Carolina-Dutari-taller-abierto-La-joyeria-de-autor

De visita | Talleres

Taller Abierto de Carolina Dutari


Autora de una joyería tan disímil como su formación, la artista Carolina Dutari habla de su trabajo desde su taller de Coghlan

Su taller está en un espacio muy acogedor, apacible, sumamente luminoso con una vista abierta al barrio de Coghlan. Ni bien se ingresa, destaca su banco de joyero al que adora, el cual recuerda que mandó a hacer con la venta de unas piezas de madera de guatambú. Si bien tiene muchas herramientas de joyería señala que en general usa siempre las mismas.

Se define como “muy autodidacta” porque aprendió a soldar y después se largó sola, hizo modelado en arcilla y luego pasó a cera, con la que hace “lo que se me da la gana” y consiguió crear su propia técnica al inventar modos distintos de manipularla.

Dice que su bagaje principal son las artes plásticas, estudió pintura con Juan Astica, modelo vivo, “mi mayor pasión”, con el maestro Ernesto Pesce y cerámica artística con Marta Kerns, “mi otra pasión”. Antes de empezar con la joyería buscaba vivir del arte, de lo creativo. Asegura que desde entonces su forma de expresión es “ser libre de jugar entre límites”.

Llegó a la joyería casi sin darse cuenta. Recuerda que sus amigas le pedían que pasara de sus objetos escultóricos a joyas y se animó, para lo cual en 1997 comenzó a estudiar joyería en la escuela de María Medici. Allí empezó a probar con la cera y le gustó por lo maleable y lo interesante de pasar algo blando al metal. “Fui adaptando la escala, el tamaño, y también la funcionalidad, porque las piezas fácilmente se me iban de dimensión y dejaban de ser portables”. No obstante, se destacó en Schmuck 2015 con sus megapiezas en papel, en materiales reciclados como las bolsas de alimentos para animales y en gres o barro a partir de la molienda de sílice.

Le gusta expresarse con estos dos materiales, además de con resinas a las que incrusta de otros elementos, pero no deja de lado el metal, en particular la plata, que la sigue trabajando con la técnica a la cera perdida. Y como si esto fuera poco le encanta coser y tejer.

Con lo mínimo e indispensable

En su trabajo hay dos ideas que siempre están presentes: “Mi sistema de trabajo es la repetición y la diferencia que produce y mi gran desafío diario es arreglármelas con lo que hay, con lo mínino”. Adhiere al menos es más, una regla que cumple si está justificada.

En su taller las máquinas son pocas porque le atrae más lo manual, pero si es necesario y contribuye a la creatividad dice que no duda en usarlas, como el motor con discos de lijas con los cuales termina de modelar algunas piezas como si fueran de barro.

Trabaja en la ampliación de sus colecciones «Ríos», «Anemonas», «Malbec» y «Perlas de barro». “Esta última es una deconstrucción del collar de perlas cultivadas de mi madre, una reversión que se me ocurrió hace un tiempo, me atrajo y me permitió volver a encontrarme con el barro, con la cerámica”.

Está con un proyecto sobre collares de perlas de barro y también con la idea de hacer “dibujos de desnudos que hice con modelo vivo hace un tiempo”.

Carolina-Dutari-collar-taller-abierto-La-joyeria-de-autor