Taller de Laura Giusti
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Laura Giusti ofrece un taller en Castelar especializado en técnicas de metales y otros materiales.
Cuál es y dónde queda. El Taller de la joyera Laura Giusti, la gestora cultural que conduce Joyeros Argentinos y es una de las organizadoras de las bienales latinoamericanas de joyería contemporánea, está en Castelar, donde recibe interesados en aprender joyería de la zona oeste, sudoeste y noroeste del conurbano y hasta de Capital Federal.
Cómo es. Es un espacio luminoso en medio de un parque de arboleda añosa. Cuenta con las herramientas y máquinas necesarias para trabajar en clase. Un banco con cinco espacios, en el que lxs alumnxs pueden trabajar junto a sus compañerxs y enriquecerse con el intercambio mutuo. Y cuenta con una amplia biblioteca de joyería.
Ampliar la mirada
Qué se enseña. Su objetivo es facilitar el aprendizaje de técnicas para que cada unx pueda materializar sus ideas en piezas de joyería. “La propuesta incentiva a ampliar la mirada para incorporar materiales e ideas, encontrar soluciones, profundizar en técnicas, aceptar desafíos y, sobre todo, disfrutar de los resultados y el camino que lleva a ellos”.
“Promovemos la experimentación individual y compartida. E incentivamos la incorporación de materiales no tradicionales con la investigación que necesariamente implica su uso y adaptación a la joyería”, destaca Giusti.
Modalidad de trabajo.
Cuenta que comienzan a trabajar el metal desde la primera clase. “Quienes ingresan, aun sin conocimiento previo, el primer día se llevan un anillo hecho por ellxs mismxs. Esa práctica inmediata está permanentemente acompañada del sustento teórico que ayuda a comprender el proceso de transformación”, destaca.
“La clase es muy personalizada, cada alumno trabaja con su proyecto y a su propio ritmo. A medida que avanzan en la práctica e ejercitan habilidades, van incorporando técnicas y soluciones. Proponemos jornadas especiales de técnicas específicas”. Aclara que se puede ingresar en cualquier momento del año, con o sin conocimientos previos.
Habilidades que se aprenden. Técnicas tradicionales de la construcción en metal, como calado, limado, soldado, pulido, embutido, anticlástic, etc. Técnicas de combinación de metales a través de la fundición, como casamientos, etc., y a través de la construcción, como embaldosado, entre otras.
“Una parte importante de la propuesta del taller es la apertura, que promueve la experimentación individual y compartida. También incentivamos la incorporación de materiales no tradicionales, con la investigación que necesariamente implica su uso y adaptación a la joyería”.
Práctica inmediata en metales y otros materiales
Meta. “La propuesta es acompañar a lxs participantes en la búsqueda y concreción de sus propios proyectos de joyería, poniendo el acento en la búsqueda de lenguaje propio, incorporando distintos materiales no tradicionales de acuerdo a sus inquietudes y necesidades”.
Perfil. “Al taller vienen personas de todas las edades (desde muy jóvenes hasta adultxs mayorxs) con distintos objetivos e intereses que son respetados y que trato de ayudar a concretar”.
Metalworks
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Metalworks es una escuela de formación de artistas joyeros que dirige Federico Rolla en Villa Dolores, Córdoba
Cuál es y dónde queda. Metalworks Studio es un espacio de trabajo y proyección para la joyería, las artes del fuego y los metales que abrió a fines de 2019 en la ciudad de Villa Dolores, en el valle de Traslasierra en Córdoba. Funciona como taller de diseño, producción y showroom del trabajo del orfebre Federico Rolla, director de este estudio, y también como escuela y espacio de formación de artistas y diseñadores de la zona.
Cómo es. En un espacio cubierto de unos 90m cuadrados, cuenta con un banco de ocho puestos de trabajo para alumnos que disponen de iluminación cenital, tornos colgantes y sopletes individuales. Además el taller cuenta con laminadoras motorizadas, arenadora, taladro, pulidoras, bateas de ultrasonido, equipos de electrólisis para baños y electroformados, mesa de fundición con lingoteras y crisoles, también un equipo para fundición a la cera perdida con batea centrífuga y un horno cerámico, inyectores de cera y vulcanizadora de caucho.
Formación de artesanos orfebres
Qué se enseña. Metalworks hace especial énfasis en la formación de artesanos con una sólida base en el oficio de la orfebrería. “La tradición del trabajo con metales no ferrosos es el punto de partida para la contemplación del proceso creativo y se da una metamorfosis única que sucede en el individuo al nutrirse de la sensibilidad que ofrece este oficio”, señala el diseñador y orfebre Federico Rolla. Los cursos son anuales con una modalidad de un encuentro semanal de tres horas.
“La idea es que los alumnos finalicen su formación con una base técnica sólida que les permita impulsar su afán creador con sustento en la experiencia”, plantea el director de Metalworks.
Modalidad de trabajo. Las clases son presenciales, se dictan los viernes de 17 a 20, y es posible incorporarse durante todo el año en la medida en que halla de los cupos disponibles. Se ofrecen seminarios intensivos online con objetivos puntuales, los cuales se diseñan a la medida de cada interesado.
Base técnica sólida
Habilidades que se aprenden. El programa de estudio de la formación inicial en joyería está segmentado en cuatro cuatrimestres. En los primeros dos el enfoque principal apunta al calado, soldadura y fundamentos de la metalurgia de los metales no ferrosos. En los dos cuatrimestres finales se incorporan experiencias de engarce, fabricación de cadenas, soldaduras de volúmenes complejos y diseño integral de piezas de joyería.
“La idea es que los alumnos finalicen sus dos años de formación con una base técnica sólida que les permita impulsar su afán creador con sustento en la experiencia”, destaca Rolla.
Meta. El objetivo de la formación básica en joyería es “abrir la posibilidad de un trayecto creativo en un formato tan rico y, a la vez, tan resguardado como la joyería. No es una formación de técnico joyero clásica, aunque admite y estimula la posibilidad de otorgar a los alumnos los elementos fundamentales del oficio de joyero”.
Perfil. “El espacio está abierto y es permeable a toda persona con un interés genuino en las artes y oficios de los metales, sin distinción de formaciones previas u ocupación”.
Taller. showroom y cafetería
Actividades. Además de la escuela de formación de joyeros, Metalworks dispone de un taller de producción y un showroom para exhibición, cuyas piezas se comercializan en una tienda online. Además, cuenta un mini garden lounge con una cafetería abierta al público en Pte. Juan Domingo Perón 141, local 2, en Villa Dolores.
Taller de Mercedes Castro Corbat
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Se relanzó el taller escuela de técnicas mixtas de Mercedes Castro Corbat en Acassuso.
Cuál es y dónde queda. El taller escuela de técnicas mixtas de Mercedes Castro Corbat está en Acassuso, partido de San Isidro.
Cómo es. Está en un espacio muy luminoso con mesas amplias frente a una gran puerta ventana que da a un jardín con un limonero. Tiene además un espacio que sirve de depósito de materiales listos para experimentar y «cajas de tesoros” disponibles para quienes quieran probar de usarlos.
Para contar otras historias
Qué se enseña. Es un taller de artes visuales, de técnicas mixtas que propone trabajar con distintos lenguajes y diversas materialidades con el fin de “crear nuestro propio mundo, profundizar en los temas que nos interesan, conmueven o interpelan o, citándola a la historiadora, epistemóloga y filósofa Donna Haraway, reflexionar sobre “…qué materias usamos para pensar otras materias, qué historias contamos para contar otras historias…”
“Hacemos hincapié en confiar en el trabajo propio y sostenido, pero sobre todo a animarse a poner las manos en la masa con la misma seriedad del niño en el juego”, señala la maestra joyera.
Modalidad de trabajo. La modalidad es de taller libre en un intercambio grupal, dinámico, en el que cada uno trabaja su proyecto. “Durante las tres horas de clase del taller, en algún momento cortamos para hacer ‘el paréntesis’, en el que se presenta la obra de un artista y, a partir del método de Estrategia de pensamiento visual, VTS, se discute ampliando el sentido, linkeando, sumando nuevos puntos de vista, reflexionando sobre otras formas de hacer, pensar y de crear mundos. Esa charla puede estar seguida o no de un ejercicio corto o de una consigna para desarrollar, a voluntad, durante la semana. El objetivo principal del paréntesis es ampliar la mirada como también servir como disparador de ideas.
Ampliando la mirada
“Para este fin, hay una biblioteca itinerante a disposición y todos son bienvenidos a llevarse libros en préstamo”, explica la pintora y maestra joyera, que entre otras actividades también se desempeña como docente en la cátedra Kweitel Proyecto de Accesorios UBA.
Este año la modalidad también es mixta, presencial para un máximo de seis personas, los miércoles, jueves y viernes de 9.30 a 12.30, y para quienes prefieren la virtualidad existe la posibilidad de sumarse al taller vía zoom.
Habilidades que se aprenden. “Se aprende al probar, al equivocarse, porque a veces a partir del error o de aquello que descartamos encontramos algo que nos ayuda, descubrimos el emergente. Hacemos hincapié en confiar en el trabajo propio y sostenido, pero sobre todo a animarse a poner las manos en la masa con la misma seriedad del niño en el juego”.
Meta. “La propuesta es hacerse de una caja de herramientas propias para el autoconocimiento, a partir de incursionar en distintos lenguajes de las artes visuales. En el taller hay un continuo intercambio de ideas. Las personas que asisten tienen como principal motivación disfrutar de una actividad que implica trabajar con las manos, ‘pensar con las manos’. Se trata de en una actividad reflexiva para intentar expresarse de la mejor manera con eso que nos interpela. Esta caja de herramientas es transportable a cualquier otro tipo de actividad”.
Un lugar de no certezas
Perfil. “El rango etario es muy amplio y no hay que tener conocimientos previos de ningún tipo, solo ganas de probar y querer estar en un lugar de no certezas y al mismo tiempo de mucha satisfacción”.
Actividades. “En años anteriores hubo seminarios y workshops dados por artistes invitades, como Verónica Gómez, que dio un taller de Dibujo; María José Lafont, sobre Impresión botánica; Francisca Kweitel, Procesos creativos; Alejandra Agusti, Moldes en distintas materialidades; Silvia Matto, Color; Rafael Alvarez, Electroformado; Francine Schloeth, Laca japonesa, y Francine Oeyen sobre Objetos de papel, entre muchos otros. Y ya estamos listos para mucho más”.
Joya Laboratorio Textil
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Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta Joya Laboratorio Textil de Jessica Morillo
Cuál es y dónde queda. Joya laboratorio textil es el nombre de un espacio de formación independiente y autogestivo que se inició a fines de 2020 con el desarrollo del Programa de Joyería Textil 1.
Las clases las dicta Jessica Morillo en forma directa, de manera virtual, “sin grabarlas, algo que se volvió recurrente en la pandemia, pero para sostener ese entusiasmo y compromiso del encuentro preferí que sean efímeras”, explica la diseñadora y joyera que destaca entusiasmada que transmite “¡Desde Tucumán al mundo!”
La joyera textil ofrece talleres entre presenciales y virtuales, desde hace más o menos 9 años y la cuarentena la obligó a repensar el proceso de enseñanza y aprender sobre la dinámica de la virtualidad.
“No imagino un espacio físico permanente sino viajando y dando estos talleres presenciales mientras siguen los virtuales, que me abrieron una puerta inmensa a vínculos con mujeres de todo el mundo: de Chile, Brasil, Colombia, México, EE.UU., España y Francia entre otros.
Cómo es. Los encuentros son virtuales y de a poco fue equipándose “para mejorar la calidad de cada encuentro, con luces, equipos, potencia de internet; ahora me mude y tengo un espacio específico en la oficina de taller para dar las clases virtuales, con luz natural que también aporta a cada encuentro”. Las clases son virtuales en un encuentro semanal, también con seguimiento virtual a través de grupos por turnos para seguir atender y supervisar los procesos, lo cual “afianzó el vínculo entre todas y, sin lugar a dudas, construimos lazos afectivos”.
Programa y clínica
Qué se enseña. Se trata de un programa inicial de cuatro cápsulas y, por el pedido del colectivo, se da un mes de Joya/Clínica. El programa 1 y 2 están conformados por 5 partes, 4 de dos meses de duración y la última es de un mes.
El P.1 trata sobre Joya/cestería, Joya/bordado, Joya/telar, Joya/Crochet y Joya Clínica. El P.2 sobre Joya/Pliegues, Joya/fieltro, Joya/macramé, Joya/Andina y Joya Clínica.
A fines del año último hicieron una expo del programa 1 para mostrar los procesos y algunos trabajos finales.
Además, la directora de Joya laboratorio textil ofrece asesorías y acompañamientos de proyectos creativos de manera personaliza para trabajar diferentes necesidades.
Asesorías de proyectos creativos
“Esto va desde un bloqueo en el proceso, la búsqueda de un concepto para desarrollar hasta el armado de un portfolio para la presentación a un concurso, todo según la necesidad que cada consultante; voy escuchando y proponiendo alternativas posibles, intentando ofrecer una mirada crítica pero afectiva para potenciar el trabajo del otro”.
Los objetivos de los programas son: “Que las creativas puedan establecer un vínculo más abierto con la joyería y un cruce con el textil, conociendo lo técnico, pero a la vez desandando ese camino tan asistido de las técnicas, con el fin de reapropiarlas, desarmarlas, ponerlas en tensión para hacerlas singulares, también para aprender cestería no para hacer cestas solamente sino para construir un universo poético propio, que puede estar vinculado al desarrollo de joyería de uso, artística o a una instalación.
“Además, nos proponemos reconocer a artistas, artesanas, diseñadores y hacedorxs que se valen de diferentes procedimientos para desarrollar sus piezas, especialmente producciones de mujeres y disidencias de Latinoamérica.
“De igual modo, nos interesa cuestionar el deber ser y mirar la potencia del error. Y, entre otras, aprender a escribir sobre el hacer, pensar la producción más allá de la pieza en sí porque los textos son necesarios y deben acompañar las producciones”.
“Quiero tejer un espacio de saber con otras, acompañar esos procesos, animar a salir de la parálisis o el vértigo que provoca mostrar lo que hacemos”, dice Jessica Morillo
Modalidad de trabajo. “Me apasiona la docencia, y la pienso y entiendo de manera horizontal, colectiva, afectiva, critica y reflexiva. Construir un espacio virtual con esos pilares me resultaba un desafío enorme y superó mis expectativas, porque logramos romper la frialdad de la pantalla, la distancia de las fronteras y todas pudimos mirar y escuchar afectiva y críticamente el proceso y atender a la mirada de la otra.
Tejiendo espacios
“No me interesa ser la profesora ni quiero tener alumnas, no me dirijo así a ninguna de ellas; sí quiero tejer un espacio de saber con otras, acompañar esos procesos, animar a salir de la parálisis o el vértigo que provoca mostrar lo que hacemos o por miedo o vergüenza o por esa herencia de que ‘las mujeres deben hacerse cargo de lo doméstico y los cuidados y hacer un taller para poder transitar un proceso creativo es perder el tiempo’.
«Es preciso que eso deje de tener un peso negativo y se viva como una gran inversión personal. Esto es algo que en los talleres se repitió mucho y generó identificación colectiva. Entender la educación o los espacios educativos con perspectiva de género, es fundamental para desanudar estructuras pre-moldeadas que nos limitan en nuestro desarrollo”.
Habilidades que se aprenden. “A escuchar, a mirar el territorio de quien produce, a tenerse paciencia, a insistir en las búsquedas, a no quedarse con el primer resultado, a creer en lo que hacen con lo que producen y piensan, a entender la coreografía de cada técnica y tomarlas para hacer su propio baile”, explica.
Y recuerda una anécdota: “En el taller sucedió que varias algunas por primera vez a presentarse a un concurso, tanto de joyería como de textil, y quedaron seleccionadas, cuando me llegaban esos mensajes me explotaba el corazón de alegría y felicidad. Es muy poderoso acompañar el proceso de otras artistas mujeres”.
Meta. Que durante el programa de joyería textil “cada asistente pueda construir un gesto personal en su hacer, ponerlo en valor y trabajar sobre eso; lo compartido en cada cápsula es factible de trasladar a cualquier campo creativo.
El abordaje es integral, se trata de una aproximación a los diferentes procedimientos textiles: técnicos, materiales, conceptuales y textuales para poder aplicarlos no solo a la joyería sino a los proyectos creativos que consideren de la joyería (uso portable y/o artística) la escultura o instalación.
Perfil. Está abierto a artistas, diseñadores, artesanos, estudiantes o de cualquier otra disciplina, no es necesario tener conocimientos previos ni en textil ni en joyería; “¿tienen que saber algo? La respuesta es no, lo importante es tener ganas de estar, comprometerse y dejarse llevar”.
Actividades. El programa incluye algunas charlas; el año pasado la artista colombiana Ángela Rojo habló de su proceso creativo. Desde el espacio en redes de Joya Laboratorio Textil se realizó un ciclo de vivos en llamado «Joyeras que parten la tierra».
Se trató de un encuentro con diferentes joyeras de Latinoamérica para hablar de sus caminos creativos y de cómo llegaron a la joyería; participaron Tali Wasserman, Marina y Marcela Pascual de MM Pascual, Liliana Ojeda, Ángela Rojo y Clarisa Menteguiaga.
Además, de la mencionada expo del primer año del programa que fue virtual con una invitación abierta, en diciembre último.
Taller Escuela de Luz Arias
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos de visita para conocer el Taller Escuela de Luz Arias, ubicado en Palermo.
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Cuál es y dónde queda. El taller se encuentra dentro de un departamento adaptado, con las precauciones necesarias para dictar clases de joyería, ubicado en Sánchez de Bustamante entre Beruti y Arenales, en pleno barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires.
Cómo es. Cuenta con varios bancos de trabajo, hoy con un espacio máximo para dos talleristas por curso, debido al protocolo de la pandemia. Dispone de soldadores, laminadora y herramientas varias específicas para joyería, como sierras, pinzas, cinceles, martillos, entre otros.
Para explorar sin límites
Qué se enseña. Mediante clases personalizadas, se busca que los alumnos puedan adquirir técnicas de joyería tradicional y contemporánea, para apropiárselas y traducirlas en piezas con estilo propio, sin límites de posibilidades a la hora de explorar lo que les interesa.
“Busco acompañar a los alumnos brindándoles las herramientas del oficio necesarias para que puedan apropiarse de las técnicas, manejar los materiales y así expresar sus inquietudes generando un lenguaje propio”, dice la arquitecta y joyera contemporánea.
Modalidad de trabajo. “Si bien siempre es enriquecedor y se puede compartir con otros alumnos, las clases son individuales y personalizadas, de dos horas una vez por semana. Se trabaja a partir del conocimiento que traiga cada alumno y depende del tipo de técnicas que quiera desarrollar, a partir de una propuesta de diseño propio, buscando respetar el ritmo de exploración de cada uno y sus intereses.
“Se adelanta progresivamente en la medida que vayan dominando cada técnica y se sientan cómodos para ir incorporando y explorando nuevas. Se ofrece un acompañamiento para proyectos personales, con el fin de a ayudar a responder sus inquietudes y materializar planes”.
Habilidades que se aprenden. “Empezamos aprendiendo a trabajar los metales con sierra, calando, limando y vamos entrando hacia el fuego a medida que el alumno vaya dominando cada técnica.
“La forma de aprender es a través de la creación de diseños propios, usando todas las técnicas que se van aprendiendo. En función de la complejidad y el desafío que se presentan, se avanza en el proceso”.
Pase de conocimientos
Meta. “Busco acompañar a los alumnos brindándoles las herramientas del oficio necesarias para que puedan apropiarse de las técnicas, manejar los materiales y así expresar sus inquietudes generando un lenguaje propio.
“Para mí es muy importante dar lo que recibí, tuve maestros increíbles que me acompañaron y me abrieron a diferentes expresiones; todos muy generosos, cada uno en su especialidad. Es importante pasar lo que uno aprendió con el amor recibido”, destaca la joyera.
Perfil. Es muy variado, en edades, intereses y formación previa, pero “la mayoría tiene un interés marcado por el arte y se encuentran en búsqueda de herramientas para poder expresarse y generar así su lenguaje personal”.
Taller Escuela de Hebe Argentieri
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta el Taller de Hebe Argentieri en Junín.
Cuál es y dónde queda. Su taller se encuentra ubicado en una zona céntrica pero tranquila de la ciudad de Junín, al noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Cómo es. Es un lugar muy amplio y luminoso para compartir, en un ambiente relajado con seis lugares de trabajo con el equipamiento y todas las herramientas necesarias.
Seguimiento personalizado
Qué se enseña. “Acompaño en las búsquedas individuales de lenguajes creativos propios: aprendiendo técnicas, descubriendo materiales y explorando para desarrollar piezas de joyería”, dice de su función, en un espacio donde “se fraguan el oficio, las poéticas y las emociones”.
Además, ofrece también seminarios intensivos de técnicas, como casamiento de metales, laca japonesa y ceras blandas.
Y cuenta con visitas virtuales o presenciales de colegas que, en workshops específicos, “enriquecen ampliamente la actividad” de su taller.
Ahora -en un principio, empujada por el confinamiento- recurre a encuentros online que, “con otra dinámica de trabajo, permiten un planteo de mayor diálogo conceptual y de exploración de materiales cotidianos”.
“Se aprende a trabajar metales con técnicas tradicionales pero con una mirada contemporánea y a trasladar ese conocimiento a la exploración de otros materiales”, destaca la joyera.
Modalidad de trabajo. Las clases regulares son de carácter abierto, y en ellas se contempla las necesidades de cada participante del taller según sus objetivos e intereses. Así van incorporando técnicas y buscando su voz.
Experimentación constante
Habilidades que se aprenden. “Se aprende a trabajar metales con técnicas tradicionales pero con una mirada contemporánea y a trasladar ese conocimiento a la exploración de otros materiales.
“La experimentación y la traducción de materialidades, mediante la técnica adecuada, responden a las motivaciones interiores, personales y profundas de cada artista”.
Perfil. El taller recibe personas provenientes de distintos ámbitos, interesadas en esta nueva forma de arte u oficio contemporáneo, no solo de Junín sino también de la zona noroeste de la provincia.
Expo demostrativa
Actividades. Acaba de presentar la muestra «Discurrir(es) Inadvertido(s)» como Taller Hebe Argentieri e invitadas, una exposición simultánea de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea organizada por Joyeros Argentinos.
“Se trató de las obras realizadas por participantes del taller, que resultaron de una indagación individual y da cuenta de la diversidad de enfoques que se dan en esta búsqueda de identidades, con un territorio en común. Y el aporte de invitadas unieron caminos”.
Esta exposición se mostró en distintas instancias y formatos: una muestra performática en la Laguna de Gómez, con poesías, relatos y cuerpos en movimiento; presencial, en la galería Tono Local de Junín, y online, en la plataforma labienal.ar, aún en línea.
Escuela de Ludovica Riccardi
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta el taller-escuela de Ludovica Riccardi.
Cuál es y dónde queda. El taller escuela de Ludovica Riccardi surgió como “un lugar donde compartir lo que sabía y, poco a poco, con los años se fue llenando de alumnos y así transformando y estableciendo”.
Está ubicado en San Fernando, provincia de Buenos Aires. Hasta hace unos años funcionaba en su casa en un espacio destinado especialmente pero a principios de 2019 lo mudó a media cuadra, al que era el atelier de su madre, un lugar lleno de arte en el que libros, cuadros, dibujos y esculturas completan el escenario del espacio.
“Aquí enseño, creo y soy feliz”, dice, y agrega que es el sitio en el que se puede expresarse y donde puede compartir lo aprendido y lo que sigue aprendiendo en sus muchos años de oficio, “para que otros tengan las herramientas para expresarse también y ser felices. Cualquier manifestación creativa es mágica, liberadora, un encuentro con uno mismo”.
Cómo es. Su taller tiene dos espacios definidos. El principal es muy luminoso con dos de sus cuatro paredes con grandes ventanales, tiene cinco bancos, cada uno con su respectivo soplete y todas las herramientas necesarias. “La idea es que conozcan el oficio sin tener que hacer una gran inversión al inicio, que puedan ir conociendo de qué se trata. Si quieren trabajar con metales nobles, plata, por ejemplo, traen la granalla y acá la podemos fundir, laminar y preparar todo lo que precisan. Si quieren trabajar con bronce, cobre, alpaca se pueden usar los del taller o para grandes trabajos traerlos. También, tienen a disposición herramientas para trabajar la técnica de la cera perdida y cuentan con una amplia biblioteca de consulta”.
Para esto, cuenta con un espacio para fundir, laminar, pulir, investigar.
La pulidora tradicional está en el otro espacio más reducido. El taller también dispone de un escritorio, exhibidores, cuadros y una segunda laminadora manual para que empiecen a incorporar de manera segura la forma de uso de esta herramienta antes de pasar a la de motor.
Según lo que se quiera expresar
Qué se enseña. Las clases son regulares, una vez por semana en horarios y días a definir. “Cuentan qué quieren hacer y juntos vemos la mejor manera de llevarlo a cabo. Básicamente enseño técnica porque permite que en un futuro no tengan límites. Vemos pros y contras que las piezas puedan tener, materiales y técnicas que conviene utilizar según lo que quieran expresar, diferentes maneras de abordarlas según los métodos que más les guste o que se necesite para esa pieza en particular”.
Ofrece intensivos temáticos a pedido y, en breve, en el patio de su taller escuela, pretende retomar los workshops específicos que daba o que dictaban colegas invitados especializados en otras técnicas, antes de la pandemia. Además, dicta clases personalizadas a distancia, “justamente por la real distancia geográfica».
“Enseño técnica porque creo que eso permite que en un futuro no tengan límites.”, dice la joyera de la propuesta de su taller escuela.
Modalidad de trabajo. El curso lleva el tiempo que cada uno necesita, desee y quiera. Los estudiantes van a su ritmo y con sus propios objetivos. Todos son diferentes, cada uno tiene sus ideas y tiempos. Charlan mucho de lo que quieren y se los acompaña en todo momento.
Habilidades que se aprenden. “Aprenden los procesos constructivos de la joyería y su aplicación en cualquier tipo de diseño, sea clásico o contemporáneo.
“También, aprenden a pensar las etapas necesarias para llegar a esa idea que quieren materializar o a poder modificarla de ser necesario, porque esta mutó y descubrieron que puede ser otra.
“Y aprenden a desarrollar su propia creatividad; a que ningún proceso es en vano; que no existe fallar porque en cada paso se aprende, siempre se aprende”.
Transmisión de conocimientos
Meta. “Insisto en poder enseñarles lo que sé; que se sientan confiados de que pueden. Que lleguen a sentir que no tienen límites y que el día de mañana tengan sus propios talleres, sus obras y, sobre todo, personalidad”.
Perfil. “Es tan variado como las edades de los que concurren. Algunos tienen objetivos muy claros otros tienen la necesidad de un estar en un espacio creativo que les permita desconectarse de su cotidianeidad. Y todos terminan viendo materializadas las expectativas en piezas que nacieron de una idea y un día: son”.
Actividades. “En un momento organizaba exposiciones colectivas con los trabajos del año de cada uno, después fueron muestras en espacios más importantes pero solo con aquellos que querían y sentían la necesidad, porque me di cuenta que a muchos alumnos se estresaban con estos eventos; ellos consideraban al taller y su trabajo en él como un santuario personal que no querían exponer.
“Así que decidí ir viendo año a año, sin imposiciones. Esto se cortó con la pandemia. Ya veremos… tengo la idea de una muestra virtual”.
Escuela de Fabiana Gadano
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta la Escuela de Fabiana Gadano.
Cuál es y dónde queda. El taller escuela de Fabiana Gadano está ubicado en un departamento muy bien cuidado y remodelado para el uso de taller, con balcón corrido a la calle, en un primer piso de un edificio antiguo de techos altos, en Moreno entre Tacuarí y Bernardo de Irigoyen, en el Centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Cómo es. Cuenta con un taller amplio equipado con seis bancos de trabajo, aunque las clases presenciales solían tener un máximo de cinco personas. Hoy, con los protocolos vigentes, funciona en grupos aún más pequeños, con un máximo de tres talleristas por curso.
“El equipamiento del taller permite desarrollar la enseñanza tradicional de las técnicas de joyería sin dejar de considerar el amplio espectro de los materiales no tradicionales en los que la joyería contemporánea tanto abreva.
Así, dispone tanto con soldadores, laminadora, herramientas manuales varias y específicas para joyería como con diversos materiales para experimentación: maderas, cartones, plásticos, textiles, etc.”, detalla la maestra joyera.
Qué se enseña. Su objetivo es brindar herramientas conceptuales y prácticas para que cada creador@ pueda desarrollar su propia voz, “en un camino largo, apasionante y laborioso para el descubrimiento e incorporación de técnicas”.
Si bien las clases son grupales y conviven principiantes y avanzados, cada un@ desarrolla sus propios proyectos.
“Los acompaño en su proceso de trabajo. Pregunto, re-pregunto, sugiero y analizamos. Mi formación como curadora en artes me dio muchas herramientas teóricas y analíticas, muy útiles al dar las clases de taller. Y percibo que mi formación previa en Diseño Industrial es un contrapunto práctico más que necesario para el quehacer objetual”, fundamenta.
Desarrolla clases semanalmente a lo largo del ciclo lectivo, en el que da talleres intensivos de una semana o 10 días. Se trata de talleres, en los que combina clases individuales con grupales.
Estos talleres intensivos están planeados para creadores que pasan una temporada en Buenos Aires o para tod@s aquell@s que disponen de tiempo corrido y desean introducirse en el tema de joyería.
Enseñanza especializada
En otra faceta de su enseñanza, desde hace dos años dicta la materia Diseño de Joyería en el programa Especialización en Diseño de Indumentaria y Joyería que ofrece la Secretaría de Posgrado de la Facultad de Artes, Universidad Nacional La Plata.
Fue convocada por el D. I. Miguel Travería, director de la especialización, que se interesó en incorporar al ciclo de posgrado algo de su modalidad de trabajo, porque conocía la labor que desarrolla en su taller desde hace más de diez años.
“Brindo herramientas conceptuales y prácticas para que cada creador@ desarrolle su propia voz”, dice la maestra del objetivo de su propuesta.
Modalidad de trabajo. A raíz del confinamiento de 2020 y de las condiciones actuales, también ofrece talleres online. Consisten en un planteo de experimentación con materiales, como plásticos reciclados, papeles, telas etc. “Es un taller donde no necesariamente utilizamos metales porque para trabajarlos se requiere de un equipamiento específico que no tod@s disponen”.
En los talleres online se desarrollan ejercicios de forma y construcción que comienzan como modelos exploratorios y, en la mayoría de los casos, se traducen en piezas de joyería contemporánea. “En este tipo de talleres, el ejercicio de la palabra y el plano de la reflexión es primordial para el desarrollo de los trabajos. También la voluntad de experimentar sobre la materialidad y dejar fluir el proceso para sorprendernos en la expresividad impensada de algún material, hasta ese momento inexplorado”.
Comenta que la propuesta online que desarrolló el año último fueron muy enriquecedora y fructífera. En la III Bienal de Joyería Contemporánea que se realiza en estos meses, está presentando los trabajos de esos talleres junto a los trabajos del taller de la maestra Mabel Pena. La exposición se titula «Mesas de Trabajo: recorridos e intermitencias de la joyería contemporánea». Una muestra muy interesante y didáctica que se ve hasta el 17 de octubre, en el Centro Creativo El Obrador, en Bartolomé Mitre 1670.
Con el estímulo como protagonista
Habilidades que se aprenden. Se aprenden técnicas de joyería que apuntan a la realización de proyectos de creación propia. “En muchos casos el componente de técnica joyera está supeditado a la expresión del material estímulo que se está investigando. Pueden ser materiales mundanos, no tradicionales de la joyería clásica. En esta modalidad, ese estímulo es el protagonista y la técnica acompaña en segundo plano para resolver la funcionalidad de la pieza”. También se incorporan conocimientos de producción seriada, listas de proveedores y nociones básicas de esmaltado y electroformado.
Meta. Está orientado a artistas y productores independientes que deseen desarrollar su propia línea de trabajo.
Perfil. Es variado, en general, asisten personas interesadas en el arte, el diseño y la artesanía. “No es casual, ya que la joyería contemporánea es conjunción de estas tres áreas. Concurren egresad@s de carreras proyectuales, aunque también se acercan psicólog@s, científic@s y artist@s”.
Actividades. La actividad extra al taller es la exposición de trabajos, que se organiza cada dos años aproximadamente en coincidencia con la bienal, que en estos días se exhibe en labienal.ar.
Escuela Hermética de Joyería
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¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos averiguarlo y hoy virtualmente llegamos hasta la Escuela Hermética de Joyería.
Cuál es y dónde queda. La Escuela Hermética de Joyería ahora está ubicada en el barrio de Palermo. Su nombre alude a “aquello que solo saben unos pocos, los que han sido iniciados en los oficios de forma hereditaria, de abuelos a padres, de padres a hijos…”, explica Manuel Nieto, fundador y director, que abre este espacio a cualquier interesado solo mediante un proceso de admisión.
Y lo fundamenta: “La EHJ es una escuela de exigencia, cuyo objetivo principal es formar a profesionales del arte de la joyería. Profesionales en el sentido holístico, lo cual implica formarlos tanto en el banco de trabajo como en las relaciones que supone la actividad. Creemos que es necesario conocer el lenguaje de los metales así como conocerse a uno mismo. Es preciso explorar las posibilidades que tenemos para ser, cada cual a su ritmo, sin prisa pero sin pausa.
«Para esto, la escuela ofrece un programa de aprendizaje global con una duración de tres años. Los alumnos se relacionan con las máquinas, hasta aprenden a escuchar sus sonidos, aprecian los útiles al tacto y, por supuesto, desarrollan diversos proyectos (herméticos) entre los que destaca su propia línea de negocio”.
Con el estímulo como recurso
Cómo es. La escuela se concentra en la atención personalizada con un número limitado de alumnos que comparten “determinados rasgos de talento, actitud y aptitud”, en diversos talleres: Sacado de Fuego, Engarce, Fundición, Esmaltado, etc.
Qué se enseña. La enseñanza se desarrolla en el tiempo que cada alumno le dedica. “Proponemos diez principios y el primero es el del estímulo. El director de EHJ cuenta que el proceso de aprendizaje se desarrolla a través de la producción de joyería, en la que el alumno no solo diseña una pieza sino que también diseña su packaging, selecciona su público objetivo, elabora un plan de producción y lleva adelante una estrategia de venta.
“Paralelamente y, en simultáneo, adquiere nuevos hábitos y costumbres (herméticas) que elevan su performance vital. La EHJ enseña excelencia en todos sus campos y empezamos por cultivar el estímulo”, plantea.
“Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.”, dice el director de la EHJ.
Modalidad de trabajo. “De forma natural y fluida, el alumno participa de la vida diaria del taller. Mediante distintas entrevistas con el director y profesores, se canaliza la corriente creativa del alumno, se lo guía en su necesidad de manifestarse a través de la joyería y comienza a tomar contacto con la materia prima, como primer acto de manifestación externa de lo que sublima de lo interno”.
Habilidades que se aprenden. “Dependen de los intereses y capacidades de cada alumno. Las habilidades que se adquieren abarcan desde la técnica joyera más precisa hasta el manejo de la propia imagen.
“Además, la escuela estimula las habilidades intrínsecas de cada alumno, con el fin de facilitar su proceso de construcción interna como profesional”.
Escuela orientada al negocio
Meta. Su director señala que la EHJ es una escuela orientada al negocio. “Se busca formar nuevos artistas para que sean profesionales, difundan el oficio y resignifiquen la actividad joyera.
«Su principal meta, es obtener más y mejores recursos, incluido el económico, con el fin de dotar al interesado de las herramientas necesarias para centrar su atención en su proceso creativo, tanto interno como externo”.
Perfil. Nieto indica que la escuela no apunta a quienes se plantean la joyería como un hobby sino a quienes quieren “expandir su negocio y ganar más”.
Y se dirige directamente al decir: “Si lo que buscás mediante la joyería es hacer de tu existencia una joya, este es el lugar adecuado”.
A los interesados, les plantea algunas definiciones: “Hay que invertir en uno mismo para después obtener un retorno positivo de la acción…; el talento es el poder de consecución con mínimos recursos…; una pieza maestra es aquella que brota siguiendo los patrones de la naturaleza, obteniendo el mejor resultado posible con el mínimo indispensable…”
Actividades.
Comenta que el aprendizaje en la EHJ es “holístico” y se desenvuelve principalmente en el espacio del taller principal. En condiciones adecuadas, visitan diferentes galerías de arte, participan de seminarios y conversatorios, entre otras actividades. .
Escuela de la Joya
De visita | Escuelas
¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Salimos de visita virtual a la Escuela de la Joya, la institución pública y gratuita de la Ciudad de Buenos Aires
Cuál es y dónde queda. La Escuela de la Joya Maestro Joyero Sergio Lukez se encuentra en Pasaje Lezica 3955 en Almagro. Fue creada en 1984 como un proyecto para sostener el oficio de la orfebrería y del arte de los metales que se estaba perdiendo en la Ciudad de Buenos Aires. Esta es la única institución educativa oficial, pública y gratuita que se dicta en la capital, y su nombre es un homenaje a uno de los tres maestros fundadores.
Cómo es. “Somos una comunidad educativa pequeña pero que crece sostenidamente, muy acogedora y compañera, donde la mayoría se conoce en poco tiempo. Abundan los saludos en los pasillos, la buena onda y la colaboración entre docentes y estudiantes. Aún seguimos encontrándonos con egresados/as de la escuela que vienen a compartir experiencias. Contamos con un promedio de 300 estudiantes al año, siempre quedan interesados/as en lista de espera, principalmente en la especialidad de Joyería.”, comenta Daniela Misino, directora de la Escuela de la Joya desde 2019.
Los egresados van a compartir sus experiencias
Funciona en una casa antigua con un patio de entrada cubierto de plantas, donde los estudiantes dejan sus bicis y se encuentran (hoy arrancando las clases presenciales con los protocolos de cuidado) en los cambios de turno. Fue ampliada y restaurada en 2002. Dispone de dos pisos: en la planta baja están el aula-taller de Grabado, Engarce y Joyería de primer año, el aula de fundición, la secretaría y la dirección. En el primer piso, se encuentran el aula-taller de Joyería de segundo año, el aula de dibujo y la biblioteca de la escuela que está abierta al público. En el segundo piso se ubican el taller de Cincelado y otra aula de dibujo.
Qué se enseña. Las especialidades que se dictan son: Joyería, Engarce, Cincelado, Cadenas y Grabado, cada una tiene una duración de dos años. La cursada es de lunes a viernes. Tres veces por semana se cursa el taller y luego las siguientes materias: Historia del arte (I y II), Dibujo (I y II), Diseño y Gemología. El único requisito de ingreso es ser mayor de 18 años y no hacen faltan conocimientos previos para inscribirse. Los certificados cuentan con aval oficial del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.
“Creemos en el valor del trabajo manual aprendido como herramienta para lograr cualquier tipo de pieza de joyería, sea cual sea su complejidad”, dice Daniela Misino, directora de la escuela.
Modalidad de trabajo. Cada materia de la escuela posee su programa o plan de estudio. No obstante, los/as maestros/as acompañan la trayectoria e interés de cada estudiante de forma personalizada.
Habilidades que se aprenden. La escuela se caracteriza por ofrecer técnicas de joyería fina de excelencia. Desde el diseño y la fundición del metal a trabajar hasta la terminación, incluyendo las piedras y el pulido. “Creemos en la importancia y valor del trabajo manual aprendido desde sus bases como herramienta para lograr cualquier tipo de pieza de joyería, sea cual sea su complejidad”.
Meta. Uno de los pilares y fundamentos de la creación de la escuela es brindar formación y capacitación laboral, ya que se enmarca dentro de la modalidad de formación profesional. Por lo tanto, el objetivo principal es formar perfiles profesionales que puedan salir con un conocimiento íntegro del oficio al mundo del trabajo.
Muchos buscan actualizarse en el oficio
Perfil. Es sumamente heterogéneo. En su mayoría, son estudiantes que quieren aprender el oficio o actualizarse para trabajar de manera autónoma y realizar su propio emprendimiento. Asimismo, algunos/as estudiantes lo hacen de forma recreativa o con fines artísticos.
Actividades. A fin de año se lleva a cabo la exposición anual de los trabajos de todos/as los/as estudiantes de la escuela y se abren las puertas de la institución para familiares y amigos/as. Además, a lo largo de todos estos años, realizaron varias experiencias de exposición en, por ejemplo, galerías del Banco Ciudad, en las jornadas del “Día de la Formación Profesional”, donde expusieron todos los centros de formación profesional de la Ciudad de Buenos Aires, entre otros. La experiencia de la apertura a toda la comunidad más reciente, previa a la pandemia se dio en noviembre 2019 y fue su primera participación en la Noche de los Museos, “una gran experiencia que tuvimos como escuela, recibiendo a más de 1200 personas durante la noche, y esperamos que en breve se repitan”.