V Contemporary Goldsmithing and Jewelry Exhibition 

Quartile, collar hecho en plata 925 y plata 1000, esmalte de uñas e hilo de seda natural con cuentas  de formas orgánicas, de Lena Marie Echelle



Deseos en tiempos de pandemia

Fragmentos de Deseo en tiempos de pandemia


Piezas en alpaca, madera, tiza y cemento


Lo último de Isabel Englebert

Formas geométricas, para una colección que representa la energía del movimiento.


Kinectic, Edén y Urban, sus colecciones más recientes


Convocatoria a Belleza & Asombro

Luis Acosta invita a crear joyería contemporánea


Loewe Foundation Craft Prize 2020


Ecos es la propuesta de la canadiense Despo Sophocleous

Hábitos de la ceguera, la propuesta de la española Carla García Durlan


Taller Abierto de Laura Leyt

De visita | Talleres

Taller Abierto de Laura Leyt


Abre las puertas de su atelier en Nuñez para mostrar dónde y cómo hace sus piezas de joyería contemporánea

Es arquitecta y cuando diseñó su casa ubicada en el barrio de Núñez junto con su marido, también arquitecto, decidieron crear una casa-taller. El atelier está en la planta baja, al lado de un quincho pensado como expansión del área de trabajo, pero como cada vez más se vale de materiales reciclados reconoce que le falta espacio para acopiarlos y para ubicar las herramientas que debió incorporar para manipularlos. Sin embargo los tiene bien ubicados en un placard con estantes de piso a techo, donde también tiene desde pinturas y diluyentes hasta los elementos que requiere para hacer fieltro. En una mesada de hormigón contigua consiguió zonificar las distintas áreas de trabajo: su banco de joyero con la esteca, donde cala, suelda y maneja los distintos sistemas y terminaciones de las piezas; y debajo, bolsones con todos los plásticos que va juntando. El espacio privilegiado lo tienen las máquinas con que transforma esos plásticos: una sublimadora, la pistola de calor con que funde y la caladora de banco.

Una ventana abierta al jardín deja entrar la brisa de otoño. Catálogos, libros y cajas prolijamente etiquetadas colman estanterías son el destino y numerosas herramientas se disponen en superficies metálicas con imanes. La cuarentena la llevó a reacondicionar su taller y sumar una gran cajonera para ubicar el motor de eje para lijar y pulir, y una cortadora de disco pequeña. A todo trata de ponerle ruedas, como a un mueble que heredó de su tío odontólogo, que aún conserva su característico olor, al que le fijó un taladro vertical y lleno mechas, limas y pinzas.

Dice que es una conjunción del oficio de joyería, el arte y el diseño. “A diferencia de la joyería tradicional, donde el valor esta puesto en los materiales como metales, piedras, etc., en la contemporánea lo relevante es lo que se quiere comunicar, el diseño que sustenta el discurso, la relación con el cuerpo, la mirada del otro. Mi joyería es producto de la investigación y búsqueda constante sobre un material. Los resultados sorprenden porque no siempre son los buscados. Son piezas únicas que pueden ser parecidas, pero nunca iguales, y tienen la imperfección de lo hecho a mano. Busco esa sensación de borde desdibujado, casi derretido producto del calor.” Jugar, probar, no tener miedo a volver a hacer es lo suyo.

Comenzó a estudiar joyería contemporánea en el 2003 el taller La Nave con el maestro Jorge Castañón, luego de varios años de ejercicio profesional como arquitecta y, por las ganas de volver al trabajo manual y de poder controlar la totalidad del objeto diseñado hasta su materialización, prefirió cambiar de escala. La pequeña escala es lo que le gusta de la joyería así como que es portable sobre el cuerpo. Destaca que optó por este oficio porque “lo relevante no está en el valor económico de los materiales utilizados sino en lo que se quiere comunicar y porque ofrece la libertad de poder experimentar con distintos materiales, conceptos y procesos”.

Aprendió técnicas básicas de la joyería en metal, como calar, soldar, casamiento entre metales, fusión, mokumé y otras, pero siempre le interesó trabajar con los materiales disponibles en su entorno. Nada se pierde, todo se transforma; lo esencial es invisible a los ojos son sus frases de cabecera, ya que ve belleza y utilidad en cosas que para muchos consideran basura. “Me interesa, sobre todo, averiguar hasta donde se puede llegar con un material y poder transformarlo en otra cosa desdibujando su origen. Es un proceso no lineal que requiere permitirse la equivocación y mucho trabajo”. Desde el 2013 se dedica al reciclado de plásticos aplicado a la joyería y a objetos, y trata de que la intervención de materiales nuevos sea la mínima posible. Trabaja básicamente con bolsas plásticas (polietileno de alta y baja densidad) pero va incorporando otros tipos de materiales plásticos, como gomas u otros envases. Y fue probando diferentes formas de trabajarlo: primero lo cortó y tejió -como el collar presentado en la muestra Tema Pendiente– luego lo trabajó en capas sobre moldes con la técnica de la cartapesta, después lo transformó en una especie de hilado mezclándolo con lana – que derivó en la serie Contaminados– y, por último, lo trabajé fundiéndolo con calor y modelándolo a mano – mano como en la serie Piedras-. Lo último que incorporó fue la plancha de calor que le permitió hacer placas más finas que luego corta y ensambla con pernos.

Nunca trabaja en una sola cosa, mientras hace algo va probando otras cosas porque va siguiendo lo que va apareciendo en el hacer. Hoy trabaja en la serie Plasticeno nombre que algunos geólogos y antropólogos han llamado a la era actual debido a la cantidad alarmante de residuos plásticos encontrados principalmente en los océanos. Está materializada con una serie de layers, como capas geológicas pero de plástico, y surge de la reflexión de cómo encontramos los testimonios de vidas pasadas en las piedras u organismos petrificados; ahora, “nuestras marcas quedarán estampadas en los plásticos”, dice.

También sigue trabajando en una serie de piezas que se iba a presentar en la muestra Buenos Aires Trash Treasures, con Tota Reciclados en Munich, inspirada en las paredes descascaradas y los graffitis de las ciudades. Se materializa con finas capas de plásticos superpuestas donde se pueden leer algunos textos encontrados en las mismas bolsas o armados con palabras de ellas. Y también trabaja en varios proyectos para la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea, suspendida hasta el año que viene. En tanto, también diseña objetos que tendrán como punto de partida la serie Plasticeno y las placas plásticas que fabrico.


Km.O

De visita | Escuelas

¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Km.0, el taller-escuela de Mabel Pena.

Cuál es y dónde queda. El taller se llama Km.0, ya que geográficamente está ubicado en ese radio, Moreno y Entre Ríos, Congreso, en la Ciudad de Buenos Aires. Su nombre se debe a que también es el punto de partida para muchas personas, que tienen la curiosidad, el interés, la necesidad de expresarse y de aprender esta disciplina: joyería contemporánea.

Cómo es. El taller tiene capacidad y bancos de joyeros para 6 personas, está equipado con las herramientas específicas y necesarias para que cada alumno/a pueda trabajar en clase: herramientas de mano, laminadora, pulidora tradicional y de agujas, sopletes, etc. Además de lo imprescindible, cuenta con otros equipos: una inyectora de cera, un horno para esmalte, una caladora de banco, una prensa calcográfica y un equipo de electroformado, entre otros. Los materiales son a cargo de los alumnos.

Qué se enseña. El taller es anual y se acompaña a cada integrante en su proceso de aprendizaje. El objetivo es que los alumnos exploren y desarrollen su mundo interior. Además, ofrece seminarios de la técnica de cera perdida.

“El taller de joyería contemporánea es un espacio de encuentro, para realizar nuestro proyecto artístico personal, compartir el tiempo del hacer, y mostrar nuestro trabajo en el propio cuerpo”, dice la maestra de su taller Km.0

“El taller de joyería contemporánea es un espacio de encuentro, para realizar nuestro proyecto artístico personal, compartir el tiempo del hacer, y mostrar nuestro trabajo en el propio cuerpo”, dice la maestra de su taller Km.0

Modalidad de trabajo. Es un taller que implica una relación personalizada y seguimiento de cada alumna/o según sus conocimientos y formación.
Se los incentiva para aumentar sus capacidades creativas, aprendiendo y perfeccionando distintas técnicas, como metal directo, cera perdida, textiles, etc., y se innova con la utilización de materiales no convencionales y también tradicionales. El espacio del taller está organizado espacialmente en islas, donde se pueden ver y compartir experiencias, aunque el trabajo es individual. Las clases tienen una duración de 3 horas con una concurrencia de 1 vez por semana. Se puede comenzar de cero y no hay límites de edad para aprender.

Habilidades que se aprenden. Los alumnos aprenden diferentes y variadas técnicas específicas del metal: calado, soldadura, oxidaciones, construcción y ensambles en frío, grabado al ácido, etc. Está especializado en la técnica de la cera perdida, en sus distintas modalidades. Se incorporan otros materiales, como textiles, acrílicos, plásticos, madera, papeles, cartones, vidrios, cerámica, cables, objetos encontrados, cotidianos, tecnológicos, orgánicos y otros.

Meta. En algunos casos, se busca una salida laboral independiente y, en otros, es un medio de búsqueda interior y expresión artística.

Perfil. Personas de diferentes procedencias, profesiones y edades; grupos muy heterogéneos que logran integrarse, trabajar y socializar unidos por un objetivo en común: hacer joyería contemporánea con las manos.

Actividades. Cada año en el taller se genera una muestra colectiva en una galería de arte, con un tema que se desarrolla durante el año. Además de exponer las joyas, todo el grupo participa de la producción, diseño, montaje y difusión de la muestra de joyería contemporánea.


Pandemia/Pandemônio/Pandega

Novedades | Expos&Ferias

Pandemia/Pandemônio/Pandega

«Una manifestación artística es una chispa que ilumina la reflexión. Un universo aprehendido a través de la sensibilidad”, indica Chrissie Barban, organizadora de Pandemia/Pandemônio/Pandega, una muestra en tres actos que se exhibe de manera virtual con la curaduría de Míriam Korolkovas. Percepciones, aprendizajes, sensaciones, experiencias y hasta frustraciones frente a este mundo convulsionado representadas en piezas de joyería y de objetos contemporáneos.

Exponen dos joyeras argentinas. Irene Palomar en la sala Pandemia, con Enigma, una serie en bronce, cobre y plástico reciclado termoformado. Y Roxana Casale interviene en la sala Pandemônio con Privilegios para unos pocos, en bolsas de té tratadas con papel, cartón y plata 925.

Del artista mexicano Jorge Manilla, en la sala Pandemônio

Pieza hecha en madera, cera, hilos de algodón, bronce y espinas

Expo virtual de Núcleo Joalhería Contemporânea Brasileira

“¿Qué tan lejos vamos? ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es la vida o qué es importante…? Hoy, la distancia y el tiempo parecen un abismo incomprensible que nos lleva a lugares desconocidos; estamos en un limbo donde encontramos demonios internos, oscuridad, locura, deseo y nuestras necesidades más básicas; esto es la soledad extrema que nos hace vivir, nos hace morir, nos hace sentir y hoy ya no sabemos si existimos o no”, reflexiona el artista mexicano Jorge Manilla sobre su Escultura para dedos, artefactos de fe en tiempos de oscuridad.
Pieza hecha en madera, cera, hilos de algodón, bronce y espinas, con que participa de la sala Pandemônio de la muestra en tres actos Pandemia/Pandemônio/Pandega que organiza Núcleo Joalhería Contemporânea Brasileira.


Aflorar

Collar tejido en caucho recuperado de cámaras de ruedas de bicis y motos


Volúmenes orgánicos para piezas livianas


One world

Novedades | Expos&Ferias

One world

No hay duda de que esta pandemia nos atraviesa. Interpretar cómo desde el arte  joyero también se enfrenta al Covid-19 fue la propuesta de One world, una expo virtual convocada por la galería Loupe, de Montclair, Nueva Jersey. Se destaca  la artista italiana Annamaria Zanella que sostiene: “Podemos tener fortaleza creando obras que nos liberen de los miedos y la ansiedad diaria”. Y muestra cómo lo consigue con dos piezas para colgar: Una línea roja única, en plata, vidrio y  acrílico esmaltados, y Alien rojo, en corcho, aluminio y acrílico esmaltado. Solo online.