Agustina Ros en pasarela
Agustina Ros en pasarela
La joyera argentina Agustina Ros, residente en España, subió sus últimas creaciones a la pasarela, primero en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y luego en 080 Barcelona Fashion.
En la capital española se sumó a la propuesta vanguardista y atemporal de la diseñadora Georgiela José que presentó la colección otoño/invierno 2021-2022 de su firma Georgiela Studio con referencias de los años 50 en looks ajustados en una paleta pastel.
Allí mostró piezas de sus colecciones «Reflexión antigua» y «Pendientes» en vidrio, borosilicato y plata.
“Los Pendientes buscan jugar en el espacio y acompañar el movimiento. En busca de un estilo minimalista, se sopla grande y corta fino aprovechando la transparencia del cristal para un resultado ligero y divertido”, destaca joyera.
Alianza creativa
Y en Barcelona acompañó a Albert Sánchez y Sebastián Cameras con su etiqueta de diseño experimental OnrushW23FH en su colección «Liminal».
En esta serie propuso un juego de volúmenes y capas con formas estructurales rígidas, circulares y onduladas, con imanes y hasta electricidad, que se llevó muy bien con sus piezas que simularon esas tensiones en vidrio soplado en armonía de color con la ropa.
Open call Joya Barcelona 2021
Open callJoya Barcelona 2021
“La alquimia es una antigua disciplina de doctrina y experimentación de fenómenos químicos, que analiza la transmutación de los metales, el elixir de la vida y la búsqueda del filósofo de la piedra. También se relaciona con los métodos secretos, la pócima de la inmortalidad, la creación de panaceas capaces de curar cualquier enfermedad y al desarrollo de un solvente universal”.
Este es el tema de la próxima edición de Joya Barcelona que invita “a todos los joyeros a traducir esta misteriosa tradición en joyería de arte, para mostrar en Barcelona, el poder de las mentes creativas”.
Llamado a participar
JOYA se celebrará del 22 de septiembre al 24 de octubre próximos. Y está abierta la inscripción hasta el 15 de mayo.
Broche «Abierto» es una obra de la artista coreana Namkyung Lee, Premio JOYA 2020 e imagen de la edición de este año. Se trata de una pieza hecha en plata y fotografía impresa en acrílico y perla.
De su trabajo señala: “Los lugares en los que estuve permanecen como imágenes. En ellos miramos y sentimos diferentes emociones, están fijados como escenas. Las imágenes fotográficas que utilizo representan esas partes de un lugar donde las miradas caían y descansaban. Existen como un medio para registrar recuerdos a menudo incidentales, pero siempre subjetivos.
«Los espacios con ventanas y las vistas a través de ellos quedan como imágenes de recuerdos, como escenas de fotografías. Los sentimientos y recuerdos que despierta la mirada a través de las ventanas permanecen con nosotros como imágenes. En mi trabajo, el concepto de espacio es tan importante como la imagen. Los espacios que las imágenes representan podrían verse como medios metafóricos.
«También podrían significar espacios virtuales en los que los recuerdos se han confundido o mezclado. A través de estas ambigüedades, espero que mi trabajo sea visualmente atractivo, pero también tenga un valor más amplio basado en experiencias y procesos de pensamiento comunes”.
Se suspendió Milano Jewelry Week hasta 2022
Se suspendió Milano Jewelry Weekhasta 2022
Se pospuso la Semana de la Joyería de Milán hasta 2022.
La segunda edición de Milano Jewelry Week se realizará del 20 al 23 de octubre de 2022. El evento, originalmente programado para octubre de 2020, se había suspendido para junio de 2021, pero la realidad de salud llevó a decidir posponerlo aún más.
Enzo Carbone, fundador de Prodes Italia, la empresa que creó y gestionará toda la organización del evento, comunicó: “Lamentablemente, la emergencia sanitaria que seguimos afrontando no nos permite organizar un evento cosmopolita tan complejo para el próximo junio. Durante los últimos meses hemos trabajado en contenidos y relaciones con socios internacionales y hemos involucrado a más de 400 proyectos que participarán en la edición 2022. Aprovecharemos este período que nos separa de esta semana como una oportunidad para enriquecer aún más el evento.
Lanzamiento
«Estamos listos para lanzar un nuevo #OverJewels, que se dedicará a todas las realidades del sector de la joyería y complementos de moda que quieran para hacer crecer y transformar su negocio a través de un innovador proceso de digitalización”.
The Brooch Unpinned
Novedades | Expos&Ferias
The Brooch Unpinned


The Goldsmiths ‘Company Collection 1961-2021 celebra el arte del broche y explora los broches británicos de la colección de joyas de Goldsmiths ‘Company en «The Brooch Unpinned».
Con la curaduría Dora Thornton, esta muestra reúne 20 piezas únicas.
Se destacan, entre otros, obras de Anna Gordon, Charlotte Desyllas, Daphne Krinos, Emmeline Hastings, Gill Galloway-Whitehead, Jacqueline Ryan, Kayo Saito, Louise Oneill, Michelle Currie y Ute Decker.
“Desde la antigüedad, un broche podría ser un emblema de autoridad, riqueza y poder. Los broches son versátiles, se pueden usar para transmitir un mensaje o para iniciar una conversación.
«Los broches estaban en el corazón del diseño de joyas de la posguerra. La artista Wendy Ramshaw se refirió al broche como “una forma de arte portátil” y continúan fascinando y desafiando a los creadores contemporáneos”, destaca Dora Thornton.
Broche de Daphne Krinos, 2007.
Desde hoy en el Goldsmiths Centre de Londres hasta el 30 de junio.
1a. Bienal de Lisboa

De Christoph Zellweger, Excess Fluid, colgante en vidrio y aluminio.
Bienal de Joyería de Lisboa
“Mi trabajo a menudo comienza con una irritación, un pensamiento crítico, algo social o ético. Si mi trabajo es estimulante, es porque la realidad me incita a responder. Veo la joyería contemporánea como un gran medio para desencadenar discursos. Cuando se usa, la joyería se convierte en un tema de conversación perfecto, una línea de apertura silenciosa pero original que no es predecible ni banal. Una pieza de joyería contemporánea, cuando se usa, establece un tono y, a veces, también temas de conversación.
“Por supuesto, usar joyería contemporánea requiere competencia y confianza, un usuario con la capacidad de lidiar con las consecuencias de una invitación visual”, dice Christoph Zellweger, artista y profesor suizo, nacido en una familia de orfebres y propietarios de joyerías de quinta generación, quien encontró su camino en la joyería experimental interdisciplinaria en Londres y continúa creando trabajos basados en la investigación de materiales, innovaciones tecnológicas y procesos desafiantes.
Masterclass de Christoph Zellweger
Para hablar de su experiencia y del «Temor» Zellweger ofrecerá una masterclass, en la 1ª Bienal Internacional de Joyería Contemporánea de Lisboa que bajo el tema «Sudor Frío», que invita a la reflexión sobre el cuerpo, el miedo y la protección.
“La pandemia nos obligó a repensar nuestros modus operandi, y el miedo y la incertidumbre que ha provocado nos llevó a elegir un aspecto notable en la historia de la joyería: la protección física y espiritual, como tema de la bienal y lo que significa en el siglo XXI. La bienal incluirá proyectos expositivos, coloquios, encuentros y masterclasses”, señalan los organizadores.
Del 16 de septiembre al 20 de noviembre, con algunos eventos a partir de julio. Hasta el 31de julio hay tiempo para inscribirse https://www.jewellerybiennale.pin.pt/registo
Entrevista a Elisa Zorraquin
Apuntes | Notas
“Aprendí que el proceso es más importante que el resultado”

En sus primeros pasos por la joyería contemporánea, una obra de Elisa Zorraquin inspirada en elementos de su casa, en el pueblo surfero de Torquay, en el sur de Australia, país donde reside hace más de tres años, fue seleccionada dentro de las 100 elegidas para Talente 2021, el evento que pone en valor el talento innovador de jóvenes creativos de todo el mundo.
Dice que busca “el momento en el que solo percibís para poder expresar después”, al que llama con el nombre de su maestra, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon, a quien le reconoce la enseñanza de un método, la importancia del proceso que hoy incorporó como propio y que completó el iniciado con Francisca Kweitel en Proyecto 8.
De cómo las manijas de una cómoda terminan siendo joya. Una interesante intervención callejera en el paisaje local le abrió paso proyectar performance que incluyen su pasión por las fotos.
Su proceso de aprendizaje, su crecimiento y su decisión de integrar disciplinas como la fotografía o instalaciones performáticas para expresarse. Trabaja para participar en la Bienal de Melbourne y proyecta presentarse en la de Buenos Aires
_Estás instalada en Australia.
_Sí, hace tres años y medio me vine a Australia a estudiar una maestría en Bellas Artes con orientación en Joyería Contemporánea durante dos años en el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT) de la Universidad de Tecnología, Diseño y Negocios de Melbourne y luego me mudé al pueblo surfero de Torquay, donde instalé mi taller en el garaje de casa en el que estoy arrancando de vuelta, tras el nacimiento de mi hijo Rafael, hace siete meses. Australia es un lugar que no conocía. Me gusta mucho el deporte, aprendí a surfear, por ejemplo, y a disfrutar de la naturaleza con mi familia y aquí se nos daba iguales oportunidades a los dos, a mi marido Nacho y a mí. Pude integrarme muy bien a la comunidad, en particular, a la de joyería contemporánea local en la que me encanta participar; me recibieron muy bien.
Previamente había estudiado Diseño Industrial en la FADU y joyería contemporánea en la escuela de María Medici y un año en Taller Eloi, de Jimena Ríos. En 2017 participé del Premio Moda Arte y Diseño (MAD) del concurso que organizaba el Museo de Arte Decorativo, orientado a joyería, con el proyecto «Ideas vivas» -una composición en la que mezclé materiales antiguos o más clásicos, como el bronce y una tela bordada, con otros que podrían ser considerados más modernos, como el acrílico y las mostacillas, trabajados con la fundición a la cera perdida, bordado y corte a láser en una serie de piezas coloridas, que incluyeron un tocado, broche y aros-, tutorada por la diseñadora Leticia Churba.
_¿Cómo llegaste a Talente?
_Me sorprendió gratamente quedar seleccionada como una de las cien para Talente 2021. Había aplicado en 2019 con otra obra, repetí mi osadía en 2020 y resulté elegida para la edición de este año que se da de manera virtual. Participé por impulso de mi profesora de la maestría, la supervisora de taller de joyería contemporánea del RMIT, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon, destacada por su investigación de doctorado en Paisajes antárticos en la joyería y conocida por su trabajo en esmaltes vítreos tradicionales combinados con nuevas tecnologías y materiales industriales. Me introdujo al mundo del hacer joyería contemporánea al guiarme en el posgrado y enseñarme un método que me abrió la cabeza. Mi antecedente en joyería contemporánea fue mi propuesta para el MAD porque solo tenía una propuesta más comercial.
Pudo manejarlo
Para Talente apliqué con mi último trabajo del posgrado: «I can handle it». Me encantan mucho las fotos, me gusta empezar un proyecto haciendo fotografías, en particular, de mi día a día: de lo que hago en casa, de las caminatas por las calles del pueblo hoy o de mi barrio porteño entonces, de detalles como una flor en un balcón o una taza de café iluminada por el sol de la mañana, etc. Eso para mí es joya, es una joya de la vida, es muy especial. Me enseñó lo mucho que puedo hacer a partir de esas imágenes. Ya tenía mucho material de mi barrio de Belgrano y desde la primera entrevista para la maestría empecé a trabajar.
“Me sorprendió gratamente quedar seleccionada como una de las cien para Talente 2021… Mi profesora, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon me introdujo al mundo del hacer joyería contemporánea al guiarme en el posgrado y enseñarme un método que me abrió la cabeza.”
_¿Cómo es ese método?
_A partir de una serie de fotos, elijo cinco imágenes –y hablo en presente porque ya es mi metodología de trabajo, que más o menos replico en cada proyecto- y empiezo a hacer 10 dibujos de cada foto, luego realizo 10 modelos de cartón de cada una, 10 en porcelana, otros 10 más con objetos encontrados y después de todo este proceso, selecciono algunos elementos para empezar a trabajar con el metal. Un proceso enriquecedor que bien pudo derivar en otro material pero mi favorito es el metal. Y el último trabajo del máster es el que presente en Talente. Fueron mis primeros pasos fuertes en joyería contemporánea, por lo cual el haber sido elegida fue importantísimo e inesperado, muy sorprendida, muy contenta. Con todo aprendí el valor del proceso porque solía tener una idea fija de lo que quería hacer y me cerraba a eso, pero tras el posgrado aprendí que el proceso es más importante que el resultado, y desde este punto de vista empezaron a salir cosas nuevas, mucho mejores de lo que hacía o esperaba.
“Aprendí el valor del proceso… aprendí que el proceso es más importante que el resultado”.
_¿El proceso pasó a ser más importante que el resultado?
_Sí, sin duda. El proceso de la joyería contemporánea, su día a día es como la vida misma. Pensar y detenerse a ver cómo arranca el día, con esas pequeñas cosas que en suma definen tu día y en consecuencia tu vida conforman un proceso que se repite en la joyería. Porque al final del día, el objeto o pieza de joyería que hice está buena, pero lo mejor es todo lo que viví e hice para realizarla; es el camino del hacer lo que vale no tanto lo que hacés en sí, sin desvalorizar esto último, claro. Y esto es lo que hoy es importante para mí. Por eso es lo que ahora me interesa mostrar más que la joyería u objetos en sí. Si ese proceso se pudiese ver o exhibir de alguna manera sería buenísimo, define mucho: cómo es el pensamiento, la idea, la inspiración, es como su secreto más interesante, no tanto por el método en sí sino ver cómo trabaja la cabeza; este es un ejercicio que en la práctica te abre la cabeza. El valor de ese proceso, el disfrute de cómo se van descubriendo cosas de a poco, el aprender a tener paciencia, que no tengo mucha, termina siendo un aprendizaje de vida. Ahora conociendo el valor del proceso, me encanta el detrás de escena de la joyería.
Este camino lo arranqué con Francisca Kweitel en Proyecto 8. En ese momento, fue un encontronazo, un encuentro con aprender a pensar de otro modo, a reflexionar para crear; un encontronazo porque me encontré con algo inesperado. Venía muy influenciada por el diseño industrial, en el que es todo medido, que funciona de una manera, con un propósito y en Proyecto 8 aprendí que no tiene por qué funcionar de esa manera o hasta no tiene por qué funcionar. Es que era nueva en eso de ir de a poco y mirar con perspectiva, mirar un poco para atrás, hacer la previa o el aguante a la joya fue divertido pero me costó en un principio. Acostumbrada a que todo es ya, ya, ya, entonces estaba en modo inmediato, rápido y fue todo un aprendizaje tomarme el tiempo para pensar, visualizar, probar y ensayar, disfrutar del proceso de crear. Cuando empecé, yo quería hacer joyería de las casas que había en mi barrio con las macetas que colgaban con flores o hasta de las plantitas que salían de las baldosas. Pero ¿cómo hacés para transformarlo en joyería? Ese fue mi desafío, hoy me doy cuenta que lo funcional es llegar a convertir la poesía que se ve en lo cotidiano, en las pequeñas cosas en un objeto y la función es invitar a otros a reflexionar.
“Al final del día, el objeto o pieza de joyería que hice está buena, pero lo mejor es todo lo que viví e hice para realizarla”.
Momentos para percibir
_¿A qué invitás a reflexionar?
_A valorar las cosas simples, los objetos, las pequeñas acciones, las rutinas diarias: el momento del café de la mañana en el que te perdés con la mirada y disfrutás de la luz que entra por la ventana o que salió una nueva flor en la maceta del balcón, la caída de hojas o el ruido de las hojas pateadas al caminar; insisto eso es poesía, eso son una joya potencial. Lo llamo el momento Kirsten, el momento de silencio, ese en el que solo percibís para poder expresar después. Son instantes que completan en los que nos podemos alimentar para estar bien, mirar, agradecer, para nutrirse para dar. Está bueno empezar a detenernos en estas cosas. En una clínica de la maestría, me dijeron que era demasiado optimista, pero una profesora me señaló que hacía mucha falta de eso en el mundo de hoy: falta más sencillez y eso es lo que quiero aportar con mi joyería contemporánea.
“El momento de silencio es ese en el que solo percibís para poder expresar después… falta más sencillez y eso es lo que quiero aportar con mi joyería contemporánea”.
_¿De qué manera podés materializar eso a través de la joyería contemporánea?
_Por ejemplo, hice objetos no tan portables, muy al límite de la joyería contemporánea. Los diseñé para poner en la calle, en mi casa, como señaladores que indican “acá hay valor”. Para que alguien que camina por la calle se encuentra con este objeto y se detenga a ver ese lugar cotidiano, rutinario y le de otro valor. Así lo ve el que ve, el que está en modo presente. Es como una invitación a parar y disfrutar.
Hice como una instalación, en la que sumaba esos objetos en elementos de la calle relacionado con las líneas de la calle o la arquitectura de una casa, o que tenía que ver con flores que salen entre los barrotes de una reja o en un poste abandonado o en la baranda de ingreso a un edificio y también en mi casa donde en diferentes lugares están estos objetos o estoy yo que me pongo piezas de joyería alusivas o no, y todo este trabajo lo filmé y me autofilmé haciendo cosas a diario: como regar un planta, abrir una ventana, tomar un té y otras cosas que son parte de la vida, como limpiar el baño, por ejemplo. Así, con estas pequeñas cosas cotidianas siento que muestro más, que transmito mucho. Con esta propuesta apliqué para la Bienal de Joyería de Melbourne.
Y este proceso me llevó a crear joyería como si fuera una escenografía. Sería joyería para usar pero también para explorar. Y en esto se suman los objetos y las filmaciones.
La joyería-escenografía puede ser portable o solo para explorar de pasar de un formato a otro. La joyería cumple la función de un momento especial más, ese que se da cuando te la ponés y te gusta. Es que cuando me pongo joyería entro en un momento especial, el día se convierte en especial.
“Hice objetos no tan portables, muy al límite de la joyería contemporánea. Los diseñé para poner en la calle, en mi casa, como señaladores que indican “acá hay valor.”
_¿Qué tipo de joyería te gusta usar?
_Me gustan más los aros, los uso desde los 6 años, cuando empezó a intervenir la joyería en mi vida. Entonces, aunque parezca presumida, a temprana edad empecé a hacer aros y hasta conseguía que venderlos en un local cerca de casa en Belgrano; recuerdo con cariño la generosidad de esos vecinos que aceptaban exponer y ofrecer mis aritos. Pero hoy también me encantan los broches y los collares. Uso piezas mías pero querría tener el suficiente poder adquisitivo como para tener obras de artistas que me fascinan.
_¿De quiénes?
_Me gustaría tener obras de la australiana Julie Blyfield que hace la joyería más bella que he visto en repusé y cincelado, técnicas tradicionales de orfebrería que también aplica a objetos que resultan preciosos; de la norteamericana Melanie Bilenker que se inspira en el cotidiano de Filadeldia, hace fotos, dibujos y piezas con su propio pelo en una reversión de ese elemento victoriano buenísima; de la tasmana Marian Hosking que tiene joyas en plata en bajorrelieve que resaltan especímenes botánicos y aves de su isla, son encantadoras; de la alemana Bettina Speckner, que usa retratos de ferrotipo del siglo XIX como materia prima y los ensambla en la construcción de broches; de Lucy Sarneel, a quien acabamos de perder pero queda su uso distintivo del zinc y la interesante integración de objetos en sus joyas. Y de Rita Hampton, cuyas piezas de cincelado en plata son increíbles; tiene una serie de miniaturas y muchas referidas también a la naturaleza y al reino animal muy interesantes.
“Me gustan mucho las obras de Julie Blyfield, Melanie Bilenker, Marian Hosking, Bettina Speckner, Lucy Scarneel y Rita Hampton”
Hogar inspirador
_¿Qué presentaste en Talente 2021?
La obra se llama «I can handle it» o «Puedo manejarlo». Surgió de un trabajo de la maestría con Kirsten, que me propuso hacer una pieza de joyería u objeto por día de lo que sea en diferentes materiales, diferentes construcciones, con diferentes técnicas, en diferentes períodos de tiempos. Y esta es una serie de cinco “manijas” inspiradas elementos de mi casa. En ese proceso, hice por ejemplo una vasijita que salía de una casa antigua en la que adentro tenía una flor en resina, la cual tenía relación con la leche que le pongo al té en las mañanas y al echarlo se ven como distintos dibujos; luego hice algo en papel de aluminio, papel de manteca y una lata de atún; hice un tejido; unas manijas; un anillo a partir de una caja de cartón para reciclar. Con todos estos elementos que surgieron de mi casa armé una instalación doméstica. Investigué sobre los objetos cotidianos y me puse a ver o a seleccionarlos teniendo en cuenta sus funciones como los botones de la ropa, la manija para abrir la puerta o el cajón de un mueble; y descubrí que son cosas que pasamos por alto, que están presentes como de manera silenciosa, que nos ayudan a diario y nos abren puertas, posibilidades. Advertí cómo a partir de esos objetos surgen cosas, obras impensadas, como estas manijas que me llevaron a participar de un concurso internacional que tuvo en cuenta mi proceso de trabajo y la obra resultante. En la presentación, hice una performance en la que las dispuse en una mesa y las movía de acuerdo con lo que me permitían: una manija que me permitía pensar; otra, contemplar, una que me favorecía para mirar de una manera diferente, y más; todo con la idea de lo que permite abrir o abrirse a diferentes posibilidades. Es que los objetos cotidianos son servidores que esperan ser activados para ayudar. Una cómoda tiene tiradores que abren espacios para guardar memoria, secretos, que potencian la imaginación. Y algo que conocemos tanto como una manija o quizás tan poco, por eso lo llame «I can handle it» y se refiere a objetos que te permiten de alguna manera atravesar la vida cotidiana, son esos que despiertan o potencian la imaginación.
“La obra que presenté en Talente se llama «I can handle it» y se refiere a objetos que te permiten de alguna manera atravesar la vida cotidiana, son esos que despiertan o potencian la imaginación.”
_¿En qué materiales y técnicas?
_Son muy básicos. Trabajo el metal, algo de cera, me gustaría profundizar en cincelado. Trabajo mucho en diseño 3D, que me permite sintetizar luego de realizar modelos y dibujos a mano. Uso mucho cobre y bronce, me gustaría usar más plata. Calo dibujos a mano con sierra. Lo más interesante es el paso de 2D a 3D; voy calando y el material se va levantando, como las plantas que crecen entre las baldosas va asomando el metal con el corte y calado. En la serie I can handle it sumé la aplicación de polvo de colores, una pintura industrial que usé porque genera un impacto visual agradable, invita a jugar, a probar; usé colores para llamar la atención y tentar a usar la pieza, a tocarla, a probarla en la mano.
“Lo más interesante es el paso de 2D a 3D; con el corte y calado, el metal se va levantando, se va asomando.”
_¿Cómo son?
_Son anillos sin la forma tradicional sino para ser llevados en la mano de manera diferente. En la presentación de la performance hasta me lo enganché en la remera como un broche. No está pensado para ser agarrado o llevado de manera habitual sino que atravesás tu mano en ellos. Bueno, son para que se usen como se quiera.
_¿Tu obra forma parte de una muestra virtual internacional?
_Sí, Talente 2021 se exhibe en una muestra virtual en la plataforma de Klimt02.net, en la que se puede tener la oportunidad de entrar en contacto con los interesados, y espero que ese intercambio se dé; por ahora me contactaron por otro de mis trabajos.
_¿Tenés previsto exhibirlo en Melbourne?
_En septiembre próximo es la bienal de joyería contemporánea de Melbourne en la que tengo previsto participar con mi trabajo audiovisual y analizo la posibilidad de repetir la instalación doméstica de joyería en objetos de la vida diaria con el fin de complementar la propuesta. Y también quiero presentarme con otra obra en la próxima bienal latinoamericana que se ofrecerá en Buenos Aires.
Salir de la zona de confort
_¿Proyectos?
_Proyecto aprender o tomar clínicas con artistas para sumar nuevas técnicas que me permitan hacer piezas más esculturales. Aunque me gusta mucho el corte de metal y creo que de alguna manera siempre va a estar presente, será un desafío no atarme a una idea. Como aprendí, quiero salir de la zona de confort. Siento que encontré un lenguaje visual pero quiero animarme a explorar otras alternativas.
Y tengo en mente un proyecto al que llamo Siesta, solo porque es el momento en que mi bebe Rafael duerme para dedicarme de lleno en el taller, que estoy terminando de instalar, con soldadora nueva, entre otras herramientas. Por ahora lo siento en su sillita, le doy algo de pan, se entretiene y de alguna manera hacemos joyería juntos y siento que será así de ahora en más. La maternidad es un buen tema para explorar desde la joyería contemporánea.
Ábaco
Apuntes | Notas
“Ábaco es un talismán, un instrumento para contar”

La artista cordobesa Cecilia Richard presenta su última obra fetiche, que establece una relación inusitada con el cuerpo. Una pieza duracional, en desarrollo, que promete porque la incógnita que supone su fin la lleva a expresar su poder creativo en un proceso cotidiano inigualable. Qué es Ábaco, qué significa, qué representa y cómo es hacer joya con un material orgánico impensado.
Ábaco es un como un talismán, es una pieza para el cuerpo. Es un instrumento para contar.
Su autora, la artista cordobesa Cecilia Richard cuenta que surge en un tiempo de excepción, que se trata de una obra duracional, que se trabaja en progreso, que está en proceso y, como lo demuestra a diario, es ilimitado, tanto como su imaginación o creatividad. Dice que crece día a día por adición.
Se trata de una obra de arte, de una expresión performática, de un megacollar -a la vista de quien se empeñe en clasificar o rotular- hecho de naranjas consumidas durante este tiempo pandémico.
“Todas las mañanas, corto una naranja por la mitad, la exprimo, bebo su jugo. Quito con la mano el hollejo restante, doy vuelta su piel y expongo su interior. Relaciono ambas cáscaras por su concavidad y mediante una costura surfilada, uno una mitad a otra, por sus bordes. Siempre la última debe estar húmeda para conservar la blandura y permitir la costura de la nueva.
«Necesita del sol para secarse paulatinamente, sino corre el riesgo de descomponerse por exceso de humedad. Cuando se seca es firme y flexible por sus uniones, este es el modo en que se articula”.
Pieza hecha con material orgánico
Y esto lo repite a diario. Una naranja por día, como un ritual, desde el inicio de un tiempo, de este que aún no se conoce su fin… Por eso sostiene que Ábaco cuantifica, materializa el transcurrir de un tiempo…
Señala que Ábaco habla de alimento, más aún, de nutrición amorosa. “Es talismán que refiere a la autodeterminación para “ayudar” a la suerte y la magia hacia un conjuro de protección. ¿De qué me alimento? ¿Qué alimento? No hay duda de que debe ser o se necesita que sea un alimento que nutra física y psíquicamente.
Los detalles de la obra impactan al igual que su origen y constante desarrollo. Se conforma como un cuerpo flexible que va creciendo en longitud con el correr de los días. A partir del cambio paulatino de dimensión y escala, su relación inicial pasa de objeto portado, a objeto que recorre el cuerpo y luego trasvasándolo, posibilita establecer relaciones con mas sujetos, tanto así, como con su entorno y paisaje como contexto.
“Esta condición entre otras cosas, me provoca al juego, juego al que invito a participar, en distintos estadios, a seres que son parte de mi red amorosa, tejido humano que reconozco en mi vida como soporte y contexto que me humaniza. Ábaco da un sentido y se resignifica en cada nueva situación que propongo y recreo. Por eso, es un instrumento para contar”.
Relación con el cuerpo
La relación con el cuerpo no es menos sorprendente. Cecilia señala que si hablamos de joyería, tradicionalmente el cuerpo es considerado el soporte por excelencia del objeto-joya.
«Operando en este campo, me interesa la/s relación/es que se pueden establecer entre objeto /cuerpo. Al trabajar sobre este eje, crece la escala y dimensión del objeto, permitiendo accionarlo y preguntarse acerca del término cuerpo en clave ampliada: cuerpo individuo, cuerpo grupal, cuerpo social, tierra-cuerpo-hábitat, cuerpo de ideas…. Lo que invita a imaginar o pensar en un concepto ampliado también de una joyería expandida o, a la manera del concepto sobre escultura de la crítica de arte, profesora y teórica estadounidense Rosalind Krauss en su «Ensayo: La escultura en el campo expandido. La originalidad de las vanguardias y otros mitos» (1985): una joyería “en el campo expandido”.
En consecuencia, Ábaco, como objeto-joya talismán, pasa a ser un señalamiento sobre el territorio/ cuerpo, posando la mirada, generando pregunta, reflexión. Y se convierte en una obra abierta.
Reflexiona sobre si somos seres solos, aislados o somos parte de un tejido corporal mayor. Una cuestión que la interpela e invita a preguntarse ¿Qué es lo urgente en este momento?
Cuenta con una bitácora sobre este “objeto artesanal, joya, talismán, juego, alimento, acción, señalamiento, performance, fotografía, redes”. Da cuenta que arrancó el 20 de marzo de 2020 y lleva ya más de un año, y en el primer aniversario de la pandemia en nuestro país consignó: 365 naranjas (bebidas una cada día), 730 mitades de cáscara/piel cosidas, 7,85 metros de longitud, 27.240 puntadas y 169.360 cm de hilo. Y esto no es todo, continúa…
Al ritmo de la cuarentena
“Como obra duracional, Ábaco tiene como premisa de trabajo desarrollarse durante el tiempo que dure la cuarentena y el distanciamiento social, y esto aún no concluye ni se avizora su fin, no tengo pensado ni previsto su conclusión o futuro y esto abarca a su exhibición en lo que a espacio físico se refiere. Todo es incierto. Ni dónde, ni cuando, ni cómo.
«De todos modos, considero como parte comunicación su publicación ocasional en redes sociales y en tiempo real. Hoy éste se conforma como medio natural de presentación abierta al público y se muestra describiendo una narrativa y configurando un cuerpo de ideas dinámico en clave poética”, explica Cecilia Richard.
Es que para la artista toda materialidad es susceptible de significar. “Como diría un amigo, me entusiasma buscar las ideas detrás de las cosas. ¿Y dónde están las ideas? ¿En la materialidad? ¿En uno? ¿En el diálogo entre ambos? ¿Son los procedimientos que accionamos el vehículo de las mismas?…”
Patricia Gallucci Taller
De visita | Escuelas
¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos de visita para conocer el taller de Patricia Gallucci, recientemente relanzado en Saavedra.
Cuál es y dónde queda. Siente que su taller, que lleva su nombre, es su lugar en el mundo. Es donde hace sus piezas de joyería y donde también enseña, y comparte con alumnos y colegas procesos de creación diversos.
Reconoce que siempre se sintió cómoda en los talleres de arte e industriales. “Donde sea que hayan herramientas y un pequeño espacio para crear me siento como en casa. Por suerte me casé con un ex luthier, quien comparte mi pasión por las herramientas; nuestra casa está siempre llena de herramientas, piezas de joyería y arte”.
Está en un PH ubicado en el barrio de Saavedra, en el límite entre Núñez y Vicente López. La cuarentena la agarró en plena reforma, así que mudó provisoriamente su taller a Caseros donde comenzó la etapa de las clases online. Pero ahora ya está de vuelta, con el espacio acondicionado para las clases presenciales cuidadas para un grupo reducido.
Cómo es. El taller tiene dos espacios: el principal, de joyería, y un anexo. El de joyería cuenta con 6 bancos de trabajo y una mesa de soldado con una gran campana, para poder hacer todo tipo de fundiciones, trabajar con ceras y experimentar con materiales de manera más segura. Cuenta con herramientas para que los alumnos puedan crear sin necesidad de trasladarse con las suyas, muchas cajas llenas de materiales y una buena cantidad de libros y catálogos. Se suma un taller anexo al que llama “el taller sucio, no porque sea una mugre, sino porque es donde están la pulidora, la lijadora, el taladro, la caladora de banco y otras herramientas grandes”.
Allí trabaja con cerámica, porcelana, resinas, maderas y cualquier material que se le cruce en el camino. “Incentivo a mis alumnos para que sean curiosos, investiguen, experimenten con todo tipo de materiales. Muchas veces trabajan con químicos o se necesita un espacio donde poder hacer más polvo de lo normal, por eso el apodo de sucio”. Agrega que, además, a veces en verano, salen a hacer ejercicios creativos en la terraza, llena de cactus y plantas.
Qué se enseña. Las clases regulares son muy abiertas, “es un toma y daca entre alumno y profesor”. Las intensivas tratan sobre técnicas específicas, bien pautadas, en su mayoría dictadas por Patricia, quien además de estudiar joyería es diseñadora industrial y desde chica que hizo cursos de perfeccionamiento de todo tipo. Cada tanto suma con clases magistrales de colegas que se especializan en otras técnicas, “es algo que todos disfrutamos mucho y que definitivamente suma”. Desde hace un par de años tiene algunos alumnos a distancia, que toman clases para despejar dudas o para asesorarse.
Seguimiento online
Por la pandemia empezó a dar clases de seguimiento y talleres intensivos online, como Modelado de ceras por goteo, Modelado de ceras semiblandas, Tallado de ceras duras, Fundición de orgánicos, Fundición en tierras delft, Ganchos, Remaches, Moldes de caucho y silicona, Reconstituido y Básicos de metales, entre otros intensivos. Está terminando de dar el segundo nivel de Cierres.
Y para abril-mayo prevé repetir Resina expoxi por colada. Para mayo y junio anuncia el Taller de Exploración con Textil, Telar Circular y Upcycling a cargo de Sabina Tiemroth.
“Las clases regulares son muy abiertas, es un toma y daca entre alumno y profesor… Los incentivo para que sean curiosos, investiguen, experimenten con todo tipo de materiales”, dice la diseñadora y joyera Patricia Gallucci.
Modalidad de trabajo. El curso anual es libre, cada alumno aprende a su ritmo y con los conocimientos e inquietudes propias, de acuerdo con sus motivaciones y necesidades. “Los guío y empujo a romper sus propios moldes, a que se atrevan a equivocarse, a jugar y a disfrutar del proceso, más allá del resultado… así es como realmente se aprende. Las técnicas siempre son un medio que nos permite hacer y expresarnos, no se aprenden sino que se adquieren con mucha práctica y paciencia, por eso es fundamental que en ese camino haya disfrute y una elección propia de los materiales o procesos con los que cada uno decide trabajar. También hay quienes vienen a aprender un oficio, como salida laboral o para generar un emprendimiento propio: a ellos intento transmitirles mi propia experiencia como diseñadora, los enfoco dentro del desarrollo de colecciones y los oriento en costos (una gran enseñanza que me dejo el secundario orientado en administración), sin dejar de lado la experimentación y el disfrute.
Otros vienen a explorar su veta más artística, entonces los procesos son tan diversos como las personas: con ellos conversamos mucho, indagamos en qué hacer y por qué, en quiénes son y cómo las piezas son un reflejo de ellos mismos, de sus intereses y hasta sus lugares más oscuros”. Para todos, abundan los ejercicios creativos, las maquetas y materiales “raros”. Y cada uno encuentra su propia manera de hacer. Nos sorprendemos siempre de los resultados. “Las clases de seguimiento virtuales dieron lugar a esta manera de abordar la joyería, más desde el pensamiento y el corazón”.
Búsqueda para experimentar
Habilidades que se aprenden. Se aprenden procesos creativos y de joyería tradicional y contemporánea. Se trabaja con materiales metálicos y no metálicos, y se busca crear y emplear técnicas experimentales, muy propias de cada uno. También, “se aprenden a trabajar desde lo placentero y no desde la exigencia; a equivocarse sin castigarse, a frustrarse sin abandonar. El que no se equivoca es porque no hace”. Además del trabajo de taller, la joyera dice que se aprende a observar una joya más allá del gusto personal; hasta se aprende a comprar herramientas, tratar con proveedores y personas que brindan servicios de fundición, fotografía, etc. Es decir, a trabajar en colaboración con otros
Meta. Su objetivo más importante es que los estudiantes se puedan conectar con lo que les pasa desde la materialidad, desde el hacer con las manos. La intención es que cada uno transite un camino muy personal, no hay una única meta, pero apunta a que todo aquello que se haga se adecue a lo que quiere comunicar y expresar en la búsqueda de un lenguaje y estética propia.
Perfil. Vienen personas curiosas, con ganas de aprender algo nuevo, relajarse, pasarla bien y compartir. A veces vienen cansados después de un largo día y con una sonrisa de oreja a oreja me dicen que esperan ese momento para compartir con sus compañeros. En la virtualidad, eso ya no se puede, pero se siente el cariño, respeto hacia lo que hace o dice el otro, por más diferentes que sean; incluso admiración. En estos momentos es muy importante el compañerismo que se refleja en las clases o chats, con palabras de aliento y agradecimiento.
Actividades. Al terminar de cada año lectivo se organiza un encuentro entre todos los grupos, en el que se comparte lo que hacen los alumnos, se charla sobre las piezas, pero más que nada sobre los procesos y aprendizajes. “En el 2020 el encuentro fue virtual, y también se sumaron alumnos desde distintas partes de Latinoamérica hasta de España. Año a año, a todos les agradezco y repito que la que más aprende soy yo”.



Taller Abierto de La Joyería de Palermo

De visita | Talleres
Taller Abierto de La Joyería de Palermo
Uno de los pocos espacios joyeros que se sostiene desde hace 18 años como muestra del poder creativo local.
Es una dupla creativa que se mantiene hace casi dos décadas. Paula Levy y Viviana Carriquiry son las que sostienen La Joyería de Palermo, un local comercial donde también tienen instalado el taller que comparten y definen como su “espacio de inspiración”, donde aseguran que es posible abstraerse para crear, pensar, experimentar y jugar. Está a la vista del público, es pequeño, con las herramientas básicas que intercambian para hacer cada una sus piezas de joyería. Un atelier con una estética setentista, en tonos cálidos y depurados en Costa Rica 4693 casi esquina Armenia. Un espacio en común de joyería contemporánea que arrancó en la antigua galería de la calle Florida donde funcionaba Diseñadores del Bajo y luego se trasladaron a Palermo Viejo Nicaragua entre Armenia y Malabia.
No es su único lugar de creación. A su vez cada una, en su casa, tiene armado taller en los que completan su proceso creativo con terminaciones de algunas piezas.
Su taller público tiene su “amado” banco de joyero, con martillos, muchas pinzas, limas, mandriles de anillos, pulseras, elementos para trabajar cera. Cuentan también con varias cajoneras donde guardan muy bien clasificados los elementos que usan. “Como el espacio es chico nos obliga a ser más ordenadas”, ríen. Cuentan con tornos, sopletes, y en uno de sus talleres particulares hay un horno para esmaltar metal, entre innumerables herramientas de las que disponen.
“Pusimos en marcha este proyecto hace ya 18 años. En este tiempo en que trabajamos juntas, siempre hicimos las piezas de joyería a la vista de todos y atendimos el local al mismo tiempo. Lo cual genera un feedback muy interesante con nuestros clientes, que les gusta ver cómo hacemos las piezas, chusmear las herramientas y se sorprenden de ver que somos nosotras mismas quienes hacemos todo y cada una de las colecciones que ofrecemos”.
Procesos creativos independientes
“Nos damos mucha libertad para crear”. Cada una lleva adelante su propio proceso creativo. En general, cada una desarrolla sus colecciones y luego intercambian ideas que mejoran los resultados. “Se trata de joyería que tiene que ver con ideas, sentimientos, emociones que cada una experimenta y plasma en pequeñas colecciones y piezas únicas en diferentes materiales y técnicas”.
Con musas varias reconocen que muchas veces se inspiran en elementos de la naturaleza, pero también las puede las formas muy puras. Y admiten que les gusta que las piezas tengan movimiento. “Pensamos nuestra joyería como pequeñas obras de arte para llevar puestas y usarlas. Las piezas tienen valor por lo que son y transmiten, no por el costo de los materiales con los que están realizadas. Por eso, lo que hacemos se llama joyería contemporánea. Cada uno de estos objetos de uso pertenece a un conjunto más grande al que llamamos líneas o colecciones. Si una idea nos gusta y nos parece fuerte la desarrollamos de la manera más completa posible, que suele incluir aros, collar, anillo, pulseras y más”.
Fans del metal, trabajan con plata, oro, cobre, alpaca y bronce. Muchas veces parten de la chapa o de hilos de metal y otras optan por trabajar en cera y luego la trasformar en metal con un proceso de a la cera perdida.
Estética que comunica
Viviana aporta a muchas de las piezas engarce de piedras o cristales, remachas de piedras y algunas de ellas con movimiento. Da forma a los metales en líneas martilladas y combina plata, cobre y alpaca con, por ejemplo, siliconas o perlas, piedras ámbares o cuarzos en líneas más orgánicas u otras geométricas, más simples y definidas, depuradas.
Paula agrega piezas con telas estampadas y metal, chapa calada y esmalte sobre metales, también reciclando bellos objetos de plástico. Trabaja con el volumen, la partición y articulación de piezas, mostrando su exterior e interior. “Lo que la joyería contemporánea ofrece va más allá del material sino que su valor está en la estética que comunica una idea”, señala.
Les interesa ofrecer variedad de piezas y precios, mucha joya única y otras series con una bajada del concepto más accesible comercialmente. Hoy, en pleno desarrollo de varias colecciones nuevas, cuentan que están reciclando piezas plásticas de gran valor visual, otras inspiradas en animales y plantas. Y también una línea súper pura. De líneas y más líneas. “Este en un hermoso momento donde todo es posible y lo mejor está por venir…”
Maison Domecq no se limita a un simple upcycling
Apuntes | Notas
“Maison Domecq no se limita a un simple upcycling”

Mayte Ossorio Domecq sostiene una propuesta de joyería que califica de sustentable. Se maneja con material de origen argentino que se descarta en la industria alimenticia local y que ella recupera y reusa. Los requisitos que le permitieron ser distinguida con una certificación que avala su proceso y acredita su manejo social, ambiental y económico. Cómo lo logra, cómo es el paso a paso, de principio a fin de su trabajo. La joyería que la define y revela su filosofía de vida.
_¿Por qué Maison Domecq se define como una marca de accesorios con materiales alternativos sostenibles? ¿Con qué objetivo?
_Nace con la idea del reuso y la recuperación de materiales para la generación de piezas contemporáneas. Y elegí el cuero como materia prima principal, porque es noble, de origen argentino y porque tiene mucho descarte con destino final en la basura. Esta desventaja se convierte en ventaja y permite convertir un círculo vicioso en virtuoso. El 70 por ciento de la materia prima que utilizamos proviene del reciclado. Se trata de un subproducto de la industria de la carne, es remanente de oficios y lo que hacemos es sacar ese material de un circuito contaminante.
Reusamos al máximo el material. Recibo donaciones y busco en curtiembres que acrediten la trazabilidad del origen y tratamiento del material. Saco de la basura mucha materia prima y le doy una segunda oportunidad, lo embellezco, lo recreo, diseño. Desde el año último sumé la alpaca y el latón o bronce trabajados por artesanos y esto me permite potenciar a esos pequeños emprendedores o cabezas de familia en desventaja social, y sumar mi granito de arena para intentar reactivar la cadena productiva y ofrecer una alternativa laboral además de revalorizar la técnica artesanal de pulido a espejo y de trenzado de cuero. El valor de las piezas de joyería de Maison Domecq se da porque se empiezan y terminan a mano. Un proyecto es sostenible si tiene en cuenta el aspecto ambiental, social y económico.
_¿Cómo conseguís que tu marca sea sustentable?
_En un emprendimiento de este tipo difícilmente puedan separarse la filosofía o forma de vida de las personas de las acciones que se llevan a cabo en la empresa. Quienes formamos parte de Maison Domecq tenemos ese pensamiento. No podría hablarse de sustentabilidad si solo se circunscribiera a una parte de nuestra vida o día. Creo que es una forma de concebir la realidad en favor del bien común.
Lo de Maison Domecq no se limita a un simple upcycling, sino que abarca las tres dimensiones necesarias en un proyecto sostenible: la social, que apunta a la revalorización de oficios y al manejo artesanal de quienes trabajan el cuero y la alpaca, quienes son elegidos especialmente como emprendedores o personas en situación de vulnerabilidad y reciben un pago justo que establece ellos mismos como trabajadores, y por eso se respeta el valor de lo que hacen o producen; involucra a ese perfil de trabajador no una empresa y es importante además de la función o trabajo que realiza.
En el caso Maison involucra desde las dos artesanas del cuero, los tres que sostienen la técnica ancestral de la alpaca, o un jubilado que hace los sacabocados, por ejemplo, hasta el fotógrafo que promueve con sus imágenes este tipo de trabajo o el programador que lleva adelante la web, entre otros. Todos estos trabajadores, proveedores incluidos, son locales; esto permite regionalizar, manejarnos con personas de la región o zona, es decir, que se facilita o promueve de una red solidaria, productiva y sustentable.
Dar una primera oportunidad laboral a estudiantes mediante pasantías rentadas forma parte de este aspecto social a tener en cuenta; son pasantías en las que pueden desarrollar una idea o propuesta creativa que sume una mejora al emprendimiento; supone elaborar, ejecutar y ver cómo eso cambia, no es un trabajo repetitivo y monótono en el que no se pueda pensar. Para Maison es importantísimo dar igualdad de oportunidad a mujeres con una remuneración igualitaria; sabemos que no siempre se respeta el trabajo femenino. Y verificamos que los proveedores no tengan trabajo infantil ni trabajo no registrado. Quiero aclarar que si bien MD exporta parte de sus productos es alto el porcentaje en el que nos manejamos en la región o zona: es un emprendimiento local que se maneja con materiales ciento por ciento argentinos, trabajados por mano de obra de nuestra zona de influencia.
La dimensión ambiental supone optimizar los recursos y lo hicimos al cambiar el tipo de iluminación por una de bajo consumo, el desagüe de efluentes con sistemas de doble descarga, la rotulación y separación de basura, el uso y reuso de remanentes de cuero y alpaca, con productos que llegan a tener un 80 por ciento de materiales usados y un 20 por ciento de nuevos. Y trabajamos a diario para minimizar la huella de carbono con acciones concretas y sencillas como desconectar el cargador del celular, usar bolsas de tela, evitar el consumo de plásticos, reducir el uso de automóviles, unificar compras y repartos, practicar una movilidad sostenible o caminar, etc. Usamos la menor cantidad de productos para reducir, aprovechamos más de una vez al reutilizar y depositamos en el contenedor adecuado solo lo necesario, reciclando; muy poco por cierto porque hasta le buscamos la vuelta a nuestros propios sobrantes.
_¿Cómo se relaciona esto con el uso de un subproducto de la industria de la carne?
_Sí entiendo que puede parecer contradictorio. Nuestro trabajo es sacar del circuito de la basura contaminante un descarte y recrearlo. Sí entiendo que los alimentos son responsables de al menos el 20 por ciento de los gases de efecto invernadero. Tratamos de compensar esa huella. El uso del cuero o de la piel del animal tratada mediante curtido no es a los fines de promoverlo sino de reducir su conversión en basura.
Aprovechamos el remanente de cuero no solo de la industria alimenticia sino también de la automotriz, por ejemplo, de la cual hacemos uso de sus muestras de calidad para convertirlas en etiquetas, por ejemplo. También reutilizamos cuero de otros oficios, como la marroquinería, la talabartería y la zapatería. Hay productos más contaminantes que el cuero. Hablar de cuero ecológico o ecocuero o cuerina es un material sintético no natural que puede dañar más el medioambiente lo mismo o peor que los plásticos. La durabilidad del cuero es muy superior y favorece el consumo responsable. Destaco e insisto en que usamos un subproducto de la industria alimenticia, un descarte. Considero que es una discusión difícil y hasta inconducente porque muchos reemplazan el cuero con plástico que considero mucho peor, por su toxicidad y lenta degradación. Hay que reconocer también que la industria del cuero es generadora de trabajo a pesar de que en estos tiempos pandémicos por la baja en el consumo de carne y de cuero muchas empresas están enterrando toneladas de remanentes con el terrible daño ambiental que eso está causando; esto es mucho peor que transformarlo, que reconvertirlo.
Respeto mucho otras opiniones y sé que respetan y valoran mi trabajo y la función que termino por cumplir. Es cierto, también, que el uso del descarte del plástico está curiosamente mejor visto que el uso del descarte del cuero.
Condiciones de sustentabilidad
_¿Qué premisas económicas hacen a la sustentabilidad?
_La primera idea económica que hace a la sustentabilidad es que el emprendimiento debe tener fines de lucro, debe ser rentable para poder sostener en el tiempo todos estos valores que mencioné, entre otros, el de generar trabajo, el del pago justo, el cobro por igual de mujeres y hombres y hasta la justa distribución de ganancias. Destaco que es clave pagar bien y lo que corresponde. Y la regionalización que mencionaba es fundamental: hacer acá para acá, sobre todo en el mayor porcentaje posible y repito y reconozco la excepción de mi exportación que no es tan representativa como para dar por tierra el proyecto; además sirve para la difusión de la filosofía de la marca y para mantener su motor económico. Con todo, hay que poder mantener el circuito económico, hay que poder hacerlo sustentable. Si no ganamos plata, no se crece y si no se crece se detiene la economía y todos perdemos. Insisto para que un emprendimiento sea sustentable debe lograr una ganancia, no es una ONG. Sí en esta dimensión se inscriben las ONG en tanto y en cuanto, por ejemplo, reciben donaciones de productos o de piezas de joyería, en nuestro caso, para que puedan disponer de fondos para sus objetivos solidarios, que en muchas oportunidades buscan sostener proyectos económicos sostenibles. No se trata de manejarnos con la rigidez de la norma que nos desacredita sino cumplimos a rajatabla, sino que se trata de la búsqueda de las mejores alternativas que permitan minimizar los desperdicios, compensar la huella de carbono y ayudar a las personas a tener un trabajo sostenido en favor del bien común. Con el seguimiento de estas certificaciones o con este triple impacto conseguimos la certificación B.
_¿Qué significa?
_Esta certificación significó un gran aprendizaje, ya que pude entender la sustentabilidad como un todo. Un modo de concepción y de desarrollo de un emprendimiento. Y significó poder trabajar a diario en la minimización de la huella de carbono, más allá del cuestionamiento que pudiera hacerse por el uso de la materia prima.
_¿Y qué implican las certificaciones B y Universal de Triple Impacto que recibió la marca?
_La certificación B Corporation (también B Lab o B Corp) es por el desempeño social y ambiental, es privada para empresas con fines de lucro. Esta es otorgada por B Lab, una organización global sin fines de lucro con oficinas en los Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y una asociación en América Latina con Sistema B. Para obtener y más importante aún, mantener esta certificación, las empresas deben recibir un puntaje mínimo de una evaluación e integrar sus compromisos B Corp con las partes interesadas en su proyecto y reflejarlos en los documentos de gobierno de la empresa, además de pagar una tarifa anual basada en las ventas anuales. Es preciso volver a certificar cada tres años para conservar el estado de Corporación B. Maison Domecq continúa en este camino y evalúo su renovación.
El logro de la certificación B se consiguió en 2017 y significó un gran crecimiento como creativa y como gestora de una firma de autor como Maison Domecq. Crecimiento por el aprendizaje sobre la importancia, la necesidad y el cumplimiento de normas más sustentables, que implicaron ajustes en el proyecto y hasta para la adopción plena como filosofía de vida.
_¿Cómo es tu día a día que hace que todo tienda a ser sustentable? ¿Con qué sumatoria de pequeñas cosas se sostiene la filosofía que destacás?
_En primer lugar, un emprendimiento sustentable es la consecuencia de una persona sustentable. La sustentabilidad es una filosofía de vida y trato de llevarla adelante a diario justamente como señalás en la suma de pequeñas cosas. Así como mencioné que adaptamos el taller adaptamos nuestra casa con sistemas de iluminación, de desagües, de separación de residuos y de minimización de consumo de plásticos. Amo lo vintage, poder descubrir o leer su historia, soy de esas románticas que sostienen la durabilidad de todo que sea posible, no me gusta el recambio o descarte, prefiero siempre revalorizar objetos y piezas en desuso, eso es algo innato en mí que lo aplico a todo y que justamente dio origen o es la razón de ser de Maison Domecq. Con lo que hay en casa armo y hago lo que sea necesario desde una lámpara hasta la comida. Estoy siempre alerta, y no solo en casa, de todo cuanto pueda ser reutilizado, como un envase de champú que ya advertí que puede terminar siendo un aplique de luz. Practico a diario el desafío de resolver problemas sin tener que recurrir a un nuevo consumo o a comprar algo. Como diseñadora trato de hacer lo que puedo con lo que tengo. También soy de las que caminan y mucho. Todo esto aporta al cuidado del medio ambiente. Sin duda que podría hacer mucho más y mejor, estoy en ese camino y lo intento a diario, trato de ser lo más coherente posible.
Procedimientos para ver el paso a paso
_¿Cómo es la trazabilidad del origen del material que usás para poder afirmar o levantar la bandera de la sustentabilidad?
_Sí puedo y trato de trazar el origen del material que uso. Conozco a cada uno de mis proveedores, sea que adquiera o reciba donaciones, conozco quiénes, cómo y en qué condiciones trabajan esa materia prima; el tratamiento de efluentes es importante y es algo en lo que me fijo. Por ejemplo, uso cuero remanente de muestras de calidad de tapizados de autos, de lotes de exportación que finalmente quedan en desuso, de recortes de botas de uso industrial, de desperdicio de carteras y muchos más. Todo ese cuero se selecciona, se pega y se corta a mano o con materiales que se conoce su origen, se trata su remanente y se controla su descarte. Es cierto que es más factible trazar el camino del cuero que de la alpaca.
_¿De qué manera se sostiene de principio a fin de la cadena productiva?
_La sustentabilidad va más allá de la realización de una pieza. Hay muchos pasos que no se ven pero que hacen a que el emprendimiento sea sostenible. No quiero ser reiterativa pero mucho de esto que hablamos hace a la sustentabilidad y no se nota tanto. Una etiqueta no dice nada pero si sé que es cuero remanente de tapizados de autos, cambia. La doble descarga del inodoro de una empresa o de mi taller no pareciera tener que ver con una pieza de joyería pero si advierto que supone un ahorro de 12 litros respecto a o habitual sí incide. La trazabilidad de un emprendimiento se advierte teniendo una mirada más amplia y global.
_¿Cómo lográs algo diferente con lo que ya está hecho?
_Con empeño. Reutilizar es una obsesión ya para mí. Me gusta experimentar con las proporciones y generar cosas nuevas, fue mi rol en varias firmas en las que trabajé y pude consolidar esa habilidad. Me llevo muy bien con la experimentación directa. Me siento más cómoda estando horas buscándole la vuelta o una nueva función a una pieza o una parte que empezar una pieza de cero.
La mejor expresión de la forma
_¿Diseñás a través de la experimentación directa con el material?
_Sí, mi forma de trabajo tiene que ver con encontrar la funcionalidad de los cortes de un material a través del análisis de las maneras en que pueden ser conjugados o ensamblados en un sistema. Es un ensayo de prueba y error ingenioso y enriquecedor, que incluye modos de engarce o pegado de piezas de diferentes tamaños y proporciones. Se trata del proceso inverso al proyectual, en el que a priori se establece la forma que responderá a una función. En este caso, está la forma y yo soy la que debe encontrar su mejor expresión para la generación de una pieza de joyería. De esta manera, la morfología se trabaja desde las posibilidades del material; se diseña a través de la expresión del material. En la búsqueda de reacciones del material se encuentran las respuestas y no en una imagen final prefijada o diseñada. Se trata descubrimientos a través de un juego interesante. De hecho una misma pieza en dos cueros diferentes puede generar respuestas distintas, lo cual hace a cada pieza única. Así, la diferenciación está dada desde la concepción de las piezas; porque nacen de un lenguaje en el que confluyen la morfología y la tecnología dada por la materia prima y maquinaria
_¿Cómo se compatibiliza el diseño con los límites de lo disponible?
_El diseño es un proceso en el que se trabajan los límites para dar respuestas que satisfagan necesidades puntuales. Si poseemos una sola herramienta de trabajo hay que explorar sus múltiples posibilidades y trabajar desde sus límites, no significa coartar la creatividad sino más bien todo lo contrario, se trata de entender al máximo qué se puede hacer y cómo lograrlo. La reutilización es el fuerte de la marca. Lo que sobra de una pieza se piensa cómo hacer otra pieza y así sucesivamente hasta reducir al mínimo el desperdicio.
_Al reorganizar la producción en cuarentena por la pandemia, ¿pudiste seguir con la misma modalidad de trabajo sostenible?
_Los modos adquiridos de trabajo y las metas siguen intactas, aunque con modificaciones en la implementación. Volví a trabajar a full en producto, en diseño y personalicé la comunicación. Obviamente, la sostenibilidad es una filosofía que siempre está, es un modo de pensamiento, una forma de vida en la que los valores no caducan ni cambian por estar en cuarentena. Redoblamos esfuerzos para continuar en este camino a pesar de la pandemia. Mudé mi taller a casa, y las dos que trabajan más directamente en el proyecto conmigo no lo hacen todos de manera presencial sino remota; con lo cual cambiamos la ejecución de algunos procesos.
_¿Cómo se inserta tu firma en el nuevo contexto global?
_Maison Domecq se ajusta al nuevo contexto global. La meta de buscar la sustentabilidad del planeta parece lejos pero que si cada uno se empeña en hacer su aporte avanza, se puede sostener. Llevamos 12 años en esta tarea. Empezamos en 2009 siendo Ossorio Domecq y seguimos por el mismo camino.
_¿Diversificaste la propuesta?
_Sí, en otras disciplinas. El expertise logrado en tantos años de trabajo y mi educación en diseño industrial me permiten jugar con las escalas de los objetos; no hay ninguna diferencia entre una pared y una pulsera, más que su escala. Mi formación me ayudó a pensar en escalas distintas, más allá del cuerpo o fuera de él. Soy más diseñadora que joyera. Creo objetos que pueden llevarse en el cuerpo o no, aunque la referencia siempre sea la persona y, por supuesto, el tipo de usuario. Me gusta trabajar con este material. La propuesta de decoración vino de la mano de un cliente que le interesa mi trabajo, pero que lo quería a mayor escala, en un ambiente. Y lo hice en la pared de un ascensor, en la que usé vaqueta, el cuero de curtido vegetal, libre de cromo. Resultó un cambio de enfoque hacia otras aplicaciones de esta materialidad dentro del universo Maison Domecq. Entre otros proyectos, además de la continuidad de las piezas de alpaca y el de deco se sumó durante este año pandémico una línea de tapabocas en cuero cosido a mano.