Gualicho, lo último de Inés Bonadeo
Apuntes | Notas
“Cuando las manos trabajan, el espíritu deambula y la mente imagina”
Gualicho, lo último
de Inés Bonadeo

Con una colección de piezas contemporáneas que se suman a las de joyería, Inés Bonadeo lanza «Gualicho». Esta obra pone en valor y actualiza el universo mapuche y también se inspira en los accesorios gauchescos.
Esta artista joyera destaca que busca reivindicar la fantasía y la posibilidad del armado de una historia propia y la sostiene con un relato visual telúrico, en el que propone el uso deconstructivo de piezas hechas en alpaca y bronce.
Conocé esta “historia de empoderamiento e identidades reforzadas” y por qué sus piezas tienen un poder simbólico y artesanal que generan hechizo.
“Un grupo de mujeres trabaja con sus manos. Forjan, sueldan y arman piezas de metal. Sus cuerpos conocen el oficio y trabajan en un estado de meditación profunda. Cuando las manos trabajan el espíritu deambula, la mente imagina mundos lejanos y posibles. En esta colección reivindicamos la fantasía y la posibilidad del armado de la propia historia y el propio relato”, cuenta Inés Bonadeo de su última colección de joyería contemporánea y accesorios «Gualicho».
“«Gualicho» sucede en un contexto telúrico, con una puesta que remite a las tradiciones argentinas pero no termina de tener tiempo ni ubicación identificables. Presenta un tipo de mujer que vive en una atmósfera recia, sensual, fantasiosa y diría que son de temer. Hasta podría asegurar que huyen de algo o alguien y juntas sortean controles y límites”.
Un relato que se materializa en una serie de piezas únicas, hechas a mano, con que la artista joyera busca poner en valor nuestra cultura ancestral originaria.
“Me inspiré en las formas de la joyería mapuche y de los accesorios gauchescos. Ambos universos se cruzan y mezclan mucho.
“Me interesó establecer un contacto con esa esencia que de alguna manera nos constituye, a mí particularmente porque fui criada en el Interior, en Sierra de a Ventana, en contacto con la montaña, donde pude absorber la expresión cultural gauchesca, con sus jineteadas, por ejemplo, y, sobre todo, captar cómo operan los accesorios derivados de culturas ancestrales originarias en esa y otras prácticas descendientes.
“Fundamentalmente, busqué reivindicar y actualizar el universo mapuche. Por esto, se destaca el trarilonco, pieza de cabeza en la que se basa el casquete que presentamos, el cual tiene un poder simbólico muy fuerte y nos lleva a conectarnos con nuestros antepasados”, señala.
Relata que gualicho en un concepto mapuche que fue adoptado de diversas maneras. Una de ellas es la acepción argentina de embrujo o hechizo.
“Me lo apropié para dar la posibilidad y oportunidad de construir un gualicho artesanal que permita armar piezas con un significado personal.
“Presento mi gualicho y propongo que cada una también lo haga suyo y se involucre para crear su propia pieza, esa que va a llevar sobre su cuerpo. Aunque quien la use no sea quien la haya hecho sí será quien la pueda usar y combinar de manera personal”, invita.
“Pretendo que no sea un accesorio o una joya más sino que tenga el poder simbólico de nuestra historia. Los nombres de las piezas de esta colección remiten al lunfardo gauchesco y sin duda tienen que ver con la irreverencia, la rebeldía y lo indómito que define la cultura de la que somos parte”.
“En esta colección reivindicamos la fantasía y la posibilidad del armado de una historia propia”.
Piezas de inspiración mapuche
Para «Gualicho» eligió trabajar en alpaca y bronce porque los considera metales “resistentes, accesibles y cotidianos” e incluyó de botones antiguos de nácar rescatados de una mercería en remate que le dan un toque iridiscente distintivo.
Es una colección de piezas contemporáneas que se suman a las de joyería, con una cantidad acotada pero de formas contundentes.
“Hay brazaletes, aros, anillos y también broches para usar como gargantilla y como accesorio de zapatos y sombreros. Sumé fajas y cinturones similares a las rastras gauchescas, que cuentan con dos piezas laterales que unen el cuero con el metal y están conectadas entre sí a través de cadenas construidas según el saber mapuche, es decir, con argollas unidas por eslabones planos con flejes o cintas de metal; las presentamos como corpiños o tops, entre otros usos, con la intención de habilitar la posibilidad de jugar.
“Además, hay varias piezas de mano del tipo armaduras, con cadenas que acompañan el movimiento de las manos; muchos aros articulados, y una pieza liga-portaliga con cadenas”, detalla.
Buscó romper con los usos convencionales ofreciendo una alternativa deconstructiva. Así presenta piezas para llevar en distintas partes del cuerpo, como la pierna, tanto directamente sobre la piel como sobre la ropa, y en accesorios, como sombreros.
La estética de la colección exhibe un relato visual que deja entrever cómo son las mujeres Gualicho.
“Construyen con mucha fuerza, trabajo e inteligencia artesanal piezas hechas con sus manos en su taller. En ese proceso de creación van imaginando mundos posibles que pueden habitar, como modelos o personajes protagónicos fuertes de sus propias historias o relatos.
“Queda abierta a la imaginación si eso que armaron es real, fantasía o un gualicho… La intención es jugar con la construcción del personaje que uno quiere encarnar y del mundo que quiere habitar.
Ese relato visual se registró con las fotos de Camila Lavalle, el estilismo de Segundo Etchebehere y el maquillaje de Barbie Mendoza, y las protagonistas de esta “historia de empoderamiento e identidades reforzadas” son Juana Cravero, Leta Cirulli y Cande Agüero.
Efímera, nueva firma de joyería
Apuntes | Notas
“Una joya también se define al ser portada en el cuerpo”

La joyera Tali Wasserman y el artista y origamista Alejo Wilkinson Hassler presentan una nueva firma de joyería contemporánea a partir de papel plegado.
Se exhibe en la edición cordobesa de Casa FOA hasta el domingo 18 de este mes
Plegar, abrir y replegar el papel para generar un universo de figuras es un arte oriental que ahora también puede derivar en joyería contemporánea.
Tali Wasserman aplica técnicas joyeras sobre objetos de papel creados por el artista visual y escénico Alejo Wilkinson Hassler, especialista en origami, para conseguir piezas únicas y portables.
“La primera vez que vi los papeles plegados de Alejo durante un evento en un taller de encuadernación no pude evitar imaginarlos en metal, convertidos en anillos. Desde entonces empezamos a probar papeles, gramajes, métodos y procesos de trabajo”, cuenta la maestra joyera, que lanza “una propuesta de joyería distinta, especial para usar”.
Durante 10 años fueron gestando este proyecto que nació de la fascinación de hacer origamis, por un lado, y joyas, por el otro. Lograr fusionar ambas artes fue una decisión que llevó tiempo, experimentación e imaginación.
“Aplico casting al papel plegado por Alejo, quien diseña patrones para módulos originales. Uso una mezcla de cera, parafina y resina en la que baño el objeto de papel para luego fundirlo en metal. Una técnica artesanal simple que sirve para transformar. Por eso, el acento está puesto en la textura y morfología de la pieza original de papel”, señala Wasserman.
Y Wilkinson precisa su aporte fundamental para las nuevas joyas: “Trabajo con el plegado, con origamis en corrugado, de esos que se abren cual fuelle. Armo un mapa de dobleces que pasa o se refleja tal cual en metal. Con esto, se consiguen piezas 3D, con un volumen y textura original. Cada plegado hecho a mano es único y distinto con patrones propios.
“Se arma el doblez y de acuerdo con la morfología resultante se define la pieza de joyería en que se va a convertir, es decir, si va más para ser portado por la muñeca, el brazo, los dedos, oreja o cuello alto: brazaletes, gargantillas, aros y anillo. Proyectamos sumar pins y otros adornos para el pelo.
“Consideramos importante cómo se lleva la joya o cómo se amolda al cuerpo. Buscamos que un papel liviano y flexible se rigidice sin que pierda su posibilidad de adaptabilidad. Lo mejor es que logramos formas propias que no remiten a la organicidad de algo ya visto”, sostienen.
Lejos de lo que pudiera creerse, por su origen en la geometría que marca el origami, son piezas orgánicas que siguen las curvas de las diversas partes del cuerpo.
“Las piezas, siempre son el resultado de la fundición. Pero ya estamos trabajando en módulos que pretendemos matrizar para no perder esa factura artesanal y para facilitar el proceso hacia una mayor diversidad de piezas”, detallan.
Por ahora, funden en bronce con el que logran jugar con las luces y brillos del dorado y blanco, pero no descartan toques contrastantes como el que se consigue con una pátina negra, indican como ejemplo. También estudian optar por otras aleaciones y baños, como plata, y hasta piensan en poder sumar oro.
No se trata de piezas sueltas sino que presentan un conjunto, en el que cada una de las joyas se vincula conceptualmente con otra por más que sean distintas, porque “hay patrones de pliegues que se continúan, tocan o repiten”.
“Este proyecto nació de la fascinación de hacer origamis, por un lado, y joyas, por el otro. Lograr fusionar ambas artes fue una decisión que llevó tiempo, experimentación e imaginación”.
“Consideramos importante cómo se lleva la joya o cómo se amolda al cuerpo. Buscamos que un papel liviano y flexible se rigidice sin que pierda su posibilidad de adaptabilidad”.
Lanzamiento
Esta nueva propuesta de joyería contemporánea se está lanzando en la tercera edición cordobesa de Casa FOA, que se realiza en la ex Academia Argüello en Córdoba Capital, hasta el domingo 18.
Se encuentran en el stand 17 de espacios creativos de esa feria, pensado por las diseñadoras Natalia Scozzari y Teresita Candela. Es un espacio habitable que explora el universo de la joyería con la instalación de un taller funcional y participativo que conjuga la práctica del oficio y la arquitectura interior.
Un proyecto logrado con la participación y protagonismo de Espacio Auroom la escuela de joyería con sede en Alta Córdoba que dirige Laura Ferrari -ofrece un enfoque contemporáneo y tecnológico a un oficio de tradición artesanal- ahora en colaboración con Tali Wasserman de Estudio Joya, que aporta una propuesta pedagógica y conceptual y muestra piezas de joyería contemporánea como elementos que pueden ocupar un lugar en la arquitectura cotidiana.
Esas piezas contemporáneas que se exhiben junto a ese atelier temporario son las de esta nueva firma de Wasserman-Wilkinson: Efímera.
“La marca de define en el proceso en el que el papel es quemado, se calcina y evapora, más precisamente, y se genera un vacío que es llenado por otro material.
“Efímera es el nombre de nuestra firma porque marca el instante en el que ese espacio puede ser completado. Muestra ese juego contradictorio entre el papel y el metal, que lejos de lo que pudiera parecer se complementan, pasan de uno a otro, del efímero papel al duradero metal. Exhibe joyas que representan una forma creativa de hacer durar lo efímero”, destaca el origamista.
Y dan cuenta de las impresiones o la devolución recibida durante la presentación que se está dando en este evento cordobés. “Es increíble que la referencia a la naturaleza es lo primero que perciben muchas de las usuarias.
“Nos damos cuenta de la transformación que logramos con el tratamiento del material porque varias comentan que advierten líneas naturales, como la de los caparazones de mulitas o tortugas, las nervaduras de hojas o la textura de las ramas, entre otras. Marcan su preferencia al elegir este tipo de piezas como una suerte de caparazón, no por su tamaño sino por considerarlo un objeto natural que protege su piel, que se destaca como imponente o atractivo. Con esto comprobamos una vez que una joya también se define al ser portada en el cuerpo”.
Proyectos
Efímera ya cuenta con una tienda virtual linkeada desde sus redes. También proyectan estar en tiendas de diseño.
Además, la joyera anunció que el próximo año abrirá una sede de Espacio Joya en Valencia, con la conducción de una ex docente de su escuela porteña, la joyera Belén Herrera, residente en esa ciudad española. Como también buscan introducir Efímera en el mercado europeo, esta orfebre se hará cargo de la producción que se requiere en ese continente.
El Banquete
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El Banquete


“El banquete, desde tiempos inmemoriales, ha sido un espacio de encuentro donde se cruzan cuerpos, ideas y emociones. Es en esta confluencia donde la celebración se transforma en un acto de creación y comunión. Esta muestra de joyería contemporánea se erige como una alegoría de ese banquete, un lugar donde lo diverso se encuentra no para asimilarse, sino para dialogar, resonar y enriquecerse mutuamente”, dice Laura Egea, curadora de «El Banquete», muestra de 14 joyeros contemporáneos de Córdoba y Buenos Aires que se estrena esta tarde en la Galería Francisco Vidal de la Casa de Córdoba, Av. Callao 332.
“En un mundo que tiende a fragmentarse, la reunión en torno a una mesa común adquiere una dimensión simbólica. Aquí, la diversidad de voces, técnicas y materiales no es una dispersión, sino una orquesta polifónica que resuena en armonía. Cada joya es una manifestación de la singularidad, una expresión única que, al colocarse junto a las demás, enriquece y amplifica su propio significado”, agrega la artista joyera.
“El banquete platónico, con su búsqueda del amor y la verdad a través de la palabra, se transfigura en esta muestra en un diálogo silencioso, donde la materialidad de las piezas articula una conversación profunda. Las joyas, con su capacidad de mediar entre el cuerpo y el mundo, se convierten en los portavoces de un discurso colectivo que celebra tanto la individualidad como la interconexión. No es solo el adorno, sino el acto de crear, lo que une a las artistas en esta celebración.
“Lo festivo, como acto de unión, se convierte en una reflexión sobre la capacidad del arte para reunirnos en torno a un ideal común: el amor por la creación y la belleza. En esta comunión de formas, se reconoce que la riqueza del banquete reside precisamente en la diversidad de sus platos, en la multiplicidad de sabores que, al unirse, conforman una experiencia única”, destaca.
“Así, esta muestra no es solo un despliegue de joyas, sino una invitación a reflexionar sobre la esencia del encuentro y la celebración. Es un banquete de formas y conceptos, donde la pluralidad no es solo una característica, sino la base sobre la cual se construye una narrativa colectiva que nos invita a reconocer en la diferencia, no una barrera, sino un puente hacia la comprensión mutua y la creación compartida”.
Participan Cecilia Kesman, Coty Nolé, Andrea Libovich, Andrea Zenobi, Lucas Pinto dos Santos, Danilo Villacorta, Carolina Moya, Marisa Kesman, Gerardo Domínguez, Nou Chaguri y Laura Egea, por Córdoba, y Roxana Casale, Vicky Biagiola y Barbara D´Ambra, por Buenos Aires.
Mundos de juego
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Mundos de juego


“Ensayamos mundos a través del juego. Probamos, soñamos, nos equivocamos, y sobre todo, aprendemos. Consideramos reglas de convivencia, nos animamos a arriesgar, a ponernos a prueba y a superar nuestros propios límites. El juego facilita el crecimiento en el hacer de cuenta que… y nos permite asomarnos a vivencias pasadas, revivirlas, enriquecerlas y modificarlas en nuestra experiencia.
“La joya comparte con el juego su origen etimológico. Deriva del latín jocale / jocus que significa juguete y objeto placentero. El término se retoma en el francés como joie, hoy joyeau”, señalan Fabiana Gadano y Mabel Pena, de la propuesta con la que exponen los trabajos de los estudiantes de sus talleres de joyería contemporánea.
Dicen que “la conocida expresión francesa joie de vivre, la alegría de vivir, denota el gozo que siente una persona ante la vida. Describe una expresión de vitalidad, optimismo, creatividad y felicidad en quien la experimenta.
“También en el portugués encontramos asociaciones interesantes: joia entendida como joya y también como alegría. La joya es motivo de alegría. Podemos pensarla y asociarla a lo mas entrañable de momentos ya vividos o proyectar otros, aún por vivir. Por eso creamos joyas. Para vivir mundos de juego”, invitan a «Mundos de juego», una muestra con una treintena de artistas que se inaugura hoy, a las 18, en El Obrador, Bme. Mitre 1670, CABA.
Exponen Silvia Abad Prat, Mirta Allutto, Hebe Argentieri, Natalia Astesiano, Graziela Belussi, Cecilia Borghi, Paula Botto Fiora, Sara Cardenal, Mariel Castelli, María Victoria Cundom, Nadia Curi Antún, Graciela Fassi, Mirta Figueroa, Andrea Galeano, Cecilia Galeano, Blanca Gobbo, Alicia Hidalgo, Vero Horak, Mónica Is, Marcela Lescarboura, Hilda Liker y Susana Mandelbaum.
También, Cecilia Mattera, Erica Mendizábal, María Rosa Mongelli, Bárbara Moses, Gabriela Nirino, Susana Ortiz, María Gracia Pane, Candelaria Quiroga, Mima Rodríguez Romero, Marisa Rogel, Marita Sario, Victoria Sosa, Gabriela Squassini, Lara Szwarcbart, Sandra Tamborini, Irene Walsh y Anita Zalts.
Joya sonora
Joya sonora
“La joyería ahora tiene voz, suena con todo, música incluida”, dice Laura Egea al presentar su collar sonoro y lutería que forma parte de su premiada colección «Territorios», que obtuvo el primer puesto en la cuarta edición de Brazil Jewelry Week.
Cuenta que durante el taller titulado «Estos no son ruidos» Vol. 2, organizado por el músico y productor Laureano Cantarutti y el pianista y luthier Samuel Majul, en el museo cordobés Emilio Caraffa, indagó en la lutería electrónica y la construcción de instrumentos.
“Decidí participar para hacer las primeras aproximaciones al mundo de la lutería y fusionarlo con mi práctica de joyería, marcando así el inicio de una serie de joyas sonoras que iré desarrollando.
“Para este proyecto, retomé mi serie «Territorios». Esta vez trabajé con alfileres con cabeza de vidrio. Y descubrí que todo encierra un sonido: el sonido es ondas y vibraciones, y resulta fascinante poder, de alguna manera, dar voz a estos territorios.
«Creé un collar choker de cuero ajustable, incorporando piezas con incrustaciones de alfileres. Estas se dispusieron con diferentes separaciones y alturas, lo cual permitió obtener sonidos graves y agudos, y variar el rebote de las ondas sonoras dependiendo de la cantidad de elementos alrededor.
“La pieza incorpora dos micrófonos piezoeléctricos que captan y amplifican las vibraciones. Por un lado, se toca como una especie de clavija sobre los territorios, y por otro, los micrófonos están ubicados estratégicamente para captar también las vibraciones al hablar, funcionando como una especie de micrófono de voz incorporado en el collar.
«Este collar sonoro se conecta a una salida de audio para amplificar todos estos sonidos. De esta manera, el collar se convierte en un instrumento y un micrófono”, precisa la artista joyera, que el lunes último hizo vibrar el collar en un concierto.
El recital se dio en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa, donde se utilizaron todos instrumentos construidos, incluyendo el collar luthier sonoro, como parte de una innovadora exploración que marca el comienzo de una serie de joyas prometedoras.
Sudakas
Apuntes | Notas
“No es casual que las mujeres lideren el movimiento de joyería contemporánea”

Hoy se estrena Sudakas, un nuevo colectivo joyero integrado por 10 artistas que se presenta en Contemporania High Craftsmanship Barcelona, la feria internacional que inaugura un formato más ampliado que incluye no solo joyería contemporánea sino también textiles, cerámica, vidrio, laca, metal, papel y madera.
Rita Soto, Patricia Iglesias, Valeria Martínez, Yael Olave y Lorena Jarpa, por Chile; Ana Calbucci, Renata Meirelles y Mayumi Okuyama, por Brasil, y Fabiana Gadano y Mabel Pena, por Argentina, son las protagonistas.
Estas habitantes del Sur, como les gusta llamarse, porque se expresan desde un territorio afín, revelan cuestiones que nos interpelan en Latinoamérica: la diversidad, la ecología, el reciclaje y el feminismo.
«Sudakas» es también el nombre de la exposición con la que buscan resignificar y revalorizar su origen sudamericano. Las joyas de arte que exponen muestran su preocupación por la situación social que atraviesan en cada uno de sus países. Algunos de los temas que las reúnen son las condiciones en que viven las mujeres, la necesidad del cuidado del medioambiente y la falta de políticas que incentiven el reciclaje.
Conocé en profundidad sus motivaciones e inquietudes y cómo son sus últimas obras que ya se ven en Barcelona.
Esta iniciativa surgió por inquietud de las joyeras chilenas Rita Soto y Patricia Iglesias en conversación con su colega brasilera Ana Calbucci durante la última edición de Brazil Jwelry Week, en el que se plantearon la posibilidad de converger o acercar la joyería contemporánea de ambos países a propósito de la feria de arte Contemporania. Y las promotoras chilenas hicieron extensiva la convocatoria a la Argentina.
“Aceptamos el convite de reunir la obra de las exponentes de estos tres países en un colectivo sudamericano. El propósito es que consigamos que se mire más a nuestro continente a través de nuestro trabajo en joyería contemporánea. Y lo distintivo es que todas somos mujeres latinoamericanas y representamos lo mucho que podemos dar y crear.
“La pesquisa tiene que ver con el territorio en que nos desarrollamos, por ahora de estos países pero que bien podría extenderse. En principio fue por afinidad y necesidad de juntarnos y potenciarnos para poder presentarnos en el exterior, en esta exposición y feria de Barcelona. Porque tenemos un conocimiento intrínseco de cada una, quisimos iniciar un diálogo y acá estamos haciendo conversar nuestras joyas”, cuenta Ana Calbucci.
“Nuestra intención es sumar el trabajo que a cada una nos convoca, siguiendo nuestra propia línea. Advertimos que tenemos muchos puntos en común con conceptos base similares. Se trata de temas relacionados con el lugar donde estamos, el territorio que habitamos y con las cuestiones que nos interpelan en Latinoamérica: la diversidad, la ecología, el reciclaje y el feminismo que se vive en nuestra región, siempre con una mirada desde el arte”, explica Fabiana Gadano.
Sudakas es un colectivo de diez mujeres joyeras que comienza por presentarse en la feria de arte Contemporania, ex Joya Barcelona, que ahora se amplía y no solo trata sobre joyería contemporánea sino que incluye textiles, cerámica, vidrio, laca, metal, papel y madera. Lo integran Rita Soto, Patricia Iglesias, Valeria Martínez, Yael Olave y Lorena Jarpa, por Chile; Ana Calbucci, Renata Meirelles y Mayumi Okuyama, por Brasil, y Fabiana Gadano y Mabel Pena, por Argentina.
“Nos inspiramos en la reversión del significado del término cuir o queer que termina por poner en valor y fortalecer socialmente a las distintas identidades o disidencias de género o sexual, las que en un primer momento eran discriminadas con esta palabra. Haciendo un paralelo con esto, tomando el concepto de distinto o extraño, sudacas también se usaba despectivamente, quisimos revertir esa idea y convertirla en nuestra identidad. Y tomamos la sudakía como una característica, con la posibilidad de ser como otros grupos o comunidades, con toda su valía y potencial; así lo hicimos propio, desde un lugar de fortaleza no de disminución.
“Así nos resignificamos y revalorizamos con nuestra joyería de arte, ya que nos reconocemos y exponemos como tales muy orgullosas de ser sudamericanas o sudacas”, precisa Fabiana Gadano.
“Somos mujeres joyeras latinas que tenemos en común no solo el hacer obra de manera sostenida sino que también ponemos en valor la joyería difundiéndola desde nuestros talleres escuela. Esto nos define también como sudakas”, añade Mabel Pena
En la puesta en escena que se ve en Contemporania se advierte la preocupación común por la situación social que se atraviesa en cada uno de sus países. Algunos de los temas que las convocan son las condiciones en que viven las mujeres, la necesidad del cuidado del medioambiente y la falta de políticas que incentiven el reciclaje. A partir de esto, cada una presenta su propia colección de joyas.
“El trabajo de cada una es bastante compacto y a pesar de que los temas son densos visualmente se contrarrestan con piezas muy coloridas, entre engamadas y contrastantes, y con el despliegue técnico que caracteriza a la joyería contemporánea visto en piezas de escala importante, según el lenguaje o la mano de cada una”, destacan.
Esta primera edición de Contemporania reúne a 130 profesionales de la artesanía y la creación de todo el mundo con propuestas basadas en la innovación y la visión artística de la artesanía contemporánea.
Cuenta con 12 ganadores de prestigiosas ferias de joyería de arte a nivel mundial; 23 artesanos representadas por galerías; 33 artistas de cinco colectivos, entre los que está Sudakas; y 26 profesionales de cuatro instituciones internacionales de artesanía como el World Crafts Council Europe, el Consorcio de Comercio, Artesanía y Moda de Cataluña y el World Crafts Council África. En paralelo, más de 240 profesionales participarán en el Off Contemporania, un circuito que ofrece exposiciones en galerías y espacios artísticos de Barcelona.
Joyería sudaka
“Hay mucho uso de materiales plásticos, reciclados, como el que trabaja Yael Olave y el PET que interviene Fabiana Gadano, y de fibras 3D que utilizan Ana Calbucci, Mabel Pena y Renata Meirelles quien también suma fibras textiles, como cordones y cuerdas. Asimismo, hay fibras naturales que emplea Patricia Iglesias u otras de origen animal como el crin que teje Rita Soto. Y está presente el metal con el característico cobre chileno en las piezas de Valeria Martínez; un mix entre textiles y metal que se ve en el trabajo de Lorena Jarpa, y metal y esmalte en las creaciones de Mayumi Okuyama”, señalan, sobre las piezas que se ven desde hoy y hasta pasado mañana en el Palau de Pedralbes de Barcelona, abierto al público con registro previo en su web.
La decisión del colectivo de estrenar su trabajo mancomunado en Contemporania se debe a que “en Barcelona siempre se ha generado un polo de vanguardia en diseño, joyería contemporánea y, ahora, se abre a otras artes. Nos interesa presentar nuestra mirada latina con nuestro lenguaje.
“Contamos con la curaduría y apoyo de Paulo Ribeiro que también tiene el ojo puesto en el trabajo latinoamericano. Nos encantó su proyecto y éste nos permite estrechar lazos en un espacio que sin duda nos abrirá muchas puertas, también a países de habla hispana.
“Una oportunidad que aprovechamos porque se trata de una feria con ventas directas de los artistas al público en general, coleccionistas, galerías y otras instituciones. Y supone una vinculación interesante entre los diversos realizadores, ya no solo de joyería.
“Estamos alertas para que esto pueda continuar. Se verá una edición de Sudakas en octubre del año próximo en la 4ª Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, en uno de los circuitos de exposiciones que se realizarán en varios países, con sede central en Santiago de Chile, bajo la consigna Co-Devenir”, indica Gadano.
“Hay temas que nos convocan y no es casual que el movimiento de joyería contemporánea latinoamericana esté protagonizado por mujeres, por eso nos interesa en particular su realidad y problemática. Si bien hay muchos hombres joyeros, es interesante el liderazgo femenino porque tradicionalmente fue un oficio reservado a los varones. Por eso este grupo está para fortalecer a las habitantes del Sur.
Colecciones personales
“Entre todas las sudakas presentamos la alegría latinoamericana y, aunque contrasta con nuestra realidad compleja, creo que hacemos un aporte importante del color y la forma. Esto tiene que ver con ese revertir el nombre, con las joyas queremos resignificar la realidad.
“No hacemos más que fortalecer la idea de sudakas que ya está incorporada de manera positiva. Ya logramos darle una vuelta de tuerca con bastante fuerza”, destaca Mabel Pena, que en esta oportunidad exhibe sus últimas piezas de «Humedales», hecho con bolsas de plástico recicladas en mix con otras fibras o texturas, además de su trabajo manual del 3D en otra paleta de color.
“En el trabajo de Sudakas se juega mucho con los opuestos, sobre todo, en el uso de últimas tecnologías y técnicas ancestrales. En particular, presento piezas de plata, texturadas con 3D -dice Pena- y, por ejemplo, Rita Soto también actualiza una antigua técnica que aplica crin de caballo, entre otras propuestas”.
Por su parte, Ana Calbucci cuenta que exhibirá “lo último de «Mimesis», hecha con un bolígrafo 3D con el que dibujo los hilos uno a uno y luego también los pinto uno a uno para tejerlos al crochet”. Una obra que recuerda comenzó en la pandemia, en un entorno diferente que influyó en sus nuevas piezas “exageradamente coloridas”, con mucho verde y rosa. Señala que es un material similar con el que trabaja Mabel Pena con resultados distintos que se enriquecen.
Lo de Fabiana Gadano es «Sitiados», una serie muy sanguínea, orgánica, que toma la forma de arterias y venas, como partes de un cuerpo desgarrado. “Se refiere a la cantidad de plástico que estamos ingiriendo y que de alguna manera ya tenemos incorporados. Quedé muy impresionada con un artículo que leí sobre este tema y casi sin pensarlo, empecé a trabajar con el color rojo para piezas más dramáticas. Un giro que revela una necesidad de expresión. También sigo con tonalidades azules, celestes y grisáceas que aluden al agua vital que estamos arruinando o malogrando permanentemente. Con todo, mantengo la necesidad de experimentar con los materiales en busca de un nuevo lenguaje, con una mirada estética”.
Entrevista a Jorge Castañón
Apuntes | Notas
“Decido no agregar más materiales a este mundo sino utilizar lo que tengo”

En unos días Jorge Castañón estrena su tercera muestra individual internacional llamada «Manual para pequeñas reparaciones» en Jewelers’Werk Galerie, en Georgetown, Washington DC.
Una serie de piezas que representan lo que siente y piensa: “Si todos hiciéramos unas pequeñas reparaciones, tal vez tendríamos un mundo más vivible, más creíble, más saludable”, sostiene.
Una propuesta que se suma a su participación de la nueva edición de «La Frontera», la exposición itinerante que este mes vuelve renovada a diversas galerías de México y Estados Unidos.
Además, también formará parte de la exhibición homenaje del maestro cincelador Edgar Michaelsen del que fue discípulo.
Pensamientos que materializa, reflexiones que comunica a través de joyas únicas para “poner algo de poesía a este mundo”. De como Frankenstein puede dejar de ser un monstruo y un auto chocado un descarte, y más.
Lleva un pin medio esfera en mix de metales que recuerda a las piezas que formaron parte de su primera etapa como joyero, una más metalera, esa que aunque alejada vuelve de alguna manera.
El maestro Jorge Castañón recibe en su “ecléctico” taller para hablar de sus proyectos: estrenos y presentaciones que dan cuenta de su obra en los últimos años.
En el espacio de La Nave, en variedad de cajones y estantes sus piezas representativas se guardan, aguardan. Parecen como agazapadas a punto de dar el salto exhibicionista.
Allí está su primera pieza cincelada, un broche tipo fíbula con el bajo relieve de ramas de orquídeas que le regaló a su hija, y la última, de 1985, un elaborado espejo de mano que se pudo apreciar en «Respirar, pensar, hacer de cuatro joyeros contemporáneos» y que ahora volverá a escena en una exposición homenaje al maestro cincelador Edgar Michaelsen del que fue discípulo.
Hay algo de lo reflexionado en «Mientras los circos duermen», su libro con trabajos, reflexiones y dibujos sobre la joyería contemporánea de 2004-2005.
Pruebas truncas, algunas piezas “distópicas” que no cree que salgan del taller u otras trabajadas en metal, también potenciales pedazos de maderas de laurel o limón, mucha joya en proceso como broches sin terminar entre los que se destaca la figura de un “hombre que estuvo como fantasma” esperando ser terminado como colgante y otros proyectos que se van definiendo y tal vez puedan verse en la próxima edición de Schmuck, “hay que tirar la botella al mar”, propone, y trabaja sobre la idea de reparación que luego charlará en detalle. En paralelo, experimenta con cúrcuma y maderas varias.
Muestra que prepara piezas que representan “una conversación entre animales y hombres” y señala contento: “En esto se me pasan los días”. Se guardó su primer broche autito chocado en madera e hilo de lino porque representa un momento de su vida que lo cambió o le permitió repararse, dice, y un par de aros-caja similar al que en breve exhibirá en Washington, que admite, lo “enamora”.
Todo en medio de un taller que, aunque lo niegue se ve prolijamente ordenado con cientos de herramientas dispuestas para ser usadas, para crear “lo que pienso o siento”.
Señala que sus joyas son sus “mejores palabras o mejores actos… y cuando termina dice: “Estoy feliz de que pueden salir al mundo a comunicar”. Y en eso está porque en unos días estrena su tercera muestra individual internacional llamada «Manual para pequeñas reparaciones».
Es una muestra de su trabajo de los últimos tres años. Se trata de su segunda exhibición individual en Jewelers’Werk Galerie, en Georgetown, Washington DC, el espacio de la artista y galerista Ellen Reiben que lo representa.
Pero es su tercera exposición individual internacional, ya que la primera que hizo en el exterior fue en Velvet da Vinci contemporary jewelry and sculpture en San Francisco con el invaluable apoyo de Mike Holmes y Elizabeth Shypertt en 2012.
«Gestos, reparaciones y otras emergencias» fue su segunda expo en 2016 y ésta es una suerte de continuidad. “Siento que ese título está vigente porque continúan faltando los gestos y las reparaciones siguen siendo muy necesarias. Además es una propuesta en la que sigo haciendo para reparar”.
Recuerda que a Jewelers’Werk de alguna manera llegó por la joyera alemana Andrea Wippermann, quien a la distancia le señaló o presentó a Ellen Reiben durante una edición de Schmuck. Con los años ese saludo se convirtió en una comunicación para invitarlo a realizar su primera muestra individual.
“Una experiencia muy valiosa y gratificante que este mes repito después de tres años de postergación por la pandemia. Tras esta primera exhibición, las piezas quedaron en su galería y desde entonces comercializa mis obras”.
_¿Por qué un manual y cómo son esas reparaciones?
_En un manual a veces tenés instrucciones, pasos a seguir o sugerencias para hacer con las manos, y siempre está bueno reparar o, más bien, repararse. Yo siento que soy un hombre reparado y como tal me muestro a través de mi obra de joyería contemporánea, que hoy es una expresión de esas reparaciones. La pandemia, como a muchos, me afectó y el taller La Nave salió a flote a pesar de no haber presencialidad, seguimos adelante cambiados, reparados. Mis piezas hablan de algunas cosas por la que yo pasé y se destaca esa imagen de auto chocado porque siento que soy uno de los que también chocó y, tal vez, metafóricamente, así vivimos. Esa sensación de chocado me hizo pensar que había algo que reparar. Y está bueno rescatarla porque hoy más que nunca hay que entrar en un proceso de reparación. Cuando hablamos de reparar, en general, nos referimos a un objeto o lo aplicamos a un uso externo, pero creo que llegó el momento de que el principal objeto a reparar seamos nosotros mismos.
Con «Gestos, reparaciones y otras emergencias» planteé la segunda oportunidad de los objetos, ahora llegó el tiempo de pensar cuanto antes en nuestra segunda oportunidad. Inmersos en esta situación en la que estamos, tenemos que repensarnos si no vamos terminar chocando mal. Hay que llamar a la reflexión porque estamos al límite.
Ya el naturalista británico David Attenborough hizo suyo el precepto del economista también inglés Kenneth Boulding que ya a mediados de los años 60 decía que cualquiera que crea que el crecimiento exponencial puede continuar indefinidamente en un mundo finito es un tonto o un economista.
Y Attenborough lo sostuvo al decir que si imaginamos que los recursos de este mundo finito son infinitos estamos locos o somos economistas. Es que estamos atrapados en esta lógica económica en la que tiende a prevalecer lo redituable.
Más aún, en su ensayo «Vida líquida» el sociólogo Zygmunt Bauman plantea que necesitaríamos no uno sino tres planetas iguales al nuestro para mantener a todos los seres humanos con el mismo nivel de confort que el ciudadano norteamericano medio. Con todo, en momentos que hasta se niegan las condiciones en que estamos o en que dejamos al planeta es fundamental empezar a cuestionarnos y repensar lo que hicimos, hacemos y haremos porque el ambientalismo no es un invento ideológico ni el planeta está perfecto.
En este contexto, creo que no podemos seguir fabricando, consumiendo y gastando. Por eso, decido no agregar más materiales a este mundo sino utilizar lo que tengo con mis herramientas. Sostengo la reutilización, pero ya en este momento no hay que pensar en fabricar algo más. Hoy no alcanza con reutilizar, hace falta hacer menos para cambiar los paradigmas de consumo.
Para mi trabajo, combino técnicas de joyería y de carpintería. Reúno muchos materiales que encuentro, sobre todo, madera en pequeños trozos de descarte. Y vuelven para tener una segunda oportunidad, para contar una nueva historia aunque sea mínima. Les doy una nueva voz.
En «Manual para pequeñas reparaciones» intento comunicar la fragilidad de los semejantes y del mundo que los rodea e insisto en hacer un llamado urgente a que nos examinemos, nos reparemos y cuidemos los unos a los otros. Es que veo el valor de las cosas desgastadas, rotas, usadas y abandonadas, y la necesidad de rescate y renacimiento. Utilizo materiales básicos, sencillos, trabajados con cariño, con paciencia y en silencio. Si se rompe, trato de repararlo. Me hicieron eso muchas veces…
Hay muchos que coinciden con esta convicción. Por ejemplo, la socióloga especializada en moda Susana Saulquin plantea los nuevos dilemas del consumo y la importancia de incluir valores éticos tanto a la hora de elegir la ropa, accesorios y joyería incluida, como de producirla. Dice que hay que hacer nuestra vestimenta sin dañar el medio ambiente, sin explotar a nadie y aprovechando o cuidando los materiales disponibles o con que se trabaja.
“Veo el valor de las cosas desgastadas, rotas, usadas y abandonadas, y la necesidad de rescate y renacimiento. Utilizo materiales básicos, sencillos, trabajados con cariño, con paciencia y en silencio”.
_Hay que comprar menos y elegir más.
_Sin duda. Es la disyuntiva en la que estamos, algunos tratando de salir de la trampa de la moda que supone comprar y descartar.
Con todo, la muestra quiere ser una reafirmación de esa necesidad de rescate y renacimiento. Y por esto de alguna manera sostengo una conversación a través de objetos, que terminan siendo mis interlocutores o voceros de lo que pienso.
_¿Qué pensás o qué querés transmitir?
_Con mi joyería me apropio del planteo del fotógrafo, crítico de arte y escritor John Berger que decía: si algunas cosas que pienso no las escribo y puede que queden sin decir, reforzado por su colega Diane Arbus que planteó que la fotografía muestra lo que mucha gente se imaginaba que no existía.
Trato de hacer piezas que hablen o se refieran a ciertos temas porque corremos el riesgo de no tenerlos en cuenta o de olvidar. Combatir el olvido o la no memoria es una buena opción para la joyería contemporánea.
Para esto, uso un pedazo de madera que en general siempre tiene grabado un recuerdo que está bueno traducir o poner en evidencia. Con esto puedo sacar de mi imaginario y compartir lo que siento o pienso, también, sobre todo, porque no quiero que hablen por mí o como decía el sociólogo y publicista argentino Rodolfo Fogwill: escribo para que no me escriban. Y bueno, hago joyas para poner algo de poesía a este mundo.
En este sentido, pienso que hay que hacer una nueva creatura, al modo Frankenstein, tal vez, con ese cuerpo a partir de la unión de distintas partes… Tenemos que reconocer que todos tenemos defectos y que no debemos señalar con el dedo y rechazar a las personas que son diferentes a nosotros, si no vamos a acabar destruyéndonos los unos a los otros hasta que no quede nada más por destruir.
En este sentido, opino que Frankenstein no era tan monstruo, el famoso personaje pedía cosas esenciales: necesito alguien que sea como yo y poder amarlo. Por esto, hay que hacer una nueva creatura.
Insisto en que el mundo, el ser humano tiene que repensarse y ver de qué forma puede hacerse preguntas para ser distinto o ser una nueva creatura. No sé, hacer algo distinto de lo que está haciendo que es bastante atentatorio del otro. Tenemos un bajísimo registro del otro, de las necesidades del prójimo, hay un gran nivel de degradación del ser humano, una inconsistencia en los postulados que se plantean públicamente, una falta de ideas fundamentadas y una alarmante inmediatez marketinera, no circula información crítica sino una solapada defensa de intereses que confunden, nos volvimos muy desmemoriados y la situación de vulnerabilidad nos condiciona. Por eso tenemos que discutir ideas, lo que realmente queremos o pretendemos, y así repensarnos, recrearnos,
Desde la joyería contemporánea trato de comunicar estas ideas que pienso y reflexiono. Comencé a pergeñarlas materializándolas en especies de Frankenstein cuando en su momento participé del proyecto de exvotos que propuso la joyera Jimena Ríos.
Esta es una nueva oportunidad para hacer un nuevo o nueva Frankenstein, una nueva creatura rearmada, reparada. Y esta renovada propuesta se suma ahora a esta serie que se incluye en «Manual para pequeñas reparaciones».
“Combatir el olvido o la no memoria es una buena opción para la joyería contemporánea”.
_¿Tu intención es que cada uno haga su propia reparación?
_Estamos en un tiempo de reparaciones, sin duda, y con el concepto de manual o librito de instrucciones de cómo hacer algo sí juego y propongo que cada uno haga su propia reparación a partir de una pieza de joyería contemporánea.
No soy quien para decir cómo se arregla el mundo, pero creo que puedo intentar hacer una contribución, por eso «Manual…» quiere ser de alguna forma un humilde o pequeño aporte. Si todos hiciéramos unas pequeñas reparaciones, tal vez tendríamos un mundo más vivible, más creíble, más saludable.
Así, con esta idea hice algunas piezas que son una reconstitución de otras que nos muestran lo que literalmente es estar chocado o roto, otras con partes de cuerpos como corazones como los que se ven en la pieza del cubilete u otras con figuras de brazos.
Solo quien entiende lo que es romperse y busca reconstruirse puede expresarlo. Reconozco que si no me hubieran reparado, no estaría acá… Por eso insisto en el tiempo para reconstruirnos o repararnos o de salir de esa guerra interna que se exterioriza o mediatiza. Necesitamos un vuelco positivo en nuestro favor, que contribuya a nuestro bienestar, a mejorar. Tal vez ya estamos en eso porque creo que todos nos vamos reparando de alguna manera para seguir adelante y no sólo desde el punto de vista físico o mediante médicos. Todo es reparable, pero primero hay que tomar conciencia.
Cuando se exhiban estas piezas y alguien recepcione esta idea y la haga suya será una gran alegría para mí, la alegría de hacer algo que transmita una idea que pueda contribuir a hacer un mundo mejor.
“Propongo que cada uno haga su propia reparación a partir de una pieza de joyería contemporánea”.
_¿Con qué hiciste tus reparaciones joyeras?
_Con materiales recuperados, maderas juntadas, sobras de luthiers y, sobre todo, maderas de la calle y que me regalan porque muchos saben lo que junto y cuando ven la posibilidad de que sea un Castañón me lo asignan. También hay otras cosas que voy recolectando, como piedras y vidrios de la playa. Todas las piezas tienen la connotación del tiempo, hablan del tiempo que pasa, del que tuvo que transcurrir para que para que un vidrio se esmerilé, todo lo que tuvo que ir y volver del mar, por ejemplo. Y disfruto de trabajar estos materiales porque siento que puedo gritar o hablar con libertad.
Esta serie incluye muchos colgantes, no imaginé hacer tantos anillos y no hay broches como en otros trabajos. Esta obra quedará en Jewelers’Werk Galerie, en Georgetown.
Soy bastante impulsivo y las piezas van saliendo en diálogo con el material. Son 37 porque tengo una manía con un número impar…, el cual prefiero antes que par; lo impar tiene una cuota de incertidumbre que genera expectativa.
“Disfruto de trabajar estos materiales porque siento que puedo gritar o hablar con libertad”.
_Seguís trabajando la forma de lápiz
_La muestra «Manual…» incluye una serie especial de 30 lápices de madera. Como ya dije en otras oportunidades, considero que el lápiz es una herramienta muy poderosa para decir y escribir y hasta hacer.
Es una representación de lo que se puede comunicar. También una herramienta con la que se puede meditar, pensar, reflexionar antes de actuar. Juego mucho con la imagen del lápiz, he hecho lápices de distintos materiales y diversas maderas. Piezas que, por lo que simbolizan, decidí cederlas a la galerista que me representa para que disponga.
“El lápiz es una representación de lo que se puede comunicar. También una herramienta con la que se puede meditar, pensar, reflexionar antes de actuar.”
Además estás participando de una nueva edición de «La Frontera».
_Sí. Se trata de una serie de dos piezas: «Hacia dónde va tu sangre», la que fue parte de la primera muestra, y «Pandora», que representa la idea de caja de Pandora la cual se suponía no había que abrir pero se sabe lo único que queda adentro es la esperanza. Un trabajo que forma parte de la propuesta organizada y curada por la artista joyera mexicana Lorena Lazard, y los galeristas americanos Mike Holms y Elizabeth Shypertt de la Velvet Da Vinci de San Francisco.
Y esas fronteras entre países suelen ser una situación que se repite y mantiene en conflicto por eso se refieren a que algunas veces las queremos cruzar y otras necesitamos cruzarlas buscando recomenzar, renacer, posiblemente también como una segunda oportunidad.
Pero tal vez nuestros cuerpos puedan lograrlo, pero no sé si nuestro corazón acompañará. Qué buscamos y qué dejamos, dos ideas de signos opuestos que nunca se igualan, y así nace una herida, que eternamente intentaremos que cicatrice.
Esta fue mi propuesta hace 10 años y hoy una década después, en la que pasaron muchos acontecimientos que seguramente nos interpelan, retomo para ver si somos mejores representantes de la especie humana… Es que la naturaleza nos da señales permanentemente, de las cuales debemos hacer lecturas y actuar en consecuencia.
Por eso, la primera conclusión es la necesidad de continuar trabajando y no rendirnos en nuestros intentos por seguir abriendo puentes de comunicación y sí tener esperanza como acto de rebeldía frente a los límites y fronteras.
La muestra se exhibirá en el Stanlee & Gerald Rubin Center for the Visual Arts, en El Paso, Texas desde el último jueves 31 de agosto al 15 de diciembre próximo. Seguirá por el Centro Cultural de las Fronteras UACJ, en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, desde mediados de octubre próximo hasta diciembre también.
Continuará en enero del 24 en el Museo Internacional Mingei, de San Diego, California, hasta agosto del año que viene. Para terminar, esta itinerancia se dará en el Centro Cultural Tijuana del 16 de febrero de 2024 al 24 de mayo de 2025.
“Retomo (el tema de las fronteras) para ver si somos mejores representantes de la especie humana… ”
_¿Cómo es el homenaje a Edgar Michaelsen del que participarás?
_Para mí, fue una persona muy importante y también para la platería y orfebrería de Argentina. Un docente único con gran expertise en las técnicas de herrería artística, adquiridas en la Escuela Raggio a partir de lo cual trabajó en platería de forma autodidacta con colecciones de joyas en plata y oro con un estilo propio e irrepetible. Estudió con la maestra de cincelado María Bloch de Arndt y desde entonces adquirió una habilidad con el cincelado que supo transmitir de manera magistral, entre cuyos alumnos me contaba.
La invitación de Andrea, su hija, a participar de esta muestra homenaje que se realizará en breve en el Museo de Arte Popular José Hernández fue un honor.
Lo aprendido con este gran maestro es una técnica sobre un material que ya no uso pero que su aplicación me representó.
En esta oportunidad mostraré una pieza hecha con él y otra de factura posterior, que es un espejo ya visto en «Respirar, pensar, hacer de cuatro joyeros contemporáneos». Se trata de la primera y la última que representan mi trabajo con cincelado.
Un camino infinito
Apuntes | Notas
“Desde la joyería contemporánea queremos ser parte de la época que estamos viviendo”

Hoy se estrena «Un camino infinito», la exposición de joyería contemporánea que organiza Joyeros Argentinos en conmemoración de 40 años de Democracia en el Museo Histórico Sarmiento, en el barrio de Belgrano, hasta fines de octubre.
Continuará en Ituzaingó en noviembre y promete cerrar en Santiago de Chile durante la próxima edición de la Bienal.
Participan 36 artistas mujeres argentinas que exponen su joya de arte junto a una foto inspiradora, entre imágenes periodísticas y testimoniales. Durante la muestra se ofrecerán charlas y talleres asociadas a la propuesta.
Laura Giusti, Paula Isola y Fabiana Gadano, curadoras de la muestra, destacan que “la joyería de arte es un reflejo del momento en que vivimos, un testimonio que consigue expresar la actualidad con su lenguaje; una joya contemporánea sin duda habla del instante en que fue hecha”.
«Un camino infinito» es la muestra de joyería contemporánea que organiza Joyeros Argentinos en conmemoración de 40 años de Democracia ininterrumpida.
Se trata de una expo itinerante que comenzará a exhibirse en el Museo Histórico Sarmiento, en Cuba 2079, desde hoy sábado hasta el domingo 29 de octubre.
Seguirá en noviembre en el Museo Histórico de Ituzaingó y, el año próximo, durante la nueva edición de la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, esperan poder llevarla a Santiago de Chile.
Ser parte del relato de nuestra Democracia y de la propuesta de caminos posibles fue la iniciativa a la que se sumaron decenas de artistas.
A partir de una fotografía significativa abordaron estas décadas vividas a través de una pieza de joyería. Fueron seleccionadas 36 obras realizadas por 36 joyeras argentinas de distintas zonas del país.
Laura Giusti, una de las curadoras, junto con Paula Isola, también de Joyeros Argentinos, y Fabiana Gadano, integrante del mismo colectivo, señalaron cómo fue el proceso de curaduría, qué tuvieron en cuenta y cuál es la resultante joyera que se verá a partir de hoy.
Democracia, tema insoslayable
_No es la primera convocatoria por la democracia o con temas relacionados con la vida política del país, ¿Por qué deciden tratar estos temas desde la joyería?
_La primera convocatoria fue «40 años: arte, memoria y futuro» para conmemorar los 40 años del golpe de estado cívico militar. Le siguió la exposición «8M» sobre la mujer trabajadora que se fue actualizando con el aporte de nuevas piezas de joyería de artistas interesados en mantener el tema vigente, y esta es la tercera que tiene que ver con temas sociopolíticos.
Sin duda, este es uno de los temas insoslayables, sobre el que venimos convocando desde el año pasado y, aunque el panorama político cambió mucho y tal vez las percepciones de hoy son otras, busca reflejar la mirada joyera a 40 años de la recuperación de la democracia.
Como cualquier otro ciudadano que puede o no participar de la vida política del país al joyero le interesa mostrar su punto de vista mediante la joyería contemporánea.
Como artistas estamos inmersos en la sociedad en que vivimos y participamos. En particular, lo nuestro es un aporte para seguir consolidando esta democracia que supimos conseguir, destacando la importancia de vivir en ella: por la recuperación de derechos adquiridos y la necesidad de seguir luchando por muchos más que aún nos faltan, sin dejar de estar atentos a que hoy esto no retroceda ni se pierda para no tener que volver a pensar a la democracia como tal; el riesgo es grande y hoy se resignifica más que nunca la propuesta.
Además, la joyería de arte siempre es reflejo o muestra del momento en que vivimos, es un testimonio porque consigue con su lenguaje expresar esa actualidad, una joya contemporánea sin duda habla del instante en que fue hecha. Desde la joyería contemporánea queremos ser parte de la época que estamos viviendo.
_¿Esta inquietud y reflejos se plasmaron en las piezas de joyería presentadas?
_Sí, claro, aunque quedará más evidente en la edición y armado de la muestra en general. Pero sí ya lo vimos particularmente en los textos que acompañan cada pieza que resultaron un manifiesto de cada artista con su mirada sobre el tema, y de alguna manera fueron respondiendo a los cuestionamientos planteados en la convocatoria: ¿Cuáles fueron estas conquistas? ¿Cuánto ganamos y conservamos? ¿Cuánto ganamos y volvimos a perder? ¿Cuánto nos queda por recorrer? ¿Qué luchas continúan, cuáles todavía nos falta comenzar?, aunque todo esto hoy día se resignificó.
No obstante, pudimos encontrar lazos o hilos conductores relacionados que van de lo personal o más íntimo a cuestiones más sociales: el sentido de la democracia, la celebración y su significado, procesos vividos acentuando los vínculos o afectos que los sostuvieron, la lucha o búsqueda de más derechos, tributos como a las Madres o a la baja de cuadros de los genocidas, y los ignorados de la democracia que se mantuvieron fuera de agenda como los pueblos originarios. Y sobre eso que aún nos falta es que hoy nos preguntamos y nos preocupamos porque vemos el riesgo de cuánto tiempo más nos puede seguir faltando.
_¿Qué destacan de este proceso de curaduría: la participación, el interés por el tema, su interpretación?
_Fue lo esperado. Más allá de la cantidad de propuestas presentadas pusimos el acento en la calidad de las propuestas joyeras a partir de su factura, la profundidad de la mirada sobre el tema y, sobre todo, la coherencia, es decir, en el uso de materiales y técnicas aplicadas para que no fuera arbitrario sino que cumplieran una función de acuerdo al discurso, que contribuyera a la comunicación de la idea por transmitir, que la relación con el tema fuera evidente y claramente que tuviera estrecha relación con la foto elegida.
Los participantes son todas argentinas y destaco el género porque esta vez resultaron todas artistas mujeres.
_¿Por qué la sugerencia de que el disparador fuera una foto? Se expone foto y pieza?
_Se propuso trabajar a partir de una foto, de una impresión gráfica de algún momento de estos 40 años de democracia.
Las fotos, sobre todo las periodísticas, son el testimonio más elocuente de estos años de democracia. La posibilidad de elegir libremente una foto tenía que ver con qué los interpelaba más. También hubo fotos personales significativas que en todo caso apelaron a la memoria emotiva de cada artista que permitió expresarse y desarrollarse con libertad y naturalidad, de manera sensibilizada, muy movilizados. Así, hay mucha foto periodística y otras testimoniales, también fotos de obra. Exponemos fotos y obras.
_¿Hubo alguna constante en materiales o técnicas, o coincidencias respecto de miradas e interpretaciones?
_Hay gran variedad de materiales como en todas las muestras de joyería contemporánea. Hay cerámica, metal, textiles tejidos, telas, plásticos, arena, saquitos de té y mucho más, que invitamos a descubrir y ver desde este sábado.
_¿Qué charlas y talleres ofrecerán?
Aún no está definido el calendario de charlas y talleres de estos meses. Habrá un taller infantil abierto al público, seguro. Sí está confirmada una conferencia de la Unidad Nacional de Artistas Visuales, que incluye a la joyería de arte, claro, sobre el proyecto de creación de un instituto y su importancia para las artes visuales.
Joyeras participantes
Participan Fabiana Gadano con «Respiración», Adriana Gómez con «Verdades dobladas», Alejandra González con «Qué es el amor», Ana Lavarello con «Brotes verdes», Andrea Serini «DEMOCRACIA en-CADENA(da)», Carmen Romero con «Línea Roja», Cecilia Borghi con «Ronda», Cecilia Mortola con «La Ronda», Gabriela Nirino con «Sumá tu voto», Gabriela Varela con «Gesto», Graciela Lescano con «En el país de Nomeacuerdo», Graciela Manzione con «Pasos», Graciela Riva con «Sana, palabra», Hebe Argentieri con «Infinitas Mareas», Iona Nieva con «Trama colectiva», Jessica Morillo con «Vermut, papas fritas y good show», Laura Escliar con «Recital de Serrat», Laura Leyt con «Proceda y Laura Nucenovich con «Habrá que gritar más fuerte».
Asimismo son parte de la expo, Lula Cuestas con «¿Y “ellas” dónde están? », Luna Ventura con «El quinto poder», Luz Arias con «Equilibrio entre las partes», Mabel Pena con «Democracia, presente», María Eugenia Ramos con «Entre sueños y anhelos. Una trama posible», Marita Sario con «Historia de amor», Marta Sánchez con «Voto», Patricia Mogni con «De tierra de sal», Patricia Trigub con «Corazón», Paula Botto Fiora con «1983», Paula Isola con «Haciendo», Poly Iglesias con «Bombas en mi cole… Nunca más», Roxana Casale con «Aunque duela», Silvia Abad con «2 x 1», Susana Nazer con «Atravesades», Susana Ortiz con «Corroída Democracia» y Vicky Biagiola con «Un mar».
La Gran Paternal joyera

«Barcas… naves… travesía…», collar realizado con capuchones de aluminio de vinos e hilo de seda. Una de las piezas que Vicky Biagiola mostrará en su estudio abierto de LGP
Roxana Casale, Patricia Mogni, Laura Leyt, María del Mar Skiadaressis y Carola Correa, algunas de las que participarán de los talleres joyeros que se abren a la comunidad en La Paternal.
La Gran Paternal joyera
Vuelve La Gran Paternal. Este finde se realiza su 11ª. edición en un barrio que congrega decenas de talleres artísticos. Cuarenta abrirán sus puertas para mostrar sus procesos creativos, formas de trabajo y últimas obras. También, como en varias ediciones anteriores se utilizará el espacio público como lugar para hacer performances e instalaciones. Los estudios abiertos de LGP son una propuesta autogestiva e independiente.
“La Gran Paternal es un encuentro que abre nuestros talleres al barrio. Les contamos a los vecinos que nos visitan sobre nuestra obra y procesos de trabajo. No es con fines comerciales. Es una red fraterna y solidaria entre artistas hacia la comunidad. Desde la pandemia estoy conectada con el grupo y ya realizamos un proyecto colectivo callejero que se llamó «La casita rodante».
“En la edición 10 abrí por primera vez mi taller y la gente vino con alegría, con ganas de saber, de preguntar y mirar todo. Y se va sabiendo un poco más sobre la construcción de un lenguaje. Hay talleres de pintura, fotografía, escultura, performance, joyería contemporánea, arte digital, grabado y más. Están todos invitados”, cuenta Vicky Biagiola, que este sábado a la tarde, desde las 16, invita a su taller en Camarones 2259.
Esta artista joyera mostrará, entre muchas otras, su obra «Barcas… naves… travesía…» realizada con capuchones de aluminio de vinos e hilo de seda.
Y compartirá su espacio con otras artistas: Roxana Casale, Laura Leyt y Patricia Mogni. Todas presentarán sus piezas de joyería hechas con materiales resignificados.
Roxana Casale mostrará piezas de su serie «Delicado equilibrio» hecha en papel japonés, papel amate y plata 9.25.
Laura Leyt, con su firma leyt-motiv, mostrará anillos de su serie «Pavimentos y otras superficies», hechos en plástico reciclado. Y Patricia Mogni exhibirá «Con el corazón roto», piezas que juegan con los volúmenes, con las grandes formas pero livianas en pasta de cartón patinada con pintura acrílica.
Ediciones limitadas
Otra de las joyeras participantes en LGP es María del Mar Skiadaressis, quien trabaja piezas únicas y en pequeñas colecciones de edición limitada con una impronta escultórica en plata 925, cuerno, hueso y madera. Dice que le gusta pensar la joyería como una práctica poética y lo hace en su taller Tres Lamas, Tres Arroyos 2001, espacio que comparte con la artista visual Alicia Seoane.
Este domingo 21, de 16 a 20, mostrarán sus procesos de trabajo, materiales y herramientas, a pasos de disfrutar de hechos artísticos, obras por fuera de un museo o galería.
Además, invitó a la joyera Roxana Buttazzoni, a los artistas visuales Carlos Porley y Marina Angel, y a la fotógrafa Laura Rivas.
“Participo desde 2017 de La Gran Paternal Talleres Abiertos por casualidad, al compartir el taller con Mariana Vidal, pintora residente del barrio. En ese entonces miraban con desconfianza que la joyería podía ser una expresión plástica, lo cual se fue disipando con el tiempo. También se fueron sumando otras joyeras que viven y tienen su taller en el barrio y cercanías, eso nos potenció y generó un pequeño circuito joyero, al que invitamos a otros artistas a mostrar sus trabajos”, cuenta María del Mar Skiadaressis.
“LGP es una construcción colectiva que sigue creciendo, desarrollando lazos colaborativos, redes amorosas donde artistas de espacios y trayectorias diversas desarrollan proyectos en común, como Proyecto Trasborde, en el cual también participo. Está integrado por 11 mujeres artistas, y va a estar presente en esta edición terminando un nuevo mural: Visibilizamos a Mujeres de La Paternal, ubicado en Cucha Cucha 2558. Se trata de nuestro tercer mural en esa misma fachada”, destaca.
Carola Correa también es de la partida y da su testimonio. “La Gran Paternal nos permite hacernos visibles en el barrio y como está creciendo, llegamos a muchos lugares, es una gran marea que se expande! LGP se realiza dos veces en el año, generalmente en mayo y septiembre, y se abre sábado y/o domingo, a elección de cada estudio/taller. Mi taller estará abierto este sábado 20, de 16 a 20”, comenta.
“Es una invitación al vecino para que conozca, en forma gratuita, un espacio donde puede aprender a realizar una joya y maravillarse con el oficio. En este día de exhibición las vitrinas de mi showroom estarán ocupadas con las joyas de los alumnxs de todos los niveles de mi taller escuela, para que a través de sus piezas cuenten qué y cómo las hacen.
“El espíritu de La Gran Paternal es de apertura para mostrar e invitar a descubrir todas las propuestas artísticas y culturales que tenemos en el barrio, no es un día de venta, es un paseo para que nos conozcan, crear lazos y sepan que su vecino tiene un espacio que seguramente sorprenderá. Un finde para aprovechar y recorrer ateliers con mapa en mano”, señala.
Inés Bonadeo en Autor
Inés Bonadeo presenta Tenazen Bucarest y Eslovenia
La joyera argentina Inés Bonadeo fue elegida su obra «Tenaz» para participar de la próxima edición de la feria Autor que se realizará el próximo fin de semana en el Palacio Oscar Maugsch de Bucarest, Rumania.
Junto a 54 joyeros de 23 países, la expondrá entre 3000 joyas que celebran los 20 años de este ciclo, 14 por Autor.
Este trabajo también se verá entre el jueves 11 y el viernes 19 en la Semana de la Joyería de Eslovenia. Un evento en el que habrá múltiples muestras, workshops y diversos encuentros en todo el país.
Allí, tres piezas de la misma colección fueron seleccionadas para ser exhibidas en «Alquimia Contemporánea. El arte de la transformación», una muestra curada y coordinada por Sandra Kocjančič en la galería Drat Joyería Contemporánea en la ciudad de Izola, Eslovenia.
Tenaz
Sobre qué la motivó en este trabajo relata: “Ramas que se adhieren a cables de alta tensión, árboles que levantan veredas, brotes que aparecen en grietas del asfalto, flores que irrumpen en medianeras, gestos disruptivos de un organismo que persiste a pesar de los embates del clima y la hostilidad del ambiente. Me fascina ese impulso de vida y la capacidad de resistencia. La naturaleza busca y encuentra su lugar en espacios inesperados logrando embellecerlos con su vitalidad.
Y agrega que es “una serie de piezas inspirada en ese gesto poético que irrumpe inesperadamente en prendas de vestir y sobre el cuerpo humano. Joyas botánicas que no se avienen a los usos tradicionales de accesorios sino que buscan y encuentran nuevos formatos que muestran la belleza única de quienes las portan. El foco está puesto en las cualidades que nos hacen únicas, nuestras pasiones, obsesiones, la singularidad que resulta un tanto fuera de lugar y no puede dejar de aflorar”.
“Me interesa trasplantar estos recursos al cuerpo humano para poner foco en los fenómenos de florecimiento personal, resistencia y coexistencia en ambientes abrumadores.
“«Tenaz» fue construida con piezas-tesoros de mi colección personal en continuo crecimiento gracias al aporte de amigos, familiares, clientes y colegas. Trabajo con material orgánico fundido en bronce, alpaca y plata con detalles de caracoles, piedra y corales. Cada pieza es única y su uso también. No hay una cantidad limitada ni un criterio excluyente de producción. Así es «Tenaz»: irrumpe, persiste, se adhiere y transforma”, puntualiza.