Entrevista a Rodrigo Acosta Arias

Apuntes | Notas

Lo mío es la joyería textil con la impronta de deconstruir y construir


Entrevista a Rodrigo Acosta Arias

Por Delia Alicia Piña

 

Afirma que la joyería textil lo define, la disfruta y se lo identifica por ella. Y elige hacerla en negro porque se siente más a gusto y puede comunicar mejor su discurso. Ese que tiene que ver con aceptarse tal cual uno es, más allá del cuerpo y del género.

Rodrigo Acosta Arias, mendocino, diseñador de la UBA, joyero, residente en Valencia donde desarrolla su obra, cuenta cómo sorteó la pandemia y consiguió revertir su efecto mediante un trabajo introspectivo y resiliente.  “Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre”.

Deconstruir, desestructurar y volver construir es un ejercicio que realiza a diario, no solo con sus piezas de joyería sino con su propia vida. “Cuando lo podés vivir, hacer y plasmar en un material es una catarsis maravillosa”, afirma.

De cómo transforma al textil en joya, para qué y en qué formato. Su obra, proyectos y su próximo paso por Buenos Aires, donde dictará workshops intensivos sobre «La joyería, el objeto y el cuerpo» en Taller Eloi.


_¿En este parate pandémico finalmente pudiste hacer esa revisión que planteaste hace un año?

_Este parate me vino bien para replantearme mi vida personal, que se movilizó y mucho. Me permitió frenar, pensar y mirar hacia adentro porque venía de una vorágine de correr de feria en feria, de exposición en exposición, encastrando una cosa tras otra sin descanso y todo se pinchó como un globo. Y del acelere con una gran carga horaria y trabajo a full, entonces (marzo de 2020) preparando la muestra de Munich, respondiendo a los pedidos de la feria de Milán para intentar de relanzar mi marca Acosta en plata pasé en caída libre a nada; el corte abrupto me provocó una sensación de vacío muy fuerte.

No obstante, seguí adelante con la invitación de la joyera sueca Karin Roy Anderson para exhibir los últimos fragmentos de «La necesidad de la oscuridad» en Four Gallery de Gotenburgo, donde por entonces no había muchas restricciones. Fue una presentación virtual, en ese momento inusual y muy raro, sobre todo, porque perdíamos eso tan enriquecedor que tienen las muestras de joyería que es el encuentro, el intercambio personal de percepciones, impresiones y opiniones.

 

“Este parate me vino bien para replantearme mi vida personal… Me permitió frenar, pensar y mirar hacia adentro porque venía de una vorágine”.

 

_Aprendimos a ser resilientes a la fuerza.

_Sí. A pesar de todo, este desgraciado paréntesis resultó, de alguna manera, un evento positivo. Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre creciente, porque como todo artista soy autónomo y si no trabajo y produzco no me puedo sostener; bueno, después hubo ayuda estatal al sector y se acomodó un poco. Y me di cuenta que seguir creando me ayudaba a transitar este momento crítico. Aunque en 2021 volver a repetir la experiencia de cancelaciones y el poco movimiento se sintió, resintió… Sin embargo, tomé la decisión de seguir creando, de crear para mí o para compartir no por la presión de tener que hacer.

Estuve trabajando a partir de libro «El camino del artista: un sendero espiritual hacia la creatividad» de Julia Cameron y me ayudó a trabajar sobre mí mismo, a darme cuenta que aparte de que crear sana, está bueno crear sin un objetivo, sin que sea para este o tal concurso, expo o galería. No está mal hacerlo con este fin, pero está mejor que fluya y que sea más natural, aunque luego se comparta.

Un trabajo introspectivo, reflexivo que me llevó a retomar el camino de investigar mucho, de leer sobre el tema que quería trabajar, con cuestionamientos muy personales. Fue liberador, sobre todo de presiones y obligaciones, que facilitó crear por crear. Y confirmé que pase lo que pase sigo siendo un artista más allá de la movida de las galerías y concurso, que, de todos modos, espero retomen en cantidad y variedad para todos porque son muy estimulantes.

Además, con la pandemia aprendimos nuevas herramientas digitales que nos permitieron comunicarnos y reinventarnos. Me costó mucho porque, como mencioné, tengo la sensación de que se pierde la magia del contacto y acercamiento cara a cara. He dado charlas, y muchos las han usado para dar clases y lo entiendo porque no se puede estar parado casi dos años, pero prefiero tomarme ese tiempo para algo más personal sin dejar de reforzar mi marca.

 

“Sostener la creación me permitió sanar y calmar la incertidumbre creciente.”

 

_Volviste a tus inicios.

_Sí. Trabajé mucho para mí y eso me permitió volver al principio, cuando hacía una pieza única y no había manera de reproducirla porque era muy personal con mucha simbología. De esa manera volví a esa raíz, a sentirme muy libre.

 

“Trabajé mucho para mí y eso me permitió volver al principio, cuando hacía una pieza única”.

 

Trabajo introspectivo sanador

 

_¿Participaste de un grupo de investigación y reflexión para un trabajo en conjunto?

_No, es un grupo en el que cada uno hizo un trabajo personal sobre el bloqueo creativo. Y lo hice no tanto por cierta traba o por una búsqueda de mi camino artístico, porque lo tengo bastante recorrido y claro, sino para encontrarme e intercambiar con diferentes personas que pasan por situaciones similares, con las mismas inquietudes, problemas y dilemas.

En esta mitad de año mi gran trabajo fue analizarme como persona con un discurso artístico muy trabajado que obviamente sale de mi sentir más profundo, pero me saqué ese traje de artista para ver qué pasaba sin ese discurso. Fueron encuentros en los que compartí, a través de esos doce capítulos que hablan de la inseguridad, bloqueos y la abundancia, entre otros;  muy fructíferos, que se terminaron reflejando en el trabajo. La intención era que cada uno lo trabaje de manera personal y lo comparta, pero me ha ayudado a entender mi recorrido, lo que estoy haciendo, dónde estoy parado y sobre todo lo que quiero a futuro con mi obra artística y al final con mi vida, porque de eso se trata.

 

“Participé de este grupo de reflexión para encontrarme e intercambiar con diferentes personas que pasan por situaciones similares, con las mismas inquietudes, problemas y dilemas”.

 

_¿Y qué querés para tu obra artística?

_Quiero seguir en este camino de crear sin tener obligación de hacerlo. Y eso supone estar en constante creación, está bueno vivir la vida de manera creativa más allá de lo que hagas, artista o diseñador o escritor, etc. Pude definir y confirmar que quiero seguir con mi obra, con mi discurso cada vez con un tono más personal, sobre todo, porque creo que mi situación tal vez puede ayudar a otros que transitan por las mismas sensaciones. Cada vez estoy más seguro de que quiero seguir con mi propuesta de joyería textil, porque me define, la disfruto y se me identifica con ella.

 

“Quiero seguir con mi propuesta de joyería textil, porque me define, la disfruto y se me identifica con ella”.

 

_No te planteaste cambiar.

_Sí, en estos meses me lo pregunté. Y sin duda el decidir por sostener mi lenguaje textil con los mismos o parecidos recursos me fortaleció. A veces las galerías te piden cambios de escala o piezas con determinadas características, pero no quiero convertirme en una máquina de hacer a pedido. Lo mío es esto: la joyería textil, con una impronta determinada, la de deconstruir y construir. No tengo que adaptarme a lo que los otros quieren que cree. Para eso está mi marca más comercial, en la que tiendas y clientes plantean o piden y respondo sin tanta libertad, porque tiene que funcionar y vender, aunque sí con una propuesta definida, claro. Ahora me concentro en colecciones pequeñas según temas que me interesen.

La pandemia me permitió volver a enfocarme en este proceso de profundizar, investigar y documentarme, y en apelar a referentes, sin tener que distraerme con tener que sacar 10 piezas en un mes porque es un pedido. Ahora, me tomo el tiempo para decidir y dejar fluir; y si solo salen 4 o 5 piezas que resultan de una propuesta interesante buenísimo.

“Lo mío es la joyería textil con la impronta de deconstruir y construir… Ahora me concentro en colecciones pequeñas según temas que me interesen”.

_Estás más presente en tu obra.

_Sí, ahora hasta pude estar más presente a nivel corpóreo, yendo un poco más allá consiguiendo jugar entre la performance y la joyería textil, explorando otros campos.

 

_Tu clave es desestructurar, deconstruir hasta en tu vida.

_Sí, sin duda este ejercicio de deconstruir y desestructurar está muy presente en mi obra. Es una práctica diaria a la hora de trabajar, más allá del dinamismo y la simplicidad que propone la corriente artística del constructivismo a la que adhiero y me atrae. Es parte de mi vida porque me deconstruí y me he vuelto a construir con los grandes cambios que hice en mi vida. Y al día de hoy me sigo deconstruyendo y construyendo nuevamente como hago con mi obra, que deshago para darle al material una nueva estructura.

Pero más allá de la deconstrucción formal, que se ve con el manejo de las formas en la obra, se da en mi discurso, en lo que pienso y digo, y muestra que estoy en constante evolución y cambio, saliendo de la zona de confort aunque asuste; creo que todos estamos un poco en eso en la vida. Y cuando lo podés vivir, hacer y plasmar en un material es una catarsis maravillosa.

Todos mis trabajos hablan de mi vida, de lo que siento o pienso, es muy autorreferencial. No tengo una joyería con un discurso social, que quizás lo tiene, pero no es un reivindicativo social.

 

“Me deconstruí y me he vuelto a construir con los grandes cambios que hice en mi vida”.

 

El negro como color identificativo

 

_¿La ausencia de color en tu obra a qué responde?

_Comencé trabajando con el blanco y era un desafío porque en lo personal nunca lo usaba, por ejemplo, en la forma de vestirme. Trataba de que ese tono, y máxime con el tipo de material, que eran antiguas camisas, queden lo más impolutas posible, perfectas. Tenía muy grabadas las palabras de mi madre que me decía que si no era muy prolijo no iba a poder ser buen costurero. Lo hice por desafío más que por una identificación. Y cuando surgió el negro, que fue en la colección «La necesidad de la oscuridad» me sentí a gusto, tuve una sensación de identificación muy fuerte.

En ese momento, me propuse hacer color y comencé a investigar con el material que tenía, camisas que me regalaban. Me di cuenta que no me servía para comunicar lo que quería, y no es que no sabía combinar colores sino porque no sentía que vibrara. Entonces volví al blanco y me di cuenta que necesitaba ver la luz de otra manera. Decidí entintar las piezas, y esto se correspondió a un momento personal en el que estaba en esa oscuridad o encierro y en el que necesitaba estar en oscuro para ver la luz desde adentro. Necesité crear esa sensación de oscuridad que supone luz al final del camino; este fue un proceso en el que comencé por vislumbrar hasta ver claramente la luz.

Y esa obra es la que iba a estrenar en Munich 2020 y que terminé por presentar en Gotenburgo. Evolucionó en un proceso en el que, en pleno encierro, comencé a hacer un velado en las piezas con el blanco entremedio que habla de lo que ocultamos y dejamos ver con las transparencias entre el negro y el blanco.

 

“Necesitaba ver la luz de otra manera; necesitaba estar en oscuro para ver la luz desde adentro.”

 

_¿En tu última colección «Anomalías» de alguna manera volviste al blanco?

_Quería trabajar con blanco porque partí de un vestido de novia de los años 70. Me enfrenté a esta pieza y decidí acercarme interactuando generando una performance para hablar un poco de la identidad, de quién soy, del género que hoy está tan presente con el debate de la ampliación de derechos. Hice una prueba en blanco, gris y volví al negro y tuve una sensación de pertenencia muy fuerte, no porque el negro sea mío en exclusividad, por supuesto, sino porque me identifico mucho. Y esas piezas resultaron como un fragmento de mi persona, de quien soy, cómo soy, cómo me visto, etc., son mi proyección.

Y el nombre es porque se considera a una anomalía como cambio con respecto a lo previsible; lo que resulta diferente. E investigando sobre identidad y género, leí mucho sobre el mito del cuerpo equivocado y me preguntaba cuál es el concepto que manejan las nuevas generaciones. A través de un trabajo reflexivo me cuestioné quién sería hoy si hubiese tenido otra educación: hombre, mujer, transgénero? Entonces advertí que esas anomalías como lo diferente se dan naturalmente desde el nacimiento, y no tiene por qué modificarse lo que se siente naturalmente.

Con la puesta performática de «Anomalías» quise reivindicar el uso de ropa más allá del género y lo hice con el vestido de novia del 77 -el año en que nací- de la madre de una amiga con la que compartimos el taller del que hablé. Para su dueña ese vestido no fue un símbolo de lo que se considera que representa naturalmente y lo iba a tirar. Se lo pedí con la intención de hacer algo, en un principio, como siempre, para rescatar retazos con los que iba a deconstruirlo y luego armar otra pieza.

Pero tuve la sensación de haberlo hecho y decidí sentirlo, usarlo, para meterme en él y percibirlo. Y esto lo dejé en evidencia con un registro fotográfico realizado en un bosque, como un espacio natural virgen. En ese contacto sentí esa bajada de línea de que esto es de mujer y no podés usarlo, pero me di cuenta de que sí podía usarlo, no en el sentido de vestimenta. Y a partir de esta performance comenzó el proceso de creación.

Entonces, las piezas no son circulares sino amorfas, anómalas, irregulares, con textiles de los vuelos del vestido, de líneas orgánicas, envolventes, que para mí representaban partes de una mujer. Es una obra sin definiciones claras para dejar que la gente lea lo que quiera leer, lo que sienta.

Son cinco piezas en la que sumo metales, latón y plata, en los cierres de bastidor y en el sistema de los broches y colgantes. Son pocas piezas porque fue la dosis justa de sanación porque sentí que con ellas ya podía cerrar ese proceso y al llegar sentí la vibración de ese cambio. En su momento pensé que iba a cerrar el ciclo del negro con «La necesidad de la oscuridad», pero no fue así.

Siempre entendemos la anomalía como algo negativo y quise darle la vuelta para mostrar que lo anómalo y diferente puede ser positivo o por lo menos para mí.

Y resultó de un proceso particular en mi vida que transité en estos meses de pandemia. Por la ansiedad que me generó, esta obra me sirvió para hacer un trabajo meditativo. No hay una sustracción del vestido sino que fui descosiendo todos los vuelos, los medí, entinté, luego los volví a coser para generar el efecto deseado. Tras descoser y hacer una costura detallista, hice mis característicos bastidores a medida. Este tipo de trabajo no lo hice anteriormente, fue un trabajo más visceral, en el que traté de concentrarme y resultó como  un mantra tranquilizador. Le sumé un trabajo de diseño, pero más que nada rescato lo que esta obra me aportó en todo mi proceso de sanación y bienestar personal. En esta obra el proceso personal fue más importante que el creativo aunque éste terminó ganado en el resultado que exhibo.

“«Anomalías» es una obra sin definiciones claras para dejar que la gente lea lo que quiera leer, lo que sienta.”

_¿A qué referentes apelás?

_A mis referentes deconstructivistas: el japonés Junya Watanabe y la creadora Rei Kawakubo de Comme des Garçons, la camada de diseñadores belgas, con Martín Margiela a la cabeza, o el californiano Rick Owens, un vanguardista del no género. O los exponentes de la arquitectura deconstructivista de fines de los 80 con las ideas de fragmentación, procesos no lineales, la no polaridad, el caos controlado. O el arte ready made, con diseñadores que trabajan en la mezcla de materiales. O artistas del arte textil como Sheila Hicks o Magdalena Abakanowicz. O utilizar las prendas como representantes del cuerpo como Louise Bourgeois y Chiharu Shiota.

Y también, obviamente, me refiero y observo mucho, en el día a día, al salir a la calle; recorrerla es muy influyente, y el intercambio de gente de otras generaciones y con otras ideas o pensamientos, más todavía.

Voy absorbiendo todo esto en mí y de alguna manera me enfoca o se convierten en disparadores de mi trabajo. Es la sumatoria de una mirada visual y mi punto de vista más introspectivo, personal o espiritual, si se quiere, que deriva en una mezcla casi inconsciente y definitoria de mi obra.

 

“Observo mucho al salir a la calle; recorrerla es muy influyente y el intercambio con gente de otras generaciones y con otras ideas, más todavía”

 

Reafirmación textil

 

_Renovaste tus votos con el textil y el negro.

_Sin duda, me reafirman como artista sin cerrarme a otras opciones, claro. Hago joyería textil, lo reafirmo y me identifico como parte de ese colectivo. En «Anomalías» está muy presente la deconstrucción y el plegado textil, cual piel arrugada; y sí, hay más trabajo de diseño.

 

“Hago joyería textil, lo reafirmo y me identifico como parte de ese colectivo.”

 

_¿Asignaturas pendientes?

_Dedicarme a profundizar más en la investigación textil. En el campo de la joyería textil, ya hay muchos que desarrollan un discurso de intervención. Me siento más cómodo en la deconstrucción y manejando el textil más puro o tal cual, sin mucha invasión para dejarlo que hable por sí solo. Cuando quise ir un paso más allá advertí que no dice lo que quiero decir, que no habla bien de mi trabajo. Será que no es lo mío, porque desde que arranqué en esto quise contar de otra manera con la joyería textil.

Mi desafío es ofrecer algo diferente tanto desde la técnica y como desde el discurso.

 

“Me siento más cómodo en la deconstrucción y manejando el textil más puro o tal cual, sin mucha invasión para dejarlo que hable por sí solo.”

 

_¿Qué es lo diferente?

_El textil está presente pero es una excusa para contar algo más profundo que tiene que ver con lo que siento como persona. Y esto fue más evidente desde «Rito Cardíaco» hasta «Anomalías».

En mi obra se ve la camisa o ahora, en esta última colección, el vestido, modificado con tratamientos y colores, sin llegar a una intervención que lo haga desaparecer o destruya, solo porque sirven de soporte para reforzar mi discurso, para contar algo distinto. Y por esta manera de trabajar, de trabajar el textil se me reconoce.

 

“El textil está presente pero es una excusa para contar algo más profundo que tiene que ver con lo que siento como persona.”

 

_Sumás otras expresiones, con la reciente performance y ¿ahora también cerámica??

_Me sumé a un proyecto de cerámica de unos amigos y surgió hacer torno y en ese momento fantasee con aprender otras técnicas para aplicarlas, como lo hice en un principio con el mix de textil y metal, y luego con la dupla del textil y la madera, también investigué con porcelana y tela.

Pero me interesaba que mis manos toquen otros materiales y texturas solo para enriquecer lo que estoy haciendo. Está bueno sentir que las manos pueden trabajar con otras técnicas y dominarlas.

Lo mismo me pasó con mi marca, «Acosta en plata». Una vez hice un curso de titanio en la escuela Fábrica 12, donde trabajo, y me dije listo esto lo guardo en un cajón hasta que tiempo después lo abrí y advertí que podía ser una salida interesante.

No obstante, con la cerámica solo se trató de practicar y alimentarme desde otro lado, no desde lo utilitario. No siempre todo lo que se hace tiene que tener una utilidad o un valor para un fin; se tiene que poder hacer algo por el simple placer de experimentar nuevas sensaciones.

Fue solo, y no es poco, por tener una experiencia creativa interesante. Solo el proceso de hacer en sí mismo siempre es enriquecedor.

“Se tiene que poder hacer algo por el simple placer de experimentar nuevas sensaciones.”

_¿El tipo de joyería que hacés aplica a otras tipologías?

_He intentado llevar mi joyería a otras tipologías, a aros, por ejemplo, y sentí que lo estaba forzando, no sólo la pieza en sí y el material, sino su relación con el cuerpo. La parte del cuerpo sobre la que más trabajo es el pecho, donde van broches y colgantes. Parecería que se limita el espacio con solo estos dos tipos de piezas pero no porque mi objetivo artístico no es generar más despliegue para otros usos sino, insisto, comunicar o dar a conocer un discurso distinto.

 

“Mi objetivo artístico no es generar más despliegue para otros usos, sino comunicar o dar a conocer un discurso distinto.”

 

_¿Proyectos?

_A propósito de las escalas y formas, tengo en mente trabajar piezas más grandes que tengan que ver con la escultura, no con una pieza portable.

Respecto de «Anomalías» proyecto presentarla en exposición. Tras las dos últimas cancelaciones de Schmuck, hay que ver qué pasa en octubre que es el mes de Joya, pero seguramente será el año que viene de manera presencial, tal vez aquí, a propósito de que Valencia es la capital europea del diseño, en Melting Point 2022, cuando gustaría compartir la performance en fotografías, porque online ya lo he hecho en redes. Veremos, con lo que pasamos aprendí a proyectar mes a mes, el resto es especulación, no tiene sentido.

Se está reactivando el circuito de ferias y exposiciones internacionales. Y Los Ángeles Art Show 2021 fue una oportunidad para mostrar mis piezas de la serie «La necesidad de la oscuridad».

 

“Tengo en mente trabajar piezas más grandes que tengan que ver con la escultura.”

 

Proyectos en la mira

_¿Seguís con el proyecto de «La belleza de la vida cotidiana», en el que liderás un colectivo joyero argentino?

_Un proyecto interesante también previsto para la frustrada edición de Melting Point. De todos modos, seguimos con las tutorías online y asesorías a pedido, pero quedó abierto. La intención es retomarlo de manera presencial, tal vez el año próximo y finalmente presentarlo. Muchas movieron su obra hecha en otras instancias.

Sigo con Taller Eloi, siempre estamos en contacto. Acepté con gusto ser uno de los tutores del exterior de la escuela, en mi caso de primer año; por ahora pudimos hacer una masterclass porque por mi forma de trabajar me cuestan las clases online sobre procesos creativos o investigaciones sino se complementan con presenciales. Veremos ahora en mi paso por Argentina si se da, pero es complicado porque viajo por cuestiones familiares directo a Mendoza

 

_¿Das clases?

_Sí en una escuela privada de Valencia que se llama Fábrica 12, en la que doy clases de técnicas, en particular de modelado en cera, y algún workshop de textil. Aquí gusta mucho la técnica no hay tanto interés por lo proyectual; muchos quieren hacer aunque no se cuestione para qué o por qué. Creo que falta entender que está bueno que tenga un sentido aprender una técnica de joyería y que permita crear un discurso propio para no calar por calar o soldar por soldar.

En un futuro no muy lejano me gustaría tener un espacio propio con laboratorio textil, además de uno de metal. Me interesa investigar y enseñar técnicas textiles, pero sobre todo lo que puede generar un trabajo textil más allá de la técnica, es decir, hay que profundizar en el aporte personal que permiten los procesos creativos.

 

“Hay que profundizar en el aporte personal que permiten los procesos creativos.”

 

_¿Cómo va «Acosta en plata»?

_Voy bien, a pesar de la pandemia. Es una marca que, desde sus inicios, hace 5 o 6 años aproximadamente, está cada vez más consolidada. Reparto mi tiempo entre ambos proyectos.

«Acosta en plata» es una herramienta económica que también me permite crear. Es difícil, porque del arte de la joyería muy pocos viven, la gran mayoría se sustenta dando clases. Y también porque justo cuando estaba tratando de ampliar la firma, sin buscar que se convierta en una marca de mucho volumen, claro, sobrevino la pandemia. Ahora se está reactivando. Mis potenciales clientes están en el norte de Europa, como Alemania, Bélgica y Francia.

Es una propuesta con un diseño más geométrico, en plata, algunas con baño de oro o acabado con negro, y ahora titanio. Son piezas artesanales que se hacen mediante un proceso mecánico y he sumado corte láser en mix con fundición, no son piezas hechas cien por ciento a mano. Y el tiempo me da porque son proyectos chicos no en grandes cantidades.

Estoy tratando de disfrutar más de lo que hago, porque claramente la vida es algo más que trabajar y trabajar.

 

“Estoy tratando de disfrutar más de lo que hago, porque la vida es algo más que trabajar y trabajar”


Cronograma de Exposiciones de la Bienal

muestras de la Bienal Latinoamericana de Joyeria Contemporánea

La tercera edición de la bienal latinoamericana presentará y reeditará exposiciones que podrán verse en simultáneo desde cualquier lugar


Anillo de la Ira Vicky Biagiola para Las cosas que no se nombran;

broche Sol de Marita Sario para Las cosas que no se nombran;

broche Heridas de Fabiana Gadano para Híbridos Salvajes;

collar de Jessica Morillo para Híbridos Salvajes;

collar Apacheta de Patricia Mogni para Híbridos Salvajes;

broche Coautora de María Pía Panzica para Desde el taller;

brazalete Primer Gesto Iona Nieva para  Desde el taller:

Collar Aiken de Patricia Iglesias para Mi Territorio Mi Identidad


Vania-Ruiz-Casa-Kiro-La-joyeria-de-autor

Mariposas solidarias

Vania-Ruiz-Casa-Kiro-La-joyeria-de-autor

La joyera chilena Vania Ruiz relanza su campaña con la ONG América Solidaria


Un cinco por ciento de las ventas de toda la colección se donará en favor de niños y adolescentes necesitados.


Taller de la Escuela Hermética de Joyería, de Manuel Nieto

Escuela Hermética de Joyería

De visita | Escuelas

¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?

Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta  la Escuela Hermética de Joyería.

Cuál es y dónde queda. La Escuela Hermética de Joyería ahora está ubicada en el barrio de Palermo. Su nombre alude a “aquello que solo saben unos pocos, los  que han sido iniciados en los oficios de forma hereditaria, de abuelos a padres, de padres a hijos…”, explica Manuel Nieto, fundador y director, que abre este espacio a cualquier interesado solo mediante un proceso de admisión.

Y lo fundamenta: “La EHJ es una escuela de exigencia, cuyo objetivo principal es formar a profesionales del arte de la joyería. Profesionales en el sentido holístico, lo cual implica formarlos tanto en el banco de trabajo como en las relaciones que supone la actividad. Creemos que es necesario conocer el lenguaje de los metales así como conocerse a uno mismo. Es preciso explorar las posibilidades que tenemos para ser, cada cual a su ritmo, sin prisa pero sin pausa.

«Para esto, la escuela ofrece un programa de aprendizaje global con una duración de tres años. Los alumnos se relacionan con las máquinas, hasta aprenden a escuchar sus sonidos, aprecian los útiles al tacto y, por supuesto, desarrollan diversos proyectos (herméticos) entre los que destaca su propia línea de negocio”.

Con el estímulo como recurso

Cómo es. La escuela se concentra en la atención personalizada con un número limitado de alumnos que comparten “determinados rasgos de talento, actitud y aptitud”, en diversos talleres: Sacado de Fuego, Engarce, Fundición, Esmaltado, etc.

Qué se enseña. La enseñanza se desarrolla en el tiempo que cada alumno le dedica. “Proponemos diez principios y el primero es el del estímulo. El director de EHJ cuenta que el proceso de aprendizaje se desarrolla a través de la producción de joyería, en la que el alumno no solo diseña una pieza sino que también diseña su packaging, selecciona su público objetivo, elabora un plan de producción y lleva adelante una estrategia de venta.

“Paralelamente y, en simultáneo, adquiere nuevos hábitos y costumbres (herméticas) que elevan su performance vital. La EHJ enseña excelencia en todos sus campos y empezamos por cultivar el estímulo”, plantea.

“Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.”, dice el director de la EHJ.

Modalidad de trabajo. “De forma natural y fluida, el alumno participa de la vida diaria del taller. Mediante distintas entrevistas con el director y profesores, se canaliza la  corriente creativa del alumno, se lo guía en su necesidad de manifestarse a través de la joyería y comienza a tomar contacto con la materia prima, como primer acto de manifestación externa de lo que sublima de lo interno”.

Habilidades que se aprenden. “Dependen de los intereses y capacidades de cada alumno. Las habilidades que se adquieren abarcan desde la técnica joyera más precisa hasta el manejo de la propia imagen.

“Además, la escuela estimula las habilidades intrínsecas de cada alumno, con el fin de facilitar su proceso de construcción interna como profesional”.

Escuela orientada al negocio

Meta. Su director señala que la EHJ es una escuela orientada al negocio. “Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.

«Su principal meta, es obtener más y mejores recursos, incluido el económico, con el fin de dotar al interesado de las herramientas necesarias para centrar su atención en su proceso creativo, tanto interno como externo”.

Perfil. Nieto indica que la escuela no apunta a quienes se plantean la joyería como un hobby sino a quienes quieren “expandir su negocio y ganar más”.

Y se dirige directamente al decir: “Si lo que buscás mediante la joyería es hacer de tu existencia una joya, este es el lugar adecuado”.

A los interesados, les plantea algunas definiciones: “Hay que invertir en uno mismo para después obtener un retorno positivo de la acción…; el talento es el poder de consecución con mínimos recursos…; una pieza maestra es aquella que brota siguiendo los patrones de la naturaleza, obteniendo el mejor resultado posible con el mínimo indispensable…”

Actividades.

Comenta que el aprendizaje en la EHJ es “holístico” y se desenvuelve principalmente en el espacio del taller principal. En condiciones adecuadas, visitan diferentes galerías de arte, participan de seminarios y conversatorios, entre otras actividades. .

Taller de la Escuela Hermética de Joyería, Manuel Nieto
Herramientas del Taller de la Escuela Hermética de Joyería, Manuel Nieto

“Poner el foco en Latinoamérica y validarnos es importantísimo”

Apuntes | Notas

Poner el foco en Latinoamérica y validarnos es importantísimo


En 15 días finalmente comienza la III Bienal Contemporánea de Joyería Latinoamericana, pospuesta en 2020 por la pandemia. A partir de este año acontecerá en distintos lugares de Latinoamérica y podrá verse en vivo y simultáneo a través de una plataforma digital exclusiva: labienal.ar a la que se podrá acceder desde cualquier lugar del mundo a partir del próximo martes 17.

Sus organizadoras, las joyeras Laura Giusti y Paula Isola, dan detalles de las novedades y explican por qué mantienen el suspenso en el anuncio de los premios del concurso principal «Abran Cancha», que se comunicarán el día de la inauguración.

El calendario completo de exposiciones y actividades, y datos de cómo se puede participar en esta actualizada edición.

La Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea se da como respuesta a la necesidad de mancomunar un recorrido identitario de creación, reconocimiento y validación de nuestro arte.

“Ayuda a crear caminos y descubrir intereses comunes, fomentar el deseo del encuentro y del trabajo colaborativo”, dicen Laura Giusti y Paula Isola, organizadoras de este evento, que suma propuestas de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, México, donde esta vez se realizarán las distintas exposiciones.

También habrá piezas contemporáneas de creativos de Israel, Dinamarca y Canadá. En total, esta bienal dará a conocer más de 570 obras.

La multiplicidad de sedes, más allá de Buenos Aires, y su acceso a la distancia mediante una plataforma online especial son sus principales novedades.

En esta tercera edición participarán 70 artistas joyeros -seleccionados de 139 concursantes- que presentarán 114 piezas de joyería contemporánea -elegidas de entre 275 piezas- en el concurso principal. Las habituales jornadas de reflexión se realizarán entre el sábado 18 y domingo 19 de septiembre.

El martes 17, a las 19, se transmitirá la inauguración del concurso en directo, se anunciarán los premios y se lanzará la plataforma que exhibirá las 25 exposiciones simultáneas, las cuales se abrirán el día de su respectivo estreno tal como hubiese acontecido de manera presencial.

Esta vez habrá suspenso. El anuncio de la premiación se hará esperar. Habitualmente se conocía con anticipación pero esta vez, como no se otorgarán en una ceremonia presencial, se mantendrá en suspenso hasta el día de la inauguración de la Bienal.

Lo que se otorgará además del primero, segundo y tercer premio del concurso «Abran Cancha» es el Premio Joya Argentina y, en esta tercera edición, el público podrá votar a su joya favorita del concurso.

La joyera Paula Isola es una de las incansables impulsoras de este acontecimiento cultural. Cuenta que la bienal es resultado de construcciones que se gestan en conversaciones e intercambio de ideas y opiniones, como resultado de un interés por ampliar la difusión de la joyería contemporánea.

Es una iniciativa de Joyeros Argentinos, la asociación que reúne al más importante colectivo de artistas locales.

Las primeras actividades tenían como fin exponer y mostrar el trabajo que se desarrolla en nuestro país sobre esta disciplina. No solo para llegar al público sino para poder estar en los museos en busca de su apoyo o espacio.

“De la muestra «Caleidoscopio», la primera expo internacional de Joyeros Argentinos, realizada en el «Simposio Area Gris» en México, en la que participaron 42 artistas; luego con «Tiempo», en 2013, la primera itinerante que arrancó en la Ciudad de Buenos Aires, siguió en Tucumán y finalmente pasó por La Plata, a «Figuraciones», en 2015, que se hizo en Buenos Aires, Santiago y Valdivia, se buscó mostrar no solo lo que hacen los argentinos para los argentinos sino comunicarnos y establecer lazos con otros países vecinos y latinos que estaban trabajando en joyería, por eso en esa expo invitamos a Joya Brava.

“Esa experiencia fue un hito en nuestro recorrido porque cruzamos la frontera y fue entonces cuando volvimos con la idea de dar un paso más. Así surgió la idea de armar una bienal y latinoamericana”, explican.

La bienal se apoya en dos pilares: una es el concurso principal y la otra son las exposiciones simultáneas que cada vez son más.

En la primera edición de 2016, además del concurso principal hubo 7 exposiciones con 70 participantes. En la segunda edición se pasó a 150 participantes en 23 exposiciones, “un boom”, dicen orgullosas, y anticipan que en la edición que ya viene se efectuarán 25 muestras.

Un evento súper interesante que, como pasa en toda gestión de arte, demandó un trabajo importante y detallista. Ni bien terminamos la primera comenzamos a organizar la segunda convocatoria y al terminar la edición de 2018 ya teníamos propuestas para la siguiente, que estamos inaugurando en días. En ese momento, tomamos conciencia de la importancia que había adquirido este encuentro. Los joyeros latinoamericanos estábamos necesitando estos espacios de intercambio y difusión”, precisa Isola.

Laura Giusti es la otra organizadora de este acontecimiento joyero. Opina que “está bueno mirar lo que pasa en otros continentes y participar de otros concursos, pero también está bueno vernos a nosotros mismos y tratar de entender qué son las cosas que nos movilizan, de qué queremos hablar.

“Y de esto se trata la bienal, de mostrar trabajos joyeros y de poder reflexionar sobre nuestra actividad, para lo cual están las jornadas en las que queremos para integrarnos, conversar y discutir sobre nuestra práctica y sobre los conceptos que hacen a nuestra identidad latinoamericana”, resalta Giusti.

Tercera edición novedosa

La tercera, en suspenso por la pandemia, se llevará a cabo entre el 17 de agosto hasta el 17 de octubre. “Tomar la decisión de finalmente realizarla implicó rever el qué y cómo de un trabajo de dos años de gestión de espacios, premios y muchas otras cuestiones. Y como no queríamos que nos pase lo mismo que el año último la bienal se plantea de manera distinta con muchas novedades”.

Laura Giusti recuerda que el primer concurso que organizó Joyeros Argentinos en 2010 para artistas argentinos fue uno de los primeros en Latinoamérica y uno de los primeros en la región que atrajo la atención en el ambiente joyero.

“La mirada hacia afuera es cultural y considera más valiosa la mirada externa que la propia. Poner el foco en Latinoamérica, vernos entre nosotros y validarnos entre nosotros es importantísimo.

“Nuestro trabajo merece ser validado por nosotros mismos, no necesitamos de un juicio externo. Y en eso nos concentramos y trabajamos para poner en valor el trabajo de los joyeros latinoamericanos, además nos proponemos generar lazos de comunicación y visibilización”, remarca Giusti.

En las jornadas de reflexión de la bienal habrá ponencias de todos los países participantes no solo del concurso.

“Estas generan una corriente de energía muy positiva y estimulante, de mucha euforia, con mucho por decantar y, sobre todo, se dan lazos que perduran y producen nuevas sinergias, proyectos y diálogos”, agrega.

Y comenta que en las tres bienales, con los concursos «Vecinos», «Puentes» y «Abran Cancha» se puso el eje en las relaciones, aunque las convocatorias tienen temas de libre.

“En esta próxima el tema de abrir cancha que acá venimos implica un sentir más latinoamericano que nunca”.

Estos concursos están pensados para latinoamericanos que viven en cualquier parte del mundo o para residentes en Latinoamérica independientemente de su nacionalidad. El resto de las propuestas de la bienal no tiene limitación.

Siempre tienen dos jurados: uno de selección y otro de premiación que evalúa las piezas a la vista y en mano, aunque “esta vez habrá jurados del exterior que analizarán a través del contacto directo de otros, siempre con un intercambio enriquecedor”, aclaran, e indican que los premiados de las distintas bienales provienen de los diversos países participantes, como Chile, Colombia y Argentina, con una muy interesante variedad de miradas dentro de la joyería latinoamericana.

Entre las actividades, además de las exposiciones simultáneas y las jornadas de reflexión, se cuentan las charlas, los talleres y en la edición anterior hasta hubo un desfile.

Qué ofrecerá labienal.ar

Labienal.ar es una plataforma diseñada especialmente para este evento que reúne en un mismo sitio todas las actividades que se realizarán durante los dos meses de la bienal, cada una con un espacio especial:

Uno para el concurso «Abran Cancha»; otro para los artistas participantes del concurso con datos de contacto de cada uno; uno especial para los jurados de selección y premiación; los patrocinadores de los premios también tendrán su espacio. Y, por supuesto, para cada una de las 25 exposiciones simultáneas que tendrán sus respectivas fotos, textos y videos.

Los artistas participantes de las exposiciones simultáneas, también con datos de contacto, tendrán lo suyo; lo mismo, los espacios que acompañan a las exposiciones de forma presencial y virtual; de igual modo, las jornadas de reflexión con cuatro módulos temáticos; los talleres organizados por artistas, gestores culturales y patrocinadores; por otra parte, las conferencias y, asimismo, las actividades que organizarán los responsables de las diversas exposiciones.

En la plataforma se anunciarán las actividades de cada semana y las inauguraciones se abrirán al público a medida que se estrenen. Todas las actividades son libres y gratuitas, a excepción de los talleres organizados por los artistas.

Desde todo punto de vista

Otra de las novedades de esta renovada edición será la activa participación del público. Hasta el 1° de octubre tanto el público en general como los participantes de la III Bienal podrán votar su obra preferida dentro del concurso «Abran Cancha». Un voto por persona.

Para poder votar, hay que registrarse en la plataforma, que es donde se emite el voto. El enlace para votar estará en cada pieza. Todo a partir del martes 17.

“Lo nuevo de esta bienal nos lo deja esta pandemia. A pesar de todo lo terrible nos dio la oportunidad de crecer y, a partir de ahora, las bienales van a poder suceder en distintos lugares de Latinoamérica.

“Esta propuesta amplía el alcance y la participación porque las exposiciones simultáneas pueden acontecer en cualquier lado y se compartirán dentro de la plataforma”, apunta Isola.

Va a haber 6 exposiciones en Chile, 3 en Brasil, 1 en Colombia, 3 en México y 12 en Argentina, que se van a inaugurar en distintas ciudades pero verse en simultáneo en la plataforma de la bienal.

“Esto nos parece súper interesante porque es mucho más accesible para los expositores que podrán realizar sus exhibiciones en su propio país y no tienen que venir a Buenos Aires. No obstante, la plataforma nos permite ver todo. Todos podremos ver todo, estemos donde estemos.

“En esta oportunidad, algunas exposiciones se realizarán en forma presencial en distintas galerías aunque se podrán ver de manera virtual. Esperamos que en la próxima edición tengamos una explosión de museos y otros espacios ocupados por la joyería contemporánea en todo el continente”, augura.

Y ya lograron que ese espacio que era de Argentina se extendiera a toda Latinoamérica, por ahora  a través de Chile, Colombia, Brasil y México. “Hay mucha gente trabajando en estos y otros de la región y está bueno trabajar juntos y construir entre todos”, añade.

Ante la consulta por el paso hacia la digitalización de este evento cultural, las joyeras comentaron que decidieron pasar a la virtualidad ante las conocidas complicaciones sanitarias por la pandemia e investigaron las mejores posibilidades para un espacio virtual adecuado a su proyecto.

“Advertimos que era más interesante que perdurara como una fuente de datos interesantes para consultar por parte de todo el mundo. Por eso, decidimos hacer un desarrollo especial con un plataforma que incluye muchas páginas: la del concurso, los artistas del concurso, cada una de las exposiciones simultáneas con sus respectivos artistas también, la de las jornadas y las conferencias, y se podrá acceder de manera libre y gratuita.

“Este es un gran cambio, que se da como consecuencia de un proceso resultante del diálogo con los participantes”, puntualizaron.

Cronograma en simultáneo

La bienal durará dos meses con un interesante cruce de experiencias y trabajos a pesar de la pandemia.

El calendario de actividades es el siguiente: http://www.lajoyeriadeautor.com/cronograma-de-exposiciones-de-la-bienal/

calendario de la III Bienal

Manos a la obra

“Se trabaja tanto como demanda la cantidad de exposiciones que incluyen a diversos colectivos artísticos. Desde hace semanas ya están manos a la obra preparando sus exposiciones y subiendo sus trabajos para que todo esté listo” en esta cuenta regresiva de días para este gran evento joyero.

Entre las oportunidades pandémicas, Isola destaca que antes no tenían una conexión tan directa con el otro trabajando por la bienal sino recién cuando el trabajo estaba listo y colgado en la exposición.

A pesar de que hoy la conexión es virtual es muy fuerte ver como todos mancomunados a full, juntos subiendo material en tiempo real”.

Como joyeras, Paula Isola y Laura Giusti también participan en distintos grupos que expondrán. Y entre sus múltiples tareas mencionan: “Además de que podemos ver en vivo y en directo cómo desde distintos lugares de Latinoamérica están trabajando en las expos de la bienal, también intervenimos en muestras en los colectivos a los que pertenecemos.

“Es que este es un trabajo colaborativo gestionado por todos y cada uno de los grupos, que siguen los instructivos especialmente preparados para que cada equipo pueda poner en línea lo suyo y funciona bárbaro. También hacemos el seguimiento de cada uno de los responsables de subir las muestras de la bienal. Es un trabajo intenso y emocionante”, detallan.

Trabajo colaborativo

El equipo principal que gestiona la bienal va más allá de Joyeros Argentinos porque “depende de qué es lo que toque hacer, sea como socios de JA o como alumnos de los talleres joyeros que exponen, por ejemplo.

“Y no nos limitamos en actividades, estamos tan abiertas que hasta, por ejemplo, en la última edición aceptamos y promovimos la realización de un desfile urbano por las calles de Palermo presentado por Taller de Metales de Florencia Gargiulo, el cual resultó una experiencia increíble”, destaca Giusti.

La bienal no termina a los dos meses porque continuará de manera itinerante. Este año también se prevé repetir la experiencia, en la medida de las posibilidades, más allá de Buenos Aires. Pero en esta ciudad la muestra principal estará fija entre marzo y abril de 2022 en el Museo Nacional de la Historia del Traje.

En la segunda bienal se llevó la muestra del concurso «Puentes»  al Museo de Arte Decorativo de Rosario, “siempre con el objetivo de superar el límite de nuestro espacio propio”.

Y también continuará porque toda la información de la bienal en línea quedará accesible de manera permanente, como documentación disponible para los artistas, los museos, las galerías, los curadores y el público interesado de cualquier ámbito o lugar.

“Lo que nosotras hacemos, y en esta bienal va a estar más presente que nunca, es darle la posibilidad a la gente para que contacte al artista.

“Como en la plataforma de la bienal van a estar los contactos de los expositores, cualquier interesado, comerciante o marchand, curador podrá acceder, pero no intervenimos en la comercialización de las obras de los”, concluyen.


Taller Abierto de Ansiosa Hormona

De visita | Talleres

Taller Abierto de Ansiosa Hormona


En su taller de San Miguel de Tucumán, Jessica Morillo, creativa de Ansiosa Hormona, actualiza técnicas textiles en materiales recuperados.

Mi taller es mi casa, de hecho es el protagonista”, cuenta Jessica Morillo, la creativa de Ansiosa Hormona, de su espacio ubicado en la Ciudadela, un barrio popular de San Miguel de Tucumán.

Está lleno de materiales recuperados como textiles, hilos, lanas, corpiños, descartes de envases plásticos, cartones y hasta más de 50 kilos de cámaras de rueda. Y están sus obras y la de algunos artistas con los que hizo trueque.

Tiene una máquina de coser, un telar María y varios bastidores de telar, bastidores de bordado y porta bastidores. Además de una biblioteca con libros que “vengo comprando desde adolescente y más otros más nuevos que voy incorporando” y algunas incorporaciones pandémicas como una compu y un porta celular para dar las clases virtuales.

Dice que lo suyo va mutando, que lo va redefiniendo con el paso del tiempo, “lo repienso, soy curiosa, no me quedo en un solo lugar. Lo que hace unos años me encantaba hacer, no es que deja de gustarme, pero sigo buscando otras maneras de hacer, de decir y de cuestionar desde mis producciones, procedimientos, materiales, construcciones de la imagen”.

Y empezó desde niña, le maravillaba hacerse sus propias joyas y cuando fue creciendo cuenta que le impactó darse cuenta que efectivamente “podía decidir y construir esas piezas de principio a fin.

«Estudiaba diseño de indumentaria y me topé con la joyería contemporánea gracias a una docente que me dijo: “¿Te puedo hacer un comentario sobre tus piezas? -porque andaba siempre con su cajita de artesanías- y levantando un collar de la cajita señaló: esta pieza está haciendo la diferencia, fíjate, a lo mejor te interese investigar sobre joyería contemporánea.

Y eso fue clave, porque desde ahí no paré buscando información, produciendo, experimentando y pensando la manera de visibilizar mi hacer, desde las redes sociales, ferias, etc”.

Encuentro interdisciplinario

Hace 12 años nació “formalmente” Ansiosa Hormona, el nombre con el que identifica sus producciones de joyería contemporánea.

Eligió esta disciplina porque le interesa, por un lado, “ese sin fronteras, ese encuentro con múltiples disciplinas, la potencia de trabajar sin bordes o desbordando aquellos que aparecen más rígidos o estructurados. Y, por otro lado, porque hay algo que sucede cuando las piezas -de diseño portables o artísticas- se ponen en dialogo con el cuerpo: veo que algo se activa, magia -me gusta pensarlo así-, se abre un universo de paisajes y sentires, que sin el cuerpo las piezas no tienen.

«También por la posibilidad de contar historias desde lo micro y lo macro, de poder producir en la cama, en una reunión, en la calle o en un taller y, por supuesto, con la interminable lista de materiales con los que se puede trabajar.

Trabaja con un poco de todo… materiales tangibles, como hilo encerado, gomas de ruedas, cabello que recolecto -«guardo el mío, por supuesto y pido donaciones de otres»-, hilos de coser, hilo sedil, fibras naturales, telas de ropa personal, de ropa donada y corpiños.

Además, ahora está con ganas de probar con arcilla y papel. También con materiales intangibles, como los recuerdos, la memoria, la bronca, la lucha y el tiempo…

Aplica varias técnicas, como macramé, crochet, cestería embarrilada y entramada,  bordados planos y tridimensionales, telar y fieltro, que va usando según lo que le interesa de cada una, según lo que quiere contar y las posibilidades que tiene ese procedimiento para ayudarle a decir mejor ese que quiere comunicar.

Ama los procesos textiles, pero también le parece muy importante que estén en función de las ideas. “No veo una pieza viva técnicamente perfecta sino no cuenta nada… me interesa mucho que mis piezas abran una idea y no quiero estar subordinada a la técnica solamente”.

Dice que su método es ser “obsesiva e insistente”, cuando quiere entender cómo reacciona un material en diálogo con una técnica.

“Pruebo mil veces, siempre creo que las combinaciones posibles son muchas hasta que encuentro la que me resulta efectiva para lo que quiero contar. Por ejemplo, pasé cinco años experimentando cómo trabajar la goma de ruedas para hacer piezas livianas y volumétricas.

«Estuve dos años rompiendo y volviendo a coser retazos de mi ropa hasta que llegue a la pieza. También, pasé más de seis años tratando de entender cómo construir piezas con cabello que no se desarmen y que para eso solo haya que tejerlas sin adicionarle algo”.

Por eso sostiene que su método es “un poco performativo, tiene que ver con el tiempo, la prueba, el error, los miles de errores y seguir haciendo hasta lograr lo que busco. Todo el proceso, los materiales y los procedimientos están en función de las ideas”.

Para esto, usa una máquina de coser familia y herramientas como agujas de bordar o tejer y tijeras.

Explorando materialidades

En este momento explica que se cuestiona sus producciones y da detalles. “Estoy  explorando otras materialidades, otras morfologías y nuevos soportes como la virtualidad, en breve, se viene un proyecto virtual que intenta homenajear a las madres. Mi última serie fue justamente un homenaje a mi mamá y llevo su nombre «Matilde».

“Trabajé con materiales reutilizados, como pantalones de jean combinados con bordados de hilo de yute, algodón y tintes naturales. Fue mi primera experiencia de exposición virtual, el día del cumpleaños de mi mamá, con muchos nervios me conecte ese día y se sumó gente de muchos lugares, especialmente de Latinoamérica. Compartí mi producción y después se abrió la charla, emocionante y movilizadora manera de hacer circular el laburo y de homenajear a mi mamá”, recuerda.

Proyectos educativos

En estos momentos sus proyectos se centran en la enseñanza. Este año desarrolla un programa de joyería textil, al que llama Joya laboratorio textil, dedicado a la enseñanza de la joyería contemporánea en su encuentro con el textil y sus procedimientos.

Está conformado por cuatro módulos Joya/cestería, Joya/bordado, Joya/telar y Joya/crochet. “Gratamente participan mujeres alucinantes de diferentes lugares del mundo como Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, España y hasta Alemania, y para fin de año planeamos una exposición virtual.

“Por otro lado, tejiendo lazos con joyerxs de otrxs provincias y países, la virtualidad me dio a posibilidad de vincularme con otres que de otra manera seria más complejo”.

Y como si esto fuera poco suma otros proyectos fuera de la joyería, ya que desarrolla obra en artes visuales, participa de algunas exposiciones en Buenos aires y se presenta a algunas convocatorias y “siempre activando y activando!!”.

Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo
Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo
Taller Ansiosa Hormona de Jessica Morillo

Anillo-De-las-ausencias-Reflejos-Mestizos-Patricia-Iglesias-La-joyeria-de-autor

Esto no es una joya

Novedades | Expos&Ferias

Esto no es una joya

Anillo-De-las-ausencias-Reflejos-Mestizos-Patricia-Iglesias-La-joyeria-de-autor

Se estrenó ayer «Esto no es una joya» una muestra de joyería contemporánea chilena curada por el Estudio Honorato+Vicencio y Carla Bardi, invitados por la galería Aninat, en Santiago de Chile hasta el 5 de septiembre.

Esta muestra es un hecho histórico para lo que se denomina joyería contemporánea chilena, concepto que lleva unos 20 años gestándose dentro del territorio nacional y que cuenta con una escena, que aunque reconocida a nivel internacional, aún tiene poca visibilidad dentro del país. La joyería contemporánea chilena no tiene una casa propia; la hibridez es una de sus principales características”, sostienen los curadores.

Lleva un tiempo transformándose, lo que ha generado un desplazamiento en su manifestación, evolucionando desde un inicio conceptual de joya ligada al oficio, objeto de lujo u oficio artesanal de alto nivel, a una manera de crear que ve a este objeto para el cuerpo como arte portable, llevando la disciplina a una expresión que involucra muchas de las reflexiones y paradigmas que definen a las artes visuales y que, en muchas ocasiones, genera una mayor proximidad a esta área de acción, que a la definida por la casa de la madre, de quien ha heredado -y aún conserva- su nombre primero”, agregan los gestores culturales.

“El nombre de la muestra «Esto no es una joya» alude, precisamente, a ese lugar límite en el que muchos creadores visualizan esta manera de enfrentar la producción de joyas como un lugar distinto al del origen. Nace aquí, en el contexto de ese margen, una no joya.

«Los paradigmas de la joyería tradicional no aplican en las poéticas que aquí se ponen en tensión. El valor radica en un lugar distinto al indicado por la cuna y lo sagrado es ahora definido por el nuevo oro de la subjetividad.

“La exposición, en la que participan creadores que abordan sus poéticas desde tres ejes diferentes: los precursores de trayectoria, los más cercanos al oficio y los que trabajan con los límites del lenguaje y la poesía objetual, no pretende establecer respuestas sino, más bien, plantear preguntas que nacen a partir del trabajo de la escena chilena de joyería contemporánea y que esperan que hoy se complete la obra con la mirada del espectador. Como dice el artista chileno Carlos Altamirano, el arte necesita que usted responda…”, concluyen.

Una de las joyeras participantes es Patricia Iglesias, quien comenta que tras varios meses de arduo y reflexivo trabajo respondieron a una invitación que una de las casas del arte más importantes de Chile le hizo a la joyería contemporánea nacional. “Y es el primer espacio abierto para esta disciplina, de compleja visualización y lugar intermedio e incierto”, destaca quien presenta piezas de su serie «Reflejos mestizos».

Su propuesta se inspira en los dichos de José Martí: “El alma emana, igual y eterna, de los cuerpos diversos en forma y en color». Y lo explica: “Adiciono diferentes materiales de origen antagónico a través de técnicas de construcción, reparación y engalanado textil. Mientras tejo, observo mi entorno a través de la memoria y los recuerdos. Repasando los sucesos históricos, voy transitando por técnicas usualmente reservadas al espacio femenino, llevándolas más allá de su función de origen y desplazando algunos elementos de su cometido, permitiendo que los materiales ebullan.

En mi obra conecto de manera subjetiva conceptos, cuestionamientos e imaginario, exploro las posibilidades de materiales y técnicas textiles, sugiriendo un diálogo constante con mi trabajo objetual”, detalla. Presenta el pectoral «Donde habitan los recuerdos» y el anillo «De las ausencias».

De revelaciones y posibilidades trata la obra de Lorena Jarpa, otra de las participantes.

“Cada una es una de las posibilidades formales que se arrojan de todo el espectro de posibilidades formales. Se revelan después de una elucubración, después de reunir. Se revelan después de una selección azarosa de módulos ordenados de forma impulsiva y absorta, configurando estas creaciones que son eyectadas desde atrás de los ojos, nacen tras los ojos, en el mundo reflexivo, en el mundo de las sin palabras. En la acción de crear.

De todas las posibles composiciones formales estas son las que subsisten después de un proceso de crear módulos a lo largo de un par de años, después de un proceso de reunir, después de un proceso de combinar y de decidir mediante una composición formal, después de una selección que agrada visualmente se selecciona y queda para luego ser”, señala la artista, que muestra la pieza de cuello «Revelación Infinita» y la pieza de cuello y hombros «Posibilidad de posibilidades» de la serie «Dasein».

También son protagonistas de esta exhibición Ana Nadjar, Mónica Pérez con su firma Monoco, Nicolás Hernández, Rocco Napoli, Brenda Reggo, Caco Honorato y Mariela Vicencio de Estudio Honorato+Vicencio.

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Collar Ají de Ana Nadjar.

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Pectoral Donde habitan los recuerdos de la serie Reflejos Mestizos de Patricia Iglesias.

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Pieza de cuello y hombros Posibilidad de posibilidades  Dasein de Lorena Jarpa.


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Open 2021, muestra de la ACJ

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Open 2021muestra de la ACJ

Anillo-Gekko-ELIRD-ACJ-La-joyeria-de-autor

«Open» 2021 es la exposición de la ACJ The Association for Contemporary Jewellery del Reino Unido.

Se trata de “una muestra de la enorme gama y variedad de diseños, materiales y técnicas de nuestros miembros”, destacan de la puesta en línea de 216 piezas representativas.

Argentina destacada

Es la asociación joyera que publica «Findings», una revista en cuya última edición destaca en tapa la obra «Palabras» de la joyera argentina Paula Isola, hecha con hojas de papel del libro “El Amante” de Marguerite Duras, porcelana, plata 925 y alpaca.

De la muestra anual de ACJ sobresale la joyera de origen griego Anna Carnicero con su marca Asimi, que ofrece el collar de «Cuento de Hadas» en plata fundida y martillada, oro de 18 quilates, granates, piedra lunar y perlas cultivadas de agua dulce.

También, ELIRD, la firma de Ena Mulavdic y Ebrahim Mohammadian, que eligió elu anillo «Gekko» como representativo de su trabajo, el cual está realizado en bronce tallado a mano e incluye una escultura de tallado inverso en cuarzo, acrílico y esmalte.

Roxanne Gilbert dice que las esferas y las superficies redondeadas son sus formas favoritas y una muestra de eso es su fluido anillo de esferas de ágata verde en tallos de plata vermeil limado cuidadosamente a mano.

Alexander Dauvit eligió sus anillos «2049» hechos con tuercas de hierro encontradas y corroídas, plata fina, zafiros y granates que fueron fresados, grabados, incrustados a mano y pulido.

Rachael Colley cuestiona el desperdicio de alimentos y lo convierte en joya como este anillo «Sha-verde» hecho con cáscara de cítricos desnaturalizada y aluminio sinterizado.

Cuando reparar es un hábito

De la serie «Para reparar mi corazón roto» de Liana Pattihis broche de flor pequeña elaborado con piezas de porcelana de una copa japonesa, plata, cadenas de plata oxidada y acero inoxidable.

Kate Bajic exhibe su brazalete «Evernia» en plata de ley, perforada a mano, texturizada y soldada.

A partir del reciclado

Es una apasionada de la vida costera. Por eso Caroline Brogden utiliza la resina de desecho surfite producida durante la fabricación de las tablas de surf yla combina con acentos de plata para producir piezas de joyería únicas, como su anillo «Ola de algas marinas» hecho con un bloque de resina de desechos sólidos tallado a mano que tiene un anillo de plata fina en su interior.

Jessica Briggs muestra un broche de tallo exótico en plata, oro limón, oro amarillo, acero y óxido.

Suma Jen Cunningham con su anillo de «Cairngorm» en plata perforado con sierra en oro.

Con fuerte patrón geométrico y llamativas combinaciones de color, Emma Calvert exhibe un collar de trenza de rayas y encaje de artillería hecho con cintas trenzadas a mano y plata que termina con un cierre magnético.

Michelle Fernandez trabajó en una empresa que usaba mucho plástico y tiraba el sobrante. Esto lo llevó a tomar consciencia de nuestro maltrato ambiental y decidió a experimentar con esos recortes dándole otro valor en piezas de joyería contemporánea, como este collar de cuña en polipropileno gris y negro, resina roja y plata.

Y, entre otros artistas del Reino Unido, está Rebecca Smith, creativa de (Anton) Pruden y Smith, destaca su trabajo con este anillo a pedido «Aquamarine pebble cairn dress» con una aguamarina y guijarros de oro blanco apilados que la abrazan.

Mirá más en https://acj.org.uk/index.php/2021-open

Anillo-Aquamarine-Pebble-Cairn-Dress-Pruden-and-Smith-ACJ-La-joyeria-de-autor

Anillo Aquamarine Pebble Cairn Dress, de Pruden and Smith.

Anillo-Agate-Spheres-Roxanne -Gilbert-ACJ-La-joyeria-de-autor

Anillo Agate Spheres, de Roxanne Gilbert.

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Anillo Ola de algas marinas, de Caroline Brogden.

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Collar Cuento de Hadas, de Asimi, la firma de Anna Carnicero.

Collar-Cuento de-Hadas-Asimi-Anna-Carnicero-ACJ-La-joyeria-de-autor

Collar de Emma Calvert.

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Collar en en polipropileno gris y negro, resina roja y plata, de Michelle Fernandez.

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Broche Small Flower, de Liana Pattihis.

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Brazalete Evernia, de Kate Bajic.

Broche-Jessica-Briggs-ACJ-La-joyeria-de-autor

Broche de Jessica Briggs.

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Anillos 2049, de Alexander Dauvit.

Anillo-Sha-green-Rachael-Colley-ACJ-La-joyeria-de-autor

Anillo Sha green, de Rachael-Colley.

Anillo-Cairngorm-Jen-Cunningham-ACJ-La-joyeria-de-autor

Anillo Cairngorm, de Jen-Cunningham.


Anillo-Everest-Karl-Mazlo-Pierres-de-couleurs-La-joyeria-de-autor

Pierres de couleurs

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Pierres de couleurs

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“Si creemos en sus virtudes o simplemente en sus bellezas, solas o acompañadas de oro, plata o perlas naturales, crudas o cortadas, las piedras siguen asombrándonos y haciéndonos soñar desde los albores de los tiempos”, dicen los organizadores de «Pierres de couleurs», la exposición colectiva de joyería contemporánea de la galería Sophie…¡etc! en Folie-Méricourt, París, que se ve hasta el 31 de este mes.

Una visión contemporánea de piedras y gemas de color con trabajos de 11 artesanos-joyeros franceses e internacionales: Jessie Bensimon, Criska, Agnès Dubois, Laura Guitte, Miyuki Koshimizu, Patricia Lemaire, Simona Materi, Karl Mazlo, Amira Sliman, Laura Volpi, Claire Wolfstirn.

Entre otros, se destaca el joyero Karl Mazlo, quien cuenta la historia de su anillo «Everest» de la colección «Sommets Bleus» en oro amarillo y lapislázuli. “Todo comienza con el descubrimiento de un fragmento de lapislázuli. Es el oro azul, un material antiguamente llamado así por los pintores del Renacimiento. Esta gema empinada me recuerda a las montañas y el oro, los diamantes blancos y las incrustaciones de pirita, oponiéndose a la profundidad del azul de la piedra, dejan entrever un paisaje nocturno”.

De su nueva colección «Comète», la diseñadora Amira Sliman presenta una selección de anillos gráficos, engastados con piedras de colores, en este caso un anillo de plata y cabujón de turmalina rosa.

Bellezas por descubrir

«La Bella y la Bestia» es la propuesta de Laura Volpi con Una selección de anillos, colgantes y pendientes y señala de su obra que «cuando nuestra vista es aguda, podemos percibir la belleza pura, pero también una belleza menos obvia» y se refiere a su anillo de plata, calcedonia azul y cuarzo amarillo.

Patricia Lemaire optó por utilizar perlas de ágata para piezas escultóricas y adaptar estos materiales a piezas fáciles de llevar en el día a día. Su serie incluye un collar, pendientes y anillos de plata con técnicas específicas como el guilloché.

Cada pieza de Lemaire fue construida sin el uso de moldes o técnicas de fundición. Se destaca el anillo «Color» en plata guilloché y perla de ágata.

Dos perlas japonesas de Akoya escondidas bajo una aguamarina en bruto forman parte de un anillo escultórico firmado por Miyuki Koshimizu. Esta artista se interesa por la belleza oculta de las cosas y lo invisible, conceptos que se convirtieron sus temas preferidos.

La belleza oculta tiene sus raíces en la cultura japonesa. Las creencias en las fuerzas de la naturaleza y la imaginación creada por lo que uno no ve son muy valiosas en Japón.

De microalgas y microorganismos

Los patrones de burbujas y pequeños cuadrados de las piezas de Christelle Caillaud para su firma Criska están inspirados en las diatomeas, o en microalgas unicelulares presentes en ambientes acuáticos, que son un componente importante del fitoplancton que contribuye al 50% de la producción primaria oceánica global.

Sensibilizada por los frágiles entornos naturales, Criska celebra estos microorganismos esenciales para toda la vida en nuestra Tierra y lo materializó en una serie que incluye una pulsera de plata cincelada y repujada con diatomeas de plata, zafiros, peridotos y tsavoritas.

El collar «Epigénétique» de Claire Wolfstirn se puede usar de dos maneras con el citrino limón visible o medio oculto para simbolizar la idea de que nuestros genes pueden estar inactivos o activados, dependiendo de nuestro entorno o de muchos factores.

Esta pieza es el resultado de la curiosidad científica y el encuentro con investigadores que trabajan en epigenética.

Ágata, resina y otro tipo de piedras

La propuesta de Laura Guitte invita a descubrir una tourmalina Paraïba, una piedra azul verde excepcional para un anillo solitario roche ovalado y plata.

“Mucho más maleable y menos restrictiva que el vidrio, la resina tiene todas las cualidades de transparencia”, dice Marianne Olry del material con el que construyó el collar que presenta en esta muestra y agrega que “ningún color es más alegre que el amarillo. Es el color del sol, la alegría y el buen humor. Este color brillante y edificante simboliza la amistad y la hermandad», señala de su colgante «Burbuja» en resina.

Y lo de Simona Materi se muestra en esta galería aunque no forma parte estrictamente de esta muestra. Usó perlas de ágata y e hizo un «Bosque Encantado» una colección que incluye un anillo hecho en latón con ágatas realizado con la técnica de la cera perdida y alambre de ensamblaje con oxidación; en otras piezas de esta serie suma plata 925 bañada en oro.

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Collar Epigénétique, de Claire-Wolfstirn.

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Anillo La Bella y la Bestia, de Laura-Volpi.

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Colgante de Marianne Olry.

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Brazalete Diatomée, de Christelle Caillaud.

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Aros pendientes de Jessie Bensimon.

Anillo-Miyuki-Koshimizu-Pierres-de-couleurs-La-joyeria-de-autor

Anillo de Miyuki Koshimizu.

Anillo-Comète-Amira-Sliman-Pierres-de-couleurs-La-joyeria-de-autor

Anillo Comète, de Amira Sliman.

Anillo-Bosque-Encantado-Simona-Materi-Pierres-de-couleurs-La-joyeria-de-autor

Anillo Bosque Encantado, de Simona-Materi.

Anillo-Color-Patricia-Lemaire-Pierres-de-couleurs-La-joyeria-de-autor

Anillo Color, de Patricia Lemaire.


Anilllo-Cuenco-Elvira-Cibotti-La-joyeria-de-autor

Collectiva Meeting 21

Anilllo-Cuenco-Elvira-Cibotti-La-joyeria-de-autor

Anillo «Cuencos» en papel reciclado y cobre


Remains-Maria-Eugenia-Ramos-Collectiva-Meeting-La-joyeria-de-autor

Anillo «Remains» en arena y alpaca


Colgantes «Cuenco N°1» y «Cuenco N°2» en papel reciclado, cobre y cordón de cáñamo, de Elvira Cibotti.

Broche «Ying Yang» y collar «Time» en arena y alpaca de María Eugenia Ramos.

Fotos Damián Wasser