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Sostener la incertidumbre

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Sostener la incertidumbre

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Entregarse a lo inesperado fue la invitación que nos hizo Francisca Kweitel en su taller Un acercamiento confuso. Y nos entregamos al trabajo intenso, al proyecto y a unas a otras”, recuerdan las integrantes del colectivo joyero chileno Joya Brava, que este fin de semana exhibe de manera presencial «Sostener la incertidumbre».

La muestra se realiza en la feria de arte ArtStgo en el GAM, Centro Cultural Gabriel Mistral de Santiago de Chile.

Señalan que “más allá del contexto y las dificultades que enfrentamos, se generó un ambiente de experimentación y sorpresa continuas: aprendimos a ir más allá, a mirar dos veces, a no estar preparadas, a dudar y ver sin juicios ni prejuicios. Cada pieza de esta exposición da cuenta de la evolución artística de las integrantes de Joya Brava«.

“La reflexión en torno a aconteceres tan diversos pero a la vez tan comunes, como la vejez, el desencanto político, el ciclo de la vida, la injusticia social, la destrucción del medio ambiente y la diversidad de materiales para explotar al máximo las posibilidades técnicas según los requerimientos artísticos y expresivos de cada una, demuestran un trabajo minucioso, lento y reflexivo en la totalidad de este proyecto”, destacan las creativas.

Las joyeras Bravas

Participaron Ana Nadjar, Carola Donoso, Cecilia Roccatagliata, Clarisa Menteguiaga, Constanza Bielsa, Daniela Rivera, Joyce Marín Seguel, Constanza Bielsa Liliana Ojeda, Loreto Fernández Ormazabal y Mónica Díaz Pinto,

También, Mónica Pérez Gutiérrez, Noelle Labarthe Herranz, Patricia Iglesias, Stefania Piccoli, Soledad Ávila Inostroza, Vania Ruiz y Yael Olave Munizaga.

Se destaca Humo, anillo de Mónica Pérez Gutiérrez hecho en plata 950, malla metálica, malla de embalaje plástica, bolsa plástica y pintura acrílica para grafiti.

LevitarII-Stefania-Piccoli-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Levitar II, broche de Stefania Piccoli hecho con gasa sintética, plata 950 y acero inoxidable.

CuelgaIII-Liliana-Ojeda-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Cuelga III, objeto de Liliana Ojeda hecho con piel de fruta, pintura látex e hilos de algodón.

Salina-pétrea-Constanza-Bielsa-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Salina pétrea, collar de Constanza Bielsa hecho con papeles variados, diversas especias, sal de mar, arena, polvos de metal, cola fría, metal alpaca, cobre, hilo de seda y alambre de acero.

Resistencia-resilienteII-Carola-Donoso-Rojas-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Resistencia resiliente II, broche de Carola Donoso Rojas hecho con tela reutilizada, pintura de autos metalizada, malla de acero, hilos de algodón y metalizados, alambre de acero y plata 950.

Afuera-todo-es-desmedidoI-Mónica-Díaz-Pinto-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Afuera, todo es desmedido I, objeto de mano de Mónica Díaz-Pinto, hecho con tela de lino, pigmentos, cáñamo y porcelana.

Escudo-terrosoIV-Cecilia-Roccatagliata-Barra-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Escudo terroso IV, collar de Cecilia Roccatagliata realizado con cerámica gres negra y cuerda de algodón teñida.

Vienen-y-vanI-Loreto-Fernández-Ormazabal-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Vienen y van I, collar de Loreto Fernández Ormazabal hecho con lino, encaje, espuma de poliuretano expandido, acrílico lacado, hilo de algodón e imán

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Rojo Punk, collar de Joyce Marín Seguel hecho con un saco de papas

Metástasis V-Clarisa-Menteguiaga-Sostener-la-Incertidumbre-Joya-Brava-La-Joyeria-de-Autor

Metástasis V, collar de Clarisa Menteguiaga realizado con textiles, algas, pegamento y tintes naturales en polvo


Helena-Aguilar-El-río-grande-de-la-Magdalena-exposicion-Antioquia-La-Joyeria-de-Autor

El río grande de la Magdalena

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El río grande de la Magdalena

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“El Río es un cuerpo, una asociación íntima entre órganos, ciénagas y meandros, que suman sus fangos y desvíos para hacer posible su vida. Lo pequeño, el cieno y el sedimento, hacen posible lo inmenso: El Río. La naturaleza es una sinécdoque, partes que nombran un todo.”

«El río grande de la Magdalena» es la exposición de joyería contemporánea, creada por Helena Aguilar motivada por Espacio de Joyería y albergada por Casa de la Leona, donde 28 joyeros colombianos presentan su interpretación joyera del gran río que atraviesa este país de sur a norte y desemboca en el Caribe.

Cuando el río corre

La muestra se estrena hoy y continúa hasta el 20 de octubre, en esa galería de arte del municipio El Retiro, en Antioquia.

“Desde finales del año, en las montañas de San Agustín, escuchando el rugido encañonado del río Magdalena comenzó esta aventura que navegamos juntos y que materializamos en proyectos desde muy distintos lugares y reflexiones”, destacan los organizadores.

Participan Nuria Carulla, Alejandra Uribe, Amalia Toro, Amparo Velásquez, Ana María Jiménez, Andrés Acosta, Lina Agudelo, Catalina Echeverri, Claudia Vallejo, Danielle Lafaurie, Gloria Tamayo, Helena Aguilar, Isabel Trujillo, Julián Hernández, Juliana Gallego y Marta Bravo.

También, Lucía Bedoya, Óscar Agudelo, Paola Pérez, Patricia Zuluaga, Paula Estrada, Pilar Restrepo, Sandra Arango, Simón Mazuera, Tatiana Apráez, Tere Rueda, Virginia Escobar y Xandra Uribe.

Alejandra-Uribe-El-río-grande-de-la-Magdalena-exposicion-Antioquia-La-Joyeria-de-Autor

Alejandra Uribe

Nuria-Carulla-El-río-grande-de-la-Magdalena-exposicion-Antioquia-La-Joyeria-de-Autor

Nuria Carulla

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Julipan Hernández

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Amparo Velasquez

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Tatiana Apráez

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Claudia Vallejo

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Xandra Uribe

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Gloria Tamayo

Amalia-Toro-El-río-grande-de-la-Magdalena-exposicion-Antioquia-La-Joyeria-de-Autor

Amalia Toro


Corazón-del-bosque-Poly-Iglesias-Just-in-my-head-exposición-Austria-La-Joyeria-de-Autor

Corazón del bosque

Corazón-del-bosque-Poly-Iglesias-Just-in-my-head-exposición-Austria-La-Joyeria-de-Autor

«Corazón del bosque», collar hecho con ágata musgo,  bronce, cobre e hilo mediante electroformado y esmalte sobre metal.


Poly Iglesias recicla papel, cartón, madera y plásticos; tiñe sus telas e hilos naturalmente y las estampa con hojas y ramas y, además, usa piedras naturales y metales.


Broche-Lazarillo-de-Tormes-Chris-Kiseno-Sepan-Cuantos-La-Joyeria-de-Autor

El Lazarillo de Tormes

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Broche Lazarillo de Tormes hecho con hojas del libro de la colección Sepan Cuantos


Esta pieza forma parte del proyecto «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo»


Marina-Massone-taller-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Marina Massone se relanza

Apuntes | Notas

La joyería es una experiencia de vida


Entrevista a Marina Massone

Por Delia Alicia Piña

 

Marina-Massone-taller-entrevista-La-Joyeria-de-Autor

Es una diseñadora industrial que supo abrirse camino con una joyería muy personal, orgánica, articulada y tridimensional. Después de casi 30 años de trayectoria, Marina Massone sigue sumando habilidades y estudios para fortalecer su propuesta.

Le cuesta las definiciones que la encasillan pero acepta que es una joyera contemporánea, una de las primeras autoras que se abrió camino desde el diseño.

Lo suyo siempre estuvo vinculado a experiencias personales, a sus lugares de residencia, a sus deseos, percepciones e inquietudes, y hoy más que nunca se afianza en ese punto de vista.

El proceso creativo es su fuerte. Le gusta investigar y no para de hacer prueba y error con diversos materiales. Se destaca también por la creación de herramientas y técnicas que le permiten hacer lo que quiere.

Cuenta como el coaching ontológico le sirvió para frenar, reenfocarse y seguir adelante, y también para ayudar a potenciar a sus alumnos.

Su nuevo taller en su casa de San Antonio de Areco y la obra que está en proceso de desarrollo y promete ser más libre y conectada con ella misma.


_¿Relanzaste tu firma de joyería o la retomaste después de un impasse?

_Previo a la cuarentena me hice un replanteo de cómo venía haciendo las cosas y ese cuestionamiento fue bisagra en mi proceso de realización de la joyería.

Llevo casi 30 o veintilargos años en esto. Arranqué entre los primeros joyeros y por entonces no había muchos, éramos muy pocos haciendo esta actividad y hasta era muy difícil de entenderla.

Tu pregunta me hace reflexionar qué significó la joyería para mí y me doy cuenta que está relacionada con cada momento que atravieso. La joyería se metió en mi estilo de vida, es una aplicación de mi profesión pero tiene que ver con mis deseos y procesos de todo tipo.

Inicié este camino una vez recibida de diseñadora industrial en la UBA y tras siete años de tener un estudio de diseño industrial. Continué mi formación en fotografía, iluminación, escenografía siempre en la búsqueda por encontrar herramientas que me permitieran potenciar las cualidades expresivas de los materiales, hasta que encontré en la joyería el espacio donde fusionar mi formación con la necesidad de expresar de una manera más artística, mis intereses, sensaciones y experiencias. Actualmente continúo con el coaching ontológico y comencé una tecnicatura en Bellas Artes.

A partir del año 2000 desarrollé mi propia marca de joyería contemporánea, Marina Massone, con joyas de formas orgánicas en las que exploré las cualidades expresivas de los materiales para formar estructuras metálicas que se mueven sobre el cuerpo.

Mis primeros trabajos de joyería tenían que ver más con una idealización del diseño, buscaba ser ortodoxa en el diseño. Mis colecciones de joyería representan lo que viví en cada etapa de mi vida. En un principio era idealista y hasta perfeccionista, un momento casi adolescente te diría.

 

Experiencia de vida

 

Con el paso del tiempo, la experiencia y la maternidad me di cuenta que no era necesario ser perfecta, que me pasaban otras cosas, que mis emociones me atravesaban y se podían reflejar en mis objetos de diseño, los cuales no estaban separados de mí sino que eran una consecuencia y hasta como mis hijos. Mis joyas son un espejo que me refleja, son retratos de cada época en que vivo.

En ese principio de mi carrera como joyera tenía muy presente el ideal de lo que quería, de hacia dónde me quería proyectar y corría tanto tras eso que hasta trabajaba hasta las 4 de la madrugada casi sin parar para cumplir, entregar, responder a la demanda, aceptando dejar mi trabajo en consignación, asistía a cuatro ferias anuales, viajaba, daba clases, atendía a mis dos hijas pequeñas hasta que paré, decidí parar y cuestionarme para qué, adónde quiero llegar, qué sentido tiene.

Antes vivía para llegar y ahora pienso cómo quiero vivir y elegí vivir diferente. Decidí bajarme de un tren a alta velocidad del que ni siquiera me daba que se movía; hoy estoy mucho más consciente y hay cosas en las que ya no me prendo.

 

“Encontré en la joyería el espacio donde fusionar mi formación con la necesidad de expresar de una manera más artística”.

 

_¿Aplicaste mucho del diseño industrial a la joyería?

_Sí. El diseño industrial crea desde la funcionalidad pero advertí que me interesaba más el proceso de realización, de creación artística, de investigación, de prueba y error de materiales. Desde el punto de vista del diseño industrial podía hacer una pieza híper funcional pero, como pretendía incorporar la experimentación en piezas para que tengan un valor más artístico, terminé haciendo joyería porque podía sumar lo funcional y lo artístico. Mi propuesta artística se define en el proceso de experimentación no en la pieza resultante.

 

“Terminé haciendo joyería porque podía sumar lo funcional y lo artístico.”

“La joyería se metió en mi estilo de vida. Es una aplicación de mi profesión pero tiene que ver con mis deseos y procesos de todo tipo”.

Reflejo personal

 

_¿Qué muestra tu joyería de hoy?

_Mi vida y sentimientos, es un reflejo mucho más directo y personal, aunque mi joyería siempre estuvo vinculada a lo que me fue pasando en estos años. Pero hoy estoy en un momento diferente.

Mientras daba clases (las dio en Diseño Industrial en la FADU y, en paralelo, en diversos talleres de Diseño y Producción de Joyería Contemporánea) percibía un límite en el proceso de enseñanza aprendizaje, y no quería poner el acento en la técnica sino en la búsqueda de la identidad. Es que a muchos les pasaban cosas y, a veces, no crecían profesionalmente o no podían desarrollar piezas porque había cuestiones personales no resueltas que los condicionaba. De esta manera, empecé a interesarme en el coaching ontológico para ver de qué manera podía potenciarlos.

Así, de la misma manera que yo veía cómo mis emociones se iban modificando o condicionando o potenciando para un lado u otro durante mi desarrollo profesional, en esta última etapa comencé a analizar cómo influye el desarrollo personal en los procesos creativos.

Porque la joyería no es solo diseñar piezas o crear piezas de arte. Cuando uno habla de arte habla de emociones porque están involucrados los sentimientos, deseos, inquietudes, estados de ánimo y experiencias.

Más que un impasse fue un reenfoque. Tuve que parar en algo que en apariencia es diferente a la joyería pero que está muy relacionado porque la joyería está estrechamente relacionada a experiencias de vida como resultado de un proceso creativo. La joyería es una experiencia de vida.

 

“Hoy mi joyería refleja mi vida y mis sentimientos de una manera más directa y personal, aunque siempre estuvo vinculada a lo que me fue pasando”.

 

_Tu interés siempre está en el proceso de creación.  

_Sí, me interesan mucho los procesos creativos y cómo reflejan experiencias y hasta la misma mente humana o los pensamientos que su vez llevan a ciertas vivencias. Y entre esas experiencias están los puntos de referencia o las ubicaciones, desde dónde mirás o te parás, que también influyen: yo pasé de la ciudad, al campo, luego a un pueblo y esto se notó en mi trabajo.

Mis primeras piezas eran muy citadinas hechas con mucha técnica en busca de la perfección, como contaba; después estando en el campo todo resultó un poco más relajado e intimista porque fue el resultado de un momento más familiar en el que me flexibilicé y sensibilicé mucho, dándome cuenta que uno no es perfecto; luego en un pueblo tradicional del que admiro la arquitectura de sus casas con el paso del tiempo, por ejemplo, empecé a incorporar el desgaste en mis piezas, que se da de manera natural en el uso. Todo esto se ve en diversos detalles o sutilezas de mis colecciones.

“Me interesan mucho los procesos creativos y cómo reflejan experiencias y hasta los pensamientos que a su vez llevan a ciertas vivencias.”

_Entonces no es que ahora te enfocás hacia piezas más artísticas.

_No es que es o será más artística y antes no lo era. Sí que ahora parto de una sensación desde la cual tomo un material y lo empiezo a explorar estableciendo un diálogo. Creo que mi aspecto artístico se ve en todo el proceso, insisto. Siempre la primera bajada es una pieza madre, única, artística, desde la cual se desprende una colección de diseño que sí será más comercial.

Estoy trabajando en una nueva colección que sin duda me llevará su tiempo de crecimiento y evolución y que todavía no se ve claramente. En la última colección, «Biguá», se advierte cierta transición hacia una mayor conexión con las percepciones y experiencias personales, porque es una colección está inspirada en una tarde de otoño en San Antonio de Areco en la que se ve cómo el  biguá, un ave de nuestros ríos, se posa en los árboles y despliega sus alas para que se sequen luego de volar al ras del río en busca de comida. Y de alguna manera «Biguá» es el puntapié de un nuevo proceso que se va a ver reflejado en piezas de joyería mucho más libres en sus trazos, sin juicios de diseño, y mostrará que estoy más conectada conmigo, no hacia dónde quiero llegar en un futuro, como lo hacía antes.

Y en ese proceso, como siempre, desarrollo una técnica propia, que surge de un diálogo o manejo del material investigando qué posibilidades y límites tiene para lograr, por ejemplo, cómo crear estructuras sólidas con láminas muy finitas como se vio en «Panal», para la cual también diseñé una máquina especial.

Cada una de mis colecciones tiene una herramienta que le corresponde. Cuanto más diseño haya en el proceso más identidad tiene el producto. Si se piensa solo en la forma final puede que por sus características tenga una identidad, pero advertí que en la medida en que desarrollaba una técnica y diseñaba herramientas específicas para aplicarla, el resultado era y es muy personal.

No creo que lo artístico esté solo en las piezas únicas porque lo creativo está en el proceso.

 

“Estoy trabajando en una nueva colección… hacia una mayor conexión con las percepciones y experiencias personales”

 

Ideas creativas

 

_¿Qué técnicas y herramientas que desarrollaste destacás?

_Para «Panal» hice un rodillo especial construido con piezas de herrería con el fin de plegar láminas de metal. Cuando hace más de diez años apliqué resina en «Mar», no se usaba mucho y le incorporé tela para conseguir una lámina muy fina que resultaba con cierta apariencia de imagen fotográfica y poco identificable. Es que cuando el material pierde protagonismo gana la idea creativa, es decir, no es lo más importante de qué está hecha la pieza sino qué voy a decir con esa pieza o qué muestro.

 

“Cuando el material pierde protagonismo gana la idea creativa, es decir, no es lo más importante de qué está hecha la pieza sino qué voy a decir con esa pieza o qué muestro.”

 

_¿Preferís el metal?

_Me interesa mucho el metal, pero trabajé con resina, PVC y cuero. Fundamentalmente utilicé con plata 925, ahora trabajo en bronce bañado tanto en plata como en oro por el costo y como no vendo materia prima sino diseño lo hago de esa manera. Lo puedo realizar todo en plata a pedido porque ya tiene un trabajo de mano de obra hecho y es el mismo proceso con otro costo. No es que hago una pieza, la fundo, le saco las coladas y queda sino que transformo el material durante un proceso.

El metal me sirvió más para la producción de piezas de diseño, que son hechas a mano con rasgos distintivos, pero utilizo diferentes tipos de materiales. El material no me define sino lo que hago con él. Mi intención era y es que la joyería llegue a todo el mundo más allá del material.

“Mi intención era y es que la joyería llegue a todo el mundo más allá del material.”

_¿Cómo definís lo que hacés?

_No sé si defino, lo hago directamente. Todo el tiempo estamos tratando de definir y terminamos encasillando en espacios y lugares limitantes, por eso me interesa y prefiero apuntar al proceso de realización de una joya de manera integral, con las emociones que puede representar, con la intención con que se hace, y también cómo y con qué se realiza.

En un principio, hace 25 años aproximadamente, veía mucha estructura o diferenciación en el quehacer joyero, en el que se separaba o diferenciaba a quién era o no joyero del diseñador, y hoy eso es ridículo.

En un seminario que el galerista Charon Kransen dio en Buenos Aires en 2008, muchos se presentaban como diseñadores de autor, diseñadores de joyería, otros como creadores de joyería contemporánea, todos tratando de diferenciarse… entonces él nos proponía que nos uniéramos en el concepto, bajo un mismo nombre, para que la gente en general nos identificara. A veces hay mucho ego, pero si no nos unimos para mostrar lo nuestro no hay demanda y es entonces cuando queda todo entre joyeros, y esto sigue pasando.

No es que me sienta muy identificada con la denominación de joyería contemporánea pero entiendo que es el término más simple para que el público entienda de qué se trata.

Hoy, sí son válidas las diversas denominaciones y definiciones que sirven para que desde el fuera se pueda comprender la propuesta o lo que se hace. En la actualidad, digo que lo mío es joyería, arte y diseño. Y hoy sí es válido que cada uno se llame como quiera porque, repito, ya se sabe de qué se trata.

Además de las caracterizaciones que mencioné, mi diferencial, repito, está en el proceso con todos mis recursos. El problema que se me planteó como docente fue que muchas veces tomaban mis recursos sin desarrollarse personalmente y terminaban siendo clones, por eso busque otras herramientas como el coaching para aplicarlas y tratar de ofrecer un proceso de enseñanza-aprendizaje más profundo y enriquecedor.

 

Identidad

 

La identidad de mi propuesta está dada por ciertas cualidades: son piezas orgánicas, voluminosas, tridimensionales, con luces y sombras, transparencias, con movimiento, articulación.

Pero lo principal tiene que ver con los diálogos que tengo con el material, con el proceso, con mis estados de ánimo, mis percepciones, mis experiencias e intenciones a lo largo del tiempo.

Hoy veo cómo se metió la joyería en mi vida más allá de la identidad de las joyas o del producto de diseño final. Estoy en una búsqueda de coherencia con mi propia vida. Hoy la joyería ni siquiera es el producto, cada vez me corro más del resultado.

 

“Me interesa y prefiero apuntar al proceso de realización de una joya de manera integral, con las emociones que puede representar, con la intención con que se hace, y también cómo y con qué se realiza.”

 

_Este concepto lo aplicaste no solo a joyería sino a piezas de decoración, mobiliario y luminaria, ¿seguís con estas disciplinas?

_Sigo sí, porque esos objetos son siempre parte de mi exploración personal. Muchas veces como resultado del trabajo me quedaban piezas y las transformaba en otro tipo de objetos de decoración, mobiliario y luminaria. Mi intención era hacer una joya pero en el proceso pasaban tantas cosas que terminaba en otro tipo de objetos. Muchas veces para hacer una pieza de joyería necesitaba alejarme del metal para liberarme, para no encasillarme ni caer en prejuicios, por eso me metí en cerámica, por ejemplo. Para hacer joyería trataba siempre de no buscar joyería sino llegar desde otro lugar.

Una vez el arquitecto Ricardo Blanco, pionero del diseño industrial argentino y entonces director  de esa carrera de la UBA, me dijo que cuando uno mira y no analiza, incorpora imágenes en el inconsciente y después termina creyendo que son propias y hasta puede diseñar algo muy similar al de un diseñador conocido sin darse cuenta.

Hay que buscar la esencia de lo que nos gusta, ver por qué nos gusta o qué no solo sea la imagen o resultado; si me gusta una torta, pensar qué me gusta y así descubrir, por ejemplo, que lo que me gusta es la combinación del limón con el chocolate, de dos opuestos. Cuanto más exploremos la esencia de lo que nos atrae vamos a conseguir despegarnos de eso conocido que nos gusta y poder crear algo propio, un producto con mayor identidad.

En mi proceso trato de desprenderme, de no meter imágenes en mi archivo mental sino de analizar, porque como diseñadora amo mirar, observar formas, líneas, objetos, diseños. Reitero cuando uno mira tiene que aprender a observar, grabar lo visto sino uno piensa que está haciendo piezas nuevas y no hace más que un patchwork de lo que te gusta.

De alguna manera todos hacemos algo conocido o visto, uno toma el material y termina en algo. Sé que lo mío no es una novedad total. Me importa mucho observar y tratar de ver qué hay de eso que me atrae, para quedarme con la idea borrando la imagen.  Por eso, el diálogo es tan importante: con la vida, con las esencias, con los materiales, etc.

Y sí, continúo diseñando piezas de cerámica y objetos de mobiliario y luminaria.

“Muchas veces como resultado del trabajo me quedaban piezas y las transformaba en otro tipo de objetos de decoración, mobiliario y luminaria.”

Nuevo taller en Areco

 

_Mudaste tu taller a tu casa.

_Lo que tiene de lindo este pueblo de San Antonio de Areco, es que cuando uno va a conocer la obra de un artesano va a su casa a conocer su taller no a un local. Algunos orfebres sí tienen su taller en un local pero la mayoría lo tiene en su casa, de ceramistas a cocineros.

Hoy el living de mi casa es una exposición permanente de mi obra, desde pinturas que hice para poder tener la sensación de materializar una idea, serigrafías, cajas de luz, cerámicas y hasta joyería. Tengo la casa invadida, tomada por mi arte. El que entra a mi casa, ingresa a mi mundo. Mi taller está en mi casa, un poco separado, pero allí está el universo de mi taller con el detrás de escena de la pieza de joyería.

 

“El living de mi casa es una exposición permanente de mi obra, desde pinturas que hice para poder tener la sensación de materializar una idea, serigrafías, cajas de luz, cerámicas y hasta joyería.”

 

_¿En qué consiste el proyecto Trazando identidad?

El proyecto Trazando identidad lo llevé adelante con la economista especializada en diseño Marcela Molinari para ofrecer capacitaciones a artesanos, sumando experiencias desde el manejo del producto y desde el proceso creativo.

Hice coaching ontológico no tanto por una necesidad personal, aunque me sirvió un montón, sino,  como conté en detalle, para aplicarlo en la enseñanza, en particular, a los obstáculos emocionales que veía en artesanos y diseñadores para llevar a delante sus proyectos, los cuales advertimos como transversales en el ejercicio del trabajo y en la vida misma porque tienen que ver con la manera de mirar y hacer las cosas.

Me metí como observadora para analizar y descubrir que somos producto de la programación que tenemos impresa; para ver cómo impacta la sociedad en nosotros porque no somos seres independientes que elegimos libremente, parece pero no, estamos muy condicionados. Por eso, es preciso romper con ciertas creencias, repensarnos, ponernos a prueba, y de esto se trató Trazando identidad.

Y luego apliqué el coaching a todas mis clases; hasta me dedico a coachear gente que se plantea la imposibilidad de seguir los objetivos que se propone, que no siempre tiene que ver con trabas económicas sino personales. Muchas veces cuando hablamos de las situaciones que nos pasan ponemos la culpa afuera, en el país, en las condiciones económicas, en los impedimentos impuestos, etc., y no nos hacemos cargo de algo y de esa manera no tenemos capacidad de cambio.

Nosotros no solo podemos diseñar piezas sino que hasta podemos rediseñar todo, hasta nuestra manera de ser si queremos. Es que si realmente quiero cambiar, tengo la capacidad de hacer lo que deseo, pero a veces estamos tan plantados en el pasado y su continuidad que seguimos haciendo las cosas de la misma manera. Si queremos cambios hay que cambiar! Hay que incorporar nuevos ingredientes sino voy a tener más de lo mismo.

 

“No solo podemos diseñar piezas sino que hasta podemos rediseñar todo, hasta nuestra manera de ser si queremos.”

 

_¿Cómo es el nuevo proyecto en el que estás trabajando?

_Es una suma de intereses que tenía separados y ahora encontré un formato para desarrollarlos todos juntos. Tiene que ver con piezas de joyería y también con los procesos creativos, con intereses personales, como la numerología, por ejemplo. Y en esa sumatoria  se verá la incorporación de otros materiales.

Incluirá muchas piezas coleccionables en un proceso, cuyo desarrollo va a llevar un tiempo pero no tendrá que ver con una colección convencional. Me encanta seguir haciéndolas pero ese tipo de trabajo ya forma parte de mi pasado. Pasadas pero no viejas ni desechadas, siguen vigentes. Ya la idea de la temporalidad aplicada al diseño, no corre más.

Todo suma y evoluciona porque el artista joyero cuenta su propia historia a través de su obra. De igual modo esa carrera por la producción o conseguir un resultado tampoco va más para mí. Ya sé lo que me gusta y trato de capitalizarlo.

Antes era mucho de acción-reacción, ahora me tomo un espacio para decidir; este espacio es cada vez más grande y tiene que ver con el poder personal de elegir que me lleva o aleja de dónde quiero estar.

 

“Mi nuevo proyecto tiene que ver con joyería y también con los procesos creativos. Es una sumatoria en la que se verá la incorporación de otros materiales.”


Entrevista a Tatiana Apráez

Apuntes | Notas

El pensamiento crítico permite la expresión a través de la joyería


Entrevista a Tatiana Apráez

Por Delia Alicia Piña

 

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Muy pocos países pueden hacer alarde de que su joyería contemporánea pone en valor técnicas artesanales. Aunque dice que esto ni siquiera es incipiente en su Colombia natal, la joyera, ingeniera y docente Tatiana Apráez es una de las pocas que sí puede sostener y levantar esa bandera.

En sus más de 20 años de carrera eligió el camino de la investigación, con mucho ensayo y error para metódicamente conseguir actualizar una técnica de decoración prehispánica y aplicarla a piezas de joyería contemporánea en un mix de materiales únicos.

Y le cambió la cara al llamado barniz de Pasto o técnica de mopa mopa con nuevos colores, texturas y grafismos sobre materiales inéditos. Este logro fue reiteradamente destacado fuera y dentro de su país, ya que recientemente obtuvo el Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón y en días lo vuelve a exponer en Japan Jewellery Fair.

Su innovación en detalle y cómo su escuela de joyería contemporánea es referente de la mano de la maestra joyera Nuria Carulla.


_¿Cómo pasaste de la ingeniería industrial a la joyería artística?

_Me gradué como ingeniera industrial en el año 2000 y mientras hacía la tesis sentí que algo me faltaba, que no estaba plena aun haciendo la práctica de la carrera que me gustaba en el área financiera de una empresa.

Estaba a la búsqueda y en una expoartesanías conocí a la maestra joyera Nuria Carulla, me gustó su trabajo porque era súper diferente de lo que conocía pero daba clases en Cota, a 6 kilómetros al sur de Bogotá y como ya trabajaba solo disponía de los sábados; no obstante, empecé finalmente y seguí estudiando con ella por más de un año. Es que cuando uno está abierto a recibir, pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo.

Luego de estudiar con Nuria y ahorrar me presenté en la escola Massana y quedé. Estudié Joyería Artística con Ramón Puig Cuyàs, que era director, y también con Carles Codina, lo cual resultó una experiencia súper. Allí conocí a la joyera bogotana Linda Sánchez, con quien de regreso a Bogotá nos asociamos para crear la escuela Materia Prima.

 

“Cuando uno está abierto a recibir pasan estas cosas como encontrarte con el maestro justo”.

 

_¿Utilizás tus conocimientos de ingeniería industrial en la joyería?

_La ingeniería industrial me dio mucha estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería, en particular, con Nuria Carulla que tiene su propio método y que ha sido una gran influencia para mí.

Sí hay mucho de la ingeniería en cuanto a procesos y construcción que he aplicado. Me gustan muchos los números, la lógica de la matemática y las habilidades financieras que me apropié para mis proyectos de joyería. También, la ingeniería industrial está muy ligada a la producción, a cómo haces un producto o prestas un servicio, y el lograr optimizar el proceso productivo para que no haya tanto desperdicio, por ejemplo, es una pericia que conseguí gracias a la ingeniería industrial y además me fue muy útil al poner en marcha mi taller y la escuela de joyería.

 

“Adquirí una estructura mental organizativa para el cumplimiento de pautas como parte de un proceso que he ido aprendiendo y desarrollando, pero que no solo adquirí al estudiar ingeniería sino también joyería.”

 

_¿El objetivo de tu trabajo es fusionar técnicas de joyería con otras artesanales para piezas más contemporáneas?

_Sí. En realidad no busqué hacer joyería contemporánea o joyería de algún tipo sino que se fue dando. Al principio, mi único fin era vincular la joyería con el mopa mopa.

A 21 años de haberme graduado puedo ver en perspectiva que los dos primeros años estuve ahondando tanto en la joyería como en las técnicas artesanales. Indagué en tejido en plata, intentando solo armar piezas y también tratando de lograr una buena calidad del mopa mopa para insertarlo en la joyería. Y no me resultó tan sencillo porque es una técnica hecha para objetos de decoración más grandes. Ese objetivo implicó descubrir muy bien esa técnica y hasta lograr un cambio de mentalidad en los artesanos. Solo estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, hacia el límite fronterizo con Ecuador, de donde soy oriunda.

Entonces, después de esa búsqueda inicial, arranqué y se fue dando. Como me familiarizaba con otros materiales no convencionales de la joyería todo me fue llevando a la contemporánea. Pudo resultar una joyería medio tradicional o étnica al principio, pero como el diseño fue evolucionando me fui metiendo en este mundo de la joyería. No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales de Nariño.

“Estaba convencida que quería hacer algo a partir de un saber hacer autóctono de Nariño, un municipio del sudoeste de Colombia, de donde soy oriunda… No tenía muy claro lo de la joyería como lo de trabajar con técnicas tradicionales”.

Barniz reversionado

 

_¿Qué es el mopa mopa?

_Es una técnica también llamada barniz de Pasto, que es la capital del departamento donde se realiza. En alguna época también se realizó en el norte de Perú y de Ecuador, pero el único lugar donde se desarrolló como técnica artesanal viviente, es decir, que ha perdurado en el tiempo, es en la ciudad de Pasto.

Es de origen prehispánico, perteneciente a la comunidad indígena de los Quillacingas hecha con un material muy preciado y escaso con el que impermeabilizaban vasijas y hacían cuentas para collares. Con los españoles cambian los grafismos hacia dibujos de holas, flores, pájaros para objetos de decoración.

Se hace con la resina de las hojas del árbol de mopa mopa que crece Putumayo, en la entrada a la selva amazónica; en Mocoa, la capital de este departamento, están los recolectores especializados en la obtención de esta resina, quienes conocen el camino de horas que lleva a esos arbustos silvestres y hasta allí se adentran por días, dos veces al año para conseguirla.

Ellos recolectan las hojas entre las que se segrega una resina que se cristaliza, y con la que forman una especie de piedra o bola que se comercializa entre los talleristas de Pasto. Entonces comienza un proceso bastante dispendioso de limpieza y separación de residuos e impurezas, implica molerlo y golpearlo, para tenerlo listo para pigmentar.

Después que se limpia y pigmenta, entre dos personas se estira como chicle y se convierte en una hojilla como de papel, pero de mopa mopa, de un color previamente definido con dicha pigmentación. Y esto es lo que se aplica sobre un objeto de madera, por ejemplo, o la base que se quiera.

 

“El barniz de Pasto se hace con una resina que se extrae del árbol mopa mopa que implica un proceso en manos de especializados que es bastante dispendioso”.

 

_¿Entonces, entrás en escena? ¿Aprendiste la técnica y la utilizás o tomaste una parte y la aplicás?

_Trabajo con un taller de artesanos, el del maestro Germán Obando, desde hace 18 años. Lo sé aplicar, pero para mí es una técnica de artesanos. Si bien desarrollamos juntos esa aplicación, no hago más que diseñar o crear piezas de joyería sobre las que se utiliza. Ese taller y/o a lo sumo 2 o 3 más, dependiendo de la producción, trabajan a mano esa técnica.

Por mi parte, tengo un trabajo de color de años que me permitió salir del colorido de la artesanía popular que, si bien me gusta e inspiró, no pegaba mucho con lo que yo quería expresar o con la evolución hacia la que quería orientar el trabajo. Fue una labor súper ardua hasta obtener nuevos tonos y gamas, en la que el taller quiso ayudarme. Así pasé de colores muy vivos, como rojo, verde, amarillo, azul y negro en escalas muy fuertes, para pasar a los pastel y nacarados.

De esta manera hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco. Prefiero que no haya un contraste muy grande porque esto se trata de una superposición de capas, así que va un blanco, encima un rosa pastel, más un amarillo y más para construir un nuevo grafismo también.

 

“Hice un desarrollo para determinar cómo mezclar esas nuevas gamas para convertirlas en nacaradas con el fin de poder dar brillo porque el barniz da opaco”.

 

_¿Todo esto supuso un estudio detallado y exhaustivo de cómo se hacía y cómo y para qué cambiarlo?

_Sí, claro. Supuso una búsqueda muy particular luego de analizar piezas antiguas para ver que existía antes y también después de mucho hablar e intercambiar con los artesanos.

Además, volví a usar mucho las hojillas o láminas de oro 24 o de marquetería, las cuales dan un tono dorado espectacular, y también de plata, que desde la época de la colonia se usaba poco en Nariño.

Introduje cambios en el grafismo habitual de los artesanos, como mencioné, a través de la superposición de colores. Diseño esos dibujos de acuerdo a las piezas que pretendo, pero siempre conservo las líneas más populares de este barniz que son los cuadros.

A ese grafismo de tres líneas característica de la cenefa prehispánica la transforme en una cuadrícula que cubre toda la pieza. Sí uso mucho los cuadros y flores, como pensamientos y margaritas de la época colonial, porque justamente es lo que me gusta o me ha llevado a usar el barniz.

 

“Volví a usar láminas de oro y plata… introduje cambios en el grafismo habitual a través de la superposición de colores… diseño dibujos pero conservo los cuadros que son las líneas más populares.”

 

_¿Qué otros aportes o intervenciones realizaste?

_También, pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica, que no solo es la madera. Por 10 años trabajé con madera, tallada, torneada de manera sencilla, de mil y unas maneras. Pero me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases. Entonces, hace seis años empecé a probar con el metal con texturas o pintado con pintura granulada para conseguir una mejor adherencia y para lograr los volúmenes y formas que quería para mis piezas de joyería.

Así se dio una investigación muy interesante. Después del metal, como plata, acero, aluminio y otros que hay que prepararlos, probé en cuero.

El cambiar de la madera porosa a bases metálicas obliga a trabajaras para que el barniz no se salte o no se quiebre. Analizando advertí que si la superficie tenía cierta textura exterior el mopa mopa se adhería mejor. Es decir, con los años pasé por un proceso de investigación, de ensayo y error para ajustar la técnica.

 

“Pude hacer evolucionar elemento sobre el cual se aplica… me di cuenta que para la joyería necesitaba encontrar otras bases… trabajé con madera, metal y hasta cuero.”

 

Recreación en 3D

 

_¿También sumaste impresión 3D en este trabajo tan artesanal?

_Sumé bases en 3D con prototipos diseñados en computadora que imprimo en volumen sobre los que luego aplico mopa mopa. Y últimamente mezclo madera torneada con 3D y metal para, después de mucho investigar, abrir un muy buen universo de posibilidades.

El 3D me permite hacer piezas grandes sin peso porque los filamentos son muy livianos. Pero pocas veces va solo sino que lo acompaño de madera tallada a mano con construcción en plata siempre muy pensada.

A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos. El trabajo de las bases y el color los hago en mi taller de Bogotá y el mopa mopa de Pasto es lo último que se aplica.

 

“A partir de lo enseñado por los maestros de esta técnica, he tenido ánimo para seguir con la joyería. Nos hemos enriquecido mutuamente, los aportes fueron mutuos.”

 

_¿Con el  3D pretendés proyectarte con piezas más grandes más allá de la joyería?

_La joyería es mi base y hasta ahora ha sido todo. Me gusta aplicar el 3D a la joyería, en mix con madera y metal, claro, para que aros y broches no pesen. Ahora estoy haciendo mis primeras piezas utilitarias que son contenedores.

Desde hace un año estoy haciendo torno en madera, porque la superficie de la madera que usaba tiempo atrás era trabajada por otras personas y debía ceñirme a lo que podían o querían hacer, que generalmente estaba condicionado a su producción o a una producción que les resultara rentable, como cuentas o pequeñas piezas, es decir, más convencionales. Y no había muchos talleres de torno especializados. Por esto también empecé a dejar de lado la madera.

Entonces decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Y por fin pude contar con las piezas que pretendía, con curvaturas o vaciarlas. Así, trabajo formas con movimientos con paredes de un espesor de 2mm, igualmente livianas, que es lo que también buscaba con el 3D.

Comprobé que se puede y desde hace un año empecé a hacer piezas volumétricas con paredes muy delgadas para objetos utilitarios o contenedores. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así; imagina lo que me falta en un año 8 bases, lo cual habla de lo que me gusta, de todo lo que puedo hacer, además de la escuela y mi taller.

 

“Decidí aprender para independizarme y hacer lo que quería. Esto lleva mucho tiempo y trabajo pero se sabe que cuando quieres algo es así.”

 

_¿Usás técnicas de joyería en plata y oro en piezas de mopa mopa?

_Hay un trabajo en oro en algunos broches, pero en general todas mis construcciones están hechas en plata. El trabajo en plata, torneado en madera y el 3D se hace en el taller de joyería de La Soledad, donde diseño, armo y salen las piezas listas para poner el mopa mopa en Pasto.

 

“Todas mis construcciones están hechas en plata.”

 

_¿Trabajaste en filigrana?

_Sí, por seis años trabajé en filigrana y mopa mopa, una mezcla que se ve muy bien. En un inicio  no se ensamblaban con un armado de plata liso en cambio ahora la plata está menos a la vista con un ensamble técnico muy preciso. Por años mis piezas estuvieron ligadas entre la filigrana y la madera.

Me encanta la filigrana y he querido retomar, por eso este año voy a hacer algunas piezas. Trabajo con un  taller de Mompox, que es el centro filigranero más grande de Colombia.

Un lugar colonial pequeño en el que hay un montón de talleres, un centro portuario que se destacaba en la época de la colonia porque hasta allí llega uno de los brazos del río Magdalena. Ahí estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería.

“Estudié filigrana y eso me cambio la manera de ver y hacer joyería. Este año voy a retomar y a hacer algunas piezas.”

_¿Reversionar técnicas de joyería y artesanía es una de las características de la joyería contemporánea colombiana?

_No, no creo que la joyería contemporánea colombiana esté definida por la incorporación de técnicas artesanales. Yo vengo de un departamento o un lugar muy artesanal y construí mi camino en la joyería a partir de la incorporación de técnicas artesanales, porque fue mi objetivo al incursionar en joyería, pero no es la generalidad.

La joyería colombiana dispone de muchos recursos. Sin embargo recién estamos volteando a ver de qué se tratan o si podrían incorporarse y cómo, de manera de definir una identidad de la joyería contemporánea de Colombia.

Es que la joyería contemporánea colombiana es muy incipiente y estamos luchando para generar un movimiento. En Argentina se da una movida muy grande, acá hemos sido más tímidos porque somos más recatados; nos falta impulsarnos y abrirnos.

es una joyería muy armada, con una forma de construcción técnica precisa, con lo cual pretendemos que todo ensamble muy bien, que todo quede bien puesto, alineado, más o menos orgánico, y la portabilidad sobre el cuerpo sigue siendo muy importante por lo cual está muy basada en la ergonomía. No nos atrevemos a pasar a una escala más grande porque siempre pensamos en el uso.

Todo esto está muy bueno y es súper importante, pero a veces nos detiene, nos detenemos en estos detalles y ya, no vamos más allá. Ciertamente si una pieza no está bien construida y si no funciona bien o si no ensambla para que dure más allá de tres posturas, no está bien hecha. Nos importa mucho la técnica por nuestra herencia o historia joyera que hace a nuestra idiosincrasia. Tenemos mucha tradición orfebre con piezas utilitarias muy importantes, con comunidades joyeras consolidadas, como la filigranera que mencione. Esto sí hace la diferencia en nuestra joyería contemporánea. Argentina y Chile han avanzado más en el campo de la joyería contemporánea y Colombia empieza a estar presente hace relativamente poco.

Volviendo a tu pregunta: ¡ojalá! Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos. Ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea. Hoy no se da tanto en la suma de técnicas artesanales y sí del entorno, es decir, sí se incorpora o refleja el medio ambiente en el que vivimos.

 

“Ojalá todos los países volvieran la mirada a sus recursos genuinos y artesanales para incorporarlos; ojalá pudiéramos expresar nuestra propia identidad artesanal en la joyería contemporánea”

 

Escuela contemporánea

 

_¿Cómo es Materia Prima?

_En Bogotá tenemos varias escuelas de formación tradicional. Está el Sena, o Servicio Nacional de Aprendizaje, que es público; Artesanías de Colombia, entre público y privado; varios talleres pero sin formación continua, y otro privado ligado a la alta joyería. Entonces, los interesados en joyería contemporánea debían conocer a Nuria Carulla que era la profe por excelencia o tenías que irte a estudiar al exterior.

Esto es lo que analizamos con Linda Sánchez al regresar de la Massana y nos preguntamos: por qué irse si en Colombia hay gente muy capaz que puede formar y si además hay muchos joyeros formados que regresaron al país y tienen pensamiento crítico.

 

“En Colombia hay gente muy capaz con pensamiento crítico que puede formar.”

 

_¿Qué significa formar joyeros con pensamiento crítico? ¿Por qué es importante aplicarlo a la joyería contemporánea?

_Lo del pensamiento crítico es porque pretendemos una formación en la que se vaya armando un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso. Es decir, creo que el pensamiento crítico es el que permite la expresión a través de la joyería.

Se trata de un proceso artístico en el que está involucrada la creatividad, pero no se da tanto a partir del papel en blanco, en el que la musa que llega, eso le pasa solo a algunos. Más bien se da través de un proceso de trabajo juicioso, con repetición a través del constante ensayo y error, con mucho maqueteo y dibujos para construir una idea. Una pieza de joyería no sale de un momento para otro sino que requiere de un proceso con un paso a paso en el que se va construyendo.

No tengo una formación artística sino que exploré la joyería artística para poder expresarme dentro de un proceso en el que necesito darle y darle para que resulte una idea que se acerque a lo que quiero. Hay muchos que tienen una capacidad innata pero por lo que he visto en la escuela la mayoría tiene y debe trabajar mucho.

Si no se hace una reflexión e indagación personal con un pensamiento crítico, no solo a partir de un concepto sino de una dedicada búsqueda sin rendirse no se avanza, porque es un proceso con muchos altibajos, el abajo te hace remontar y aprender.

Cuando los alumnos entienden -esto que nosotras también seguimos entendiendo como natural-  avanzamos juntos, porque estamos convencidos que la joyería es un proceso rumiante, en el que tenés que dar muchas vueltas de análisis, evaluaciones, reflexiones, conclusiones por eso lo de pensamiento crítico; es importante que una pieza sea el resultado de un pensamiento muy sólido.

Esta propuesta no existía y, si bien muchos joyeros contemporáneos creíamos en este proceso de trabajo, no existía una formación que lo ofreciera.

Por eso, con Linda decidimos fundar una escuela con esta orientación, de una con la presencia de la maestra joyera Nuria Carulla y de la arqueóloga con especialización en metalurgia prehispánica de Colombia Clemencia Plazas, quien fue por décadas directora del Museo del Oro y quienes nos ayudaron mucho para conceptualizar los lineamientos de la escuela. Entre las cuatro sentamos las bases de esta escuela de joyería contemporánea que funciona desde 2014 en Teusaquillo.

Materia Prima es como una creencia de que podemos aprovechar y multiplicar el conocimiento que tenemos y lo ofrecemos a muchos que están a la pesca o en busca y ha servido de plataforma de lanzamiento para las carreras de muchos que decidieron dedicarse con todo a la joyería. La mayoría de los que asisten ya vienen con una formación universitaria previa.

“Pretendemos una formación en la que se vaya armando en un proceso de expresión con sentido crítico. La joyería implica poder expresarse a través de un pensamiento crítico que te lleve a eso.”

_¿En ese proceso que ofrece la escuela se pone el acento en la investigación de materiales o en la técnica o en qué?

_Sí, se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se dominan o se escala en las técnicas se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales.

Esto se hace a través de proyectos personales, en los que se ponen a prueba materiales y se investigan otros nuevos. También la construcción de las piezas de joyería es central, como destacaba.

Y como en muchas escuelas contemporáneas, la ventaja de trabajar en proyectos personales es que cada uno propone algo distinto y se da un intercambio enriquecedor.

 

“Se ofrece un desarrollo técnico porque en la medida en que se domina se puede avanzar en la producción de formas y volúmenes originales a través de proyectos personales.”

 

_El Grand Prize de La Asociación de Diseño para Joyería de Japón, no es el primer premio internacional que recibiste.

_Sí, no es el primero. Es que en un principio me presentaba en muchos concursos relacionados con la artesanía y gané varios, otro de diseño y a algunos de empresas que también destacan el diseño.

El mejor premio o el más lindo que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea otorgada por Artesanías de Colombia -una sociedad de economía mixta que promueve el trabajo artesanal- porque destacaba mi trabajo artesanal porque logré pasarlo o transmitirlo a través de la educación del oficio, y esto es muy importante para mí.

 

“El mejor premio que recibí fue la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea porque destacó mi trabajo artesanal por haber logrado transmitirlo a través de la educación del oficio.”

 

_¿Qué creés que vieron los japoneses de tu trabajo? ¿Destacaron la reversión de una técnica ancestral mixturada con la joyería?

_Eso creí o esperaba. La comunicación, y no por el idioma, ha sido muy difícil porque nuestras mentalidades son muy distintas. Lo que nosotros podemos ver o destacar no es lo mismo que ellos ven o ponderan o con qué lo relacionan. La embajada de Colombia en Japón me ha ayudado a vincularnos. Y se me ocurrió esa misma pregunta. Mi especulación de que habían destacado mi trabajo con esta técnica tan laboriosa se frustró un poco, porque si bien resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja señalaron que hubiesen preferido otro tamaño aunque dijeron maravillarse por el volumen, y también indicaron que les recordaba al trabajo en porcelana de una dinastía japonesa.

 

“Resaltaron que la propuesta provenía de una técnica artesanal muy compleja y dijeron maravillarse por el volumen”

 

_¿Este premio te abre una puerta o te permite tener una llegada al exterior?

_Pasó y estoy súper agradecida y fue increíble; increíble que no esté específicamente ligado a la aplicación de la técnica de mopa mopa por la que doy todo, pero está bien. Voy más allá de hacerla conocer, ya que yo hago un trabajo completo que incluye nuevas formas, estructuras, colores texturas y eso es lo que realmente me interesa.

A fines de este mes hasta los primeros días de septiembre se exponen en Tokyo, en Japan Jewellery Fair y estoy muy contenta por esta nueva oportunidad de mostrar mi trabajo.

Me encantaría tener esas ganas de ir en evento en evento o no, porque no es lo que realmente me interesa. Me presenté a instancias de Nuria que me incentivó y encantada.

Sé que esto es para aprovechar y mi manera de aprovecharlo apreciar que logre que este trabajo sea considerado, se vuelva universal y así puedo darle más sustento al camino en el que transito. Y esto sí me da ímpetu para trabajar, aunque lo logré antes de haber sido premiada en Japón. Feliz de haber llegado a una obra que me ha hecho madurar profesional y personalmente.

Mi búsqueda o foco está en mi taller y en la escuela, es lo que me mueve. Y si pasan más cosas o llegan propuestas de presentaciones, bienvenidas, siempre voy a tener obra trabajada para mostrar porque no paro de camellar (recorrer mucho).


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“Usar la forma básica del vidrio, la esfera, como protagonista en el diseño de piezas de uso diario más la vaporización del oro para conseguir una peculiar iridiscencia de colores fue un reto personal”, dice la artista Agustina Ros, quien presenta su último trabajo de joyería y objetos de colección.

Se trata de «Bubble Pinky Collection», en la que juega con originales formas esféricas con espectaculares reflejos de color.

Ros se destaca como una de las protagonistas de «Artistas de Argentina en el Año Internacional del Vidrio», la muestra que desde hoy y hasta el domingo 7 se ve en Artesania Catalunya, comisariada por IVIS Gallery.

La exposición muestra una selección de artistas que trabajan el vidrio de maneras muy diversas: además de Agustina Ros, participan Andrea Da Ponte, Claudia Golzman, Ana Laura Quintana, Silvia Holzkan, Sofía Villamarin, Cecilia Nuñez, Marisa Berrone, Eduardo Nieto, Cecilia López Bravo, Julieta Cajal, Javier Blanco y Celina Re + Juan López.

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