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Taller Abierto de Paula Botto Fiora
En su taller de Parque Chas, cuenta con qué materiales experimenta para crear piezas portables que buscan emocionar
Su taller está en su casa en Parque Chas en un espacio que construyó sobre una terraza. Es muy luminoso. Tiene un banco de joyero que le hizo un carpintero amigo y una biblioteca donde guarda libros, catálogos y publicaciones de joyería. También, muchas herramientas porque le encantan, pinzas de todo tipo, martillos, mandriles, trafilas, embutidores, laminadora…
“Es mi lugar de trabajo y reflexión. Entro y salgo todo el tiempo y paso muchas horas”.
Investigación y experimentación
Dice que la joyería contemporánea es su canal de expresión porque “a través la investigación y experimentación de materiales puedo plasmar ideas, emociones y sentimientos que resultan o derivan en una pieza portable. Experimento con materiales y técnicas no convencionales y busco generar piezas que trasmitan y emocionen. Pienso la joya como un acto de comunicación”.
Empezó en la joyería en 2008. “Me enteré que se abría la carrerea de Diseño de joyas en la Universidad de Palermo y me inscribí, así empezó todo. Ahí conocí a Mabel Pena, mi maestra de todos estos años, con quien fui descubriendo la joyería contemporánea. Al comienzo quería conocer el oficio, saber soldar, calar, limar, hacer engarces y aprender a trabajar con metales.
«Hice varios talleres y workshops que fueron enriqueciendo mi formación y abriendo nuevos horizontes, como con el maestro escultor Antonio Pujia, Francine Schloeth, Luis Acosta y Jorge Manilla, entre otros».
Materiales que aportan
Trabaja principalmente con papel y madera y en algunas ocasiones resina. También utiliza metales, “me gustan mucho”, pero en mucha menor proporción de lo que los usaba cuando comenzó.
“Voy eligiendo los materiales que me aportan para lo que quiero comunicar. Así empecé con el papel, que me da textura, volumen, color y también con la madera balsa, que me permite hacer piezas grandes y livianas. Este es un material potente y frágil a la vez, me provee mucha expresividad”.
Utiliza técnicas de la joyería clásica y las adapta a los materiales elegidos. “Mucho de mi trabajo es experimental, voy haciendo y deshaciendo. Uso la técnica de papel de agua, para algunos trabajos, pero es una búsqueda constante”.
Reconoce que cada vez usa menos maquinarias, pero lo que más utiliza es el torno para agujerear, fresar o lijar.
Temas sociales
En este momento está trabajando en series que tienen que ver con los conflictos sociales, la desigualdad y la violencia. Son temas que la interpelan, admite.
“Las piezas expresan el hacinamiento, los intercambios y relaciones sociales; la fragmentación del espacio urbano; estar de un lado o del otro; tener que migrar buscando mejores condiciones de vida; traspasar o adaptarse a los límites, y la violencia que se incrementa en forma exponencial.
«Para tratar de expresar estos temas trabajé con madera balsa, metal y pintura en spray”.
Y no para, siempre está con algo entre manos. Acaba de participar de la convocatoria de Andrés Fonseca y Ofelia Murrieta para el aniversario de «Sepan cuantos…» de la editorial Porrúa de México, en la que se utilizó como materia prima principal el papel, hojas de ejemplares de los nueve libros de esa colección.
Ahora, trabaja con el colectivo Caracú en un nuevo proyecto; además, se está presentando a muestras internacionales y empezando algunos trabajos de investigación, como la incorporación del collage en sus nuevas piezas.