El Lazarillo de Tormes
El lazarillo de Tormes
El artista colombiano Chris Kiseno presenó hoy su original versión joyera del Lazarillo de Tormes.
Se trata de una obra realizada con hojas de papel del libro «Lazarillo de Tormes. Vida del buscón don Pablos de Francisco de Quevedo» de Sepan Cuantos, como respuesta a la convocatoria de los artistas mexicanos Ofelia Murrieta y Andres Fonseca para el proyecto «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo», en el que se invita a crear con hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección, como materia prima principal.
“El libro que elegí fue el «Lazarillo de Tormes». Cuando vi que estaba en el catálogo me emocionó ya que fue el primer libro que leí siendo niño, a los 10 u 11 años. En ese momento me pareció tan divertido pero ahora cuando lo volví a leer confieso que me costó mucho, me pareció cruel, crudo, tanto que deja un sabor agrio…”, comenta Kiseno.
“Para hacer la pieza tuve conversaciones que me llevaron no solo a este texto sino a otros libros similares que leí, a noticias que tienen relación y también la situación de mi Colombia natal, lo cual me llevó a reflexionar sobre la desigualdad, sobre cómo muchos que tienen el poder abusan de la gente del común o del pueblo y se valen de la mal llamada “malicia indígena” para hacer trampa en contra de esa gente privilegiada y también del pueblo.
“Por eso, la cara que represento tiene un rostro decadente, sombrío, viejo que hace referencia a la desigualdad de tantos años, y también a mí me evoca al ciego del lazarillo de Tormes. La narración me parece muy dura pero, creo que todo arranca con el ciego, con su manera de tratar a lazarillo…”
Entre las similitudes con la actualidad, Kiseno deja impresa en su pieza la masacre de los cinco niños asesinados en un cañaveral de Llano Verde, Cali, de la que en estos días se cumplirá un nuevo aniversario.
Marina Massone se relanza
Apuntes | Notas
“La joyería es una experiencia de vida”

Es una diseñadora industrial que supo abrirse camino con una joyería muy personal, orgánica, articulada y tridimensional. Después de casi 30 años de trayectoria, Marina Massone sigue sumando habilidades y estudios para fortalecer su propuesta.
Le cuesta las definiciones que la encasillan pero acepta que es una joyera contemporánea, una de las primeras autoras que se abrió camino desde el diseño.
Lo suyo siempre estuvo vinculado a experiencias personales, a sus lugares de residencia, a sus deseos, percepciones e inquietudes, y hoy más que nunca se afianza en ese punto de vista.
El proceso creativo es su fuerte. Le gusta investigar y no para de hacer prueba y error con diversos materiales. Se destaca también por la creación de herramientas y técnicas que le permiten hacer lo que quiere.
Cuenta como el coaching ontológico le sirvió para frenar, reenfocarse y seguir adelante, y también para ayudar a potenciar a sus alumnos.
Su nuevo taller en su casa de San Antonio de Areco y la obra que está en proceso de desarrollo y promete ser más libre y conectada con ella misma.
_¿Relanzaste tu firma de joyería o la retomaste después de un impasse?
_Previo a la cuarentena me hice un replanteo de cómo venía haciendo las cosas y ese cuestionamiento fue bisagra en mi proceso de realización de la joyería.
Llevo casi 30 o veintilargos años en esto. Arranqué entre los primeros joyeros y por entonces no había muchos, éramos muy pocos haciendo esta actividad y hasta era muy difícil de entenderla.
Tu pregunta me hace reflexionar qué significó la joyería para mí y me doy cuenta que está relacionada con cada momento que atravieso. La joyería se metió en mi estilo de vida, es una aplicación de mi profesión pero tiene que ver con mis deseos y procesos de todo tipo.
Inicié este camino una vez recibida de diseñadora industrial en la UBA y tras siete años de tener un estudio de diseño industrial. Continué mi formación en fotografía, iluminación, escenografía siempre en la búsqueda por encontrar herramientas que me permitieran potenciar las cualidades expresivas de los materiales, hasta que encontré en la joyería el espacio donde fusionar mi formación con la necesidad de expresar de una manera más artística, mis intereses, sensaciones y experiencias. Actualmente continúo con el coaching ontológico y comencé una tecnicatura en Bellas Artes.
A partir del año 2000 desarrollé mi propia marca de joyería contemporánea, Marina Massone, con joyas de formas orgánicas en las que exploré las cualidades expresivas de los materiales para formar estructuras metálicas que se mueven sobre el cuerpo.
Mis primeros trabajos de joyería tenían que ver más con una idealización del diseño, buscaba ser ortodoxa en el diseño. Mis colecciones de joyería representan lo que viví en cada etapa de mi vida. En un principio era idealista y hasta perfeccionista, un momento casi adolescente te diría.
Experiencia de vida
Con el paso del tiempo, la experiencia y la maternidad me di cuenta que no era necesario ser perfecta, que me pasaban otras cosas, que mis emociones me atravesaban y se podían reflejar en mis objetos de diseño, los cuales no estaban separados de mí sino que eran una consecuencia y hasta como mis hijos. Mis joyas son un espejo que me refleja, son retratos de cada época en que vivo.
En ese principio de mi carrera como joyera tenía muy presente el ideal de lo que quería, de hacia dónde me quería proyectar y corría tanto tras eso que hasta trabajaba hasta las 4 de la madrugada casi sin parar para cumplir, entregar, responder a la demanda, aceptando dejar mi trabajo en consignación, asistía a cuatro ferias anuales, viajaba, daba clases, atendía a mis dos hijas pequeñas hasta que paré, decidí parar y cuestionarme para qué, adónde quiero llegar, qué sentido tiene.
Antes vivía para llegar y ahora pienso cómo quiero vivir y elegí vivir diferente. Decidí bajarme de un tren a alta velocidad del que ni siquiera me daba que se movía; hoy estoy mucho más consciente y hay cosas en las que ya no me prendo.
“Encontré en la joyería el espacio donde fusionar mi formación con la necesidad de expresar de una manera más artística”.
_¿Aplicaste mucho del diseño industrial a la joyería?
_Sí. El diseño industrial crea desde la funcionalidad pero advertí que me interesaba más el proceso de realización, de creación artística, de investigación, de prueba y error de materiales. Desde el punto de vista del diseño industrial podía hacer una pieza híper funcional pero, como pretendía incorporar la experimentación en piezas para que tengan un valor más artístico, terminé haciendo joyería porque podía sumar lo funcional y lo artístico. Mi propuesta artística se define en el proceso de experimentación no en la pieza resultante.
“Terminé haciendo joyería porque podía sumar lo funcional y lo artístico.”
“La joyería se metió en mi estilo de vida. Es una aplicación de mi profesión pero tiene que ver con mis deseos y procesos de todo tipo”.
Reflejo personal
_¿Qué muestra tu joyería de hoy?
_Mi vida y sentimientos, es un reflejo mucho más directo y personal, aunque mi joyería siempre estuvo vinculada a lo que me fue pasando en estos años. Pero hoy estoy en un momento diferente.
Mientras daba clases (las dio en Diseño Industrial en la FADU y, en paralelo, en diversos talleres de Diseño y Producción de Joyería Contemporánea) percibía un límite en el proceso de enseñanza aprendizaje, y no quería poner el acento en la técnica sino en la búsqueda de la identidad. Es que a muchos les pasaban cosas y, a veces, no crecían profesionalmente o no podían desarrollar piezas porque había cuestiones personales no resueltas que los condicionaba. De esta manera, empecé a interesarme en el coaching ontológico para ver de qué manera podía potenciarlos.
Así, de la misma manera que yo veía cómo mis emociones se iban modificando o condicionando o potenciando para un lado u otro durante mi desarrollo profesional, en esta última etapa comencé a analizar cómo influye el desarrollo personal en los procesos creativos.
Porque la joyería no es solo diseñar piezas o crear piezas de arte. Cuando uno habla de arte habla de emociones porque están involucrados los sentimientos, deseos, inquietudes, estados de ánimo y experiencias.
Más que un impasse fue un reenfoque. Tuve que parar en algo que en apariencia es diferente a la joyería pero que está muy relacionado porque la joyería está estrechamente relacionada a experiencias de vida como resultado de un proceso creativo. La joyería es una experiencia de vida.
“Hoy mi joyería refleja mi vida y mis sentimientos de una manera más directa y personal, aunque siempre estuvo vinculada a lo que me fue pasando”.
_Tu interés siempre está en el proceso de creación.
_Sí, me interesan mucho los procesos creativos y cómo reflejan experiencias y hasta la misma mente humana o los pensamientos que su vez llevan a ciertas vivencias. Y entre esas experiencias están los puntos de referencia o las ubicaciones, desde dónde mirás o te parás, que también influyen: yo pasé de la ciudad, al campo, luego a un pueblo y esto se notó en mi trabajo.
Mis primeras piezas eran muy citadinas hechas con mucha técnica en busca de la perfección, como contaba; después estando en el campo todo resultó un poco más relajado e intimista porque fue el resultado de un momento más familiar en el que me flexibilicé y sensibilicé mucho, dándome cuenta que uno no es perfecto; luego en un pueblo tradicional del que admiro la arquitectura de sus casas con el paso del tiempo, por ejemplo, empecé a incorporar el desgaste en mis piezas, que se da de manera natural en el uso. Todo esto se ve en diversos detalles o sutilezas de mis colecciones.
“Me interesan mucho los procesos creativos y cómo reflejan experiencias y hasta los pensamientos que a su vez llevan a ciertas vivencias.”
_Entonces no es que ahora te enfocás hacia piezas más artísticas.
_No es que es o será más artística y antes no lo era. Sí que ahora parto de una sensación desde la cual tomo un material y lo empiezo a explorar estableciendo un diálogo. Creo que mi aspecto artístico se ve en todo el proceso, insisto. Siempre la primera bajada es una pieza madre, única, artística, desde la cual se desprende una colección de diseño que sí será más comercial.
Estoy trabajando en una nueva colección que sin duda me llevará su tiempo de crecimiento y evolución y que todavía no se ve claramente. En la última colección, «Biguá», se advierte cierta transición hacia una mayor conexión con las percepciones y experiencias personales, porque es una colección está inspirada en una tarde de otoño en San Antonio de Areco en la que se ve cómo el biguá, un ave de nuestros ríos, se posa en los árboles y despliega sus alas para que se sequen luego de volar al ras del río en busca de comida. Y de alguna manera «Biguá» es el puntapié de un nuevo proceso que se va a ver reflejado en piezas de joyería mucho más libres en sus trazos, sin juicios de diseño, y mostrará que estoy más conectada conmigo, no hacia dónde quiero llegar en un futuro, como lo hacía antes.
Y en ese proceso, como siempre, desarrollo una técnica propia, que surge de un diálogo o manejo del material investigando qué posibilidades y límites tiene para lograr, por ejemplo, cómo crear estructuras sólidas con láminas muy finitas como se vio en «Panal», para la cual también diseñé una máquina especial.
Cada una de mis colecciones tiene una herramienta que le corresponde. Cuanto más diseño haya en el proceso más identidad tiene el producto. Si se piensa solo en la forma final puede que por sus características tenga una identidad, pero advertí que en la medida en que desarrollaba una técnica y diseñaba herramientas específicas para aplicarla, el resultado era y es muy personal.
No creo que lo artístico esté solo en las piezas únicas porque lo creativo está en el proceso.
“Estoy trabajando en una nueva colección… hacia una mayor conexión con las percepciones y experiencias personales”
Ideas creativas
_¿Qué técnicas y herramientas que desarrollaste destacás?
_Para «Panal» hice un rodillo especial construido con piezas de herrería con el fin de plegar láminas de metal. Cuando hace más de diez años apliqué resina en «Mar», no se usaba mucho y le incorporé tela para conseguir una lámina muy fina que resultaba con cierta apariencia de imagen fotográfica y poco identificable. Es que cuando el material pierde protagonismo gana la idea creativa, es decir, no es lo más importante de qué está hecha la pieza sino qué voy a decir con esa pieza o qué muestro.
“Cuando el material pierde protagonismo gana la idea creativa, es decir, no es lo más importante de qué está hecha la pieza sino qué voy a decir con esa pieza o qué muestro.”
_¿Preferís el metal?
_Me interesa mucho el metal, pero trabajé con resina, PVC y cuero. Fundamentalmente utilicé con plata 925, ahora trabajo en bronce bañado tanto en plata como en oro por el costo y como no vendo materia prima sino diseño lo hago de esa manera. Lo puedo realizar todo en plata a pedido porque ya tiene un trabajo de mano de obra hecho y es el mismo proceso con otro costo. No es que hago una pieza, la fundo, le saco las coladas y queda sino que transformo el material durante un proceso.
El metal me sirvió más para la producción de piezas de diseño, que son hechas a mano con rasgos distintivos, pero utilizo diferentes tipos de materiales. El material no me define sino lo que hago con él. Mi intención era y es que la joyería llegue a todo el mundo más allá del material.
“Mi intención era y es que la joyería llegue a todo el mundo más allá del material.”
_¿Cómo definís lo que hacés?
_No sé si defino, lo hago directamente. Todo el tiempo estamos tratando de definir y terminamos encasillando en espacios y lugares limitantes, por eso me interesa y prefiero apuntar al proceso de realización de una joya de manera integral, con las emociones que puede representar, con la intención con que se hace, y también cómo y con qué se realiza.
En un principio, hace 25 años aproximadamente, veía mucha estructura o diferenciación en el quehacer joyero, en el que se separaba o diferenciaba a quién era o no joyero del diseñador, y hoy eso es ridículo.
En un seminario que el galerista Charon Kransen dio en Buenos Aires en 2008, muchos se presentaban como diseñadores de autor, diseñadores de joyería, otros como creadores de joyería contemporánea, todos tratando de diferenciarse… entonces él nos proponía que nos uniéramos en el concepto, bajo un mismo nombre, para que la gente en general nos identificara. A veces hay mucho ego, pero si no nos unimos para mostrar lo nuestro no hay demanda y es entonces cuando queda todo entre joyeros, y esto sigue pasando.
No es que me sienta muy identificada con la denominación de joyería contemporánea pero entiendo que es el término más simple para que el público entienda de qué se trata.
Hoy, sí son válidas las diversas denominaciones y definiciones que sirven para que desde el fuera se pueda comprender la propuesta o lo que se hace. En la actualidad, digo que lo mío es joyería, arte y diseño. Y hoy sí es válido que cada uno se llame como quiera porque, repito, ya se sabe de qué se trata.
Además de las caracterizaciones que mencioné, mi diferencial, repito, está en el proceso con todos mis recursos. El problema que se me planteó como docente fue que muchas veces tomaban mis recursos sin desarrollarse personalmente y terminaban siendo clones, por eso busque otras herramientas como el coaching para aplicarlas y tratar de ofrecer un proceso de enseñanza-aprendizaje más profundo y enriquecedor.
Identidad
La identidad de mi propuesta está dada por ciertas cualidades: son piezas orgánicas, voluminosas, tridimensionales, con luces y sombras, transparencias, con movimiento, articulación.
Pero lo principal tiene que ver con los diálogos que tengo con el material, con el proceso, con mis estados de ánimo, mis percepciones, mis experiencias e intenciones a lo largo del tiempo.
Hoy veo cómo se metió la joyería en mi vida más allá de la identidad de las joyas o del producto de diseño final. Estoy en una búsqueda de coherencia con mi propia vida. Hoy la joyería ni siquiera es el producto, cada vez me corro más del resultado.
“Me interesa y prefiero apuntar al proceso de realización de una joya de manera integral, con las emociones que puede representar, con la intención con que se hace, y también cómo y con qué se realiza.”
_Este concepto lo aplicaste no solo a joyería sino a piezas de decoración, mobiliario y luminaria, ¿seguís con estas disciplinas?
_Sigo sí, porque esos objetos son siempre parte de mi exploración personal. Muchas veces como resultado del trabajo me quedaban piezas y las transformaba en otro tipo de objetos de decoración, mobiliario y luminaria. Mi intención era hacer una joya pero en el proceso pasaban tantas cosas que terminaba en otro tipo de objetos. Muchas veces para hacer una pieza de joyería necesitaba alejarme del metal para liberarme, para no encasillarme ni caer en prejuicios, por eso me metí en cerámica, por ejemplo. Para hacer joyería trataba siempre de no buscar joyería sino llegar desde otro lugar.
Una vez el arquitecto Ricardo Blanco, pionero del diseño industrial argentino y entonces director de esa carrera de la UBA, me dijo que cuando uno mira y no analiza, incorpora imágenes en el inconsciente y después termina creyendo que son propias y hasta puede diseñar algo muy similar al de un diseñador conocido sin darse cuenta.
Hay que buscar la esencia de lo que nos gusta, ver por qué nos gusta o qué no solo sea la imagen o resultado; si me gusta una torta, pensar qué me gusta y así descubrir, por ejemplo, que lo que me gusta es la combinación del limón con el chocolate, de dos opuestos. Cuanto más exploremos la esencia de lo que nos atrae vamos a conseguir despegarnos de eso conocido que nos gusta y poder crear algo propio, un producto con mayor identidad.
En mi proceso trato de desprenderme, de no meter imágenes en mi archivo mental sino de analizar, porque como diseñadora amo mirar, observar formas, líneas, objetos, diseños. Reitero cuando uno mira tiene que aprender a observar, grabar lo visto sino uno piensa que está haciendo piezas nuevas y no hace más que un patchwork de lo que te gusta.
De alguna manera todos hacemos algo conocido o visto, uno toma el material y termina en algo. Sé que lo mío no es una novedad total. Me importa mucho observar y tratar de ver qué hay de eso que me atrae, para quedarme con la idea borrando la imagen. Por eso, el diálogo es tan importante: con la vida, con las esencias, con los materiales, etc.
Y sí, continúo diseñando piezas de cerámica y objetos de mobiliario y luminaria.
Nuevo taller en Areco
_Mudaste tu taller a tu casa.
_Lo que tiene de lindo este pueblo de San Antonio de Areco, es que cuando uno va a conocer la obra de un artesano va a su casa a conocer su taller no a un local. Algunos orfebres sí tienen su taller en un local pero la mayoría lo tiene en su casa, de ceramistas a cocineros.
Hoy el living de mi casa es una exposición permanente de mi obra, desde pinturas que hice para poder tener la sensación de materializar una idea, serigrafías, cajas de luz, cerámicas y hasta joyería. Tengo la casa invadida, tomada por mi arte. El que entra a mi casa, ingresa a mi mundo. Mi taller está en mi casa, un poco separado, pero allí está el universo de mi taller con el detrás de escena de la pieza de joyería.
“El living de mi casa es una exposición permanente de mi obra, desde pinturas que hice para poder tener la sensación de materializar una idea, serigrafías, cajas de luz, cerámicas y hasta joyería.”
_¿En qué consiste el proyecto Trazando identidad?
El proyecto Trazando identidad lo llevé adelante con la economista especializada en diseño Marcela Molinari para ofrecer capacitaciones a artesanos, sumando experiencias desde el manejo del producto y desde el proceso creativo.
Hice coaching ontológico no tanto por una necesidad personal, aunque me sirvió un montón, sino, como conté en detalle, para aplicarlo en la enseñanza, en particular, a los obstáculos emocionales que veía en artesanos y diseñadores para llevar a delante sus proyectos, los cuales advertimos como transversales en el ejercicio del trabajo y en la vida misma porque tienen que ver con la manera de mirar y hacer las cosas.
Me metí como observadora para analizar y descubrir que somos producto de la programación que tenemos impresa; para ver cómo impacta la sociedad en nosotros porque no somos seres independientes que elegimos libremente, parece pero no, estamos muy condicionados. Por eso, es preciso romper con ciertas creencias, repensarnos, ponernos a prueba, y de esto se trató Trazando identidad.
Y luego apliqué el coaching a todas mis clases; hasta me dedico a coachear gente que se plantea la imposibilidad de seguir los objetivos que se propone, que no siempre tiene que ver con trabas económicas sino personales. Muchas veces cuando hablamos de las situaciones que nos pasan ponemos la culpa afuera, en el país, en las condiciones económicas, en los impedimentos impuestos, etc., y no nos hacemos cargo de algo y de esa manera no tenemos capacidad de cambio.
Nosotros no solo podemos diseñar piezas sino que hasta podemos rediseñar todo, hasta nuestra manera de ser si queremos. Es que si realmente quiero cambiar, tengo la capacidad de hacer lo que deseo, pero a veces estamos tan plantados en el pasado y su continuidad que seguimos haciendo las cosas de la misma manera. Si queremos cambios hay que cambiar! Hay que incorporar nuevos ingredientes sino voy a tener más de lo mismo.
“No solo podemos diseñar piezas sino que hasta podemos rediseñar todo, hasta nuestra manera de ser si queremos.”
_¿Cómo es el nuevo proyecto en el que estás trabajando?
_Es una suma de intereses que tenía separados y ahora encontré un formato para desarrollarlos todos juntos. Tiene que ver con piezas de joyería y también con los procesos creativos, con intereses personales, como la numerología, por ejemplo. Y en esa sumatoria se verá la incorporación de otros materiales.
Incluirá muchas piezas coleccionables en un proceso, cuyo desarrollo va a llevar un tiempo pero no tendrá que ver con una colección convencional. Me encanta seguir haciéndolas pero ese tipo de trabajo ya forma parte de mi pasado. Pasadas pero no viejas ni desechadas, siguen vigentes. Ya la idea de la temporalidad aplicada al diseño, no corre más.
Todo suma y evoluciona porque el artista joyero cuenta su propia historia a través de su obra. De igual modo esa carrera por la producción o conseguir un resultado tampoco va más para mí. Ya sé lo que me gusta y trato de capitalizarlo.
Antes era mucho de acción-reacción, ahora me tomo un espacio para decidir; este espacio es cada vez más grande y tiene que ver con el poder personal de elegir que me lleva o aleja de dónde quiero estar.
“Mi nuevo proyecto tiene que ver con joyería y también con los procesos creativos. Es una sumatoria en la que se verá la incorporación de otros materiales.”
Entrevista a Tatiana Apráez
Apuntes | Notas
“El pensamiento crítico permite la expresión a través de la joyería”

Muy pocos países pueden hacer alarde de que su joyería contemporánea pone en valor técnicas artesanales. Aunque dice que esto ni siquiera es incipiente en su Colombia natal, la joyera, ingeniera y docente Tatiana Apráez es una de las pocas que sí puede sostener y levantar esa bandera.
En sus más de 20 años de carrera eligió el camino de la investigación, con mucho ensayo y error para metódicamente conseguir actualizar una técnica de decoración prehispánica y aplicarla a piezas de joyería contemporánea en un mix de materiales únicos.
Y le cambió la cara al llamado barniz de Pasto o técnica de mopa mopa con nuevos colores, texturas y grafismos sobre materiales inéditos. Este logro fue reiteradamente destacado fuera y dentro de su país, ya que recientemente obtuvo el Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón y en días lo vuelve a exponer en Japan Jewellery Fair.
Su innovación en detalle y cómo su escuela de joyería contemporánea es referente de la mano de la maestra joyera Nuria Carulla.
_¿Cómo pasaste de la ingeniería industrial a la joyería artística?
_Me gradué como ingeniera industrial en el año 2000 y mientras hacía la tesis sentí que algo me faltaba, que no estaba plena aun haciendo la práctica de la carrera que me gustaba en el área financiera de una empresa.
Estaba a la búsqueda y en una expoartesanías conocí a la maestra joyera Nuria Carulla, me gustó su trabajo porque era súper diferente de lo que conocía pero daba clases en Cota, a 6 kilómetros al sur de Bogotá y como ya trabajaba solo disponía de los sábados; no obstante, empecé finalmente y seguí estudiando con ella por más de un año. Es que cuando uno está abierto a recibir, pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo.
Luego de estudiar con Nuria y ahorrar me presenté en la escola Massana y quedé. Estudié Joyería Artística con Ramón Puig Cuyàs, que era director, y también con Carles Codina, lo cual resultó una experiencia súper. Allí conocí a la joyera bogotana Linda Sánchez, con quien de regreso a Bogotá nos asociamos para crear la escuela Materia Prima.
“Cuando uno está abierto a recibir pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo”.
_¿Utilizás tus conocimientos de ingeniería industrial en la joyería?
_La ingeniería industrial me dio mucha estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería, en particular, con Nuria Carulla que tiene su propio método y que ha sido una gran influencia para mí.
Sí hay mucho de la ingeniería en cuanto a procesos y construcción que he aplicado. Me gustan muchos los números, la lógica de la matemática y las habilidades financieras que me apropié para mis proyectos de joyería. También, la ingeniería industrial está muy ligada a la producción, a cómo haces un producto o prestas un servicio, y el lograr optimizar el proceso productivo para que no haya tanto desperdicio, por ejemplo, es una pericia que conseguí gracias a la ingeniería industrial y además me fue muy útil al poner en marcha mi taller y la escuela de joyería.
“Adquirí una estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería.”
_¿El objetivo de tu trabajo es fusionar técnicas de joyería con otras artesanales para piezas más contemporáneas?
_Sí. En realidad no busqué hacer joyería contemporánea o joyería de algún tipo sino que se fue dando. Al principio, mi único fin era vincular la joyería con el mopa mopa.
A 21 años de haberme graduado puedo ver en perspectiva que los dos primeros años estuve ahondando tanto en la joyería como en las técnicas artesanales. Indagué en tejido en plata, intentando solo armar piezas y también tratando de lograr una buena calidad del mopa mopa para insertarlo en la joyería. Y no me resultó tan sencillo porque es una técnica hecha para objetos de decoración más grandes. Ese objetivo implicó descubrir muy bien esa técnica y hasta lograr un cambio de mentalidad en los artesanos. Solo estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, hacia el límite fronterizo con Ecuador, de donde soy oriunda.
Entonces, después de esa búsqueda inicial, arranqué y se fue dando. Como me familiarizaba con otros materiales no convencionales de la joyería todo me fue llevando a la contemporánea. Pudo resultar una joyería medio tradicional o étnica al principio, pero como el diseño fue evolucionando me fui metiendo en este mundo de la joyería. No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales de Nariño.
“Estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, de donde soy oriunda… No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales”.
Barniz reversionado
_¿Qué es el mopa mopa?
_Es una técnica también llamada barniz de Pasto, que es la capital del departamento donde se realiza. En alguna época también se realizó en el norte de Perú y de Ecuador, pero el único lugar donde se desarrolló como técnica artesanal viviente, es decir, que ha perdurado en el tiempo, es en la ciudad de Pasto.
Es de origen prehispánico, perteneciente a la comunidad indígena de los Quillacingas hecha con un material muy preciado y escaso con el que impermeabilizaban vasijas y hacían cuentas para collares. Con los españoles cambian los grafismos hacia dibujos de holas, flores, pájaros para objetos de decoración.
Se hace con la resina de las hojas del árbol de mopa mopa que crece Putumayo, en la entrada a la selva amazónica; en Mocoa, la capital de este departamento, están los recolectores especializados en la obtención de esta resina, quienes conocen el camino de horas que lleva a esos arbustos silvestres y hasta allí se adentran por días, dos veces al año para conseguirla.
Ellos recolectan las hojas entre las que se segrega una resina que se cristaliza, y con la que forman una especie de piedra o bola que se comercializa entre los talleristas de Pasto. Entonces comienza un proceso bastante dispendioso de limpieza y separación de residuos e impurezas, implica molerlo y golpearlo, para tenerlo listo para pigmentar.
Después que se limpia y pigmenta, entre dos personas se estira como chicle y se convierte en una hojilla como de papel, pero de mopa mopa, de un color previamente definido con dicha pigmentación. Y esto es lo que se aplica sobre un objeto de madera, por ejemplo, o la base que se quiera.
“El barniz de Pasto se hace con una resina que se extrae del árbol mopa mopa que implica un proceso en manos de especializados que es bastante dispendioso”.
_¿Entonces, entrás en escena? ¿Aprendiste la técnica y la utilizás o tomaste una parte y la aplicás?
_Trabajo con un taller de artesanos, el del maestro Germán Obando, desde hace 18 años. Lo sé aplicar, pero para mí es una técnica de artesanos. Si bien desarrollamos juntos esa aplicación, no hago más que diseñar o crear piezas de joyería sobre las que se utiliza. Ese taller y/o a lo sumo 2 o 3 más, dependiendo de la producción, trabajan a mano esa técnica.
Por mi parte, tengo un trabajo de color de años que me permitió salir del colorido de la artesanía popular que, si bien me gusta e inspiró, no pegaba mucho con lo que yo quería expresar o con la evolución hacia la que quería orientar el trabajo. Fue una labor súper ardua hasta obtener nuevos tonos y gamas, en la que el taller quiso ayudarme. Así pasé de colores muy vivos, como rojo, verde, amarillo, azul y negro en escalas muy fuertes, para pasar a los pastel y nacarados.
De esta manera hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco. Prefiero que no haya un contraste muy grande porque esto se trata de una superposición de capas, así que va un blanco, encima un rosa pastel, más un amarillo y más para construir un nuevo grafismo también.
“Hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco”.
_¿Todo esto supuso un estudio detallado y exhaustivo de cómo se hacía y cómo y para qué cambiarlo?
_Sí, claro. Supuso una búsqueda muy particular luego de analizar piezas antiguas para ver que existía antes y también después de mucho hablar e intercambiar con los artesanos.
Además, volví a usar mucho las hojillas o láminas de oro 24 o de marquetería, las cuales dan un tono dorado espectacular, y también de plata, que desde la época de la colonia se usaba poco en Nariño.
Introduje cambios en el grafismo habitual de los artesanos, como mencioné, a través de la superposición de colores. Diseño esos dibujos de acuerdo a las piezas que pretendo, pero siempre conservo las líneas más populares de este barniz que son los cuadros.
A ese grafismo de tres líneas característica de la cenefa prehispánica la transforme en una cuadrícula que cubre toda la pieza. Sí uso mucho los cuadros y flores, como pensamientos y margaritas de la época colonial, porque justamente es lo que me gusta o me ha llevado a usar el barniz.
“Volví a usar láminas de oro y plata… introduje cambios en el grafismo habitual a través de la superposición de colores… diseño dibujos pero conservo los cuadros que son las líneas más populares.”
_¿Qué otros aportes o intervenciones realizaste?
_También, pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica, que no solo es la madera. Por 10 años trabajé con madera, tallada, torneada de manera sencilla, de mil y unas maneras. Pero me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases. Entonces, hace seis años empecé a probar con el metal con texturas o pintado con pintura granulada para conseguir una mejor adherencia y para lograr los volúmenes y formas que quería para mis piezas de joyería.
Así se dio una investigación muy interesante. Después del metal, como plata, acero, aluminio y otros que hay que prepararlos, probé en cuero.
El cambiar de la madera porosa a bases metálicas obliga a trabajaras para que el barniz no se salte o no se quiebre. Analizando advertí que si la superficie tenía cierta textura exterior el mopa mopa se adhería mejor. Es decir, con los años pasé por un proceso de investigación, de ensayo y error para ajustar la técnica.
“Pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica… me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases… trabajé con madera, metal y hasta cuero.”
Recreación en 3D
_¿También sumaste impresión 3D en este trabajo tan artesanal?
_Sumé bases en 3D con prototipos diseñados en computadora que imprimo en volumen sobre los que luego aplico mopa mopa. Y últimamente mezclo madera torneada con 3D y metal para, después de mucho investigar, abrir un muy buen universo de posibilidades.
El 3D me permite hacer piezas grandes sin peso porque los filamentos son muy livianos. Pero pocas veces va solo sino que lo acompaño de madera tallada a mano con construcción en plata siempre muy pensada.
A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos. El trabajo de las bases y el color los hago en mi taller de Bogotá y el mopa mopa de Pasto es lo último que se aplica.
“A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos.”
_¿Con el 3D pretendés proyectarte con piezas más grandes más allá de la joyería?
_La joyería es mi base y hasta ahora ha sido todo. Me gusta aplicar el 3D a la joyería, en mix con madera y metal, claro, para que aros y broches no pesen. Ahora estoy haciendo mis primeras piezas utilitarias que son contenedores.
Desde hace un año estoy haciendo torno en madera, porque la superficie de la madera que usaba tiempo atrás era trabajada por otras personas y debía ceñirme a lo que podían o querían hacer, que generalmente estaba condicionado a su producción o a una producción que les resultara rentable, como cuentas o pequeñas piezas, es decir, más convencionales. Y no había muchos talleres de torno especializados. Por esto también empecé a dejar de lado la madera.
Entonces decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Y por fin pude contar con las piezas que pretendía, con curvaturas o vaciarlas. Así, trabajo formas con movimientos con paredes de un espesor de 2mm, igualmente livianas, que es lo que también buscaba con el 3D.
Comprobé que se puede y desde hace un año empecé a hacer piezas volumétricas con paredes muy delgadas para objetos utilitarios o contenedores. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así; imagina lo que me falta en un año 8 bases, lo cual habla de lo que me gusta, de todo lo que puedo hacer, además de la escuela y mi taller.
“Decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así.”
_¿Usás técnicas de joyería en plata y oro en piezas de mopa mopa?
_Hay un trabajo en oro en algunos broches, pero en general todas mis construcciones están hechas en plata. El trabajo en plata, torneado en madera y el 3D se hace en el taller de joyería de La Soledad, donde diseño, armo y salen las piezas listas para poner el mopa mopa en Pasto.
“Todas mis construcciones están hechas en plata.”
_¿Trabajaste en filigrana?
_Sí, por seis años trabajé en filigrana y mopa mopa, una mezcla que se ve muy bien. En un inicio no se ensamblaban con un armado de plata liso en cambio ahora la plata está menos a la vista con un ensamble técnico muy preciso. Por años mis piezas estuvieron ligadas entre la filigrana y la madera.
Me encanta la filigrana y he querido retomar, por eso este año voy a hacer algunas piezas. Trabajo con un taller de Mompox, que es el centro filigranero más grande de Colombia.
Un lugar colonial pequeño en el que hay un montón de talleres, un centro portuario que se destacaba en la época de la colonia porque hasta allí llega uno de los brazos del río Magdalena. Ahí estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería.
“Estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería. Este año voy a retomar y a hacer algunas piezas.”
_¿Reversionar técnicas de joyería y artesanía es una de las características de la joyería contemporánea colombiana?
_No, no creo que la joyería contemporánea colombiana esté definida por la incorporación de técnicas artesanales. Yo vengo de un departamento o un lugar muy artesanal y construí mi camino en la joyería a partir de la incorporación de técnicas artesanales, porque fue mi objetivo al incursionar en joyería, pero no es la generalidad.
La joyería colombiana dispone de muchos recursos. Sin embargo recién estamos volteando a ver de qué se tratan o si podrían incorporarse y cómo, de manera de definir una identidad de la joyería contemporánea de Colombia.
Es que la joyería contemporánea colombiana es muy incipiente y estamos luchando para generar un movimiento. En Argentina se da una movida muy grande, acá hemos sido más tímidos porque somos más recatados; nos falta impulsarnos y abrirnos.
Sí es una joyería muy armada, con una forma de construcción técnica precisa, con lo cual pretendemos que todo ensamble muy bien, que todo quede bien puesto, alineado, más o menos orgánico, y la portabilidad sobre el cuerpo sigue siendo muy importante por lo cual está muy basada en la ergonomía. No nos atrevemos a pasar a una escala más grande porque siempre pensamos en el uso.
Todo esto está muy bueno y es súper importante, pero a veces nos detiene, nos detenemos en estos detalles y ya, no vamos más allá. Ciertamente si una pieza no está bien construida y si no funciona bien o si no ensambla para que dure más allá de tres posturas, no está bien hecha. Nos importa mucho la técnica por nuestra herencia o historia joyera que hace a nuestra idiosincrasia. Tenemos mucha tradición orfebre con piezas utilitarias muy importantes, con comunidades joyeras consolidadas, como la filigranera que mencione. Esto sí hace la diferencia en nuestra joyería contemporánea. Argentina y Chile han avanzado más en el campo de la joyería contemporánea y Colombia empieza a estar presente hace relativamente poco.
Volviendo a tu pregunta: ¡ojalá! Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos. Ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea. Hoy no se da tanto en la suma de técnicas artesanales y sí del entorno, es decir, sí se incorpora o refleja el medio ambiente en el que vivimos.
“Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos; ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea”
Escuela contemporánea
_¿Cómo es Materia Prima?
_En Bogotá tenemos varias escuelas de formación tradicional. Está el Sena, o Servicio Nacional de Aprendizaje, que es público; Artesanías de Colombia, entre público y privado; varios talleres pero sin formación continua, y otro privado ligado a la alta joyería. Entonces, los interesados en joyería contemporánea debían conocer a Nuria Carulla que era la profe por excelencia o tenías que irte a estudiar al exterior.
Esto es lo que analizamos con Linda Sánchez al regresar de la Massana y nos preguntamos: por qué irse si en Colombia hay gente muy capaz que puede formar y si además hay muchos joyeros formados que regresaron al país y tienen pensamiento crítico.
“En Colombia hay gente muy capaz con pensamiento crítico que puede formar.”
_¿Qué significa formar joyeros con pensamiento crítico? ¿Por qué es importante aplicarlo a la joyería contemporánea?
_Lo del pensamiento crítico es porque pretendemos una formación en la que se vaya armando un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso. Es decir, creo que el pensamiento crítico es el que permite la expresión a través de la joyería.
Se trata de un proceso artístico en el que está involucrada la creatividad, pero no se da tanto a partir del papel en blanco, en el que la musa que llega, eso le pasa solo a algunos. Más bien se da través de un proceso de trabajo juicioso, con repetición a través del constante ensayo y error, con mucho maqueteo y dibujos para construir una idea. Una pieza de joyería no sale de un momento para otro sino que requiere de un proceso con un paso a paso en el que se va construyendo.
No tengo una formación artística sino que exploré la joyería artística para poder expresarme dentro de un proceso en el que necesito darle y darle para que resulte una idea que se acerque a lo que quiero. Hay muchos que tienen una capacidad innata pero por lo que he visto en la escuela la mayoría tiene y debe trabajar mucho.
Si no se hace una reflexión e indagación personal con un pensamiento crítico, no solo a partir de un concepto sino de una dedicada búsqueda sin rendirse no se avanza, porque es un proceso con muchos altibajos, el abajo te hace remontar y aprender.
Cuando los alumnos entienden -esto que nosotras también seguimos entendiendo como natural- avanzamos juntos, porque estamos convencidos que la joyería es un proceso rumiante, en el que tenés que dar muchas vueltas de análisis, evaluaciones, reflexiones, conclusiones por eso lo de pensamiento crítico; es importante que una pieza sea el resultado de un pensamiento muy sólido.
Esta propuesta no existía y, si bien muchos joyeros contemporáneos creíamos en este proceso de trabajo, no existía una formación que lo ofreciera.
Por eso, con Linda decidimos fundar una escuela con esta orientación, de una con la presencia de la maestra joyera Nuria Carulla y de la arqueóloga con especialización en metalurgia prehispánica de Colombia Clemencia Plazas, quien fue por décadas directora del Museo del Oro y quienes nos ayudaron mucho para conceptualizar los lineamientos de la escuela. Entre las cuatro sentamos las bases de esta escuela de joyería contemporánea que funciona desde 2014 en Teusaquillo.
Materia Prima es como una creencia de que podemos aprovechar y multiplicar el conocimiento que tenemos y lo ofrecemos a muchos que están a la pesca o en busca y ha servido de plataforma de lanzamiento para las carreras de muchos que decidieron dedicarse con todo a la joyería. La mayoría de los que asisten ya vienen con una formación universitaria previa.
“Pretendemos una formación en la que se vaya armando en un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso.”
_¿En ese proceso que ofrece la escuela se pone el acento en la investigación de materiales o en la técnica o en qué?
_Sí, se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se dominan o se escala en las técnicas se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales.
Esto se hace a través de proyectos personales, en los que se ponen a prueba materiales y se investigan otros nuevos. También la construcción de las piezas de joyería es central, como destacaba.
Y como en muchas escuelas contemporáneas, la ventaja de trabajar en proyectos personales es que cada uno propone algo distinto y se da un intercambio enriquecedor.
“Se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se domina se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales a través de proyectos personales.”
_El Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón, no es el primer premio internacional que recibiste.
_Sí, no es el primero. Es que en un principio me presentaba en muchos concursos relacionados con la artesanía y gané varios, otro de diseño y a algunos de empresas que también destacan el diseño.
El mejor premio o el más lindo que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea otorgada por Artesanías de Colombia -una sociedad de economía mixta que promueve el trabajo artesanal- porque destacaba mi trabajo artesanal porque logré pasarlo o transmitirlo a través de la educación del oficio, y esto es muy importante para mí.
“El mejor premio que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea porque destacó mi trabajo artesanal por haber logrado transmitirlo a través de la educación del oficio.”
_¿Qué creés que vieron los japoneses de tu trabajo? ¿Destacaron la reversión de una técnica ancestral mixturada con la joyería?
_Eso creí o esperaba. La comunicación, y no por el idioma, ha sido muy difícil porque nuestras mentalidades son muy distintas. Lo que nosotros podemos ver o destacar no es lo mismo que ellos ven o ponderan o con qué lo relacionan. La embajada de Colombia en Japón me ha ayudado a vincularnos. Y se me ocurrió esa misma pregunta. Mi especulación de que habían destacado mi trabajo con esta técnica tan laboriosa se frustró un poco, porque si bien resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja señalaron que hubiesen preferido otro tamaño aunque dijeron maravillarse por el volumen, y también indicaron que les recordaba al trabajo en porcelana de una dinastía japonesa.
“Resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja y dijeron maravillarse por el volumen”
_¿Este premio te abre una puerta o te permite tener una llegada al exterior?
_Pasó y estoy súper agradecida y fue increíble; increíble que no esté específicamente ligado a la aplicación de la técnica de mopa mopa por la que doy todo, pero está bien. Voy más allá de hacerla conocer, ya que yo hago un trabajo completo que incluye nuevas formas, estructuras, colores texturas y eso es lo que realmente me interesa.
A fines de este mes hasta los primeros días de septiembre se exponen en Tokyo, en Japan Jewellery Fair y estoy muy contenta por esta nueva oportunidad de mostrar mi trabajo.
Me encantaría tener esas ganas de ir en evento en evento o no, porque no es lo que realmente me interesa. Me presenté a instancias de Nuria que me incentivó y encantada.
Sé que esto es para aprovechar y mi manera de aprovecharlo apreciar que logre que este trabajo sea considerado, se vuelva universal y así puedo darle más sustento al camino en el que transito. Y esto sí me da ímpetu para trabajar, aunque lo logré antes de haber sido premiada en Japón. Feliz de haber llegado a una obra que me ha hecho madurar profesional y personalmente.
Mi búsqueda o foco está en mi taller y en la escuela, es lo que me mueve. Y si pasan más cosas o llegan propuestas de presentaciones, bienvenidas, siempre voy a tener obra trabajada para mostrar porque no paro de camellar (recorrer mucho).
Joyería y Literatura

Rebrotes, de Rocío Britos, se exhibe en la galería portuguesa Tincal Lab
Joyería y Literatura
«Joyería y Literatura» es el tema con que Tincal lab, el espacio joyero de la portuguesa Ana Patricia Pina, convoca a su nuevo desafío 2022, siempre para promover la joyería contemporánea.
Para esta próxima edición, que se realizará el 12 de noviembre, eligió a 80 joyeros de todo el mundo entre los que se cuentan las argentinas Andrea Serini, Elvira Cibotti, Flora Caligiuri, Gabriela Marcos, Iona Nieva, Lara Solia, Laura Leyt, María Eugenia Ramos, Monique Lecouna, Paula Botto Fiora. Paula Isola, Rocio Britos y la mexicana residente en Buenos Aires Anne Luz Castellanos.
Rocío Britos es una de las reincidentes, ya que fue elegida en otras ediciones y actualmente expone broches de su línea «Rebrotes», hecha con latas de aluminio recicladas y alpaca.
Pendientes
Pendientes
Cientos de broches, brazaletes, collares, pendientes y anillos de artistas joyeros de todo el mundo seleccionados por el ojo experto de Nicolás Estrada que vuelve a tener en la mira a los aros para su sexto libro de la colección de joyería contemporánea publicada por Hoaki Books de Promopress.
La convocatoria a participar de la segunda edición de «Pendientes» está abierta hasta el 30 de septiembre, interesados https://linktr.ee/NEJ.
Two Peaks
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Two Peaks


“La calavera tallada sobre perlas es muy especial para mí. Estoy fascinado por el potencial infinito de las perlas, y siento que solo las perlas pueden convertir mi idea de belleza efímera en realidad. Me gusta observar cómo una perla puede convertirse en un objeto oscuro, ¡qué contradicción! Tallé calaveras en varios materiales: cristal, marfil, coral y piedras preciosas… pero las perlas son, con gran diferencia, las más atractivas.
Espíritu innovador
“Hasta me convencí de que las perlas nacieron para ser calaveras; su belleza mística los convierte en calaveras de hadas. Creo que la innovación proviene de un espíritu sin ley y de la curiosidad. Hay un dicho que dice: cuando viajas en un mundo en constante evolución, lo único que importa es irradiar belleza”, cuenta el artista Shinji Nakaba de la obra que presentó en «Two Peaks» en Munich, que puede verse hasta hoy, sábado 23.
Una propuesta que presentó junto con otro artista también de origen japonés Yutaka Minegishi vista en Galerie Biró.
«La exposición con Yutaka Minegishi y Shinji Nakaba fue un diálogo sobre la amistad y el reconocimiento a larga distancia; Minegishi vive y trabaja en Alemania y Nakaba en Japón», dicen desde la galería.
Una de las propuestas más destacadas de la última edición de la semana de la joyería de Munich.
Namkyung Lee en Porto Alegre
Novedades | Expos&Ferias
Namkyung Lee en Porto Alegre


Sigue en exhibición una muestra de la obra de Nam-Kyung Lee en la Galería Alice Floriano de Porto Alegre.
Se trata de una serie de sus piezas hechas en plata y fotografías impresas en acrílico dispuestas de manera suspendida en la galería gaúcha desde el sábado 9 de este mes.
“Cuando trabajo, siempre pienso en dónde está ahora el lugar de la imagen. En mi trabajo, el marco sirve para separar visual y psicológicamente el lugar que nos rodea y el lugar en la imagen.
«Sin embargo, paradójicamente, significa que la narrativa de la obra se completa cuando las imágenes del encuadre se ubican en el espacio actual. El pasado y el presente, o la memoria y la realidad, tienen imágenes que no tienen relación entre sí, pero comparten el tiempo físico y las emociones contenidas en ellas a través de los marcos”, explica la artista surcoreana.
AMHE, joyería de diseño
Apuntes | Notas
“Hacemos joyería de diseño brutalista, puro y lúdico”
AMHE, nueva firma de diseño

AMHE es la marca de joyería de las diseñadoras cordobesas Laura Egea, Carolina Moya y Marisa Kesman.
Una es arquitecta, la otra es comunicadora social y la tercera es escultora, quienes se especializaron en Espacio Caelum, el taller escuela de joyería contemporánea de Cecilia Richard.
Con una fusión interdisciplinaria, crearon una nueva marca que se juega por piezas de diseño único. Un proyecto de siete meses que se define a través de joyas metálicas, lúdicas, intercambiables, sin género ni edad.
De su Córdoba natal, se proyecta en Buenos Aires y ya consiguió poner un pie en Nueva York.
Su proceso creativo. Cómo sus piezas resignifican viejos elementos de ferretería, entre otros; por qué son funcionales, y de qué manera se intercambian. La experiencia de compra que ofrecen. Y sus planes a futuro.
Brutalista, lúdica y de aspecto industrial. Así es AMHE, la nueva firma de las joyeras cordobesas Laura Egea, Carolina Moya y Marisa Kesman, que se juegan por piezas de diseño único que seducen.
Una apuesta exitosa que en siete meses se consolidó con una clara identidad: joyas metálicas, funcionales, sin género ni edad, que ya se proyecta en Buenos Aires y consiguió poner un pie en Nueva York.
Ellas se conocieron en Espacio Caelum, el taller escuela de la maestra Cecilia Richard, durante un workshop de la española Pilar Cotter en la especialidad de porcelana aplicada a la joyería.
Luego siguieron cursando juntas hasta que tras el aislamiento duro por la pandemia, en julio de 2020, se encontraron y se plantearon la posibilidad de hacer algo de joyería. “Le buscamos nombre al proyecto antes de armarlo de manera precisa; sin embargo, desde entonces, no paramos de reunirnos periódicamente para definirlo y de manera progresiva terminamos por dedicarnos a full”, cuentan.
AMHE es un juego de letras que surgió en una lluvia de ideas asociadas al amor, amé, querer, entre otras, en alusión a la pasión que les despierta la joyería. “Estuvimos un año y medio trabajando en el proceso creativo, maquetando mucho, definiendo conceptos y sentando las bases de la marca. Hicimos varios workshops de capacitación y salimos al mercado en noviembre último”.
Desafío conjunto
Reconocen que fue un desafío hacer joyería en grupo porque es un trabajo individual, bastante solitario, además cada una tiene su línea, estilo y una disciplina o profesión diferente: Laura es arquitecta, Carolina es licenciada en comunicación y Marisa Kesman, docente y escultora.
Sin embargo demuestran que lograron un trabajo cien por ciento artesanal, ya que “pasa por las manos de las tres con un buen aprovechamiento de los materiales y los recursos y para poner énfasis en las terminaciones”. Forman parte de su equipo parte de su equipo de trabajo, que resulta ser un team femenino, quienes hacen el baño y algo de grabado.
Puntualizan en que pasaron por un gran proceso de aprendizaje que “llevó su tiempo porque el diseño necesita de cierta decantación para terminar de resolverse. Definido, se hizo y hace una muestra que se prueba para ver si la joya es cómoda o pesada; es decir, se lleva la pieza al extremo en todas sus posibilidades de uso para ver si queda bien y se puede sacar, mostrar y presentar”.
Sistematizan el proceso, admiten, pero tienen mucho trabajo y estudio previo. “Están pensados y estudiados todos los detalles del diseño y construcción de la pieza. Así aprovechamos los materiales al máximo para lograr el menor desperdicio posible”.
“El trabajo en conjunto fluyó muy bien porque descubrimos la fortaleza de cada una, qué podíamos sumar y así nos complementamos justo. Aprendimos la principal enseñanza de la pandemia: de las situaciones se sale colectivamente construyendo juntos.
“AMHE es un híbrido, resultado del aporte que cada una da desde su disciplina madre, con modos de pensar, hacer y resolver propios”, comentan.
Suma de las partes
Marisa Kesman es docente y tiene una mirada más artística porque le gusta mucho la escultura. Estudió joyería contemporánea con la intención de hacer piezas a escala. Trabaja en plata y cobre, y en otros materiales para piezas de aspecto escultórico. Como todas, en Caelum también realizó varios workshop con referentes nacionales e internacionales, además de Cotter, con Gustavo Paradiso y Rafael Luis Alvarez, entre otros, explorando diferentes técnicas. En 2020 desarrolló un proyecto que salió seleccionado para la DBC Jewellery & Art Expo, parte de la Semana del Diseño de Beijing, bajo la consigna Shape of Nature 2021.
Como licenciada en Comunicación Social, Carolina Moya plantea la importancia de comunicar a través de la joyería. Dice que llevar una pieza también habla de uno, muestra su personalidad y la intención de querer diferenciarse. Por esto, sostiene que no hacen moda sino un diseño muy personal dirigido a quienes quieren comunicar o decir algo con la joya que portan. A su punto de vista comunicacional suma su orientación en joyería artística con Judy McCaig, Jimena Ríos, Francine Schloeth y Marc Monzó, entre otros.
Uno de sus brazaletes, hecho con capas de acrílico y plata superpuestas y dispuestas cual estrella, se publicó en el libro «Brazaletes 400 Nuevos Diseños en joyería Contemporánea», de Nicolás Estrada en 2021. Y este año fue seleccionada para «On the move joyas», muestra itinerante comisariada por Luis Acosta, que se exhibirá desde noviembre próximo y durante 2023 en galerías de arte de países europeos.
Laura Egea, por su parte, es arquitecta y magister en Diseño de Procesos Innovativos. Tras su paso por Caelum y sus workshops de especialización se destacó por «Poliperas», un relicario contemporáneo en forma de esfera con un sistema para apertura y guardado con un kit de accesorios con que ganó el primer Premio MAD que otorgaba el Museo de Arte Decorativo. Una pieza que se distinguió por su funcionalidad, característica que señala aporta a la joyería que ofrece AMHE. Con su expertise también sumó la importancia de “maquetear para ver y probar; lo hacemos sobre el metal para verificar cómo se comporta la materia, con sus tensiones, durezas y texturas”.
Otros de sus proyectos personales fueron «Nido», un collar realizado por barras de bronce de distintas longitudes amarradas entre sí con gomas elásticas, que fue seleccionado en la edición 2018 de la Feria Puro Diseño. Y «Joya Topográfica», con la que acaba de participar de la 6º Muestra de Orfebrería Contemporánea que formó parte del Madrid Design Festival.
“Aprendimos la principal enseñanza de la pandemia: de las situaciones se sale colectivamente construyendo juntos. AMHE es un híbrido, resultado del aporte que cada una da desde su disciplina madre, con modos de pensar, hacer y resolver propios”.
Joyería de diseño
“AMHE es joyería de diseño, un punto intermedio entre la joyería contemporánea y la orfebrería clásica, sin tanta mezcla de materiales como tiene la joyería contemporánea”, precisan y señalan que su estilo, además de por gusto, se dio porque buscaban responder a la falta de piezas de diseño jugadas en un solo material que no fueran de joyería contemporánea.
Lo suyo es en bronce, con algo de alpaca, siempre bañado en oro 24 y plata, en chapas de 0,7 a 2 mm de espesor, con piedras en bruto y elementos de ferretería, como mosquetones de gran tamaño y grilletes y suman cadenas no convencionales con su peso pero portable.
Trabajan con las técnicas clásicas de la joyería: soldado, calador, pulido, abrillantado y un poco de fundición; en su mayoría crean desde el laminado para piezas planas.
“Lo primero que salió fue una línea de anillos geométricos en un mix con acrílico para un combo de tres, tipo manopla para usar en varios dedos; tienen un círculo interior que se hace en distintos tamaños según cada dedo; estos formatos de los círculos se fueron usando en otras piezas como las de la línea Regia. Y quedó mucho por hacer porque es una pieza que permite muchas posibilidades”.
Le siguieron varios collares, chokers, brazaletes, pulseras y aros. Todo en líneas puras, simples y algunas un poco más orgánicas por el movimiento de las piezas, como en el collar «Soberbia».
Clásicos y novedades
Tienen varias líneas de diseño: Soberbia, Atrevida, Regia, Espléndida y su intención es sumar productos.
La última novedad es Cigarette que sigue la línea de un cigarrillo, es una joya contenedora de un cigarrillo, una carta o nada, con accesorios similares a los que usan en los chokers, como el grillete, de cierto aspecto industrial.
No quieren sumar muchas líneas pero no pueden con su genio, se les ocurren ideas, se tientan, las maquetean, prueban y van sumando.
“AMHE es joyería de diseño, un punto intermedio entre la joyería contemporánea y la orfebrería clásica, sin tanta mezcla de materiales como tiene la joyería contemporánea.”
Sus piezas además de lúdicas son funcionales porque se pueden llevar de diversas formas con soportes y accesorios intercambiables.
Un choker se puede usar solo o con un pendiente o una pulsera y queda como corbatín; un collar que se luce en el pecho o también en la espalda con una línea vertebral sobre la columna.
Se destacan los anillos para uno, dos y hasta de cuatro dedos bien contundentes; son tres propuestas en plata, acrílico y oro que se usan juntos o separados y también como dije. Así invitan a jugar.
Experiencia multisensorial
Además de ofrecer una joya proponen una experiencia que va más allá. “Nuestra intención es que la compra de la joya sea un gran mimo, una experiencia gratificante.
“Para esto trabajamos con una perfumista con la que diseñamos cuatro fragancias que llevan como nombre cada una de las letras de nuestra firma. Sus aromas son sándalo, naranja, jengibre y palo santo que se presentan en una talla chica para llevar en la cartera.
Se ofrece junto con un pañuelo de seda que también diseñamos, al igual que una tarjeta con la info de cuántas horas de trabajo lleva la joya, sus cuidados y la garantía. Todo esto con la intención de ofrecer una especie de recorrido con distintos momentos para después llegar a la joya. Esta experiencia se repite en la mayoría de las piezas”.
Esto lo generan desde su espacio taller y showroom en la zona norte de Córdoba capital, donde el boca a boca fue clave.
Trabajan en la proyección de la marca en Buenos Aires, y ya están en Atelier – objects of infatuation en Brooklyn y están en tratativas para estar en tiendas de diseño de Punta del Este y Miami. Su firma ya es un hito en el circuito joyero cordobés.
Córdoba, polo joyero
Y lo describen: “La propuesta de joyería contemporánea de Córdoba creció mucho en estos últimos cinco años y al puntapié inicial de Cecilia Richard se sumaron otras escuelas taller, muchos artistas joyeros y hasta accesorios como cafés temáticos; hasta en la facultad de Arquitectura de Córdoba hay una diplomatura en Joyería Urbana.
“Sin duda Córdoba ofrece el campo propicio para el germen de muchos joyeros que tienen mucho para decir”.
Puntualizan que AMHE es un concepto que hoy toma la forma de joya pero bien puede derivar en otro tipo de piezas jugando con el metal.
“No nos cerramos en la joyería. Empezamos por la joyería que nos encanta y nos reúne, pero como diseñadoras nos planteamos constantes desafíos y es posible que trabajemos con otros elementos para otros objetos de diseño.
“Hoy hacemos joyería de diseño brutalista, pura y lúdica, mañana veremos…”
Entrevista a Alice Floriano
Apuntes | Notas
“No es posible disociar la sociopolítica de la joyería”

Tiene una galería en Porto Alegre especializada en joyería contemporánea y representa a muchos de los principales referentes, como Ruudt Peters, Lisa Walker, Jorge Manilla, Sofia Bjšrkman, y acaba de estrenar una muestra de la multipremiada surcoreana Nam-Kyung Lee.
También presenta joyeros noveles, porque “es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes trabajado desde hace tiempo”.
Aproximar al público a la joyería contemporánea es casi su obsesión. La clave de su éxito, un proyecto de vida por el que lo da todo.
Es joyera, galerista y coleccionista de “cosas interesantes e inesperadas hechas a mano con una mirada artística”.
De paso por Buenos Aires, invitada por MICA, conoció de manera directa propuestas de joyeros locales. Plantea coincidencias entre la joyería argentina y brasilera por la realidad social latinoamericana en común.
_Sos joyera y galerista.
_Sí, estudié joyería artística por cuatro años con Filomeno Pereira de Sousa, en la escuela Contacto Directo de Lisboa, una experiencia muy buena. Entonces esa escuela, que ya no existe, ofrecía más técnica y esto era muy importante para mí que buscaba, sobre todo, aprender a desarrollar conceptos; tenía también seguimiento de proyectos con un enfoque contemporáneo que me interesaba.
También estudié con el joyero suizo Christoph Zellweger en la escuela de joyería Alchimia de Florencia, e hice una especialización en Organic Form in Jewellery con Paul Wells, conocido por sus técnicas directas de trabajo del metal, en el Central Saint Martins.Y siempre estoy haciendo workshops, esos que gestiono y promuevo en Brasil, como el de Bettina Speckner, Iris Eichenberg y Ruudt Peters.
“Estudiar técnicas de joyería era importante para mí porque buscaba desarrollar conceptos con ellas; además me interesaba contar con seguimiento de proyectos con un enfoque contemporáneo”.
_¿Cómo surgió la idea de instalar una galería de joyería?
_Cinco años después de estar estudiando en Europa regresé a mi ciudad natal, Porto Alegre. Con el tiempo sentí que sostenía un monólogo porque allí no muchos hablaban de joyería contemporánea; pocos comprendían y se interesaban en qué era; si bien tenía clientes y todo iba muy bien, sentía que quería algo más, que necesitaba hacer otra cosa.
Como tenía la experiencia de haber trabajado como asistente en la galería de Thereza Seabra en Lisboa, donde también tenía un banco joyero en el que trabajaba y hasta soñaba con tener una galería pero creía que era algo lejano a mi realidad, me decidí.
En un principio, cuando volví a Brasil me dediqué a mi trabajo en el taller hasta que quise cambiarlo. Recorriendo en busca de un lugar vi una casa muy grande que me impactó y lo primero que me dije al verla fue: quiero hacer la galería ahora y tiene que suceder! aunque no tenía para invertir, la alquilé y comencé hace siete años invitando a los joyeros que conocía, sumando workshops para también ofrecer espacios de capacitación y práctica.
Convicciones
La primera exposición que organicé fue con la joyera sueca Sofia Bjšrkman, en 2015. Es que hago las cosas cuando me da la gana y las hago porque creo mucho en ellas.
En un principio la gente se sorprendía preguntándose qué es esto, pero como ya tenía mi propia clientela, venían a curiosear en busca de una historia, esa que siempre encontraban tras una pieza en Alice Floriano.
Desde un principio tenía muy claro qué quería: algo como un ambiente de laboratorio, todo muy blanco para que se destaquen las obras, poniendo el acento en su comunicación, aprovechando las redes, que hace siete años no se usaban mucho o había pocas galerías que las utilizaban como medio de difusión.
Quería exhibir aquello que representara mi identidad, lo que verdaderamente me gusta. Por entonces, no creía que se pudiera vender joyería por e-commerce sino más bien de manera presencial, por quienes se acercaban a experimentar las piezas, pero como además de querer conquistar a los clientes de hoy pretendía y pretendo también a los clientes del mañana empecé a utilizar herramientas diversas de comunicación, redes incluidas.
En crecimiento y cambiante
Creo que la joyería va a crecer, no como una disciplina estática sino cambiante y, en mi experiencia, a la galería se acercan personas grandes con una mirada muy parecida, con quienes naturalmente tengo una gran identificación en muchos aspectos de la vida, por eso decidí apelar a otros instrumentos. No hay manera de prever quién va a comprender y apropiarse de esta joyería en un futuro.
“La joyería va a crecer, no como una disciplina estática sino cambiante… No hay manera de prever quién va a comprender y apropiarse de esta joyería en un futuro.”
_¿Por qué joyería?
_Desde niña, a los 6 años, hago joyería y accesorios. Arranqué con macramé; siempre me encantaron las manualidades. De adolescente, vendía pendientes que hacía con alpaca, tejidos peruanos y un alicate. Después estudié Diseño de Moda y Tecnología en la Uniersidad Feevale en Novo Hamburgo, en la región metropolitana de Porto Alegre.
Luego viviendo en Zaragoza, descubrí una escuela de joyería y comencé a averiguar dónde estudiar. Estaba entre la Escola Massana, que tuve que descartar porque entonces estaba con mi bebe y no podía arreglármelas sola, y Contacto Directo en Lisboa, por el cual opté ya que contaba con la cercanía de una amiga. Así empecé a incursionar y estudiar joyería contemporánea, disciplina en la que me metí con todo.
“Hago las cosas cuando me da la gana y las hago porque creo mucho en ellas… Quería exhibir aquello que representara mi identidad, lo que verdaderamente me gusta… Además de querer conquistar a los clientes de hoy pretendía y pretendo también a los clientes del mañana”.
_¿Y qué te gusta?
_Me gustan las piezas más densas, con fuerza o cierta potencia, sobre todo, con una historia detrás, aunque no es lo único que tengo en mi galería. Me interesa mucho la joyería contemporánea que refleja la situación social; en Brasil, el país en que vivo, no es posible disociar la sociopolítica de la joyería. La joyería es una herramienta para que podamos hablar de lo que nos pasa; hablamos y nos expresamos haciendo o a través de la joyería. Y con esta creencia miro al mundo con preocupación, por cómo estamos.
Quienes comparten esta mirada expresada en la joyería contemporánea que ofrezco tienen sus joyas más clásicas y ahora buscan esas piezas u objetos que representen eso en lo que también creen.
La joya por sí sola tiene que ser algo impactante y cuando se conoce su historia, esa que representa y está por detrás impacta aún más, le da un significado especial.
“La joya por sí sola tiene que ser algo impactante y cuando se conoce su historia, esa que representa y está por detrás impacta aún más, le da un significado especial”.
Joyería contestataria
_Además de esa joyería que elegís o representás, ¿cómo es la joyería que vos hacés?
_Incluye símbolos mágicos y religiosos que me interesan mucho. Busco que mi joyería sea contestataria, que tenga mucha expresión política. Es el resultado de una mezcla de mis propias experiencias personales que reflejan mi mundo, mi entorno. Y también representa cuestiones cotidianas con elementos de otras culturas con las que he tenido contacto.
A veces cuento una historia en particular y otras es un impacto de las situaciones sobre mí. Me gustan mucho los amuletos y objetos de poder de manera sutil.
He pasado por muchos materiales y técnicas. Me encanta mucho trabajar en metal. En mis últimos proyectos trabajé mucho con acrílico de descarte, objetos y maderas encontradas, hilo de pesca. Una gama muy amplia, en la que utilizo el material que me sirve con la técnica que me permite resolver el proyecto que quiero realizar.
Más que una línea relacionada con material y técnica tengo una línea de pensamiento.
“Busco que mi joyería sea contestataria, que tenga mucha expresión política. Es el resultado de una mezcla de mis propias experiencias personales. Y también representa cuestiones cotidianas con elementos de otras culturas”.
_¿De ese monólogo inicial al diálogo con otros artistas. ¿Cómo fueron esas otras expresiones u obras que en un principio decidiste poner en valor y exponer en tu galería?
_En Porto Alegre no hay propuestas en la misma línea que mencionaba, sí hay algunos más próximos pero no tan preciso en ese sentido porque están muy apegados a la forma y a la técnica que a una pieza con concepto.
En un principio estaba sola, contacté a algunos para generar un movimiento que muestre lo que acontecía en Brasil, entre los cuales estaba Miriam Korolkovas que ya la conocía de la galería de Thereza Seabra y con quien hicimos muchas exposiciones. En ese momento éramos las que más estábamos viendo cuál era el camino al que se orientaba la joyería contemporánea brasilera.
Empecé a participar como joyera de foros y eventos internacionales y sigo participando aun con la galería, aunque en realidad estoy más enfocada en promover el trabajo de los otros que el mío. Jamás paré de producir, pero tengo cada vez menos tiempo para los proyectos personales aunque estoy intentando cambiar eso.
Para poner en valor
Desde un principio, para poner en valor el trabajo del otro pienso en cómo presentar esas obras, cómo llegar a los clientes, cómo mostrarles o enseñarles una obra de joyería contemporánea.
Pero muchos joyeros de Brasil no tienen muy en claro de qué parte de la joyería forman parte. Además no siempre tienen muy en claro qué es joyería contemporánea o la joyería de arte, sin embargo hasta muchos no joyeros con intereses artísticos han participado de varios de los workshops que se dieron en mi galería.
Las primeras en ofrecer un workshop fueron la artista joyera sueca Helena Johansson Lindell, la alemana Iris Eichenberg y la japonesa Mari Ishikawa, entre otros que le siguieron.
“Para poner en valor el trabajo del otro pienso en cómo presentar esas obras, cómo llegar a los clientes, cómo mostrarles o enseñarles una obra de joyería contemporáneas.”
_¿Y qué es la joyería contemporánea?
_Es un arte portátil. No se trata de hacer muy bien una pieza de joyería, lo cual es importantísimo, sino que tiene igual relevancia la historia o el mensaje que comunica y el proceso que la sostiene.
Esta definición está más bien dirigida al público en general para poder llegar y alcanzar a un público no joyero, para no terminar hablando entre nosotros. Creo mucho en la joyería contemporánea, tiene mucho potencial, mucho por crecer y, a veces, no crece porque está muy distante de las personas en general. Por este motivo, pienso mucho qué y cómo lo voy a comunicar.
Jóvenes en la mira
Muchos jóvenes, de entre 18 y 20 años, visitan la galería pero no compran joyería contemporánea sino que más bien es adquirida por personas mayores. Me interesa que desde edad temprana comprendan la joyería y sepan que pueden portarla, que puede ser accesible para ellos y hasta les puede interesar crearla; me interesa que sepan que la joyería puede ser su opción profesional, a la cual pueden dedicarse y de la cual vivir.
No quiero que solo se acerquen a la galería las clientas de edad media de siempre, con una mente más abierta que aprecian el arte, que conocen y valoran, sino también aquellos que no conocen algo de joyería contemporánea, puedan descubrirla y darse cuenta que es mucho más que un adorno, que es una forma de expresión y que las piezas que ven siempre expresan algo y tienen una historia. Esto es más que una preocupación, es mi ocupación, porque pienso y estudio en cómo acercarme permanentemente.
Incluso muchos me preguntaron por qué siempre promuevo obras de artistas más allá de su género. Es que estoy en un país donde hay más travestis en el mundo y donde más matan travestis, por eso me interesa comunicarme con ellos y darles voz y espacio de alguna manera; y esto no es solo por su situación sino también porque me agrada estéticamente sus obras. Esta es una manera de acercarme al público, fundamentalmente porque la joyería contemporánea no es de hombres o mujeres, es más allá de cualquier género. Hablamos de lo mismo cuando represento a alguien por su obra más allá de que tenga certeza o no de su identidad.
La joyería contemporánea, entonces, más allá del material con que está hecha, de la técnica que se aplique y del género de quien la realice, es por lo que quiere decir.
Por esto, porque hay que ser muy preciso en lo que se dice, me encargo personalmente de la comunicación de la galería; claramente habrá gente más capacitada en marketing digital, pero no sé si estará al tanto o podrá comunicar lo que yo creo o pretendo de mi galería; es que la galería no es un negocio sino un proyecto de vida.
“La joyería contemporánea, entonces, más allá del material con que está hecha, de la técnica que se aplique y del género de quien la realice, es por lo que quiere decir.”
Mirada sociopolítica
_¿Qué querés comunicar?
_Quiero comunicar lo que creo como parte de la sociedad en la que vivo, lo que pasa también desde el punto de vista sociopolítico. Sé que a muchos artistas joyeros no les gusta referirse a la situación política, pero como somos latinoamericanos a muchos nos cuesta abstraernos de nuestra realidad: que tenemos el peor presidente del mundo, que las personas se mueren de hambre, que matan a quienes defienden derechos… ¿cómo no voy a hablar de esto? Como no soy una política no estoy activamente en otro campo sino en este, en la joyería.
Estoy haciendo joyas y a través de una joya podemos cuestionar lo que pasa, lo que nos pasa y creo que esto es muy bueno. En este sentido, claramente la joyería es una herramienta de comunicación. Creo que quienes tienen un espacio para comunicar deben apropiárselo tomarlo para hablar de lo importante que nos pasa, sea cual fuere el campo en que se desempeña.
“Quiero comunicar lo que creo como parte de la sociedad en la que vivo, lo que pasa también desde el punto de vista sociopolítico.”
_¿Alice Floriano tiene un pie en San Pablo? ¿Una galería itinerante?
_Puntualmente gestiono workshops en San Pablo, donde hay más demanda. En su momento abrí una galería que cerré cuando quedé embarazada en 2017.
Ahora organizo una especie de galería itinerante en lugares no convencionales, como bares u otro similares, los cuales son más interesantes y provocativos, atrae a otro tipo de público, que como decía siempre es la intención: ampliar la frontera de la joyería contemporánea, en los que por ejemplo exhibió Elyse Walker y la joyera japonesa Mari Ishikawa que hizo lo propio en un museo. Una experiencia interesante que pretendo repetir.
“Mi intención es ampliar la frontera de la joyería contemporánea.”
_¿Otras actividades complementarias?
_Cree grupos de estudios, subastas en favor de las comunidades indígenas e institutos necesitados y, entre otras acciones durante la pandemia, una exposición en un ambiente virtual creado junto con un cineasta que permitió adentrarse en una sala expositiva, como una mini película, la cual se mantiene en línea; bromeo que de manera infinita ya que sigue hasta que la tecnología pueda leer ese dispositivo; todo alrededor del tema máscaras, «Mask», que surgió mayo de 2020 sobre un objeto que experimentábamos y no sabíamos qué nos depararía su uso y que hasta tiene un sentido muy simbólico. La convocatoria fue muy exitosa con la participación de artistas joyeros de todo el mundo.
Por otra parte, ya vamos por la tercera edición de FIO. Surgió como un concurso para artistas joyeros brasileros pero a pedido amplié su alcance a nivel internacional para que puedan participar joyeros de otros países. Un concurso es una buena escuela, especial para joyeros interesados en probarse y desafiarse.
Arrancamos con la arquitecta y artista Nina Lima como jurado, ahora el team curatorial está en manos de Nina Lima también, Theo Smeets, Lisa Walker, Astrid Berens y Laura Cattani.
“Un concurso es una buena escuela, especial para joyeros interesados en probarse y desafiarse.”
“A través de una joya podemos cuestionar lo que nos pasa y esto es muy bueno.”
Porto Alegre, punto de referencia
_¿Cómo una galería de Porto Alegre consigue un alcance internacional tal que representa a joyeros destacados de todo el mundo y ofrece eventos que tienen gran convocatoria?
_En un principio no tenía idea que tanta gente conocía la Galería Alice Floriano, me sorprendía e impactaba que grandes referentes me tenían; hasta en la última bienal de Lisboa, los joyeros que más admiraba se me acercaban y hablaban conmigo para decirme que estaba haciendo un buen trabajo con la galería.
No lo planeé sino que la galería fue aconteciendo porque soy muy insistente porque la joyería es muy difícil y no siempre todo fluye pero es mi proyecto de vida. La clave está en que es un proyecto personal y como tal todo es sí o sí, doy todo por la galería y por la joyería contemporánea; por esto necesito que la galería acontezca. Siempre estoy a full, atenta, no relajo, siempre estoy haciendo, gestionando, pensando, proyectando y creo que es esta entrega la que hace que la galería tenga un alcance destacado.
Mi intención original era propagar la joyería contemporánea en Brasil y resultó que fue más allá de la frontera. Cuando uno tiene una convicción fuerte el crecimiento de un proyecto sin duda se da.
En consecuencia, estoy feliz de que por la Galería Alice Floriano, Porto Alegre termina siendo un punto de referencia de la joyería contemporánea. Estoy en Porto Alegre como podría estar en cualquier otro sitio, no pasa por la ciudad sino por el trabajo; funciona por las acciones que desde la galería llevo adelante.
“Soy muy insistente… la joyería es mi proyecto de vida… y como tal todo es sí o sí, doy todo por la galería y por la joyería contemporánea. Cuando uno tiene una convicción fuerte el crecimiento de un proyecto sin duda se da.”
_¿Qué otros puntos de Brasil son representativos de la joyería contemporánea o donde se desarrollan expresiones de joyería contemporánea?
_San Pablo y Río de Janeiro porque es donde están los joyeros que trabajan desde hace más tiempo. De hecho, por ejemplo, la mayoría de los participantes de la tercera edición de FIO fueron de San Pablo.
Es que este evento también tenía como fin mapear la joyería contemporánea de Brasil, quería descubrir a los joyeros que aún no habían llegado o que yo no estaba viendo.
“Con FIO quería descubrir a los joyeros que aún no habían llegado o que yo no estaba viendo.”
Nueva escuela de joyería
_¿Estás por abrir una escuela de joyería contemporánea?
_Sí, Algures, que significa en algún lugar en portugués. Y de eso se tratará, no importa en que lugar sino que le vamos a garantizar una buena formación en joyería. Arrancamos el próximo mes. Es que en Brasil no hay escuelas de joyería contemporánea. Me di cuenta que muchos hacían cursos cortos de manera aislada, de técnica, de escritura aplicada a la joyería, etc. pero al final muchas veces planteaban que no sabían cómo utilizar todo ese aprendizaje de manera integral.
Por eso, pretendo que se puedan preparar joyeros contemporáneos con una formación completa. El enfoque de la escuela será Joyería contemporánea con especialización en la cultura brasilera.
Estaremos a cargo con la joyera Nicole Uurbanus, de Países Bajos residente en San Pablo, y las brasileras Renata Porto y Nina Lima. Ofreceremos una carrera con dos años de joyería contemporánea básica, un año más de joyería contemporánea avanzada y un cuarto año para el desarrollo de un proyecto individual.
Se ofrecerán clases en portugués teóricas virtuales, con materias como Historia, de Arte e Historia de la Joyería, Diseño, Bordado, Ilustración y muchas más, y clases técnicas presenciales; pueden asistir de cualquier lugar del mundo porque las presenciales se pueden realizar en su país de origen ya que elegirá la escuela donde puede hacer las clases técnicas con edición y supervisión de mi escuela; ya tenemos una listas de escuelas prestigiosas y destacadas en distintos puntos del mundo con las que hacemos alianza.
Es un ecosistema de escuelas de joyería que creemos funcionará muy bien porque nos potenciamos entre todos.
Los estudiantes aspirantes no requieren de conocimientos técnicos. Pretendo que sean jóvenes ávidos y hasta puristas, súper interesados en la joyería contemporánea, la escuela no está pensada para quienes quieran distraerse con un hobby.
Me interesa un refresh de la joyería contemporánea por eso apunto a jóvenes que seguro podrán aportar otra mirada, ya no la del diseñador o arquitecto interesado en pasar a un pequeño formato, cuyos puntos de vista influencia mucho la joyería local.
Este tipo de perfil que pretendo abriría mucho el campo. Es que un joven de 18 años promedio tiene décadas para desarrollarse y crear y eso asegura ampliar de alguna manera el alcance de la joyería contemporánea. Por otra parte, no se trata de cerrarnos a quienes a cierta altura de la vida tienen poder adquisitivo para consumir joyería, pretendemos algo más que consumidores que valoran lo distinto o lo que creen que los distingue.
“Con la escuela Algures pretendo que se puedan preparar joyeros contemporáneos con una formación completa. El enfoque de la escuela será Joyería contemporánea con especialización en la cultura brasilera.”
_De todos modos, está bueno el cruce de disciplinas.
_Sí, no está nada mal, pero me parece que muchos jóvenes no comprenden que la joyería puede ser una buena profesión y quiero ofrecer la oportunidad para que se den cuenta que es posible. Hago un esfuerzo enorme para comprender y tratar de responder a las expectativas de los jóvenes de la edad de mi hija, por ejemplo; me interesa mucho. Porque me cuestiono mucho a quiénes nos dirigimos, a quién le vamos hablar; cómo preparamos a los joyeros del futuro, cómo será la joyería contemporánea, qué hacemos para que sea, para que acontezca. Me gusta explorar todo, tener distintas miradas que enriquezcan el intercambio y la discusión.
Y quiero que la escuela se especialice en cultura brasilera porque Brasil es muy grande, parece que hay mucho pero cuando vas a buscar trabajos u obras están muy influenciadas por Europa; entonces, por qué no descubrir nuestra cultura; es muy superficial nuestro conocimiento acerca de lo que es el Brasil profundo; tenemos que estudiar más, conocer más.
“Me cuestiono mucho a quiénes nos dirigimos, a quién le vamos hablar; cómo preparamos a los joyeros del futuro, cómo será la joyería contemporánea, qué hacemos para que sea, para que acontezca.”
“Tengo en cuenta el impacto visual, el concepto, la coherencia en la propuesta y la técnica precisa, que es lo que hace a una joya.”
_¿Con qué criterio elegís a los joyeros de tu galería?
_Lo primero que tengo en cuenta es el impacto visual, el concepto, la coherencia en la propuesta y la técnica precisa, que es lo que hace a una joya. No podés tener una buena idea si está mal acabada. Hablamos, promovemos y hacemos joyas con esas características y esto debe ser el eje de la joyería contemporánea aunque parezca repetitivo.
Y para mí es condición que sea portable, es mi preferencia personal. Creo en la joyería contemporánea que se relaciona con el cuerpo sin ser portable, pero personalmente me encanta más lo que podés portar. Además, como es tan difícil hablar de joyería contemporánea en Brasil si fuera u optara por piezas muy conceptuales costaría más que se entiendan o acerquen.
“Para mí es condición que sea portable, es mi preferencia personal. Creo en la joyería contemporánea que se relaciona con el cuerpo sin ser portable, pero personalmente me encanta más lo que podés portara.”
Criterios de selección
_Tenés a muchos joyeros con una trascendencia destacada, ¿buscás ese perfil para tu galería?
_La mezcla del artista con una trayectoria con peso en el mercado con otros que están comenzando que tienen una propuesta interesante y sólida es muy bueno. Es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes están trabajando desde hace tiempo y, claro, está bueno tener variedad de propuestas para que el público pueda acceder.
Busco formar una opinión y por eso es importante tener propuestas posibles, fáciles de llevar porque quiero aproximar al público a la joyería contemporánea.
La galería cuenta con una tienda online que funciona muy bien, más de lo que esperaba, mejor desde fuera de Brasil que dentro. Muchas piezas de artistas del exterior son requeridas desde diversos lugares del mundo y también joyería de Brasil hacia el mundo.
En Alice Floriano están los brasileros Miriam Pappalardo, Nina Lima, Renata Porto, Kika Alvarenga, Mariah Rovery, Marcia Cirne Lima, Marina Sheetikoff, Tissa Berwanger, Cosat Tsailandesa, Vera Monfort, Virgilio Bahde, Thais Costa y Nicole Uurbanus que reside en Brasil.
Represento a cerca de 90 artistas joyeros de todo el mundo entre los cuales están Ruudt Peters de Países Bajos, Lisa Walker de Nueva Zelanda, Tanel Veenre de Estonia, Jorge Manilla de México, Sofia Bjšrkman y Marta Mattsson de Suecia, Julia Obermaier de Alemania, Hee-ang Kim de Corea del Sur, Malene Kastalje de Dinamarca, Carlos Silva y Ana Piña de Portugal, y Aisegul Telli de Turquía.
De Argentina, Agustina Ros, Andrea Vaggione, Eva Burton y Luz Arias
Tengo una lista enorme de joyeros por invitar conforme a la muestra que preveo o simplemente para el acervo de la galería. En breve se sumará Karl Fritsch, por ejemplo.
“La mezcla de artistas en mi galería es un estímulo para quienes están comenzando y pone atentos a quienes están trabajando desde hace tiempo y, claro, está bueno tener variedad de propuestas para que el público pueda acceder.”
Joyería argentina
_¿Cómo llegaste a MICA? ¿te interesa la joyería contemporánea argentina?
_Siempre me interesé por la joyería contemporánea argentina, y me pareció que la invitación a Mercados de Industrias Culturales de Argentina era una excelente oportunidad para ver de cerca la obra joyera local.
Conocía a muchos autores como Jimena Ríos, Jorge Castañón, Fabiana Gadano, Jessica Morillo, a las cuatro que presento en mi galería: Agustina Ros, Andrea Vaggione, Eva Burton y Luz Arias, claro, a quienes he acompañado el desarrollo de sus trabajos.
Conozco la movida de Joyeros Argentinos y la Bienal que llevan adelante con un alcance latinoamericano, lo cual me parece interesante. He participado de dos de sus ediciones con un proyecto del colectivo que lidera Renata Porto y Miriam Pappalardo.
Como artista también participé de Joya Barcelona. Ahora tengo un intercambio pendiente, un premio por el cual debo elegir un artista de Joya para exponer en mi galería, lo mismo con la semana de la joyería de Budapest. Y como galerista participé de las semanas de Milán y Atenas. Un intercambio súper interesante.
“Siempre me interesó la joyería argentina y conocía a muchos de sus autores… Y esta es una excelente oportunidad para ver de cerca la obra joyera local.”
_De lo que pudiste ver, ¿qué idea te llevás de la joyería contemporánea de Argentina?
_Me parece muy desarrollada, con muchos exponentes buenos. Me impresionó el polo cordobés que desconocía, lo mismo que muchos autores con un trabajo excelente.
Esta fue una experiencia espectacular y estoy segura que necesito venir mucho más para conocer más, para profundizar en la obra de joyeros locales y poder llevarme a la galería a buena parte de los grandes artistas que veo que hay.
“La joyería contemporánea de Argentina me parece muy desarrollada, con muchos exponentes buenos. Me impresionó el polo cordobés que desconocía, lo mismo que muchos autores con un trabajo excelente.”
_¿Algunos en la mira?
_Veremos… La proximidad de Porto Alegre y Buenos Aires es una ventaja por aprovechar y que tendré muy en cuenta, después de esta primera visita.
“La proximidad de Porto Alegre y Buenos Aires es una ventaja por aprovechar.”
_¿Ves puntos en común entre la joyería de Brasil y Argentina en general?
_Ciertamente la realidad latinoamericana en común nos puede permitir hablar de las cuestiones sociales que nos ocupan y preocupan. Es un tema que se puede trabajar muy bien.
“La realidad latinoamericana en común nos puede permitir hablar de las cuestiones sociales que nos ocupan y preocupan.”
Gabinete de curiosidades
_¿Qué es Gabinete de Curiosidades?
_Un proyecto que quería hacerlo desde que abrí la galería en 2015 porque une otros intereses personales. Al mudarme en 2020, tomé una sala para exponer moda de autor, objeto de diseño y arte. Durante una década estuve a cargo de la curaduría de una tienda de diseño y fue un ejercicio que hice con miras a realizarlo para mí, de acuerdo con mis gustos personales. La joyería contemporánea es mi interés principal pero no el único.
Es una mezcla de cosas interesantes e inesperadas dentro de una galería. Son piezas únicas o en pequeña escala, hechas a mano con una mirada artística.
“Gabinete de Curiosidades es una mezcla de cosas interesantes e inesperadas dentro de una galería. Son piezas únicas o en pequeña escala, hechas a mano con una mirada artística.”
_¿Proyectos?
_Gestiono diversos workshops, entre otros, en noviembre próximo con la joyera portuguesa Cristina Filipe. Este mes presento (el último fin de semana) una muestra de la joyera surcoreana Nam-Kyung Lee, ganadora de Joya 2020, Enjoia’t 2021 y Arte y Joya 2021, una selección que surgió como ganadora de Joya Barcelona.
Participaré de un circuito de galerías de Porto Alegre como parte de La Bienal de Mercosur, que se realizará desde mediados de septiembre hasta noviembre, llevando artistas visuales de mi ciudad y, ya que es un evento de la región, quiero incluir a dos joyeros de Argentina que conocí a propósito de esta visita.
Además, en el período de esta bienal expondré los trabajos de la última edición de FIO. Y en este camino sumaré mucho más en favor de la promoción de la joyería contemporánea, casi que es mi obsesión.
Ties & Trash Treasures
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Ties & Trash Treasures


Pasado mañana Tota Reciclados se presenta en Viena para inaugurar «Ties & Trash Treasures».
Se trata de una muestra del trabajo de las joyeras contemporáneas Valeria Hasse y Marcela Muñiz en la Galerie V&V.
Reutilizar objetos encontrados para crear joyas usables es lo suyo. “Trabajamos ensamblando, recombinando y recontextualizando materiales encontrados como metáfora de la forma en que se construye el significado en la actualidad”, señala Valeria Hasse que presenciará el estreno de piezas de sus líneas «Estrash» y «Corbatas» en esta galería austríaca.
En esa oportunidad, también ofrecerá una charla sobre sus conceptos de trabajo y el proceso creativo de Tota Reciclados.
El núcleo de esta edición que presentan, detalla, es la tensión entre los conceptos de precario y precioso. Un juego de contrastes y de resignificados al que apuestan en toda su obra.
La exposición se extenderá hasta el 17 de septiembre próximo.













































































































