Mirar
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Mirar


“Empezó el invierno y queremos acompañar este momento con dos artistas que trabajan para celebrar los rituales de luz y crecimiento en la vida cotidiana que trae esta época del año”, invita Jimena Ríos, directora de Taller Eloi, que hoy inaugura «Mirar», una exposición y venta de piezas únicas en su sede de Aristóbulo del Valle 2414, Florida.
Mariana Cazzulino presentará su serie de candelabros y broches y Flora Caligiuri exhibirá pequeños jardines de escritorio y collares enfilados a mano.
“Estas obras, pequeños jardines de escritorio, nacen de las caminatas, meditaciones y lecturas que durante las cuarentena del 2020 me sirvieron como ancla. Así, jugar a ser una espigadora se convirtió en un hábito. Juntar semillas, regar, germinar, ver crecer y echar raíces, admirar con reverencia lo mínimo y singular, conectar con lo fugaz y fecundo del instante”, cuenta Flora Caligiuri.
Y Mariana Cazzulino señala que lo suyo “es una serie de utilitarios diseñada para transformar el espacio cotidiano y poder encender una vela como medio para pedir, agradecer, honrar y festejar en cualquier momento. Hechos para durar en el tiempo y ser parte de las celebraciones y los ritos de tu familia, de la historia que van contando los objetos a medida que crecemos”.
La muestra, con la posibilidad de adquirir alguna de sus piezas de autor, se extiende hasta el próximo viernes 15, y se puede visitar el lunes, de 16 a 22; martes, de 9 a 21; miércoles, de 9 a 17.30, jueves, de 9 a 17.30, y el próximo viernes con cita previa.
East meets West
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East meets West


«East meets West». Japón y Alemania personificados en dos artistas, Kazumi Nagano y Michael Becker, la muestra que se exhibe desde mañana y hasta fines de este mes en la Galerie Isabella Hund de Munich.
Kazumi Nagano desarrolla poéticamente el origami japonés que juega con la transparencia en tejidos metálicos únicos.
Y Michael Becker establece un interesante contrapunto con sus formas estrictamente geométricas con destellos de color llamativos.
Modern classicist 2022: Robert Baines
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Modern classicist 2022: Robert Baines


Hoy se estrena «Modern classicist 2022: Robert Baines» una retrospectiva de este artista australiano en Internationale Handwerksmesse.
Cada año, Schmuck rinde especial homenaje a un clasicista moderno con una muestra de su obra y este año eligió a este exprofesor de orfebrería de oro y plata del Royal Melbourne Institute of Technology, que es uno de los principales investigadores en el campo de la arqueometalurgia.
Experto en joyería arqueológica
“Su práctica multifacética y estudio de la joyería arqueológica de oro es reconocida internacionalmente, permite una continuidad con la labor de sus antiguos colegas y proporciona una plataforma para poner en valor la mitología de nuestra cultura”, fundamentan los organizadores.
Baines mantiene un perfil internacional con exposiciones, premios, conferencias y publicaciones durante 50 años.
Sus obras están en las colecciones públicas en Musee des Arts Decoratifs, París; el Museo Metropolitano de Arte, Nueva York; Schmuckmuseum Pforzheim, Victoria and Albert Museum, Londres, y el Museo für Kunst und Gewerbe, Hamburgo, entre otros. Y, también entre otros galardones, recibió el Herbert Hofmann Preis en 2013.
Coincidencias
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Coincidencias

Hoy se realiza «Coincidencias» la exposición y venta de joyería contemporánea de Roberto Galván, Patricia Gallucci y con fotografías de Valeria Arcuri en Espacio Y Lugar Cultural, de Cristina Oliver, en Mansilla 2982 casi esquina Agüero.
Piezas lúdicas y móviles hechas a mano en papel, con bronce a la hoja y barniz ecológico, otras en red de mosquiteros trabajadas como textiles con catéteres y detalles de bronce a la hoja, también en papel kraft y hojas de libros pintados a mano con gouache y tanzas de pesca de aluminio de Roberto Galván.
En coincidencia, Patricia Gallucci exhibe una retrospectiva con piezas de sus líneas «Manga», «Puyehue», «Tramas», «Broken» e «Interiores» en su porcelana a partir de ramas y coloreadas con óxidos metálicos, otras de porcelana y arena volcánica, algunas con gres y más también con detalles de cuentas de cristal.
Antropoceno
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Antropoceno


“En el Antropoceno, actual era geológica, el ser humano se convirtió en una fuerza de transformación del planeta. Si bien hubo descubrimientos e inventos que mejoraron las condiciones de la existencia, no es menos cierto que el hombre es protagonista del calentamiento global y el deterioro de la naturaleza, con la consecuente pérdida y destrucción de espacios y refugios para los organismos vivos, lo cual pone en peligro la vida en la Tierra», relata la joyera Irene Palomar del tema que le preocupa y por lo que se ocupa de expresarlo a través de sus joyas contemporáneas.
La contaminación de los océanos en la mira
Sostiene que “la contaminación de océanos, donde las corrientes marinas y los vientos forman inmensas islas en las que el plástico se degrada por acción del sol, se mezcla con los restos de redes desechadas por los barcos pesqueros y termina siendo alimento de la fauna marina y, a la larga, del ser humano es el tema central de mi obra”.
La artista logró materializar estas reflexiones en una nueva colección llamada «Antropoceno» , que hoy estrena en Munich.
“Las piezas de esta colección que exhibo en «Antropoceno: océanos, plásticos y redes» muestran metafóricamente este auténtico desastre ecológico. ¡Alerta! El hombre está destruyendo su hábitat…”, dice al levantar la voz.
La exposición se realiza en Café Clara, como parte del circuito off de Munich Jewellery Week.
Loewe Foundation Craft Prize 2022
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Loewe Foundation Craft Prize 2022


Una original superposición de capas con rebanadas de piedras preciosas unidas con resina de color, que crea una vistosa opacidad contrastante, es el minucioso trabajo de la joyera alemana Julia Obermaier.
Fue una de las 30 finalistas al Premio de Artesanía de la Fundación Loewe 2022 por su obra «Verborgen», hecha con cristal de roca, resina, pigmentos y acero inoxidable.
Este trabajo forma parte de la exposición Loewe Foundation Craft Prize que se ve en el Seoul Museum of Craft Art desde hoy y hasta fines de este mes.
Premiados
Obermaier recibió una mención especial al igual que Andile Dyalvane por «Cornish Wall».
«A time of Sincerity» de Dahye Jeong resultó la pieza ganadora del Loewe Foundation Craft Prize 2022.
Todas las obras de los finalistas se exhiben en el museo de Seúl hasta el domingo 31, y en la muestra digital.
Biophilia

Brazalete Biophilia, pieza ganadora del concurso FIO de Galeria Alice Floriano de Porto Alegre

Joya contemporánea realizada en silicona, pigmentos y algodón
Biophilia
“Exploro el concepto de biofilia, esa necesidad o tendencia a buscar conexiones con la naturaleza y otras formas de vida, mediante la creación de formas y patrones biomórficos destinados a evocar reacciones o sentimientos a través de los sentidos de la vista y el tacto.
«Al hacer estos espacios tangibles, empapados de colores y texturas naturales, mi intención es involucrar a las personas. Quiero que interactúen y reconozcan su respuesta visual, así como su impacto emocional”, dice Begoña Fuente.
Esta diseñadora y joyera fue la ganadora del premio del concurso FIO de Galería Alice Floriano, donde ofrecerá exposición individual y participará en la Sieraad Art Fair 2023 en Amsterdam.
Respuesta sensible
Sostiene que “por naturaleza somos sensibles y respondemos a nuestro entorno y al establecer asociaciones significativas con las piezas propuestas, el espectador/usuario podrá reconectarse con lo que es esencialmente una parte de todos nosotros”.
“Biophilia es una invitación a redefinir el espacio que nos rodea para nutrir nuestro cuerpo y mente. Nuestro sentido del tacto nos abre el mundo y nos hace experimentar nuestro entorno más plenamente. Así cada objeto se convertirá en un reservorio de paz y cobijo”, precisa.
Taller de Laura Giusti
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Laura Giusti ofrece un taller en Castelar especializado en técnicas de metales y otros materiales.
Cuál es y dónde queda. El Taller de la joyera Laura Giusti, la gestora cultural que conduce Joyeros Argentinos y es una de las organizadoras de las bienales latinoamericanas de joyería contemporánea, está en Castelar, donde recibe interesados en aprender joyería de la zona oeste, sudoeste y noroeste del conurbano y hasta de Capital Federal.
Cómo es. Es un espacio luminoso en medio de un parque de arboleda añosa. Cuenta con las herramientas y máquinas necesarias para trabajar en clase. Un banco con cinco espacios, en el que lxs alumnxs pueden trabajar junto a sus compañerxs y enriquecerse con el intercambio mutuo. Y cuenta con una amplia biblioteca de joyería.
Ampliar la mirada
Qué se enseña. Su objetivo es facilitar el aprendizaje de técnicas para que cada unx pueda materializar sus ideas en piezas de joyería. “La propuesta incentiva a ampliar la mirada para incorporar materiales e ideas, encontrar soluciones, profundizar en técnicas, aceptar desafíos y, sobre todo, disfrutar de los resultados y el camino que lleva a ellos”.
“Promovemos la experimentación individual y compartida. E incentivamos la incorporación de materiales no tradicionales con la investigación que necesariamente implica su uso y adaptación a la joyería”, destaca Giusti.
Modalidad de trabajo.
Cuenta que comienzan a trabajar el metal desde la primera clase. “Quienes ingresan, aun sin conocimiento previo, el primer día se llevan un anillo hecho por ellxs mismxs. Esa práctica inmediata está permanentemente acompañada del sustento teórico que ayuda a comprender el proceso de transformación”, destaca.
“La clase es muy personalizada, cada alumno trabaja con su proyecto y a su propio ritmo. A medida que avanzan en la práctica e ejercitan habilidades, van incorporando técnicas y soluciones. Proponemos jornadas especiales de técnicas específicas”. Aclara que se puede ingresar en cualquier momento del año, con o sin conocimientos previos.
Habilidades que se aprenden. Técnicas tradicionales de la construcción en metal, como calado, limado, soldado, pulido, embutido, anticlástic, etc. Técnicas de combinación de metales a través de la fundición, como casamientos, etc., y a través de la construcción, como embaldosado, entre otras.
“Una parte importante de la propuesta del taller es la apertura, que promueve la experimentación individual y compartida. También incentivamos la incorporación de materiales no tradicionales, con la investigación que necesariamente implica su uso y adaptación a la joyería”.
Práctica inmediata en metales y otros materiales
Meta. “La propuesta es acompañar a lxs participantes en la búsqueda y concreción de sus propios proyectos de joyería, poniendo el acento en la búsqueda de lenguaje propio, incorporando distintos materiales no tradicionales de acuerdo a sus inquietudes y necesidades”.
Perfil. “Al taller vienen personas de todas las edades (desde muy jóvenes hasta adultxs mayorxs) con distintos objetivos e intereses que son respetados y que trato de ayudar a concretar”.



Entrevista a Magalí Anidjar
Apuntes | Notas
“Hay que buscar otras fuentes y dejar entrar diferentes puntos de vista”

Desde San Cugat del Vallès, en Cataluña, donde ahora reside, Magalí Anidjar vuelve con sus manos a la obra, esta vez sobre la porcelana. Cuenta cómo se apropia de un proceso creativo que la reencuentra con el hacer joyero.
Tras su enriquecedora experiencia como profesora y gestora educativa en Casa Petit Comité, su espacio de intercambio interdisciplinario que llevó adelante en Buenos Aires con la participación de importantes referentes de la joyería internacional, plantea su interés de volver a las aulas como docente.
De cómo redefinirse y reconvertirse para volver al quehacer joyero, la importancia de seguir aprendiendo, la oferta educativa existente y su proyección. El valor de otros puntos de vista sobre la joyería, definiciones, opiniones y cómo es su trabajo.
_¿Estás trabajando sobre tu obra?
_Desde hace un año y dos meses estoy con mi familia en San Cugat del Vallès, en la provincia de Barcelona, Cataluña, tratando de volver a conectarme con mi trabajo porque durante los años de Casa Petit Comité, en Buenos Aires, mi obra quedó relegada por la enseñanza. Estoy volviendo y reinventándome.
Tenía muchas ganas de reencontrarme con otros materiales y, por lo que quería hacer, se impuso la porcelana.
Ya desde Argentina no encontraba quién me pudiera ayudar en esto; mis amigas ceramistas me decían que desde hace años que no se conseguía -aunque entiendo que ahora sí- porcelana para hacerla líquida. Entonces los que saben hacían su propia formulación pero es complicado, no lograba llegar a hacerlo porque la porcelana es muy liviana, a diferencia de la arcilla, y te permite llegar a espesores bien finitos, y me interesaba esta dimensión para que las piezas resulten con un peso portable.
Manos a la obra
Además, quería indagar en la moldería, y aprendí a hacer los moldes de mis propias piezas y a modificarlas antes de que están secas. Es que se trata de piezas en porcelana de Limoges que viene premezclada y uno la prepara con agua y un agente defloculante en moldes de yeso, los hice también en madera, y las modifico cuando están húmedas, antes de pasarlas al horno.
Son piezas de color; empecé a trabajar con blanco, marrón y verde pero ahora estoy trabajando con negro y también se pueden esmaltar.
Por ahora, son piezas portables, más cerca de lo escultórico, pero bien podrían ser gigantes y me gustaría, cuestión de animarme, saltar de escala a ver qué pasa. Así saldría del espacio de la joyería que tiene que ver con portar en el cuerpo.
Para esto, estoy haciendo un curso de Moldes y Porcelana aplicada a la joyería con la joyera Trinidad Contreras, y también voy a un taller de Cerámica a alta temperatura para aprender más sobre las distintas pastas o arcillas que se pueden usar, con el fin de poder elegir cuál es la más adecuada para lo que quiero hacer; todo para independizarme y poder instalar un taller en mi casa. Hay mucho por aprender de este material, el uso del horno, los engobes, los pigmentos, es súper interesante. Estoy incursionando en un mundo que no era mío hasta ahora, estoy en proceso de apropiármelo.
“Por ahora, son piezas portables, más cerca de lo escultórico, pero bien podrían ser gigantes”.
_¿Estudiaste joyería?
_Todo lo que estudié está conectado de alguna manera. Mi formación es en Diseño gráfico en la asociación ORT y luego hice un máster en Diseño y Dirección de Espacios Expositivos en la Elisava Escola Superior de Disseny de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, donde viví poco más de tres años hace 15 atrás aproximadamente.
Comencé a estudiar joyería cuando terminaba la carrera de Diseño gráfico porque necesitaba trabajar con lo manual, lo tangible, lo tridimensional. Empecé no porque me interesase la joyería per se sino porque me parecía un formato manejable para diseñar objetos, la arquitectura –que me gusta- tiene otra escala, así que fui a por la joyería. Y descubrí que me gustaba aprender sobre los materiales, cómo desarrollar mis ideas en metales y otros materiales y me encantó el aspecto constructivo y formal de la joyería.
Mi idea era poder llevar a cabo mis diseños en tres dimensiones, intentar que fueran factible, después si eso era ponible o arte fueron cuestiones sobre las que me fui preguntando con el tiempo. Hacía, y aún hoy sigo haciendo, dibujos de formas, volúmenes para luego llegar a construir y/o cambiarlo sino no funciona, sea porque es una línea recta que no se puede soldar con una curva, por ejemplo, es decir, todo eso que descubrís al llevar a cabo ideas. Esto es lo que me fascinaba y fascina de la joyería.
En un principio, durante mucho tiempo, trabajaba en plata, madera y acrílico y los mezclaba de acuerdo con lo que necesitaba para el diseño. Tenía mucho más que ver con lo geométrico, con lo constructivo, con observaciones de la arquitectura que me encanta. La joyería es una manera de construir espacios a mínima escala y me encanta trabajar esos espacios con humor y sorpresa. No es algo planificado; es el resultado. Es que si no se dan estos factores me deja de gustar, por eso también prefiero no repetir.
Estudios de joyería
Primero estudié en la escuela de María Medici, luego me fui a estudiar a Florencia a Le Arti Orafe Jewellery Scuola hasta que descubrí Alchimia, que entonces se ofrecía tres años de estudios: el primero para principiantes, el segundo con un artista y el tercero con dos artistas; el segundo año lo hice con el joyero portugués Manuel Vilhena y me encantó.
Después seguí estudiando en la Elisava. Y regresé a Buenos Aires y continué durante cuatro años en el Taller de La Nave de Jorge Castañón. Entonces, no me alcanzaba ir una o dos veces por semanas, quería ir todos los días pero bueno las jornadas en que concurría eran de casi todo el día; buscaba que me rindiera, hasta sentir que estaba lista para estar todo el día en mi casa haciendo joyería sola; menos me parecía una actividad extra curricular o un hobby.
“Esa diferenciación entre diseñador y artista es ridícula, porque no es incompatible una con la otra.”
_¿No te gusta la repetición en la joyería?
_Me cuesta repetir. La repetición en la joyería, se da más en la comercial, es algo complicado; te tiene que gustar repetir, pero podés hacer una pieza varias veces o en serie y eso no te convierte en una marca comercial, sin embargo, creo que esa repetición tiene que cumplir alguna función. Depende de lo que quieras expresar.
Es que todo tiene que ver con la expresión, el arte en general, incluso el diseño. Esa diferenciación entre diseñador y artista es ridícula, porque no es incompatible una con la otra. Tampoco es que uno tiene que ser un artista porque es algo bueno en sí mismo; esa obsesión por ser un artista tampoco me cierra.
Tal vez invierto mucho tiempo en pensar las cosas y me siento mejor cuando las libero cuando las hago. Pase mucho reflexionando sobre el ámbito de trabajo, el alcance de actividad, por qué se llama joyería o joyería contemporánea, qué interpreta el otro cuando decís joyería o qué es o no joyería de arte, pero esto se traslada a cualquier disciplina, como el diseño gráfico también y el arte; cada uno interpreta con las herramientas que tiene.
Proyectos
_Conocés el circuito de cursos y maestrías universitarias.
_Sí, y ahora quiero insertarme aún más. Me gustaría incursionar como docente, para lo cual estoy elaborando un curso para dar en algunos de estos ámbitos y está referido al diseño de objetos como vehículo conector entre la joyería y el diseño.
En mi proceso de formación a través de los años he ido analizando o rumiando sobre estas relaciones o conexiones, como las limitaciones de la joyería, o si la joyería es un arte y cómo transmitirla o comunicarla más allá de su nicho, si interesa que sea joyería o diseño.
Insisto, la dicotomía entre el arte y el diseño es un absurdo que no tiene fin, hay maneras de explicarla intelectualmente. Creo que se usan herramientas de estas dos disciplinas y de muchas otras más.
Y se ve en la práctica cómo se cruzan las profesiones; en la joyería hay muchos psicólogos, psiquiatras, médicos, químicos, arquitectos, diseñadores, y cada uno trae lo suyo y no se están preguntando si lo que hacen es arte o diseño, hacen.
“Me gustaría incursionar como docente, para lo cual estoy diseñando un curso referido al diseño de objetos como vehículo conector entre la joyería y el diseño”.
_La joyería tiene más que ver con el hacer que con el definir.
_Sin duda. La joyería tiene que ver con lo que se hace, el definir es posterior y depende de la mirada de cada uno. Hacer es mucho más importante hacer que interpretar.
Pero me fascina cuando las interpretaciones se fusionan en una muestra, sobre todo cuando interviene más de un artista; cuando se ve un concepto en común que los une, a partir del cual cada uno suma, desarrolla, cuenta una historia, es fascinante, pero al hacerlo quien lo hace no está pensando en cómo combinar con el otro, con suerte alguien los une.
Hacer, manifestarse y expresarse es lo más importante.
“La joyería tiene que ver con lo que se hace, el definir es posterior y depende de la mirada de cada uno”.
Circuito económico
_¿Se vive de la joyería?
_Yo tuve que trabajar en paralelo para subsistir, porque es muy difícil vivir de la joyería, ya sea de manera artística o comercial, conozco muy poca gente que puede vivir de la joyería, hasta los famosos que están en todas las exposiciones y venden en las mejores galerías, en general, viven de la enseñanza.
Existe la fantasía de que si te dedicás podés vivir de la joyería, pero insisto la mayoría vive de la enseñanza, solo algunos logran un proyecto comercial sostenible.
Yo fui fluctuando con los años. Participé en ferias, como Joya Barcelona y Puro Diseño, y me fue bien y me entusiasmé porque me contactaron de varias tiendas de museos de Estados Unidos, por ejemplo, hasta que me agarraron las restricciones económicas de principios de la década de 2010 cuando resultaba muy caro exportar y pagaba más por exportar que el rédito que podía conseguir por la venta de mis piezas en el exterior, un absurdo.
Entonces me puse a generar un proyecto educativo; opté por enseñar más que hacer y vender.
“Yo tuve que trabajar en paralelo para subsistir, porque es muy difícil vivir de la joyería.”
_¿Cómo fue la experiencia de Casa Petit Comité?
_Muy enriquecedora, se generó un intercambio único, interesantísimo. Un taller en el que organizaba e invitaba a especialistas a dictar cursos y talleres breves.
Convoqué a expertos que sumaron otras perspectivas y experiencias, como la profesora de joyería contemporánea japonesa Sayumi Yokouchi que ofreció dos workshops, uno de siete días junto con Jiro Kamata, entonces asistente artístico en el departamento de Joyería de la Academia de Bellas Artes de Munich, sobre «Engarces creativos y Material»; o Peter Vermanderer que dio un taller «Insignia para la vida cotidiana» de fundición directa de metales.
En todos, se trabajó de manera individual y también en equipos, se hicieron distintos ejercicios, se evaluaron los trabajos, se tuvo una comunicación constante con los profesores, una relación única con el trabajo y el material.
“La experiencia de Casa Petit Comité fue muy enriquecedora, se generó un intercambio único, interesantísimo. Entre los que participaron: Sayumi Yokouchi, Jiro Kamata y Peter Vermanderer.”
_Para entrar en el circuito internacional de la joyería tenés que aplicar y pagar.
_Sí, pero pasa en todas las disciplinas. Mi madre era escultora y recuerdo de chica que se quejaba de lo mismo. Para participar de concursos y exposiciones tenés que aplicar, te eligen y en su mayoría tenés que pagar.
Primero, hay que decidir si se quiere esa proyección internacional, qué se quiere y luego hay que saber elegir, dónde participar, con quién, para qué, de qué manera, etc.
En su momento, opté por Joya Barcelona, que me costaba lo mismo que Puro Diseño… porque iba a tener -y tuve- más exposición, porque vio más gente que en La Rural, y en ese momento quería vender.
Algunos de estos eventos forman parte de circuitos muy aceitados en lo económico, por eso mismo hay que evaluar muy bien el costo beneficio.
Pero para mí lo mejor de participar del circuito internacional fue el intercambio con artistas y joyeros de distintos lugares del mundo, que permitió conocer otras obras, otras miradas y resultó muy interesante.
Otra cuestión son las ferias que cobran entradas y se nota gran resistencia a pagar para ingresar cuando después tenés que pagar por una pieza, el pago para comprar no cierra; es una modalidad que se cuestiona y a la larga va tener que cambiar.
Además muchas de estas propuestas son muy de nicho, terminan siendo eventos de joyeros para joyeros y no están bueno, son muy limitantes. Sin embargo, son una vidriera que conecta.
Por otra parte, es cierto que en el exterior, las galerías y museos te compran las piezas; la consignación es una modalidad que se da solo en Argentina y resulta una falta de respeto con el artista o joyero, te hacen cargo de un riesgo que no corresponde.
“Para mí lo mejor de participar del circuito internacional fue el intercambio con artistas y joyeros de todo el mundo, que permitió conocer otras obras, otras miradas y resultó muy interesante”
_¿Tu intención es repetir la experiencia de Casa Petit Comité en Barcelona?
_Me encantaría. Aún estoy instalándome, adaptándome, intentando sentirme cómoda con lo que hago para después proyectar y ver si sumo y a quién puedo convocar.
Solo hace poco más de un año que estoy en Barcelona y voy paso a paso. Y recién ahora se puede empezar a salir, estuvimos encerrados, más que allá, en Buenos Aires, no podíamos salir de la comarca y salvo las escuelas y los supermercados no había nada abierto.
Me gustaría mucho retomar ese proyecto y sumar otras voces. Es que cada vez más la joyería necesita alejarse de la joyería, porque hay que buscar otras fuentes de alimentación, hay que dejar entrar diferentes puntos de vista, ampliar la mirada; todavía la joyería tiene algo de medieval al remitirse solo al oficio, que está bien para aprender, pero después tiene que poder soltarse y abrirse si quiere ser considerado arte o entrar al mundo del arte. Hay que dejarse influir, y que los joyeros no solo se dediquen o enseñen joyería.
En ese sentido, destaco muchísimo el trabajo de la Cátedra Kweitel de Proyecto de Accesorios de la FADU-UBA que propone un marco conceptual amplio e interdisciplinario para abordar los procesos creativos.
Necesidad de un abordaje interdisciplinario
En Casa Petit Comité recibí a varios estudiantes universitarios y advertí que no entraban por la joyería sino por lo conceptual, porque tenían las ideas de lo que querían hacer y sabían experimentar libremente con los materiales pero necesitaban ayuda para resolverlas como joya. Venían a aprender cómo se hacía un broche, por ejemplo, cómo se soldaba o si convenía que haya metal. Tenían -y tienen- un camino recorrido al revés de lo que se ve en algunas escuelas de joyería, con un bagaje conceptual súper; sabían -y saben- exactamente cómo manejar los volúmenes, tienen el criterio estético y el conocimiento de la morfología que, en general, la gente que hace solo joyería no lo tiene, porque trabajan más con los ejercicios clásicos de la joyería para aprender.
Varios de esos estudiantes universitarios mostraron una capacidad especial para aprender lo que necesitaban con el fin de hacer lo que querían, como Carolina Rico que tiene ese don hacer lo que la representa en cada momento de su vida; se empodera para decidir qué le sirve, qué es lo que expresa lo que quiere y lo lleva adelante.
Sé que hay algunos talleres, como el de Jorge Castañón, con lista de espera, en los hay que demostrar un interés real para ingresar. Y también está la escuela de Jimena Ríos, la única integral, muy completa e interesante.
Es genial que exista un espacio que proponga una formación constante y profunda del oficio y otro con la amplitud y la mirada desprejuiciada que suma a otros actores del arte, como bailarines, músicos, escultores. Todas propuestas que equilibran la oferta
“…Cada vez más la joyería necesita alejarse de la joyería, porque hay que buscar otras fuentes de alimentación hay que dejar entrar diferentes puntos de vista, ampliar la mirada.”
_¿Es accesible hacer joyería contemporánea?
_No es barato hacer joyería contemporánea, en general; hay muchos que tienen recursos económicos.
Y hay otros que tienen la decisión de querer vivir de la joyería y eso es un motor increíble, hasta en la vida misma, y lo logran; se potencian, como decía, se empoderan y revalorizan. Aprenden enseguida porque tienen interés, no esperan a la próxima clase para seguir probando, avanzan, investigan y descubren solos.
Son los que tienen un bagaje conceptual importante, los que vienen del campo proyectual: ya tuvieron la idea, ya la imaginaron, ya la construyeron, la pudieron plasmar en el papel o la pudieron transmitir en palabras o con música, con lo que sea y luego prueban materializarla. Ese bagaje les permite discernir y saber lo que quieren y suelen quererlo ya; a ellos más que enseñarles, enseñan.
“No es barato hacer joyería contemporánea, en general.”
_¿Trabajar en el exterior valida lo que uno hace?
_Cuando te vas al exterior naturalmente tenés que redefinirte, contextualizarte: quién soy, qué estoy haciendo acá, o que quiero o puedo hacer acá, qué tengo para ofrecer, cuál es mi experiencia.
Tenés que adaptarte de alguna manera y encontrarte con lo tuyo. Y en eso estoy.
Se lanzó la convocatoria a la 4ta. edición de Brazil Jewelry Week
Apuntes | Notas
"Desafiar y desafiarnos es la función del arte"

Se lanzó la convocatoria a la 4ta. edición de Brazil Jewelry Week.
La artista joyera argentina Roxana Casale, ganadora del Premio Joya Barcelona en la edición 2020, fue elegida para participar del comité promotor.
Se trata de un team de mujeres latinas que incentivan la joyería contemporánea desde sus respectivos países, del cual también forman parte la chilena Patricia Iglesias, la brasilera Ana Calbucci, la colombiana Titi Berrio y la mexicana Carmen Tapia.
Cuándo y dónde se realizará, bajo qué modalidad y cómo participar. Reflexiones, objetivos. Enterate de todos los detalles.
“Brazil Jewelry Week es un espacio donde la joyería dirige su mirada cada vez más hacia el campo del arte y no solo al de diseño. La densidad que se genera entre el concepto y valor estético amplía horizontes y enriquece las obras que creamos”, dice la joyera Roxana Casale invitada a formar parte del comité promotor de la cuarta edición de BJW, que se realizará del 1° al 4 de diciembre próximo en San Pablo.
«Historias que me habitan. Cuerpo libre. Cuerpo libro» es el tema disparador con el que se convoca a joyeros de Latinoamérica, especialmente impulsados no solo por la joyera argentina sino por la chilena Patricia Iglesias, la brasilera Ana Calbucci, la colombiana Titi Berrio y la mexicana Carmen Tapia, todas miembros de este team de mujeres latinas que incentivan la joyería contemporánea desde sus respectivos países.
El evento de este año se realizará en forma presencial en la Biblioteca Mario de Andrade, en la ciudad de San Pablo, donde se realizará un simposio, una exposición y una feria de artistas seleccionados. En paralelo, de manera simultánea, escuelas, colectivos y galerías de los cuatro países mencionados también participarán con diversas propuestas.
“BJW no es solo un espacio de exposición compartido. Busca ser un lugar que propone diálogos enriquecedores en cada una de sus ediciones, construyendo vínculos, compartiendo saberes, creando lazos de comunicación y visibilidad entre artistas de la región.
“Ser expresivos no nos convierte en artistas; es importante continuar generando conocimientos y saberes, ser críticos. El desafío es unir lo expresivo con un discurso consistente”, sostiene Casale.
Epicentro cultural
Y precisa que este evento pretende alentar a que se hable cada vez más de identidad del artista latinoamericano, en particular, del gesto artístico.
“Podemos plantearnos aquí la pregunta ¿es el cuerpo quien porta la joya? o ¿es la joya con su carga simbólica y expresiva quien porta ese cuerpo?”, se cuestiona a modo de reflexión.
Respecto de los países convocados, la artista local precisa que “Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México han sido y son epicentros culturales fuertes cada uno con su localía, contexto y mirada. Y cada una de las convocatorias que se abren en América Latina confirma cuanto tenemos para decir y hacer”.
Da cuenta de la diversidad de convocatorias que se abren en América Latina y destaca que “es importante priorizarlas frente a otras, que si bien están muy afianzadas, tal vez no son tan relevantes para nosotros y para nuestra región como parecen o pensamos. No se trata solo de exponer”.
“En la medida en que entendamos nuestro territorio y lo fortalezcamos seguramente enriqueceremos nuestra obra, tanto desde la mirada individual como grupal”, agrega.
Roxana Casale trabaja en esta convocatoria dentro del contexto de un equipo de mujeres latinoamericanas que representan el quehacer joyero de sus países, como una posibilidad de llevar o comunicar sus ideas más allá de las fronteras.
“Siento que desafiar y desafiarnos es finalmente la función del arte, y ser parte de proyectos como este es una gran alegría y oportunidad”.
Historias contadas con el cuerpo
“La historia que me habita representa la identidad individual de cada artista joyero. Cada identidad está compuesta por diferentes atributos y características, elementos que se manifiestan en el proceso de individualización. Individual, pero no único.
“En otras palabras, el artista joyero lleva una identidad que es en sí misma múltiple, debido a su constante transformación a lo largo de la existencia. Esa identidad individual está influenciada por características biosociales específicas en cada individuo. Así surge «Historias que me habitan. Cuerpo libre. Cuerpo libro», detalla Christie Barban, organizadora del evento.
Y especifica que buscan “revelar la historia que habita en cada uno, con el fin de mostrar la identidad social y cultural de la joyería latina contemporánea. ¿Cómo interactuamos social y artísticamente dentro de la misma comunidad? ¿Cómo nos comprometemos individualmente con esta transformación?
“La historia que me habita ofrece la posibilidad de trabajar y expresar una identidad en permanente construcción y reconstrucción, fruto de un diálogo constante a lo largo de la experiencia”.
Indica que la identidad cultural de la joyería latina contemporánea contiene una variedad de expresiones humanas que sobrevivieron durante siglos, que conservan recuerdos y rasgos antiguos. Sin embargo, en su evolución adoptan expresiones que fueron apareciendo en los diferentes períodos históricos por los que pasaron hasta llegar a la contemporaneidad y evolución.
Y destaca que «la diversidad cultural fue un factor común en los eventos de arte y joyería identitaria enfocados en la interacción constante con la diversidad cultural, en la convivencia múltiple entre diferentes culturas, sin jerarquías, para el crecimiento mutuo».
“A través del Brazil Jewelry Week, presentamos un enfoque más analítico de la percepción visual del cuerpo adornado. Considerando sus posibilidades, así como sus matices, durante la planificación del evento.
“También, en este el evento queremos cultivar el pensamiento; presentar los lenguajes creados a partir de experiencias propias y colectivas; expandir el campo de la joyería; promover el intercambio cultural; crear un puente entre lo local y lo global; romper fronteras y estándares estéticos preestablecidos. En definitiva, pretendemos discutir y reflexionar sobre la identidad social o cultural en la joyería latina contemporánea”, explica.
Feria de artistas
El evento englobará una feria de artistas joyeros seleccionados que mostrarán al público sus más recientes producciones en el campo de los trabajos “vestibles” de la joyería contemporánea regional.
Incluirá un simposio enfocado en generar un diálogo cultural, nacional e internacional, con el fin de debatir temas relacionados con lo que conforma la joyería latina contemporánea. Éste supondrá “un espacio de diálogo con diferentes sectores -como el arte, la filosofía y la antropología- para profundizar el alcance e impacto en la comprensión de la identidad social o cultural de la joyería contemporánea”.
Además habrá una experiencia estética de ocho joyeros de Brasil y otros países, quienes crearán una exposición individual de sus proyectos. Asimismo, se ofrecerán cursos y workshops en Laboratorio Núcleo y en otras instituciones socias de BJW.
Y los joyeros seleccionados de esta próxima edición tendrán la oportunidad de participar de Joya Barcelona, entre otros premios.
Brazil Jewelry Week se realiza desde 2019 y fue concebido por Nucleo Joalheria, una organización brasileña que desde 2016 promueve la joyería contemporánea.
Fue diseñado por Chrissie Barban y cuenta con la participación del artista joyero mexicano Jorge Manilla como embajador.
Interesados en participar, curadoria@braziljewelryweek.com