“Mientras somos testigos de cómo los profesionales de la salud dan lo mejor a la comunidad, arriesgando su vida por nosotros, queremos buscar una forma de honrarlos. Deberían recibir una medalla, una ofrenda entregada en agradecimiento y devoción. En algún momento esta crisis pasará y habrá tiempo para agradecerles por todo lo que hicieron. Nos proponemos entregar a la mayor cantidad posible de trabajadores de la salud una medalla inspirada en un ex voto tradicional para marcar también ese momento en el que podremos entrever el futuro”, proponen Iris Eichenberg y Jimena Ríos, maestras joyeras que lanzaron Hand Medal Project.

Una iniciativa que surge del deseo de agradecer y para eso invitan a todos los joyeros del mundo a que hagan medallas para entregar al personal de salud. “No hay plata ni nombres en ninguna parte del camino. Medallas y joyeros van a quedar registrados en una página web para que los trabajadores de la salud puedan rastrear su medalla y conocer al autor y el alcance del proyecto”. Si les interesa participar, hasta fin de octubre hay tiempo y tienen que registrarse para recibir la información correspondiente en https://www.handmedalproject.com/.

Coronavirus-Destruccion Kintsugi-Reparación, el último trabajo de la artista Susana Cabrera que experimenta con la técnica japonesa de reparación de cerámica y la lleva a otras artes: sobre dibujos en tinta sobre papel de arroz y fotos deconstruidas aplica hilos de láminas de metal dorado o plateado a la hoja a modo de reparación. La tarea de reparar también la ejerce a diario como médica psiquiatra, y este método con que experimenta en los últimos meses lo proyectó a la joyería contemporánea: sobre semillas de China esculpidas aplica kintsugi y laca japonesa y ofrece llevarlas con un cordón de PVC.

Una iniciativa para exteriorizar la indignación y reparar de manera simbólica desde el oficio de la joyería. Frente a la violencia ejercida por el Estado chileno ante el estallido social del 18 de octubre último, latente en la actualidad, un grupo de joyeros sigue convocando a expresarse por las víctimas que sufrieron el impacto de balines y balas por parte de carabineros que aun disparan contra la cara de la gente.
Están invitados a donar sus piezas joyeros, orfebres y artistas de todo el mundo. “La meta es llegar a reunir tantas piezas como ojos dañados registrados al momento: 352. El objetivo es hacer una intervención urbana, que consistirá en la unión de las piezas para adosarlas en el muro frontal del Centro Cultural Gabriela Mistral –por esto se pide que se trabaje en cualquier material resistente a la intemperie-, ubicado en la avenida O’Higgins, la principal arteria de Santiago de Chile, pospuesta hasta después de la cuarentena por la pandemia”, explica la joyera Liliana Ojeda. Interesados, comunicarse vía IG en @lojoyas y @arandartee

Además, otros joyeros, como Andrea Silva, propone: “Nos sentimos con la obligación de aportar desde nuestro hacer a la causa, creando piezas que simbolicen esta mutilación”.

“La Ciudad nos une. Nuestro reciclado tiene mucho que ver con Buenos Aires, más allá del origen de lo que encontramos o usamos es algo que llegó acá de alguna manera”, dicen Laura Leyt, de Leyt-motiv, y Marcela Muñiz y Valeria Hasse, de Tota Reciclados, de su último trabajo Buenos Aires Trash Treasures, un proyecto de suprarreciclaje interesante. “Recorremos las calles, levantamos objetos, registramos fotográficamente espacios, esquinas, paredes, materiales y los reinterpretamos para representar nuestra idiosincrasia”, señalan. Ahora tienen en común el uso de materiales. Leyt incorporó chapas tiradas en las calles que “hablan de cómo somos los que vivimos en esta ciudad”, y también revela los textos escondidos en las bolsas al jugar con la superposición en capas de los plásticos en una colección que llama Plasticeno. Y las Tota, además de sus clásicas composiciones, suman con una serie de collares a partir de corbatas de seda vintage intervenidas con diversos objetos encontrados que se vinculan al textil a través de relaciones morfológicas o cromáticas y en su superposición cuentan una pequeña
historia.

Taller Eloi es la primera escuela de formación completa de joyería contemporánea y después de la cuarentena por la pandemia abrirá sus puertas en esta nueva categoría. Nació en 2013 como un espacio para enseñar el oficio de joyería y generar proyectos que usen esta disciplina como medio de expresión artística. «Ofrecemos cursos regulares anuales, seminarios técnicos intensivos y talleres con las referencias de la joyería mundial», dice Jimena Ríos, directora de la nueva Escuela Eloi, que también funcionará con un programa integral de 3 años. “El objetivo es que los alumnos reciban una formación lo más completa posible tanto en la técnica clásica del oficio como en el desarrollo creativo de un lenguaje propio. Las clases de historia y teoría del arte van a ser el punto de partida y el pilar desde donde se construirá toda la formación. Los alumnos del programa oficial podrán optar por materias optativas (técnicas textiles, enfilado de perlas, grabado, remaches, punto peruano, electroformado, cera, etc.) y podrán participar de los seminarios de profesores internacionales. La escuela está dirigida tanto para quienes no tengan ningún tipo de formación previa como para quienes ya tengan conocimientos pero necesiten darle un orden y aprendizaje más completo y profundo”, destaca la maestra.