Escuela de Fabiana Gadano

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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta la Escuela de Fabiana Gadano.

Cuál es y dónde queda. El taller escuela de Fabiana Gadano está ubicado en un departamento muy bien cuidado y remodelado para el uso de taller, con balcón corrido a la calle, en un primer piso de un edificio antiguo de techos altos, en Moreno entre Tacuarí y Bernardo de Irigoyen, en el Centro de la Ciudad de Buenos Aires.

Cómo es. Cuenta con un taller amplio equipado con seis bancos de trabajo, aunque las clases presenciales solían tener un máximo de cinco personas. Hoy, con los protocolos vigentes, funciona en grupos aún más pequeños, con un máximo de tres talleristas por curso.

“El equipamiento del taller permite desarrollar la enseñanza tradicional de las técnicas de joyería sin dejar de considerar el amplio espectro de los materiales no tradicionales en los que la joyería contemporánea tanto abreva.

Así, dispone tanto con soldadores, laminadora, herramientas manuales varias y específicas para joyería como con diversos materiales para experimentación: maderas, cartones, plásticos, textiles, etc.”, detalla la maestra joyera.

Qué se enseña. Su objetivo es brindar herramientas conceptuales y prácticas para que cada creador@ pueda desarrollar su  propia voz, “en un camino largo, apasionante y laborioso para el  descubrimiento e incorporación de técnicas”.

Si bien las clases son grupales y conviven principiantes y avanzados, cada un@ desarrolla sus propios proyectos.

“Los acompaño en su proceso de trabajo. Pregunto, re-pregunto, sugiero y analizamos. Mi formación como curadora en artes me dio muchas herramientas teóricas y analíticas, muy útiles al dar las clases de taller. Y percibo que mi formación previa en Diseño Industrial es un contrapunto práctico más que necesario para el quehacer objetual”, fundamenta.

Desarrolla clases semanalmente a lo largo del ciclo lectivo, en el que da talleres intensivos de una semana o 10 días. Se trata de talleres, en los que combina clases individuales con grupales.

Estos talleres intensivos están planeados para creadores que pasan una temporada en Buenos Aires o para tod@s aquell@s que disponen de tiempo corrido y desean introducirse en el tema de joyería.

Enseñanza especializada

En otra faceta de su enseñanza, desde hace dos años dicta la materia Diseño de Joyería en el programa Especialización en Diseño de Indumentaria y Joyería que ofrece la Secretaría de Posgrado de la Facultad de Artes, Universidad Nacional La Plata.

Fue convocada por el D. I. Miguel Travería, director de la especialización, que se interesó en incorporar al ciclo de posgrado algo de su modalidad de trabajo, porque conocía la labor que desarrolla en su taller desde hace más de diez años.

“Brindo herramientas conceptuales y prácticas para que cada creador@ desarrolle su propia voz”, dice la maestra del objetivo de su propuesta.

Modalidad de trabajo. A raíz del confinamiento de 2020 y de las condiciones actuales, también ofrece talleres online. Consisten en un planteo de experimentación con materiales, como plásticos reciclados, papeles, telas etc. “Es un taller donde no necesariamente utilizamos metales porque para trabajarlos se requiere de un equipamiento específico que no tod@s disponen”.

En los talleres online se desarrollan ejercicios de forma y construcción que comienzan como modelos exploratorios y, en la mayoría de los casos, se traducen en piezas de joyería contemporánea. “En este tipo de talleres, el ejercicio de la palabra y el plano de la reflexión es primordial para el desarrollo de los trabajos. También la voluntad de experimentar sobre la materialidad y dejar fluir el proceso para sorprendernos en la expresividad impensada de algún material, hasta ese momento inexplorado”.

Comenta que la propuesta online que desarrolló el año último fueron muy enriquecedora y fructífera. En la III Bienal de Joyería Contemporánea que se realiza en estos meses, está presentando los trabajos de esos talleres junto a los trabajos del taller de la maestra Mabel Pena. La exposición se titula «Mesas de Trabajo: recorridos e intermitencias de la joyería contemporánea». Una muestra muy interesante y didáctica que se ve hasta el 17 de octubre, en el Centro Creativo El Obrador, en Bartolomé Mitre 1670.

Con el estímulo como protagonista

Habilidades que se aprenden. Se aprenden técnicas de joyería que apuntan a la realización de proyectos de creación propia. “En muchos casos el componente de técnica joyera está supeditado a la expresión del material estímulo que se está investigando. Pueden ser materiales mundanos, no tradicionales de la joyería clásica. En esta modalidad, ese estímulo es el protagonista y la técnica acompaña en segundo plano para resolver la funcionalidad de la pieza”. También se incorporan conocimientos de producción seriada, listas de proveedores y nociones básicas de esmaltado y electroformado.

Meta. Está orientado a artistas y productores independientes que deseen desarrollar su propia línea de trabajo.

Perfil. Es variado, en general, asisten personas interesadas en el arte, el diseño y la artesanía. “No es casual, ya que la joyería contemporánea es conjunción de estas tres áreas. Concurren egresad@s de carreras proyectuales, aunque también se acercan psicólog@s, científic@s y artist@s”.

Actividades. La actividad extra al taller es la exposición de trabajos, que se organiza cada dos años aproximadamente en coincidencia con la bienal, que en estos días se exhibe en labienal.ar.

Taller-escuela-Fabiana-Gadano-La-joyeria-de-autor
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Taller Abierto de Elvira Cibotti

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Taller Abierto de Elvira Cibotti


El papel es la materia prima con que trabaja en su taller de Vicente López, donde construye piezas de joyería y objetos en pequeño formato.

Su taller empezó en un pequeño espacio de su casa en Vicente López, en el que todavía aún quedan algunas cajas con las actividades manuales que hacía con sus hijas. Ellas y su disponibilidad de espacio crecieron.

Muestra que también tomó posesión del cuarto contiguo y pudo organizar mejor los espacios para las distintas tareas que realiza para hacer sus piezas. Es que trabaja con papel sobre el que aplica de manera destacada la técnica de mokumé.

Se destaca una gran mesa en la que puede seleccionar el papel, clasificarlo y armar la estructura de sus obras. Tiene una flamante sierra de calar y un pie de metal con ruedas que le permite desplazar el torno hasta su banco de joyero, que se encuentra en el otro cuarto.

“Con los años fui teniendo la posibilidad de adquirir más herramientas en función de las necesidades de mis proyectos en curso. El taller se fue armando de a poco y hoy es un espacio tan personal y familiar como profesional. Siguen estando los cuadros con fotos familiares, solo que ahora conviven con algunas de mis piezas”, comenta.

Explica que la joyería y el arte contemporáneos son espacios amplios de libertad creativa, que le permiten explorar, jugar y aprender distintas técnicas que utiliza en función del material elegido.

En mi obra no pretendo mostrar lo que no soy, no me impongo estilos ni tendencias. Hablo de lo que me interesa y llama mi atención. Y aun cuando la idea y el concepto son duros y críticos, mis piezas siempre suelen tener una estética sensible, sutil y ser bastante literales”.

Recuerda que empezó en 2007, después de asistir a un seminario que dictó el maestro Antonio Pujía, pero desde mucho antes que trabaja con arcilla haciendo escultura y alfarería. Esto definió sus primeros pasos en el pequeño formato y la joyería.

De cómo prestarle el cuerpo a la joyería

“De la joyería me fascina la posibilidad de portar una obra, prestarle el cuerpo y llevar a donde sea un mensaje, que siempre es la interpretación de lo que nos rodea”.

Prefiere la joyería contemporánea porque no limita ni encasilla, porque puede experimentar y variar sin miedo a salirse de un campo de trabajo determinado y porque puede hablar de lo que pasa y le pasa ahora y aquí.

Comenzó utilizando un solo material y una sola técnica, plata y cera perdida. Y ahora ambos están al servicio del papel, se combinan y complementan.

Le gusta tomarse su tiempo de exploración e investigación. Señala que disfruta mucho y se nota. Sus procesos son largos e incluso tiene pausas que permiten ir acomodando y combinando ideas y técnicas.

Cuando arrancó con el papel pasó mucho tiempo familiarizándose con el potencial de este material, probando, haciendo, eligiendo y descartando. Y así fue creando su propia manera de utilizarlo y transformarlo.

La preparación del papel para poder realizar cada pieza proyectada lleva tanto o más tiempo que su construcción. Exige etapas e intervalos que no dependen de ella: la unión y secado de las distintas capas, por ejemplo, varía según el clima y estación del año. “Estos tiempos externos que se me imponen me hacen apreciar y respetar aún más este material de descarte que estaba a punto de perder todo su valor”.

Procesos de preparación y construcción

La preparación del este papel es muy manual, no requiere de herramientas o máquinas especiales ni complejas.

Cuando trabaja con módulos planos tiene la alternativa de usar una caladora de mesa, incluso admite que probó el corte láser, aunque generalmente elige la sierra de mano; “si bien los cortes no queden bien rectos, me gusta ese aspecto orgánico que se obtiene con lo manual”.

Hoy está explorando el volumen para acompañar los módulos planos o para crear piezas volumétricas.

Estuvo haciendo cuencos de distintos tamaños, espesor y forma, y explica que necesita ir viendo, por ejemplo, “cuántas capas de papel son necesarias no solo para mantener la estructura sino también para lograr las texturas buscadas, y que las piezas queden livianas y armoniosas”.

También está empezando a incorporar el metal como parte del diseño la pieza y no solo con un rol funcional de construcción o sostén.

Comenta que generalmente trabaja con proyectos e ideas personales y luego ve si ese trabajo puede funcionar en alguna convocatoria. Y reconoce que este año con la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea y las muestras en las que se presenta en el exterior “me quedé sin obra en casa. Se vienen tiempos de trabajo en el taller que son los que más disfruto”.

Elvira-Cibotti-Taller-La-joyeria-de-autor
Elvira-Cibotti-Taller-La-joyeria-de-autor
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Taller de la Escuela Hermética de Joyería, de Manuel Nieto

Escuela Hermética de Joyería

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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta  la Escuela Hermética de Joyería.

Cuál es y dónde queda. La Escuela Hermética de Joyería ahora está ubicada en el barrio de Palermo. Su nombre alude a “aquello que solo saben unos pocos, los  que han sido iniciados en los oficios de forma hereditaria, de abuelos a padres, de padres a hijos…”, explica Manuel Nieto, fundador y director, que abre este espacio a cualquier interesado solo mediante un proceso de admisión.

Y lo fundamenta: “La EHJ es una escuela de exigencia, cuyo objetivo principal es formar a profesionales del arte de la joyería. Profesionales en el sentido holístico, lo cual implica formarlos tanto en el banco de trabajo como en las relaciones que supone la actividad. Creemos que es necesario conocer el lenguaje de los metales así como conocerse a uno mismo. Es preciso explorar las posibilidades que tenemos para ser, cada cual a su ritmo, sin prisa pero sin pausa.

«Para esto, la escuela ofrece un programa de aprendizaje global con una duración de tres años. Los alumnos se relacionan con las máquinas, hasta aprenden a escuchar sus sonidos, aprecian los útiles al tacto y, por supuesto, desarrollan diversos proyectos (herméticos) entre los que destaca su propia línea de negocio”.

Con el estímulo como recurso

Cómo es. La escuela se concentra en la atención personalizada con un número limitado de alumnos que comparten “determinados rasgos de talento, actitud y aptitud”, en diversos talleres: Sacado de Fuego, Engarce, Fundición, Esmaltado, etc.

Qué se enseña. La enseñanza se desarrolla en el tiempo que cada alumno le dedica. “Proponemos diez principios y el primero es el del estímulo. El director de EHJ cuenta que el proceso de aprendizaje se desarrolla a través de la producción de joyería, en la que el alumno no solo diseña una pieza sino que también diseña su packaging, selecciona su público objetivo, elabora un plan de producción y lleva adelante una estrategia de venta.

“Paralelamente y, en simultáneo, adquiere nuevos hábitos y costumbres (herméticas) que elevan su performance vital. La EHJ enseña excelencia en todos sus campos y empezamos por cultivar el estímulo”, plantea.

“Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.”, dice el director de la EHJ.

Modalidad de trabajo. “De forma natural y fluida, el alumno participa de la vida diaria del taller. Mediante distintas entrevistas con el director y profesores, se canaliza la  corriente creativa del alumno, se lo guía en su necesidad de manifestarse a través de la joyería y comienza a tomar contacto con la materia prima, como primer acto de manifestación externa de lo que sublima de lo interno”.

Habilidades que se aprenden. “Dependen de los intereses y capacidades de cada alumno. Las habilidades que se adquieren abarcan desde la técnica joyera más precisa hasta el manejo de la propia imagen.

“Además, la escuela estimula las habilidades intrínsecas de cada alumno, con el fin de facilitar su proceso de construcción interna como profesional”.

Escuela orientada al negocio

Meta. Su director señala que la EHJ es una escuela orientada al negocio. “Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.

«Su principal meta, es obtener más y mejores recursos, incluido el económico, con el fin de dotar al interesado de las herramientas necesarias para centrar su atención en su proceso creativo, tanto interno como externo”.

Perfil. Nieto indica que la escuela no apunta a quienes se plantean la joyería como un hobby sino a quienes quieren “expandir su negocio y ganar más”.

Y se dirige directamente al decir: “Si lo que buscás mediante la joyería es hacer de tu existencia una joya, este es el lugar adecuado”.

A los interesados, les plantea algunas definiciones: “Hay que invertir en uno mismo para después obtener un retorno positivo de la acción…; el talento es el poder de consecución con mínimos recursos…; una pieza maestra es aquella que brota siguiendo los patrones de la naturaleza, obteniendo el mejor resultado posible con el mínimo indispensable…”

Actividades.

Comenta que el aprendizaje en la EHJ es “holístico” y se desenvuelve principalmente en el espacio del taller principal. En condiciones adecuadas, visitan diferentes galerías de arte, participan de seminarios y conversatorios, entre otras actividades. .

Taller de la Escuela Hermética de Joyería, Manuel Nieto
Herramientas del Taller de la Escuela Hermética de Joyería, Manuel Nieto

Taller Abierto de Ansiosa Hormona

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Taller Abierto de Ansiosa Hormona


En su taller de San Miguel de Tucumán, Jessica Morillo, creativa de Ansiosa Hormona, actualiza técnicas textiles en materiales recuperados.

Mi taller es mi casa, de hecho es el protagonista”, cuenta Jessica Morillo, la creativa de Ansiosa Hormona, de su espacio ubicado en la Ciudadela, un barrio popular de San Miguel de Tucumán.

Está lleno de materiales recuperados como textiles, hilos, lanas, corpiños, descartes de envases plásticos, cartones y hasta más de 50 kilos de cámaras de rueda. Y están sus obras y la de algunos artistas con los que hizo trueque.

Tiene una máquina de coser, un telar María y varios bastidores de telar, bastidores de bordado y porta bastidores. Además de una biblioteca con libros que “vengo comprando desde adolescente y más otros más nuevos que voy incorporando” y algunas incorporaciones pandémicas como una compu y un porta celular para dar las clases virtuales.

Dice que lo suyo va mutando, que lo va redefiniendo con el paso del tiempo, “lo repienso, soy curiosa, no me quedo en un solo lugar. Lo que hace unos años me encantaba hacer, no es que deja de gustarme, pero sigo buscando otras maneras de hacer, de decir y de cuestionar desde mis producciones, procedimientos, materiales, construcciones de la imagen”.

Y empezó desde niña, le maravillaba hacerse sus propias joyas y cuando fue creciendo cuenta que le impactó darse cuenta que efectivamente “podía decidir y construir esas piezas de principio a fin.

«Estudiaba diseño de indumentaria y me topé con la joyería contemporánea gracias a una docente que me dijo: “¿Te puedo hacer un comentario sobre tus piezas? -porque andaba siempre con su cajita de artesanías- y levantando un collar de la cajita señaló: esta pieza está haciendo la diferencia, fíjate, a lo mejor te interese investigar sobre joyería contemporánea.

Y eso fue clave, porque desde ahí no paré buscando información, produciendo, experimentando y pensando la manera de visibilizar mi hacer, desde las redes sociales, ferias, etc”.

Encuentro interdisciplinario

Hace 12 años nació “formalmente” Ansiosa Hormona, el nombre con el que identifica sus producciones de joyería contemporánea.

Eligió esta disciplina porque le interesa, por un lado, “ese sin fronteras, ese encuentro con múltiples disciplinas, la potencia de trabajar sin bordes o desbordando aquellos que aparecen más rígidos o estructurados. Y, por otro lado, porque hay algo que sucede cuando las piezas -de diseño portables o artísticas- se ponen en dialogo con el cuerpo: veo que algo se activa, magia -me gusta pensarlo así-, se abre un universo de paisajes y sentires, que sin el cuerpo las piezas no tienen.

«También por la posibilidad de contar historias desde lo micro y lo macro, de poder producir en la cama, en una reunión, en la calle o en un taller y, por supuesto, con la interminable lista de materiales con los que se puede trabajar.

Trabaja con un poco de todo… materiales tangibles, como hilo encerado, gomas de ruedas, cabello que recolecto -«guardo el mío, por supuesto y pido donaciones de otres»-, hilos de coser, hilo sedil, fibras naturales, telas de ropa personal, de ropa donada y corpiños.

Además, ahora está con ganas de probar con arcilla y papel. También con materiales intangibles, como los recuerdos, la memoria, la bronca, la lucha y el tiempo…

Aplica varias técnicas, como macramé, crochet, cestería embarrilada y entramada,  bordados planos y tridimensionales, telar y fieltro, que va usando según lo que le interesa de cada una, según lo que quiere contar y las posibilidades que tiene ese procedimiento para ayudarle a decir mejor ese que quiere comunicar.

Ama los procesos textiles, pero también le parece muy importante que estén en función de las ideas. “No veo una pieza viva técnicamente perfecta sino no cuenta nada… me interesa mucho que mis piezas abran una idea y no quiero estar subordinada a la técnica solamente”.

Dice que su método es ser “obsesiva e insistente”, cuando quiere entender cómo reacciona un material en diálogo con una técnica.

“Pruebo mil veces, siempre creo que las combinaciones posibles son muchas hasta que encuentro la que me resulta efectiva para lo que quiero contar. Por ejemplo, pasé cinco años experimentando cómo trabajar la goma de ruedas para hacer piezas livianas y volumétricas.

«Estuve dos años rompiendo y volviendo a coser retazos de mi ropa hasta que llegue a la pieza. También, pasé más de seis años tratando de entender cómo construir piezas con cabello que no se desarmen y que para eso solo haya que tejerlas sin adicionarle algo”.

Por eso sostiene que su método es “un poco performativo, tiene que ver con el tiempo, la prueba, el error, los miles de errores y seguir haciendo hasta lograr lo que busco. Todo el proceso, los materiales y los procedimientos están en función de las ideas”.

Para esto, usa una máquina de coser familia y herramientas como agujas de bordar o tejer y tijeras.

Explorando materialidades

En este momento explica que se cuestiona sus producciones y da detalles. “Estoy  explorando otras materialidades, otras morfologías y nuevos soportes como la virtualidad, en breve, se viene un proyecto virtual que intenta homenajear a las madres. Mi última serie fue justamente un homenaje a mi mamá y llevo su nombre «Matilde».

“Trabajé con materiales reutilizados, como pantalones de jean combinados con bordados de hilo de yute, algodón y tintes naturales. Fue mi primera experiencia de exposición virtual, el día del cumpleaños de mi mamá, con muchos nervios me conecte ese día y se sumó gente de muchos lugares, especialmente de Latinoamérica. Compartí mi producción y después se abrió la charla, emocionante y movilizadora manera de hacer circular el laburo y de homenajear a mi mamá”, recuerda.

Proyectos educativos

En estos momentos sus proyectos se centran en la enseñanza. Este año desarrolla un programa de joyería textil, al que llama Joya laboratorio textil, dedicado a la enseñanza de la joyería contemporánea en su encuentro con el textil y sus procedimientos.

Está conformado por cuatro módulos Joya/cestería, Joya/bordado, Joya/telar y Joya/crochet. “Gratamente participan mujeres alucinantes de diferentes lugares del mundo como Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, España y hasta Alemania, y para fin de año planeamos una exposición virtual.

“Por otro lado, tejiendo lazos con joyerxs de otrxs provincias y países, la virtualidad me dio a posibilidad de vincularme con otres que de otra manera seria más complejo”.

Y como si esto fuera poco suma otros proyectos fuera de la joyería, ya que desarrolla obra en artes visuales, participa de algunas exposiciones en Buenos aires y se presenta a algunas convocatorias y “siempre activando y activando!!”.

Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo
Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo
Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo

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Escuela de la Joya

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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos de visita virtual a la Escuela de la Joya, la institución pública y gratuita de la Ciudad de Buenos Aires

Cuál es y dónde queda. La Escuela de la Joya Maestro Joyero Sergio Lukez se encuentra en Pasaje Lezica 3955 en Almagro. Fue creada en 1984 como un proyecto para sostener el oficio de la orfebrería y del arte de los metales que se estaba perdiendo en la Ciudad de Buenos Aires. Esta es la única institución educativa oficial, pública y gratuita que se dicta en la capital, y su nombre es un homenaje a uno de los tres maestros fundadores.

Cómo es. “Somos una comunidad educativa pequeña pero que crece sostenidamente, muy acogedora y compañera, donde la mayoría se conoce en poco tiempo. Abundan los saludos en los pasillos, la buena onda y la colaboración entre docentes y estudiantes. Aún seguimos encontrándonos con egresados/as de la escuela que vienen a compartir experiencias. Contamos con un promedio de 300 estudiantes al año, siempre quedan interesados/as en lista de espera, principalmente en la especialidad de Joyería.”, comenta Daniela Misino, directora de la Escuela de la Joya desde 2019.

Los egresados van a compartir sus experiencias

Funciona en una casa antigua con un patio de entrada cubierto de plantas, donde los estudiantes dejan sus bicis y se encuentran (hoy arrancando las clases presenciales con los protocolos de cuidado) en los cambios de turno. Fue ampliada y restaurada en 2002. Dispone de dos pisos: en la planta baja están el aula-taller de Grabado, Engarce y Joyería de primer año, el aula de fundición, la secretaría y la dirección. En el primer piso, se encuentran el aula-taller de Joyería de segundo año, el aula de dibujo y la biblioteca de la escuela que está abierta al público. En el segundo piso se ubican el taller de Cincelado y otra aula de dibujo.

Qué se enseña. Las especialidades que se dictan son: Joyería, Engarce, Cincelado, Cadenas y Grabado, cada una tiene una duración de dos años. La cursada es de lunes a viernes. Tres veces por semana se cursa el taller y luego las siguientes materias: Historia del arte (I y II), Dibujo (I y II), Diseño y Gemología. El único requisito de ingreso es ser mayor de 18 años y no hacen faltan conocimientos previos para inscribirse. Los certificados cuentan con aval oficial del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.

“Creemos en el valor del trabajo manual aprendido como herramienta para lograr cualquier tipo de pieza de joyería, sea cual sea su complejidad”, dice Daniela Misino, directora de la escuela.

Modalidad de trabajo. Cada materia de la escuela posee su programa o plan de estudio. No obstante, los/as maestros/as acompañan la trayectoria e interés de cada estudiante de forma personalizada.

Habilidades que se aprenden. La escuela se caracteriza por ofrecer técnicas de joyería fina de excelencia. Desde el diseño y la fundición del metal a trabajar hasta la terminación, incluyendo las piedras y el pulido. “Creemos en la importancia y valor del trabajo manual aprendido desde sus bases como herramienta para lograr cualquier tipo de pieza de joyería, sea cual sea su complejidad”.

Meta. Uno de los pilares y fundamentos de la creación de la escuela es brindar formación y capacitación laboral, ya que se enmarca dentro de la modalidad de formación profesional. Por lo tanto, el objetivo principal es formar perfiles profesionales que puedan salir con un conocimiento íntegro del oficio al mundo del trabajo.

Muchos buscan actualizarse en el oficio

Perfil. Es sumamente heterogéneo. En su mayoría, son estudiantes que quieren aprender el oficio o actualizarse para trabajar de manera autónoma y realizar su propio emprendimiento. Asimismo, algunos/as estudiantes lo hacen de forma recreativa o con fines artísticos.

Actividades. A fin de año se lleva a cabo la exposición anual de los trabajos de todos/as los/as estudiantes de la escuela y se abren las puertas de la institución para familiares y amigos/as. Además, a lo largo de todos estos años, realizaron varias experiencias de exposición en, por ejemplo, galerías del Banco Ciudad, en las jornadas del “Día de la Formación Profesional”, donde expusieron todos los centros de formación profesional de la Ciudad de Buenos Aires, entre otros. La experiencia de la apertura a toda la comunidad más reciente, previa a la pandemia se dio en noviembre 2019 y fue su primera participación en la Noche de los Museos, “una gran experiencia que tuvimos como escuela, recibiendo a más de 1200 personas durante la noche, y esperamos que en breve se repitan”.

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Taller Abierto de Cabinet Óseo

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Taller Abierto de Cabinet Óseo


Marina Molinelli Wells y Celina Saubidet cuentan cómo conciben su obra en su showroom taller de Colegiales

Sus vínculos con la anatomía son viscerales y emocionales, hijas de médicos, Marina Molinelli Wells y Celina Saubidet recrean de manera lúdica su pasión por lo corporal a través de la joyería y la escultura. Hace poco más de una década crearon Cabinet Óseo, una alianza artística única, con una sinergia tal que sus obras se complementan y potencian en diversas escalas. Cada una de sus joyas contemporáneas son una obra escultórica portable.

Tienen su showroom taller en la Algodonera, una gran manzana donde en los años 20 funcionaba la Manufacturera Algodonera Argentina, que fue restaurada como complejo de departamentos, oficinas y un hipermercado. Se accede por la esquina de Álvarez Thomas esquina Santos Dumont, en Colegiales.

Suman dos talleres artísticos

Allí tienen un espacio para el taller de producción de joyería de la diseñadora industrial, dedicada al diseño y producción de joyas contemporáneas, Marina Molinelli Wells. Para lo cual, cuenta con una laminadora, una pulidora, un taladro de banco, una guillotina, un tambor de pulido y sopletes de gas y oxígeno. Cabinet suma el taller de escultura de Celina Saubidet en Vicente López, donde dispone de una soldadora MIG, taladros y amoladoras, entre otras.

Comentan que su trabajo está inspirado en el cuerpo humano y la naturaleza, a los que rinden homenaje con diversas colecciones de obras artísticas, por supuesto, atemporales. “Es un todo que se manifiesta en forma de esculturas, instalaciones y joyas para ser portadas, una búsqueda constante que evoluciona año tras año. De la naturaleza nos interesa lo que no está al alcance del ojo humano, no solo desde lo físico sino desde lo cultural que incluye a lo cotidiano que para muchos puede ser insignificante”, destacan las artistas.

Y agregan: “La piel vista en un microscopio o huesos encontrados en largas caminatas en el campo pueden convertirse en la vestimenta de un objeto, una instalación, una joya o una escultura”.

Arrancaron en 2004 cuando Celina presentó su obra «Ósea» en una muestra a la que convocó a Marina para que realizara una pieza de joyería. “Entonces surgió la idea de desarrollar una joyería ósea y resultó la piedra iniciática de Cabinet Óseo”, recuerda Marina, quien destaca que eligió la joyería contemporánea por “la amplitud que ofrece tanto desde lo conceptual como desde lo constructivo”.

Una de las propuestas en las que se vio el alcance de la sinergia entre ambas artistas fue en «Metonimia», vista en la galería Elsi del Río en 2016.

Cruce de técnicas 

Trabajan en bronce, alpaca, plata 925 y oro, para las piezas de joyería, y con hierro, acero inoxidable, cerámica, cobre, bronce, entre otros metales, para las de escultura. Con estos materiales usan técnicas tradicionales de joyería y también de otras disciplinas, como la odontología y la herrería.

Y se fortalecen y dinamizan con técnicas de escultura en joyería y técnicas de joyería en escultura. “Tenemos unas filigranas hechas con alpaca y soldadas con estaño inspiradas en las tramas generadas por esa técnica. El soplete de oxígeno lo incorporamos hace poco, este año, y nos permitirá desarrollar piezas nuevas tanto en joyería como en escultura de pequeño formato», como las vistas en su colección «Reinos», vista en el Museo Nacional de Arte Decorativo en 2019.

“Muchas veces inventamos y fabricamos nuestras propias herramientas para que se adapten a nuestras necesidades técnicas”.

También usan soldadores de electricidad, silicona en frío rápido, pinzas modificadas y, curiosamente, herramientas de odontología y materiales para hacer copias y generar sus propias piezas originales y moldería.

Además, buscan gente especializada en cada área a desarrollar algo nuevo, así logran alianzas que les permiten fabricar objetos de buena calidad. “Estamos haciendo una colaboración con el diseñador y artista Cristian Mohaded y pensando en una nueva muestra individual”.

Hoy están diversificando su firma al ampliar los rubros en los que se involucran y desarrollan líneas de objetos de uso para la casa: pinchos, cubiertos para servir, sets de mate, servilleteros y otros más.

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Espacio Auroom

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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Espacio Auroom, el taller-escuela de Laura Ferrari.

Cuál es y dónde queda. La escuela de joyería Espacio Auroom está ubicada en pleno centro de Córdoba capital, sobre la calle Colón frente al histórico edificio Cinerama. “Como un juego de palabras que hacen alusión a un espacio dorado o una habitación de oro, nos apropiamos del color amarillo (au es el símbolo del elemento químico del oro de color amarillo intenso) para el nombre de la escuela, y para que orgullosos nuestros alumnos digan: amarillo Auroom!”, comenta su fundadora y directora, Laura Ferrari.

Cómo es. El taller tiene varias áreas en dos pisos. En la planta alta hay un espacio de coworking, en la que emprendedores comparten el lugar para desarrollar sus proyectos, el cual tiene una capacidad para seis bancos donde hoy se encuentran cinco joyerxs con su taller fijo instalado.

Comparten con emprendedores que desarrollan sus proyectos

En otra habitación, está el taller de Laura Ferrari -también docente del espacio- y algunos bancos más que alquila bajo la modalidad de turnos para que joyerxs que no tengan espacio físico ni herramientas, puedan trabajar con todas las instalaciones a su disposición. En la planta baja se encuentra un aula con capacidad para seis personas, y una mesa que se convierte en el lugar de encuentro de desayunos, almuerzos y meriendas de la gente que transita por el espacio. Tiene un patio (con asador) y un oasis de bananos que se convierte cada día en el escenario de fotos y selfies de joyerxs que trabajan allí.

Qué se enseña. Tiene varias propuestas: clases grupales cuatrimestrales, clases grupales intensivas de iniciación, clases personalizadas 1 a 1 y ahora clases de iniciación online. Los contenidos incluyen técnicas clásicas, como alianzas, engarce y fundición. “Hacemos  hincapié en las bases clásicas de joyería para incentivar la investigación de un estilo propio”. Ofrecemos workshops con técnicas específicas con docentes invitados.

“Hacemos hincapié en las bases clásicas de la joyería para incentivar la investigación de un estilo propio”, dice la joyera del objetivo de Espacio Auroom.

Modalidad de trabajo. No hace falta algún tipo de experiencia para llegar al taller. Las clases regulares duran cuatro horas y se cursa una vez por semana. La mayoría de los talleres son presenciales, con clases personalizadas que se armar de acuerdo con la necesidad del alumnx.

Habilidades que se aprenden. “Sabemos que la práctica sostenida hace al oficio y la promovemos. Siempre decimos que las horas “culo” son imprescindibles para lograr aprender una técnica. Insistimos en la importancia de aprender las técnicas básicas de soldado, calado, engarce, fundición y estirado de metales y trafilado, entre otra, para tener herramientas con las cuales desempeñarse y proyectarse”.

La práctica sostenida hace al oficio

Meta. “Al comenzar las clases, siempre preguntamos objetivos, para tratar de adecuar los contenidos en base a sus necesidades. Sin embargo, la meta siempre es aprender en comunidad”.

Perfil. La mayoría de los que concurren tiene un perfil comercial, pero también hay quienes van con un objetivo más artístico o simplemente por hobby.

Actividades. “Cada año en el taller -menos en estos por la pandemia- se generan una muestra colectiva con los trabajos del año, pero siempre se convierte en la excusa perfecta para reunirnos, tomar y comer algo mientras hablamos de lo que más nos gusta: la joyería”.


Taller Abierto de Lilia Breyter

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Taller Abierto de Lilia Breyter


Desde sus talleres de Tigre y Olivos muestra cómo hace su tejido metálico y la joyería textil de Ampara

“Soy una artesana urbana y realizo piezas contemporáneas que actualizan los diseños de la artesanía tradicional andina”, se define Lilia Breyter.

Ejerció como ingeniera electrónica por años, pero su inquietud y pasión por la actividad manual la pudo y en 2005 se dedicó a estudiar técnicas textiles y un año después sumó con joyería en Surja, la escuela del Sindicato Unificado de Relojeros y Joyeros y afines de la República Argentina. Dos especialidades que supo cruzar y aplicar hasta convertirse en una artista en tejidos metálicos.

Inspirada en las culturas andinas reinterpreta métodos ancestrales en telares manuales adaptados a hilos de plata para distintas texturas, tramas y enlace.

Por este trabajo único recibió, entre otros galardones, el premio adquisición en el rubro metal en la II Bienal de Artesanías de Buenos Aires, el premio al lujo sostenible en América Latina en la categoría Artesanía por la excelencia de su trabajo en hilo en telar.

Y lo desarrolla en tres espacios de trabajo de acuerdo con el carácter de las obras que realiza. Mitad de la semana está en una isla del Tigre, donde tiene un taller en el que teje con hilos de metal en telar.

Cuenta con dos telares, herramientas para realizar el urdido, navetas donde carga el material para trabajar e hilos de cobre, bronce y plata de distintos diámetros.

Suma otro taller en Olivos, donde vive la otra mitad del tiempo, en el que realiza las terminaciones y piezas de joyería. Allí tiene una mesa de trabajo, otra con pulidora, soldador, torno y todas las herramientas necesarias para realizar tareas de joyería.

Y como si esto fuera poco lleva adelante un Ampara Textil, un emprendimiento con la artista Silvia Roldán, con piezas de joyería textil que realiza en su taller de Vicente López.

Para esto dispone de distintas máquinas de costura, mesa de corte, mesa de ensamble, tijeras, agujas, pegamento, pinzas y maniquíes para probar la adaptación al cuerpo de las piezas.

Textiles únicos que la definen

Usa principalmente hilos de plata y cobre tejidos en telar y trabaja las terminaciones, cierres y otras piezas con chapas de plata. Para su línea más textil, a través de Ampara, emplea textiles andinos antiguos y también contemporáneos, a los que le suma telas de algodón agroecológico de la cooperativa chaqueña Inimbó, puro lino y seda natural.

Destaca que está trabajando para “llegar a que nuestros productos sean totalmente sostenibles, con el fin de conseguir una trazabilidad total”.

Su técnica de tejido en telar manual se distancia del método originario de trasmisión directa, ya que realiza una abstracción geométrica al realizar los diseños del tejido.

Para esto, utiliza un telar manual de mesa que adaptó para poder trabajar con hilos de plata. “Quise respetar mi material, el metal, que al tensarlo adquiere plasticidad, es decir se estira, pero no es elástico, es decir que no regresa a su medida original”.

Continúa haciendo sus piezas de hilo de plata, principalmente pulseras. También, suma con el tejido en cobre, por ejemplo, con el collar «¿Cómo cambiamos?» a partir del concepto del impacto de la minería en el medio ambiente, un trabajo que realizó para la muestra virtual «Desde el taller…», organizada por Joyeros Argentinos.

“Partí de la técnica tradicional de tejido utilizando hilo de metal. Trabajé en las dos dimensiones del telar e incorporé una tercera para el modelado en porcelana de los colgantes del collar”, explica.

Anuncio de reedición de una puesta súper original

Adelanta que reeditará «Megajoyas para Megamujeres», la muestra que realizó junto con Silvia Roldán, en 2018, para la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, con piezas escultóricas y otras a escala portables en el cuerpo. Y cuenta que está pendiente de exhibir su participación piezas en una muestra de «Neo-artesanías» en el Museo José Hernández, con eje conceptual en el cambio climático y consecuente devastación del medio ambiente.

Desde Ampara está trabajando en un proyecto de convergencia artesanal con tejedoras del norte argentino y de la Patagonia. Ya presentamos la colección «Proyecto Huacalera», con collares de faja de telar de cintura con terminaciones en tejido de cobre, recientemente exhibidos en Argentina Fashion Week 2021.

“Para las dos últimas ediciones de ese ciclo de desfiles también trabajamos una serie de túnicas con telas naturales, como pura seda, pura lana virgen y lino natural, tan confortables como una segunda piel, sobre las que estampamos con un proceso de impresión vegetal natural (ecoprint) y teñimos con tintes naturales”.

Y no para. “También, desarrollamos cinco collares que integran un itinerario llamado Ecos, pensados en un proceso de pérdida de materialidad manteniendo la forma, en una secuencia de disminución de la densidad de la trama, para lo cual utilizamos distintas técnicas: telas de seda, bronce fosforoso, una urdimbre de seda, seda rayón con una trama cobre, otra urdimbre en rafia, más una trama seda y cobre, además de un tejido en dos agujas con hilo de coser y cobre”.


Taller Abierto Irina Fiszelew

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Taller Abierto de Irina Fiszelew


En su espacio de Villa Urquiza cuenta cómo desarrolla su propuesta de joyería cerámica

Dice que su taller es mínimo en tamaño y recursos, pero esa dimensión no se condice con su enorme capacidad. Tanta, que después de trabajar durante años con metales, Irina Fiszelew dio un giro y fue capaz de desarrollar un proyecto diferente: joyería en gres.

Esta nueva manera de producir la resume en el uso de dos o tres herramientas básicas y un pequeño horno, que es el corazón de su taller. Ahí es donde se genera la gran magia de esta materialidad.

Con el horno puede experimentar y generar nuevos colores de pastas. “Es muy emocionante sacar las piezas horneadas y ver que se convirtieron en piedra”, comenta, y relata que siempre trabajó con los mínimos recursos. “Es lo que me interesa: resolver mi lenguaje con un proceso productivo accesible para mí, desde el equipamiento del taller, hasta los proveedores y las técnicas implicadas.

Su taller showroom está en su casa, en Villa Urquiza, y se nota que disfruta mucho trabajando y viviendo en el mismo lugar. “Me permite por ejemplo ir y venir del taller al jardín para despejarme o abrir el horno un domingo a la noche porque no puedo esperar para ver cómo quedaron las piezas. Estoy acostumbrada a que mi trabajo se vincule naturalmente todo el tiempo con el resto de mis ocupaciones y con mi familia”.

Comenta que le interesa que su proyecto tenga coherencia y organicidad entre todos los aspectos que lo conforman: el concepto, el lenguaje visual, el proceso productivo, los recursos, los costos, la comunicación y la venta. “Trabajo para que mis piezas se puedan comprar, usar, regalar y que circulen. Para que mis clientes se identifiquen con mi propuesta de diseño. Y para que puedan acceder a lo que hago”.

Entre lo proyectual y manual

La abstracción y la geometría definen su lenguaje visual. Y sus referencias siempre fueron la música y la arquitectura. Son dos mundos en los que se mueve desde muy chica.
Le gusta mucho buscar analogías de modelos creativos en otras áreas disciplinas, para pensar desde ahí el diseño.

Su formación como diseñadora en la UBA le sirvió para acceder a metodologías creativas. Y a partir de una observación analítica de sus diseños, va profundizando en la construcción de una identidad, que siempre está en evolución. Es un camino donde intervienen aspectos inconscientes y al mismo tiempo otros de mucha reflexión.

Se dedica a la joyería desde 2001, cuando egresó de la Escuela Municipal de la Joya. Desde entonces, tuvo distintos proyectos e interrupciones y me dedicó también a la capacitación en procesos creativos.

La joyería es su trabajo, que le permite desarrollarse en aspectos personales, sociales, expresivos, intelectuales y económicos. “Lo que me interesa específicamente de la joyería es que cruza dos áreas que me son afines: la proyectual y el trabajo manual”.

Reconoce también que es “un espacio de libertad controlada, en el que investigo y experimento esa abstracción y la geometría, que pongo en valor en objetos de uso de la vida cotidiana. Esto impone límites y requerimientos que me interesan. Es decir, diseñar objetos funcionales y comerciales, desarrollando mi identidad visual”.

Además, cuenta que “al ser (la joyería contemporánea) un trabajo solitario y en pequeña escala, genera una intimidad en la rutina diaria que me resulta fundamental”.

Trabaja con gres, que es un material cerámico de alta temperatura y tiene una enorme dureza e impermeabilidad, dos cualidades fundamentales en piezas de joyería. Detalla que “es noble, sustentable, de bajo costo y por su plasticidad para modelarlo invita a infinitas exploraciones visuales”.

Gres como vehículo para acceder a las ideas

Le gusta porque le permite un acceso rápido a las ideas y, a la vez, resuelve la pieza final. Con el gres puede hacer maquetas de experimentación y después las piezas. Todo el proceso se plantea desde la misma lógica del material. También le interesa porque “es un material que al desnudo tiene una potencia visual increíble”. No necesita esmaltes, ni combinarse con otros materiales para generar atracción. “Es como el hormigón a la vista en la arquitectura. Un recurso mínimo que genera máxima expresión”, precisa.

Maneja un método de diseño basado en la Teoría de Sistemas, que investigó y desarrolló para realizar su producción y para capacitar a otros diseñadores. Se trata de generar un universo visual a partir de una idea, que le permite diseñar múltiples piezas diferentes que se potencian y se vinculan entre sí. De esta forma trabaja en series o colecciones de muchas piezas, todas diferentes y a la vez familiares.

Desde el punto de vista técnico, es autodidacta. Adquirió los conocimientos que necesitaba sobre el gres para resolver sus ideas. “Creo que las habilidades técnicas están para encaminar proyectos. No son un fin en sí mismo”.

Hace simultáneamente varias series, cada una está en una instancia de resolución distinta. La última se llama «Cúpulas», formada por colgantes y aros. Propone una novedad en mi trabajo: “Generar piezas contemporáneas, desde un lenguaje que remite a épocas pasadas”.
Se la ve muy entusiasmada con un proyecto de capacitación en joyería que está armando con dos colegas. “Son joyeros a los que admiro y respeto y además los tres tenemos miradas laterales sobre la profesión”, comenta.

Y sigue dando seminarios online de su metodología de diseño, llamada «De la pieza a la colección», dirigida a personas que tengan o no experiencia en diseño. “Para mí, es fundamental generar un espacio de aprendizaje sobre los métodos y herramientas proyectuales que nos permiten hacer crecer las ideas”.


Taller de Metales

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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Taller de Metales, la escuela de Florencia Gargiulo.

Cuál es y dónde queda. Taller de Metales es la escuela de Florencia Gargiulo que gira alrededor del uso del metal y sus posibles combinaciones con otros materiales. “Al principio nos centrábamos en técnicas que se aplicaban al metal pero con los años fuimos sumando otras y más materialidades.” Taller de metales Joyería moderna es su nombre y cuenta que prefiere esa denominación antes que contemporánea, que está más asociada a piezas artísticas.

“Mi propuesta pasa por el diseño de joyas para usar más que por la joyería artística. La joyería es un ornamento que se lleva en el cuerpo, tiene que ser usable y cómoda”, sostiene. Egresada de diseño industrial de la UBA, estudió joyería con Jorge Castañón y otros maestros, da clases desde hace 21 años. “A unos pocos estudiantes al principio, como todos, y con los años la escuela fue creciendo. La trasladé a mi Neuquén natal pero regresé a Buenos Aires hace 10 años y Taller de Metales sigue con eje en la enseñanza de técnicas sobre metal y otros materiales en el mismo barrio, Palermo Soho.

“Lo que más me gusta es transmitir el potencial de la joyería; me interesa el diseño, la técnica y me encanta poder comunicarlo, contar de qué se trata, enseñarlo”, señala. Recién mudada a un nuevo espacio sumó la modalidad virtual que se fortalece desde su canal de videos. Precursora, recuerda que filma  el paso a paso de diversas técnicas desde hace 15 años aproximadamente y esta etapa pandémica le sirvió para poner en valor ese material, compartirlo y usarlo como material de estudio; https://www.youtube.com/channel/UCk2Y4ogvm9k3hmcg786SN8Q/featured.

Cómo es. Es un espacio de encuentro y aprendizaje, completamente equipado con herramientas y materiales para desarrollar cualquier técnica de joyería.

“El alumne no tiene que llevar herramientas a las clases, están para uso libre dentro del taller y para hacer su propia experiencia, con el fin de poder, por ejemplo, montar luego su espacio en función a lo aprendido y lo que le guste hacer”. También está equipado para que se puedan aprender y desarrollar técnicas alternativas al metal, como el trabajo con resinas, madera, modelado e impresión 3D, esmaltado, cerámicas y hasta origami.

Cuenta con una biblioteca abierta a  consulta y “clases de Historia de las civilizaciones a través del art, con las técnicas y piezas que usaban para representar sus historia de vida, cómo se identificaban, cómo se integraba la joyería a su vida y mucho más”.

Aprender la técnica es fundamental

Qué se enseña. En el taller regular se enseñan las técnicas propias del oficio, como fusiones, fundición, soldadura, esmalte, repujado, relieve, aleaciones y todo lo que tenga que ver con el uso del metal, “siempre a partir del interés que cada alumne trae, se reenfoca de manera personalizada. Aprender la técnica es fundamental para luego dar rienda suelta a la creatividad”, destaca Florencia Gargiulo.

En su taller, también se dan intensivos de técnicas específicas, como Grabado sobre metales y Engarce en tensión, por ejemplo, que no se extienden a más de dos clases, generalmente son de una clase. Además, ofrece “un súper taller anual de Colecciones, dividido en módulos de 4 clases cada uno, en el que se dan todas las herramientas autogestivas necesarias para realizar una propuesta de diseño de piezas de joyería: de la génesis de una colección, inspiración, aplicación, diseño, proceso de sistematización de su producción, cálculo de costos, packaging, imagen de marca, comunicación y producción de imagen y hasta manejo de redes. Es una propuesta integral en la que participan profesoras de otras disciplinas, como Cecilia Meroño que da clases de Historia del arte.

“La capacidad de cada curso, depende de la técnica que se enseña, algunas requieren de más atención y son de hasta 6 alumnes, y hay otras técnicas cuyas clases pueden llegar hasta 12 alumnes”.

Suma con material escrito, escribe una guía de su técnica favorita: la soldadura. “Cómo soldar plata surgió por necesidad. En el trabajo diario me di cuenta que era importante dejar por escrito el paso a paso, trucos, consejos de uso, con gráficos y dibujos que esclarezcan para lograr mejores resultados o los resultados deseados, y la pandemia también fue el empujón que me llevó a concretar este proyecto. Advertí que en joyería es importante saber soldar. Es preciso que el que se siente a soldar tenga la seguridad de que lo va a hacer bien. Hay miedo e inseguridad y es básico poder manejar esta técnica. Por eso, esta guía sirve para tener a mano en el banco de trabajo”.

“La intención es que aprendan las herramientas para que cada uno pueda sacar de adentro lo que le gusta hacer”, dice Florencia Gargiulo, directora de Taller de Metales.

Modalidad de trabajo. Por el momento, debido a las restricciones y cuidados necesarios por la pandemia, las clases se ofrecen de manera online. Se trata de clases personalizadas e individuales, para principiantes o avanzados, en las que se reciben consultas a partir de las cuales se hace un seguimiento de proyectos.

“Durante las clases se transmiten videos especiales con el paso a paso de cada técnica, explicando cómo se hace, qué materiales se requieren y alternativas de aplicación. A medida que avanza cada clase, les alumnes hacen consultas, se responden y aclaran dudas durante la clase y después cuantas veces lo requieran. No se trabaja en el momento de la clase sino que se hace un planteo teórico, tipo tutorial, para que cada uno pueda practicar luego. Incluye un link para que puedan revisar el video cuantas veces quieran y trabajar en su casa o taller.

«Los videos muestran todo lo que se necesita para aprender. Esta me parece la mejor manera porque no todos tienen los materiales en el momento ni tienen la misma destreza. Nivela disponer de la misma información que después cada uno maneja o aplica de la manera en que necesita”.

Habilidades que se aprenden. Todas las que se requieren para desempeñarse en el oficio de joyero. “La intención es que aprendan las herramientas para que cada uno pueda sacar de adentro lo que le gusta hacer”.

Información y técnicas, las mejores herramientas

Meta. “El objetivo es que aprendan el oficio y que les sirva para que puedan mostrar su potencial creativo. Milito la no copia, no repetir el trabajo del otro sino hacer el propio de acuerdo a sus intereses y necesidades. Cuando no se conoce una técnica no sabe qué resultados da o para qué le va a servir, no puede imaginarse lo que puede hacer. Con información sobre las técnicas uno tiene más herramientas para trabajar y desempeñarse”.

Perfil. “Taller de Metales está orientado a cualquier persona de cualquier edad que quiera aprender técnicas, disfrutar de hacer y la compañía del grupo. También a quienes quieran perfeccionarse o que solo quieran hacer por el solo hecho de hacer. Es un oficio que da mucho placer”.

Actividades. Se han hecho actividades hacia afuera del taller con el apoyo de otros joyeros, como el desfile por las calles de Palermo durante la Bienal Latinoamericana de Joyería. “La joyería es una actividad de puertas adentro, muy de encierro, salir no es lo habitual pero me pliego a la energía del grupo. Cuando el taller funcionó en Neuquén nos vinimos a Buenos Aires a exponer en Puro Diseño y fue una experiencia espectacular. En experiencias de este tipo está bueno lo que se genera durante el proceso en el taller, los preparativos de las actividades son enriquecedores, mucho más que los resultados que se exhiben. Este no es momento de estar hacia afuera sino para aprovechar el adentro. Ya llegará el momento para otra vez hacer trabajos colaborativos”.