Apuntes | Notas

El pensamiento crítico permite la expresión a través de la joyería


Entrevista a Tatiana Apráez

Por Delia Alicia Piña

 

Tatiana-Apráez-taller-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Muy pocos países pueden hacer alarde de que su joyería contemporánea pone en valor técnicas artesanales. Aunque dice que esto ni siquiera es incipiente en su Colombia natal, la joyera, ingeniera y docente Tatiana Apráez es una de las pocas que sí puede sostener y levantar esa bandera.

En sus más de 20 años de carrera eligió el camino de la investigación, con mucho ensayo y error para metódicamente conseguir actualizar una técnica de decoración prehispánica y aplicarla a piezas de joyería contemporánea en un mix de materiales únicos.

Y le cambió la cara al llamado barniz de Pasto o técnica de mopa mopa con nuevos colores, texturas y grafismos sobre materiales inéditos. Este logro fue reiteradamente destacado fuera y dentro de su país, ya que recientemente obtuvo el Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón y en días lo vuelve a exponer en Japan Jewellery Fair.

Su innovación en detalle y cómo su escuela de joyería contemporánea es referente de la mano de la maestra joyera Nuria Carulla.


_¿Cómo pasaste de la ingeniería industrial a la joyería artística?

_Me gradué como ingeniera industrial en el año 2000 y mientras hacía la tesis sentí que algo me faltaba, que no estaba plena aun haciendo la práctica de la carrera que me gustaba en el área financiera de una empresa.

Estaba a la búsqueda y en una expoartesanías conocí a la maestra joyera Nuria Carulla, me gustó su trabajo porque era súper diferente de lo que conocía pero daba clases en Cota, a 6 kilómetros al sur de Bogotá y como ya trabajaba solo disponía de los sábados; no obstante, empecé finalmente y seguí estudiando con ella por más de un año. Es que cuando uno está abierto a recibir, pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo.

Luego de estudiar con Nuria y ahorrar me presenté en la escola Massana y quedé. Estudié Joyería Artística con Ramón Puig Cuyàs, que era director, y también con Carles Codina, lo cual resultó una experiencia súper. Allí conocí a la joyera bogotana Linda Sánchez, con quien de regreso a Bogotá nos asociamos para crear la escuela Materia Prima.

 

“Cuando uno está abierto a recibir pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo”.

 

_¿Utilizás tus conocimientos de ingeniería industrial en la joyería?

_La ingeniería industrial me dio mucha estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería, en particular, con Nuria Carulla que tiene su propio método y que ha sido una gran influencia para mí.

Sí hay mucho de la ingeniería en cuanto a procesos y construcción que he aplicado. Me gustan muchos los números, la lógica de la matemática y las habilidades financieras que me apropié para mis proyectos de joyería. También, la ingeniería industrial está muy ligada a la producción, a cómo haces un producto o prestas un servicio, y el lograr optimizar el proceso productivo para que no haya tanto desperdicio, por ejemplo, es una pericia que conseguí gracias a la ingeniería industrial y además me fue muy útil al poner en marcha mi taller y la escuela de joyería.

 

“Adquirí una estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería.”

 

_¿El objetivo de tu trabajo es fusionar técnicas de joyería con otras artesanales para piezas más contemporáneas?

_Sí. En realidad no busqué hacer joyería contemporánea o joyería de algún tipo sino que se fue dando. Al principio, mi único fin era vincular la joyería con el mopa mopa.

A 21 años de haberme graduado puedo ver en perspectiva que los dos primeros años estuve ahondando tanto en la joyería como en las técnicas artesanales. Indagué en tejido en plata, intentando solo armar piezas y también tratando de lograr una buena calidad del mopa mopa para insertarlo en la joyería. Y no me resultó tan sencillo porque es una técnica hecha para objetos de decoración más grandes. Ese objetivo implicó descubrir muy bien esa técnica y hasta lograr un cambio de mentalidad en los artesanos. Solo estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, hacia el límite fronterizo con Ecuador, de donde soy oriunda.

Entonces, después de esa búsqueda inicial, arranqué y se fue dando. Como me familiarizaba con otros materiales no convencionales de la joyería todo me fue llevando a la contemporánea. Pudo resultar una joyería medio tradicional o étnica al principio, pero como el diseño fue evolucionando me fui metiendo en este mundo de la joyería. No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales de Nariño.

“Estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, de donde soy oriunda… No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales”.

Barniz reversionado

 

_¿Qué es el mopa mopa?

_Es una técnica también llamada barniz de Pasto, que es la capital del departamento donde se realiza. En alguna época también se realizó en el norte de Perú y de Ecuador, pero el único lugar donde se desarrolló como técnica artesanal viviente, es decir, que ha perdurado en el tiempo, es en la ciudad de Pasto.

Es de origen prehispánico, perteneciente a la comunidad indígena de los Quillacingas hecha con un material muy preciado y escaso con el que impermeabilizaban vasijas y hacían cuentas para collares. Con los españoles cambian los grafismos hacia dibujos de holas, flores, pájaros para objetos de decoración.

Se hace con la resina de las hojas del árbol de mopa mopa que crece Putumayo, en la entrada a la selva amazónica; en Mocoa, la capital de este departamento, están los recolectores especializados en la obtención de esta resina, quienes conocen el camino de horas que lleva a esos arbustos silvestres y hasta allí se adentran por días, dos veces al año para conseguirla.

Ellos recolectan las hojas entre las que se segrega una resina que se cristaliza, y con la que forman una especie de piedra o bola que se comercializa entre los talleristas de Pasto. Entonces comienza un proceso bastante dispendioso de limpieza y separación de residuos e impurezas, implica molerlo y golpearlo, para tenerlo listo para pigmentar.

Después que se limpia y pigmenta, entre dos personas se estira como chicle y se convierte en una hojilla como de papel, pero de mopa mopa, de un color previamente definido con dicha pigmentación. Y esto es lo que se aplica sobre un objeto de madera, por ejemplo, o la base que se quiera.

 

“El barniz de Pasto se hace con una resina que se extrae del árbol mopa mopa que implica un proceso en manos de especializados que es bastante dispendioso”.

 

_¿Entonces, entrás en escena? ¿Aprendiste la técnica y la utilizás o tomaste una parte y la aplicás?

_Trabajo con un taller de artesanos, el del maestro Germán Obando, desde hace 18 años. Lo sé aplicar, pero para mí es una técnica de artesanos. Si bien desarrollamos juntos esa aplicación, no hago más que diseñar o crear piezas de joyería sobre las que se utiliza. Ese taller y/o a lo sumo 2 o 3 más, dependiendo de la producción, trabajan a mano esa técnica.

Por mi parte, tengo un trabajo de color de años que me permitió salir del colorido de la artesanía popular que, si bien me gusta e inspiró, no pegaba mucho con lo que yo quería expresar o con la evolución hacia la que quería orientar el trabajo. Fue una labor súper ardua hasta obtener nuevos tonos y gamas, en la que el taller quiso ayudarme. Así pasé de colores muy vivos, como rojo, verde, amarillo, azul y negro en escalas muy fuertes, para pasar a los pastel y nacarados.

De esta manera hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco. Prefiero que no haya un contraste muy grande porque esto se trata de una superposición de capas, así que va un blanco, encima un rosa pastel, más un amarillo y más para construir un nuevo grafismo también.

 

“Hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco”.

 

_¿Todo esto supuso un estudio detallado y exhaustivo de cómo se hacía y cómo y para qué cambiarlo?

_Sí, claro. Supuso una búsqueda muy particular luego de analizar piezas antiguas para ver que existía antes y también después de mucho hablar e intercambiar con los artesanos.

Además, volví a usar mucho las hojillas o láminas de oro 24 o de marquetería, las cuales dan un tono dorado espectacular, y también de plata, que desde la época de la colonia se usaba poco en Nariño.

Introduje cambios en el grafismo habitual de los artesanos, como mencioné, a través de la superposición de colores. Diseño esos dibujos de acuerdo a las piezas que pretendo, pero siempre conservo las líneas más populares de este barniz que son los cuadros.

A ese grafismo de tres líneas característica de la cenefa prehispánica la transforme en una cuadrícula que cubre toda la pieza. Sí uso mucho los cuadros y flores, como pensamientos y margaritas de la época colonial, porque justamente es lo que me gusta o me ha llevado a usar el barniz.

 

“Volví a usar láminas de oro y plata… introduje cambios en el grafismo habitual a través de la superposición de colores… diseño dibujos pero conservo los cuadros que son las líneas más populares.”

 

_¿Qué otros aportes o intervenciones realizaste?

_También, pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica, que no solo es la madera. Por 10 años trabajé con madera, tallada, torneada de manera sencilla, de mil y unas maneras. Pero me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases. Entonces, hace seis años empecé a probar con el metal con texturas o pintado con pintura granulada para conseguir una mejor adherencia y para lograr los volúmenes y formas que quería para mis piezas de joyería.

Así se dio una investigación muy interesante. Después del metal, como plata, acero, aluminio y otros que hay que prepararlos, probé en cuero.

El cambiar de la madera porosa a bases metálicas obliga a trabajaras para que el barniz no se salte o no se quiebre. Analizando advertí que si la superficie tenía cierta textura exterior el mopa mopa se adhería mejor. Es decir, con los años pasé por un proceso de investigación, de ensayo y error para ajustar la técnica.

 

“Pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica… me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases… trabajé con madera, metal y hasta cuero.”

 

Recreación en 3D

 

_¿También sumaste impresión 3D en este trabajo tan artesanal?

_Sumé bases en 3D con prototipos diseñados en computadora que imprimo en volumen sobre los que luego aplico mopa mopa. Y últimamente mezclo madera torneada con 3D y metal para, después de mucho investigar, abrir un muy buen universo de posibilidades.

El 3D me permite hacer piezas grandes sin peso porque los filamentos son muy livianos. Pero pocas veces va solo sino que lo acompaño de madera tallada a mano con construcción en plata siempre muy pensada.

A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos. El trabajo de las bases y el color los hago en mi taller de Bogotá y el mopa mopa de Pasto es lo último que se aplica.

 

“A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos.”

 

_¿Con el  3D pretendés proyectarte con piezas más grandes más allá de la joyería?

_La joyería es mi base y hasta ahora ha sido todo. Me gusta aplicar el 3D a la joyería, en mix con madera y metal, claro, para que aros y broches no pesen. Ahora estoy haciendo mis primeras piezas utilitarias que son contenedores.

Desde hace un año estoy haciendo torno en madera, porque la superficie de la madera que usaba tiempo atrás era trabajada por otras personas y debía ceñirme a lo que podían o querían hacer, que generalmente estaba condicionado a su producción o a una producción que les resultara rentable, como cuentas o pequeñas piezas, es decir, más convencionales. Y no había muchos talleres de torno especializados. Por esto también empecé a dejar de lado la madera.

Entonces decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Y por fin pude contar con las piezas que pretendía, con curvaturas o vaciarlas. Así, trabajo formas con movimientos con paredes de un espesor de 2mm, igualmente livianas, que es lo que también buscaba con el 3D.

Comprobé que se puede y desde hace un año empecé a hacer piezas volumétricas con paredes muy delgadas para objetos utilitarios o contenedores. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así; imagina lo que me falta en un año 8 bases, lo cual habla de lo que me gusta, de todo lo que puedo hacer, además de la escuela y mi taller.

 

“Decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así.”

 

_¿Usás técnicas de joyería en plata y oro en piezas de mopa mopa?

_Hay un trabajo en oro en algunos broches, pero en general todas mis construcciones están hechas en plata. El trabajo en plata, torneado en madera y el 3D se hace en el taller de joyería de La Soledad, donde diseño, armo y salen las piezas listas para poner el mopa mopa en Pasto.

 

“Todas mis construcciones están hechas en plata.”

 

_¿Trabajaste en filigrana?

_Sí, por seis años trabajé en filigrana y mopa mopa, una mezcla que se ve muy bien. En un inicio  no se ensamblaban con un armado de plata liso en cambio ahora la plata está menos a la vista con un ensamble técnico muy preciso. Por años mis piezas estuvieron ligadas entre la filigrana y la madera.

Me encanta la filigrana y he querido retomar, por eso este año voy a hacer algunas piezas. Trabajo con un  taller de Mompox, que es el centro filigranero más grande de Colombia.

Un lugar colonial pequeño en el que hay un montón de talleres, un centro portuario que se destacaba en la época de la colonia porque hasta allí llega uno de los brazos del río Magdalena. Ahí estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería.

“Estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería. Este año voy a retomar y a hacer algunas piezas.”

_¿Reversionar técnicas de joyería y artesanía es una de las características de la joyería contemporánea colombiana?

_No, no creo que la joyería contemporánea colombiana esté definida por la incorporación de técnicas artesanales. Yo vengo de un departamento o un lugar muy artesanal y construí mi camino en la joyería a partir de la incorporación de técnicas artesanales, porque fue mi objetivo al incursionar en joyería, pero no es la generalidad.

La joyería colombiana dispone de muchos recursos. Sin embargo recién estamos volteando a ver de qué se tratan o si podrían incorporarse y cómo, de manera de definir una identidad de la joyería contemporánea de Colombia.

Es que la joyería contemporánea colombiana es muy incipiente y estamos luchando para generar un movimiento. En Argentina se da una movida muy grande, acá hemos sido más tímidos porque somos más recatados; nos falta impulsarnos y abrirnos.

es una joyería muy armada, con una forma de construcción técnica precisa, con lo cual pretendemos que todo ensamble muy bien, que todo quede bien puesto, alineado, más o menos orgánico, y la portabilidad sobre el cuerpo sigue siendo muy importante por lo cual está muy basada en la ergonomía. No nos atrevemos a pasar a una escala más grande porque siempre pensamos en el uso.

Todo esto está muy bueno y es súper importante, pero a veces nos detiene, nos detenemos en estos detalles y ya, no vamos más allá. Ciertamente si una pieza no está bien construida y si no funciona bien o si no ensambla para que dure más allá de tres posturas, no está bien hecha. Nos importa mucho la técnica por nuestra herencia o historia joyera que hace a nuestra idiosincrasia. Tenemos mucha tradición orfebre con piezas utilitarias muy importantes, con comunidades joyeras consolidadas, como la filigranera que mencione. Esto sí hace la diferencia en nuestra joyería contemporánea. Argentina y Chile han avanzado más en el campo de la joyería contemporánea y Colombia empieza a estar presente hace relativamente poco.

Volviendo a tu pregunta: ¡ojalá! Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos. Ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea. Hoy no se da tanto en la suma de técnicas artesanales y sí del entorno, es decir, sí se incorpora o refleja el medio ambiente en el que vivimos.

 

“Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos; ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea”

 

Escuela contemporánea

 

_¿Cómo es Materia Prima?

_En Bogotá tenemos varias escuelas de formación tradicional. Está el Sena, o Servicio Nacional de Aprendizaje, que es público; Artesanías de Colombia, entre público y privado; varios talleres pero sin formación continua, y otro privado ligado a la alta joyería. Entonces, los interesados en joyería contemporánea debían conocer a Nuria Carulla que era la profe por excelencia o tenías que irte a estudiar al exterior.

Esto es lo que analizamos con Linda Sánchez al regresar de la Massana y nos preguntamos: por qué irse si en Colombia hay gente muy capaz que puede formar y si además hay muchos joyeros formados que regresaron al país y tienen pensamiento crítico.

 

“En Colombia hay gente muy capaz con pensamiento crítico que puede formar.”

 

_¿Qué significa formar joyeros con pensamiento crítico? ¿Por qué es importante aplicarlo a la joyería contemporánea?

_Lo del pensamiento crítico es porque pretendemos una formación en la que se vaya armando un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso. Es decir, creo que el pensamiento crítico es el que permite la expresión a través de la joyería.

Se trata de un proceso artístico en el que está involucrada la creatividad, pero no se da tanto a partir del papel en blanco, en el que la musa que llega, eso le pasa solo a algunos. Más bien se da través de un proceso de trabajo juicioso, con repetición a través del constante ensayo y error, con mucho maqueteo y dibujos para construir una idea. Una pieza de joyería no sale de un momento para otro sino que requiere de un proceso con un paso a paso en el que se va construyendo.

No tengo una formación artística sino que exploré la joyería artística para poder expresarme dentro de un proceso en el que necesito darle y darle para que resulte una idea que se acerque a lo que quiero. Hay muchos que tienen una capacidad innata pero por lo que he visto en la escuela la mayoría tiene y debe trabajar mucho.

Si no se hace una reflexión e indagación personal con un pensamiento crítico, no solo a partir de un concepto sino de una dedicada búsqueda sin rendirse no se avanza, porque es un proceso con muchos altibajos, el abajo te hace remontar y aprender.

Cuando los alumnos entienden -esto que nosotras también seguimos entendiendo como natural-  avanzamos juntos, porque estamos convencidos que la joyería es un proceso rumiante, en el que tenés que dar muchas vueltas de análisis, evaluaciones, reflexiones, conclusiones por eso lo de pensamiento crítico; es importante que una pieza sea el resultado de un pensamiento muy sólido.

Esta propuesta no existía y, si bien muchos joyeros contemporáneos creíamos en este proceso de trabajo, no existía una formación que lo ofreciera.

Por eso, con Linda decidimos fundar una escuela con esta orientación, de una con la presencia de la maestra joyera Nuria Carulla y de la arqueóloga con especialización en metalurgia prehispánica de Colombia Clemencia Plazas, quien fue por décadas directora del Museo del Oro y quienes nos ayudaron mucho para conceptualizar los lineamientos de la escuela. Entre las cuatro sentamos las bases de esta escuela de joyería contemporánea que funciona desde 2014 en Teusaquillo.

Materia Prima es como una creencia de que podemos aprovechar y multiplicar el conocimiento que tenemos y lo ofrecemos a muchos que están a la pesca o en busca y ha servido de plataforma de lanzamiento para las carreras de muchos que decidieron dedicarse con todo a la joyería. La mayoría de los que asisten ya vienen con una formación universitaria previa.

“Pretendemos una formación en la que se vaya armando en un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso.”

_¿En ese proceso que ofrece la escuela se pone el acento en la investigación de materiales o en la técnica o en qué?

_Sí, se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se dominan o se escala en las técnicas se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales.

Esto se hace a través de proyectos personales, en los que se ponen a prueba materiales y se investigan otros nuevos. También la construcción de las piezas de joyería es central, como destacaba.

Y como en muchas escuelas contemporáneas, la ventaja de trabajar en proyectos personales es que cada uno propone algo distinto y se da un intercambio enriquecedor.

 

“Se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se domina se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales a través de proyectos personales.”

 

_El Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón, no es el primer premio internacional que recibiste.

_Sí, no es el primero. Es que en un principio me presentaba en muchos concursos relacionados con la artesanía y gané varios, otro de diseño y a algunos de empresas que también destacan el diseño.

El mejor premio o el más lindo que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea otorgada por Artesanías de Colombia -una sociedad de economía mixta que promueve el trabajo artesanal- porque destacaba mi trabajo artesanal porque logré pasarlo o transmitirlo a través de la educación del oficio, y esto es muy importante para mí.

 

“El mejor premio que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea porque destacó mi trabajo artesanal por haber logrado transmitirlo a través de la educación del oficio.”

 

_¿Qué creés que vieron los japoneses de tu trabajo? ¿Destacaron la reversión de una técnica ancestral mixturada con la joyería?

_Eso creí o esperaba. La comunicación, y no por el idioma, ha sido muy difícil porque nuestras mentalidades son muy distintas. Lo que nosotros podemos ver o destacar no es lo mismo que ellos ven o ponderan o con qué lo relacionan. La embajada de Colombia en Japón me ha ayudado a vincularnos. Y se me ocurrió esa misma pregunta. Mi especulación de que habían destacado mi trabajo con esta técnica tan laboriosa se frustró un poco, porque si bien resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja señalaron que hubiesen preferido otro tamaño aunque dijeron maravillarse por el volumen, y también indicaron que les recordaba al trabajo en porcelana de una dinastía japonesa.

 

“Resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja y dijeron maravillarse por el volumen”

 

_¿Este premio te abre una puerta o te permite tener una llegada al exterior?

_Pasó y estoy súper agradecida y fue increíble; increíble que no esté específicamente ligado a la aplicación de la técnica de mopa mopa por la que doy todo, pero está bien. Voy más allá de hacerla conocer, ya que yo hago un trabajo completo que incluye nuevas formas, estructuras, colores texturas y eso es lo que realmente me interesa.

A fines de este mes hasta los primeros días de septiembre se exponen en Tokyo, en Japan Jewellery Fair y estoy muy contenta por esta nueva oportunidad de mostrar mi trabajo.

Me encantaría tener esas ganas de ir en evento en evento o no, porque no es lo que realmente me interesa. Me presenté a instancias de Nuria que me incentivó y encantada.

Sé que esto es para aprovechar y mi manera de aprovecharlo apreciar que logre que este trabajo sea considerado, se vuelva universal y así puedo darle más sustento al camino en el que transito. Y esto sí me da ímpetu para trabajar, aunque lo logré antes de haber sido premiada en Japón. Feliz de haber llegado a una obra que me ha hecho madurar profesional y personalmente.

Mi búsqueda o foco está en mi taller y en la escuela, es lo que me mueve. Y si pasan más cosas o llegan propuestas de presentaciones, bienvenidas, siempre voy a tener obra trabajada para mostrar porque no paro de camellar (recorrer mucho).