Entrevista a Roxana Casale

Apuntes | Notas

Me gusta la insurgencia de la joyería de arte


Entrevista a Roxana Casale

Por Delia Alicia Piña

 

Romper la zona de confort es vital para Roxana Casale, por eso cambió el grabado y la pintura de décadas por la joyería, que le ofrece la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados y, además, le permite ver hasta dónde puede llegar un material. A poco de empezar se puso a prueba dejando de lado el metal y optando por el papel.

Se siente identificada con la joyería de arte, porque puede expresar lo que le pasa e inquieta de la sociedad. Su proceso creativo es reflexivo, parte de un concepto que sostiene su mensaje y luego materializa en objetos “para llevar en el cuerpo”. Un camino que repite en otras expresiones que realiza en paralelo, como collages y libros parasitados.

El último año pandémico marcó su proyección internacional, y virtualmente consiguió que su obra se viera desde Beijing, Atenas y San Pablo, después de que el año anterior estuviera en Valencia y Legnica (Polonia).

Sus preocupaciones, intereses, procesos, inspiraciones y obras que la definen.


_Sos grabadora, pintora y también joyera. ¿Dónde estudiaste?

_Realice mis estudios en las Escuelas Nacionales de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires. En las viejas escuelas cuando funcionaban por separado, en la Prilidiano Pueyrredón, en las visuales -que luego se unieron en el Iuna y posteriormente se agruparon en la Universidad Nacional de las Artes-. Sí, hice Grabado y Pintura y, por cerca de 20 años, fueron los principales caminos que elegí para crear. Hasta que necesité buscar otras alternativas expresivas. Es que salir la zona de confort es súper importante para mí y eso implicó empezar a ver otras alternativas, otros caminos. Y recordé que en la escuela secundaria tuve un taller de metales y me encantó. Entonces, comencé a buscar un taller donde aprender, lo hice pensando que sería un recurso más, pero poco a poco con la joyería se fue abriendo ante mí un mundo mucho más amplio del que pensé en un inicio. Y llegué al Taller de María Medici, donde estudié por tres años, luego hice Engarce con Tali Wasserman y Laca Japonesa con Francine Schloeth. Y así llegué a lo que me gusta llamar joyería de arte, que reúne todo lo que estudié e hice.

 

“Salir de la zona de confort es súper importante para mí y esto implica empezar a ver otras alternativas, otros caminos”.

 

_¿Qué viste en la joyería? ¿Cómo es ese mundo que descubriste?

_Vi o descubrí los materiales y me gustó hasta dónde podía llegar con la materialidad. Arranqué como empezamos todos, o la mayoría, con el metal, plata 925, y también sumé engarce porque me gustan mucho las piedras que son el componente de color que tengo como parte de mi formación como artista plástica, como escultora. Y después con el tiempo comencé a darme cuenta que era mucho más que diseñar, porque la joyería implicaba empezar a trabajar a partir de conceptos, de una idea rectora. Y facilita la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados. Estas cosas me fueron entusiasmando cada vez más de la joyería.

 

“La joyería implica empezar a trabajar a partir de conceptos, de una idea rectora. Y facilita la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados.”

 

_¿Por qué la definís como joyería de arte?

_Porque lo contemporáneo me hace ruido, incluso cuando se refiere al arte. Hay un quiebre en un momento: la progresión es arte moderno y en las décadas del 50 y 60 comienza a hablarse de arte contemporáneo. Pero la palabra contemporánea me remite al ahora. Y todos somos contemporáneos, un joyero de la calle Libertad también es contemporáneo pero tiene una expresión distinta a la mía. Lo contemporáneo está muy establecido pero en lo personal no me gusta definirme como tal, siento que hago arte.

La joyería de arte es un lenguaje, una manera de expresión, es más que una pieza decorativa, es hablar de cosas que nos pasan, gustan e interesan. Cuando hablamos de joyería contemporánea incluimos a un diseñador que hace piezas de diseño, en serie, tal vez. Y eso no tiene que ver con lo artístico que implica la suma de materialidad y concepto. Tiene que ver o refleja lo que el artista quiere expresar. Hay propuestas interesantes e increíbles de la joyería de diseño o hasta de la alta joyería. Pero la joyería de arte me permite generar un nexo, un encuentro entre la obra y quien la puede portar o contemplar.

 

“Lo contemporáneo está muy establecido pero en lo personal no me gusta definirme como tal, siento que hago arte.”

 

_¿Y cómo es el nexo entre tu obra y el que puede portarla o contemplarla?

_El nexo sería con alguien también interesado por las cosas que lo rodea, con lo que le pasa. En mis últimas series estoy hablando de cuestiones sociales, que tienen que ver con este mundo tan convulsionado y complejo. Y así es el arte, hace mucho que dejó de ser decorativo para pasar a ser significativo. Creo que de Berni para acá hay otro concepto que se suma, otra propuesta de arte o con un enfoque que tiene que ver con lo que le pasa a la sociedad.

 

“Hace mucho que el arte dejó de ser decorativo para pasar a ser significativo.”

 

_¿A propósito, ¿hay algún artista que te inspire o del que tomás algo?

_Hay artistas que son muy inspiradores para mí. Me gusta mucho Antonio Berni y sus representantes icónicos de los marginados de la sociedad, como Juanito Laguna y Ramona Montiel; los muralistas mexicanos, con la experimentación de Rufino Tamayo; la geometría fundamental o suprematista del pintor Kazimir Malévich; la capacidad de hacer lo que quería que tenía la arquitecta iraní Zaha Hadid que desafiaba la geometría; los destacados retratos fotográficos de Sara Facio.

“La joyería de arte es un lenguaje, una manera de expresión, es más que una pieza decorativa, es hablar de cosas que nos pasan, gustan e interesan”.

 

_¿A quién está dirigida tu obra? o ¿pensás en quiénes pueden portarla?

_No, trato de no atarme a eso. Cuando empiezo a trabajar no pienso en la funcionalidad de la pieza, porque lo primero que algo es un objeto que evoluciona hacia una pieza que puede ser un collar, una pulsera o un broche. Me gusta pensarlo como objeto. Tampoco pienso a quién va dirigido. Creo que indudablemente quién lleva una pieza mía tiene que tener una característica especial, es decir, una formación y mirada más artística, que quiere romper con lo tradicional o establecido que normalmente se supone es una joya. Finalmente, mis joyas están hechas con papel y eso es rupturista. Cuando usamos materiales como estos estamos haciendo un quiebre a lo esperado. Cuando dejé la plata por el papel, al principio fue raro, sobre todo, para el que lo veía o que estaba acostumbrado a otro material. “¿Vos no eras joyera? ¿No trabajabas con metal?…”, me decían. Está muy establecido ese preconcepto. Me gusta pensar en esta insurgencia de la joyería de arte que rompe con lo establecido, me gusta la sorpresa, que cuando alguien agarra una pieza mía y pregunta ¿qué material es? “¿es madera?”, suelen preguntar, y le respondo: “No, es papel”.

El que busca una pieza mía busca una pieza única. El arte, para mí, debe servir no tan solo como medio de expresión, si no también para tomar conciencia del cúmulo de experiencias que vamos teniendo.

 

“No pienso en la funcionalidad de la pieza porque lo primero que hago es un objeto que luego evoluciona hacia una pieza que puede ser un collar, una pulsera o un broche”.

 

_¿De qué tomaste conciencia a través del arte o de la joyería de arte?

_Tomé conciencia del alarmante estado de medio ambiente en que vivimos y cómo las diferencias sociales impactan en las personas son dos temas que me preocupan, más bien que me ocupo de reflexionar, analizar, discutir y plantear esto a través de mis obras. La expansión de virus que nos afecta creo que es una resultante del maltrato de la naturaleza o del medio ambiente. Y también la consecuencia de que la gente se quede sin trabajo no solo por la pandemia sino también por las crisis económicas.

Mi trabajo «Solo consecuencias» expresa la urgencia ecológica. «Delicado equilibrio» es otra obra que señala cómo se rompen los contratos sociales y qué pasa cuando uno pocos salen ganando y el resto se queda mirando.

Por este motivo, me gusta pensar que voy hacia un arte crítico, reflexivo; la joyería de arte me permite tomar posición y hacer visible lo que me conmueve. Los que elegimos expresarnos de esta forma a través del arte aportamos otras miradas para hacer visible lo que tal vez otros no quieren ver.

 

“La joyería de arte me permite tomar posición y hacer visible lo que me conmueve”.

 

_¿Qué te conmueve que te lleva a tomar posición y hacerlo visible?

_La desigualdad social, sobre todo, porque algunos tienen tanto y otros tan poco. Los problemas sociales son los que finalmente repercuten en todo. No me sirve estar bien si los que me rodean no pueden acceder a las cosas más básicas, como comer o estudiar o desarrollar sus potenciales, y encima se le echa la culpa, es tremendo. Vivimos en mundo muy desigual y hay que decirlo y la joyería de arte es un muy buen medio para expresarlo.

La materialidad de las piezas y objetos es importante en mi proceso creativo porque permite la concreción de una metáfora que facilita la transmisión de un mensaje; es el contacto entre la comunicación y el hacer.

 

“La materialidad es importante en mi proceso creativo porque permite la concreción de una metáfora que facilita la transmisión de un mensaje .”

 

_¿Ejemplos?

_En un momento el metal me permitió expresarme de una forma; en otro, el laqueado fue la mejor alternativa; hoy mi material base es el papel pero esto no significa que siempre lo será, seguramente irá mutando.

En «Laberinto» empecé a tomar conciencia de la importancia del correlato que tiene que tener la imagen y el concepto. Otra serie que fue muy importante fue «Territorios» en la que giré a una búsqueda más volumétrica, que mostré en su momento en Viste Rosario, un evento en el que fueron destacados con sorpresa varios joyeros en vez de diseñadores de indumentaria.

Y este papel de hoy es la materialidad me permite representar ese proverbio chino que indica que “En la naturaleza no hay castigos ni premios, solo consecuencias” que sintetiza la voz de alarma que quise dar con «Solo consecuencias» y lo hago con piezas hechas con papel tratado y cuerina.

En «Delicado equilibrio» me basé en el concepto de modernidad líquida del sociólogo Zygmunt Bauman que define lo fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos y sostiene que “el único modo que la paz social se mantenga es que cada individuo o grupo pueda recibir lo suficiente para que su vida sea digna”. A partir de esto me cuestioné ¿qué sucede cuando individuos o grupos se distancian del resto queriendo hacer valer derechos y privilegios que creen adquiridos y superan a los de los demás? Seguramente esto provocará incertidumbre, insatisfacción y desesperanza entre los excluidos, y tarde o temprano esas tensiones creo que estallarán generando violencia y cambios en el paradigma social. Es que capas sobre capas de políticas de libre mercado acaban dejan al descubierto la realidad de los desafortunados y vulnerables. Esto lo comuniqué con piezas hechas con papel japonés, papel amate, cartón, algo de plata 9.25 y algunas con hilo de algodón y cuerina, que tienen partes abolladas o dañadas y otras más fluidas

En la serie «Contraste» el puntapié me lo dio un texto de Julio Cortázar que reza: «Es muy importante comprender quien pone en práctica la violencia: si son los que provocan la miseria o los que luchan contra ella», que me llevó a reflexionar sobre las políticas sociales y económicas; éstas son especialmente desfavorables para las clases populares y las hunden lentamente en la pobreza, incertidumbre y desigualdad, sometiéndolos a la amenaza del desempleo crónico con cada vez más personas libradas a su suerte. Quienes son expulsados de la estructura socioeconómica por falta de trabajo y protección social sufren el mandato de la individuación e invisibilidad. Y así evidentemente la brecha entre los más ricos y más pobres crece cada vez más. Una bandera que quise levantar, alzar la voz, y la materialidad que más me sirvió para representar esto fueron las bolsitas de infusiones usadas sobre las que apliqué una pátina casi parasitaria que me permitió relacionar la falta de oportunidades y equidad con una pandemia que todo lo devora.

Un trabajo siempre reflexivo en el que la joyería de arte se convierte en un lenguaje de creación tanto como la pintura, escultura o el dibujo, y está buscando su espacio, como alguna vez lo hizo la fotografía, por ejemplo. Por eso defino o califico a la joyería de arte como insurgente, porque busca sublevarse contra lo establecido y no está al servicio del consumo y la decoración del cuerpo que la porta.

“Califico a la joyería de arte como insurgente porque busca sublevarse contra lo establecido y no está solo al servicio del consumo y la decoración del cuerpo que la porta.”

_¿Dónde encontraste espacios que le dieron valor a tu forma de crear?

_A lo largo de los años fui formándome en talleres que le agregaron mucho valor a mi forma de crear, pero sin duda el espacio que me brindó el artista joyero mexicano Jorge Manilla marcó un antes y un después en mi proceso creativo. Fue una tutoría de casi tres años a partir de un workshop que se dio en el marco de la 2da. bienal latinoamericana de joyería, y que dio origen al colectivo Caracú del cual actualmente formo parte.

Es que estaba justo entrando en una zona de confort, me cuestionaba el hasta acá llegué y necesitaba un ¿qué más? Su orientación fue interesante porque él tiene una mirada plástica que validó muchos procesos de los que no estaba segura que eran así, como el manejo del volumen, el salir del plano, el tamaño, importantes a la hora de trabajar. Y también descubrí la posibilidad de unir lenguajes como la gráfica o el collage. Estos son otros caminos para expresar lo mismo que me permite la joyería de arte. Además, pude darme cuenta lo importante que es tener en cuenta el objeto, porque en definitiva lo que estamos haciendo son objetos para llevar en el cuerpo.

 

“Estaba entrando a una zona de confort, me cuestionaba el hasta acá llegué y necesitaba un qué más.”

 

_¿Collages?

_Sí, en este momento estoy haciendo collages y libros parasitados o de artista que se van amalgamando con cada una de las temáticas que trabajo desde la joyería. Es un ir y venir entre distintos puntos de expresión.

Hay libros de artista, como el primero, «La caja verde» del francés Marcel Duchamp, hecho con cartón, fotografías en blanco y negro, telas, notas manuscritas, y dibujos. Hay otros que nacen a partir de libros y se los llama parasitados. Consiste en resignificar un libro de lectura, cortás, pegás, pintás, es un libro que se convierte en parásito de otro. En los años 60 los libros dejaron de ser vehículos de textos literarios para pasar al terreno de las artes plásticas. El parasitado es un libro único, manipulado, intervenido y evolucionado. Y me encanta, es un lenguaje súper interesante, otra forma de expresión que también tiene un punto de encuentro con otras como la joyería de arte. Por ejemplo, tengo un libro de contabilidad y terminó teniendo adentro cuentas y números que te llevaban a seguir pensando que era un libro contable, pero sino trabajo con cualquier tipo de libro que por algún motivo llegó a mis manos, puede ser un libro viejo o que me compré y no me gustó y pasó a ser parasitado. Son libros de ediciones regulares que se intervienen, en mi caso, pintando, cortando y pegando, y se convierten en únicos como mis piezas de joyería, que aunque quisiera no se pueden repetir porque es la expresión del momento y es hacia donde la forma me fue llevando. Hay libros que son táctiles, revistas ensambladas y otros formatos y otros que hacen que este tipo de libros se muy interesante como medio de expresión porque podés manifestar mucho en un espacio pequeño para hacer y exhibir.

Los libros también son parte de mi espacio de trabajo, tengo varias pequeñas bibliotecas que albergan libros de joyería y revistas de arte.

 

“Los libros son parte de mi trabajo. Tengo varias pequeñas bibliotecas que albergan libros de joyería y revistas de arte.”

 

_¿Cuáles destacarías?

_Me encanta leer y soy una amante del libro de papel. Los libros me sirven para buscar información o expresiones que sostengan lo que quiero expresar. Mi interés por lo social me ha llevado a investigar porque no es mi formación de base. Leo sociología, psicología y antropología que me aportan mucho a lo que quiero decir, me baso mucho en los saberes previos. Ahora estoy leyendo una deuda pendiente que tenía que es «Los miserables» de Victor Hugo, un libro que siempre quise leer y nunca encontraba el momento y la pandemia fue la ocasión. Leo mucho sobre arte sobre la historia del arte, como «El narcisismo del arte contemporáneo» de Valérie Arrault y Alain Troyas, un análisis hecho con un enfoque psicológico social, que también plantea cómo lo político interviene en el arte. Y coincido porque creo que todo es político, no es posible separarlo.

“Me encanta hacer libros parasitados. Se trata de otro lenguaje súper interesante, es otra forma de expresión que también tiene un punto de encuentro con otras como la joyería de arte.”

_¿Este año marcó el camino de tu proyección internacional?

_Sí, claramente. En un año tan difícil y en un contexto tan horripilante me fue bien. Entré a todos los salones en que me presenté. Y venía bien posicionada del año anterior en que participé de la 1° Edición Joya en Tránsito, de la Galería Una Página en Blanco de Valencia;  luego seguí por In my opinión, una propuesta de la galería de arte Sztuki de Legnica, Polonia; y en ese mismo año también pude estar en Art Jewelry Night of Budapest. Y el año pasado intervine en Growth & Evolution and Exhibition, la muestra de la organización oficial de joyería de arte de Beijing y gané el Growth Award; también presenté mi trabajo en de Pandemia/Pandemônio/Pandega que organizó Nucleo Joalheria Contemporanea Brasileira de San Pablo; como parte del colectivo Caracú de la mano de Jorge Manilla participé de la muestra colectiva Las cosas que no se nombran en Athens Jewelry Week y cerré el año con mi obra en la muestra Desde el taller hay algo que necesita ser contado, de Joyeros Argentinos, y en Incorporar Obra, visto en Brazil Jewelry Week. Esta última propuesta fue una experiencia virtual interesantísima en la que se cruzaron diversos lenguajes, no solo se trató de joyería de arte sino que también se manifestaron expresiones audiovisuales y performáticas, entre otras.

 

_¿Qué implica tu participación en Joya Barcelona?

_Estoy súper contenta y agradecida por la gran oportunidad brindada por su director Paulo Ribeiro quien selecciono mi obra entre los joyeros artistas que participamos de Brazil Jewelry Week 2020. Es un gran desafío porque Joya Barcelona es un espacio muy establecido y poder llegar, entrar y mostrar mi trabajo es buenísimo. Son ocasiones  que se van dando y que me permiten manifestarme o mostrar mi trabajo. Es en octubre próximo, creo, pero veremos cómo se dará o si se dará de manera presencial o virtual o mixta; es que se puede proyectar hasta cierto punto, en tanto hay que seguir trabajando, eso hago.

 

_¿Estás trabajando en una obra que se desprende de lo visto en BJW?

_En general, como tengo estas preocupaciones o, más bien, temas que me ocupan, una serie se enlaza con la otra; unas me llevan a seguir evolucionando en otras. Y la serie «Solo consecuencias», sobre el medio ambiente, está derivando o me permite ir evolucionando o profundizando. Para esto quiero hablar más sobre la fractura que produjo la pandemia que tiene mucho que ver, como mencionaba, con nuestra relación con la naturaleza y la biosfera, en la que también se desarrollan otros seres vivos; una biósfera amenazada por la contaminación que provocamos. Lamentablemente, nos manejamos como si no fuéramos responsables y como si estuviéramos aparte, en otro espacio. De cómo los seres humanos rompemos el equilibrio de ese espacio dentro del cual se desarrolla la vida hablarán las piezas en las que trabajo y seguramente el volumen será un recurso que me permitirá expresarme mucho mejor. Aún no está denominada  porque estoy en el proceso. Estoy trabajando en el concepto, estoy en la búsqueda de información mediante lecturas y luego cuando esté claro de qué quiero hablar comenzaré a generar los objetos y éstos terminarán siendo las piezas. El mismo proceso aplico para una obra gráfica o pictórica. Y para esto creo que el papel me sigue sirviendo porque estoy consiguiendo que esa materialidad propia evolucione. Estoy en otro estadio del material respecto de la última serie, y se adapta perfectamente por forma, color y textura.

 

“Como tengo en claro los temas que me ocupan, una serie se enlaza con la otra; unas me llevan a seguir evolucionando en otras. De cómo los seres humanos rompemos el equilibrio de ese espacio dentro del cual se desarrolla la vida hablarán las piezas en las que trabajo y seguramente el volumen será un recurso que me permitirá expresarme mucho mejor.”

 

_¿Cuáles eran tus materiales antes? ¿Por qué optaste por el papel? y ¿Con qué tipo de papeles trabajás?

_Opté por el papel porque me di cuenta que era la materialidad que me iba a permitir expresar lo que quería hacer por los volúmenes, texturas y colores que facilita, además los movimientos que permite con el metal no los puedo conseguir; éstos son aspectos de la materialidad súper importantes. Y de a poco, sin darme cuenta, fui dejando de lado el metal y adopté el papel. Y hace bastante que ese material se convirtió en soporte en el caso de los broches, aunque no siempre porque hay otros soportes que hacen a la funcionalidad e idea de la pieza. Y esto es importante para cuando el objeto llega hacer pieza, es decir, para que no haya interrupciones visuales, por ejemplo.

Trabajo con varios papeles, principalmente con los japoneses que son muy plásticos porque están hechos a mano, y eso es importante para mí, que sean nobles, sobre todo, en esta etapa que son reciclados, los cuales voy interviniendo y consigo otras características.

Al principio usaba cartones y similares que combinaba con estructuras particulares, como en la serie «Territorios», que se dio un mix entre el papel, el textil y la laca japonesa. O sea que la materialidad, como sostengo, tiene que ver con lo que quiero decir. Ahora la laca no me sirve porque quiero mostrar el deterioro social.

 

“Opté por el papel porque me di cuenta que era la materialidad que me iba a permitir expresar lo que quería hacer por los volúmenes, texturas y colores que facilita, además de los movimientos que se consiguen.”

 

_¿Pasaste del metal al papel?

_No, fue bastante gradual. Pasé del metal a la silicona, con la que estuve bastante tiempo, y luego al papel que lo usaba tal cual como lo recibía, solo lo combinaba o pegaba pero no más que eso hasta que cada vez exploraba más y conseguí una materialidad propia, un papel muy trabajado. Usaba papeles más duros de encuadernación, en un principio, y ahora trabajo al papel con otros materiales o los mojo, los voy interviniendo y viendo sus reacciones, los pego y más. Nunca se cómo ese papel va a llegar a ser el objeto y la pieza de joyería, porque se va transformando a medida que lo voy trabajando. Y eso es lo que me gusta del papel, el no  saber cómo va a quedar finalmente. A veces le doy un color predeterminado y a veces el mismo papel me va llevando al color. A veces, los intervengo pintándolos, aplicando otros papeles encima. Trabajo mucho con papeles japoneses que me encantan, porque son, finos o gruesos, pero súper dúctiles, y esta no es una cualidad del metal, por ejemplo. El papel se asemeja más a una tela, no por textura. Pero la materialidad de las piezas no tiene que ser siempre las mismas porque lo importante es hablar o transmitir un concepto, y el concepto y la materialidad tienen que integrarse para esto y no siempre el mismo material responde o funciona para todos los conceptos o mensajes que se quieren ofrecer. En este momento el papel me permite expresarme pero no sé si más adelante va a ser el mismo o me va a servir.

 

“Pasé del metal a la silicona, con la que estuve bastante tiempo, y luego al papel que lo usaba tal cual como lo recibía, solo lo combinaba o pegaba pero no más que eso hasta que cada vez exploraba más y conseguí una materialidad propia, un papel muy trabajado.”

 

_¿Esa intervención del papel implicó la creación de una técnica propia?

_Puede que sí, pero no quisiera decir que es propia, indudablemente tiene características o un manejo personal por la intervención, que deriva en un lenguaje más propio. Tal vez cuando trabajo con papel con pulpa se genera una técnica, pero no siempre.

 

_¿Cómo es tu lugar de trabajo?

_Mi taller está ubicado en el barrio de Villa del Parque y en él conviven en forma simultánea los diferentes mundos creativos que me interesan. Me encanta estar en el taller, es mi lugar en el mundo. Mis días comienzan muy temprano, no pasa un día en el que no esté allí y si por algún motivo no puedo hacerlo paso aunque sea un rato ahí.

Cuento con cinco mesas de trabajo cada una con historia propia. La que uso para trabajar en mi obra gráfica es la mesa de la cocina de mi infancia, la de soldar y donde realizo el armado de las piezas y objetos son dos tableros de dibujo del estudio de arquitectura de mi padre y hermana. Mi antiguo banco de joyero lo herede de un querido amigo de la familia y la mesa en la que preparo los materiales fue la mesa de comedor de una tía. Cada uno de estos espacios me permite trabajar en mis proyectos de forma simultánea. Siempre están a la vista mientras dura el tiempo en el que trabajo en ellos. Esta posibilidad me permite mirarlos, retocarlos, repensarlos. Cuando trabajo hago mucha cantidad de objetos y veo cómo van evolucionando. Al tener un taller ecléctico las herramientas con los que cuento son muchas, las típicas de un taller de joyería conviven con mi prensa de grabado, caballetes de pintura y tijeras de todo tipo y tamaño. Y muchos papeles, que voy transformando e interviniendo hasta llegar a la materialidad que me permite expresar el concepto a desarrollar.

 

“Cada uno de los espacios de mi taller me permite trabajar en mis proyectos de forma simultánea. Siempre están a la vista mientras dura el tiempo en el que trabajo en ellos. Esta posibilidad me permite mirarlos, retocarlos, repensarlos. Cuando trabajo hago mucha cantidad de objetos y veo cómo van evolucionando.”

 

_¿Estás presente en catálogos o publicaciones de joyería, como en Brazaletes, editado por Nicolás Estrada?

_Sí, un orgullo, con piezas de la colección «Solo consecuencias».

 

_¿Otros desafíos?

_Soy jurado de selección de la próxima edición de la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea; otro rol que es un nuevo desafío, que pone en juego otras habilidades y mucha responsabilidad. Porque es muy importante lo que pasa en América Latina y creo que finalmente nos vamos a hacer un lugar, estamos abriendo un camino porque hay mucho qué decir con nuestra identidad, basta con ver la movida que genera Joyeros Argentinos, Joya Brava, Broca, Nucleo, Corpojova y muchos otros grupos, también de México, por ejemplo. Está bueno exhibir en el exterior pero también es fundamental fortalecerlo en nuestro ámbito. Y esto nos moviliza para tomar conciencia de lo que podemos hacer y decir. Está bueno que podamos generar nuestra propia feria internacional o, insisto, un espacio para mostrar lo mucho que hacemos. La pandemia nos llevó a conectarnos mucho más que cuando imperaba solo la presencialidad, no la reemplaza porque hacemos arte y no es lo mismo ver las piezas o hasta tocarlas, se genera otra experiencia. Pero la virtualidad activó la inventiva y sumamos otros lenguajes para reforzar lo que queremos decir, como el formato audiovisual en general que es otra manera de llegar. Esto es incipiente porque es un proceso.


Nota a Helen Britton

Apuntes | Notas

Soy una cuentista a través de mi arte


Elegida para elegir. La artista australiana Helen Britton tuvo la última palabra para dar el visto bueno sobre las obras que se presentaron para Schmuck, 2021, que hace más de 60 años se realiza en la Feria Internacional de Artes y Oficios de Baviera en Munich. Aunque acredita dos ediciones frustradas por la pandemia, no deja de ser el espacio internacional de joyería contemporánea más importante. A través de Nina Gassauer, relaciones públicas de la Internationale Handwerksmess,  revela su mirada, sus criterios y su obra. Opiniones y expectativas.

_¿Quién es Helen Britton?

_Empecé a estudiar arte en la universidad en Australia cuando tenía 17 años. Descubrí la joyería contemporánea bastante tarde, ya había hecho mis licenciaturas y parte de mi maestría y, como consecuencia, mis prácticas de joyería se volvieron bastante conocidas. Pero hago todo tipo de cosas: animaciones, pinturas, objetos de cemento y más. Me radiqué en Munich y usualmente paso parte del año en Australia. También estoy trabajando con mi colaborador Justin McKnight, y por ahora solo estoy en casa. Estoy muy muy obsesionada con hacer arte, paso la mayoría de mi tiempo muy metida en mi práctica, explorando posibilidades para poder comunicarme a través de mi trabajo.

 

_¿Por qué eligió Munich?

_Vine por primera vez en 1997 invitada a participar de Talente. Recién había empezado en Australia una investigación de un estudio de posgrado de tres años con el profesor momento David Walker, que sacó fotografías de lo que estaba haciendo y las mandó al concurso. Vengo de una práctica de bellas artes y encontré mi camino hacia la joyería en mi interés por sobre la construcción: construir cosas con metal o en distintos materiales, a menudo objetos pequeños y en algún punto descubrí este mundo del arte de la joyería, la joyería como un ejercicio artístico, y así empecé a integrar esto en toda mi práctica. Mis profesores insistieron en que me vaya de Australia; me dijeron: “Tenés que ir y ver el mundo; andá a Talente, echá un vistazo y, tal vez, deberías intentar y hacer allí”. Y para resumir, terminé tomando clases por un semestre. Tenía 31, así que ese era el último año que podía participar en Talente.

 

_¿Sigue conectada con Australia?

_Hay una comunidad artística maravillosa e interesante en Australia y estoy feliz de seguir conectada, que la comunidad artística continúe evolucionando y también que mi práctica sea aceptada y que haya crecido el interés por ella, particularmente, por mis dibujos, instalaciones de trabajo, objetos, además de la joyería. Es una fantástica experiencia. En Alemania, hay muchas más personas que están interesadas en coleccionar arte, apoyar artistas, es valorado por los museos, desde luego que en Europa hay museos maravillosos que están dedicados a la joyería artística. Es genial vivir en ese contexto. Pero Australia es mi hogar en todo sentido. Solo que hay una historia y cultura diferente de la práctica artística en Europa, donde es atesorada y valorada; la gente quiere tener el arte en sus vidas, es parte de lo que se hace, como ir a la ópera o al teatro o cine, comprar arte para tener en su casa porque es valioso y hermoso, y parte del aspecto positivo de la creatividad humana. Y, mientras hay mecenas maravillosos y excelentes personas en Australia, que también son conscientes de ese aspecto de las prácticas culturales, simplemente no es una parte tan grande o no está lo suficientemente entendido por toda la población en una sociedad compleja como la de Australia, es diferente. Usualmente pasaba mucho tiempo en Australia, viajaba a las exhibiciones y en este momento obviamente necesito repensar mi vida. Hay un montón de cosas positivas y cosas que aprender en este momento y disfruté que no tengo que hacer muchas cosas…, es más creo que mi preocupación es que me voy a convertir en una persona más y más introvertida, solo disfrutando de estar metida en mi práctica y pasar tiempo sola o en un círculo muy cercano de personas; pero pienso que es horrible no solo por la pandemia sino porque todo el mundo está en un punto crucial que tiene una magnitud similar a una revolución o gran guerra, realmente estamos políticamente y ambientalmente en un gran punto casi sin retorno y realmente tenemos que entender que las cosas tienen que cambiar. La verdad me da ganas de gritar y golpear cosas. Son tiempos difíciles y a veces uno se siente impotente y quiere poder dirigir a la humanidad en la dirección que cree debería ir en este momento, la humanidad debería despertarse y dejar de comer el planeta y, además, deberíamos dejar de ser horribles los unos con los otros.

 

_Su exhibición en Italia fue cancelada.

_Sí, trabajé por más de un año y fue pospuesta. Para mí era un ancla, tener esta exhibición, que lidia muchísimo con mis propios miedos, frustraciones, ansiedades, esperanzas, deseos y alegría también, sobre donde estamos, sobre mis experiencias. Hubiera sido muy significativo revelar este trabajo al mundo ahora, pero simplemente no es apropiado hacer una exhibición de esa escala que nadie puede venir a ver. Está bien mostrar por internet, pero no cubre lo que sería una exhibición real… El mundo se está revelando, veremos, no tengo idea…

 

_¿Cómo se refleja la situación actual en su trabajo?

_El arte siempre fue una manera de comunicar, hasta cuando era una niña, que me quedaba en la habitación para crear, dibujar para que luego algunas otras personas lo vieran, era como una manera de comunicarme porque no soy muy sociable, soy tímida e introvertida. El arte es una forma de comunicarme, conmigo misma, primero, para poder expresar e interpretar mis experiencias y, después, para exponerlo al mundo como una especie de plataforma social.

 

_En redes vi su campaña en favor de los koalas.

_Cuando mi país se prendió fuego horriblemente, fue bastante traumático porque no solo 3 billones de animales murieron, animales por los que realmente me preocupo, criaturas increíblemente extraordinarias, como los koalas ahora al borde de extinguirse salvajemente. Había estado construyendo jardines de piedra usando piedras descartadas por la industria del corte de piedra e hice un par de exhibiciones muy significativas llamadas «El fenómeno salvaje». Conseguí mucho material negro que en principio dejé de lado por finito, frágil, como el onix, así que empecé a dibujar un gran jardín negro para tratar de sobrellevar la situación. Eso se convirtió en el trabajo que se iba a instalar en la galería Antonio Villanueva, de Florencia, ya veremos la posibilidad de mostrarlo online. Tengo la idea de crear, entre este momento hasta cuando la exhibición se abra en tiempos mejores, de transformar este jardín negro a un jardín colorido. También es una manera de salir adelante para mí misma para sobrellevar el invierno y lo que significa en estas circunstancias.

En tanto sigo trabajando, soy consciente de lo afortunada que soy de poder enfrascarme en mi trabajo, no necesito tener una fecha de entrega o una exhibición o cualquier cosa. Estoy usando el tiempo para experimentar y explorar otras posibilidades.

 

_¿Qué le atrajo a la joyería artística?

_Estoy interesada en la joyería como fenómeno. Como criaturas evolucionamos haciendo cosas y las usamos para crear esta imagen de nosotros que luego comunicamos a otros. Nuevas investigaciones indican que la creación y el uso de la joyería fue en paralelo con el desarrollo del idioma, así que es un tipo de lenguaje en el que te comunicas con alguien de manera distinta, lo encuentro muy muy fascinante. Es algo que un individuo lleva consigo mismo y le da significado, tiene una intimidad que otras formas de arte no tienen, no te puedes distanciar de la joyería, está en vos y los usas, lo llevas contigo. Realmente disfruto de explorar ese fenómeno, observarlo y participar. No soy una contemporánea en el arte joyero que siente la necesidad de confrontar las formas tradicionales creando enormes cosas que se posan sobre la cabeza o cuelgan del cuello que no se pueden usar, creo que eso es muy interesante y hay artistas grandiosos que exploran eso. Pero hay otras posibilidades, yo disfruto de los desafíos técnicos, me gusta crear cosas, me gusta mucho el metal y el concreto como materiales, aunque no los uso para hacer joyería.

 

_Señaló que el trabajo artístico se usa en el cuerpo y entonces entra en diálogo directo entre la persona que usa la pieza y la que la mira, ¿qué espera de las personas que usan sus objetos?

_Me gustan los que llevan una pieza de joyería y les importa y la cuidan. Espero captar la atención de las personas con las historias que hay detrás de mi trabajo, historias que quiero contar. Soy una cuentista a través de mi arte. Estoy muy interesada en la vida de los materiales, en la intervención de los materiales, los materiales tienen un efecto en nosotros y nos cambian al igual que nosotros a ellos. Y espero que si alguien quiere tener una pieza de mi trabajo la integren a su imagen personal, se interesen en la historia y los materiales.

 

_¿Qué tienen de especial sus días? ¿Qué percibe?

_Veo belleza en todos lados. La belleza es un concepto muy importante para mí, y no me refiero a la belleza en la manera clásica, pero veo las cosas y me generan felicidad. Encontrar ese momento todos los días es clave y se trata de experimentar ese placer por ver algo, puede ser en cualquier lugar, como cuando esperaba el subte y veía el contraste entre los dos colores o una textura específica, puede estar en un detalle, no necesariamente en un monumento o una catedral donde todo está en armonía. Encuentro enorme placer en los detalles y las pequeñas cosas, pero también en la creatividad humana del diseño cotidiano. Y también lo siento en el cuerpo, cuando escucho música, cuando como un plato muy bueno que alguien hizo con mucho cuidado, amor y creatividad y, ciertamente, cuando camino dentro de una exhibición, aunque no se pueda por el momento. Esa experiencia es corporal no solo pasa por los ojos o el cerebro. Esto, a su vez, es una obra muy interesante: cómo las personas experimentan la joyería, de cómo el público entra en un espacio e interactúa con una obra que potencialmente luego pueden llevarse y hasta ponérsela en su cuerpo.

 

_Fue designada como curadora de Schmuck, ¿qué significó para usted y qué criterio aplicó?

_Fue un gran honor, un honor increíble. Estaba muy conmovida, muy emocionada de que me hayan convocado. No fue del todo cómodo porque odié sentir que estoy emitiendo un juicio al tener que elegir 60 obras de 700 obras, pero, por otro lado, estaba muy muy interesada en ver qué se estaba proponiendo y elegir obras que resonaban conmigo o también sentar una posición particular ante piezas auténticas y así poder reunir la gran e interesante diversidad que la joyería tiene para ofrecer.

 

_Una convocatoria en un año excepcional, ¿se reflejó? ¿Qué impresión le dejó?

_Algunas obras sí lo reflejan, pero no fue tan evidente. No tenía expectativas en ese sentido, no pensé encontrarme con de obras políticas increíbles. Los temas presentados se estuvieron construyendo durante los últimos años, hay obras libres de cualquier tipo de comentario, otras que no tenían residuo de la situación actual, lo cual es muy saludable porque no creo que sea necesario. Sobre todo, es maravilloso que se puedan ofrecer otros diálogos, otras ventanas abiertas a la gente, a la humanidad, a nuestros colegas y amigos que no estén muy cargados con la desesperanza que muchos de nosotros estamos sintiendo en este momento.

 

_¿Qué vio?

_Muchas, muchas joyas. Hermosas obras, obras frágiles, obras que estaban recién empezadas, de todo, hay obras de creadores que tal vez no entienden realmente a qué están aplicando pero fue buenísimo poder ver todas estas propuestas y hasta posiciones diferentes. Se eligieron 63 en una edición muy diversa. Cuando hice la selección, no estuvo presente el sentimiento de que el resto no es lo suficientemente bueno; uno tiene que hacer una elección y hay obras que pensé “oh es una obra genial, pero tal vez no este año”. Estaba muy emocionada y tenía mucha curiosidad de ver todas las obras, y verdaderamente espero que mi selección finalmente pueda verse. Si no elegí a algún artista que no se sienta que es porque su trabajo no es valioso; creo que también que es importante aplicar más seguido y seguir aplicando. Lo que yo hice fue elegir una perspectiva, bajo circunstancias específicas. Y lo grandioso de esta exhibición extraordinaria que se hace todos los años es que cada año se le pide a alguien diferente que muestre su perspectiva, así que nunca tiene una especie de dirección fija, entonces uno siempre tiene una chance.

 

_¿Qué tuvo en cuenta para su selección?

_Siempre me interesé en obras que se fueron desarrollando a través del tiempo, que tienen una voz muy auténtica, que se considera una contribución a nuestra escena, que de veras tiene su única e inconfundible firma, esto es lo más difícil de lograr. Lamentablemente, a lo largo de los últimos 20 años, el mundo de la joyería artística medio que explotó. Un detalle significativo: la primera vez que vine a Talente, en 1997, se hizo un after party con 30personas en un pequeño restaurante griego, y años anteriores, la saturday night party se realizó  en una cervecería entera con alrededor de 5 mil personas. Una de las desventajas de esa  explosión del mundo de la joyería artística es naturalmente la estilización, hay ciertas formas que son repetidas por artistas emergentes. Imagino razonamientos o pensamientos o comentarios como: “Así es como se hace joyería contemporánea”, “se ve un poco así”, “si lo armas de esta manera”… Así que desde luego soy muy muy sensible a ese tipo de obras. Parte de mi trabajo de selección fue ser consciente de cuánta repetición se da en la joyería contemporánea y qué tan difícil es desarrollar y mantener una voz clara y auténtica, que realmente tenga el sentimiento que el artista no tiene otra opción que hacer sus obras de esa manera para ellos mismos y no porque quieren hacer algo que se vea como joyería contemporánea.

 

_¿Se sintió conmovida?

_Sí, si absolutamente, fue muy conmovedor, muy emocionante tomar una decisión por tantas personas. La Handwerkskunst und Design auf der Internationalen Handwerksmesse es un espacio o plataforma de lanzamiento muy importante, y no se tiene en cuenta si se estuvo anteriormente; obviamente, si se está ahí por primera vez siempre es muy emocionante como un creador emergente. Hice mi mejor esfuerzo al mirar los trabajos, obviamente conozco muchas de las obras así que ese aspecto anónimo no siempre funciona porque a veces es muy claro quién lo hizo. También, pude descubrir nuevas obras que no había visto nunca antes y eso fue muy emocionante.

 

_¿Podría dar detalles de esas obras que vio por primera vez?

_Vi muchas obras y me dio curiosidad detenerme y volverlas a ver una vez que pude leer con detenimiento las declaraciones del artista o averiguar detalles sobre los materiales. Y lo hice y resultó fue bastante emocionante. En algunos casos en un principio pensé: “¿Qué diablos es eso?”, pero hay algo que me llevó a pensar: “Oh wow, no se qué es eso, ¿qué es? ¿de qué está hecho?”, y te da ganas de seguir buscando respuestas más adelante. Este proceso es maravilloso, mágico, además una gran contribución al campo de la joyería.

 

_Tiene una historia muy larga, vio a muchos artistas llegar a través de los años y posiblemente irse. Desde su punto de vista, ¿qué se necesita hoy para sostenerse o ser exitoso en la joyería artística?

_No sé qué significa ser exitoso, ¿qué se necesita para ser exitoso en estas circunstancias? ¿qué te tomen en cuenta, qué te noten o tomen nota de tu trabajo? Creo que lo importante es pegarla con lo que se hacen, es decir, que al final del día puedas poner las cosas sobre la mesa y que la obra gane autonomía y hable de una manera en la que sienta que está viva y ya no tenga control sobre su vida o desarrollo. Eso es el éxito para mí y es lo que siempre estoy persiguiendo, hacer obras que no me necesiten más, que puedan tener su vida en el mundo como un objeto autónomo; poder advertir eso, aprovechar y reconocer las piezas que de verdad se manifiestan de esa manera es muy bueno. Como una artista independiente en estos tiempos, mucha gente puede ver y decir: “Wow sos muy exitosa”, pero es un camino muy difícil y arriesgado y nunca fue tan así como ahora.

 

_¿Qué se puede esperar de Schmuck? (consulta anterior a la cancelación)

_Espero que una vacuna… Todos esperamos que la feria tenga lugar, es nuestra máxima esperanza, porque Schmuck reúne a miles y miles de personas de todo el mundo. Se pueda hacer o no es un evento que se caracteriza por poder concentrar la joyería de todo el mundo, especialmente de juntarse todos, de ver a viejos amigos y colegas o encontrarse con nuevos amigos, es decir, conectar con las personas, discutir ciertas cosas y es todo un alboroto buenísimo. Cada año, hay hasta 100 exhibiciones y eventos satelitales alrededor del show y esto es solo una parte de esta gran feria. Así que solo espero que suceda, en Munich, analógicamente, como en la vieja escuela, con personas y que nos podamos tocar.


Taller Abierto de Rafael Álvarez

De visita | Talleres

Taller Abierto de Rafael Álvarez


Floresta y La Boca están unidas por “el camino de la joyería, que me resulta apasionante por mi inagotable búsqueda”.

“Cuando estoy en el taller recupero el equilibrio, a pesar de que en el hacer la lucha con los materiales y las técnicas requiere de mucho esfuerzo y constancia. No obstante, el trabajo me calma, ordena y soy feliz el día que resuelvo algo o encuentro una solución que hasta entonces no imaginaba”, dice Rafael Álvarez Meinvielle, vinculado a la joyería desde hace 29 años, entre su etapa de estudio y de trabajo en sus talleres. Pero bien puede considerarse su relación con la joyería de tiempo atrás, ya que su madre se dedicaba a hacer objetos y piezas de joyería.

Empezó con el estudio de metales y técnicas de joyería clásica, que reconoce le aportaron mucho en el desarrollo de su trabajo. “Puedo investigar tanto en metales, como en otros materiales gracias a esa formación. Disfruto del aprendizaje constante, la experimentación y, sobre todo, del proceso».

Su espacio creativo se multiplica en tres: su taller principal que está en la terraza en su casa en Floresta y cuenta con un salón donde originalmente estuvo su taller de pintura y dibujo -otras de sus actividades- que fue cambiando ante la expansión su actividad joyera. Sus otros dos talleres se ubican en un atelier en La Boca, donde comparte sus trabajos de pintura y joyería contemporánea con el de modelado en cera, papel y plásticos que utiliza para electroformar en bateas de gran tamaño preparadas especialmente.

El taller de Floresta cuenta con bancos de trabajo, donde da clases a alumnos de joyería y seminarios de electroformado, su especialidad. También tiene una zona para soldaduras con   soldadores de gas y oxígeno, más un espacio de corte, con cizalla y una amoladora de banco; en otra parte, hace la limpieza de piezas con decapantes en frío o a temperatura. Se suma un banco para estirado de alambre, un compresor que tiene usos varios, entre otros, para un soldador potente a base de aire comprimido. Asimismo, en ese espacio están las bateas para electroformado, más todos los materiales de uso y piezas a terminar.

Dice que una parte importante de su tiempo la invierte en la conformación del taller y adecuación de  herramientas. También, que le gusta “pensar el taller”, cómo organizar cada área, cada uno de sus espacios. “Hace pocos años incorporé una lijadora de banda para madera y una sierra circular de corte, y pensé muy bien dónde ubicarlas para aprovecharlas al máximo; cuento, además, con un tambor de pulido y limpieza por ultrasonido, herramientas que se convierten en objetos interesantes, en juguetes para inventar”.

Comenta que para su proceso de creación necesita un tema, una idea para empezar a trabajar, un disparador, ya que no puede solo hacerlo manipulando técnicas o materiales. “Con el tema definido, me guío para desarrollar el material y las piezas. Esta es la parte más compleja y apasionante, cómo hago para que lo que digo conceptualmente se sienta en los objetos creados. Necesito hacer piezas, muchas piezas, y así encontrar el o los caminos del proceso. En general, son varios recorridos, que tal vez se unan en un instante futuro… El proceso es de prueba y error, de descubrimiento y experimentación constante”.

“Es una búsqueda que se justifica en lo que siento. Me entusiasma mucho el proceso, la creación de técnicas y de prototipos; tengo el taller lleno de piezas prototipo. Las terminaciones son más tediosas y me llevan más tiempo resolverlas. Cada nueva solución o descubrimiento en el camino me pone feliz”.

Trabaja en plata, oro, piedras -“de las que soy coleccionista”-, acrílico, mica, caucho siliconado, madera y ahora investiga en cobre depositado por electricidad, además de baños de plata y oro. En 2012 arrancó la experimentación en el uso de materiales no metálicos. “En ese momento desarrollé Kosmos, una propuesta en caucho siliconado, que resultó una serie de joyería, dibujo, pintura y hasta fotografía; un trabajo iniciado en el concepto del espacio, que aún hoy continuo. Con la idea de metalizar el caucho de Kosmos, comencé con la investigación en electroformación, que me llevó a la enseñanza especializada a través de seminarios y a la creación de piezas únicas y en series”.

Además sigue con el trabajo con caucho por inmersión o pincelado, y genera formas en plástico con calor o en cera sobre moldes de caucho o yeso. “Electroformo todo tipo de materiales. Encontré en esta técnica un camino para la realización de formas, adecuadas a la creación y marcadas por una idea”. También sueldo y aplico todas las técnicas clásicas de la joyería”.

Hace “joyería de garaje” y la llama así porque todas las estructuras y maquinarias para electroformar tienen un componente casero, que puede armarse con materiales conseguidos en bazares, por ejemplo. “Disfruto mucho de esta posibilidad, solo las soluciones específicas las consigo en proveedores especializados, pero la mayoría de los equipos los voy creando según mi necesidad”.

Desde hace tres años trabaja en la colección Idem, que trata sobre sus herramientas y la su identidad, “fundamentalmente, trabajo en la idea de por qué llegué a ellas y para arreglar qué cosa. Este es mi proyecto más importante en este momento”.

Forma parte del grupo Caracú, que surgió del seminario De lo plástico a lo visual, tutorado por el joyero Jorge Manilla, entre 2018 y el 2020, que nos permitió presentarnos en la Semana de la Joyería de Atenas; por otra parte, en diciembre último participó en la Semana de la Joyería de Brasil. “El camino en la joyería me resulta apasionante por la inagotable búsqueda que desarrollo”.


Hilo invisible

Novedades | Expos&Ferias

Hilo invisible

Hilo invisible es una colaboración entre los tres artistas japoneses Mari Ishikawa, Mikiko Minewaki y Sayumi Yokouchi, que reinterpretan senryū, poesía corta japonesa que en esta oportunidad se representa con cuatro palabras clave que se refieren a aspectos de la naturaleza humana y las emociones, escritas por Rui Minewaki. Cada artista realizó un conjunto de obras nuevas, 2020, que se convierten en un meta-significado, conectando una pieza con la siguiente como un hilo invisible.

Mari Ishikawa ve un mundo paralelo a través de su vida cotidiana que traduce en joyería. Con varios elementos del mundo natural como tema, sus joyas ofrecen sensaciones táctiles a través del tacto, que nos recuerdan la presencia física de los momentos cambiantes de la naturaleza.
El trabajo de Mikiko Minewaki es encontrar gemas ocultas detrás del objeto familiar. Selecciona cosas, como tazones de sopa, encendedores desechables, piezas de computadora, bolígrafos, modelos de plástico, mesas y peluches que se usan comúnmente en nuestra vida cotidiana, deconstruyéndolos en joyas. Dice que le gusta los momentos peculiares en los que los objetos familiares se transforman en joyas y dejan de cumplir su función original.
La meta de Sayumi Yokouchi es encontrar la voz en los materiales. «Me gusta cuando el material cambia su forma original y me da una impresión completamente nueva como pieza de joyería.»

En el Consejo de Artesanía de Baviera, por el momento con asistencia restringida por el Covid19, pero se reprogramará y estima estará instalada hasta fines de febrero.

De Mari Ishikawa, broche Renacimiento (foto apertura) en plata 925, piedra lunar y seda; poesía senryū: Hojas de otoño – Futuro – Viaje – Sueño.

Collar Agua de Ishikawa Mari, en plata 925 y vidrio antiguo; poesía senryū: Gotas de lluvia – Nube – Océano. 

Broche Paisaje prestado (antes del amanecer) de Ishikawa Mari, en plata 925, aluminio, seda y kimono; poesía senryū: Aleatorio – Derrame – Alegría – Patrón.

Broche Derrame de Sayumi Yokouchi, en plata 925; poesía senryū: Aleatorio – Derrame – Alegría – Patrón.

Collar Loop de Sayumi Yokouchi hecho con sobres de seguridad japoneses; poesía senryū: Hojas de otoño – Futuro – Viaje – Sueño.

Colgante Hobnob de Minewak Mikiko, hecho con una taza de madera para sake y cordón de nylon; poesía senryū: Aleatorio – Derrame – Alegría – Patrón.

Broche Jardín de Minewak Mikiko, realizador con un  batidor en T y cordón de nylon; poesía senryū: Hojas de otoño – Futuro – Viaje – Sueño.


Convocatoria a Abran cancha

De la ganadora del último certamen de esta bienal, Vania Ruiz, Casa Kiro, aros de la colección Fauna doméstica, exuberantes, coloridos, en tela y resina pintados a mano.


Cancelación de Schmuck

Anillo de punta realizado en plata, vidrio azul, circonita cúbica y rubí sintético.


Volvió Preziosa

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Vovió Preziosa

Vovió «Preziosa» de la mano de Hannah Gallery Barcelona.

Presenta una selección de trabajos ganadores de la edición del 2020 del premio Preziosa, un proyecto cultural dedicado a la joyería contemporánea en Italia.

Está organizado por #leartiorafejewelleryschool una competición internacional nacida en 2008 que pone en valor lo nuevo en joyería de investigación de noveles orfebres, diseñadores y artistas. De hoy al miércoles 3 de febrero.

De su serie «Sha-green», la diseñadora británica Rachael Colley presenta el desperdicio de alimentos en forma de cáscaras de cítricos desechadas y biodegradables, como una alternativa vegana al shagreen homónimo, utilizado en la industria del lujo.

Joyería perfumada

Este material perfumado que obtuvo cobra vida cuando se usa: calentado por el cuerpo, emite una sutil fragancia afrutada

También participan Zihan Yang, Marie Masson, Elwy Schutten, Jess Tolbert y Dongyi Wu.

De su serie Sha-green

Con desperdicio de cáscaras de cítricos

Material perfumado, calentado por el cuerpo emite una sutil fragancia afrutada.


Granitos de arena

Premio Solidaridad 2020 SCA Une


«El premio no es solo un broche sino una pieza integrada por componentes en forma de hexágonos que forman parte de una colmena, una red o una comunidad».


Painful Hope

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Painful Hope

Cuando el silencio se vuelve doloroso, siempre hay una luz de esperanza…

Painful Hope es la nueva exposición que ofrecerá, desde el próximo sábado 12, la galería Alliages, de Lille, con la curaduría de Juan Riusech; una propuesta que se extenderá hasta el 13 de febrero próximo, y que promete reeditar en Schmuck, del 10 al 13 de marzo.

“Este año será recordado por todos despertando distintas emociones y reacciones. Desde el inicio del confinamiento me propuse sobrellevarlo de la mejor manera posible, intentando no solo sobrevivirlo si no también adaptarme para tratar de sacar provecho de la situación… Hay que agudizar la vista y aprovechar la energía y contención que tengamos a mano. De los paseos que pude empezar a hacer volvía siempre con el mismo tipo de imagen fotografiada: rajaduras, grietas de las que crecía una brizna o brote. Así nació la serie Resiliencia. La convocatoria de la Galería Alliages con Painful Hope me remitió aún más a este proceso. Es evidente que en todo el planeta estamos tratando de seguir adelante a pesar de las situaciones dolorosas que nos vayan tocando vivir”, comenta Elvira Cibotti.

Otra argentina que participa es Fabiana Gadano. «Vuelvo a él una y otra vez. Deseo y dolor son parte de un mismo sentimiento, pero el anhelo es irreductible y lucha por imponerse. Obstinado, se incrusta y florece. Aún a través del dolor, el impulso de mi ilusión avanza», dice la joyera de su trabajo: el colgante Obstinado y el broche Re-cordis, hecho en plástico PET reciclado de botellas, resina acrílica y alpaca, hechos en plástico PET reciclado de botellas, resina acrílica y alpaca.

Además, intervienen Aimee Howard-Clinger, Alison Brown, Anna Fanigina, Anne Léger, Babette von Dohnanyi, Beate Pfefferkorn, Raphaëlle Léaux, Charlotte Vanhoubroeck, Dania Chelminsky, David Walker, Deimezi Xenia, Einav Benzano, Elisabeth Drude, Emilie Le Dez, Esther Ortiz-Villajos, Eva Tesarik, Hairuo Ding, Holland Houdek, Huang, I-Chia, Huiyou Chiu, Iris Merkle, Isabelle Busnel, Jason Stein, Jillian Moore, John Sullivan, Joshua Kosker, Juan Harnie, Juan Riusech, Juanjo Garcia Martin, Lee Baeyens, Leyla Taranto, Mado Xanthouli, Mai Zarkawi, Malene Kastalje, Masako Hamaguchi, Maud Traon, Mervi Kurvinen, Monica Bobbi, Namkyung Lee, Nico Delaide, Qi Han, Rachel Butlin, Raquel Bessudo, Rho Tang, Rikke Lunnemann, Saadah bin Shehab, Sandra Ortiz, Sara Shahak, Sébastien Carré, Spam Glam, Taibe Palacios, Teresa F Faris, Ute van der Plaats, Viktoria Muenzker, Xiangyin Shi, Xinia Guan, Yael Olave Munizaga, Yiota Vogli y Youjin Um.

Fabiana Gadano

Elvira Cibotti

Sara Shahak

Namkyung Lee

Iris Merkle

Yael Olave

Esther Ortiz

Jason Styein

Joshua Kosker

Taibe Palacios

Sébastien Carré

Rachel Butlin


Una década brava

Trailer de «Una Década Brava», una experiencia de realidad virtual 2020.


Los festejos por los 10 años del colectivo joyero chileno comienzan el miércoles 16.