Apuntes | Notas

Lo mío es la joyería textil con la impronta de deconstruir y construir


Entrevista a Rodrigo Acosta Arias

Por Delia Alicia Piña

 

Afirma que la joyería textil lo define, la disfruta y se lo identifica por ella. Y elige hacerla en negro porque se siente más a gusto y puede comunicar mejor su discurso. Ese que tiene que ver con aceptarse tal cual uno es, más allá del cuerpo y del género.

Rodrigo Acosta Arias, mendocino, diseñador de la UBA, joyero, residente en Valencia donde desarrolla su obra, cuenta cómo sorteó la pandemia y consiguió revertir su efecto mediante un trabajo introspectivo y resiliente.  “Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre”.

Deconstruir, desestructurar y volver construir es un ejercicio que realiza a diario, no solo con sus piezas de joyería sino con su propia vida. “Cuando lo podés vivir, hacer y plasmar en un material es una catarsis maravillosa”, afirma.

De cómo transforma al textil en joya, para qué y en qué formato. Su obra, proyectos y su próximo paso por Buenos Aires, donde dictará workshops intensivos sobre «La joyería, el objeto y el cuerpo» en Taller Eloi.


_¿En este parate pandémico finalmente pudiste hacer esa revisión que planteaste hace un año?

_Este parate me vino bien para replantearme mi vida personal, que se movilizó y mucho. Me permitió frenar, pensar y mirar hacia adentro porque venía de una vorágine de correr de feria en feria, de exposición en exposición, encastrando una cosa tras otra sin descanso y todo se pinchó como un globo. Y del acelere con una gran carga horaria y trabajo a full, entonces (marzo de 2020) preparando la muestra de Munich, respondiendo a los pedidos de la feria de Milán para intentar de relanzar mi marca Acosta en plata pasé en caída libre a nada; el corte abrupto me provocó una sensación de vacío muy fuerte.

No obstante, seguí adelante con la invitación de la joyera sueca Karin Roy Anderson para exhibir los últimos fragmentos de «La necesidad de la oscuridad» en Four Gallery de Gotenburgo, donde por entonces no había muchas restricciones. Fue una presentación virtual, en ese momento inusual y muy raro, sobre todo, porque perdíamos eso tan enriquecedor que tienen las muestras de joyería que es el encuentro, el intercambio personal de percepciones, impresiones y opiniones.

 

“Este parate me vino bien para replantearme mi vida personal… Me permitió frenar, pensar y mirar hacia adentro porque venía de una vorágine”.

 

_Aprendimos a ser resilientes a la fuerza.

_Sí. A pesar de todo, este desgraciado paréntesis resultó, de alguna manera, un evento positivo. Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre creciente, porque como todo artista soy autónomo y si no trabajo y produzco no me puedo sostener; bueno, después hubo ayuda estatal al sector y se acomodó un poco. Y me di cuenta que seguir creando me ayudaba a transitar este momento crítico. Aunque en 2021 volver a repetir la experiencia de cancelaciones y el poco movimiento se sintió, resintió… Sin embargo, tomé la decisión de seguir creando, de crear para mí o para compartir no por la presión de tener que hacer.

Estuve trabajando a partir de libro «El camino del artista: un sendero espiritual hacia la creatividad» de Julia Cameron y me ayudó a trabajar sobre mí mismo, a darme cuenta que aparte de que crear sana, está bueno crear sin un objetivo, sin que sea para este o tal concurso, expo o galería. No está mal hacerlo con este fin, pero está mejor que fluya y que sea más natural, aunque luego se comparta.

Un trabajo introspectivo, reflexivo que me llevó a retomar el camino de investigar mucho, de leer sobre el tema que quería trabajar, con cuestionamientos muy personales. Fue liberador, sobre todo de presiones y obligaciones, que facilitó crear por crear. Y confirmé que pase lo que pase sigo siendo un artista más allá de la movida de las galerías y concurso, que, de todos modos, espero retomen en cantidad y variedad para todos porque son muy estimulantes.

Además, con la pandemia aprendimos nuevas herramientas digitales que nos permitieron comunicarnos y reinventarnos. Me costó mucho porque, como mencioné, tengo la sensación de que se pierde la magia del contacto y acercamiento cara a cara. He dado charlas, y muchos las han usado para dar clases y lo entiendo porque no se puede estar parado casi dos años, pero prefiero tomarme ese tiempo para algo más personal sin dejar de reforzar mi marca.

 

“Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre creciente.”

 

_Volviste a tus inicios.

_Sí. Trabajé mucho para mí y eso me permitió volver al principio, cuando hacía una pieza única y no había manera de reproducirla porque era muy personal con mucha simbología. De esa manera volví a esa raíz, a sentirme muy libre.

 

“Trabajé mucho para mí y eso me permitió volver al principio, cuando hacía una pieza única”.

 

Trabajo introspectivo sanador

 

_¿Participaste de un grupo de investigación y reflexión para un trabajo en conjunto?

_No, es un grupo en el que cada uno hizo un trabajo personal sobre el bloqueo creativo. Y lo hice no tanto por cierta traba o por una búsqueda de mi camino artístico, porque lo tengo bastante recorrido y claro, sino para encontrarme e intercambiar con diferentes personas que pasan por situaciones similares, con las mismas inquietudes, problemas y dilemas.

En esta mitad de año mi gran trabajo fue analizarme como persona con un discurso artístico muy trabajado que obviamente sale de mi sentir más profundo, pero me saqué ese traje de artista para ver qué pasaba sin ese discurso. Fueron encuentros en los que compartí, a través de esos doce capítulos que hablan de la inseguridad, bloqueos y la abundancia, entre otros;  muy fructíferos, que se terminaron reflejando en el trabajo. La intención era que cada uno lo trabaje de manera personal y lo comparta, pero me ha ayudado a entender mi recorrido, lo que estoy haciendo, dónde estoy parado y sobre todo lo que quiero a futuro con mi obra artística y al final con mi vida, porque de eso se trata.

 

“Participé de este grupo de reflexión para encontrarme e intercambiar con diferentes personas que pasan por situaciones similares, con las mismas inquietudes, problemas y dilemas”.

 

_¿Y qué querés para tu obra artística?

_Quiero seguir en este camino de crear sin tener obligación de hacerlo. Y eso supone estar en constante creación, está bueno vivir la vida de manera creativa más allá de lo que hagas, artista o diseñador o escritor, etc. Pude definir y confirmar que quiero seguir con mi obra, con mi discurso cada vez con un tono más personal, sobre todo, porque creo que mi situación tal vez puede ayudar a otros que transitan por las mismas sensaciones. Cada vez estoy más seguro de que quiero seguir con mi propuesta de joyería textil, porque me define, la disfruto y se me identifica con ella.

 

“Quiero seguir con mi propuesta de joyería textil, porque me define, la disfruto y se me identifica con ella”.

 

_No te planteaste cambiar.

_Sí, en estos meses me lo pregunté. Y sin duda el decidir por sostener mi lenguaje textil con los mismos o parecidos recursos me fortaleció. A veces las galerías te piden cambios de escala o piezas con determinadas características, pero no quiero convertirme en una máquina de hacer a pedido. Lo mío es esto: la joyería textil, con una impronta determinada, la de deconstruir y construir. No tengo que adaptarme a lo que los otros quieren que cree. Para eso está mi marca más comercial, en la que tiendas y clientes plantean o piden y respondo sin tanta libertad, porque tiene que funcionar y vender, aunque sí con una propuesta definida, claro. Ahora me concentro en colecciones pequeñas según temas que me interesen.

La pandemia me permitió volver a enfocarme en este proceso de profundizar, investigar y documentarme, y en apelar a referentes, sin tener que distraerme con tener que sacar 10 piezas en un mes porque es un pedido. Ahora, me tomo el tiempo para decidir y dejar fluir; y si solo salen 4 o 5 piezas que resultan de una propuesta interesante buenísimo.

“Lo mío es la joyería textil con la impronta de deconstruir y construir… Ahora me concentro en colecciones pequeñas según temas que me interesen”.

_Estás más presente en tu obra.

_Sí, ahora hasta pude estar más presente a nivel corpóreo, yendo un poco más allá consiguiendo jugar entre la performance y la joyería textil, explorando otros campos.

 

_Tu clave es desestructurar, deconstruir hasta en tu vida.

_Sí, sin duda este ejercicio de deconstruir y desestructurar está muy presente en mi obra. Es una práctica diaria a la hora de trabajar, más allá del dinamismo y la simplicidad que propone la corriente artística del constructivismo a la que adhiero y me atrae. Es parte de mi vida porque me deconstruí y me he vuelto a construir con los grandes cambios que hice en mi vida. Y al día de hoy me sigo deconstruyendo y construyendo nuevamente como hago con mi obra, que deshago para darle al material una nueva estructura.

Pero más allá de la deconstrucción formal, que se ve con el manejo de las formas en la obra, se da en mi discurso, en lo que pienso y digo, y muestra que estoy en constante evolución y cambio, saliendo de la zona de confort aunque asuste; creo que todos estamos un poco en eso en la vida. Y cuando lo podés vivir, hacer y plasmar en un material es una catarsis maravillosa.

Todos mis trabajos hablan de mi vida, de lo que siento o pienso, es muy autorreferencial. No tengo una joyería con un discurso social, que quizás lo tiene, pero no es un reivindicativo social.

 

“Me deconstruí y me he vuelto a construir con los grandes cambios que hice en mi vida”.

 

El negro como color identificativo

 

_¿La ausencia de color en tu obra a qué responde?

_Comencé trabajando con el blanco y era un desafío porque en lo personal nunca lo usaba, por ejemplo, en la forma de vestirme. Trataba de que ese tono, y máxime con el tipo de material, que eran antiguas camisas, queden lo más impolutas posible, perfectas. Tenía muy grabadas las palabras de mi madre que me decía que si no era muy prolijo no iba a poder ser buen costurero. Lo hice por desafío más que por una identificación. Y cuando surgió el negro, que fue en la colección «La necesidad de la oscuridad» me sentí a gusto, tuve una sensación de identificación muy fuerte.

En ese momento, me propuse hacer color y comencé a investigar con el material que tenía, camisas que me regalaban. Me di cuenta que no me servía para comunicar lo que quería, y no es que no sabía combinar colores sino porque no sentía que vibrara. Entonces volví al blanco y me di cuenta que necesitaba ver la luz de otra manera. Decidí entintar las piezas, y esto se correspondió a un momento personal en el que estaba en esa oscuridad o encierro y en el que necesitaba estar en oscuro para ver la luz desde adentro. Necesité crear esa sensación de oscuridad que supone luz al final del camino; este fue un proceso en el que comencé por vislumbrar hasta ver claramente la luz.

Y esa obra es la que iba a estrenar en Munich 2020 y que terminé por presentar en Gotenburgo. Evolucionó en un proceso en el que, en pleno encierro, comencé a hacer un velado en las piezas con el blanco entremedio que habla de lo que ocultamos y dejamos ver con las transparencias entre el negro y el blanco.

 

“Necesitaba ver la luz de otra manera; necesitaba estar en oscuro para ver la luz desde adentro.”

 

_¿En tu última colección «Anomalías» de alguna manera volviste al blanco?

_Quería trabajar con blanco porque partí de un vestido de novia de los años 70. Me enfrenté a esta pieza y decidí acercarme interactuando generando una performance para hablar un poco de la identidad, de quién soy, del género que hoy está tan presente con el debate de la ampliación de derechos. Hice una prueba en blanco, gris y volví al negro y tuve una sensación de pertenencia muy fuerte, no porque el negro sea mío en exclusividad, por supuesto, sino porque me identifico mucho. Y esas piezas resultaron como un fragmento de mi persona, de quien soy, cómo soy, cómo me visto, etc., son mi proyección.

Y el nombre es porque se considera a una anomalía como cambio con respecto a lo previsible; lo que resulta diferente. E investigando sobre identidad y género, leí mucho sobre el mito del cuerpo equivocado y me preguntaba cuál es el concepto que manejan las nuevas generaciones. A través de un trabajo reflexivo me cuestioné quién sería hoy si hubiese tenido otra educación: hombre, mujer, transgénero? Entonces advertí que esas anomalías como lo diferente se dan naturalmente desde el nacimiento, y no tiene por qué modificarse lo que se siente naturalmente.

Con la puesta performática de «Anomalías» quise reivindicar el uso de ropa más allá del género y lo hice con el vestido de novia del 77 -el año en que nací- de la madre de una amiga con la que compartimos el taller del que hablé. Para su dueña ese vestido no fue un símbolo de lo que se considera que representa naturalmente y lo iba a tirar. Se lo pedí con la intención de hacer algo, en un principio, como siempre, para rescatar retazos con los que iba a deconstruirlo y luego armar otra pieza.

Pero tuve la sensación de haberlo hecho y decidí sentirlo, usarlo, para meterme en él y percibirlo. Y esto lo dejé en evidencia con un registro fotográfico realizado en un bosque, como un espacio natural virgen. En ese contacto sentí esa bajada de línea de que esto es de mujer y no podés usarlo, pero me di cuenta de que sí podía usarlo, no en el sentido de vestimenta. Y a partir de esta performance comenzó el proceso de creación.

Entonces, las piezas no son circulares sino amorfas, anómalas, irregulares, con textiles de los vuelos del vestido, de líneas orgánicas, envolventes, que para mí representaban partes de una mujer. Es una obra sin definiciones claras para dejar que la gente lea lo que quiera leer, lo que sienta.

Son cinco piezas en la que sumo metales, latón y plata, en los cierres de bastidor y en el sistema de los broches y colgantes. Son pocas piezas porque fue la dosis justa de sanación porque sentí que con ellas ya podía cerrar ese proceso y al llegar sentí la vibración de ese cambio. En su momento pensé que iba a cerrar el ciclo del negro con «La necesidad de la oscuridad», pero no fue así.

Siempre entendemos la anomalía como algo negativo y quise darle la vuelta para mostrar que lo anómalo y diferente puede ser positivo o por lo menos para mí.

Y resultó de un proceso particular en mi vida que transité en estos meses de pandemia. Por la ansiedad que me generó, esta obra me sirvió para hacer un trabajo meditativo. No hay una sustracción del vestido sino que fui descosiendo todos los vuelos, los medí, entinté, luego los volví a coser para generar el efecto deseado. Tras descoser y hacer una costura detallista, hice mis característicos bastidores a medida. Este tipo de trabajo no lo hice anteriormente, fue un trabajo más visceral, en el que traté de concentrarme y resultó como  un mantra tranquilizador. Le sumé un trabajo de diseño, pero más que nada rescato lo que esta obra me aportó en todo mi proceso de sanación y bienestar personal. En esta obra el proceso personal fue más importante que el creativo aunque éste terminó ganado en el resultado que exhibo.

“«Anomalías» es una obra sin definiciones claras para dejar que la gente lea lo que quiera leer, lo que sienta.”

_¿A qué referentes apelás?

_A mis referentes deconstructivistas: el japonés Junya Watanabe y la creadora Rei Kawakubo de Comme des Garçons, la camada de diseñadores belgas, con Martín Margiela a la cabeza, o el californiano Rick Owens, un vanguardista del no género. O los exponentes de la arquitectura deconstructivista de fines de los 80 con las ideas de fragmentación, procesos no lineales, la no polaridad, el caos controlado. O el arte ready made, con diseñadores que trabajan en la mezcla de materiales. O artistas del arte textil como Sheila Hicks o Magdalena Abakanowicz. O utilizar las prendas como representantes del cuerpo como Louise Bourgeois y Chiharu Shiota.

Y también, obviamente, me refiero y observo mucho, en el día a día, al salir a la calle; recorrerla es muy influyente, y el intercambio de gente de otras generaciones y con otras ideas o pensamientos, más todavía.

Voy absorbiendo todo esto en mí y de alguna manera me enfoca o se convierten en disparadores de mi trabajo. Es la sumatoria de una mirada visual y mi punto de vista más introspectivo, personal o espiritual, si se quiere, que deriva en una mezcla casi inconsciente y definitoria de mi obra.

 

“Observo mucho al salir a la calle; recorrerla es muy influyente y el intercambio con gente de otras generaciones y con otras ideas, más todavía”

 

Reafirmación textil

 

_Renovaste tus votos con el textil y el negro.

_Sin duda, me reafirman como artista sin cerrarme a otras opciones, claro. Hago joyería textil, lo reafirmo y me identifico como parte de ese colectivo. En «Anomalías» está muy presente la deconstrucción y el plegado textil, cual piel arrugada; y sí, hay más trabajo de diseño.

 

“Hago joyería textil, lo reafirmo y me identifico como parte de ese colectivo.”

 

_¿Asignaturas pendientes?

_Dedicarme a profundizar más en la investigación textil. En el campo de la joyería textil, ya hay muchos que desarrollan un discurso de intervención. Me siento más cómodo en la deconstrucción y manejando el textil más puro o tal cual, sin mucha invasión para dejarlo que hable por sí solo. Cuando quise ir un paso más allá advertí que no dice lo que quiero decir, que no habla bien de mi trabajo. Será que no es lo mío, porque desde que arranqué en esto quise contar de otra manera con la joyería textil.

Mi desafío es ofrecer algo diferente tanto desde la técnica y como desde el discurso.

 

“Me siento más cómodo en la deconstrucción y manejando el textil más puro o tal cual, sin mucha invasión para dejarlo que hable por sí solo.”

 

_¿Qué es lo diferente?

_El textil está presente pero es una excusa para contar algo más profundo que tiene que ver con lo que siento como persona. Y esto fue más evidente desde «Rito Cardíaco» hasta «Anomalías».

En mi obra se ve la camisa o ahora, en esta última colección, el vestido, modificado con tratamientos y colores, sin llegar a una intervención que lo haga desaparecer o destruya, solo porque sirven de soporte para reforzar mi discurso, para contar algo distinto. Y por esta manera de trabajar, de trabajar el textil se me reconoce.

 

“El textil está presente pero es una excusa para contar algo más profundo que tiene que ver con lo que siento como persona.”

 

_Sumás otras expresiones, con la reciente performance y ¿ahora también cerámica??

_Me sumé a un proyecto de cerámica de unos amigos y surgió hacer torno y en ese momento fantasee con aprender otras técnicas para aplicarlas, como lo hice en un principio con el mix de textil y metal, y luego con la dupla del textil y la madera, también investigué con porcelana y tela.

Pero me interesaba que mis manos toquen otros materiales y texturas solo para enriquecer lo que estoy haciendo. Está bueno sentir que las manos pueden trabajar con otras técnicas y dominarlas.

Lo mismo me pasó con mi marca, «Acosta en plata». Una vez hice un curso de titanio en la escuela Fábrica 12, donde trabajo, y me dije listo esto lo guardo en un cajón hasta que tiempo después lo abrí y advertí que podía ser una salida interesante.

No obstante, con la cerámica solo se trató de practicar y alimentarme desde otro lado, no desde lo utilitario. No siempre todo lo que se hace tiene que tener una utilidad o un valor para un fin; se tiene que poder hacer algo por el simple placer de experimentar nuevas sensaciones.

Fue solo, y no es poco, por tener una experiencia creativa interesante. Solo el proceso de hacer en sí mismo siempre es enriquecedor.

“Se tiene que poder hacer algo por el simple placer de experimentar nuevas sensaciones.”

_¿El tipo de joyería que hacés aplica a otras tipologías?

_He intentado llevar mi joyería a otras tipologías, a aros, por ejemplo, y sentí que lo estaba forzando, no sólo la pieza en sí y el material, sino su relación con el cuerpo. La parte del cuerpo sobre la que más trabajo es el pecho, donde van broches y colgantes. Parecería que se limita el espacio con solo estos dos tipos de piezas pero no porque mi objetivo artístico no es generar más despliegue para otros usos sino, insisto, comunicar o dar a conocer un discurso distinto.

 

“Mi objetivo artístico no es generar más despliegue para otros usos, sino comunicar o dar a conocer un discurso distinto.”

 

_¿Proyectos?

_A propósito de las escalas y formas, tengo en mente trabajar piezas más grandes que tengan que ver con la escultura, no con una pieza portable.

Respecto de «Anomalías» proyecto presentarla en exposición. Tras las dos últimas cancelaciones de Schmuck, hay que ver qué pasa en octubre que es el mes de Joya, pero seguramente será el año que viene de manera presencial, tal vez aquí, a propósito de que Valencia es la capital europea del diseño, en Melting Point 2022, cuando gustaría compartir la performance en fotografías, porque online ya lo he hecho en redes. Veremos, con lo que pasamos aprendí a proyectar mes a mes, el resto es especulación, no tiene sentido.

Se está reactivando el circuito de ferias y exposiciones internacionales. Y Los Ángeles Art Show 2021 fue una oportunidad para mostrar mis piezas de la serie «La necesidad de la oscuridad».

 

“Tengo en mente trabajar piezas más grandes que tengan que ver con la escultura.”

 

Proyectos en la mira

_¿Seguís con el proyecto de «La belleza de la vida cotidiana», en el que liderás un colectivo joyero argentino?

_Un proyecto interesante también previsto para la frustrada edición de Melting Point. De todos modos, seguimos con las tutorías online y asesorías a pedido, pero quedó abierto. La intención es retomarlo de manera presencial, tal vez el año próximo y finalmente presentarlo. Muchas movieron su obra hecha en otras instancias.

Sigo con Taller Eloi, siempre estamos en contacto. Acepté con gusto ser uno de los tutores del exterior de la escuela, en mi caso de primer año; por ahora pudimos hacer una masterclass porque por mi forma de trabajar me cuestan las clases online sobre procesos creativos o investigaciones sino se complementan con presenciales. Veremos ahora en mi paso por Argentina si se da, pero es complicado porque viajo por cuestiones familiares directo a Mendoza

 

_¿Das clases?

_Sí en una escuela privada de Valencia que se llama Fábrica 12, en la que doy clases de técnicas, en particular de modelado en cera, y algún workshop de textil. Aquí gusta mucho la técnica no hay tanto interés por lo proyectual; muchos quieren hacer aunque no se cuestione para qué o por qué. Creo que falta entender que está bueno que tenga un sentido aprender una técnica de joyería y que permita crear un discurso propio para no calar por calar o soldar por soldar.

En un futuro no muy lejano me gustaría tener un espacio propio con laboratorio textil, además de uno de metal. Me interesa investigar y enseñar técnicas textiles, pero sobre todo lo que puede generar un trabajo textil más allá de la técnica, es decir, hay que profundizar en el aporte personal que permiten los procesos creativos.

 

“Hay que profundizar en el aporte personal que permiten los procesos creativos.”

 

_¿Cómo va «Acosta en plata»?

_Voy bien, a pesar de la pandemia. Es una marca que, desde sus inicios, hace 5 o 6 años aproximadamente, está cada vez más consolidada. Reparto mi tiempo entre ambos proyectos.

«Acosta en plata» es una herramienta económica que también me permite crear. Es difícil, porque del arte de la joyería muy pocos viven, la gran mayoría se sustenta dando clases. Y también porque justo cuando estaba tratando de ampliar la firma, sin buscar que se convierta en una marca de mucho volumen, claro, sobrevino la pandemia. Ahora se está reactivando. Mis potenciales clientes están en el norte de Europa, como Alemania, Bélgica y Francia.

Es una propuesta con un diseño más geométrico, en plata, algunas con baño de oro o acabado con negro, y ahora titanio. Son piezas artesanales que se hacen mediante un proceso mecánico y he sumado corte láser en mix con fundición, no son piezas hechas cien por ciento a mano. Y el tiempo me da porque son proyectos chicos no en grandes cantidades.

Estoy tratando de disfrutar más de lo que hago, porque claramente la vida es algo más que trabajar y trabajar.

 

“Estoy tratando de disfrutar más de lo que hago, porque la vida es algo más que trabajar y trabajar”