Cuerpo del delito
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Cuerpo del delito
“«Cuerpo del delito» es un proyecto colectivo de identidad híbrida. Se trata de 30 piezas de joyería concebidas por seis artistas que materializan un ensamblaje de imaginarios, técnicas y abordajes que evidencian un proceso mixto, múltiple y disruptivo.
“Bajo la lógica del cadáver exquisito, metafóricamente el autor muere, y como resultado se da un proceso lúdico de escrituras, reescrituras, contagios, en el que los objetos-joya devienen en una nueva/otra entidad”, explica la maestra joyera Cecilia Richard, quien junto con Andrea Libovich, Cecilia Kesman, Constanza Nolé, Sol Sieber y Rocío Moreno hoy estrenan esta muestra en Caelum, en Córdoba capital.
“Cada artista aportó la materia prima de su universo creativo (fragmentos, materiales y piezas inconclusas) como acción inaugural del juego. Estos elementos atravesaron seis rondas de transformación. Cada ronda involucró momentos de diálogo íntimo, -artista-objeto- y momentos de encuentro colectivo, en los que las integrantes entregaron y recibieron, de manera azarosa, un nuevo conjunto de piezas a intervenir. Todas las piezas pasaron por todas las manos”, añade.
Y precisa que “el cuerpo de un delito es la evidencia física, que ha sido objeto de ese hecho; prueba que los hechos son constitutivos de este cadáver, exquisito*. *Esta palabra proviene del verbo exquiro, formado por el prefijo ex- “hacia fuera” y quæro “buscar”, “procurar”, “desear”. Exquisito: “aquello buscado con diligencia, escogido, distinguido”.
Hasta el viernes 18 de octubre en Ocaña 505.
Revisionar el ecocidio
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Revisionar el ecocidio
“Buscamos repensar, desde una perspectiva consciente, la terrible realidad ecológica del planeta, explorando conceptual y estéticamente el escenario del ecocidio, con la urgencia de volver a respetar la naturaleza. Queremos instalar la reflexión sobre la relación que existe entre nuestras acciones y nuestro hábitat.
“Con estas pequeñas esculturas que pueden ser acopladas sobre el cuerpo, pretendemos transformar nuestro pensamiento, conectándonos con energías cósmicas ancestrales, generando debates, interrogantes, situando la finitud de nuestra piel en parangón con la tierra que habitamos”, señalan Gisela Pérez Ruiz y Cecilia Carballo, curadoras de «Revisionar el ecocidio», otra de las muestras del Circuito al Sur de la IV Bienal.
Una propuesta de Mainó Galería de Arte Orfebre, de Córdoba, que presenta «Aporía» de Maia González, «Cicatrices» de They Leguizamón, «Evolucionar» de Elsa Brücher, «Que pase en mí» de Marisa Martini, «Transformación» de Emma Moya, «Jardines portantes» de Cecilia Carballo y «Preservación del paisaje» de Gisela Pérez Ruiz.
Hasta el 3 de noviembre en Achával Rodríguez 2159, Barrio Alto Alberdi, Córdoba capital.
Joya sonora
Joya sonora
“La joyería ahora tiene voz, suena con todo, música incluida”, dice Laura Egea al presentar su collar sonoro y lutería que forma parte de su premiada colección «Territorios», que obtuvo el primer puesto en la cuarta edición de Brazil Jewelry Week.
Cuenta que durante el taller titulado «Estos no son ruidos» Vol. 2, organizado por el músico y productor Laureano Cantarutti y el pianista y luthier Samuel Majul, en el museo cordobés Emilio Caraffa, indagó en la lutería electrónica y la construcción de instrumentos.
“Decidí participar para hacer las primeras aproximaciones al mundo de la lutería y fusionarlo con mi práctica de joyería, marcando así el inicio de una serie de joyas sonoras que iré desarrollando.
“Para este proyecto, retomé mi serie «Territorios». Esta vez trabajé con alfileres con cabeza de vidrio. Y descubrí que todo encierra un sonido: el sonido es ondas y vibraciones, y resulta fascinante poder, de alguna manera, dar voz a estos territorios.
«Creé un collar choker de cuero ajustable, incorporando piezas con incrustaciones de alfileres. Estas se dispusieron con diferentes separaciones y alturas, lo cual permitió obtener sonidos graves y agudos, y variar el rebote de las ondas sonoras dependiendo de la cantidad de elementos alrededor.
“La pieza incorpora dos micrófonos piezoeléctricos que captan y amplifican las vibraciones. Por un lado, se toca como una especie de clavija sobre los territorios, y por otro, los micrófonos están ubicados estratégicamente para captar también las vibraciones al hablar, funcionando como una especie de micrófono de voz incorporado en el collar.
«Este collar sonoro se conecta a una salida de audio para amplificar todos estos sonidos. De esta manera, el collar se convierte en un instrumento y un micrófono”, precisa la artista joyera, que el lunes último hizo vibrar el collar en un concierto.
El recital se dio en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa, donde se utilizaron todos instrumentos construidos, incluyendo el collar luthier sonoro, como parte de una innovadora exploración que marca el comienzo de una serie de joyas prometedoras.
Supuesto y La Lágrima presentan su joyería aromática
Supuesto y La Lágrima presentan su joyería aromática
Generar bienestar emocional a través de una joya contemporánea parece un objetivo pretencioso, sin embargo «Límbico» demuestra que es posible.
La artista visual cordobesa Rocío Moreno junto con la investigadora botánica Amparo Molar presentaron una original pieza aromática portable, esta vez con aceite de eucalipto.
Es que ya cuentan con la serie de collares «Plexo» con esencia de lavanda. “Siempre indagué con piezas con líquido, primero con agua, siempre con la intención de incluir perfume mediante aceites esenciales. Los uso y los asimilo mediante ejercicios de respiración y movimientos de yoga que practico, por sus beneficios los incluyo y sugiero en esta propuesta« innovadora.
El proyecto es el resultado de un trabajo autogestivo que se da gracias a una alianza entre la firma de joyería contemporánea de Ruli Moreno, Supuesto, y el estudio de diseño botánico La Lágrima de Amparo Molar.
Esta presentación también coincidió con la inauguración oficial de un nuevo espacio joyero cordobés en Colanchanga 4831. También es una trastienda o una tienda multimarca con diversas propuestas de joyería contemporánea local.
“Supuesto es un proyecto amplio, expansivo y autogestivo, que cuenta con un espacio de exhibición y difusión de la joyería donde conviven originales obras de los joyeros: Constanza Nolé con Fruto, Andrea Libovich con Concreta, Sol Sieber con Casiopea, María Cecilia Kesman, Lucas Pinto dos Santos y, por supuesto, Rocío Moreno con su firma de autor.
Joyas aromáticas
Tanto «Plexo» como «Límbico» dan cuenta de una propuesta distinta que apunta a movilizar el cuerpo. Sus collares con aroma a lavanda recostados sobre el plexo solar o sobre el pecho buscan transmitir una sensación de calma y relajación.
Ahora el broche Límbico intenta estimular sistema inmune y descongestionar, y su nombre alude al sistema límbico asociado a la memoria y a las estructuras olfativas a los que se pretende alcanzar.
«Límbico» es una serie de piezas construidas con segmentos de vidrio soplado, resina y goma para contenedores de aceite esencial de eucalipto, cosechado y destilado en las Sierras de Córdoba, y se vincula al cuerpo por imanes
El aceite de eucalipto es obtenido por destilación manual, mediante el arrastre de vapor en un alambique de acero inoxidable. En el proceso, el agua viaja en forma de vapor recibiendo aceite esencial por diferencia de temperaturas a través de un tubo refrigerante, de manera de llevar la energía y la medicina de la planta.
Esta joya contemporánea se ofrece con un texto guía para accionar la pieza, además de sugerir un ejercicio de respiración sostenida para llegar al sistema límbico, que está relacionado con las emociones y la memoria. A través del aroma se busca una experiencia corporal única.
Así, se convierte en una pieza interactiva. Requiere de “extraer tapón de caucho, introducir las gotas de aceite en el contenedor de líquido y aplicar una gota en puntos de circulación, como pecho, cien y muñeca, para inhalar durante una respiración profunda y sostenida, y se cierra al volver a colocar el tapón” en esta singular pieza de joyería aromática.
Es portable en el cuerpo, pero también puede exhibirse y estar montada en una pared o por su sistema imanes en alguna chapa.
Se ofrece en una caja de aluminio y madera que incluye broche, repuesto de recarga y guía de uso.
Taller Abierto de Lucas Pinto dos Santos
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Taller Abiertode Lucas Pintodos Santos
Este artista presenta su espacio de joyería integral que incluye café de especialidad, Vendido 1908, en la peatonal de Córdoba capital.
El artista joyero Lucas Pinto dos Santos es uno de los referentes de la orfebrería de Córdoba y marca un punto de encuentro diferente, en el que reúne un local, una vidriera multimarca, su taller de joyería y el de enseñanza del oficio y hasta un café temático. Un espacio único en Córdoba y hasta en el país
Vendido1908 funciona en la planta baja de un edificio de 1908 en la peatonal de Córdoba Capital, a media cuadra de la catedral. “Se llama Vendido porque abrimos en octubre del 2021 justo cuando se abría la pandemia y en el centro de Córdoba había muchos carteles de vendo y alquilo, y se nos ocurrió ese juego de palabras de los carteles, vendo-vendido, como que la operación inmobiliaria ya estaba y estábamos funcionando y hasta imitamos la tipografía y la misma gráfica de los carteles”, recuerda.
En este lugar funciona una orfebrería-café que tiene con su socia Gina Tecco. Cuenta con unas vidrieras-exposición en el ingreso y vitrinas y burbujas en el interior, el café al paso y atrás su taller de orfebrería, como le gusta llamarlo.
Ese es un edificio que por su fachada y estructura está en tratativas para convertirse en patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba, por eso Lucas y Gina sacaron el megacartel que tenía con el fin de que pueda exponerse y valorar su aspecto, para lo cual solo colocaron un toldo que le da un aspecto más vintage y cálido.
“Decimos orfebrería café porque no es solamente joyería portable. Muchas de mis piezas no son portables, algunas son más escultóricas. Quisimos hacer un juego de palabras con la cocina de la cafetería que se relaciona con la cocina de las joyas.
Propuesta integral
El local cuenta con una vidriera que cambia de color cada temporada gracias a un convenio con una pinturería local y de paso renuevan la muestra de joyería que da a la calle con obras de 15 artistas joyeros locales, entre artistas y estudiantes.
Arrancó su formación en la Cámara de Joyeros de Córdoba, donde hizo una tecnicatura orientada a una joyería más tradicional, “más de vidriera como le decimos”, y luego continuó en Caelum, la escuela de Cecilia Richard por cinco años, donde hoy ya es docente. Y allí descubrió, luego de estudiar agronomía, diseño gráfico, diseño web y de multimedia y joyería, que lo suyo era la joyería artística.
Vendido ofrece una mezcla de ambas, tanto de una joyería más tradicional, también más artesanal, y una joyería contemporánea. Este año le sumó un poco de cerámica y hasta algo de indumentaria.
“La exposición que se ve adentro está presentada por artista, con su respectivo QR que te lleva a su página. La mayoría son de la zona y, en particular, joyeros que estudiaron en los diversos talleres que brindo”, señala.
El espacio de taller cuenta con dos bancos tradicionales y un mesón de trabajo más cuadrado. Lucas comenzó dando cursos en su casa, donde antes tenía el taller en el que daba clases individuales o a dos personas, y desde hace unos meses lo trasladó a Vendido, donde continúa con las clases a un grupo reducido de hasta cuatro personas. Allí mismo dispone de su espacio de trabajo personal, su taller de joyería.
Además de esas clases particulares, da clases desde aproximadamente cinco años en Caelum, el taller escuela de Cecilia Richard. Uno de esos talleres es el Inicial, con técnicas básicas hasta mitad de año y después se arranca con un proyecto personal de cada alumno a partir de las técnicas aprendidas; después brinda un taller Avanzado, para quienes cursaron el primer año y hace un seguimiento de proyecto de joyería artística, o comercial también, en el que se continúa aprendiendo técnicas; y además da talleres Monográficos, que tienen una duración de cuatro meses, sobre Cadenas, Engarce y Cierres, entre otros.
Café al paso
Y para instalar Vendido 1908 se asoció. “De regreso de Barcelona, Gina vino con la idea de instalar un espacio de café al paso, integrado a algún tipo de taller de cerámica o vivero; coincidimos en la propuesta y surgió reunir un espacio de joyería integral con café”. El perfil a que apunta es “ese cliente que consume café y, a su vez, le va una joya. Y se da, muchos vienen por el café de especialidad y no consumen joyas, pero consultan por las clases o nos recomiendan para que otros compren joyas. Estamos en una zona popular, de venta de electrónica, cerca de los joyeros más tradicionales”.
“Nuestro café es de especialidad o especial porque trabajamos con una semilla de una variedad determinada, distinta a la habitual, mucho mejor tratada desde la recolección hasta su proceso de secado, también se tuesta de manera diferente y luego en la cafetera recibe un tratamiento especial; así el café es muchísimo más delicado, no hace mal y es muy rico. Y para quienes no tienen ganas de tomar un café tradicional, lo mezclamos con cúrcuma, remolacha, menta o directamente lo sustituimos con algarroba”, explica Gina Tecco.
Para esto, cuentan con un living al aire libre, en la vereda; pero en general ofrecen café al paso a quienes se dirigen a sus respectivas oficinas, de lunes a viernes, de 8.30 a 13, y de 15.30 a 18. En un horario más flexible funciona el taller de joyería, en función de los horarios de clases y del tiempo que Lucas le dedica a su trabajo de obra; “a veces desde las 10 y hay días que puedo quedarme más allá de las 18, hasta las 22”.
Joyería artística
Trabaja principalmente a pedido. Uno de sus principales clientes es Atelier Objects of Infatuation de Brooklyn, especializado en diseño argentino, también la tienda del Sheraton Mendoza y en su momento su trabajo se expuso en Siesta de Barcelona.
En su obra más artística va más allá de la plata, con otras materialidades, como el plástico de las tapitas de gaseosa o de los palitos de chupetín, a los que incorpora pequeños juguetes. Con este tipo de piezas ha concursado al Fondo Nacional de las Artes o el Mercado de Arte de Córdoba, por ejemplo; se trata de proyectos con un perfil más de galerías o museos. La exploración del material y la movilidad con la articulación son las características principales de lo suyo.
“Es que cuando arranqué no me sentía muy identificado con la joyería tradicional porque supone piezas estáticas, duras o frías, con brillantes, mucho brillo de espejo, pero te diría que hasta necesitaba que se movieran. De hecho, en mi tesis presenté un prendedor con una chicharra cuyas alas eran articuladas. En el taller escuela de Ceci Richard exploré todo el potencial del movimiento en una joya a través de distintos materiales, como el plástico que mencionaba, también textiles y cerámica. Una pieza de este tipo implica tal complejidad que puede demandarme hasta un año; es que puedo dedicarle algunas horas semanales entre mis compromisos docentes y los trabajos más comerciales que me permiten sostenerme”.
¿Cómo saltó de la agronomía a la orfebrería? Su recorrido empezó por agronomía aunque pensaba estudiar veterinaria, siguió por el diseño gráfico, el diseño web y después el diseño multimedia. “Como todo esto no me satisfacía -aunque todo me sirvió y lo aplico, y todo lo que estudié de alguna manera se ve en la joyería-, mi papá me recordó que cuando tenía 11 años decía que quería ser joyero y me sugirió que me anotara en los cursos que por entonces la Cámara de Joyeros local acababa de abrir para ver si me gustaba. Hice la carrera pero me di cuenta que un clásico anillo o esclava no era lo mío, hasta que vi una muestra de Ceci Richard en el museo Caraffa y supe que eso sí me encantaría y así fue”.
Cual entomólogo
Su temática o principal interés son los insectos, entre otra fauna además de la flora. Hace abejorros, abejas, hormigas y tienen una articulación que hace a su movilidad, son en 3D; “no trabajo el plano sino el volumen”. En general, son relicarios y pins, que tienen algo que se abre o se mueve. “De chico siempre me gustaron los animales; mi papá criaba canarios y lo ayudaba, siempre tuve un perro o conejo o tortuga…; tengo mucha simpatía o empatía hacia los animales, por eso estudié agronomía, aunque en principio iba a ser veterinario. Siempre me sentí atraído por los insectos y animales en general; lo de las chicharras surgió en un viaje a Santo Tomé y Sauce Viejo, en las inmediaciones de la ribera del Paraná, donde hay muchísimas”.
Y dice que esto se incentivó en la pandemia, cuando se acentuó ese gusto por los insectos cotidianos, como los bichos bolita, las hormigas o, por otra parte, un zorzal, que viven en su medioambiente. Y ya se lo identifica con las piezas de insectos.
En estas aplica técnicas de joyería como el engaste micro pavé con brillantes que suele coronar rompiendo la estética con un autito de juguete, por ejemplo. En otras, usa el remache para la articulación en mix con otras técnicas tradicionales y contemporáneas. “Trato siempre de hacer una resignificación de los materiales, los brillantes no son solamente para decorar sino que se colocan siguiendo un concepto, una idea, puede que simulen las luces de presentación de ese autito de juguete, por ejemplo. Ahora estoy tratando de incluir piedras, pero lo mismo no se trata de un engarce de piedra habitual sino que exploro el tipo de piedra y la función que cumplirían en la construcción de la pieza”
“Una piedra que me gusta mucho es el ónix y la uso para los ojos de los insectos; en el cuerpo de hormigas suelo usar una piedra que tiene adentro materia orgánica así simulo mostrar sus intestinos; trato de ver si una piedra me lleva un insecto, como una facetada que me llevó a la parte de los ojos de la mosca; un concepto muy Dalí.
Así, lo suyo es 100% hecho a mano aunque a veces suma manos de terceros “porque algunas veces el cuerpo de obra tiene tal demanda que por mi tiempo y mi mano no alcanzo a cubrir y suele tener que ver con un método de fundición o corte láser”.
Entre sus proyectos, está en tratativas para traer a su galería o vidriera de Vendido 1908 piezas de joyería contemporánea de Buenos Aires y hasta del exterior.
En tanto, además, analiza realizar dos muestras individuales en las que proyecta presentar piezas nuevas, así como una retrospectiva del proceso creativo que fue construyendo en estos años con las piezas más significativas que lo definen.
Taller Abierto de Coty Nolé
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Taller Abierto de Coty Nolé
Estrenó taller en su nueva casa en La Calera, Córdoba, donde crea piezas definidas por el movimiento, la repetición y el desplazamiento
En un entorno natural de paisaje serrano, muy luminoso, con una vista hermosa, recién mudada a su casa de la Calera, en el Gran Córdoba a 10 km de la capital provincial, Coty Nolé tiene su taller estudio de joyería contemporánea.
Está dividido en dos sectores, por un lado una mesa de trabajo con herramientas de joyería, como un torno colgante, soplete y pulidora, donde hace el trabajo “sucio” y otra mesa paralela, en frente donde hace el trabajo “limpio”; dibujar, hacer planos en la compu, prototipear en papel y packaging.
Cuenta que el año pasado compró un plotter de corte de cartón que le permite calar los interiores de sus cajas y maquetear de manera más ágil.
Define a su joyería como provocadora, delicada y etérea. Son piezas definidas por el movimiento, la repetición y el desplazamiento que evidencian un diálogo constante entre los recursos que adquirió como diseñadora industrial y las técnicas de orfebrería aprendidas, que le permiten conjugar arte, artesanía y diseño.
Se inició en Caelum, el taller escuela de Cecilia Richard, un año después al abrirse la convocatoria para el Salón Diario La Capital en Rosario, donde su maestra y referente había sido seleccionada y premiada y en el afán de seguir sus pasos se presentó con las primeras piezas de su obra «Emerger» con que fue parte de la muestra.
“Desde ese momento me propuse hacer crecer esa serie y buscarle la viabilidad productiva y comercial. En 2016 registré la marca, pero fue en 2018 cuando, gracias a la propuesta de Cecilia de hacer una muestra en su espacio con Rocío Moreno, terminé de resolver detalles constructivos, packaging incluido. Así, nació Supuesto Fruto, una propuesta que se convirtió en el comienzo de mi camino joyero”, explica.
Dice que le apasiona “lo posibilitante” de la joyería, ya que admite diversidad de materiales, de procesos y, además, porque facilita la intervención de artistas, diseñadores, arquitectos, artesanos, escritores o cualquier voz que necesite contar algo.
“Soy muy afín con la escala y me permite generar mucho con poco. Me permite e interesa ampliar el horizonte significativo de la joya y la capacidad evocativa de los materiales, a través de piezas que propongan experiencias estéticas y simbólicas”.
Para esto, utiliza diferentes materiales según el trabajo que se propone. “En «Emerger», la búsqueda estética es morfológica, con un despliegue que genera volúmenes etéreos y delicados, y el protagonismo se lo disputan la pieza y la proyección de su sombra. En este caso es el metal, el material que permite elevar el plano a la tridimensionalidad, y por medio de acciones mínimas, como el calado y desplegado, genero estructuras complejas.
Técnicas propias
“Esta es una técnica que considero propia. A lo largo del tiempo fui puliendo, modificando y registrando para poder lograr simetrías y similitudes entre las piezas. Para hacer el calado, primero destino mucho tiempo a la planificación y maquetas para generar ruteos de corte industriales. El desplegado es la parte más larga en este proceso productivo, en el que adapto algunas herramientas de ferretería que sirven de ayuda”, precisa.
En «Sumergir» explica que la búsqueda es más poética. “Difícilmente las piezas se pueden replicar, tiene un argumento más íntimo, que me conecta con el pasado. El proceso comienza con la construcción interior, tejidos que luego fosilizo en resina, generando cuerpos que aparentan ser un mineral, que luego engarzo en metal.
La forma en que abordo el trabajo con la resina también es propia. Primero genero estructuras que permiten que el hilo haga un recorrido espacial, la resina tiene la finalidad de fosilizar ese tejido, para luego poder observarlo y volver a transformarlo. Luego, la forma de componer con estas gemas, tiene vínculos lúdicos, que permiten el movimiento, y algunas tienen correa de transmisión”.
Señala que los conceptos de estas dos series son muy posibilitantes, crecen casi orgánicamente, en «Emerger empiezan a aparecer módulos que sugieren el movimiento, sin tanto volumen y justo en estos días estoy maqueteando algo nuevo que tiene que ver con las sombras que arrojan las piezas más volumétricas… como un camino inverso, estoy trabajando con la imagen que proyectan, para convertir el volumen en plano…
Además, trabaja en un proyecto colectivo con otras colegas cordobesas: Cecilia Richard, Rocío Moreno, Sol Sieber, Andrea Libovich y Cecilia Kessman, llamado “Cuerpo del delito”, que responde a la modalidad de cadáver exquisito –al que ya había aludido Cecilia Richard en la entrevista exclusiva de LJdeA-. Empezó como una actividad lúdica, en el que pudimos intervenir descartes que cada una producimos para arribar a piezas súper interesantes”.
Si bien este año aún no aplicó a ninguna convocatoria, pero ya fue seleccionada algunas de sus piezas para exponer en espacios del rubro. Tiene como antecedente el año último, en 2022 participó de «Earrings Galore 2022-2023», una muestra itinerante que se da en Estados Unidos que selecciona aros de todo el mundo con que hizo su debut en la semana de la Joyería Contemporánea de Nueva York.
También estuvo presente en Collectiva Meeting, muestra internacional habitual de Oporto, Portugal. Y no faltó de la III Bienal Córdoba Ciudad Diseño, como disertante del panel local, lo mismo que en el Festival de Diseño de Córdoba, así como en MICA, como participante por el sector diseño.
Lo suyo también se vio en la exhibición virtual de Jewellry Activist con 70 artistas y en AdornAxis que presentó la muestra «Black & White in Color», en Palm Beach Design.
Metalworks
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Metalworks es una escuela de formación de artistas joyeros que dirige Federico Rolla en Villa Dolores, Córdoba
Cuál es y dónde queda. Metalworks Studio es un espacio de trabajo y proyección para la joyería, las artes del fuego y los metales que abrió a fines de 2019 en la ciudad de Villa Dolores, en el valle de Traslasierra en Córdoba. Funciona como taller de diseño, producción y showroom del trabajo del orfebre Federico Rolla, director de este estudio, y también como escuela y espacio de formación de artistas y diseñadores de la zona.
Cómo es. En un espacio cubierto de unos 90m cuadrados, cuenta con un banco de ocho puestos de trabajo para alumnos que disponen de iluminación cenital, tornos colgantes y sopletes individuales. Además el taller cuenta con laminadoras motorizadas, arenadora, taladro, pulidoras, bateas de ultrasonido, equipos de electrólisis para baños y electroformados, mesa de fundición con lingoteras y crisoles, también un equipo para fundición a la cera perdida con batea centrífuga y un horno cerámico, inyectores de cera y vulcanizadora de caucho.
Formación de artesanos orfebres
Qué se enseña. Metalworks hace especial énfasis en la formación de artesanos con una sólida base en el oficio de la orfebrería. “La tradición del trabajo con metales no ferrosos es el punto de partida para la contemplación del proceso creativo y se da una metamorfosis única que sucede en el individuo al nutrirse de la sensibilidad que ofrece este oficio”, señala el diseñador y orfebre Federico Rolla. Los cursos son anuales con una modalidad de un encuentro semanal de tres horas.
“La idea es que los alumnos finalicen su formación con una base técnica sólida que les permita impulsar su afán creador con sustento en la experiencia”, plantea el director de Metalworks.
Modalidad de trabajo. Las clases son presenciales, se dictan los viernes de 17 a 20, y es posible incorporarse durante todo el año en la medida en que halla de los cupos disponibles. Se ofrecen seminarios intensivos online con objetivos puntuales, los cuales se diseñan a la medida de cada interesado.
Base técnica sólida
Habilidades que se aprenden. El programa de estudio de la formación inicial en joyería está segmentado en cuatro cuatrimestres. En los primeros dos el enfoque principal apunta al calado, soldadura y fundamentos de la metalurgia de los metales no ferrosos. En los dos cuatrimestres finales se incorporan experiencias de engarce, fabricación de cadenas, soldaduras de volúmenes complejos y diseño integral de piezas de joyería.
“La idea es que los alumnos finalicen sus dos años de formación con una base técnica sólida que les permita impulsar su afán creador con sustento en la experiencia”, destaca Rolla.
Meta. El objetivo de la formación básica en joyería es “abrir la posibilidad de un trayecto creativo en un formato tan rico y, a la vez, tan resguardado como la joyería. No es una formación de técnico joyero clásica, aunque admite y estimula la posibilidad de otorgar a los alumnos los elementos fundamentales del oficio de joyero”.
Perfil. “El espacio está abierto y es permeable a toda persona con un interés genuino en las artes y oficios de los metales, sin distinción de formaciones previas u ocupación”.
Taller. showroom y cafetería
Actividades. Además de la escuela de formación de joyeros, Metalworks dispone de un taller de producción y un showroom para exhibición, cuyas piezas se comercializan en una tienda online. Además, cuenta un mini garden lounge con una cafetería abierta al público en Pte. Juan Domingo Perón 141, local 2, en Villa Dolores.