los animales que presenté en la primera bienal de joyería, por ejemplo. Cuando descubro el hilo conductor que va desarrollando la pieza no puedo parar.

 

“El proceso es lo más importante, no me interesa el resultado…”

 

_¿Qué te interesa mostrar con la obra que presentás en Schmuck?

_Los collares «Memoria» y «Alianza…» muestran luchas históricas por salir de un yugo, agresión o adversidad, como mencioné. Los presenté porque los procesos de trabajo que implicaron y sus resultantes son muy sugerentes; por eso, me alegró que fueran elegidas para exhibirse en esta feria de Munich.

Tanto los dedales como las vainas son elementos muy fuertes y para mí, que soy hija de inmigrantes eslovenas que se abrieron camino solas y la pelearon duro, representan esa historia invisibilizada que terminé por poner en valor, en la que la mujer tiene un papel tremendamente importante. Estas piezas aluden a esas mujeres que pudieron y debieron hacerse cargo. Cuando terminé de construir las piezas me di cuenta de lo que significaban y me dije: sí es esto, esto me representa, y resultó ser un espejo de mi historia. No solo me pareció interesante sino hasta sanador.

«Memoria» también fue elegida por Schmuck y comenzó a gestarse cuando arrancó la invasión rusa a Ucrania. Ese inicio de la guerra me movilizó, una movida de familias que se ven obligadas a huir, que se separan, parte de ellas se pierde, pero fue tal vez un proceso inconsciente que me llevó a usar esas vainas. Y representan las marcas de la conquista, la lucha por salir de la subyugación y, como siempre, las batallas cobran fuerza en la unión; tal vez por eso se dio el enhebrarlas, porque juntas se vuelven un símbolo, una manifestación de la lucha colectiva. El vacío de esas vainas usadas también tiene que ver con parte de mi familia que padeció la guerra y en su momento se topaba con rastros de una lucha impiadosa que seguía dañándolos.

Esta propuesta que llevo a Munich no es la primera que presento sino la octava creo, si no cuento mal. Fue una gran sorpresa haber sido elegida esta vez. Es que de alguna manera postularse y animarse a participar es parte de ese proceso en el que también se aprende. El intercambio con otros joyeros siempre es enriquecedor, te amplía la mirada.

 

“Los procesos de trabajo que implicaron (los collares «Memoria» y «Alianza…») resultaron muy sugerentes.”

 

_¿Trabajás con elementos hechos o usados?

_En un principio me hacía ruido trabajar de cero con metales habiendo tantos materiales y cosas hechas. Por eso, me encanta usar elementos de piezas hechas o materiales ya usados, como esas mangueras o resortes con los que trabajé cuando estudié joyería con Medici, por ejemplo.

Pero también modelar en cera que implica algo de escultura me gusta mucho, lo mismo que en madera aunque no la utilice mucho en joyería.

 

“Me encanta usar elementos de piezas hechas o materiales ya usados… también modelar en cera que implica algo de escultura me gusta muchos.”

 

_¿Cómo es tu propuesta de Ensamble Espacio?

_Es un espacio de taller que fusiona y ensambla un mix de saberes, un lugar de experimentación en el que busco acompañar en el proceso que cada uno elige y vivencia para materializar sus ideas, con ciertas herramientas por supuesto. Me interesa que quienes asisten también puedan investigar, ensayar, probar y aprovechar ese proceso para aprender, para hacer su propio recorrido en el que pueden suceder cosas, en el que puede suceder la joyería.

Me gusta acompañar, en particular, a chicos desde 10 años, entre otros, y el trabajo tiene que ver con los ensambles y encastre de materiales. Cada uno de los que vienen a Ensamble trabaja con materiales diversos en procesos que resultan siempre interesantes. Mostrar el proceso que implica la joyería siempre es estimulante, por eso repito que es lo más importante. La joyería es una rama del arte que facilita un sinfín de posibilidades. Un arte que siempre permite canalizar algo interesante.

Más allá de los intereses, el trabajo permite soltar, calmar, porque nada es urgente ni importa lo que se haga sino lo que pasa cuando se hace. En momentos en que el resultado, la urgencia y lo casi perfecto a veces parecieran prevalecer, en un espacio de taller buscamos todo lo contrario. Soltar para crear es sanador. Se trata de decidir probar qué sucede y elegir. Esto es lo que más me gusta y soy una agradecida

No preparo estudiantes de medicina que deben saber la medida correcta de una medicación, por ejemplo, sino que compartimos con estudiantes y artistas que buscan, en general, un espacio de expresión.

No obstante, en este mismo espacio de taller de joyería se aprenden y trabajan técnicas, nos dedicamos a las terminaciones como corresponde y se jerarquiza el material.

 

“La joyería es una rama del arte que facilita un sinfín de posibilidades.”

 

Un arte canalizador

 

_¿En todas las disciplinas con que trabajás lográs canalizar algo?

_Depende. Sólo trabajar con las manos te lleva a una conexión inesperada, auspiciosa, especial. Es como sintonizar con una especie de mantra que está en continuo y armoniza. Esto se da en la joyería y en la escultura; en escenografía, que es otra de las disciplinas en las que trabajo, está todo un poco más pautado; esto último también se dio en mi desempeño como decoradora o diseñadora de interiores en el que uno sigue ciertos criterios.

En joyería, aunque haga alguna pieza a pedido hago lo que me parece, lo que siento, porque me gusta y desafía ver qué me pasa con el otro; sobre todo, porque después ese otro participa de su exposición al llevarla de aquí para allá. Como decía, el usuario interviene en y con la pieza al portarla.

En «To The Point», y también lo replicó en una charla en su paso por Buenos Aires, la joyera y profesora alemana Daniela Malev, plantea los diversos significados de un broche de joyería de acuerdo a cómo se usa; no siempre resulta lo mismo si se lleva de una u otra manera. En ese mismo sentido, es que me interesa saber del otro, para saber cómo será como usuario de joyería, cómo le interesa portar o no una pieza de joyería porque puede que en ese uso la pieza signifique algo diferente, y está bueno estar abierta o atenta a esa posibilidad.

“Trabajar con las manos te lleva a una conexión inesperada, auspiciosa. Es como sintonizar con una especie de mantra que está en continuo y armoniza.”

_¿Pero no es más eso que el artista joyero puede expresar que aquello que el usuario aporta?

_No, si el otro no aporta o suma no siempre se da ese resultado. Es decir, cuando uno se sienta en el banco a crear para el otro es imprescindible un intercambio. En lo personal, ese contacto con el portador de una pieza de joyería es importante.

Independientemente de esto, cuando creo joyería de alguna manera tengo que generar una historia, y en el proceso se va dando; e insisto, es lo que más me interesa. Cuando hice esas piezas con fósforos, por ejemplo, todo pasaba por la necesidad de iluminar. En los distintos proyectos siempre hubo o  se dio una historia.

 

“El contacto con el portador de una pieza de joyería es importante”

 

_¿Qué significa Schmuck para vos?

_Schmuck es un evento para comunicar, un encuentro internacional de joyeros que merece ser difundido porque jerarquiza el trabajo artístico de muchos y, sobre todo, muestra una diversidad interesantísima.

Participar de esta muestra es un orgullo que comparto con otras joyeras argentinas, como Cecilia Richard que fue la primera en destacarse, también, por su parte o por parte de una galería -que es otra de las posibilidades que ofrece esta feria- está Fabiana Gadano; también Jimena Ríos, Monique Lecouna y Gabriela Marcos, entre decenas de artistas de otros países.

Incluye decenas de eventos, entre exposiciones, presentaciones, visitas a ateliers, etc. en un gran circuito por Munich que sin duda conecta y enriquece. Veremos qué pasa en estos días…


Entrevista a Fabiana Gadano

Apuntes | Notas

La joyería artística supone expresarse sobre la base de una necesidad interna


Entrevista a Fabiana Gadano

Por Delia Alicia Piña

 

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La paradoja de visitar un acuario la llevo a canalizar su preocupación por la propagación de plásticos. Y la necesidad de tomar conciencia la hizo asumir una postura e intentar llamar la atención para paliar la acumulación creciente. “Hay tantos materiales que pasamos por alto que a lo mejor podemos agregarles valor”, se decía, y desde hace 15 años puso manos a la obra en el PET con que se hacen las botellas de bebidas para convertirlos en joyas que resultaron destacadas y hasta premiadas.

Fabiana Gadano es una de las maestras joyeras más reconocidas del país. Está dedicada a dar clases en su taller, otras escuelas y museos y en la universidad de La Plata, donde estudió Diseño industrial.

Se especializa en la transformación de uno de los materiales más sintéticos y contaminantes, creando piezas únicas que hoy exhibe en Munich, a propósito de Schmuck, la feria de joyería contemporánea más importante del mundo.

Cómo lo consigue, qué técnicas joyeras y proyectuales aplica, el “espíritu más reflexivo, analítico y crítico” que adquirió con al estudiar curaduría de arte.

Sus últimos trabajos, proyectos y opiniones que la definen.


_¿Cuál es el discurso que sostenés y con qué idea?

_Todo lo que usamos, nos ponemos y toda nuestra actitud comunica y dentro de eso está el el llevar de la joyería. Elegir ciertos materiales que de alguna manera hablen sobre algo determinado es una forma es asumir una postura. La decisión de usar plástico no implica que vaya a solucionar la problemática de la basura sino que busco concientizar o sugerir o poner el foco en que hay tantos materiales que pasamos por alto que a lo mejor podemos agregarles valor, ponerles una etiqueta estética, hacer algo más lindo o más poético, más saludable, por supuesto, que nos haga pensar en la naturaleza que castigamos día a día.

No se trata de un simple reciclado porque de por sí no tiene mucho valor, por eso tiene que haber una búsqueda, un valor agregado por lo utilitario o estético, algo que aporte sino seguimos acumulando objetos y no es el objetivo.

 

“Elegir ciertos materiales que de alguna manera hablen sobre algo determinado es una forma es asumir una postura”.

 

_¿De qué manera portar joyería en el cuerpo facilita la difusión de esa idea? ¿Es condición sine qua non?

_No es condición necesaria. Es una manera posible. Genera una posibilidad de interacción o comunicarse con otro y siempre es un motivo de conversación, especialmente cuando no son las piezas de joyería habituales.

Es que la joyería siempre comunica, aun cuando tenga puesta una simple y habitual cruz, que dice algo de mis creencias.

Cuando esas piezas no son las acostumbradas, las decodificamos y también generan otro canal de comunicación, a veces explícito porque hay gente curiosa que le interesa saber y pregunta, otras es implícito porque se interpreta según la relación que se establece. Esta es una manera.

Hay otras maneras porque la joyería no siempre es para usar. Hay personas que atesoran porque la joya tiene un valor afectivo o porque hay una idea detrás y le encantó y la comparte pero no necesariamente la lleva sobre el cuerpo. En este caso, también hay una instancia previa que tiene que ver con la comunicación, que implica enterarse, saber el por qué esa pieza, para qué se hizo, cómo se construyó. Hay muchas maneras de ver o de entrarle a la joyería. También hay muchos que no se preguntan qué es esa joya, simplemente les gusta y se la llevan y la portan o exhiben y esto tiene más que ver con lo ornamental, con el gusto personal. Es igualmente importante porque tiene que ver con el deseo que provoca una joya, revela cierta intimidad ese interés por tocarla, agarrarla y llevarla.

 

“El gusto por una joya tiene que ver con el deseo que provoca, ese interés por tocarla, agarrarla y llevarla revela cierta intimidad.”

 

_¿Hace cuánto que trabajás este material?

_Aproximadamente desde 2009. Por entonces visité el Acuario de los Dos Océanos en Ciudad del Cabo, hoy me parece controvertido porque al tener una mayor educación cuestiono la necesidad de los zoológicos y acuarios entre otros espacios de cautiverio de animales aunque entiendo que algunos buscan generar conciencia de lo hermoso que es ese mundo y la necesidad de preservarlo. Era bellísimo y entonces me preguntaba si se pudiera plasmar algo de esa belleza, qué hacer para que la naturaleza no se pierda; me hizo tomar conciencia de lo hermoso que es el mundo y lo imprescindible que es cuidarlo para que sobrevivamos y vivamos mejor.

Un par de años antes había visto en Península de Valdés unos móviles hechos de botellas que evocaban el mar que me llamaron la atención. Y me sumó mucho el seminario «Entrando al Ma» de los artistas japoneses Sayumi Yokouchi y Jiro Kamata, invitados por la entonces Casa Petit Comité, en el que trabajé con PET.

 

“…Me preguntaba si se pudiera plasmar algo de esa belleza, qué hacer para que la naturaleza no se pierda.”

 

Ampliar la mirada

 

_¿Qué descubriste en esa instancia que te sirvió para tu trabajo?

_Por empezar fue una semana en la que me dispuse a vivenciar, un momento de experiencias que siempre es positivo porque implica una suspensión de la rutina diaria, en  el que los sentidos se ponen en alerta.

Ese concepto ma, que es un vocablo japonés que significa el espacio o tiempo entre, que puede ser una pausa o se refiere también al momento entre que bajas los palillos y te llevás la comida a la boca, también un ma pueden ser esas piedras entre los senderos japoneses en los que pisás y elegís dónde vas a dar el próximo paso, y referido a las formas puede ser la silueta que se dibuja entre nuestros perfiles mientras conversamos.

Uno de los ejercicios consistía en recuperar la silueta que se formaba entre los objetos; esto fue un descubrimiento interesantísimo que me permitió recuperar esos espacios y desde entonces me amplió la mirada en todo sentido; adquirí un repertorio formal antes no visto.

Otro, supuso sobre la base de esos ma tomar un material y, valga la redundancia, materializar estas formas y, como en esos días ya había empezado a trabajar con plásticos y gomas, elegí el PET. Un seminario de apertura a herramientas creativas que me permitió adquirir otros elementos para trabajar.

Ya había hecho otras investigaciones con el PET. Y sí, inconscientemente evoqué esas formas más orgánicas u otras más geométricas no lo sé; no importa qué fue primero sí que surgió en el hacer y resultó una punta muy provechosa.

 

“Me permitió recuperar esos espacios y desde entonces me amplió la mirada en todo sentido; adquirí un repertorio formal antes no visto.”

 

_¿Usás un material producido para desechar como residuo no biodegradable. ¿Al reconvertirlo y sacarlo del circuito buscás frenar esa circulación?

_Esa es mi intención, Y al transcurrir los años voy viendo cómo mi trabajo se hace eco de políticas de reciclado, aunque he visto que para muchos es una postura que termina desvirtuando ciertas intenciones como la mía; hay que tener cuidado de no dejarse manipular y más bien hay que adherir a planes y proyectos que realmente contribuyan a sacar el plástico del circuito vicioso de la contaminación.

Noto que hoy hay más conciencia de lo nocivo del plástico; de hecho se recicla más que cuando empecé a trabajar este material.

Además, ha habido un cambio en el material. Antes el plástico con que trabajaba tenía una calidad y ahora el PET de las mismas marcas es levemente diferente, más gomoso, no es tan quebradizo, tiene un tono más amarronado, antes era más cristalino y esto se debe a que ahora se usan botellas recicladas. Entonces, hay un porcentaje menor de producción de plástico para envases porque se utiliza el circulante; las fábricas sostienen que reciclan algo menos de un 20 por ciento; es decir, algo está cambiando. También hay una restricción, ya que para los alimentos no se puede usar cualquier tipo de plástico lo cual supone una clara trazabilidad del origen de esos plásticos.

“Hay que adherir a planes y proyectos que realmente contribuyan a sacar el plástico del circuito vicioso de la contaminación”.

Trabajar para transformar

 

_Con uno de los materiales más sintéticos conseguiste un aspecto muy orgánico, que no requiere de una transformación química como la que lo formó sino mecánica o ¿cómo lo lográs?

_Sí, es mecánica. Ese impacto que me causó el acuario mencionado y el leer tantas noticias sobre el desastre ambiental que provocamos en el planeta, hace que mis piezas tengan cierto trasfondo de la naturaleza. Por eso es lógico o no me sorprende que lo primero que producen o manipulan mis manos son piezas con un lenguaje orgánico que claramente remite a la naturaleza. Casi todo lo que hago evoca a lo natural.

Aunque tengo una formación muy técnica que también influye por mi carrera de diseño industrial. Como esto responde a un saber más racional, a veces los productos resultantes parecerían más rígidos, más estructurados. Pero en mi caso se filtra ese impacto al que hacía referencia por lo que tiene que ver con lo afectivo. Esto es parte del lenguaje que trabajo.

Respecto a la transformación, las operaciones son muy sencillas. Se trata de migrar técnicas, saberes adquiridos o formados en otros universos, sean de la joyería, diseño, carpintería, manejo del papel o de la construcción. Me alimento de diversos universos y hago una transformación del material casi manual, porque implica, limpiar, recortar, corrijo, trabajo con fuentes de calor suaves, como un secador de pelo, un mechero con alcohol o una vela, para apenas hacer una termocontracción ya que el material reacciona, se curva y modula. No mucho más que eso.

 

“Se trata de migrar técnicas, saberes adquiridos o formados en otros universos, sean de la joyería, diseño, carpintería, manejo del papel o de la construcción”.

 

_¿Pero aplicás técnicas de joyería?

_Me encanta la construcción manual con herramientas, y sobre el PET aplico técnicas propias de la joyería y pruebo para ver resultados, como el uso de lijas para el esmerilado. Esmerillar y aplicar calor sobre el metal para conseguir cierta maleabilidad es muy de joyería.

Esto lo complemento también con construcciones bien de joyería al incorporar metales tales como bronce, alpaca, plata y cobre con, por supuesto, gran protagonismo del PET. El metal me sirve para resolver cierta funcionalidad que con el PET es más complicado de obtener y, en general, tiene que ver con el soporte de la pieza o con la estructura en el caso de los anillos, una base en broches cuyas agujas o espinas hago en acero inoxidable o los aros que son siempre en plata. De todos modos trato de que la intervención con el metal sea mínima, que pase a segundo plano, que acompañe.

 

“Sobre el PET aplico técnicas propias de la joyería y pruebo para ver resultados”.

 

_Imaginaba que en tu taller tendrías un almacén de plásticos por morfología, color y hasta textura.

_Te muestro: tengo una selección de plásticos que me llaman la atención, acumulo muestras y colores y también el resultado de distintos experimentos. Al principio me daban y mandaban de todo pero ahora todos los que colaboran saben qué tipo de plástico uso, que es el PET. Cuando son colores raros, los conocidos me traen. Lamentablemente con el consumo familiar y de amigos me arreglo, porque cada vez hay más envases de plástico tanto para comida como para limpieza de todo tipo. Así que resuelvo sin dificultad la etapa de acumular, lavar y cortar para achicar el volumen y no sólo para realizar piezas de joyería sino también para utilizar como recipientes de teñido, por ejemplo, pero es alarmante cuanto plástico usamos.

La producción de plástico más impresionante que utilicé fue de más de 700 botellas gaseosas y agua mineral que, como fue en un principio y para un evento tan particular como la presentación en Loot Mad About Jewelry, el museo de diseño de Nueva York, la registré especialmente. Con ese procesamiento realicé la colección «Natura» con más de 220 piezas de joyería contemporánea.

Algunas botellas tienen texturas como nervaduras o puntos que son muy lindas pero que requieren de una recolección particular para tener el material suficiente, de manera, por ejemplo, de trabajar todos los módulos con esas nervaduras. Prefiero trabajar con PET liso que no es tan rígido, aunque no es común y corriente.

 

“La producción de plástico más impresionante que utilicé fue de más de 700 botellas gaseosas y agua mineral para más de 220 piezas de joyería contemporánea.”

 

_¿Cómo conseguís ese efecto satinado tipo vidrio?

_Cuando me propuse trabajar con el PET parte del desafío era cambiar ese código de inmediatez con que identificamos al plástico. Por eso trabajé para detectar cuáles eran sus atributos que hacen que lo reconozcamos y busqué cómo contradecirlos. Esas propiedades son, entre otras, el brillo por eso lo bajo con un efecto satinado y la transparencia por eso busco la traslucencia que deja pasar la luz de manera más difuminada.

Lo trabajo con el calor con un método mediante el cual realicé las piezas de la colección «H2O» que en esa primera etapa eran transparentes. Con esta serie obtuve en 2012 el Premio Adquisición del XI Salón Diario La Capital y del Museo Juan B. Castagnino de Rosario.

 

Segunda oportunidad

 

 

Buscaba elementos que me permitieran la calidad de la propuesta estética. Desde ya la forma y la terminación superficial que también aporta mucho. No se trata de que me interese borrar que sea plástico sino más bien evocar o provocar las ideas que están por detrás y que quiero transmitir con estas joyas contemporáneas. Sacarle brillo al material fue un paso importante y esto trajo aparejada la textura y su manejo con lija, faja esmeril o una muela o hasta con la polea; y hasta probé con el torno y hasta arenado. Es decir, me abrió un mundo, el mundo de lo sensible que percibimos.

El efecto reflectante se consigue justamente con la textura pareja que se logra con la aplicación de lija. El trabajo manual es importante, las máquinas ayudan pero la última pasada o terminación a mano hace que la pieza sea única  porque con esta consigo uniformar o controlar la pieza. Así, mientras lo voy transformando dialogo con el material.

Como la mano no hay, y es un tiempo para pensar, requiere de mucha paciencia y de estar en el aquí y ahora. Este es el gran aprendizaje que agradezco y le debo a la joyería, el cual supone respetar el tiempo que llevan los procesos, implica dedicación y asumir que no hay nada para perder y todo para ganar. Si alguna pieza sale mal o no como quería, fue un tiempo que invertí en tener una experiencia… si una pieza se derrite, se arregla o te da la oportunidad de volver a realizarla. La joyería siempre te da una segunda oportunidad.

“A la joyería le debo la paciencia, el respeto, la dedicación y el estar aquí y ahora. En joyería tenés todo para ganar, nada para perder.”

_¿Descubriste otros efectos o estás trabajando en algún otro sobre el plástico u otro material?

_La posibilidad del cambio de color fue fundamental. El color es un atributo muy importante para las formas, muy potente como herramienta de expresión y comunicación. El color no es inocente, dice mucho, permite hacer asociaciones y pensar en determinados mundos, supone muchas idas y venidas y genera un sinfín de posibilidades. Cuando logré hacer algunas transformaciones de color también se me abrió un panorama interesante. En el interín, en el proceso, en la experiencia, muchos procesos fracasaron, hubo muchas maneras de hacer que comprobé e incorporé.

El manejo del color de alguna manera fue gracias a Mabel Pena que me sugirió el uso de color, a propósito de una requisitoria de la curadora del Museo de Arte Popular José Hernández para una expo, y fue un ábrete sésamo. Trabajo con el color del plástico y a veces lo tiño o no, según lo que pretenda.

Mediante la comunicación online con mis alumnas que conocí en los cursos online que ofrezco supe de las tinturas disponibles en otros países, donde hay más circulación de insumos; así voy sumando a la lista de posibilidades. Por ejemplo, una estudiante de México me contó que probó con el pigmento de achiote que tiene un tono rojizo un poco amarronado agradable. Es ese condimento sustituto del azafrán procedente del fruto de una planta, que en el período prehispánico se empleaba en la cocina y hoy se extiende a las industrias alimenticias, cosmética y textil, ahora puedo decir que sirve para aplicarlo a la joyería contemporánea.

 

“La posibilidad del cambio de color fue fundamental. El color es un atributo muy importante para las formas, muy potente como herramienta de expresión y comunicación”

 

_¿La propiedad de termocontraíble fue clave en tu procesamiento del PET?

_Al principio fue clave y es lo más aceptable para piezas orgánicas que remiten a la naturaleza y que tanta fascinación ejercen. Una especie de compensación que hace fluir el plástico que tanto estanca. La naturaleza en el arte siempre ha jugado un papel importante, siempre genera empatía y haberlo conseguido aun con un material sintético me enorgullece. Para esto el uso del calor es fundamental.

Como contrapartida hice otra colección como «Ciudades», que gusta más a los proyectistas o arquitectos, la cual tiene más que ver con esa educación adquirida. Será porque estas piezas, que trabajé con remaches metálicos, se podrían reproducir mediante plantillas y hacer otras casi iguales. También será porque estas piezas remiten a una arquitectura modernista.

Este material es muy rebelde al pegamento por eso apelé a los saberes adquiridos en la joyería como el uso del calor y los remaches que también se usa en la talabartería y en la indumentaria.

 

“La naturaleza en el arte siempre ha jugado un papel importante, siempre genera empatía y haberlo conseguido aun con un material sintético me enorgullece.”

 

_¿Qué conceptos del diseño industrial aplicás?

_Fundamentalmente los criterios constructivos. El proceso de construcción de piezas a mano tiene esta base más técnica o saber más mecánico que deriva en la manera de armar las piezas. La diferencia es que en joyería me quedo en lo que en diseño se conoce como el prototipo, que luego al adaptar procesos se hace la producción o las repeticiones. En algunos casos las hago y en la mayoría me quedo con esa pieza original porque me permite de alguna manera controlar y manejar el resultado hasta el final.

El criterio de proyectar o pensar está siempre presente. La construcción en plástico parecería tener más que ver con lo espontáneo, con la creación artística -que para mí significa crear en base a imágenes internas o expresarse en base a una necesidad interna porque la joyería artística supone crear o expresarse sobre la base de una necesidad interna-, pero bueno en la parte de construcción de la pieza interviene una mirada proyectual. Un proyecto que supone entender cuáles son los requerimientos, sobre todo si es una pieza de uso, ya que algunos materiales y formas pueden ser más aptas que otras.

 

“La joyería artística supone crear o expresarse sobre la base de una necesidad interna.”

 

Cuando lo funcional define

 

_¿Siempre pensás tus joyas como piezas de uso?

_Sí. Me cuesta mucho prescindir del uso o portabilidad de una pieza de joyería, aunque repito, admito que no es su fin y no es necesario. Lo funcional ayuda y termina de definir una pieza de joyería.

 

“Lo funcional ayuda y termina de definir una pieza de joyería.”

 

_En tus últimas piezas incorporaste lo digital.

_Trabajé con archivos fotográficos digitales. Son fotos viejas de reuniones familiares, que primero trabajé con un sistema digital para achicarlas en un proceso que también tiene que ver con lo proyectual, lo cual supone un proceso de transformación y adaptación en función a la necesidad, un recurso que claramente me viene del diseño industrial. Luego las imprimí en acetatos, que intervine porque son brillosos, de esta manera otra vez volví a aplicar un saber distinto.

Cómo tratar el material sin perder la imagen me pregunté en el proceso y apliqué herramientas de abrasión y lacas para acentuar el grado de opacidad. Estas son algunas de las operaciones que realicé sobre el acetato, presente en las piezas que presentó en la expo que ahora se ve en Munich.

La incorporación de laca o un barniz al agua mate se debe a que manipulaba un acetato impreso, justamente para preservar las imágenes.

 

“Mi trabajo supone un proceso de transformación y adaptación en función a la necesidad, un recurso que claramente me viene del diseño industrial.”

 

_¿El teñido lo hacés en el proceso inicial o final?

_Se puede hacer en cualquier momento pero prefiero realizarlo en la previa, antes de armar las piezas, pero probé de todo y los resultados son siempre interesantes.

Cuando te desprendés de la pieza como objeto preciado, podés probar libremente con la confianza de que no tenés nada que perder. Si algo no me cierra sigo buscando. Si, por ejemplo, la tintura no me queda como quiero, la pierdo pero gano en otra opción con que me identifique, que me guste más. Y en esas búsquedas he tenido experiencias maravillosas con grandes hallazgos, como así también tengo una caja con piezas que ni muestro porque me parecen horribles, pasa de todo…

“Probé de todo y los resultados son siempre interesantes.”

_Además de diseño industrial hiciste la carrera de Curaduría de Arte.

_Diseño Industrial es muy práctico -además de esta carrera de grado en la UNLP hice el curso anual, School of Visual Arts, en Nueva York-, pero sentía que necesitaba un mayor basamento teórico. Entonces, opté por Curaduría para entender nuestra cultura, de dónde venimos o alimentamos en términos generales; también, me dio herramientas críticas para analizar y empezar a entender por dónde quiero ir; me aportó mucho desde el punto de vista de la semiótica para entender cómo reelaboramos y para comprender que cada uno de nuestros discursos está basado en discursos previos. Con todo, pude desarrollar un espíritu más reflexivo, analítico y crítico.

 

“Pude desarrollar un espíritu más reflexivo, analítico y crítico.”

 

_¿En qué proyectos estás trabajando?

_Estoy bastante abocada a la docencia en mi taller donde ofrezco técnicas de joyería en general no apunto a la aplicación del PET sino a cualquier material que elijan. También, brindo cursos en otras escuelas de manera online, lo mismo volveré en el segundo semestre en el MAP y en abril lo repetiré en forma presencial en el ahora Espacio Joya. Y sigo adelante con la materia de Diseño de Joyería como parte del posgrado Diseño del Indumento, de la Facultad de Artes de la UNLP, que aborda el proceso de diseño de Indumentaria y Joyería.

 

“Estoy bastante abocada a la docencia en mi taller  donde ofrezco técnicas de joyería en general no apunto a la aplicación del PET sino a cualquier material que elijan.”

 

_Trabajaste en otros materiales además del PET y el metal.

_Sí, con papel, maderas, piedras y bastante en mix con metal, claro. Estuve mucho con metal porque después de Diseño industrial estuve por siete años con el maestro de origen armenio Aschian Sarquis trabajando con técnicas tradicionales en oro, plata y piedras, después seguí por otros muchos años con Jorge Castañón donde aprendí otras técnicas más experimentales, en un principio sobre metal y comenzando a pensar más en el concepto. En un momento se enseñó joyería con el mandato del manejo conceptual pero ahora es más libre.

A veces pienso un concepto que materializo en una pieza, otras es al revés; muchas, juego con el material y esa intervención me sugiere algo; también hago el esfuerzo por reconstruir a qué me lleva eso.

Y en esas cosas de la semiosis, de la experiencia, me pregunto a qué remite o por qué me resuena y me doy cuenta que hay algo, que viví algo de eso o alguien me contó y me quedó picando; eso también es muy común, inconsciente y hasta genuino; el presente o el futuro muchas veces responde a eso que ya fuiste, que ya hiciste.

En Munich

De esto se trata mi trabajo para «Missing Memories», la muestra comisariada por Juan Rusich para galería Alliages que hoy se muestra en paralelo a Schmuck en Munich. Ese volver, ese continuo activa nuestra memoria. Una herramienta reflexiva que pude adquirir a partir de los planteos del escritor Franklin Velez, como parte de los cursos de la Licenciatura en Curaduría en Artes de la Universidad Nacional de las Artes. Al tomar contacto con sus textos me di cuenta que reflejaban eso que inconscientemente había hecho, y se manifiesta una red en la que se abren y cierran caminos.

 

“A veces pienso un concepto que materializo en una pieza, otras es al revés; muchas, juego con el material y esa intervención me sugiere algo; también hago el esfuerzo por reconstruir a qué me lleva eso.”

 

_¿Qué llevaste a Munich?

_Como respuesta a una convocatoria de Alliages presento una pieza en acetato impreso de la serie descripta. Con esta fundación también formo parte de Legado, que es un proyecto en el que los joyeros donamos piezas para el museo de joyería contemporánea Espace Solidor ubicado en Cagnes-sur-Mer, al sur de Francia, y participo de sus muestras itinerantes que, en el caso de «Missing Memories» arrancó en Lille, ahora se exhibe en una galería del barrio de Schwabing en Munich a propósito de Schmuck, continuará en Melting Point en Valencia, probablemente seguirá por Madrid y también estaría en Contemporania Barcelona la feria que reversiona Joya Barcelona.

De esta muestra también participan las argentinas Monique Lecouna, Elvira Cibotti, Paula Botto Fiora y Hebe Argentieri.

Mi trabajo muestra cómo está presente la memoria, cómo vivimos en la memoria por eso tiene que ver con ese continuo al que hacía referencia, con esa permanente retroalimentación de lo que fuimos para construirnos, vivir el presente y, de alguna manera, perfilarnos hacia el futuro. La pieza de esta serie implica un desplegar, que aparece y desaparece, que en un momento está y en otro no, tal como funciona la memoria; algo nos dispara un recuerdo o una imagen y reconocemos eso que estaba adormecido. Me gusta profundizar una idea a través de una serie, en la que se da una transformación de una pieza a otra aun con un hilo conductor, por eso seguro seguiré trabajando con esta propuesta incipiente.

Tal  como se muestra con este anillo es una suerte de catarata que se despliega y mueve, con imágenes que aparecen y desaparecen con impresiones sobre acetato y se completa con PET y alpaca. Me interesa trabajar este mismo continuo sobre PET, a veces una imagen tan explícita puede que cierre en vez de abrir sentidos, entonces puede que siga con imágenes pero no tan evidentes. En el anillo elegido por Alliages las imágenes están en segundo plano. Lo ambiguo te hace pensar asociar distintos conceptos por eso intentaré seguir en ese camino.

 

“Lo ambiguo te hace pensar asociar distintos conceptos”

 

_¿Y otro material?

_Bueno, recientemente trabajé con las maderas del deck que tengo en el patiecito interno del taller, Veré, no sé, quizá ya es tiempo de pasar a otro material pero cada vez que me lo planteo aparece una nueva manera tratar el PET.

En «Océanos», «Heridas», el color es muy fuerte y según como lo trabaje evoco distintas ideas. Cuando creí que esto estaba agotado, descubrí que podía trabajarlo con fajas de esmeril y no pude parar. Por eso, ya no digo de esto basta…

 

“Cuando creí que esto estaba agotado, descubrí que podía trabajarlo con fajas de esmeril y no pude parar. Por eso, ya no digo de esto basta…”

 

_Muchas de tus piezas están en galerías y museos fuera de Argentina.

_Además del museo Castagnino en Rosario y del museo francés Espace Solidor, en los que mis joyas forman parte de sus colecciones, mi obra se encuentra en la galería parisina Elsa Vanier, en la Fundación Cominelli de Brescia o en el espacio online No-gram con sede en Roma que me conecta con interesados de distintos lugares del mundo; estuve durante mucho tiempo en Quoil Gallery en Wellington con quienes participé del espacio Frame, exclusivo de galerías. En Buenos Aires, ahora estoy en la tienda del Museo de Calcos y Escultura Comparada Ernesto de La Cárcova dependiente de la UNA. Dondequiera que estén es un orgullo.


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En movimiento

Novedades | Expos&Ferias

En movimiento

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Hoy se estrena «En movimiento» una muestra curada por Luis Acosta que se ve en la galería madrileña Lalabeyou hasta el 28 de marzo.

Una muestra itinerante que continuará por Salamanca, Barcelona, Oporto, Atenas y llegará a Suiza.

Participan las argentinas Carolina Moya, Iona Nieva, María Rosa Mognelli y Patricia Mogni.

También, Adriana Gomez, Aişegül Telli, Alexandra Prelipcean, Amàlgama, Ana Nadjar, Angela Gentile, Arijana Gadžijev, Bego Fuentes, Claudia Schlabitz, Charlotte Parent, Festivo Design, Francesca Locati, Iro Kaskani, Julie Bégin, Laura Volpi, Lily Kanellopoulou, Marta Fernandez Caballero, Miriam Arentz, Miyuki Shiotsu, Salvador Vico, Saskia Bostelmann, Suzanne Esser y Viktoria Muenzker.

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«Corales que aman a los corales» de Patricia Mogni hecho con pasta de cartón, hilo de algodón teñido y pintura acrílica

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«Cosmos» de María Rosa Mognelli hecho con gasa y alpaca

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«Rocas danzantes» de Iona Nieva hecho con alambre de cobre, papel, cartón y pintura acrílica

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Broche de Saskia Bostelmann hecho con oro 18k, plata construida y soldada, pigmento azul y cemento epóxico

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Colgante de Salvador Vico realizado con cobre, latón, plata, aluminio, acero, plástico y papel

Iro-Kaskani-En-movimiento-joyas. Luis-Acosta-exposicion-La-Joyeria-de-Autor

«Una grieta por donde entra la luz» de Iro Kaskani hecho en plata, con un panal de cerámica, jesmonite y polvo de porcelana

Giorgia-Tasca-Amalgama-Jewels-En-movimiento-joyas. Luis-Acosta-exposicion-La-Joyeria-de-Autor

«Quimera» de Giorgia Tasca, Amàlgama, realizado en bronce con baño de oro amarillo, fundido a la cera perdida

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«Cavidad» de Angela Gentile en bronce bruñido, con fragmentos de roca de lava, resina epoxi y perla de agua dulce

Charlotte-Parent-En-movimiento-joyas. Luis-Acosta-exposicion-La-Joyeria-de-Autor

Anillo de Charlotte Parent hecho con plata 800, plata 925, patina y pigmentos naturales

Lily-Kanellopoulou-En-movimiento-joyas. Luis-Acosta-exposicion-La-Joyeria-de-Autor

«Rocas negras» de Lily Kanellopoulou realizado con resina, plata, bronce, pigmentos y acero inoxidable

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Anillos «Dulce venganza» de Julie Bégin hechos en papel, pintura y latón oxidado

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«Dama con cuernos» de Suzanne Esser realizado con ébano, madera de zapatero y pintura


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Premio de Artesanía de la Fundación Loewe

Humedales-Mabel-Pena-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Mabel Pena fue elegida por «Humedales», collar realizado con bolsas de polietileno reciclado, filamento 3D y tintas.


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