Entrevista a Teresa Estapé

Apuntes | Notas

Los sucesos alrededor de la joya me interesan igual o más que la joya misma


Entrevista a Teresa Estapé

Por Delia Alicia Piña

 

A la joyera catalana Teresa Estapé le gusta hablar bajo y persuade al sostener que los mensajes más poderosos están dichos en voz baja. Esta forma de decir la transfiere a su hacer con piezas minimalistas, caracterizadas por la sustracción.

Su práctica artística va más allá de la joyería, incluye instalaciones, videos, obras gráficas y objetos escultóricos que combina de manera complementaria. Mediante cualquiera de estas expresiones genera espacios de reflexión que apuntan al hecho a mano, la carga simbólica, la durabilidad, la portabilidad y los materiales de origen ético.

Pero el lenguaje de la joyería siempre está presente en lo que hace, entre otras, por los materiales que utiliza. El oro es su favorito pero decidió incursionar en cierto tipo de diamantes y perlas. Cuenta por qué y cómo es el imaginario creativo que la impulsa.

Busca que la joya sea algo más que un ornamento y señala cómo lo consigue. Habla de la joyería responsable que sostiene a diario y explica qué es el oro Fairmined que pretende usar a pleno. Sus proyectos y obras más destacadas.


_¿Qué te atrae del minimalismo?

_El minimalismo me gusta como otros estilos, por la fuerza de su simpleza. Mis piezas se caracterizan por ser mínimas, aunque ahora ya no tanto, sin embargo estoy un poco más contundente. Lo mínimo puede ser contundente, pero llegué a un punto en el que era tan mínimo que ya no podía avanzar porque era casi invisible, entonces decidí empezar a hablar con otro lenguaje. Es que había iniciado una especie de batalla con la joya. Durante mucho tiempo se me planteó la dicotomía entre el arte y la joya; la joya entendida como artesanía, y el arte como tal y pasé por varios años de disputa. Sin querer fui dejando la joya en lo mínimo para ver cuánto resistía; lo mío con lo mínimo es como un reto inconsciente. Mi trabajo sigue siendo minimalista, trabajo siempre sustrayendo no añadiendo.

 

“Lo mínimo puede ser contundente. Sin querer fui dejando la joya en lo mínimo para ver cuánto resistía”.

 

_¿Hay mucha diferencia entre el arte y la joyería? ¿La joya no es arte?

_Las joyas que yo hacía en un principio eran un destilado de mi práctica artística pero no eran tan artísticas, no partían de un concepto, no eran tan radicales en su mensaje. Y decidí radicalizarlas por la vía del minimalismo. Las dejé en la nada misma, en su mínima expresión, para ver si transmitían y así fue. La joya al final salió victoriosa de ese proceso de quitar, quitar y sigue gustando. En ese momento, me cuestionaba en el mundo de la joyería artística, que entiende su práctica como artística pero el mundo del arte la rechaza, la mira por encima del hombro, y conseguí combinar ambas disciplinas -joyería más arte- haciendo instalaciones, obras gráficas, objetos y los presentaba en galerías de arte; no obstante, cuando también veían joyas ya me miraban como intrusa porque consideraban a la joya como ornamento no como arte. Estuve durante mucho tiempo tratando de superar esa disputa hasta que dejé de estar pendiente y naturalmente ambas disciplinas pudieron convivir en paz. Y así trabajo en prácticas artísticas que no son joyas, con materiales y discursos de la joyería.

 

“Trabajo en prácticas artísticas que no son joyas, con materiales y discursos de la joyería.”

 

_¿Por ejemplo?

_En la última práctica artística que hice tomé el oro y el diamante como símbolos del poder económico, usé la joyería y la llevé al mundo de la instalación y el video. El lenguaje de la joyería siempre estuvo presente en mi práctica artística sea por los materiales que utilizo o por mi manera de trabajar que es muy minuciosa, siempre está presente mi oficio de joyera.

 

“El lenguaje de la joyería siempre estuvo presente en mi práctica artística.”

 

Trabajo muy minucioso

 

_¿Qué tienen en común tu joyería, la instalación, los videos, obras gráficas y demás prácticas artísticas que hacés?

_En lo formal, el trabajo minucioso. Si es una instalación, a veces reproduzco un movimiento o algo de una pieza de joyería a gran escala. Mi manera de trabajar es muy cuidadosa, detallista en lo pequeño. Y en lo conceptual, a partir de la joya -que podría ser otra disciplina, pero es la joyería porque es mi oficio- genero una reflexión extrapolable a lo social y antropológico que tiene que ver con la dicotomía entre precio y valor, y la pérdida de los símbolos en la sociedad contemporánea, entre otras cuestiones; esto también se da en las instalaciones, videos y en mi obra gráfica. Utilizo la joyería como espacio de reflexión, como otro podría tomar la moda, por ejemplo.

 

“Utilizo la joyería como espacio de reflexión.”

 

_¿Qué querés comunicar?

_Quiero referirme al precio, al valor, a la pérdida de símbolos, a las normas sociales. Esto es lo que quiero transmitir, es lo que siempre está presente en mi trabajo. Tomo la joya, me sitúo en la joya primitiva, en lo que significaba en su origen, que en ningún caso era un ornamento sin más sino que tenía mucho poder y simbología tanto como amuleto o representación de un grupo social o herramienta; me gusta retomar ese poder simbólico para devolvérselo, para ir en contra de esa joyería que igual que la moda podría ser el de usar y tirar. Me interesa generar conciencia de que ese objeto que está hecho a mano tiene una carga simbólica, que pretende ser durable, que está realizado con materiales lo más éticos posibles; por eso, le devolvemos ese valor y esa fuerza que tenía originalmente.

 

“Me gusta retomar ese poder simbólico que tenía la joyería para devolvérselo.”

“Me interesa generar conciencia de que ese objeto que está hecho a mano, tiene una carga simbólica, pretende ser durable y está realizado con materiales lo más éticos posibles”.

_¿Eso de sutil y esencial de tus piezas también hablan de vos?

_Imagino que sí está relacionado conmigo pero la manera de trabajar es siempre inconsciente. No es que digo voy a hablar de esto; cuando miro un grupo de joyas sobre las que estuve trabajando durante un año o dos advierto que estoy hablando de eso. No es que quiero hablar de algo, me sale y lo veo luego al analizarlo. Me cuesta un poco asociarlo a mí pero sí será así; sí tiene todo el sentido.

 

“La manera de trabajar es siempre inconsciente. No es que quiero hablar de algo, me sale y lo veo luego al analizarlo”.

 

_¿Cómo es tu imaginario creativo?

_Me di cuenta que siempre estaba recreando un mismo lugar. Lo advertí al ver mis mesas llenas de piezas y me dije: “Madre mía, esto es la casa de mis abuelos. A todos nos marca mucho la infancia, el paisaje en esa etapa, y nos marca de manera inconsciente, nos cala hondo y tiene que ver con las maneras de actuar de tus padres, lo que se ha dicho a tu alrededor, cómo se comía, etc. Lo veo en otros creadores y señalo como ejemplo a un artista icónico como el pintor Henri Matisse, cuya madre era costurera y trabajaba con telas de color, lo cual está muy presente en su obra. Cuando te pones a crear, inconscientemente sale porque es lo que tienes más arraigado. La casa de mis abuelos maternos ha sido muy especial, iba mucho, tenía mucha relación con ellos, era bastante típica del centro de Barcelona; mi abuela era muy sensible, coleccionaba objetos que cuidaba mucho y se advertía el amor por éstos, nunca había algo roto; su manera de disponer las cosas en la mesa, sus pequeños ritos; tenía muchos objetos antiguos en una casa que tenía un suelo de madera en la que se reflejaban las sombras…

Este es el paisaje interior de mi infancia, lo tengo presente e inconscientemente siempre recurro a él. Allí había muchos objetos de metal trabajado, como cajitas, campanitas, etc. Será por eso que el metal es el material al que siempre meto mano y con el que me siento muy cómoda. Sería incapaz de trabajar con barro, un material orgánico, blando, bueno seguro que podría, pero instintivamente me voy al metal, algo que necesita de cierta fuerza para moldearse pero que luego consigues llevarlo a donde quieres, que puede pasar de blando a más duro, tiene características que me gustan mucho.

 

“El metal es el material al que siempre meto mano y con el que me siento muy cómoda”.

 

El oro es su favorito

 

_¿Qué metales preferís?

_Preferir, preferir el oro, que me encanta, el latón (la aleación de cobre y cinc) me gusta mucho también, en plata también he trabajado y he probado otros materiales como el aluminio pero no me gusta mucho.

 

_¿Qué querés transmitir con la sustracción cuidada y minuciosa?

_Me gusta mucho hablar bajito. Los mensajes más poderosos están dichos en voz baja. Entonces decir mucho con poco me parece un gran reto. Me agradan esas esas composiciones o frases de escritor que en siete palabras incluyen un universo entero. Cuando hablas en voz baja o haces algo mínimo el oyente o espectador tiene que acercarse, le estás pidiendo que muestre su interés y eso es parte del juego que quiero plantear. Si haces algo muy llamativo todo el mundo lo ve y rápidamente se siente atraído, pero estamos tan bombardeados de imágenes y mensajes que pasa a ser algo más. En cambio, o en consecuencia, si conseguís que se acerque es porque tiene la intención de oír, de escuchar, de ver, de observar; así que ese mensaje dicho en voz bajita cuesta más que sea oído porque la atención se la pueden llevar otros mensajes fuertes, pero cuando llega cala de manera más profunda. Esto a veces me ha jugado en contra porque, por ejemplo, a la hora de mostrar o fotografiar mis piezas resulta hasta medio imposible.

Me pasó con el proyecto «Unjewelry», que lo fotografiaba y pensaba: “Me van a decir ¿qué es esto? es una simple circunferencia…”, entonces hacía un video para contar por qué eso era tan mínimo, de paso sumaba disciplinas, pero no siempre me ha resultado, muchas veces eligen lo más espectacular; a veces pienso que lo mío termina siendo un auto boicot; me resulta difícil comunicarlo si no me involucro en persona. Si lo cuento y lo ves, aparece la magia; si lo tocas, cuando lo cuento, suelo ver que la mirada de quien está enfrente cambia y entra en la historia, entonces se genera un vínculo muy poderoso y consigo transmitir esa historia. Es difícil, me doy cuenta que me pierdo mucha gente pero es mi manera, me sale así, pero al que me gano, lo gano para siempre, creo.

 

“Si conseguís que el espectador se acerque es porque tiene la intención de oír, de escuchar, de ver, de observar; así que ese mensaje dicho en voz bajita cuesta más que sea oído, pero cuando llega cala de manera más profunda”.

“Si ese decir con la joya incluye contar de qué se trata el oyente entra en la historia y se genera un vínculo muy poderoso.”

_¿Con qué fin sustraés?

_Se trata del proceso de quitar, quitar, quitar hasta el punto de la desaparición o que casi no se sostenga, que su viabilidad como joya casi entre en cuestión. Cuando un anillo o una cadena muy fina te los sacas y los dejas, se pueden caer al suelo y perder. Esa chapita tan fina, la voy laminando, laminando, se tensiona tanto que tengo que parar por pedido del material, no por mí, porque si sigo se agrieta. Casi todo está al borde del desastre, que se rompa, que se pierda y eso me encanta. Me interesa dejar la pieza al borde del precipicio. Es sustraer con la violencia del guante blanco. En mi casa hay corriente de aire y a veces sopla fuerte y se caen, mis hijas me llaman: “¡Mamá las joyas!” y les digo: “Dejadlas, a ver si las encontramos…Es que me interesa mucho la acción, qué pasa con la joya, no es que nos la plantamos en el dedo y ya sino qué pasa después, si se pierde, por ejemplo. Las piezas de «Unjewelry» cobran sentido si te las pones, ese anillo no parece un anillo cuando te lo quitas, pero cuando te lo pones sí aparece; el collar si lo tienes arrugado no parece nada, pero si lo despliegas aparece una catenaria perfecta; hay unos pendientes que están unidos con lo cual tienes que romper la cadena cuando te lo pones; todos estos sucesos alrededor de la joya me interesan igual o más que la joya misma. Me aportan mucho valor, porque estoy cuestionando qué pasa con la joya, con los apegos, con los símbolos, con la visibilidad, con el show off.

Una actriz me dijo:  “Desde que me pusiste este anillo no me lo he quitado y cuando voy a los rodajes me piden que me saque todo para el nuevo vestuario, el anillo siempre se queda conmigo y nadie lo ve; ha hecho conmigo un papel de villana, otro de madre de familia, etc. Que se registre esa historia, me gusta, porque ella lo siente como muy suyo, y me cuenta también la grata sorpresa de quien le hace la manicura cuando descubre el anillo y exclama: “Qué es esto…”. Que sucedan esas cosas me hacen feliz. Hace que la joya salga del mero ornamento.

 

“Me interesa mucho la acción, qué pasa con la joya, no es que nos la plantamos en el dedo y ya sino qué pasa después. Los sucesos alrededor de la joya me interesan igual o más que la joya misma”

 

_Proponés encuentros con clientes o seguidores que eligen tu obra o para definir la pieza que quieren, ¿qué te deja esa experiencia?

_Estoy intentando trasladar a la venta online toda la experiencia del taller, a través de  fotos, textos y también con pequeños encuentros ahora virtuales, porque pensé que quizá alguien quiera que yo le cuente algo. Es que a veces se duda entre dos joyas o si el interesado quiere hacer un regalo me gusta preguntar por el destinatario; a algunos le da reparo pero he tenido llamadas con charlas interesantes. Tanto en lo virtual como en lo personal conversar directamente es una experiencia encantadora, me cansa porque lo doy todo pero me gusta mucho. Quiero explicar una historia porque noto que conecto, sea en mi taller o a la distancia. Si solo quieren solucionar un regalo o quieren una cosita para regalar el mío no es el lugar, hay mucho para ello. Pero si me elije, el objeto ya lo tiene, se lo lleva, pero yo necesito transmitirlo, contarle su historia. Entonces al comprar un collar con una pepita de oro, le tengo que contar por qué me fascinó, tengo que hacerlo partícipe porque así además de la joya se lleva su historia. Esa interacción me encanta, es cerrar el círculo y no es solo vender sino conectar, porque hay un ida y vuelta entre el que compra y yo.

Ir a un taller donde se crea o hace es muy bonito, cuando entras al espacio de alguien que está creando y ves sus prototipos, sus materiales, entrás a su mundo, te envuelve. El escultor rumano Constantin Brâncuși quería que sus piezas siempre estuvieran expuestas en su taller porque cuando se descontextualizaban se perdían, y si vendía una obra la sustituía por un prototipo de yeso porque le generaba un gran vacío, se planteaba su espacio como una instalación, una coreografía entre las piezas acabadas, las sin terminar y los materiales. Un taller tiene una fuerza e inspiración que la gente se lleva cuando lo visita; aquí está todo mi universo con las mesas de joyería, mis prototipos, mis herramientas, mis bodegones, todo el contexto que acompaña a la joya.

 

“Un taller tiene una fuerza e inspiración que la gente se lleva cuando lo visita; aquí está todo mi universo con las mesas de joyería, mis prototipos, mis herramientas, mis bodegones, todo el contexto que acompaña a la joya.”

 

Prácticas éticas

 

_¿Trabajás sola?

_Trabajaba sola, pero crecí y ya cuento con dos personas que me ayudan, una en la oficina, otra en el talle y una más desde fuera desde su propio taller. Algo raro porque yo siempre hice todo: las joyas, el packaging, las facturas, los textos, etc., pero hubo un momento en que ya no pude con todo. Me costó pero me abrí y sumé.

 

_¿Qué oro preferís?

_Uso oro amarillo 18 kilates, pero estoy empezando a usar oro Fairmined (un sello que certifica oro y metales preciosos provenientes de organizaciones mineras artesanales y de pequeña escala que desarrollan prácticas éticas). Hemos creado un colectivo de joyeros barceloneses para fomentar el uso de este oro de extracción justa. Es que en Barcelona puedo ir a la persona que me suministra el oro y me da en todos los formatos, distintos tipos de cadenas, o comprás el oro fino y lo manipulás o te lo pueden manufacturar de manera muy limitada porque el distribuidor está en Alemania y es caro. En fin, es difícil el cambio, pero lentamente estoy haciendo el tránsito hacia el cambio al metal de extracción ética, con sello Fairmined.

 

“Fairmined es un sello que certifica oro y metales preciosos provenientes de organizaciones mineras artesanales y de pequeña escala que desarrollan prácticas éticas.”

 

_¿Qué es el metal Fairmined, qué beneficios trae y qué supone la extracción ética?

_Físicamente no se distingue. Fairmined trabaja con pequeñas minerías de Colombia y Perú que no utilizan o utilizan muy poco mercurio, se extrae en condiciones de trabajo y horarios dignos, pagos justos, sin trabajo infantil y las comunidades reciben ayuda. Esto resulta un poco más caro porque al final el 5 a 10% que pagás de más es para que se hagan las cosas bien.

“Fairmined no utiliza o utiliza muy poco mercurio, se extrae en condiciones de trabajo y horarios dignos, pagos justos y sin trabajo infantil.”

_Levantan la bandera de la joyería responsable, ¿qué es?

_Es un concepto más restrictivo que implica usar materiales, oro y piedras, de extracción responsable, con una trazabilidad en la que todos los pasos que se sigan sean éticos. Lo responsable abarca mucho más, va más allá de usar oro ético, incluye a las personas y las condiciones en que trabajan y mucho más, como destacaba, todo el proceso debe ser ético. La firma catalana Majoral se ocupa de cumplirlo, por ejemplo. A eso tenemos que tender todos.

 

“Lo responsable abarca mucho más, va más allá de usar oro ético, incluye a las personas y las condiciones en que trabajan y mucho más, todo el proceso debe ser ético.”

 

_¿El colectivo joyero es de Barcelona exclusivamente?

_El colectivo se llama Origen, pero hay muchos otros en distintos países. En Barcelona estamos liderados por Medicus Mundi, que es la ONG que vio la problemática en origen: cómo contaminaba el mercurio y cuáles eran las condiciones en que trabaja la gente, y una de sus propuestas fue ir a dónde se consume el oro, ver a los joyeros que lo trabajamos, concientizarnos y fomentar la compra del oro Fairmined. De su mano, durante dos años estuvimos haciendo diversas acciones, como exposiciones, charlas, debates para animar a otros joyeros a consumir este oro, porque cuantos más seamos las pequeñas minerías en las que se trabaje bien podrán funcionar mejor. Es un esfuerzo colectivo interesante, gratificante porque pudimos darnos cuenta, cuestionarnos sobre el origen del material con que trabajamos.

Y lo decidimos en un momento en el que hay mayor conciencia mundial sobre la trazabilidad de los materiales con que trabajamos y también sobre las prácticas de la joyería, como ver qué se hace con los desechos de ácido, cuáles son las condiciones en que están las personas que trabajan en los talleres, cómo es el packaging para que contamine lo menos posible. Hay más conciencia para intentar hacer todo lo mejor posible; paso a paso porque son cambios que conllevan dificultades, hace un año que empezamos por ahora, en España, solo en Barcelona; queremos intentar abrirnos, crear una asociación y ver cómo la gente se puede asociar, estamos en desarrollo tratando de que más gente pueda colaborar

 

“Cuantos más seamos (los que usemos oro Fairmined) las pequeñas minerías en las que se trabaje bien podrán funcionar mejor.”

 

_¿Solo oro?

_Fairmined es prácticamente oro porque la plata que sacan es solo la que encuentran al lado del oro; no hacen extracción minera de plata porque ganan mucho menos, por el momento no es rentable. Los países en los que se origina el oro Fairmined son Perú y Colombia. Hay otras asociaciones de oro justo que trabajan con otros países.

Desde el colectivo Origen también compartimos información de gente que trabaja con piedras éticas; convocamos a proveedores que trabajan de esa manera para ver sus productos, pero son muy pocos.

 

Reversión de piedras preciosas

 

_¿Ese manejo del oro se da en otros de los materiales que usás en tus colecciones como el diamante?

_Me resístí durante mucho tiempo a trabajar con piedras hasta que empecé a trabajar con remanentes de diamantes de tallas del siglo 19, pequeños lotes que se utilizan para arreglar joyas antiguas que suelen estar parados o sin uso. Ya he acabado con casi todos los pequeños lotes de por acá y estoy buscando afuera, son diamantes de calidad baja, no están irradiados, busco los tallados de manera primaria porque no me gusta que brillen mucho. Estoy buscando diamantes tallados de origen ético y me está costando mucho porque como no hay demanda no se ofrece; sí hay otro tipo de piedras.

 

_Reversionaste perlas, un material de los años 50, poco usual en la joyería contemporánea, ¿por qué?

_Me planteé trabajar con diamantes y perlas, dos clásicos de la joyería, que en un principio no me gustaban porque lo encontraba ostentosos pero fue un desafío llevarlos a mi terreno, al de la joyería artística. Elegí diamantes antiguos porque tienen su historia y busqué aquellos que no tuvieran ese brillo tan fuerte o perfecto. Y las perlas, bueno es que son tan bonitas, tan favorecedoras que me rendí a ellas; tenía un collar de perlas con esa medida intermedia que llevaban las mujeres en los años 50 y 60, de más grandes a más pequeñas, y las trabajé con la intención de sacudirlas de su montaje característico. Con la idea de que solo se vean las perlas, las puse suspendidas; también las dispuse de manera más escultórica o arquitectónica: una plancha amarilla (de oro) y una esfera a cierta distancia.

Es que me da igual que sea oro y perla, porque lo que quiero hacer es componer. Así, la perla tiene el valor de esfera blanca, con esa composición se aleja del uso clásico de la joyería y pasa a ser como una pequeña escultura. Ese enfoque escultórico es casi racional, de punto y línea sobre el plano de Kandinsky, lo aleja de lo cursi, de lo clásico. Así, conseguí reversionar un clásico, pero cuesta, muchas me dicen: “Es que yo no soy de perlas”, y les digo que son para llevar de otra manera, aunque es verdad que exigen cierta actitud irreverente o manera de vestir para que funcionen mejor; creo que van bien en gente joyen que lleva chandal (jogging) y así, al perderle el respeto, la resignifican.

 

“Mi enfoque escultórico es casi racional, de punto y línea sobre el plano de Kandinsky, lo aleja de lo cursi, de lo clásico.”

 

_¿Las perlas forman parte de un proyecto personalizado que elegiste especialmente?

_Ese proyecto se llama «Symbiosis» que no tiene que ver específicamente con las perlas aunque una de ellas lleva unos pendientes de perlas. Surgió sin darme cuenta: las primeras joyas que compraba alguna persona las registraba con su nombre porque las hacía muy suyas; esa pieza me recordaba a esa persona porque siempre estaba viéndola con esa joya puesta. Entonces surgía una simbiosis entre esa persona y la joya que resultaba muy bonita. Por eso decidí elegir a personas que me inspiraran y proponerles casi como un retrato a través de una joya. Es que en ese proceso que me inspira alguien, le hago una joya y en el momento en que se la entrego se produce una simbiosis entre ella y la pieza que me parece mágica.

En el caso de la diseñadora e interiorista neoyorquina Beatrix Ost, que participó del proyecto, me la recomendó una amiga, me documenté sobre ella, advertí que tenía muchas joyas con valor simbólico y fue un desafío crear una pieza para ella. Semanas después de habérselos entregado me escribió: “Mis oídos están tan encantados con los pendientes de perlas detrás de las puertas”. Esa definición me pareció perfecta para las piezas que, como mencionaba, es una composición de perlas como esferas y planchas de oro como paredes.

Carla Huhtanen cantante de ópera especializada en música barroca y contemporánea, fue otra de las elegidas. Su collar, Carla, de dos líneas de oro está inspirado en las finas líneas que definen su fisonomía y en la vibración de su voz. Ella luce ese collar en muchos conciertos.

Cecilia Azcárate es directora creativa de la app multiplataforma de música vía streaming en Nueva York, y desde hacía años combinaba el collar de perlas recuerdo de su madre, con ropa deportiva y gafas polarizadas de biker. Dos días antes de vernos en NY el collar de su madre se rompió. “Es una señal”, me dijo cuando vio la joya que ella me inspiró. Siete pepitas de oro puro suspendidas en una fina cadena de oro, casi a modo de amuleto prehistórico, como los collares de dientes. Cuando se lo entregué hablamos del valor simbólico de la joya y de su fuerza como elemento protector.

Las elegidas son muy diferentes entre sí y me guíe mucho por intuición y al momento de entregarles las joyas, comprobé esa conexión, que es un regalo, una experiencia muy bonita para todos. Y como son diferentes, me inspiraron y obligaron a salir de mis maneras habituales e irme a otros modos que me abrieron caminos; si hubiese seguido en lo que habitualmente hacía esos caminos no se hubieran abierto.

 

“Es que en ese proceso que me inspira alguien, le hago una joya y en el momento en que se la entrego se produce una simbiosis entre ella y la pieza que me parece mágica. Las personas que me inspiraron me obligaron a salir de mis maneras habituales e irme a otros modos que me abrieron caminos”.

“Fue un desafío llevar los diamantes y las perlas al terreno de la joyería artística. Lo hice con un enfoque escultórico, casi racional, de punto y línea sobre el plano de Kandinsky.”

_¿Cuáles son los caminos?

_Ahora estoy haciendo una pieza para un ex diseñador de moda, una persona muy especial que me dió un material suyo para que lo trabajara con las joyas. Ha supuesto un reto interesante y ya llevo dos meses con este proyecto, pero sé que todos los prototipos, pruebas y todo lo hecho también me abrirán otro camino.

 

_¿La diseñdora Beatrix Ost, a propósito de tu «Symbiosis», señaló que “el cuerpo es un buen lugar para estar” ¿lo es para vos? ¿Cómo interviene tu obra en el cuerpo?

_Sí, mucho. El cuerpo es un buen lugar para que esté la joya. Por eso tengo una crítica a la joyería contemporánea, porque al ser una expresión artística en un espacio tan pequeño  todos terminábamos haciendo broches. Es que el aro pendiente tiene un límite de peso, el anillo tiene un límite de espacio al igual que el collar y el broche es el que permite crear una pieza más artística. Yo misma acabé haciendo muchas veces joyas imponibles, pequeñas esculturas con un cierre detrás y eso me generó una crisis. La joya me estaba suponiendo un límite. Estaba muy pendiente del peso y el volumen y luego le ponía el cierre detrás pero ya no estaba teniendo en cuenta el cuerpo. En ese momento, 2008, me planteé dejar que pase lo que tenía que pasar sin constreñirme a que sea una joya; las ponía en unas peanas (soporte de apoyo) para poder sacarlas y usarlas o no. Luego,  directamente fui haciendo esculturas e instalaciones para saltear ese límite y me di cuenta que nadie llevaba esas joyas-esculturas porque condicionaban la vestimenta, por ejemplo, porque era difícil que se vieran. Sentía que tenía encima, en el pecho, una pared de una galería y entonces me di cuenta que esas piezas cada vez más tenían menos que ver con el cuerpo. Por eso seguí con las instalaciones y, a la vez, conservé el hacer esas joyas tan mínimas que sí tienen que ver con el cuerpo, que se convierten en una segunda piel porque, por ejemplo, un colgante tiene un grosor de 3 décimas, ni lo notas, lo mismo que el anillo de cadena, están en contacto pleno con el cuerpo. Es decir, sí me parece muy importante el cuerpo, y es algo que la joyería contemporánea debería replantearse porque el cuerpo siempre está ahí pero las piezas son difíciles de llevar día a día, a veces son aparatosas, difícil de llevar como objeto, muchas veces la portabilidad cuesta. Definitivamente yo hago joyas para ser portadas.

 

“Conservé el hacer esas joyas tan mínimas que sí tienen que ver con el cuerpo, que se convierten en una segunda piel. La joyería contemporánea debería replantearse porque el cuerpo siempre está ahí pero las piezas son difíciles de llevar día a día.”

 

_¿Mencionaste que estás en un proyecto para un hombre, ¿tus joyas no tienen género?

_Mis joyas son femeninas. Ahora estoy por sacar joyas para hombre, pero mi mundo es de mujer porque está muy marcado por mi abuela y mi madre, que eran dos personas muy femeninas. Además creo que las mujeres no deberíamos olvidarnos de la feminidad que es muy bonita; en esta época de feminismo parece que está en contra, pero está bueno luchar por todos los derechos que tenemos que ganar tanto como por conservar ese sentirse mujer que no tiene por qué ser limitador o como tacones que te hagan caminar con más dificultad. La feminidad está muy presente en mí. Mis joyas siempre han sido para mujeres.

Cuando se acercaban hombres interesados en mis joyas me ponía muy contenta porque pensaba qué bueno que no les parezca femeninas y se la ponga de manera desacomplejada. Creo que los hombres que mejor podrían llevar mis joyas son los más jóvenes, de 15 a 18, que se ponen joyas sin ningún complejo, algunas más rotundas, otras más livianas y no les acompleja para nada. Me ha costado y me sigue costando hacer joyas para hombres, me gustaría o aspiro a que fueran sin género porque me gustaría que mujeres se pongan las de hombres sin problemas y los hombres las de mujeres, quizá con alguna adaptación, pero está bueno que los hombres dejen su lado femenino tranquilo, expuesto y puedan llevar un anillo más fino sin sentir que le resta masculinidad. Aspiro a eso, pero aún estoy en ese camino.

 

“Está bueno que los hombres dejen su lado femenino tranquilo, expuesto y puedan llevar un anillo más fino sin sentir que le resta masculinidad”

 

_Y al llevarla en el cuerpo, ¿una joya es un ornamento o una pieza artística?

_Hay de todo, muchas son ornamentales y otras tantas de expresión artística. Intento que las mías sean algo más que un ornamento aunque tampoco me disgusta la idea de hacer un ornamento, que de por sí es bonito, tiene su propia belleza, pero a mí me gusta que la joya tenga un algo más, que podría ser lo simbólico, lo que representa, la conciencia sobre el material con que está hecha, el concepto con que se trabajó y con el que el portador se identifica, porque me interesa que el portador pueda hacerla suya. Cuando haces una joya a mano tiene alma como todos los objetos hechos con las manos, tiene una vibración que no la tiene la pieza que sale de un molde y está seriada, esa conexión con el alma de quién la ha hecho manualmente y pensado con un concepto se transmite con la joya, se lleva y se siente. El mundo está poblado de un montón de objetos y hay algunos que tienen una fuerza que conmueve y ayuda a no perder nuestra humanidad, a mantener nuestros símbolos, ritos, pensamientos y a la reflexión viva.

 

“Me gusta que la joya tenga un algo más, que podría ser lo simbólico, lo que representa, la conciencia sobre el material con que está hecha, el concepto con que se trabajó y con el que el portador se identifica, porque me interesa que éste pueda hacerla suya.”

 

Arte en cualquier formato

 

_¿La joyería es un arte en pequeño formato?

_Sí, la joyería es un arte en pequeño formato. Es que en arte da igual con qué hagas algo, no importa con la disciplina con que trabajes, hay arte o no hay arte. Entonces, en la joyería puede haber tanto arte como en la pintura, en el video o la escultura, es cómo lo trabajes o la intención que le des. Entonces, la joyería artística es arte en un formato reducido que tiene que ver con el cuerpo.

 

“La joyería artística es arte en un formato reducido que tiene que ver con el cuerpo”.

 

_¿La decisión de hacer arte en joyería, video o instalaciones de qué depende?

_Depende de que el formato se ajuste a lo que quiero decir. El punto de partida es el material y los conceptos asociados que me llevan a trabajar de una manera u otra; dependiendo de esto, requiero de un lenguaje u otro para hablar o expresarme, en la mayor parte de las veces, suele ser la joya pero muchas veces el video o la instalación o hasta la fotografía que estoy haciendo ahora de bodegones (pintura o dibujo con el que se representa alimentos, recipientes o utensilios domésticos). La joya es la más cercana y la que mejor se me da, pero depende del momento o de lo que quiera hablar, veo hacia donde me lleva.

 

“El punto de partida es el material y los conceptos asociados que me llevan a trabajar de una manera u otra. En la mayor parte de las veces, suele ser la joya pero muchas veces el video o la instalación o hasta la fotografía que estoy haciendo ahora de bodegones”.

 

Joyería histórica

 

_¿Ahora de qué querés hablar o en qué estás trabajando?

_Tengo un proyecto entre manos pero no sé si quiero contarlo porque sigo estudiando y quiero tenerlo más trabajado para comunicarlo. Tiene que ver con un tipo de joyería histórica que me llama mucho la atención y quiero revisitarlo, reversionarlo para hacer piezas para reflexionar acerca de lo simbólico. Intento ir a momentos de la joyería cuando estaba cargada de evidentes simbolismos. Lo que estoy haciendo es joyería pero quizá se amplíe a otros formatos. A veces, empiezo a trabajar y si la joya se queda pequeña en cuanto a forma aparecen otras alternativas.

También estoy trabajando con oro Fairmined. Con los primeros gramos hice una pieza para exponer con el colectivo Origen. Lo primero que me interpela es el material, el cual me parece tan fascinante porque haciendo muy poco o manipulándolo muy poco se puede decir más.

Entonces, me dieron una plancha de oro fino, de 24 k sin tratar y me fascinó, es muy poroso, blando, tiene un color naranja precioso, al que me quedé mirándolo sin saber qué hacer. Y simplemente lo troquelé, le di una forma redonda, lo laminé para hacer un óvalo, le hice un agujero y le até un cordón muy fino. La propuesta era ofrecer ese óvalo fino de 0,8 g de oro 24k Fairmined de la mina La Coqueta de Colombia. No tenía que hacer una joya, eso era una joya. Eso es valioso de por sí, eso es consciencia. Lo que estaba ofreciendo es poder utilizar un oro ético, no hacía falta nada más, no era preciso tocarlo, estaba en bruto, casi que recién salido de la mina. Cada vez que trabajo ese oro lo intervengo muy poco. Algunas piezas que he hecho fueron a partir de restos opacos o mates propios del árbol de fundición, que tienen formas extrañas, como desechos de ramas de árboles, y esos retales (trozos de material), que son bellos a su pesar, los soldé en el aro de un anillo y resultó un bello feo, una fealdad que también está en la belleza, que apela a que lo mires porque es algo no esperado; genera una extrañeza que te hace reflexionar y preguntarte qué es: un trozo de un resto de oro Fairmined.

Es decir, cada vez que el trabajo con Fairmined me lleva a hablar del metal en sí que es tan poderoso por todo lo que simboliza, como valor refugio; suelo intervenirlo muy poco para solo poner en evidencia lo que es.

 

“Lo primero que me interpela es el material, el cual me parece fascinante porque haciendo muy poco o manipulándolo muy poco se puede decir mucho. Lo intervengo muy poco, solo para poner en evidencia lo que es.”

 

_¿Tu firma creció, ¿con qué propósito?

_Quería darme a conocer a más gente, más allá del boca a oreja en Barcelona que trae gente a mi taller showroom. Pues, en cada pieza pongo tanta intención y ganas que quería que le llegara a más gente, por eso empecé a trabajar en las plataformas online para poder llegar a más, entonces ya no podía hacer todo sola. Y sumé una persona en el taller para tareas rutinarias, como montar anillas, soldar cajas, pero al final ha hecho mucho más, y otra en la oficina para ayudarme con lo de online, facturas, dossiers… y esto me desocupa y me permite trabajar en proyectos más artísticos. Me permite leer más, escribir más, hacer un trabajo más artístico y desarrollar proyectos que tengo muchas ganas de realizar y que requieren de tiempo e investigación. Me da miedo crecer mucho y que se vaya de mis manos, a veces se me hace extraño, pero por otra parte me emociona tener un equipo y compartir tareas. Si pudiera mantener esta estructura que solo me libera de tiempo estoy muy contenta.

 

“(Tener un equipo) me permite leer más, escribir más, hacer un trabajo más artístico y desarrollar proyectos que tengo muchas ganas de realizar y que requieren de tiempo e investigación.”

 

_¿Tu trabajo circula en galerías?

_Sí, en particular en la galería Chiquita Room en el Ensanche de Barcelona, donde hice una exposición, un libro de artista y estamos planeando la próxima muestra; una galería pequeña que tiene vocación de centro de arte con propuestas que tienen en cuenta a la comunidad.

 

_¿El escribir es la previa de tu trabajo artístico?

_Trabajo con un profesor de bellas artes que me ayuda a abrir puertas, me aconseja lecturas y lo que escribo son conclusiones que documentan el proceso. Estudié Bellas Artes en la universidad de Barcelona y Joyería en la Massana de Puig Cuyàs, mi gran maestro, pero uno no deja de formarse y de aprender.


Entrevista a Elisa Zorraquin

Apuntes | Notas

Aprendí que el proceso es más importante que el resultado


Entrevista a Elisa Zorraquin

Por Delia Alicia Piña

 

En sus primeros pasos por la joyería contemporánea, una obra de Elisa Zorraquin inspirada en elementos de su casa, en el pueblo surfero de Torquay, en el sur de Australia, país donde reside hace más de tres años, fue seleccionada dentro de las 100 elegidas para Talente 2021, el evento que pone en valor el talento innovador de jóvenes creativos de todo el mundo.

Dice que busca “el momento en el que solo percibís para poder expresar después”, al que llama con el nombre de su maestra, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon, a quien le reconoce la enseñanza de un método, la importancia del proceso que hoy incorporó como propio y que completó el iniciado con Francisca Kweitel en Proyecto 8.

De cómo las manijas de una cómoda terminan siendo joya. Una interesante intervención callejera en el paisaje local le abrió paso proyectar performance que incluyen su pasión por las fotos.

Su proceso de aprendizaje, su crecimiento y su decisión de integrar disciplinas como la fotografía o instalaciones performáticas para expresarse. Trabaja para participar en la Bienal de Melbourne y proyecta presentarse en la de Buenos Aires


_Estás instalada en Australia.

_Sí, hace tres años y medio me vine a Australia a estudiar una maestría en Bellas Artes con orientación en Joyería Contemporánea durante dos años en el Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT) de la Universidad de Tecnología, Diseño y Negocios de Melbourne y luego me mudé al pueblo surfero de Torquay, donde instalé mi taller en el garaje de casa en el que estoy arrancando de vuelta, tras el nacimiento de mi hijo Rafael, hace siete meses. Australia es un lugar que no conocía. Me gusta mucho el deporte, aprendí a surfear, por ejemplo, y a disfrutar de la naturaleza con mi familia y aquí se nos daba iguales oportunidades a los dos, a mi marido Nacho y a mí. Pude integrarme muy bien a la comunidad, en particular, a la de joyería contemporánea local en la que me encanta participar; me recibieron muy bien.

Previamente había estudiado Diseño Industrial en la FADU y joyería contemporánea en la escuela de María Medici y un año en Taller Eloi, de Jimena Ríos. En 2017 participé del Premio Moda Arte y Diseño (MAD) del concurso que organizaba el Museo de Arte Decorativo, orientado a joyería, con el proyecto «Ideas vivas» -una composición en la que mezclé materiales antiguos o más clásicos, como el bronce y una tela bordada, con otros que podrían ser considerados más modernos, como el acrílico y las mostacillas, trabajados con la fundición a la cera perdida, bordado y corte a láser en una serie de piezas coloridas, que incluyeron un tocado, broche y aros-, tutorada por la diseñadora Leticia Churba.

 

_¿Cómo llegaste a Talente?

_Me sorprendió gratamente quedar seleccionada como una de las cien para Talente 2021. Había aplicado en 2019 con otra obra, repetí mi osadía en 2020 y resulté elegida para la edición de este año que se da de manera virtual. Participé por impulso de mi profesora de la maestría, la supervisora de taller de joyería contemporánea del RMIT, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon, destacada por su investigación de doctorado en Paisajes antárticos en la joyería y conocida por su trabajo en esmaltes vítreos tradicionales combinados con nuevas tecnologías y materiales industriales. Me introdujo al mundo del hacer joyería contemporánea al guiarme en el posgrado y enseñarme un método que me abrió la cabeza. Mi antecedente en joyería contemporánea fue mi propuesta para el MAD porque solo tenía una propuesta más comercial.

 

Pudo manejarlo

 

Para Talente apliqué con mi último trabajo del posgrado: «I can handle it». Me encantan mucho las fotos, me gusta empezar un proyecto haciendo fotografías, en particular, de mi día a día: de lo que hago en casa, de las caminatas por las calles del pueblo hoy o de mi barrio porteño entonces, de detalles como una flor en un balcón o una taza de café iluminada por el sol de la mañana, etc. Eso para mí es joya, es una joya de la vida, es muy especial. Me enseñó lo mucho que puedo hacer a partir de esas imágenes. Ya tenía mucho material de mi barrio de Belgrano y desde la primera entrevista para la maestría empecé a trabajar.

 

“Me sorprendió gratamente quedar seleccionada como una de las cien para Talente 2021… Mi profesora, la joyera neozelandesa Kirsten Haydon me introdujo al mundo del hacer joyería contemporánea al guiarme en el posgrado y enseñarme un método que me abrió la cabeza.”

 

_¿Cómo es ese método?

_A partir de una serie de fotos, elijo cinco imágenes –y hablo en presente porque ya es mi metodología de trabajo, que más o menos replico en cada proyecto- y empiezo a hacer 10 dibujos de cada foto, luego realizo 10 modelos de cartón de cada una, 10 en porcelana, otros 10 más con objetos encontrados y después de todo este proceso, selecciono algunos elementos para empezar a trabajar con el metal. Un proceso enriquecedor que bien pudo derivar en otro material pero mi favorito es el metal. Y el último trabajo del máster es el que presente en Talente. Fueron mis primeros pasos fuertes en joyería contemporánea, por lo cual el haber sido elegida fue importantísimo e inesperado, muy sorprendida, muy contenta. Con todo aprendí el valor del proceso porque solía tener una idea fija de lo que quería hacer y me cerraba a eso, pero tras el posgrado aprendí que el proceso es más importante que el resultado, y desde este punto de vista empezaron a salir cosas nuevas, mucho mejores de lo que hacía o esperaba.

“Aprendí el valor del proceso… aprendí que el proceso es más importante que el resultado”.

_¿El proceso pasó a ser más importante que el resultado?

_Sí, sin duda. El proceso de la joyería contemporánea, su día a día es como la vida misma. Pensar y detenerse a ver cómo arranca el día, con esas pequeñas cosas que en suma definen tu día y en consecuencia tu vida conforman un proceso que se repite en la joyería. Porque al final del día, el objeto o pieza de joyería que hice está buena, pero lo mejor es todo lo que viví e hice para realizarla; es el camino del hacer lo que vale no tanto lo que hacés en sí, sin desvalorizar esto último, claro. Y esto es lo que hoy es importante para mí. Por eso es lo que ahora me interesa mostrar más que la joyería u objetos en sí. Si ese proceso se pudiese ver o exhibir de alguna manera sería buenísimo, define mucho: cómo es el pensamiento, la idea, la inspiración, es como su secreto más interesante, no tanto por el método en sí sino ver cómo trabaja la cabeza; este es un ejercicio que en la práctica te abre la cabeza. El valor de ese proceso, el disfrute de cómo se van descubriendo cosas de a poco, el aprender a tener paciencia, que no tengo mucha, termina siendo un aprendizaje de vida. Ahora conociendo el valor del proceso, me encanta el detrás de escena de la joyería.

Este camino lo arranqué con Francisca Kweitel en Proyecto 8. En ese momento, fue un encontronazo, un encuentro con aprender a pensar de otro modo, a reflexionar para crear; un encontronazo porque me encontré con algo inesperado. Venía muy influenciada por el diseño industrial, en el que es todo medido, que funciona de una manera, con un propósito y en Proyecto 8 aprendí que no tiene por qué funcionar de esa manera o hasta no tiene por qué funcionar. Es que era nueva en eso de ir de a poco y mirar con perspectiva, mirar un poco para atrás, hacer la previa o el aguante a la joya fue divertido pero me costó en un principio. Acostumbrada a que todo es ya, ya, ya, entonces estaba en modo inmediato, rápido y fue todo un aprendizaje tomarme el tiempo para pensar, visualizar, probar y ensayar, disfrutar del proceso de crear. Cuando empecé, yo quería hacer joyería de las casas que había en mi barrio con las macetas que colgaban con flores o hasta de las plantitas que salían de las baldosas. Pero ¿cómo hacés para transformarlo en joyería? Ese fue mi desafío, hoy me doy cuenta que lo funcional es llegar a convertir la poesía que se ve en lo cotidiano, en las pequeñas cosas en un objeto y la función es invitar a otros a reflexionar.

 

“Al final del día, el objeto o pieza de joyería que hice está buena, pero lo mejor es todo lo que viví e hice para realizarla”.

 

Momentos para percibir

 

_¿A qué invitás a reflexionar?

_A valorar las cosas simples, los objetos, las pequeñas acciones, las rutinas diarias: el momento del café de la mañana en el que te perdés con la mirada y disfrutás de la luz que entra por la ventana o que salió una nueva flor en la maceta del balcón, la caída de hojas o el ruido de las hojas pateadas al caminar; insisto eso es poesía, eso son una joya potencial. Lo llamo el momento Kirsten, el momento de silencio, ese en el que solo percibís para poder expresar después. Son instantes que completan en los que nos podemos alimentar para estar bien, mirar, agradecer, para nutrirse para dar. Está bueno empezar a detenernos en estas cosas. En una clínica de la maestría, me dijeron que era demasiado optimista, pero una profesora me señaló que hacía mucha falta de eso en el mundo de hoy: falta más sencillez y eso es lo que quiero aportar con mi joyería contemporánea.

 

“El momento de silencio es ese en el que solo percibís para poder expresar después… falta más sencillez y eso es lo que quiero aportar con mi joyería contemporánea”.

 

_¿De qué manera podés materializar eso a través de la joyería contemporánea?

_Por ejemplo, hice objetos no tan portables, muy al límite de la joyería contemporánea. Los diseñé para poner en la calle, en mi casa, como señaladores que indican “acá hay valor”. Para que alguien que camina por la calle se encuentra con este objeto y se detenga a ver ese lugar cotidiano, rutinario y le de otro valor. Así lo ve el que ve, el que está en modo presente. Es como una invitación a parar y disfrutar.

Hice como una instalación, en la que sumaba esos objetos en elementos de la calle relacionado con las líneas de la calle o la arquitectura de una casa, o que tenía que ver con flores que salen entre los barrotes de una reja o en un poste abandonado o en la baranda de ingreso a un edificio y también en mi casa donde en diferentes lugares están estos objetos o estoy yo que me pongo piezas de joyería alusivas o no, y todo este trabajo lo filmé y me autofilmé haciendo cosas a diario: como regar un planta, abrir una ventana, tomar un té y otras cosas que son parte de la vida, como limpiar el baño, por ejemplo. Así, con estas pequeñas cosas cotidianas siento que muestro más, que transmito mucho. Con esta propuesta apliqué para la Bienal de Joyería de Melbourne.

Y este proceso me llevó a crear joyería como si fuera una escenografía. Sería joyería para usar pero también para explorar. Y en esto se suman los objetos y las filmaciones.

La joyería-escenografía puede ser portable o solo para explorar de pasar de un formato a otro. La joyería cumple la función de un momento especial más, ese que se da cuando te la ponés y te gusta. Es que cuando me pongo joyería entro en un momento especial, el día se convierte en especial.

“Hice objetos no tan portables, muy al límite de la joyería contemporánea. Los diseñé para poner en la calle, en mi casa, como señaladores que indican “acá hay valor.”

_¿Qué tipo de joyería te gusta usar?

_Me gustan más los aros, los uso desde los 6 años, cuando empezó a intervenir la joyería en mi vida. Entonces, aunque parezca presumida, a temprana edad empecé a hacer aros y hasta conseguía que venderlos en un local cerca de casa en Belgrano; recuerdo con cariño la generosidad de esos vecinos que aceptaban exponer y ofrecer mis aritos. Pero hoy también me encantan los broches y los collares. Uso piezas mías pero querría tener el suficiente poder adquisitivo como para tener obras de artistas que me fascinan.

 

_¿De quiénes?

_Me gustaría tener obras de la australiana Julie Blyfield que hace la joyería más bella que he visto en repusé y cincelado, técnicas tradicionales de  orfebrería que también aplica a objetos que resultan preciosos; de la norteamericana Melanie Bilenker que se inspira en el cotidiano de Filadeldia, hace fotos, dibujos y piezas con su propio pelo en una reversión de ese elemento victoriano buenísima; de la tasmana Marian Hosking que tiene joyas en plata en bajorrelieve que resaltan especímenes botánicos y aves de su isla, son encantadoras; de la alemana Bettina Speckner, que usa retratos de ferrotipo del siglo XIX como materia prima y los ensambla en la construcción de broches; de Lucy Sarneel, a quien acabamos de perder pero queda su uso distintivo del zinc y la interesante integración de objetos en sus joyas. Y de Rita Hampton, cuyas piezas de cincelado en plata son increíbles; tiene una serie de miniaturas y muchas referidas también a la naturaleza y al reino animal muy interesantes.

 

“Me gustan mucho las obras de Julie Blyfield, Melanie Bilenker, Marian Hosking, Bettina Speckner, Lucy Scarneel y Rita Hampton”

 

Hogar inspirador

 

_¿Qué presentaste en Talente 2021?

La obra se llama «I can handle it» o «Puedo manejarlo». Surgió de un trabajo de la maestría con Kirsten, que me propuso hacer una pieza de joyería u objeto por día de lo que sea en diferentes materiales, diferentes construcciones, con diferentes técnicas, en diferentes períodos de tiempos. Y esta es una serie de cinco “manijas” inspiradas elementos de mi casa. En ese proceso, hice por ejemplo una vasijita que salía de una casa antigua en la que adentro tenía una flor en resina, la cual tenía relación con la leche que le pongo al té en las mañanas y al echarlo se ven como distintos dibujos; luego hice algo en papel de aluminio, papel de manteca y una lata de atún; hice un tejido; unas manijas; un anillo a partir de una caja de cartón para reciclar. Con todos estos elementos que surgieron de mi casa armé una instalación doméstica. Investigué sobre los objetos cotidianos y me puse a ver o a seleccionarlos teniendo en cuenta sus funciones como los botones de la ropa, la manija para abrir la puerta o el cajón de un mueble; y descubrí que son cosas que pasamos por alto, que están presentes como de manera silenciosa, que nos ayudan a diario y nos abren puertas, posibilidades. Advertí cómo a partir de esos objetos surgen cosas, obras impensadas, como estas manijas que me llevaron a participar de un concurso internacional que tuvo en cuenta mi proceso de trabajo y la obra resultante. En la presentación, hice una performance en la que las dispuse en una mesa y las movía de acuerdo con lo que me permitían: una manija que me permitía pensar; otra, contemplar, una que me favorecía para mirar de una manera diferente, y más; todo con la idea de lo que permite abrir o abrirse a diferentes posibilidades. Es que los objetos cotidianos son servidores que esperan ser activados para ayudar. Una cómoda tiene tiradores que abren espacios para guardar memoria, secretos, que potencian la imaginación. Y algo que conocemos tanto como una manija o quizás tan poco, por eso lo llame «I can handle it» y se refiere a objetos que te permiten de alguna manera atravesar la vida cotidiana, son esos que despiertan o potencian la imaginación.

 

“La obra que presenté en Talente se llama «I can handle it» y se refiere a objetos que te permiten de alguna manera atravesar la vida cotidiana, son esos que despiertan o potencian la imaginación.”

 

_¿En qué materiales y técnicas?

_Son muy básicos. Trabajo el metal, algo de cera, me gustaría profundizar en cincelado.  Trabajo mucho en diseño 3D, que me permite sintetizar luego de realizar modelos y dibujos a mano. Uso mucho cobre y bronce, me gustaría usar más plata. Calo dibujos a mano con sierra. Lo más interesante es el paso de 2D a 3D; voy calando y el material se va levantando, como las plantas que crecen entre las baldosas va asomando el metal con el corte y calado. En la serie I can handle it sumé la aplicación de polvo de colores, una pintura industrial que usé porque genera un impacto visual agradable, invita a jugar, a probar; usé colores para llamar la atención y tentar a usar la pieza, a tocarla, a probarla en la mano.

 

“Lo más interesante es el paso de 2D a 3D; con el corte y calado, el metal se va levantando, se va asomando.”

 

_¿Cómo son?

_Son anillos sin la forma tradicional sino para ser llevados en la mano de manera diferente. En la presentación de la performance hasta me lo enganché en la remera como un broche. No está pensado para ser agarrado o llevado de manera habitual sino que atravesás tu mano en ellos. Bueno, son para que se usen como se quiera.

“Los objetos cotidianos son servidores que esperan ser activados para ayudar. Una cómoda tiene tiradores que abren espacios para guardar memoria, secretos, que potencian la imaginación”

_¿Tu obra forma parte de una muestra virtual internacional?

_Sí, Talente 2021 se exhibe en una muestra virtual en la plataforma de Klimt02.net, en la que se puede tener la oportunidad de entrar en contacto con los interesados, y espero que ese intercambio se dé; por ahora me contactaron por otro de mis trabajos.

 

_¿Tenés previsto exhibirlo en Melbourne?

_En septiembre próximo es la bienal de joyería contemporánea de Melbourne en la que tengo previsto participar con mi trabajo audiovisual y analizo la posibilidad de repetir la instalación doméstica de joyería en objetos de la vida diaria con el fin de  complementar la propuesta. Y también quiero presentarme con otra obra en la próxima bienal latinoamericana que se ofrecerá en Buenos Aires.

 

Salir de la zona de confort

 

_¿Proyectos?

_Proyecto aprender o tomar clínicas con artistas para sumar nuevas técnicas que me permitan hacer piezas más esculturales. Aunque me gusta mucho el corte de metal y creo que de alguna manera siempre va a estar presente, será un desafío no atarme a una idea. Como aprendí, quiero salir de la zona de confort. Siento que encontré un lenguaje visual pero quiero animarme a explorar otras alternativas.

Y tengo en mente un proyecto al que llamo Siesta, solo porque es el momento en que mi bebe Rafael duerme para dedicarme de lleno en el taller, que estoy terminando de instalar, con soldadora nueva, entre otras herramientas. Por ahora lo siento en su sillita, le doy algo de pan, se entretiene y de alguna manera hacemos joyería juntos y siento que será así de ahora en más. La maternidad es un buen tema para explorar desde la joyería contemporánea.


Ábaco

Apuntes | Notas

Ábaco es un talismán, un instrumento para contar


La artista cordobesa Cecilia Richard presenta su última obra fetiche, que establece una relación inusitada con el cuerpo. Una pieza duracional, en desarrollo, que promete porque la incógnita que supone su fin la lleva a expresar su poder creativo en un proceso cotidiano inigualable. Qué es Ábaco, qué significa, qué representa y cómo es hacer joya con un material orgánico impensado.


Ábaco es un como un talismán, es una pieza para el cuerpo. Es un instrumento para contar.

Su autora, la artista cordobesa Cecilia Richard cuenta que surge en un tiempo de excepción, que se trata de una obra duracional, que se trabaja en progreso, que está en proceso y, como lo demuestra a diario, es ilimitado, tanto como su imaginación o creatividad. Dice que crece día a día por adición.

Se trata de una obra de arte, de una expresión performática, de un megacollar -a la vista de quien se empeñe en clasificar o rotular- hecho de naranjas consumidas durante este tiempo pandémico.

“Todas las mañanas, corto una naranja por la mitad, la exprimo, bebo su jugo. Quito con la mano el hollejo restante, doy vuelta su piel y expongo su interior. Relaciono ambas cáscaras por su concavidad y mediante una costura surfilada, uno una mitad a otra, por sus bordes. Siempre la última debe estar húmeda para conservar la blandura y permitir la costura de la nueva.

«Necesita del sol para secarse paulatinamente, sino corre el riesgo de descomponerse por exceso de humedad. Cuando se seca es firme y flexible por  sus uniones, este es el modo en que se articula”.

Pieza hecha con material orgánico

Y esto lo repite a diario. Una naranja por día, como un ritual, desde el inicio de un tiempo, de este que aún no se conoce su fin… Por eso sostiene que Ábaco cuantifica, materializa el transcurrir de un tiempo

Señala que Ábaco habla de alimento, más aún, de nutrición amorosa. “Es talismán que refiere a la autodeterminación para “ayudar” a la suerte y  la magia hacia un conjuro de protección. ¿De qué me alimento? ¿Qué alimento? No hay duda de que debe ser o se necesita que sea un alimento que nutra física y psíquicamente.

Los detalles de la obra impactan al igual que su origen y constante desarrollo. Se conforma como un cuerpo flexible que va creciendo en longitud con el correr de los días. A partir del cambio paulatino de dimensión y escala, su relación inicial pasa de objeto portado, a objeto que recorre el cuerpo y luego trasvasándolo, posibilita establecer relaciones con mas sujetos, tanto así, como con su entorno y paisaje como contexto.

“Esta condición entre otras cosas, me provoca al juego, juego al que invito a participar, en distintos estadios, a seres que son parte de mi red amorosa, tejido humano que reconozco en mi vida como soporte y contexto que me humaniza. Ábaco da un sentido y se resignifica en cada nueva situación que propongo y recreo. Por eso, es un instrumento para contar”.

Relación con el cuerpo

La relación con el cuerpo no es menos sorprendente. Cecilia señala que si hablamos de joyería, tradicionalmente el cuerpo es considerado el soporte por excelencia del objeto-joya.

«Operando en este campo, me interesa la/s relación/es que se pueden establecer entre objeto /cuerpo. Al trabajar sobre este eje, crece la escala y dimensión del objeto, permitiendo accionarlo y preguntarse acerca del término cuerpo en clave ampliada: cuerpo individuo, cuerpo grupal, cuerpo social, tierra-cuerpo-hábitat, cuerpo de ideas…. Lo que invita a imaginar o pensar en un concepto ampliado también de una joyería expandida o, a la manera del concepto sobre escultura de la crítica de arte, profesora y teórica estadounidense Rosalind Krauss en su «Ensayo: La escultura en el campo expandido. La originalidad de las vanguardias y otros mitos» (1985): una joyería “en el campo expandido”.

En consecuencia, Ábaco, como objeto-joya talismán, pasa a ser un señalamiento sobre el territorio/ cuerpo, posando la mirada, generando pregunta, reflexión. Y se convierte en una obra abierta.

Reflexiona sobre si somos seres solos, aislados o somos parte de un tejido corporal mayor. Una cuestión que la interpela e invita a preguntarse ¿Qué es lo urgente en este momento?

Cuenta con una bitácora sobre este “objeto artesanal, joya, talismán, juego, alimento, acción, señalamiento, performance, fotografía, redes”. Da cuenta que arrancó el 20 de marzo de 2020 y lleva ya más de un año, y en el primer aniversario de la pandemia en nuestro país consignó: 365 naranjas (bebidas una cada día), 730 mitades de cáscara/piel cosidas, 7,85 metros de longitud, 27.240 puntadas y 169.360 cm de hilo. Y esto no es todo, continúa…

Al ritmo de la cuarentena

Como obra duracional, Ábaco tiene como premisa de trabajo desarrollarse durante el tiempo que dure la cuarentena y el distanciamiento social, y esto aún no concluye ni se avizora su fin, no tengo pensado ni previsto su conclusión o futuro y esto abarca a su exhibición en lo que a espacio físico se refiere. Todo es incierto. Ni dónde, ni cuando, ni cómo.

«De todos modos, considero como parte comunicación su publicación ocasional en redes sociales y en tiempo real. Hoy éste se conforma como medio natural de presentación abierta al público y se muestra describiendo una narrativa y configurando un cuerpo de ideas dinámico en clave poética”, explica Cecilia Richard.

Es que para la artista toda materialidad es susceptible de significar. “Como diría un amigo, me entusiasma buscar las ideas detrás de las cosas. ¿Y dónde están las ideas? ¿En la materialidad? ¿En uno? ¿En el diálogo entre ambos? ¿Son los procedimientos que accionamos el vehículo de las mismas?…”


Maison Domecq no se limita a un simple upcycling

Apuntes | Notas

Maison Domecq no se limita a un simple upcycling


Mayte Ossorio Domecq sostiene una propuesta de joyería que califica de sustentable. Se maneja con material de origen argentino que se descarta en la industria alimenticia local y que ella recupera y reusa. Los requisitos que le permitieron ser distinguida con una certificación que avala su proceso y acredita su manejo social, ambiental y económico. Cómo lo logra, cómo es el paso a paso, de principio a fin de su trabajo. La joyería que la define y revela su filosofía de vida.


_¿Por qué Maison Domecq se define como una marca de accesorios con materiales alternativos sostenibles? ¿Con qué objetivo?

_Nace con la idea del reuso y la recuperación de materiales para la generación de piezas contemporáneas. Y elegí el cuero como materia prima principal, porque es noble, de origen argentino y porque tiene mucho descarte con destino final en la basura. Esta desventaja se convierte en ventaja y permite convertir un círculo vicioso en virtuoso. El 70 por ciento de la materia prima que utilizamos proviene del reciclado. Se trata de un subproducto de la industria de la carne, es remanente de oficios y lo que hacemos es sacar ese material de un circuito contaminante.

Reusamos al máximo el material. Recibo donaciones y busco en curtiembres que acrediten la trazabilidad del origen y tratamiento del material. Saco de la basura mucha materia prima y le doy una segunda oportunidad, lo embellezco, lo recreo, diseño. Desde el año último sumé la alpaca y el latón o bronce trabajados por artesanos y esto me permite potenciar a esos pequeños emprendedores o cabezas de familia en desventaja social, y sumar mi granito de arena para intentar reactivar la cadena productiva y ofrecer una alternativa laboral además de revalorizar la técnica artesanal de pulido a espejo y de trenzado de cuero. El valor de las piezas de joyería de Maison Domecq se da porque se empiezan y terminan a mano. Un proyecto es sostenible si tiene en cuenta el aspecto ambiental, social y económico.

 

_¿Cómo conseguís que tu marca sea sustentable?

_En un emprendimiento de este tipo difícilmente puedan separarse la filosofía o forma de vida de las personas de las acciones que se llevan a cabo en la empresa. Quienes formamos parte de Maison Domecq tenemos ese pensamiento. No podría hablarse de sustentabilidad si solo se circunscribiera a una parte de nuestra vida o día. Creo que es una forma de concebir la realidad en favor del bien común.

Lo de Maison Domecq no se limita a un simple upcycling, sino que abarca las tres dimensiones necesarias en un proyecto sostenible: la social, que apunta a la revalorización de oficios y al manejo artesanal de quienes trabajan el cuero y la alpaca, quienes son elegidos especialmente como emprendedores o personas en situación de vulnerabilidad y reciben un pago justo que establece ellos mismos como trabajadores, y por eso se respeta el valor de lo que hacen o producen; involucra a ese perfil de trabajador no una empresa y es importante además de la función o trabajo que realiza.

En el caso Maison involucra desde las dos artesanas del cuero, los tres que sostienen la técnica ancestral de la alpaca, o un jubilado que hace los sacabocados, por ejemplo, hasta el fotógrafo que promueve con sus imágenes este tipo de trabajo o el programador que lleva adelante la web, entre otros. Todos estos trabajadores, proveedores incluidos, son locales; esto permite regionalizar, manejarnos con personas de la región o zona, es decir, que se facilita o promueve de una red solidaria, productiva y sustentable.

Dar una primera oportunidad laboral a estudiantes mediante pasantías rentadas forma parte de este aspecto social a tener en cuenta; son pasantías en las que pueden desarrollar una idea o propuesta creativa que sume una mejora al emprendimiento; supone elaborar, ejecutar y ver cómo eso cambia, no es un trabajo repetitivo y monótono en el que no se pueda pensar. Para Maison es importantísimo dar igualdad de oportunidad a mujeres con una remuneración igualitaria; sabemos que no siempre se respeta el trabajo femenino. Y verificamos que los proveedores no tengan trabajo infantil ni trabajo no registrado. Quiero aclarar que si bien MD exporta parte de sus productos es alto el porcentaje en el que nos manejamos en la región o zona: es un emprendimiento local que se maneja con materiales ciento por ciento argentinos, trabajados por mano de obra de nuestra zona de influencia.

La dimensión ambiental supone optimizar los recursos y lo hicimos al cambiar el tipo de iluminación por una de bajo consumo, el desagüe de efluentes con sistemas de doble descarga, la rotulación y separación de basura, el uso y reuso de remanentes de cuero y alpaca, con productos que llegan a tener un 80 por ciento de materiales usados y un 20 por ciento de nuevos. Y trabajamos a diario para minimizar la huella de carbono con acciones concretas y sencillas como desconectar el cargador del celular, usar bolsas de tela, evitar el consumo de plásticos, reducir el uso de automóviles, unificar compras y repartos, practicar una movilidad sostenible o caminar, etc. Usamos la menor cantidad de productos para reducir, aprovechamos más de una vez al reutilizar y depositamos en el contenedor adecuado solo lo necesario, reciclando; muy poco por cierto porque hasta le buscamos la vuelta a nuestros propios sobrantes.

 

_¿Cómo se relaciona esto con el uso de un subproducto de la industria de la carne?

_Sí entiendo que puede parecer contradictorio. Nuestro trabajo es sacar del circuito de la basura contaminante un descarte y recrearlo. Sí entiendo que los alimentos son responsables de al menos el 20 por ciento de los gases de efecto invernadero. Tratamos de compensar esa huella. El uso del cuero o de la piel del animal tratada mediante curtido no es a los fines de promoverlo sino de reducir su conversión en basura.

Aprovechamos el remanente de cuero no solo de la industria alimenticia sino también de la automotriz, por ejemplo, de la cual hacemos uso de sus muestras de calidad para convertirlas en etiquetas, por ejemplo. También reutilizamos cuero de otros oficios, como la marroquinería, la talabartería y la zapatería. Hay productos más contaminantes que el cuero. Hablar de cuero ecológico o ecocuero o cuerina es un material sintético no natural que puede dañar más el medioambiente lo mismo o peor que los plásticos. La durabilidad del cuero es muy superior y favorece el consumo responsable. Destaco e insisto en que usamos un subproducto de la industria alimenticia, un descarte. Considero que es una discusión difícil y hasta inconducente porque muchos reemplazan el cuero con plástico que considero mucho peor, por su toxicidad y lenta degradación. Hay que reconocer también que la industria del cuero es generadora de trabajo a pesar de que en estos tiempos pandémicos por la baja en el consumo de carne y de cuero muchas empresas están enterrando toneladas de remanentes con el terrible daño ambiental que eso está causando; esto es mucho peor que transformarlo, que reconvertirlo.

Respeto mucho otras opiniones y sé que respetan y valoran mi trabajo y la función que termino por cumplir. Es cierto, también, que el uso del descarte del plástico está curiosamente mejor visto que el uso del descarte del cuero.

 

Condiciones de sustentabilidad

 

_¿Qué premisas económicas hacen a la sustentabilidad?

_La primera idea económica que hace a la sustentabilidad es que el emprendimiento debe tener fines de lucro, debe ser rentable para poder sostener en el tiempo todos estos valores que mencioné, entre otros, el de generar trabajo, el del pago justo, el cobro por igual de mujeres y hombres y hasta la justa distribución de ganancias. Destaco que es clave pagar bien y lo que corresponde. Y la regionalización que mencionaba es fundamental: hacer acá para acá, sobre todo en el mayor porcentaje posible y repito y reconozco la excepción de mi exportación que no es tan representativa como para dar por tierra el proyecto; además sirve para la difusión de la filosofía de la marca y para mantener su motor económico. Con todo, hay que poder mantener el circuito económico, hay que poder hacerlo sustentable. Si no ganamos plata, no se crece y si no se crece se detiene la economía y todos perdemos. Insisto para que un emprendimiento sea sustentable debe lograr una ganancia, no es una ONG. Sí en esta dimensión se inscriben las ONG en tanto y en cuanto, por ejemplo, reciben  donaciones de productos o de piezas de joyería, en nuestro caso, para que puedan disponer de fondos para sus objetivos solidarios, que en muchas oportunidades buscan sostener proyectos económicos sostenibles. No se trata de manejarnos con la rigidez de la norma que nos desacredita sino cumplimos a rajatabla, sino que se trata de la búsqueda de las mejores alternativas que permitan minimizar los desperdicios, compensar la huella de carbono y ayudar a las personas a tener un trabajo sostenido en favor del bien común. Con el seguimiento de estas certificaciones o con este triple impacto conseguimos la certificación B.

 

_¿Qué significa?

_Esta certificación significó un gran aprendizaje, ya que pude entender la sustentabilidad como un todo. Un modo de concepción y de desarrollo de un emprendimiento. Y significó poder trabajar a diario en la minimización de la huella de carbono, más allá del cuestionamiento que pudiera hacerse por el uso de la materia prima.

 

_¿Y qué implican las certificaciones B y Universal de Triple Impacto que recibió la marca?

_La certificación B Corporation (también B Lab o B Corp) es por el desempeño social y ambiental, es privada para empresas con fines de lucro. Esta es otorgada por B Lab, una organización global sin fines de lucro con oficinas en los Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda y una asociación en América Latina con Sistema B. Para obtener y más importante aún, mantener esta certificación, las empresas deben recibir un puntaje mínimo de una evaluación e integrar sus compromisos B Corp con las partes interesadas en su proyecto y reflejarlos en los documentos de gobierno de la empresa, además de pagar una tarifa anual basada en las ventas anuales. Es preciso volver a certificar cada tres años para conservar el estado de Corporación B. Maison Domecq continúa en este camino y evalúo su renovación.

El logro de la certificación B se consiguió en 2017 y significó un gran crecimiento como creativa y como gestora de una firma de autor como Maison Domecq. Crecimiento por el aprendizaje sobre la importancia, la necesidad y el cumplimiento de normas más sustentables, que implicaron ajustes en el proyecto y hasta para la adopción plena como filosofía de vida.

 

_¿Cómo es tu día a día que hace que todo tienda a ser sustentable? ¿Con qué sumatoria de pequeñas cosas se sostiene la filosofía que destacás?

_En primer lugar, un emprendimiento sustentable es la consecuencia de una persona sustentable. La sustentabilidad es una filosofía de vida y trato de llevarla adelante a diario justamente como señalás en la suma de pequeñas cosas. Así como mencioné que adaptamos el taller adaptamos nuestra casa con sistemas de iluminación, de desagües, de separación de residuos y de minimización de consumo de plásticos. Amo lo vintage, poder descubrir o leer su historia, soy de esas románticas que sostienen la durabilidad de todo que sea posible, no me gusta el recambio o descarte, prefiero siempre revalorizar objetos y piezas en desuso, eso es algo innato en mí que lo aplico a todo y que justamente dio origen o es la razón de ser de Maison Domecq. Con lo que hay en casa armo y hago lo que sea necesario desde una lámpara hasta la comida. Estoy siempre alerta, y no solo en casa, de todo cuanto pueda ser reutilizado, como un envase de champú que ya advertí que puede terminar siendo un aplique de luz. Practico a diario el desafío de resolver problemas sin tener que recurrir a un nuevo consumo o a comprar algo. Como diseñadora trato de hacer lo que puedo con lo que tengo. También soy de las que caminan y mucho. Todo esto aporta al cuidado del medio ambiente. Sin duda que podría hacer mucho más y mejor, estoy en ese camino y lo intento a diario, trato de ser lo más coherente posible.

 

Procedimientos para ver el paso a paso

 

_¿Cómo es la trazabilidad del origen del material que usás para poder afirmar o levantar la bandera de la sustentabilidad?

_Sí puedo y trato de trazar el origen del material que uso. Conozco a cada uno de mis proveedores, sea que adquiera o reciba donaciones, conozco quiénes, cómo y en qué condiciones trabajan esa materia prima; el tratamiento de efluentes es importante y es algo en lo que me fijo. Por ejemplo, uso cuero remanente de muestras de calidad de tapizados de autos, de lotes de exportación que finalmente quedan en desuso, de recortes de botas de uso industrial, de desperdicio de carteras y muchos más. Todo ese cuero se selecciona, se pega y se corta a mano o con materiales que se conoce su origen, se trata su remanente y se controla su descarte. Es cierto que es más factible trazar el camino del cuero que de la alpaca.

 

_¿De qué manera se sostiene de principio a fin de la cadena productiva?

_La sustentabilidad va más allá de la realización de una pieza. Hay muchos pasos que no se ven pero que hacen a que el emprendimiento sea sostenible. No quiero ser reiterativa pero mucho de esto que hablamos hace a la sustentabilidad y no se nota tanto. Una etiqueta no dice nada pero si sé que es cuero remanente de tapizados de autos, cambia. La doble descarga del inodoro de una empresa o de mi taller no pareciera tener que ver con una pieza de joyería pero si advierto que supone un ahorro de 12 litros respecto a o habitual sí incide. La trazabilidad de un emprendimiento se advierte teniendo una mirada más amplia y global.

 

_¿Cómo lográs algo diferente con lo que ya está hecho?

_Con empeño. Reutilizar es una obsesión ya para mí. Me gusta experimentar con las proporciones y generar cosas nuevas, fue mi rol en varias firmas en las que trabajé y pude consolidar esa habilidad. Me llevo muy bien con la experimentación directa. Me siento más cómoda estando horas buscándole la vuelta o una nueva función a una pieza o una parte que empezar una pieza de cero.

 

La mejor expresión de la forma

 

_¿Diseñás a través de la experimentación directa con el material?

_Sí, mi forma de trabajo tiene que ver con encontrar la funcionalidad de los cortes de un material a través del análisis de las maneras en que pueden ser conjugados o ensamblados en un sistema. Es un ensayo de prueba y error ingenioso y enriquecedor, que incluye modos de engarce o pegado de piezas de diferentes tamaños y proporciones. Se trata del proceso inverso al proyectual, en el que a priori se establece la forma que responderá a una función. En este caso, está la forma y yo soy la que debe encontrar su mejor expresión para la generación de una pieza de joyería. De esta manera, la morfología se trabaja desde las posibilidades del material; se diseña a través de la expresión del material. En la búsqueda de reacciones del material se encuentran las respuestas y no en una imagen final prefijada o diseñada. Se trata descubrimientos a través de un juego interesante. De hecho una misma pieza en dos cueros diferentes puede generar respuestas distintas, lo cual hace a cada pieza única. Así, la diferenciación está dada desde la concepción de las piezas; porque nacen de un lenguaje en el que confluyen la morfología y la tecnología dada por la materia prima y maquinaria

 

_¿Cómo se compatibiliza el diseño con los límites de lo disponible?

_El diseño es un proceso en el que se trabajan los límites para dar respuestas que satisfagan necesidades puntuales. Si poseemos una sola herramienta de trabajo hay que explorar sus múltiples posibilidades y trabajar desde sus límites, no significa coartar la creatividad sino más bien todo lo contrario, se trata de entender al máximo qué se puede hacer y cómo lograrlo. La reutilización es el fuerte de la marca. Lo que sobra de una pieza se piensa cómo hacer otra pieza y así sucesivamente hasta reducir al mínimo el desperdicio.

 

_Al reorganizar la producción en cuarentena por la pandemia, ¿pudiste seguir con la misma modalidad de trabajo sostenible?

_Los modos adquiridos de trabajo y las metas siguen intactas, aunque con modificaciones en la implementación. Volví a trabajar a full en producto, en diseño y personalicé la comunicación. Obviamente, la sostenibilidad es una filosofía que siempre está, es un modo de pensamiento, una forma de vida en la que los valores no caducan ni cambian por estar en cuarentena. Redoblamos esfuerzos para continuar en este camino a pesar de la pandemia. Mudé mi taller a casa, y las dos que trabajan más directamente en el proyecto conmigo no lo hacen todos de manera presencial sino remota; con lo cual cambiamos la ejecución de algunos procesos.

 

_¿Cómo se inserta tu firma en el nuevo contexto global?

_Maison Domecq se ajusta al nuevo contexto global. La meta de buscar la sustentabilidad del planeta parece lejos pero que si cada uno se empeña en hacer su aporte avanza, se puede sostener. Llevamos 12 años en esta tarea. Empezamos en 2009 siendo Ossorio Domecq y seguimos por el mismo camino.

 

_¿Diversificaste la propuesta?

_Sí, en otras disciplinas. El expertise logrado en tantos años de trabajo y mi educación en diseño industrial me permiten jugar con las escalas de los objetos; no hay ninguna diferencia entre una pared y una pulsera, más que su escala. Mi formación me ayudó a pensar en escalas distintas, más allá del cuerpo o fuera de él. Soy más diseñadora que joyera. Creo objetos que pueden llevarse en el cuerpo o no, aunque la referencia siempre sea la persona y, por supuesto, el tipo de usuario. Me gusta trabajar con este material. La propuesta de decoración vino de la mano de un cliente que le interesa mi trabajo, pero que lo quería a mayor escala, en un ambiente. Y lo hice en la pared de un ascensor, en la que usé vaqueta, el cuero de curtido vegetal, libre de cromo. Resultó un cambio de enfoque hacia otras aplicaciones de esta materialidad dentro del universo Maison Domecq. Entre otros proyectos, además de la continuidad de las piezas de alpaca y el de deco se sumó durante este año pandémico una línea de tapabocas en cuero cosido a mano.


Entrevista a Mica Mornaghi

Apuntes | Notas

El conocimiento me da más libertad para hacer lo que quiero


Entrevista a Mica Mornaghi

Por Delia Alicia Piña

 

El estudio es central para Mica Mornaghi: diseño, joyería, metales, gemología, sanación mediante cristales, entre otras materias que le permitieron tener las herramientas para hacer lo que quiere hoy: trabajar con piedras, «un antes y un después, un flash». Sagradas, sanadoras, influyentes, poderosas, las piedras son centrales en su vida y se concentra en tallarlas.

Comenzó intrigada por su poder, quiso darles un sentido cuando proyectaba manipularlas para hacer joyería y objetos, como con los que ganó en Talente 2020.

Dice que está bueno cuando lo aprendido permite integrar todo lo que uno es y hacer lo que necesita hacer. Y con la joyería se expresa cómo es, revela su manera de ser, sus creencias. Opiniones, definiciones, obras y proyectos.


_Empezaste con joyería en paralelo a diseño, ¿por qué?

_Porque siempre me gusto la joyería y quería saber cómo se hacía. Sí, en el primer año de la carrera de diseño textil en la UBA en 2006 empecé a estudiar joyería en el Sindicato Unificado de Relojeros, Joyeros y Afines de Buenos Aires que ofrecía mucha técnica y la libertad de manejar horarios. Luego seguí con María Medici durante tres años, además de realizar diversos emprendimientos textiles, ser ayudante de la cátedra Saltzman en la FADU por dos años y trabajar en relación de dependencia. Y después, con la técnica aprendida, me mandé y seguí por mi cuenta. Trabajaba y practicaba mucho en mi casa. Sumé el aporte de Fran Kweitel con el Simposio de joyería contemporánea En Construcción, que trajo especialistas del exterior que ofrecieron workshops imperdibles y también participe de Proyecto 8. Y senté las bases para luego decidirme a hacer un posgrado de Artes Aplicadas Contemporáneas con orientación en joyería en la escuela Massana de Barcelona. Después seguí por un máster de Joyería y Metales en Royal College of Art, una escuela orientada a la investigación en arte y diseño que ofrece un programa abierto en el que pude desarrollar mi propio proyecto sumando otras disciplinas.

 

_¿Cuál fue tu proyecto?

_Me enfoqué en tallar piedras. Siempre quise hacerlo y pude practicarlo en el segundo año con unas máquinas especiales del college. Mi trabajo final del máster fue todo en piedra, se llamó «Integrando lo sagrado y lo profano en los objetos cotidianos» porque se refiere a utensilios que usamos para comer o para el cuidado de todos los días. El concepto, la idea nace de ser conscientes y valorar nuestras acciones, nuestras rutinas y darle la importancia que tienen como ritual. Y lo potencia el valor del material, las piedras, en particular, por lo que significan para mí.

 

“La idea es ser conscientes y valorar nuestras acciones, nuestras rutinas y darle la importancia que tienen como ritual.”

 

_¿Qué significan?

_Mucho. Para mí las piedras tienen un significado especial, muy sagrado. Estudié sanación con cristales y eso me permitió conocer y entender a través de experiencias, su sentido más espiritual, ancestral y biológico. Y es por eso que en este proyecto final trabajé sólo con piedras, y particularmente en un tamaño más pequeño que el real, son amuletos, son objetos que pueden usarse o llevarse en una mano o un bolsillo, pero no es joyería portable como puede ser un anillo. Los presenté en un altar, como un nicho, un santuario, con una luz especial para reforzar la idea de que algo tan simple como un objeto que se usa a diario, también es sagrado. Se trata del mismo proyecto que presenté en Talente 2020 y resultó premiado. Me interesó profundizar en cómo las piedras incidían en la ubicación de los objetos en el cuerpo, ya que cada gema que elegí tiene una relevancia y relación con cada chakra, de acuerdo con la sanación con cristales. Hacer este máster me permitió integrar un montón de conceptos aprendidos y está bueno poder integrar todo lo que uno es o lo compone en un mismo lugar o actividad. Este fue un trabajo personal, en el que pude hacer lo que necesitaba hacer. Y lo planteé también en la disertación relacionándolo conmigo misma, mi linaje, mis ancestros, de dónde vengo, de dónde viene mi familia y cómo se relaciona con los objetos que uso; expliqué cómo mi identidad tiene que ver con mi origen, con cómo soy: un mix latino y europeo que se ve reflejado en las creencias, en la manera de ser, y la joyería me permite expresarlo. Como punto de partida toda esta búsqueda de identidad nace a partir de un collar que llevo con varios dijes-amuletos en el que me reconozco.

 

“Está bueno poder integrar todo lo que uno es o lo compone en un mismo lugar o actividad. Este fue un trabajo personal, en el que pude hacer lo que necesitaba hacer”.

 

_¿Por qué sanación de cristales?

_Siempre hice cursos y talleres por curiosa, en cuanto había algo que me llamaba, me dejaba guiar por mi intuición. Sentía que tenía todo por separado, desmenuzado. Decidí estudiar sanación con cristales y hacía prácticas terapéuticas sólo para mi bienestar, y lo elegí porque desde la joyería me intrigaba el trasfondo de las piedras, su poder. Quería darle un sentido a las piedras con las que puedo trabajar al hacer joyería. Estar abierta y atenta me permitió llegar a diferentes terapias holísticas, como al Reiki, registros akáshicos y constelaciones familiares, por ejemplo. Sumó en favor de mi bienestar, de mi crecimiento como persona.

“Me intrigaba el trasfondo de las piedras, su poder. Quería darle un sentido a las piedras con las que puedo trabajar al hacer joyería”.

_Seguiste profundizando en las piedras con gemología.

_Estudié mediante una beca durante todo este año de cuarentena en la sede londinense del Gemological Institute of America. Un instituto dedicado a la investigación y formación en el campo de la gemología y joyería, un intensivo con mucha teoría y práctica orientada en gemas para la industria. Fue mucho más revelador de lo que esperaba, muy mágico, aprendí sobre diamantes y piedras de colores a un nivel de mucha profundidad. Conocer más sobre piedras para manejarlas mejor, te abre la cabeza.

 

“Conocer más sobre piedras para manejarlas mejor te abre la cabeza”.

 

_¿Qué opinás de la extracción de piedras?

_El curso de gemología que hice incluye esa información sobre los lugares de dónde se practica la minería y cómo se extraen las piedras. De dónde viene, quién la extrajo, o cómo llegó a mí tal piedra es un tema que analizo y me ocupa. Crece la conciencia en las prácticas de la minería y la joyería, hoy se puede saber más sobre el manejo de piedras y esto es muy bueno. Este curso me dio confianza, me dio herramientas para saber cómo manejar las piedras y cómo identificar esa procedencia.

En Londres está bastante desarrollada esa conciencia, incluso podés obtener materiales reciclados y éticamente sustentables. Aunque tiene un costo mayor porque justamente hay más equidad en el sistema; y a la hora de invertir no todos los productores tienen el capital y tampoco el público para consumir, comprender y valorar estos precios. Pero falta más consciencia para que este tema se vuelva cada vez más urgente y su demanda aumente para que la accesibilidad también y por ende el sistema ayude a que todos podamos cooperar y beneficiarnos mutuamente. Hay metales como la plata y el oro reciclados y gemas con certificados de origen que permiten tener un seguimiento y localización. Hoy en día muchos de los metales se reciclan porque ya no quedan muchos lugares de dónde se pueda extraer oro y plata. Sin embargo, hay muchas marcas y diseñadores que trabajan en favor de la joyería ética. Es un tema muy amplio que le falta un montón para que esté más claro, pero creo que ya hay bastante más consciencia acerca de este tema y eso es alentador. Existen muchas implicancias: cómo se extraen las piedras, en qué condiciones de trabajo están quiénes las extraen, cuánto viaja un material hasta llegar a las manos de un creativo, en que situación política y económica está el país o región de origen; hay muchas variables a tener en cuenta para poder afirmar que una piedra o metal es sustentable o sostenible; es muy difícil que sea sustentable en todos sus aspectos, muchas veces se sostiene que sí y es sólo en una de estas variables.

 

“Crece la conciencia en las prácticas de la minería y la joyería, hoy se puede saber más sobre el manejo de piedras. Pero falta más consciencia para que este tema se vuelva cada vez más urgente y su demanda aumente para que la accesibilidad también y por ende el sistema ayude a que todos podamos cooperar y beneficiarnos mutuamente”.

 

_¿Es posible la joyería ética?

_Lo mismo, hay muchas variables de por medio. Hice una pasantía en una casa de alta joyería comercial que hace 20 años se posiciona como ethical jewellery. Entre otros, busca reinsertar a personas de lugares de conflicto, como Afganistán, Jordania y Burma, por ejemplo, en el mercado laboral a través de diversos oficios relacionados con la joyería, y esto también tiene que ver con la sostenibilidad del rubro, en el que hay un compromiso social importante.

 

“Reinsertarse en el mercado laboral a través de diversos oficios relacionados con la joyería también hace a la sostenibilidad del rubro, en el que hay un compromiso social importante.”

 

_¿Investigaste en otros materiales?

_Cuando empecé joyería, aprendía la técnica y trabajaba en metales y piedras y, al mismo tiempo, en textil. Entonces, quise investigar un poco más y también trabajé en resina y papel, después yeso, piedra pómez, fui cambiando los materiales como parte de una investigación personal. Mi próximo paso es seguir trabajando con piedras dentro de la joyería, tal vez con un enfoque más comercial. Siempre amé hacer anillos y es lo que más hice, tengo muchas ganas de volver a poner las manos en acción, ya que hace más de un año que no hago nada práctico-creativo.

“Trabajé en resina y papel, después yeso, piedra pómez, fui cambiando los materiales como parte de una investigación personal.”

_¿Que alguien porte o use una pieza de joyería le da otro significado o valor?

_Sí, claro, totalmente. Pero no por eso voy a dejar de hacer objetos, mi trabajo siempre fue bastante escultórico y me gusta trabajar el material en distintas escalas, También quiero hacer piezas que se puedan comercializar más fácil, para que al que le interese mi trabajo también lo pueda usar.

 

“Mi trabajo siempre fue bastante escultórico y me gusta trabajar el material en distintas escalas”

 

_¿Qué le aporta el otro que puede usar tu trabajo?

_Cuando alguien elige usar una pieza es porque tiene una conexión o una atracción personal con ese objeto y le pone un significado especial. Puede tener un sentido para el que la crea para  transmitir un mensaje o contar esa historia detrás, pero el que la usa o recibe puede darle un significado diferente porque a su vez crea su propia historia de lo que le resuena esa pieza, le comunica o transmite. Cada pieza tiene una historia y a través de cada material se expresa o habla  diferente.

 

“El que usa una pieza puede darle un significado diferente porque a su vez crea su propia historia de lo que le resuena esa pieza, le comunica o transmite.”

 

_¿Cuán importantes son los materiales en una obra?

_Muchísimo. Siempre son relevantes y dependen de lo que se quiera comunicar. El material tiene un valor y un peso importantísimo, hablan por sí solos y más en función de una forma, color, textura, contexto, etc. Toda materia está cargada de significado.

 

“El material tiene un valor y un peso importantísimo, hablan por sí solos y más en función de una forma, color, textura, contexto, etc.”

 

_Tu camino en el conocimiento es vasto, ¿hoy está especializado en el manejo de piedras?

_Me quiero especializar en piedras desde que comencé a tallarlas, antes trabajaba con piedras que engarzaba; no las manipulaba ni le daba la forma que quería y desde que empecé en el tallado se fue presentando un camino bastante natural porque es algo que siempre quise hacer y me remetí de lleno, aproveche la oportunidad. Aprendí a usar las máquinas, es cuestión de probar, practicar y hacer lo que uno quiera. Siento que pude hacerlo en un tiempo bastante corto porque tengo una historia con la materia que ya viene de larga data, tallaba cera para hacer piezas con la técnica de la cera perdida, hice escultura de chica, tengo conocimiento y experiencia en el manejo de volúmenes, más allá de que cada material es distinto y se trabaja con herramientas  y procesos diferentes. Descubrir y poder hacer eso que quería: tallar la piedra de esa manera fue un antes y un después, un flash. Tener la oportunidad de trabajar con un material que para mí tiene un valor tan especial, que me conecta profundamente y es todo lo que está bien para mí. Cuanto más uno sabe de un material, de una técnica y de un rubro se es más libre de hacer lo que se quiere, y así avanzar y abrirse a otras cosas.

 

“Cuanto más uno sabe de un material, de una técnica y de un rubro se es más libre de hacer lo que se quiere, y así avanzar y abrirse a otras cosas.”

 

_¿A qué?

_A seguir, a viajar y conseguir mis propias piedras, saber qué es lo que consigo, qué compro y a quién y de qué origen. Esto es lo que haré. El haber estudiado me permite saber de dónde vienen ciertas piedras, de qué zonas. Hay montones de alternativas a partir de las cuales uno puede proyectar y ver cómo conseguir materiales. Y también me interesa ir a minas y ver in situ todo el proceso. El conocimiento me da más libertad para moverme con confianza y hacer lo que quiero. Piedras hay en todos lados, el comercio es muy vasto pero saber qué se tiene es otra cosa. Esta es una buena etapa para la búsqueda de materiales y trabajar.

 

“El haber estudiado me permite saber de dónde vienen ciertas piedras, de qué zonas. Hay montones de alternativas a partir de las cuales uno puede proyectar y ver cómo conseguir materiales.”

 

_¿Qué querés hacer?

_Armar nuevamente mi taller y poder seguir tallando, y continuar con libertad para  seguir saltando de la joyería a los objetos y quien sabe que más. Pero también estoy en búsqueda de un trabajo que me de más estabilidad. Creo que no hay joyero-artista que no tenga más de un trabajo.

“Quiero armar nuevamente mi taller y poder seguir tallando, y continuar con libertad para seguir saltando de la joyería a los objetos.”


Posgrado en joyería

Apuntes | Notas

Posgrado en Joyería e Indumentaria


Por segundo año consecutivo se abre la inscripción al curso de posgrado en Joyería e Indumentaria que se dicta en la Facultad de las Artes de la Universidad Nacional de La Plata.

“Esta es una oportunidad para pensar la joya de una manera distinta, integradora, parte de nuestro cotidiano, que nos abra a nuevos materiales, usos y campos de incumbencia”, dice Fabiana Gadano, joyera y diseñadora industrial egresada de la UNLP, que desde hace un año regresó a esa casa de altos estudios como docente.

Forma parte del posgrado sobre Diseño de Indumentaria y Joyería que se dicta en la facultad de Artes.

Este curso de dos años de duración también está a cargo de Lucrecia López Brusa, diseñadora de indumentaria de la FADU.

Ambas, con un equipo de docentes expertos,  ofrecen un enfoque tendiente a componer estas dos disciplinas a través del análisis de sus historias con una mirada antropológica y semiótica que hace foco en su desarrollo social.

Entre los conceptos e investigaciones preliminares, que derivan en una bajada piezas de indumentaria y joyería y a objetos puente, están el estudio de los sistemas de representación y comunicación de ambas disciplinas, materiales, procesos y, de igual modo, se detiene en la gestión de la organización de la producción.

Clínica de innovación

La propuesta incluye una clínica de innovación y nuevas tecnologías aplicadas la indumentaria y la joyería y un taller para un trabajo final integrador.

Entre sus objetivos las docentes puntualizan que están el explorar y experimentar en la producción y conceptualización de diferentes artículos de joyería e indumentaria desde parámetros de uso, función, tipológicos, simbólicos, discursivos, económicos, tecnológicos-productivos, formales, compositivos, estéticos, legales y hasta normativos. También, brindar las herramientas necesarias para el desarrollo de productos, colecciones, series, familias, conjuntos, líneas y sistemas.

De igual modo, ofrecen información para poder caracterizar las tendencias de uso y consumo. E indagan en las propiedades de diferentes materiales: naturales, naturales modificados y sintéticos (incluyendo gemas y fibras), metálicos, no metálicos (vidrios, cerámicos) y compuestos, para la selección y empleo de materias primas en joyas e indumentos.

Detallan que de igual modo se estudian diferentes sistemas de producción en joyería e indumentaria y sus tecnologías, incluyendo sistemas que impliquen la digitalización de dibujos asistidos por computadoras (CAD) y programación de la manufactura asistida por computadoras (CAM), y tecnologías aditivas y sustractivas (impresión 3D y mecanizado por control numérico, respectivamente).

El ciclo de vida de las joyas e indumentos y el análisis de su estructura de costos y factibilidad económica de su producción también son objeto de investigación de este curso.

Desarrollo de experiencias

“Esta especialidad no implica un título habilitante sino un proyecto sobre el que se desarrollan experiencias que iluminan un saber y no es abarcativo como un curso de grado. La intención ofrecer herramientas que permitan extrapolar procedimientos y pasar del análisis, la palabra a la proyección y el hacer”, señala Gadano.

La propuesta académica que la incluye está a cargo del director de la carrera, Miguel Travería; la coordinadora, Verónica Sánchez Viamonte; y desde el comité académico intervienen el dr. Gustavo Rádice; Roxana Garbarini; Javier de Ponti, y Julio Naranja.

En situación de pandemia la cursada es bajo el concepto de cohorte con las condiciones especiales que la situación implica, es decir, que por el momento continuará de manera online.

Las materias del curso son las siguientes: Diseño de Joyería, Fabiana Gadano; Producción de Joyería, Miguel Travería; Materiales de Joyería, Rocío Puente; Diseño de Indumentaria, a cargo de Lucrecia López Brusa; Producción de Indumentaria, de Victoria Sánchez; Materiales de Indumentaria, Verónica Sánchez Viamonte; Historia, Gustavo Rádice; Representación y Comunicación, Mariángeles Vicente; Introducción a la Impresión 3D, Valeria Sararols; Clínica de innovación y nuevas tecnologías para indumentaria y joyería, Clara Tapia, y el Taller de Trabajo Final, que está a cargo de Roxana Garbarini.

Está especialmente dirigida a graduados de carreras proyectuales o artísticas de universidades públicas o privadas nacionales o extranjeras reconocidas por las autoridades competentes del país de origen, y de carreras terciarias de cuatro años que además posean antecedentes académicos y/o profesionales para ser considerados.

Hasta el 15 de marzo hay tiempo de inscribirse https://docs.google.com/forms/d/1BoKsyOK5_OknIrb0H_9T7GIragOcASbx3DAwoLfefh0/viewform?edit_requested=true o solicitar info vía mail por indumentariayjoyeriafda@gmail.com


Entrevista a Roxana Casale

Apuntes | Notas

Me gusta la insurgencia de la joyería de arte


Entrevista a Roxana Casale

Por Delia Alicia Piña

 

Romper la zona de confort es vital para Roxana Casale, por eso cambió el grabado y la pintura de décadas por la joyería, que le ofrece la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados y, además, le permite ver hasta dónde puede llegar un material. A poco de empezar se puso a prueba dejando de lado el metal y optando por el papel.

Se siente identificada con la joyería de arte, porque puede expresar lo que le pasa e inquieta de la sociedad. Su proceso creativo es reflexivo, parte de un concepto que sostiene su mensaje y luego materializa en objetos “para llevar en el cuerpo”. Un camino que repite en otras expresiones que realiza en paralelo, como collages y libros parasitados.

El último año pandémico marcó su proyección internacional, y virtualmente consiguió que su obra se viera desde Beijing, Atenas y San Pablo, después de que el año anterior estuviera en Valencia y Legnica (Polonia).

Sus preocupaciones, intereses, procesos, inspiraciones y obras que la definen.


_Sos grabadora, pintora y también joyera. ¿Dónde estudiaste?

_Realice mis estudios en las Escuelas Nacionales de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires. En las viejas escuelas cuando funcionaban por separado, en la Prilidiano Pueyrredón, en las visuales -que luego se unieron en el Iuna y posteriormente se agruparon en la Universidad Nacional de las Artes-. Sí, hice Grabado y Pintura y, por cerca de 20 años, fueron los principales caminos que elegí para crear. Hasta que necesité buscar otras alternativas expresivas. Es que salir la zona de confort es súper importante para mí y eso implicó empezar a ver otras alternativas, otros caminos. Y recordé que en la escuela secundaria tuve un taller de metales y me encantó. Entonces, comencé a buscar un taller donde aprender, lo hice pensando que sería un recurso más, pero poco a poco con la joyería se fue abriendo ante mí un mundo mucho más amplio del que pensé en un inicio. Y llegué al Taller de María Medici, donde estudié por tres años, luego hice Engarce con Tali Wasserman y Laca Japonesa con Francine Schloeth. Y así llegué a lo que me gusta llamar joyería de arte, que reúne todo lo que estudié e hice.

 

“Salir de la zona de confort es súper importante para mí y esto implica empezar a ver otras alternativas, otros caminos”.

 

_¿Qué viste en la joyería? ¿Cómo es ese mundo que descubriste?

_Vi o descubrí los materiales y me gustó hasta dónde podía llegar con la materialidad. Arranqué como empezamos todos, o la mayoría, con el metal, plata 925, y también sumé engarce porque me gustan mucho las piedras que son el componente de color que tengo como parte de mi formación como artista plástica, como escultora. Y después con el tiempo comencé a darme cuenta que era mucho más que diseñar, porque la joyería implicaba empezar a trabajar a partir de conceptos, de una idea rectora. Y facilita la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados. Estas cosas me fueron entusiasmando cada vez más de la joyería.

 

“La joyería implica empezar a trabajar a partir de conceptos, de una idea rectora. Y facilita la posibilidad de hacer piezas que no quedan sujetas a una pared sino que andan por todos lados.”

 

_¿Por qué la definís como joyería de arte?

_Porque lo contemporáneo me hace ruido, incluso cuando se refiere al arte. Hay un quiebre en un momento: la progresión es arte moderno y en las décadas del 50 y 60 comienza a hablarse de arte contemporáneo. Pero la palabra contemporánea me remite al ahora. Y todos somos contemporáneos, un joyero de la calle Libertad también es contemporáneo pero tiene una expresión distinta a la mía. Lo contemporáneo está muy establecido pero en lo personal no me gusta definirme como tal, siento que hago arte.

La joyería de arte es un lenguaje, una manera de expresión, es más que una pieza decorativa, es hablar de cosas que nos pasan, gustan e interesan. Cuando hablamos de joyería contemporánea incluimos a un diseñador que hace piezas de diseño, en serie, tal vez. Y eso no tiene que ver con lo artístico que implica la suma de materialidad y concepto. Tiene que ver o refleja lo que el artista quiere expresar. Hay propuestas interesantes e increíbles de la joyería de diseño o hasta de la alta joyería. Pero la joyería de arte me permite generar un nexo, un encuentro entre la obra y quien la puede portar o contemplar.

 

“Lo contemporáneo está muy establecido pero en lo personal no me gusta definirme como tal, siento que hago arte.”

 

_¿Y cómo es el nexo entre tu obra y el que puede portarla o contemplarla?

_El nexo sería con alguien también interesado por las cosas que lo rodea, con lo que le pasa. En mis últimas series estoy hablando de cuestiones sociales, que tienen que ver con este mundo tan convulsionado y complejo. Y así es el arte, hace mucho que dejó de ser decorativo para pasar a ser significativo. Creo que de Berni para acá hay otro concepto que se suma, otra propuesta de arte o con un enfoque que tiene que ver con lo que le pasa a la sociedad.

 

“Hace mucho que el arte dejó de ser decorativo para pasar a ser significativo.”

 

_¿A propósito, ¿hay algún artista que te inspire o del que tomás algo?

_Hay artistas que son muy inspiradores para mí. Me gusta mucho Antonio Berni y sus representantes icónicos de los marginados de la sociedad, como Juanito Laguna y Ramona Montiel; los muralistas mexicanos, con la experimentación de Rufino Tamayo; la geometría fundamental o suprematista del pintor Kazimir Malévich; la capacidad de hacer lo que quería que tenía la arquitecta iraní Zaha Hadid que desafiaba la geometría; los destacados retratos fotográficos de Sara Facio.

“La joyería de arte es un lenguaje, una manera de expresión, es más que una pieza decorativa, es hablar de cosas que nos pasan, gustan e interesan”.

 

_¿A quién está dirigida tu obra? o ¿pensás en quiénes pueden portarla?

_No, trato de no atarme a eso. Cuando empiezo a trabajar no pienso en la funcionalidad de la pieza, porque lo primero que algo es un objeto que evoluciona hacia una pieza que puede ser un collar, una pulsera o un broche. Me gusta pensarlo como objeto. Tampoco pienso a quién va dirigido. Creo que indudablemente quién lleva una pieza mía tiene que tener una característica especial, es decir, una formación y mirada más artística, que quiere romper con lo tradicional o establecido que normalmente se supone es una joya. Finalmente, mis joyas están hechas con papel y eso es rupturista. Cuando usamos materiales como estos estamos haciendo un quiebre a lo esperado. Cuando dejé la plata por el papel, al principio fue raro, sobre todo, para el que lo veía o que estaba acostumbrado a otro material. “¿Vos no eras joyera? ¿No trabajabas con metal?…”, me decían. Está muy establecido ese preconcepto. Me gusta pensar en esta insurgencia de la joyería de arte que rompe con lo establecido, me gusta la sorpresa, que cuando alguien agarra una pieza mía y pregunta ¿qué material es? “¿es madera?”, suelen preguntar, y le respondo: “No, es papel”.

El que busca una pieza mía busca una pieza única. El arte, para mí, debe servir no tan solo como medio de expresión, si no también para tomar conciencia del cúmulo de experiencias que vamos teniendo.

 

“No pienso en la funcionalidad de la pieza porque lo primero que hago es un objeto que luego evoluciona hacia una pieza que puede ser un collar, una pulsera o un broche”.

 

_¿De qué tomaste conciencia a través del arte o de la joyería de arte?

_Tomé conciencia del alarmante estado de medio ambiente en que vivimos y cómo las diferencias sociales impactan en las personas son dos temas que me preocupan, más bien que me ocupo de reflexionar, analizar, discutir y plantear esto a través de mis obras. La expansión de virus que nos afecta creo que es una resultante del maltrato de la naturaleza o del medio ambiente. Y también la consecuencia de que la gente se quede sin trabajo no solo por la pandemia sino también por las crisis económicas.

Mi trabajo «Solo consecuencias» expresa la urgencia ecológica. «Delicado equilibrio» es otra obra que señala cómo se rompen los contratos sociales y qué pasa cuando uno pocos salen ganando y el resto se queda mirando.

Por este motivo, me gusta pensar que voy hacia un arte crítico, reflexivo; la joyería de arte me permite tomar posición y hacer visible lo que me conmueve. Los que elegimos expresarnos de esta forma a través del arte aportamos otras miradas para hacer visible lo que tal vez otros no quieren ver.

 

“La joyería de arte me permite tomar posición y hacer visible lo que me conmueve”.

 

_¿Qué te conmueve que te lleva a tomar posición y hacerlo visible?

_La desigualdad social, sobre todo, porque algunos tienen tanto y otros tan poco. Los problemas sociales son los que finalmente repercuten en todo. No me sirve estar bien si los que me rodean no pueden acceder a las cosas más básicas, como comer o estudiar o desarrollar sus potenciales, y encima se le echa la culpa, es tremendo. Vivimos en mundo muy desigual y hay que decirlo y la joyería de arte es un muy buen medio para expresarlo.

La materialidad de las piezas y objetos es importante en mi proceso creativo porque permite la concreción de una metáfora que facilita la transmisión de un mensaje; es el contacto entre la comunicación y el hacer.

 

“La materialidad es importante en mi proceso creativo porque permite la concreción de una metáfora que facilita la transmisión de un mensaje .”

 

_¿Ejemplos?

_En un momento el metal me permitió expresarme de una forma; en otro, el laqueado fue la mejor alternativa; hoy mi material base es el papel pero esto no significa que siempre lo será, seguramente irá mutando.

En «Laberinto» empecé a tomar conciencia de la importancia del correlato que tiene que tener la imagen y el concepto. Otra serie que fue muy importante fue «Territorios» en la que giré a una búsqueda más volumétrica, que mostré en su momento en Viste Rosario, un evento en el que fueron destacados con sorpresa varios joyeros en vez de diseñadores de indumentaria.

Y este papel de hoy es la materialidad me permite representar ese proverbio chino que indica que “En la naturaleza no hay castigos ni premios, solo consecuencias” que sintetiza la voz de alarma que quise dar con «Solo consecuencias» y lo hago con piezas hechas con papel tratado y cuerina.

En «Delicado equilibrio» me basé en el concepto de modernidad líquida del sociólogo Zygmunt Bauman que define lo fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos y sostiene que “el único modo que la paz social se mantenga es que cada individuo o grupo pueda recibir lo suficiente para que su vida sea digna”. A partir de esto me cuestioné ¿qué sucede cuando individuos o grupos se distancian del resto queriendo hacer valer derechos y privilegios que creen adquiridos y superan a los de los demás? Seguramente esto provocará incertidumbre, insatisfacción y desesperanza entre los excluidos, y tarde o temprano esas tensiones creo que estallarán generando violencia y cambios en el paradigma social. Es que capas sobre capas de políticas de libre mercado acaban dejan al descubierto la realidad de los desafortunados y vulnerables. Esto lo comuniqué con piezas hechas con papel japonés, papel amate, cartón, algo de plata 9.25 y algunas con hilo de algodón y cuerina, que tienen partes abolladas o dañadas y otras más fluidas

En la serie «Contraste» el puntapié me lo dio un texto de Julio Cortázar que reza: «Es muy importante comprender quien pone en práctica la violencia: si son los que provocan la miseria o los que luchan contra ella», que me llevó a reflexionar sobre las políticas sociales y económicas; éstas son especialmente desfavorables para las clases populares y las hunden lentamente en la pobreza, incertidumbre y desigualdad, sometiéndolos a la amenaza del desempleo crónico con cada vez más personas libradas a su suerte. Quienes son expulsados de la estructura socioeconómica por falta de trabajo y protección social sufren el mandato de la individuación e invisibilidad. Y así evidentemente la brecha entre los más ricos y más pobres crece cada vez más. Una bandera que quise levantar, alzar la voz, y la materialidad que más me sirvió para representar esto fueron las bolsitas de infusiones usadas sobre las que apliqué una pátina casi parasitaria que me permitió relacionar la falta de oportunidades y equidad con una pandemia que todo lo devora.

Un trabajo siempre reflexivo en el que la joyería de arte se convierte en un lenguaje de creación tanto como la pintura, escultura o el dibujo, y está buscando su espacio, como alguna vez lo hizo la fotografía, por ejemplo. Por eso defino o califico a la joyería de arte como insurgente, porque busca sublevarse contra lo establecido y no está al servicio del consumo y la decoración del cuerpo que la porta.

“Califico a la joyería de arte como insurgente porque busca sublevarse contra lo establecido y no está solo al servicio del consumo y la decoración del cuerpo que la porta.”

_¿Dónde encontraste espacios que le dieron valor a tu forma de crear?

_A lo largo de los años fui formándome en talleres que le agregaron mucho valor a mi forma de crear, pero sin duda el espacio que me brindó el artista joyero mexicano Jorge Manilla marcó un antes y un después en mi proceso creativo. Fue una tutoría de casi tres años a partir de un workshop que se dio en el marco de la 2da. bienal latinoamericana de joyería, y que dio origen al colectivo Caracú del cual actualmente formo parte.

Es que estaba justo entrando en una zona de confort, me cuestionaba el hasta acá llegué y necesitaba un ¿qué más? Su orientación fue interesante porque él tiene una mirada plástica que validó muchos procesos de los que no estaba segura que eran así, como el manejo del volumen, el salir del plano, el tamaño, importantes a la hora de trabajar. Y también descubrí la posibilidad de unir lenguajes como la gráfica o el collage. Estos son otros caminos para expresar lo mismo que me permite la joyería de arte. Además, pude darme cuenta lo importante que es tener en cuenta el objeto, porque en definitiva lo que estamos haciendo son objetos para llevar en el cuerpo.

 

“Estaba entrando a una zona de confort, me cuestionaba el hasta acá llegué y necesitaba un qué más.”

 

_¿Collages?

_Sí, en este momento estoy haciendo collages y libros parasitados o de artista que se van amalgamando con cada una de las temáticas que trabajo desde la joyería. Es un ir y venir entre distintos puntos de expresión.

Hay libros de artista, como el primero, «La caja verde» del francés Marcel Duchamp, hecho con cartón, fotografías en blanco y negro, telas, notas manuscritas, y dibujos. Hay otros que nacen a partir de libros y se los llama parasitados. Consiste en resignificar un libro de lectura, cortás, pegás, pintás, es un libro que se convierte en parásito de otro. En los años 60 los libros dejaron de ser vehículos de textos literarios para pasar al terreno de las artes plásticas. El parasitado es un libro único, manipulado, intervenido y evolucionado. Y me encanta, es un lenguaje súper interesante, otra forma de expresión que también tiene un punto de encuentro con otras como la joyería de arte. Por ejemplo, tengo un libro de contabilidad y terminó teniendo adentro cuentas y números que te llevaban a seguir pensando que era un libro contable, pero sino trabajo con cualquier tipo de libro que por algún motivo llegó a mis manos, puede ser un libro viejo o que me compré y no me gustó y pasó a ser parasitado. Son libros de ediciones regulares que se intervienen, en mi caso, pintando, cortando y pegando, y se convierten en únicos como mis piezas de joyería, que aunque quisiera no se pueden repetir porque es la expresión del momento y es hacia donde la forma me fue llevando. Hay libros que son táctiles, revistas ensambladas y otros formatos y otros que hacen que este tipo de libros se muy interesante como medio de expresión porque podés manifestar mucho en un espacio pequeño para hacer y exhibir.

Los libros también son parte de mi espacio de trabajo, tengo varias pequeñas bibliotecas que albergan libros de joyería y revistas de arte.

 

“Los libros son parte de mi trabajo. Tengo varias pequeñas bibliotecas que albergan libros de joyería y revistas de arte.”

 

_¿Cuáles destacarías?

_Me encanta leer y soy una amante del libro de papel. Los libros me sirven para buscar información o expresiones que sostengan lo que quiero expresar. Mi interés por lo social me ha llevado a investigar porque no es mi formación de base. Leo sociología, psicología y antropología que me aportan mucho a lo que quiero decir, me baso mucho en los saberes previos. Ahora estoy leyendo una deuda pendiente que tenía que es «Los miserables» de Victor Hugo, un libro que siempre quise leer y nunca encontraba el momento y la pandemia fue la ocasión. Leo mucho sobre arte sobre la historia del arte, como «El narcisismo del arte contemporáneo» de Valérie Arrault y Alain Troyas, un análisis hecho con un enfoque psicológico social, que también plantea cómo lo político interviene en el arte. Y coincido porque creo que todo es político, no es posible separarlo.

“Me encanta hacer libros parasitados. Se trata de otro lenguaje súper interesante, es otra forma de expresión que también tiene un punto de encuentro con otras como la joyería de arte.”

_¿Este año marcó el camino de tu proyección internacional?

_Sí, claramente. En un año tan difícil y en un contexto tan horripilante me fue bien. Entré a todos los salones en que me presenté. Y venía bien posicionada del año anterior en que participé de la 1° Edición Joya en Tránsito, de la Galería Una Página en Blanco de Valencia;  luego seguí por In my opinión, una propuesta de la galería de arte Sztuki de Legnica, Polonia; y en ese mismo año también pude estar en Art Jewelry Night of Budapest. Y el año pasado intervine en Growth & Evolution and Exhibition, la muestra de la organización oficial de joyería de arte de Beijing y gané el Growth Award; también presenté mi trabajo en de Pandemia/Pandemônio/Pandega que organizó Nucleo Joalheria Contemporanea Brasileira de San Pablo; como parte del colectivo Caracú de la mano de Jorge Manilla participé de la muestra colectiva Las cosas que no se nombran en Athens Jewelry Week y cerré el año con mi obra en la muestra Desde el taller hay algo que necesita ser contado, de Joyeros Argentinos, y en Incorporar Obra, visto en Brazil Jewelry Week. Esta última propuesta fue una experiencia virtual interesantísima en la que se cruzaron diversos lenguajes, no solo se trató de joyería de arte sino que también se manifestaron expresiones audiovisuales y performáticas, entre otras.

 

_¿Qué implica tu participación en Joya Barcelona?

_Estoy súper contenta y agradecida por la gran oportunidad brindada por su director Paulo Ribeiro quien selecciono mi obra entre los joyeros artistas que participamos de Brazil Jewelry Week 2020. Es un gran desafío porque Joya Barcelona es un espacio muy establecido y poder llegar, entrar y mostrar mi trabajo es buenísimo. Son ocasiones  que se van dando y que me permiten manifestarme o mostrar mi trabajo. Es en octubre próximo, creo, pero veremos cómo se dará o si se dará de manera presencial o virtual o mixta; es que se puede proyectar hasta cierto punto, en tanto hay que seguir trabajando, eso hago.

 

_¿Estás trabajando en una obra que se desprende de lo visto en BJW?

_En general, como tengo estas preocupaciones o, más bien, temas que me ocupan, una serie se enlaza con la otra; unas me llevan a seguir evolucionando en otras. Y la serie «Solo consecuencias», sobre el medio ambiente, está derivando o me permite ir evolucionando o profundizando. Para esto quiero hablar más sobre la fractura que produjo la pandemia que tiene mucho que ver, como mencionaba, con nuestra relación con la naturaleza y la biosfera, en la que también se desarrollan otros seres vivos; una biósfera amenazada por la contaminación que provocamos. Lamentablemente, nos manejamos como si no fuéramos responsables y como si estuviéramos aparte, en otro espacio. De cómo los seres humanos rompemos el equilibrio de ese espacio dentro del cual se desarrolla la vida hablarán las piezas en las que trabajo y seguramente el volumen será un recurso que me permitirá expresarme mucho mejor. Aún no está denominada  porque estoy en el proceso. Estoy trabajando en el concepto, estoy en la búsqueda de información mediante lecturas y luego cuando esté claro de qué quiero hablar comenzaré a generar los objetos y éstos terminarán siendo las piezas. El mismo proceso aplico para una obra gráfica o pictórica. Y para esto creo que el papel me sigue sirviendo porque estoy consiguiendo que esa materialidad propia evolucione. Estoy en otro estadio del material respecto de la última serie, y se adapta perfectamente por forma, color y textura.

 

“Como tengo en claro los temas que me ocupan, una serie se enlaza con la otra; unas me llevan a seguir evolucionando en otras. De cómo los seres humanos rompemos el equilibrio de ese espacio dentro del cual se desarrolla la vida hablarán las piezas en las que trabajo y seguramente el volumen será un recurso que me permitirá expresarme mucho mejor.”

 

_¿Cuáles eran tus materiales antes? ¿Por qué optaste por el papel? y ¿Con qué tipo de papeles trabajás?

_Opté por el papel porque me di cuenta que era la materialidad que me iba a permitir expresar lo que quería hacer por los volúmenes, texturas y colores que facilita, además los movimientos que permite con el metal no los puedo conseguir; éstos son aspectos de la materialidad súper importantes. Y de a poco, sin darme cuenta, fui dejando de lado el metal y adopté el papel. Y hace bastante que ese material se convirtió en soporte en el caso de los broches, aunque no siempre porque hay otros soportes que hacen a la funcionalidad e idea de la pieza. Y esto es importante para cuando el objeto llega hacer pieza, es decir, para que no haya interrupciones visuales, por ejemplo.

Trabajo con varios papeles, principalmente con los japoneses que son muy plásticos porque están hechos a mano, y eso es importante para mí, que sean nobles, sobre todo, en esta etapa que son reciclados, los cuales voy interviniendo y consigo otras características.

Al principio usaba cartones y similares que combinaba con estructuras particulares, como en la serie «Territorios», que se dio un mix entre el papel, el textil y la laca japonesa. O sea que la materialidad, como sostengo, tiene que ver con lo que quiero decir. Ahora la laca no me sirve porque quiero mostrar el deterioro social.

 

“Opté por el papel porque me di cuenta que era la materialidad que me iba a permitir expresar lo que quería hacer por los volúmenes, texturas y colores que facilita, además de los movimientos que se consiguen.”

 

_¿Pasaste del metal al papel?

_No, fue bastante gradual. Pasé del metal a la silicona, con la que estuve bastante tiempo, y luego al papel que lo usaba tal cual como lo recibía, solo lo combinaba o pegaba pero no más que eso hasta que cada vez exploraba más y conseguí una materialidad propia, un papel muy trabajado. Usaba papeles más duros de encuadernación, en un principio, y ahora trabajo al papel con otros materiales o los mojo, los voy interviniendo y viendo sus reacciones, los pego y más. Nunca se cómo ese papel va a llegar a ser el objeto y la pieza de joyería, porque se va transformando a medida que lo voy trabajando. Y eso es lo que me gusta del papel, el no  saber cómo va a quedar finalmente. A veces le doy un color predeterminado y a veces el mismo papel me va llevando al color. A veces, los intervengo pintándolos, aplicando otros papeles encima. Trabajo mucho con papeles japoneses que me encantan, porque son, finos o gruesos, pero súper dúctiles, y esta no es una cualidad del metal, por ejemplo. El papel se asemeja más a una tela, no por textura. Pero la materialidad de las piezas no tiene que ser siempre las mismas porque lo importante es hablar o transmitir un concepto, y el concepto y la materialidad tienen que integrarse para esto y no siempre el mismo material responde o funciona para todos los conceptos o mensajes que se quieren ofrecer. En este momento el papel me permite expresarme pero no sé si más adelante va a ser el mismo o me va a servir.

 

“Pasé del metal a la silicona, con la que estuve bastante tiempo, y luego al papel que lo usaba tal cual como lo recibía, solo lo combinaba o pegaba pero no más que eso hasta que cada vez exploraba más y conseguí una materialidad propia, un papel muy trabajado.”

 

_¿Esa intervención del papel implicó la creación de una técnica propia?

_Puede que sí, pero no quisiera decir que es propia, indudablemente tiene características o un manejo personal por la intervención, que deriva en un lenguaje más propio. Tal vez cuando trabajo con papel con pulpa se genera una técnica, pero no siempre.

 

_¿Cómo es tu lugar de trabajo?

_Mi taller está ubicado en el barrio de Villa del Parque y en él conviven en forma simultánea los diferentes mundos creativos que me interesan. Me encanta estar en el taller, es mi lugar en el mundo. Mis días comienzan muy temprano, no pasa un día en el que no esté allí y si por algún motivo no puedo hacerlo paso aunque sea un rato ahí.

Cuento con cinco mesas de trabajo cada una con historia propia. La que uso para trabajar en mi obra gráfica es la mesa de la cocina de mi infancia, la de soldar y donde realizo el armado de las piezas y objetos son dos tableros de dibujo del estudio de arquitectura de mi padre y hermana. Mi antiguo banco de joyero lo herede de un querido amigo de la familia y la mesa en la que preparo los materiales fue la mesa de comedor de una tía. Cada uno de estos espacios me permite trabajar en mis proyectos de forma simultánea. Siempre están a la vista mientras dura el tiempo en el que trabajo en ellos. Esta posibilidad me permite mirarlos, retocarlos, repensarlos. Cuando trabajo hago mucha cantidad de objetos y veo cómo van evolucionando. Al tener un taller ecléctico las herramientas con los que cuento son muchas, las típicas de un taller de joyería conviven con mi prensa de grabado, caballetes de pintura y tijeras de todo tipo y tamaño. Y muchos papeles, que voy transformando e interviniendo hasta llegar a la materialidad que me permite expresar el concepto a desarrollar.

 

“Cada uno de los espacios de mi taller me permite trabajar en mis proyectos de forma simultánea. Siempre están a la vista mientras dura el tiempo en el que trabajo en ellos. Esta posibilidad me permite mirarlos, retocarlos, repensarlos. Cuando trabajo hago mucha cantidad de objetos y veo cómo van evolucionando.”

 

_¿Estás presente en catálogos o publicaciones de joyería, como en Brazaletes, editado por Nicolás Estrada?

_Sí, un orgullo, con piezas de la colección «Solo consecuencias».

 

_¿Otros desafíos?

_Soy jurado de selección de la próxima edición de la Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea; otro rol que es un nuevo desafío, que pone en juego otras habilidades y mucha responsabilidad. Porque es muy importante lo que pasa en América Latina y creo que finalmente nos vamos a hacer un lugar, estamos abriendo un camino porque hay mucho qué decir con nuestra identidad, basta con ver la movida que genera Joyeros Argentinos, Joya Brava, Broca, Nucleo, Corpojova y muchos otros grupos, también de México, por ejemplo. Está bueno exhibir en el exterior pero también es fundamental fortalecerlo en nuestro ámbito. Y esto nos moviliza para tomar conciencia de lo que podemos hacer y decir. Está bueno que podamos generar nuestra propia feria internacional o, insisto, un espacio para mostrar lo mucho que hacemos. La pandemia nos llevó a conectarnos mucho más que cuando imperaba solo la presencialidad, no la reemplaza porque hacemos arte y no es lo mismo ver las piezas o hasta tocarlas, se genera otra experiencia. Pero la virtualidad activó la inventiva y sumamos otros lenguajes para reforzar lo que queremos decir, como el formato audiovisual en general que es otra manera de llegar. Esto es incipiente porque es un proceso.


Nota a Helen Britton

Apuntes | Notas

Soy una cuentista a través de mi arte


Elegida para elegir. La artista australiana Helen Britton tuvo la última palabra para dar el visto bueno sobre las obras que se presentaron para Schmuck, 2021, que hace más de 60 años se realiza en la Feria Internacional de Artes y Oficios de Baviera en Munich. Aunque acredita dos ediciones frustradas por la pandemia, no deja de ser el espacio internacional de joyería contemporánea más importante. A través de Nina Gassauer, relaciones públicas de la Internationale Handwerksmess,  revela su mirada, sus criterios y su obra. Opiniones y expectativas.

_¿Quién es Helen Britton?

_Empecé a estudiar arte en la universidad en Australia cuando tenía 17 años. Descubrí la joyería contemporánea bastante tarde, ya había hecho mis licenciaturas y parte de mi maestría y, como consecuencia, mis prácticas de joyería se volvieron bastante conocidas. Pero hago todo tipo de cosas: animaciones, pinturas, objetos de cemento y más. Me radiqué en Munich y usualmente paso parte del año en Australia. También estoy trabajando con mi colaborador Justin McKnight, y por ahora solo estoy en casa. Estoy muy muy obsesionada con hacer arte, paso la mayoría de mi tiempo muy metida en mi práctica, explorando posibilidades para poder comunicarme a través de mi trabajo.

 

_¿Por qué eligió Munich?

_Vine por primera vez en 1997 invitada a participar de Talente. Recién había empezado en Australia una investigación de un estudio de posgrado de tres años con el profesor momento David Walker, que sacó fotografías de lo que estaba haciendo y las mandó al concurso. Vengo de una práctica de bellas artes y encontré mi camino hacia la joyería en mi interés por sobre la construcción: construir cosas con metal o en distintos materiales, a menudo objetos pequeños y en algún punto descubrí este mundo del arte de la joyería, la joyería como un ejercicio artístico, y así empecé a integrar esto en toda mi práctica. Mis profesores insistieron en que me vaya de Australia; me dijeron: “Tenés que ir y ver el mundo; andá a Talente, echá un vistazo y, tal vez, deberías intentar y hacer allí”. Y para resumir, terminé tomando clases por un semestre. Tenía 31, así que ese era el último año que podía participar en Talente.

 

_¿Sigue conectada con Australia?

_Hay una comunidad artística maravillosa e interesante en Australia y estoy feliz de seguir conectada, que la comunidad artística continúe evolucionando y también que mi práctica sea aceptada y que haya crecido el interés por ella, particularmente, por mis dibujos, instalaciones de trabajo, objetos, además de la joyería. Es una fantástica experiencia. En Alemania, hay muchas más personas que están interesadas en coleccionar arte, apoyar artistas, es valorado por los museos, desde luego que en Europa hay museos maravillosos que están dedicados a la joyería artística. Es genial vivir en ese contexto. Pero Australia es mi hogar en todo sentido. Solo que hay una historia y cultura diferente de la práctica artística en Europa, donde es atesorada y valorada; la gente quiere tener el arte en sus vidas, es parte de lo que se hace, como ir a la ópera o al teatro o cine, comprar arte para tener en su casa porque es valioso y hermoso, y parte del aspecto positivo de la creatividad humana. Y, mientras hay mecenas maravillosos y excelentes personas en Australia, que también son conscientes de ese aspecto de las prácticas culturales, simplemente no es una parte tan grande o no está lo suficientemente entendido por toda la población en una sociedad compleja como la de Australia, es diferente. Usualmente pasaba mucho tiempo en Australia, viajaba a las exhibiciones y en este momento obviamente necesito repensar mi vida. Hay un montón de cosas positivas y cosas que aprender en este momento y disfruté que no tengo que hacer muchas cosas…, es más creo que mi preocupación es que me voy a convertir en una persona más y más introvertida, solo disfrutando de estar metida en mi práctica y pasar tiempo sola o en un círculo muy cercano de personas; pero pienso que es horrible no solo por la pandemia sino porque todo el mundo está en un punto crucial que tiene una magnitud similar a una revolución o gran guerra, realmente estamos políticamente y ambientalmente en un gran punto casi sin retorno y realmente tenemos que entender que las cosas tienen que cambiar. La verdad me da ganas de gritar y golpear cosas. Son tiempos difíciles y a veces uno se siente impotente y quiere poder dirigir a la humanidad en la dirección que cree debería ir en este momento, la humanidad debería despertarse y dejar de comer el planeta y, además, deberíamos dejar de ser horribles los unos con los otros.

 

_Su exhibición en Italia fue cancelada.

_Sí, trabajé por más de un año y fue pospuesta. Para mí era un ancla, tener esta exhibición, que lidia muchísimo con mis propios miedos, frustraciones, ansiedades, esperanzas, deseos y alegría también, sobre donde estamos, sobre mis experiencias. Hubiera sido muy significativo revelar este trabajo al mundo ahora, pero simplemente no es apropiado hacer una exhibición de esa escala que nadie puede venir a ver. Está bien mostrar por internet, pero no cubre lo que sería una exhibición real… El mundo se está revelando, veremos, no tengo idea…

 

_¿Cómo se refleja la situación actual en su trabajo?

_El arte siempre fue una manera de comunicar, hasta cuando era una niña, que me quedaba en la habitación para crear, dibujar para que luego algunas otras personas lo vieran, era como una manera de comunicarme porque no soy muy sociable, soy tímida e introvertida. El arte es una forma de comunicarme, conmigo misma, primero, para poder expresar e interpretar mis experiencias y, después, para exponerlo al mundo como una especie de plataforma social.

 

_En redes vi su campaña en favor de los koalas.

_Cuando mi país se prendió fuego horriblemente, fue bastante traumático porque no solo 3 billones de animales murieron, animales por los que realmente me preocupo, criaturas increíblemente extraordinarias, como los koalas ahora al borde de extinguirse salvajemente. Había estado construyendo jardines de piedra usando piedras descartadas por la industria del corte de piedra e hice un par de exhibiciones muy significativas llamadas «El fenómeno salvaje». Conseguí mucho material negro que en principio dejé de lado por finito, frágil, como el onix, así que empecé a dibujar un gran jardín negro para tratar de sobrellevar la situación. Eso se convirtió en el trabajo que se iba a instalar en la galería Antonio Villanueva, de Florencia, ya veremos la posibilidad de mostrarlo online. Tengo la idea de crear, entre este momento hasta cuando la exhibición se abra en tiempos mejores, de transformar este jardín negro a un jardín colorido. También es una manera de salir adelante para mí misma para sobrellevar el invierno y lo que significa en estas circunstancias.

En tanto sigo trabajando, soy consciente de lo afortunada que soy de poder enfrascarme en mi trabajo, no necesito tener una fecha de entrega o una exhibición o cualquier cosa. Estoy usando el tiempo para experimentar y explorar otras posibilidades.

 

_¿Qué le atrajo a la joyería artística?

_Estoy interesada en la joyería como fenómeno. Como criaturas evolucionamos haciendo cosas y las usamos para crear esta imagen de nosotros que luego comunicamos a otros. Nuevas investigaciones indican que la creación y el uso de la joyería fue en paralelo con el desarrollo del idioma, así que es un tipo de lenguaje en el que te comunicas con alguien de manera distinta, lo encuentro muy muy fascinante. Es algo que un individuo lleva consigo mismo y le da significado, tiene una intimidad que otras formas de arte no tienen, no te puedes distanciar de la joyería, está en vos y los usas, lo llevas contigo. Realmente disfruto de explorar ese fenómeno, observarlo y participar. No soy una contemporánea en el arte joyero que siente la necesidad de confrontar las formas tradicionales creando enormes cosas que se posan sobre la cabeza o cuelgan del cuello que no se pueden usar, creo que eso es muy interesante y hay artistas grandiosos que exploran eso. Pero hay otras posibilidades, yo disfruto de los desafíos técnicos, me gusta crear cosas, me gusta mucho el metal y el concreto como materiales, aunque no los uso para hacer joyería.

 

_Señaló que el trabajo artístico se usa en el cuerpo y entonces entra en diálogo directo entre la persona que usa la pieza y la que la mira, ¿qué espera de las personas que usan sus objetos?

_Me gustan los que llevan una pieza de joyería y les importa y la cuidan. Espero captar la atención de las personas con las historias que hay detrás de mi trabajo, historias que quiero contar. Soy una cuentista a través de mi arte. Estoy muy interesada en la vida de los materiales, en la intervención de los materiales, los materiales tienen un efecto en nosotros y nos cambian al igual que nosotros a ellos. Y espero que si alguien quiere tener una pieza de mi trabajo la integren a su imagen personal, se interesen en la historia y los materiales.

 

_¿Qué tienen de especial sus días? ¿Qué percibe?

_Veo belleza en todos lados. La belleza es un concepto muy importante para mí, y no me refiero a la belleza en la manera clásica, pero veo las cosas y me generan felicidad. Encontrar ese momento todos los días es clave y se trata de experimentar ese placer por ver algo, puede ser en cualquier lugar, como cuando esperaba el subte y veía el contraste entre los dos colores o una textura específica, puede estar en un detalle, no necesariamente en un monumento o una catedral donde todo está en armonía. Encuentro enorme placer en los detalles y las pequeñas cosas, pero también en la creatividad humana del diseño cotidiano. Y también lo siento en el cuerpo, cuando escucho música, cuando como un plato muy bueno que alguien hizo con mucho cuidado, amor y creatividad y, ciertamente, cuando camino dentro de una exhibición, aunque no se pueda por el momento. Esa experiencia es corporal no solo pasa por los ojos o el cerebro. Esto, a su vez, es una obra muy interesante: cómo las personas experimentan la joyería, de cómo el público entra en un espacio e interactúa con una obra que potencialmente luego pueden llevarse y hasta ponérsela en su cuerpo.

 

_Fue designada como curadora de Schmuck, ¿qué significó para usted y qué criterio aplicó?

_Fue un gran honor, un honor increíble. Estaba muy conmovida, muy emocionada de que me hayan convocado. No fue del todo cómodo porque odié sentir que estoy emitiendo un juicio al tener que elegir 60 obras de 700 obras, pero, por otro lado, estaba muy muy interesada en ver qué se estaba proponiendo y elegir obras que resonaban conmigo o también sentar una posición particular ante piezas auténticas y así poder reunir la gran e interesante diversidad que la joyería tiene para ofrecer.

 

_Una convocatoria en un año excepcional, ¿se reflejó? ¿Qué impresión le dejó?

_Algunas obras sí lo reflejan, pero no fue tan evidente. No tenía expectativas en ese sentido, no pensé encontrarme con de obras políticas increíbles. Los temas presentados se estuvieron construyendo durante los últimos años, hay obras libres de cualquier tipo de comentario, otras que no tenían residuo de la situación actual, lo cual es muy saludable porque no creo que sea necesario. Sobre todo, es maravilloso que se puedan ofrecer otros diálogos, otras ventanas abiertas a la gente, a la humanidad, a nuestros colegas y amigos que no estén muy cargados con la desesperanza que muchos de nosotros estamos sintiendo en este momento.

 

_¿Qué vio?

_Muchas, muchas joyas. Hermosas obras, obras frágiles, obras que estaban recién empezadas, de todo, hay obras de creadores que tal vez no entienden realmente a qué están aplicando pero fue buenísimo poder ver todas estas propuestas y hasta posiciones diferentes. Se eligieron 63 en una edición muy diversa. Cuando hice la selección, no estuvo presente el sentimiento de que el resto no es lo suficientemente bueno; uno tiene que hacer una elección y hay obras que pensé “oh es una obra genial, pero tal vez no este año”. Estaba muy emocionada y tenía mucha curiosidad de ver todas las obras, y verdaderamente espero que mi selección finalmente pueda verse. Si no elegí a algún artista que no se sienta que es porque su trabajo no es valioso; creo que también que es importante aplicar más seguido y seguir aplicando. Lo que yo hice fue elegir una perspectiva, bajo circunstancias específicas. Y lo grandioso de esta exhibición extraordinaria que se hace todos los años es que cada año se le pide a alguien diferente que muestre su perspectiva, así que nunca tiene una especie de dirección fija, entonces uno siempre tiene una chance.

 

_¿Qué tuvo en cuenta para su selección?

_Siempre me interesé en obras que se fueron desarrollando a través del tiempo, que tienen una voz muy auténtica, que se considera una contribución a nuestra escena, que de veras tiene su única e inconfundible firma, esto es lo más difícil de lograr. Lamentablemente, a lo largo de los últimos 20 años, el mundo de la joyería artística medio que explotó. Un detalle significativo: la primera vez que vine a Talente, en 1997, se hizo un after party con 30personas en un pequeño restaurante griego, y años anteriores, la saturday night party se realizó  en una cervecería entera con alrededor de 5 mil personas. Una de las desventajas de esa  explosión del mundo de la joyería artística es naturalmente la estilización, hay ciertas formas que son repetidas por artistas emergentes. Imagino razonamientos o pensamientos o comentarios como: “Así es como se hace joyería contemporánea”, “se ve un poco así”, “si lo armas de esta manera”… Así que desde luego soy muy muy sensible a ese tipo de obras. Parte de mi trabajo de selección fue ser consciente de cuánta repetición se da en la joyería contemporánea y qué tan difícil es desarrollar y mantener una voz clara y auténtica, que realmente tenga el sentimiento que el artista no tiene otra opción que hacer sus obras de esa manera para ellos mismos y no porque quieren hacer algo que se vea como joyería contemporánea.

 

_¿Se sintió conmovida?

_Sí, si absolutamente, fue muy conmovedor, muy emocionante tomar una decisión por tantas personas. La Handwerkskunst und Design auf der Internationalen Handwerksmesse es un espacio o plataforma de lanzamiento muy importante, y no se tiene en cuenta si se estuvo anteriormente; obviamente, si se está ahí por primera vez siempre es muy emocionante como un creador emergente. Hice mi mejor esfuerzo al mirar los trabajos, obviamente conozco muchas de las obras así que ese aspecto anónimo no siempre funciona porque a veces es muy claro quién lo hizo. También, pude descubrir nuevas obras que no había visto nunca antes y eso fue muy emocionante.

 

_¿Podría dar detalles de esas obras que vio por primera vez?

_Vi muchas obras y me dio curiosidad detenerme y volverlas a ver una vez que pude leer con detenimiento las declaraciones del artista o averiguar detalles sobre los materiales. Y lo hice y resultó fue bastante emocionante. En algunos casos en un principio pensé: “¿Qué diablos es eso?”, pero hay algo que me llevó a pensar: “Oh wow, no se qué es eso, ¿qué es? ¿de qué está hecho?”, y te da ganas de seguir buscando respuestas más adelante. Este proceso es maravilloso, mágico, además una gran contribución al campo de la joyería.

 

_Tiene una historia muy larga, vio a muchos artistas llegar a través de los años y posiblemente irse. Desde su punto de vista, ¿qué se necesita hoy para sostenerse o ser exitoso en la joyería artística?

_No sé qué significa ser exitoso, ¿qué se necesita para ser exitoso en estas circunstancias? ¿qué te tomen en cuenta, qué te noten o tomen nota de tu trabajo? Creo que lo importante es pegarla con lo que se hacen, es decir, que al final del día puedas poner las cosas sobre la mesa y que la obra gane autonomía y hable de una manera en la que sienta que está viva y ya no tenga control sobre su vida o desarrollo. Eso es el éxito para mí y es lo que siempre estoy persiguiendo, hacer obras que no me necesiten más, que puedan tener su vida en el mundo como un objeto autónomo; poder advertir eso, aprovechar y reconocer las piezas que de verdad se manifiestan de esa manera es muy bueno. Como una artista independiente en estos tiempos, mucha gente puede ver y decir: “Wow sos muy exitosa”, pero es un camino muy difícil y arriesgado y nunca fue tan así como ahora.

 

_¿Qué se puede esperar de Schmuck? (consulta anterior a la cancelación)

_Espero que una vacuna… Todos esperamos que la feria tenga lugar, es nuestra máxima esperanza, porque Schmuck reúne a miles y miles de personas de todo el mundo. Se pueda hacer o no es un evento que se caracteriza por poder concentrar la joyería de todo el mundo, especialmente de juntarse todos, de ver a viejos amigos y colegas o encontrarse con nuevos amigos, es decir, conectar con las personas, discutir ciertas cosas y es todo un alboroto buenísimo. Cada año, hay hasta 100 exhibiciones y eventos satelitales alrededor del show y esto es solo una parte de esta gran feria. Así que solo espero que suceda, en Munich, analógicamente, como en la vieja escuela, con personas y que nos podamos tocar.


Brazil Jewelry Week

Apuntes | Notas

"Los joyeros alertan a través de sus obras. Sorprenderán en estos momentos sombríos"


Pasado mañana comienza la segunda edición de Brazil Jewelry Week un evento que se presenta como una experiencia virtual con el tema Incorporar Obra. Una semana extendida, que se desarrollará del jueves 3 al domingo 20, con la organización de las joyeras Chrissie Barban y Miriam Mirna Korolkovas, que también actúa como curadora junto con el artista Jorge Manilla.

Con una plataforma especial creada para el evento, los artistas y sus seguidores podrán ver exposiciones, participar de charlas, conferencias y otros shows audiovisuales. La muestra principal se exhibirá hasta el miércoles 23.

“Buscamos atraer a un público que se interese en el consumo de obras de arte que se llevan en el cuerpo. Creemos que revelando el trabajo meticuloso y creativo del joyero, que construye y materializa en camino hacia su identidad, potenciamos este arte latinoamericano. Este año, más que ningún otro, se necesita del poder transformador del arte”.

“Apostamos a la capacidad de transmitir sensaciones. Invitamos a todos a participar de este encuentro que este año, como ningún otro, necesita del poder transformador del arte”, dice la joyera Chrissie Barban, una de las principales mentoras de esta semana, quien señala que se dedicará a “la expresión artística del joyero contemporáneo, el cual consagra el arte con destreza, sensibilidad y conexión con las cuestiones que provocan e instigan. Con el ‘incorporar trabajo’ pretendemos promover al artista poeta autor, que siempre está atento a la verdad interna de sus concepciones; a ese joyero que sueña en profundidad y que muestra emociones contenidas en las obras que desvela”.

Esta semana extendida, que se desarrollará del jueves 3 al domingo 20, cuenta con la curaduría de Miriam Mirna Korolkovas, una de las pioneras en joyería contemporánea de Brasil, quien ha abierto caminos desde la década del 70 no solo allí sino que también se ha destacado en el exterior. Suma aún más con la intervención del joyero de origen mexicano Jorge Manilla, denominado embajador de BJW. Tiene, asimismo, el apoyo del Núcleo Joalheria Contemporânea, una organización dedicada a la difusión de la joyería contemporánea.

Este año nos manifestamos a través de un formato online que será difícil de dejar, porque nos proyecta al mundo y nos permite tomar contacto con joyeros e interesados en la joyería contemporánea de todo el mundo. El canal digital hoy es necesario e imprescindible y pretendemos seguir sosteniéndolo. No es una website habitual sino que ofrece una experiencia en línea. La idea es facilitar el encuentro con el joyero y su obra, consultarle sobre su proceso creativo, entender su innovación en la técnica o en el uso de materiales, conocer su obra en detalle, que lo inspiró y ese encuentro es una celebración para nosotros. La idea de BJW es generar un espacio de exposición y venta también, ya que buscaremos atraer a un público que se interese en el consumo de obras de arte que se llevan en el cuerpo”, indica Barban.

Las joyeras explican que proponen “una acción receptiva a nuevas experiencias y vínculos; que se juega por la disolución de fronteras en favor de la conjunción de países vecinos. Solo integrados, enfrentaremos el estancamiento, la incertidumbre y la indecisión. Entendemos el escenario actual, pero no nos dejaremos sucumbir”. En ese sentido, Korolkovas precisa, que “los joyeros alertan, disputan e  inventan a través de sus obras. Sus expresiones sorprenderán en estos momentos sombríos que estamos atravesando”.

“Es necesario crear para comunicar, crear con compromiso, emoción e inteligencia. La voz latinoamericana me intriga, quiero ver cómo materializamos las creencias de nuestros antepasados con los sabores del presente” agrega Manilla.

Si bien Brazil Jewelry Week se constituye como un encuentro internacional de joyería contemporánea de Latinoamérica, también participan artistas de Europa. Se trata de 67 joyeros de ocho países: además de Brasil, intervienen de Colombia, Chile, Argentina y México y, del mismo modo, lograron atraer a joyeros de España, Italia y Portugal.

Entre los argentinos, están Carmen Romero, Gabriela Nirino, Lena Echelle, Patricia Mogni, Paula Castro, Rafael Luis Álvarez, Roxana Ciorda, Roxana Casale y Susana Ortíz.

Con sede en Brasil, esta jewelry week arrancó el año último para inspirar “nuevas experiencias conductuales y estéticas del acto de adornar. Nos interesa reunir a artistas contemporáneos para difundir, fortalecer y consagrar el potencial creativo de los joyeros, creando diálogos experimentales para renovar y reinventar conceptos, materiales y técnicas. Durante la primera edición, realizada en San Pablo, BJW contó con 85 expositores, de los cuales 70 eran artistas brasileros y 15 internacionales, con una importante presencia latina; la intención fue  reconocerlos e intensificar el círculo de relaciones con los consumidores, al tiempo que ese primer encuentro permitió explorar nuevos mercados”.

Una relación que se proponen profundizar y estrechara pesar del formato digital o, más bien, gracias a él. En la plataforma de la segunda edición, cada artista tendrá su propia página para mostrar hasta cinco piezas en la galería, dando más protagonismo a cada joyero. Además de esta colección, se mostrará un contenido audiovisual con el backstage y lo que llaman “rituales de producción creativa que cuentan la historia detrás de las joyas”.

A partir del tercer día, el evento tendrá una semana de intensa agenda online, con actividades: conferencias, charlas, diversos shows audiovisuales y talleres que serán transmitidos mediante herramientas virtuales. Al mismo tiempo, la exposición de las colecciones de cada artista permanecerá en línea en la plataforma durante 20 días, hasta el miércoles 23 de este mes.


Entrevista a Nicolás Estrada

Apuntes | Notas

Los libros también son como una pieza de joyería


Entrevista a Nicolás Estrada

Por Delia Alicia Piña

 

Encontró a la joyería sin buscarla, en Barcelona, donde comenzó su formación que completó en la Hochschule de Idar-Oberstein. Quiere que una joya lo conmueva, emocione, sorprenda, llame su atención. Ese es el criterio que aplica para publicar y también para crear.

Se trata de uno de los más importantes editores de joyería contemporánea, que consiguió recopilar miles de innovadores aros, collares, anillos y, recientemente, brazaletes. Y los reúne en una serie de libros de colección que resulta una amplia muestra de lo que está aconteciendo en el mundo de la joyería de autor durante la última década, desde una visión global.

Como joyero le gusta hacer un poco de todo. “Considero que cada material tiene su momento, su estado de ánimo apropiado y sus tiempos”. Y varía entre el tallado en piedra, usar metales, aleaciones, trabajar en madera y mucho más.

Destaca que ha tenido oportunidades en las que pudo acumular experiencias y estar bien preparado para todas estas sorpresas que la vida depara. En estos meses pandémicos, se inventó un proyecto al que llama 99 días, sobre el cual sigue trabajando: un anillo por cada uno de los días que duró el primer confinamiento en Barcelona. Sus perspectivas, vivencias y creaciones.


_Estudiaste negocios y marketing y luego joyería, dos disciplinas que parecen muy disímiles ¿o no?

_En los 90 estudié Administración de empresas con un enfoque en Marketing y negocios internacionales en Boston. En 2000, cuando llegué a Barcelona, mientras hacía una maestría en marketing, hice joyería también. Es un arte que siempre me había llamado la atención, pero al que nunca me había dedicado. Allí tuve tiempo para mí por primera vez y algo de claridad en mis preferencias. En Colombia había empezado a estudiar ingeniería electrónica y después me pasé a administración de empresas. De ahí me fui a los Estados Unidos a seguir con mis estudios de negocios. En Barcelona encontré la joyería sin buscarla. Y en la escuela Massana descubrí un universo maravilloso que desconocía por completo, fue como entrar en otro mundo.

Luego en Alemania volví a tener tiempo, pude volver a enfocarme, disfrutar de la vida e inspirarme. Descubrí el maravilloso mundo de las piedras preciosas en este rincón alemán tan extraño como de otra dimensión. Y también fue bonito. En Idar-Oberstein viví unos de mis mejores años y conocí gente especial. Fue un privilegio poder hacer un paréntesis a los 40 años.

 

_¿Integraste el marketing y la joyería en la edición de libros de joyería?

_Yo creo que siempre estoy aplicando todo lo aprendido en todo lo que hago. Me gusta mucho acumular experiencias, estar bien preparado para todas estas sorpresas que nos va dando la vida.

 

“Me gusta mucho acumular experiencias, estar bien preparado para todas estas sorpresas que nos va dando la vida”.

 

_¿Cómo incursionaste en el mundo editorial?

_Joaquín Joaquín Canet, el director de Promopress/Hoaki, me invitó a hacer un primer libro en 2008. Eso era algo que nunca me había planteado, una de esas oportunidades que la vida me fue dando y las puertas se fueron abriendo.

 

_¿Tu primer libro de joyería contemporánea fue un éxito en ventas, ¿por qué creés que se dio ese fenómeno?

_Porque el libro quedó muy bien hecho, la selección fue maravillosa y el equipo de diseño, promoción y ventas de la editorial hizo y hace un trabajo fenomenal.

 

_¿Los tuyos fueron los primeros libros en su tipo? ¿Cómo concebiste ese formato?

_No, para nada. Hay colecciones maravillosas de Lark: la serie 500, por Marthe Le Van, que fue pionera, y es espectacular. Además de otras recopilaciones como The Ring (2000) por Sylvie Lambert para RotoVision; la increíble colección de libros por Anne Van Cutsem para Skira: A World of Rings (2001), A World of Earrings (2001), A World of Bracelets (2003), y también A World of Necklaces (2004) por Anne Leurquin.

 

_¿Con qué criterio elegís las joyas que publicás?

_La fotografía que recibo es muy importante, siempre trato de puntualizar que para los libros no busco piezas espectaculares, busco fotografías espectaculares de piezas espectaculares. Nunca sé de antemano cómo voy a hacer la selección, ni cómo va a quedar el libro, ni cómo lo voy a dividir. Es un proceso que se inicia una vez terminada la convocatoria, cuando recibo todo el material y empiezo a seleccionar lo que visualmente llama más mi atención. Lento, como todo en mi vida profesional.

 

“Para los libros no busco piezas espectaculares, busco fotografías espectaculares de piezas espectaculares”.

 

_¿Tus libros marcan la tendencia que se ve en la joyería contemporánea?

_Es la moda la que va por tendencias: el color amarillo para esta temporada, el rojo para la próxima. Yo nunca pensaría que hoy la tendencia es madera y para el próximo semestre es plástico. Me parecería muy triste que los joyeros nos ciñéramos a las tendencias de moda para diseñar o que seleccionáramos un material porque alguien que usó ese material ganó un premio. Me gusta pensar que la joyería es tan relevante ahora como lo fue antaño. Sólo diría que mis libros muestran el tipo de joyería que se hizo a un nivel más o menos global en un espacio de tiempo más o menos específico, pero no creo que definan ninguna tendencia.

“La edición de los libros es un proceso, en el que selecciono lo que visualmente llama más mi atención… Trato de que todos los lenguajes estén representados… Busco joyería que emocione”.

_Tratás de tener una mirada global de la joyería contemporánea; es decir, que tus ediciones sean representativas de la joyería que se hace en todo el mundo?

_Sí, me interesa mucho enseñar una muestra global, trato que todos los lenguajes estén representados.

 

_¿Cómo ves la joyería latinoamericana? ¿Seguís la joyería que se hace en tu país? ¿Qué opinás de la joyería contemporánea argentina?

_Es muy raro catalogar la joyería por zona geográfica en un mundo que está cada vez más globalizado. No veo la joyería como un partido de fútbol en el que Argentina juega mejor que otro equipo, tampoco como una competición económica en la que Latinomérica pelea por salir de la pobreza y la corrupción… Mi país, yo nací en Colombia, pero he vivido 20 años en Barcelona. En Medellín desconocía la joyería que conocí en Barcelona. Mi espectro de la joyería trata de abarcarlo todo y es lo que trato de hacer desde mi Instagram, que afortunadamente no permite agrupar ni por país, ni por género, ni por amigos o conocidos. En la selección que hago para los libros tampoco voy anotando seleccionados por país. Sigo los trabajos de los joyeros que me interesan, y muchos de ellos no sé de donde son geográficamente porque eso es irrelevante para mí. Me sorprende tanto el trabajo de la joyera coreana como el del joyero costarricense, y eso es exactamente lo que busco: joyería que me emocione independientemente de haber sido realizada en la Patagonia o en el Sahara. Estas fronteras geográficas, estas banderas, estos nombres de países los considero innecesarios. Me cautiva la joyería independientemente de sí es argentina, colombiana, latinoamericana, europea o asiática.

 

“Las fronteras geográficas, estas banderas, los nombres de países los considero irrelevantes e innecesarios. Me cautiva la joyería independientemente de sí es argentina, colombiana, latinoamericana, europea o asiática”.

 

_¿Qué porcentaje representa lo publicado en relación a lo investigado; por ejemplo, 400 collares de cuántos vistosa?

_Todo es un gran proceso. Redacto una convocatoria que dura unos 120 días y difundo en redes. También mando muchos mensajes a joyeros cuyo trabajo me gustaría que apareciera en el libro. Al principio recibía poco material, después del segundo libro todo cambió radicalmente: para Collares recibí unas diez mil imágenes, para Broches unas siete mil y para Brazaletes casi cinco mil.

 

_¿Trabajos de qué argentinos están reflejados en tus libros?

_De muchos. No llevo un recuento por país, ni género, ni edad… Me interesa mucho que los libros abarquen un espectro amplio, pero no hay cuotas. Sin embargo, como para muchas personas esto es importantísimo (tal vez lo más importante), cada libro, en la breve biografía que cada uno de los participantes lleva, enseña el lugar de origen de cada participante y el lugar en el que reside.

 

_Segmentás tu propuesta editorial por piezas: aros, collares, anillos, brazaletes, ¿por qué?

_Por supuesto, porque es como se llaman los libros. Porque me parece interesante y es como me ha gustado trabajar. Ahora esa segmentación por piezas es una colección de joyería que abarca un espectro grande: son cinco temáticas que han sido muy bien cubiertas. Podrían ser también cinco capítulos de un gran libro que se ha ido formando durante una década y que abarca el gran espectro de la joyería.

 

“La segmentación por piezas es una colección de joyería que abarca un espectro grande: son cinco temáticas que han sido muy bien cubiertas. Podrían ser también cinco capítulos de un gran libro que se ha ido formando durante una década y que abarca el gran espectro de la joyería”.

 

_¿Cómo se gestó tu última compilación es sobre brazaletes? ¿Qué muestra?

_Era una temática que no habíamos considerado con la editorial porque creíamos que no habría suficientes creadores de brazaletes como para hacer un libro interesante. Tampoco creíamos que fuera una temática interesante para los seguidores de las publicaciones. Pero afortunadamente estábamos equivocados en las dos apreciaciones, la respuesta a la convocatoria fue masiva, y me siento confiado de que este libro se va a vender muy bien.

Brazaletes presenta más de 400 piezas diseñadas por 200 joyeros seleccionados entre más de 900 artistas internacionales. Esta colección de brazaletes de todo el mundo y estilos completamente diferentes sorprenderá a los lectores por su frescura, diversidad de enfoques y materiales -como oro clásico, plata y piedras preciosas, además de papel, madera, plástico y resinas- y por su colorido. Esta obra constituye una amplia muestra de lo que está aconteciendo en el mundo de la joyería de autor y es parte de nuestra serie actual, que ofrece una visión global de la joyería contemporánea.

Brazaletes incluye los prefacios de Barbara Schmidt, artista y profesora alemana, directora de la Academia de Diseño de Múnich; y de Helen Britton, artista australiana residente en Múnich, reconocida internacionalmente y ganadora de múltiples premios de joyería contemporánea.

 

“Esta obra constituye una amplia muestra de lo que está aconteciendo en el mundo de la joyería de autor y es parte de nuestra serie actual, que ofrece una visión global de la joyería contemporánea”.

 

_¿Tus libros se consiguen en Argentina?

_Por supuesto, la distribución es a escala mundial, sin embargo, el cuándo es la gran pregunta, ya que la situación actual ha hecho que todo cambie. Promopress/Hoaki tiene una excelente distribución en Argentina; en circunstancias normales, los libros se podrían conseguir en cualquier librería que cuente con una sección de arte. El problema es que, con el Covid, hay muchas librerías cerradas y eso impacta mucho en la vida del libro. De todas formas, la editorial tiene presencia en las grandes cadenas, en Yenni-El Ateneo, Cúspide, especialistas como Índigo Libros y Mercado Libre para venta online.

 

_¿Tu próximo proyecto editorial?

_No lo sé, el actual apenas va terminando. Yo voy poco a poco.

 

_¿Cómo compaginás tu trabajo como editor y con el de joyero?

_Como se compagina todo en la vida, sacando tiempo para cada cosa. También hago entrevistas a joyeros, doy cursos de joyería, conferencias de joyería. Disfruto de la variedad en mi mundo cerrado.

 

_¿Cómo definirías tu trabajo en joyería?

_Cuidadoso y muy trabajado. A veces impactante. Empecé con semillas de tagua y armas. Prefiero todo: el tallado en piedra, las aleaciones, el uso de metales y el trabajo en madera. Me gusta trabajar un poquito de todo. Considero que cada material tiene su momento, su estado de ánimo apropiado y sus tiempos.

“Me gusta trabajar un poquito de todo. Considero que cada material tiene su momento, su estado de ánimo apropiado y sus tiempos.”

_¿Compartís tu taller con Karim Oukid, ¿hacen trabajos juntos?

_Sí, compartimos taller hace muchos años. Nos ayudamos mucho, compartimos mucho, conversamos mucho, nos alabamos, nos damos ánimo y nos criticamos, y tenemos una gran amistad, pero no hemos hecho joyas juntos. Además en el taller se hace coworking con otros joyeros.

 

“El conocimiento y la comprensión de la herencia cultural del pasado es lo que me ayuda a comprender el presente y entrever el horizonte”

 

_¿He visto que aprovechaste creativamente la cuarentena, ¿cómo fue ese proceso y con qué resultado? ¿cómo son esas piezas?

_No mucho, me deprimí bastante y se me desbarató el mundo, como a mucha gente. No soy en nada parecido a los influencers que hicieron doctorados, aprendieron idiomas, pusieron sus cuerpos atléticos, se reinventaron, se salieron de su zona de confort, rompieron paradigmas, escribieron libros y encontraron el éxito durante el confinamiento. Y hubo un momento en el que ya había tomado demasiado alcohol, había disfrutado del tiempo libre, me había destrozado la espalda haciendo unas rutinas de ejercicio estúpidas e innecesarias y, como lo de escribir libros y hacer doctorados no me fluía, pues me puse a crear que es lo que se hacer. Y, para no enloquecerme al vislumbrar un futuro oscuro, me inventé el proyecto 99 días, en el que sigo trabajando: un anillo para cada uno de los días que duró el confinamiento en Barcelona.

 

_¿Entre hacer joyería o editorializar sobre joyería, ¿qué elegís?

_No elijo, me siento muy cómodo con todos los proyectos en los que me involucro, de lo contrario no los consideraría. Cada uno me hace crecer como persona y me aporta un montón como creador, a los libros también los considero como una pieza de joyería.

“Me puse a crear porque es lo que se hacer. Me inventé el proyecto 99 días, en el que sigo trabajando: un anillo para cada uno de los días que duró el confinamiento en Barcelona.”