Anticipo de la Semana de la Joyería de Budapest

De la colección Bosque de los Sueños de la joyera alemana Jil Koehn


Una edición de lo que se verá en Ékszerek Éjszakája Budapest 2020


¿Te gustaría una bolsa?

Una colección de joyería sustentable de la rumana Sabina Dragusanu


Piezas hechas en plástico de bolsas descartadas, conchas marinas y algo de plata.


Geométricos, apilables y genderless

Colección Ando, de la joyera australiana Marika Svikis, finalista de los Deezen Awards 2020 en la categoría de proyectos de Diseño Portátil.


Simples, funcionales, apilables según la forma de cuadrado, círculo y triángulo


Cuando la joyería capta el movimiento de la luz

Colección Monocle Cydney Holm


Colgantes realizados con una lente de laboratorio dicroica laminada sobre un cristal de aumento, engastado en un bisel anodizado negro mecanizado con precisión en aluminio macizo, con un cierre magnético acanalado.


La belleza de la vida cotidiana

El work in progress de La belleza de la vida cotidiana, el proyecto que lidera Rodrigo Acosta Arias


El proceso creativo de Gabriela Andreacchio, Ganriela Marcos, Vicky Baqueros, Monique Lecouna y Corina  Mascotti en Taller Eloi


Taller Abierto de Bárbara D'Ambra

De visita | Talleres

Taller Abierto de Bárbara D'Ambra


Abre las puertas de su atelier en Palermo para mostrar dónde y cómo hace sus piezas de joyería contemporánea

Tiene su taller en su casa, un PH en pleno Palermo Soho, luminoso, acogedor, prolijamente decorado con plantas y sus obra a escala. Su espacio de trabajo se divide en dos áreas: estudio y taller. Dice que el estudio es el espacio donde se siente más cómoda para diseña, allí dibuja muchísimo, trabaja con programas de modelado e impresión 3D y planifica las pruebas y prototipos. Y en el taller, hace las tareas manuales y les da terminación a las piezas, “la parte sucia del trabajo”, comenta riendo.

Se define como fan de la morfología, estudió Diseño Industrial en la UBA, fue docente de la cátedra Bianchi Lastra. En 2016, como resultado de un trabajo universitario, nació su línea de joyería contemporánea, Insinuaciones, que trascendió el ámbito académico. Comenzó pintando en abstracto con enduido en la búsqueda de alguna expresión que la defina, que se pudiera tocar, que despertara los sentidos, con un trazo simple y así surgieron sus primeras piezas como gotas insinuadoras, sensuales, fluyentes. Desde entonces el destino la fue llevando a la joyería. Por dos años consecutivos, 2018 y 2019, resultó  elegida para exhibir su trabajo en Schmuck, en la Munich Jewellery Week, la feria internacional de joyería contemporánea más importante del mundo.

Y entre café y café, minuciosamente batidos, en su soleado y verde patio taller recuerda que ese fue un momento eureka: “Me di cuenta que ese proyecto podía ser algo más que un trabajo universitario. Fue una experiencia muy impactante, porque era un mundo que yo desconocía, incluso me generaba vergüenza porque soy diseñadora industrial y no estudié joyería. Con el tiempo, me hice cargo del proyecto y entendí que esa diferencia era lo que hacía particular mi trabajo. Descubrí en la joyería contemporánea un modo de fusionar el diseño industrial y el arte, una posibilidad de crear arte para usar. Es un espacio en el que me siento cómoda para adentrarme un terreno más expresivo, poniendo en valor el conocimiento que me aprendí en mi profesión”. En 2018, obtuvo una Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes, también fue finalista destacada del Premio CMD y recibió la distinción de Sello Buen Diseño Argentino también durante  dos años seguidos, 2018 y el 2019.

“Las piezas tienen mucha síntesis. Me gusta contar una idea buscando la mínima expresión, a través de formas limpias, que nacen dentro de límites muy puristas, ordenados y controlados. Intento economizar recursos, reducirlos al máximo para centrar la mirada en las cuestiones puramente formales”. Para esto utiliza los materiales y colores de la manera más neutral y precisa posibles para generar superficies inmaculadas, ya que le interesa que ante todo se perciba la forma, las luces y las sombras. Cada una de las piezas que tiene en exposición en su taller cuenta algo: las hay muy sensuales, algunas piezas tienen una carga erótica evidente, unas que entran dentro de otras, son piezas que lo más bello que tienen es justamente el hecho de introducirse en ellas, eso no se explica, no se ve, se siente. Reconoce que le gusta hacer uso de la abstracción, la reducción a lo elemental, insinuar una idea sin definirla completamente; “ofrezco al espectador esa duda, que a veces puede derivar en complicidad o curiosidad pero que también puede generar incomodidad”. Su colección Insinuaciones busca el equilibrio entre un pieza con valor artístico y conceptual y, al mismo tiempo, funcional y usable.

Trabaja con corian -una material sintético compuesto por resina acrílica e hidróxido de aluminio-  recuperado de la industria del mobiliario. Y se muestra satisfecha por haber resuelto esa aplicación con éxito mediante un proceso consciente y responsable. Explica que el corian es un material muy pulcro que permite transiciones y terminaciones que impactan directamente sobre la calidad de la pieza”. Pero no es el único material con que trabaja, también realiza piezas en metal: plata, bronce y oro. Y actualmente está experimentando con madera y aluminio.

En su estudio dibuja muchísimo. De su proceso creativo cuenta que primero piensa qué quiere expresar, qué idea, qué sensación, cómo quiere que se deslicen los dedos sobre las formas y hasta qué luces y sombras le interesara producir. Juega mucho con materiales que se puedan deformar fácilmente. Cuando finalmente percibe algo que le “resuena”, empieza a pulirlo. Utiliza el modelado y la impresión 3D para verificar la forma. “Cuando estoy satisfecha, hago la pieza definitiva. Hoy, puedo decir que tengo una aproximación a la pieza muy ligada al diseño, reflexiono mucho, soy muy metodológica, y creo que eso se ve claramente en el trabajo”.

Desde el último año realiza piezas en plata; “me desafié a diseñar piezas un poco más convencionales sin perder todo el trabajo o elaboración de las de corian; “la idea es reforzar la terminación del metal y las libertades formales que ofrece la fundición”, destaca al mostrar cómo quedan en las manos esos sutiles trazos. Sostiene que todos los días sigue experimentando y admite que se identifica mucho con las piezas en plata: “De la primera a la última, las siento como un proceso personal, cuentan cómo siento, y me genera curiosidad imaginar cómo van a continuar de acá en adelante: de qué modo van a ir desarrollándose, si lograrán desafiar esos límites tan rigurosos, si irán a poco a poco perdiendo control, o si de repente aparecerán piezas que no deseen ser tocadas, ¿por qué no? Estoy en proceso”.

Su estudio-showroom es también el living donde recibe a sus clientes, que hasta la pandemia iban a conocerla y a contarle qué les gusta y qué les pasa al usar sus piezas, qué sienten o resuena, como le gusta decir. Experiencias compartidas que se convierten en una sinergia que la enriquece muchísimo; “uno no se imagina el alcance insospechado que puede tener lo que uno hace con pasión”. No para, ahora también está trabajando en piezas obra de mayor escala (50x50cm) las cuales realiza por encargo, y experimenta con nuevas tipologías de productos en las que puede jugar con los conceptos que construyó en Insinuaciones. Y como si fuera poco… paralelamente a la joyería contemporánea, trabaja como diseñadora industrial en proyectos de desarrollo de productos.


Entrevista a Jorge Manilla

Apuntes | Notas

Hay que someterse al cuestionamiento crítico


Entrevista a Jorge Manilla

Por Delia Alicia Piña

 

Admite que es afecto al estudio, que le dio carácter a su trabajo y le permitió profundizar en el aspecto intelectual de su práctica artística. Sin embargo opina que la habilidad natural trasciende a lo que la educación puede ofrecer; más bien tiene que ver con el compromiso personal, la honestidad y el trabajo arduo, los pilares de su trayectoria.

A Jorge Manilla, joyero mexicano residente entre Gante y Oslo, se lo conoce por la joyería de arte, a la que define como una expresión personal con una carga conceptual muy fuerte, pero su obra se completa con dibujos, objetos, pintura, instalaciones, fotografía y escultura, entre otras manifestaciones.

En diálogo con LJdeA cuenta cómo su trabajo surge de indagar, aplicar y relacionar esas diferentes expresiones. Habla de su proceso creativo, de lo mucho que lee y de su intención por hacer pensar, reflexionar y también sentir. Puntualiza en el rol del cuerpo, su preferencia por el color negro, sus dibujos y otros formatos en los que investiga desde hace años. Y detalla sus proyectos en Argentina.


_Tenés una formación académica importante: una licenciatura en escultura y otra en joyería, además de una maestría en joyería y orfebrería, y un doctorado. ¿Este estudio sostiene una habilidad natural hacia la joyería? ¿O sin ella no podría manifestarse el artista que sos hoy?

_Los estudios se volvieron un tipo de adicción para mí. Siempre pensé que mientras más aprendemos, más nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Considero, basado en la experiencia, que los estudios son algo muy diferente a la habilidad natural, de hecho los estudios no son garantía de un buen resultado ni de un compromiso real con el hacer, mucho menos de una manifestación personal. Conozco gente que cuenta con muchos certificados de estudios y siguen teniendo fuertes carencias en su identidad artística y en la práctica.

La habilidad natural va mucho más allá, trasciende más de lo que la educación puede ofrecer, tiene mucho que ver con el compromiso personal, la honestidad y el trabajo arduo.

Siempre le digo a mis estudiantes que tienen que aprender a contextualizar el momento en el que están viviendo y en su formación. Antes el talento era suficiente pero hoy la creación requiere de mucho más que solo talento, y eso se vuelve el filtro más grande en los años de formación para saber quién tiene el carácter y ese extra del talento para poder expresarse profesionalmente.

La educación que tengo hoy le dio otro carácter a mi trabajo y pude profundizar en el aspecto intelectual de mi práctica artística. Esto generó un impacto diferente en mi crecimiento y desarrollo artístico. La investigación y la manera en cómo se traduce e interpreta en el trabajo es personal depende de cada individuo. Estar en Europa y tener una formación nunca fue fácil, pero yo siempre lo vi como un medio o una herramienta más. La misma energía y la manera de trabajar ha sido una constante en mi vida así que con certeza puedo responder que, el artista que soy hoy, sería el mismo sin esa formación. Tal vez los lugares y las posibilidades serían diferentes pero el artista no. Y con esto no quiero decir que la preparación y educación no son necesarias, al contrario, son muy necesarias. Al ver que no hay formaciones profesionales en este campo la opción sería buscar caminos viables para autoeducarse y creo que es la falta de autocrítica y de búsqueda de identidad artística, lo que esta afectando mucho el campo en el que estamos. Porque si no hay instituciones o no se tiene la posibilidad de acceder a ellas, siempre existirán maneras de prepararse y de poner el trabajo en otro nivel, tanto artístico como intelectual.

“La educación que tengo hoy le dio otro carácter a mi trabajo y pude profundizar en el aspecto intelectual de mi práctica artística”.

 

_¿Por qué hacés joyería? ¿Es un medio de expresión? ¿Qué querés expresar?

_La joyería es un medio de expresión y es por lo que mucha gente me conoce, pero no es lo único que hago. También me expreso a través de otros medios, como dibujos, objetos, pintura materia, instalaciones y fotografía, por nombrar algunos. En muchas obras solo he mostrado la parte expresada con la joyería, porque es el campo en que más me desenvuelvo. También suelo ser invitado a exposiciones de diferentes medios. Esta parte de la joyería surge de una investigación en la que hago uso de diferentes expresiones para llegar a ella.

Es simple, como artista visual necesito la información que un medio ofrece para después aplicarlo a otro. Por ejemplo, las líneas y la primera intención del dibujo son muy importantes para mí, y cómo después uso esa información con otros valores para darle un volumen y una forma, ya sea tridimensional o en relación con el espacio. Todo depende del concepto, la idea, la forma y la traducción a materiales. En mi proceso creativo, para obtener un resultado -que tampoco es definitivo- es necesario el uso de diferentes medios de expresión. Leo mucho antes de comenzar a trabajar con materiales y después traduzco ese conocimiento en metáforas y representaciones por medio de la forma y el material.

La joyería me gusta por su relación con el cuerpo, por los formatos, por las posibilidades que te ofrece pero, sobre todo, la joyería de arte que, en realidad, es una expresión personal con una carga conceptual muy fuerte.

Mis temas están muy relacionados con la psique humana, sobre todo, la parte antigua del concepto psique, la parte que vincula al ser humano con el cuerpo terrenal y lo que pasa tras su fallecimiento. Tomando la psique como el conjunto de las capacidades humanas de un individuo que abarca los procesos conscientes e inconscientes. La palabra psique es de origen griego ψυχή (psyché) y significa ‘alma humana’. Se puede decir también que la psique es la mente y la psicología.

Hay una leyenda mitológica que plantea, entre líneas, algunas ideas muy bellas: que Psique, el alma o la mente humana era de una belleza sobrenatural. La historia narra como Psique es abandonada y cae en la desesperación y el agotamiento. Entonces llega Cupido (el Amor) y se enamora de Psique. Le da un beso para reanimarla y la lleva a su palacio. El mensaje es muy claro: el amor salva la mente o el alma a los humanos. Es muy sorprendente cómo una narración del siglo II sigue siendo una bella historia para los seres humanos del siglo XXI. Especialmente en estos tiempos tan inciertos. Es maravilloso ver cómo a lo largo de la historia muchos escultores y pintores se inspiraron en este mito para crear obras de arte de gran belleza y simbolismo. Pero me gusta la parte teórica de esto y yo la adapté e interpreté a mi manera con mis materiales y temas, abordados muy específicamente. Me gusta por que en mucho de mi obra están involucradas las emociones, los sentimientos y una cierta metamorfosis física.

Después de mi doctorado, me baso más en el aspecto cuerpo pero sin dejar de usar los elementos que mencioné.

 

“La joyería de arte es una expresión personal con una carga conceptual muy fuerte”.

 

_¿Estar en Gante implicó una transculturación que se refleja en tus piezas?

_Sí, obvio. Pertenezco a ese grupo de artistas llamados artistas expandidos, que intentamos encontrar, conservar, recuperar y revelar nuestros espacios comunes o el punto intermedio donde podemos expresar esa transculturación. Esta es una situación que vivo día a día, no solo como mexicano viviendo en Gante, sino como mexicano trabajando en Oslo, Italia, Grecia, Argentina, Chile, Brasil, etc.

La búsqueda de ese espacio se vuelve una práctica diaria en diferentes situaciones y contextos y pueden ir desde el idioma, la comida, la cultura hasta la religión, aspectos que muchas veces no alcanzás ni siquiera a percibir pero que los sincretizás de alguna manera. Buscás aspectos de tu identidad y aspectos de la nueva cultura que te podés apropiar y aplicar en tu vida, pero también en tu práctica artística. Eso le da un valor muy diferente a la obra porque estás creando fuera de los espacios convencionales, ya sea físico o mental. Y eso tiene ciertas ventajas porque nunca podés quedarte en una zona de confort.

También creo que es importante mencionar que el aspecto climático tiene una gran influencia, por ejemplo, el invierno suele ofrecer un estado mental que es ideal para la creación al tener temperaturas demasiado frías y días oscuros y lluviosos en los que tenés la opción de usar tu tiempo en el taller o sumergirte en alguna lectura o escribir. Y eso siempre se ve reflejado en mi obra.

“Como artista visual necesito la información que un medio me ofrece para después aplicarlo a otro. En mi proceso creativo, para obtener un resultado -que tampoco es definitivo- es necesario el uso de diferentes medios de expresión”.

_También, el sincretismo religioso -tan presente en tu México natal- se evidencia en tu trabajo. Y, en general, la religión, los mitos y la espiritualidad son una constante en tu obra, ¿por qué?

__A esto me refería en la respuesta anterior sobre la identidad y la transculturación. Añado  por qué los aspectos rituales son muy importantes: la religión a la que pertenezco es importante para mí (el culto a la santa muerte). Esto siempre me lleva a una búsqueda  en mis piezas, y ese lado místico o misterioso en el que se puede sentir sin entender es un elemento que suele estar muy presente en mi obra.

 

“Ese lado místico o misterioso, en el que se puede sentir sin entender, suele estar muy presente en mi obra”.

 

_¿Hay una identidad latina en tus joyas?

_Hay, y es lógico como latino, sería muy malo que se perdiera o que quisiera negarla. No ha sido fácil definirme cuando vivo desde hace mucho tiempo fuera y comienzo a sentir cierto desarraigo cultural por las rutinas, pero en el corazón no quiero que suceda de ninguna manera; esto me lleva a una confrontación constante que se ve reflejada en las piezas.

Pero también la identidad es muy personal y al final no es más que un crisol de influencias, en el que alguna habrá de predominar; en mi caso, afortunadamente es la latina.

 

“La identidad es muy personal y no es más que un crisol de influencias, en el que alguna habrá de predominar; en mi caso, afortunadamente es la latina”.

 

_¿Creés que se da un movimiento de joyería latinoamericana? ¿Se está constituyendo para decir algo? ¿Qué?

_Es una pregunta compleja, yo no diría que hay un movimiento, hay diferentes iniciativas que tienen una gestión llena de intereses personales y considero, por lo que he visto, que pocas veces se piensa en crear un bloque de artistas o un movimiento.

Hasta que no se hagan cuestionamientos más críticos, hasta que no se aprenda a trabajar sistemáticamente y no se invierta realmente tiempo en reflexionar, cuestionar y reinventar sus propias obras, en la búsqueda de una identidad y una propuesta personal, será difícil crear un movimiento. Si cada quien fuera mucho más crítico se abrirían muchos caminos donde las maneras de pensar y expresar se cruzarían y surgirían propuestas bien interesantes. Pero esto implica muchos aspectos, como la falta de una educación profesional en las universidades de arte que ofrezca metodologías de aprendizajes, con todos los aspectos teóricos que esto conlleva.

También creo que hace falta una búsqueda de iniciativas o plataformas alternas para crear esa educación de manera independiente. Pienso que eso es algo que deberían reconsiderar quienes están a cargo de algún tipo de enseñanza, formal o informal. No quiero poner en cuestionamiento a la gente que lo está haciendo, pero sí es importante tener cuidado de querer enseñar lo que se desconoce, porque eso valida que la joyería contemporánea puede ser todo, y eso si es un problema que se vuelve más grande, que genera ansiedad y frustraciones cuando las obras no son aceptadas en proyectos internacionales de joyería contemporánea.

A veces hacen falta preguntas tan simples como: ¿qué es para mi la joyería? ¿qué significa la joyería contemporánea? ¿qué significa para mí la escuela o la enseñanza que estoy ofreciendo? ¿qué es para mi el país? Preguntas de este tipo y una labor constante darían una perspectiva muy diferente en distintos niveles de la joyería latinoamericana.

Esta es mi percepción y sugerencia, pero es claro que a mucha gente no le interesa cuestionarse, solo le interesa enseñar el oficio como tal y está bien también, es muy válido pero entonces no hay que confundir los términos ni la dirección entre quienes están aprendiendo. Aunque del mismo modo es importante decir que sí existen diversas organizaciones e iniciativas trabajando en dirección hacia la joyería de arte con un gran compromiso, personas de muy bajo perfil pero que llevan años trabajando para construir algo más artístico y es a ellos a quienes hay que seguir apoyando. Debemos dejar un poco al lado la complacencias en el momento de la creación, las preocupaciones sobre el concepto joyería tradicional y los aspectos que esto implica, el conformismo y estar satisfechos muy rápido y no poner nada en cuestionamiento. Así como los comentarios amistosos y lindos, ya que bloquean completamente el diálogo e interacción sobre las piezas. Necesitamos muchos comentarios constructivos y sin pretensión, que hagan crecer el campo de joyería de arte.

La propuesta es algo que tiene que someterse una y otra vez a un cuestionamiento crítico, ya que por medio de nuestro trabajo sólo damos sugerencias, no respuestas absolutas, si fuera sobre verdades absolutas el arte no tendría ningún sentido. Otro problema es la urgencia de crear para pertenecer, porque muy a menudo se olvida o se evita el proceso creativo y el tiempo necesario para el resultado.

Yo creo, apoyo y promuevo la joyería en toda la extensión de la palabra. Valoro a quien hace una pieza técnica bien hecha, en la que lo importante solo es lo estético, así como el valor de los materiales preciosos; valoro una pieza artística muy conceptual. Todos tenemos la libertad de escoger lo que queremos hacer. Pero creo que el problema radica cuando se pisa en ambos lados y se intentan tapar carencias escudándose entre uno y otro, por que allí es donde se bloquea el crecimiento personal. Así es que la suma de muchos de estos elementos hace muy difícil decir que haya un movimiento en Latinoamerica.

Hay iniciativas muy interesantes, gente creando grupos que sí tienen fuerza, que están generando piezas con una propuesta, tomando más y más conciencia de esto y comenzaron a andar en el camino de lo artístico por muy incierto que sea, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Ojalá en unos años podamos hablar de un cambio y un movimiento latinoamericano. Mientras, soy un ferviente promotor y trato de apoyar, dentro de mis posibilidades, para que este movimiento tome forma y se consolide.

 

“Hasta que no se aprenda a trabajar sistemáticamente y no se invierta tiempo en reflexionar, cuestionar y reinventar las propias obras, en la búsqueda de una identidad y una propuesta personal, será difícil crear un movimiento.”

 

_Tratás temas como la fe, las relaciones, las emociones, la pasión, el dolor, la agresión, la violencia, la muerte, la insensibilidad, los temores, los límites, la imaginación, la belleza, la vulnerabilidad del cuerpo… ¿Buscás una respuesta emocional, hacer pensar, cuestionar o cuál es tu pretensión, si es que la hay?

_Nunca busco respuestas. En mi opinión, no es lo que se busca con una propuesta artística. Sí, se busca hacer pensar, reflexionar y también sentir. Ese es el mayor reto de un creador: hacer sentir por medio de diferentes elementos artísticos. Y sentir no siempre se relaciona con lo positivo; podemos hacer sentir incomodidad, desconformidad y tristeza, pero con las mismas piezas puedes hacer sentir protección, belleza, poder, y todo depende del diálogo que se crea entre la pieza y el espectador.

Creo piezas llenas de metáforas e interpretaciones, que son una deconstrucción de lo que comúnmente se entiende por realidad. Deconstrucción para mí es como reordenar o recontextualizar las cosas. No olvido tomar en cuenta que en algún momento Heidegger hablo de destrucción y Freud de disociación; en este caso, haciendo uso de ese conocimiento me gusta deconstruir los conceptos y las ideas así como las formas y materiales. No pretendo nunca dar verdades absolutas pero sí sugerir otra manera de ver el mundo.

“El mayor reto de un creador es hacer sentir por medio de diferentes elementos artísticos. Podemos hacer sentir incomodidad, desconformidad y tristeza, y con las mismas piezas puedes hacer sentir protección, belleza, poder, todo depende del diálogo que se cree entre la pieza y el espectador”.

_¿Cuál es el rol del cuerpo en la joyería?

_Por un lado, el cuerpo es fundamental ya que por razones obvias podríamos deducir que joyería sin cuerpo no es joyería, y que la joyería tiene que ser hecha y usada en relación al cuerpo, lo cual es correcto cuando hablamos de joyería étnica, histórica y clásica. Por otro lado, cuando hablamos de joyería de arte, hablamos con otra connotación, hablamos de conceptos, ideas, sugerencias, interpretaciones, referencias. Estos son algunos de los aspectos que se vuelven más relevantes y allí el cuerpo se vuelve simbólico y la presencia no es siempre necesaria. Esta sería una de las principales diferencias en la concepción y entendimiento de la relación entre joya-cuerpo-joyería contemporánea.

 

“En joyería de arte, el cuerpo se vuelve simbólico y la presencia no es siempre necesaria”

 

_¿Por qué preferís el color negro o los tonos oscuros? ¿Con qué se relaciona?

_El uso del negro tiene un significado mucho mas allá de una moda, nunca lo hice por ser parte de ésta; hoy es como una tarjeta de código o estatus la gente usa inclusive la palabra black como símbolo de exclusividad. No sabés la infinidad de new blacks que me encontré en los últimos años…  Para responder quiero compartir un pequeño fragmento de un texto que escribí para un artículo y creo que es bastante claro:

El negro es visto como misterioso y reservado.

Un color oculto que absorbe la luz.

Usualmente se muestra en muchas connotaciones negativas.

Para mí, el negro abre los paralelos profundos del inconsciente y me lleva a un sentimiento de vacío reparador.

Llevo el negro como expresión personal.

Es una dedicación a mis difuntos (creo que esta es mi mayor motivación)

Es una manifestación

… por las emociones  que nunca se han expresado

… por la palabra de amor que nunca dije

… por los sentimientos reprimidos

… para el dolor oculto

… para aquellos que me olvidaron y que yo también olvidé

… para los no perdonados y lo que nunca me perdonaron

… por la luz en la oscuridad

… para la oscuridad en la luz

… por el amor dado

… y por el amor que ha sido negado

Uso el negro como un toque personal, un día esta oscuridad me llevará al lugar donde comienza la luz.

Déjenme descubrir allí … si esa luz también es negra.

 

“Para mí, el negro abre los paralelos profundos del inconsciente y me lleva a un sentimiento de vacío reparador.”

 

_¿La experimentación con madera, huesos, textiles, cuero y plata, por ejemplo, de manera que resultan casi imperceptibles ¿se logran mediante procesos y técnicas propias?

_Sí, la mayor parte de mi proceso creativo consiste en elegir los materiales cuidadosamente y hacerlos hablar y expresar en relación con un concepto y un tema, su transformación es el resultado de una investigación muy larga que muchas veces requiere de involucrar a expertos de otras áreas. Me gusta investigar y aprender de especialistas, como escultores, restauradores, taxidermistas, etc., y después con el conocimiento aprendido me gusta aplicarlo de manera a veces inusual pero, a la vez, funcional para lo que quiero expresar. Muchas veces eso crea lo que podemos llamar técnicas propias, que en realidad es una manera de usar técnicas ya existentes pero dándoles una vuelta con un estilo personal. Esto requiere de mucho tiempo y por eso mis proyectos me llevan hasta dos años antes de poder mostrar el primer resultado.

 

“Me gusta aplicar el conocimiento aprendido de manera inusual pero, a la vez, funcional a lo que quiero expresar.”

 

_¿Qué métodos tuyos destacarías?

_Ninguno, porque no suelo usar métodos innecesarios. Con los años vas aprendiendo a ser más selectivo y acertivo en las metodologías y, aunque siempre hay apertura para dejar aparecer elementos sorpresa, aprendés a utilizar métodos más eficientes para aprovechar mejor el tiempo de experimenta.

 

“Siempre hay apertura para dejar aparecer elementos sorpresa, pero aprendés a utilizar métodos más eficientes para aprovechar mejor el tiempo de experimentación.”

 

_¿Es más importante el proceso que la obra resultante o la joya es lo principal porque es la que representa la idea?

_En mi caso, el proceso es fundamental y eso tiene un resultado que muchas veces deriva en una obra, la cual es también importante para entrar a la siguiente fase que es el diálogo entre la obra y el público; entonces se encuentra ese lado mágico-racional en el cual hacés sentir a la gente algo con tu trabajo por medio de tus formas, texturas, colores, o la expresión que decidiste usar para tus piezas.

No sabés la cantidad de comentarios que he tenido durante años sobre lo que la gente ha llegado a sentir… Un día, una persona me contactó para que le hablara un poco de mi obra porque decía que hacía tres días que no podía dormir por lo que movió en ella; que cuando cerraba los ojos le venía la imagen de mi pieza y eso la llevaba a pensar miles de cosas. Al final no quise explicarle la obra pero sí hablar de lo que ella sentía, y fue una conversación tan interesante que terminó comprando la pieza y me aclaró que no la iba a usar como pieza de joyería sino como un amuleto en su casa. Esos son los momentos que la pieza toma vida propia, y el elemento principal depende de la interpretación del espectador; tenemos que saber que cada uno lo interpreta de manera diferente. La gente lee o debería leer la pieza artísticamente y, al tratar de entenderla, surgirían preguntas, pero eso es un momento íntimo entre el espectador y la pieza, y el artista aquí ya no tiene protagonismo. El resultado es importante porque es el vehículo de comunicación. Esto puede ser una joya, pero también una alusión a una joya, o un objeto que parezca una joya, o la idea de lo que creemos que es una joya, y así es como la importancia de los factores va cambiando en el proceso creativo.

“El proceso es fundamental y muchas veces deriva en una obra, la cual es también importante para entrar a la fase del diálogo entre la obra y el público; entonces se encuentra ese lado mágico-racional en el cual hacés sentir a la gente algo con tu trabajo.”

_¿Cómo es posible que convivan y sobrevivan en una pieza de joyería elementos tan distintos en textura, cuerpo y durabilidad como la cartulina, la plata, el oro, la porcelana y el hilo de algodón, o el cartón, la plata y la porcelana, entre otros? El secreto es que pierdan su esencia y pasen inadvertidos?

_Si te referís a la joyería en general diría que los primeros indicios provienen de África. En donde se encontraron cuentas perforadas de concha de caracol marino que datan de 75.000 años, las cuales fueron encontradas en las cuevas de Blombos. También en Kenia, en Enkapune Ya Muto, fueron halladas cuentas hechas de cáscara de huevo de avestruz con una antigüedad de más de 40.000 años. Mencionado esto respondo a tu pregunta: es posible que convivan y sobrevivan estas piezas porque fueron hechas con toda la intuición posible por el uso de los materiales. Después, las primeras piezas hechas con cobre datan de aproximadamente hace 7000 años. Y así poco a poco se fue dando valor a los materiales y a las piezas, algunas eran relacionadas con rituales, con la religión, el estatus, el poder, por mencionar algunos elementos.

Pero si te referís a la joyería contemporánea, en lo personal uso materiales naturales por su origen, por su temperatura, por su simbolismo. Es parte de mi diálogo y de mi proceso. Me gusta hacer uso de estos materiales y de técnicas simples que se vuelven complejas, pero nunca uso materiales artificiales o nuevas tecnologías.

Nunca la intención es que los materiales pierdan su esencia pero su transformación sí es esencial, y ésta le da valor intrínseco a las piezas. En la actualidad, cada quien está a la búsqueda de un material, de una expresión en la revalorización de éstos, y esto va mucho más allá del valor del material como tal, le da el valor artístico a las piezas; allí entra la autocrítica y el compromiso con la propuesta artística de cada uno, es decir, si la expresión conseguida es suficiente o si e puede expresar más y cómo.

 

“Nunca la intención es que los materiales pierdan su esencia pero su transformación sí es esencial, y esta le da un valor intrínseco a las piezas.”

 

_¿Algunas de tus piezas parecen no estar terminadas, es para mostrar tu proceso de trabajo?

_Bajo los parámetros de joyería clásica, una pieza terminada tiene que estar pulida y brillante, pero yo me manejo con conceptos diferentes. No hablo de diseño y estética sino de expresión y arte. Mis piezas están terminadas y no tiene que ver con dejar ver el proceso; muchas veces se pueden ver trazos de algún proceso que en realidad nunca existió y así es como expreso mis temas; sobre todo en cuanto a las texturas que juegan un papel muy relevante en mi trabajo; como ya mencioné las formas y el uso de materiales relacionados con mi concepto también lo hacen.

El reto es el uso de diferentes materiales y generar texturas o expresiones de un material que ya es fuerte y bello por sí mismo, sobre todo, en cuanto a materiales naturales. El resultado de mis piezas y cómo se ven está siempre basado en decisiones que tomo después de repasar todo mi proceso de desarrollo.

 

“La manera en cómo se ven mis piezas está siempre basado en decisiones que tomo después de repasar todo mi proceso de desarrollo.”

 

_¿Dibujás antes de crear una joya? ¿Cómo son tus dibujos?

_Dibujo de manera regular, nunca dibujo representaciones de joyas o planeo las piezas porque nuevamente hablaríamos de diseñar, y al diseñar no hay espacio para el efecto sorpresa del proceso creativo. Mis dibujos son muy intuitivos, emocionales y son representaciones de un estado mental y emocional que tiene que manifestarse. Son principalmente abstractos pero cargados de muchos aspectos. Han sido y serán una constante en mi obra, y podría que decir que mis dibujos son el área gris donde se encuentran aspectos racionales, conceptuales, emocionales y mucho más. El dibujar me libera muchas barreras que se van formando mentalmente y me dejan ver las mismas ideas de una forma mas sublime. La percepción cambia.

En la exposición final de mi doctorado mostré una selección de aproximadamente 400 dibujos que realizaba a manera de ejercicio casi diario para bajar la información. Y así podría mostrar casi de cada serie, pero no es que dibuje las piezas sino que expreso la información teórica y mis sentimientos de una manera más espontánea e intuitiva.

 

“Mis dibujos son el área gris donde se encuentran aspectos racionales, conceptuales, emocionales y mucho más.»

 

_¿Estás investigando otros formatos, cuáles? ¿La escultura?

_Sí, pero no es algo nuevo, trabajo formatos más grandes desde hace muchos años, porque, como mencioné, la joyería es una de las muchas expresiones que uso; escultura, objetos e instalaciones siempre tienen una relación con mi trabajo; a veces investigo una forma y una idea comenzando con una pieza grande y de allí voy abstrayendo elementos hasta quedarme con los que considero importantes para reducir el formato y hacer piezas de joyería.

Nunca diría que hago escultura portable porque, como escultor, se que hay muchos elementos que no están presentes en la joyería y viceversa. Aunque mucha gente ve mi trabajo como escultura, a través de los años he ido posicionando mi trabajo y hoy con certeza digo que no son esculturas.

 

“No hago escultura portable.”

 

_¿Tenés proyectos en Argentina o con argentinos, cuáles son?

_Hace dos años tuve la fortuna de haber sido invitado por Joyeros Argentinos como jurado internacional de premiación de la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, que por diferentes razones me pareció una idea increíble, además de que me daba la posibilidad de compartir toda la información posible con la gente de Argentina. En el 2012 fui invitado por Francisca Kweitel a participar como tallerista, expositor y conferencista en la primera edición del Simposio en Construcción, una experiencia que me gustó mucho. Siempre quise regresar y   fue en 2018 cuando pude volver a Buenos Aires.

Decidí entonces ofrecer un taller para interesados y terminé involucrado con un grupo que hoy se llama colectivo Caracú, y surge de los talleres a largo plazo en los que guío y tutoreo a los participantes de forma grupal e individual durante casi dos años; tiene encuentros presenciales y a distancia (digitales), ya menejaba este formato antes de la pandemia. Este taller ha sido una experiencia increíble, llena de tranformaciones y resultados, de los cuales estoy muy orgulloso, por que cada artista involucrado -16 en total- mostraron una y otra vez su compromiso con este proyecto. Muchos de los trabajos realizados en este taller fueron seleccionados y exhibidos en exposiciones internacionales en diferentes países, como Hungría, España, China y otros. El paso siguiente previsto era exponer en la semana de la joyería en Atenas, también en Schmuck en Munich y en Buenos Aires, todo fue cancelado por el COVID 19. Sin embargo seguimos trabajando y tenemos encuentros en los que estamos resolviendo cómo darle nueva vida y visibilidad a los resultados.

Por otro lado, estoy por dar dos talleres en línea también gestionados por Joyeros Argentinos y, en cuanto pase esta situación tan incierta, tenemos planes para realizar algunos talleres presenciales y otras ideas que están en conversación. También, tengo la intención de moverme a otras provincias en Argentina, había comenzado a conversar antes de la pandemia pero quedó en espera. Argentina es un país que me ha sorprendido y fascinado, así que comenzó a volverse un tipo de hogar para mí. Fui recibido muy cálidamente, además de haber recibido innumerables muestras de respeto por mi trabajo y compromiso con mis proyectos; estoy más que agradecido y siempre será un placer poder seguir haciendo proyectos allá.

 

“Argentina es un país que me ha sorprendido y fascinado, así que comenzó a volverse un tipo de hogar para mí”.

Foto de Jorge Manilla: Gentileza Arturo Haro


Agradecimiento colectivo

Apuntes | Notas

La autoría colectiva nos devuelve la fe en el trabajo comunitario


Iris Eichenberg y Jimena Ríos invitan a todos los joyeros del mundo a que hagan medallas para entregar al personal de salud.  Un exvoto contemporáneo para expresar gratitud de forma desinteresada. Energía colectiva desde el banco de joyero.

Las preocupaciones sobre trabajos postergados y la incertidumbre ante la declaración de la pandemia, en marzo último, empezaron a dominar las charlas a la distancia entre dos maestras joyeras: una en Detroit, Iris Eichenberg, y la otra en Buenos Aires, Jimena Ríos. Desde hace años trabajan juntas en el intercambio de ideas y de proyectos: la última ocasión fue para Exvotos y joyería contemporánea, cuya muestra se vio en el Museo José Hernández en septiembre último. Es que las dos comparten el amor por los exvotos y el interés por el ritual de cargar objetos de significado al hacer.

Entre ambas surgió la necesidad de hacer algo para ayudar con algo que estuviera a su alcance, sobre todo, como “comunidad de joyeros”. Y su iniciativa derivó en un proyecto de alcance internacional que hoy involucra a 1789 hacedores o makers de 58 países, con la colaboración de 130 cuidadores o hand keepers, cifras que crecen día tras día.

“Empezamos llamando a amigos en diferentes países para contarles la idea y, juntos o gracias a sus dudas y sugerencias, fuimos dándole forma. Durante las primeras semanas nos pasamos horas en el teléfono hablando con para explicarles el proyecto y pedirles que fueran hand keepers. Son los que nos ayudan a difundir la propuesta dentro de su comunidad y recolectan las medallas una vez terminado el trabajo.

Son muchos los joyeros pero también hay curadores, galeristas, amigos y hasta familiares. Después de este primer grupo, la red empezó a ampliarse a tal punto que personas de países donde no teníamos ningún contacto nos escribieron para pedirnos ser parte, como Nigeria, Honduras y Costa de Marfil.

Hoy, hay 130 hand keepers, arrancaron con 15, después 40 y así se fueron sumando. En Buenos Aires, Jimena Ríos es la principal keeper y reunió alrededor de 200 medallas que se hicieron en Taller Eloi. Se suman 6 joyeros anotados en Córdoba,  5 de Mendoza, 10 de Rosario y hay más grupos en el interior, como en Bariloche.

Intervienen también los hand givers, que son trabajadores de la salud encargados de entregar las medallas a sus colegas.

“En Argentina, tenemos casi 200 joyeros registrados, algunos ya contestaron que están haciendo entre 5 o 10 medallas, pero muchos nos sorprendieron con 100 y hasta 150. Una gran alegría que muestra y demuestra una comunidad que, desde el anonimato y poniendo el oficio por delante, trabaja para honrar a otra comunidad. Creo que tendremos alrededor de 10.000 medallas, que es un muy buen número, pero tenemos tiempo de hacer más (el proyecto se extendió hasta octubre próximo) para realmente trascender lo meramente simbólico”, señala Jimena Ríos. La entrega de medallas se hará el 8 de noviembre.

Las maestras joyeras explican el porqué de las manos: “Son un símbolo universal del hacer, las manos cuidan, acarician, trabajan, dan, reciben, las manos en los exvotos muchas veces se ofrendaban para agradecer el trabajo. Para este proyecto, usamos como plantilla un exvoto real, argentino y anónimo; usamos algo que ya había sido usado y que tenía comprobada eficacia. Buscamos un modelo muy simple que cualquier joyero principiante con herramientas básicas puede hacer”.

Y se extendió por el mundo. En Inglaterra, por ejemplo, una de las hand keepers recibió 230 medallas pero tiene una lista con más de 30 joyeros que están trabajando; en Australia, hay joyeros que enviaron 200, otros 150, otros 30; en Brasil y México, son muy activos con la difusión, pero todavía quedan 3 meses por delante.

Si bien este proyecto es internacional e incluye a todo tipo de joyeros, mantiene la idea del contacto comunitario, ya que las manos serán distribuidas localmente. En algunos casos excepcionales se harán envíos, como a Chaco, por ejemplo, que tuvo muchos contagios y hay dos hand givers que ayudarán a distribuir las medallas en dos hospitales, porque no hay joyeros registrados de la zona. Los hand givers son trabajadores de la salud, encargados de entregar las medallas a sus colegas, porque conocen mejor el trabajo que se hizo dentro de los centros de salud y “van a hacer su propio ritual de entrega”. “No queríamos que cada joyero fuera a los hospitales en cualquier momento ni ser nosotros los que decidiéramos quiénes iban a recibir medallas. Nos pareció mejor que los trabajadores de la salud fueran los encargados de esta tarea, ya que ellos pueden encontrar un momento de calma y tranquilidad para rendir este homenaje y, sobre todo, para que fuera un momento íntimo, en el que el foco no fueran los joyeros”, aclaran.

Los joyeros proponen y contactan a los trabajadores de la salud, muchos de los cuales escribieron directamente para ofrecerse a entregar las medallas. Hay familiares de joyeros que trabajan en centros de salud que fueron propuestos. También, se buscaron lugares donde se sabe que hubo muchos contagios o trabajadores que fueron directamente afectados.

El alcance es inestimable porque es difícil de calcular. Sin embargo, esperan que sean muchos: “más de 50.000, seguro”. De todas maneras, si se piensa en la cantidad de trabajadores de la salud que hay en cada hospital entre médicos, enfermeros, camilleros, personal de limpieza, el alcance no es tan grande. “En San Francisco, Estados Unidos, por ejemplo, nuestra hand keeper hará entrega de las medallas a un grupo de personas que tienen un banco de alimentos para gente que vive en la calle. En Buenos Aires entregaremos, además de a hospitales, a una organización de mujeres de Perú que cuida a ancianos a domicilio y a un geriátrico. En Bucarest, a trabajadores de una ONG que organiza hospitales de campaña”.

Todas las medallas son grabadas con un número por cada joyero; ese número corresponde a su registro que figura en la web del proyecto, para saber quién fue el autor de la medalla y qué  dimensión tuvo el proyecto, una línea de tiempo en la que se ve el progreso y el resultado del trabajo comunitario. Los datos más significativos o curiosos de todo el proceso y algunas de sus imágenes pueden derivar en otros proyectos. Por ahora la energía está puesta en que los joyeros se registren y se pongan a calar medallas. ¿Una exposición? “Quizás al final haremos una exposición, pero por ahora no está  confirmada”. En tanto, el proceso se revela en las redes sociales, gracias a la colaboración de los propios participantes.

Y no esperan nada a cambio. No proyectan una devolución de parte de los trabajadores de la salud, porque su foco está en poner su oficio al servicio del agradecimiento, no en esperar un gracias. “Ver cómo la comunidad funciona y cómo cada día más y más personas se suman es lo más reconfortante del proyecto. Ser testigos del avance mundial de un proyecto donde el ego no es el principal motor y la autoría es colectiva, nos devuelve la fe en el trabajo comunitario donde cada uno desde su individualidad puede sumar. Los joyeros tradicional y socialmente tenemos la posibilidad de materializar deseos y el resultado son joyas (medallas, anillos de casamiento, etc.) que se cargan de un nuevo significado cuando el portador las recibe. Nuestro trabajo en este caso termina cuando estas medallas lleguen a su destinatario”, destaca Jimena Ríos.


Caelum

De visita | Escuelas

¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Caelum, el taller-escuela de Cecilia Richard.

Cuál es y dónde queda. El taller se llama Caelum, nombre que remite a una tenue constelación del hemisferio celeste austral: Caelum, el buril o el cincel, aludiendo a herramientas del escultor, el orfebre, para “esculpir o labrar el cielo”. Es un espacio autogestionado dedicado a la joyería contemporánea en el barrio Alto Alberdi de  Córdoba capital. Se inscribe como el primer taller escuela dedicado al oficio de la joyería en la ciudad. Se trata de un espacio de formación, producción y pensamiento dirigido por Cecilia Richard, orfebre autodidacta y licenciada en Escultura en la Universidad Nacional de Córdoba. “Desde sus inicios, hace 12 años, está orientada a la joyería contemporánea, pensando esta disciplina como un campo de lenguaje plástico, visual, objetual, posible de concepto, diseño y poética”.

Cómo es. Caelum cuenta con dos espacios operativos definidos. El taller escuela y, desde 2018, tiene un espacio de exhibición para muestras y eventos, es una sala semi-subsuelo que se abre hacia un espacio verde. El taller escuela está preparado y equipado con herramientas para grupos de seis alumnos por turno. Tiene capacidad para más personas, pero ofrece una cursada grupal personalizada.

Qué se enseña. “Tomando como eje pedagógico la exploración tanto técnica, formal como conceptual, el objetivo es facilitar una dinámica que permita indagar sobre el lenguaje, su capacidad de significación y posibilite el desarrollo del propio discurso”, explica la maestra. El plan de cursado es anual, una clase semanal de tres horas de duración. De abril a diciembre, “nueve meses, como los de la gestación humana. Es que creemos en el valor y el sentido de los procesos, no sólo para el aprendizaje técnico propio de un oficio, sino también para el desarrollo de ideas. La propuesta de la escuela se ordena en dos espacios o niveles de acuerdo a la experiencia de los participantes en relación al oficio: el inicial o introductorio y el avanzado.

“Caelum busca promover la joyería contemporánea mediante acciones de formación, difusión, visibilización y circulación, pensando la joyería como campo de construcción de sentidos en el marco de las artes visuales”, dice la maestra de su taller-escuela.

Modalidad de trabajo. Caelum propone para quien recién se inicia, un primer curso llamado Introducción a la joyería contemporánea, en el que se incursiona en el aprendizaje y práctica de las técnicas básicas de la joyería, forjando los recursos técnicos esenciales del oficio volcados siempre hacia el desarrollo de un proyecto propio. Ordenado en forma de módulos, en ese primer año, se enseñan las técnicas de alambre, calado, soldadura, construcción, forja, fundición, terminación de superficies, acabados, engaste y remache. Los avanzados son los que ya construyeron “esa caja de herramientas de recursos básicos orfebres” y buscan profundizar tanto técnica como conceptualmente sus procesos de trabajo”. Cada uno trabaja sobre su proyecto personal con acompañamiento y asesoramiento del docente a cargo, “en una atmósfera de intercambio y cooperación entre los componentes del grupo”.

Habilidades que se aprenden. “La búsqueda de la materialidad no se circunscribe sólo a los metales. La mirada expandida del objeto-joya traslada el carácter “precioso” al concepto o poética del objeto, lo que determinará el o los materiales, y consiguientes técnicas y procedimientos, idóneos y expresivos para la materialización de la idea”, entre otros, se trabaja con madera, papel, textil piedra, hueso, caucho, acrílico, plástico, cartón,  resinas,  metal,  cemento, yeso, cerámica, vidrio, látex, goma, orgánicos y más.

Meta. El objetivo es que cada alumno logre una capacitación técnica integral en la disciplina.

Perfil. “Un porcentaje interesante de las personas que se acercan a la escuela vienen con una formación previa o paralela en el campo del arte o el diseño: arquitectos, artistas visuales, diseñadores, fotógrafos, etc. Pero no es necesario ni requisito tener conocimientos previos. En general, buscan una práctica manual especializada que les permita desarrollar habilidades y materializar en un objeto portable, sus ideas. Hay quienes también buscan un recurso que habilite un emprendimiento de producción, comercial, personalizado.

Actividades. Paralelo a las clases regulares, todos los años se ofrecen actividades anexas complementarias: workshops, seminarios, cursos técnicos monográficos intensivos con carácter interdisciplinario ofrecido por profesionales locales, nacionales e internacionales, “invitados a compartir sus saberes con el fin de ampliar y diversificar la propuesta formativa integral del espacio”. Además, ofrece Talleres Abiertos como extensión del espacio de formación de la escuela. También,  muestras individuales y colectivas de artistas joyeros y las ferias colectivas de exhibición y venta, que se ven en Subsuelo y Patio Caelum. Taller Abierto es un evento anual de cierre del ciclo lectivo, para presentar y compartir una selección de lo producido, y visibilizar procesos y producciones.

Se suma el proyecto de la sala de exhibición que tiene como objetivo mostrar la obra de joyeros contemporáneos locales e invitados de otros contextos, para dar a conocer, difundir y promocionar la joyería contemporánea con curaduría general de su directora, y otros curadores.

Y Subsuelo y Patio Caelum, son eventos puntuales con carácter de feria comercial, llevados adelante por un equipo organizador, que convoca y reúne a joyeros locales con emprendimientos desde la joyería contemporánea.


Vuelven las ferias

Las ferias y tiendas online hoy son el sustento de muchos diseñadores y joyeros argentinos.

De la colección Orgánica de Caudal, en diferentes tonos de acrílicos translúcidos, superpuestos y otros laminados en tonos metálicos en combinación con plata 925.


El próximo fin de semana se realizarán ferias que ofrecerán joyería contemporánea: My Bruselas, Paisajita, Calatea, FVjewel, Carli Ramírez, VOV, DXYZ y Ximena Clavelli, entre otros.