Respirar, pensar y hacer de cuatro joyeros contemporáneos
Apuntes | Notas
“Al usar materiales asumimos una posición política sobre el medioambiente”

Dicen que cuando trabajan en el banco de joyero sucede lo inevitable: respirar, pensar y hacer joyería. Por eso decidieron que estos tres vitales verbos representen su quehacer y así denominan a una muestra de su obra. Se trata de cuatro joyeros que lograron sostener la actividad por décadas, ya que desde sus talleres se fue multiplicando esta actividad.
Jorge Castañón es el maestro pionero y en su Nave comenzó a germinar la semilla de la joyería contemporánea local que se diseminó, entre otros, en los talleres de Fabiana Gadano, Mabel Pena y Graciela Lescano.
Un recorrido que evidencia aprendizajes de técnicas, indagaciones sobre distintas materialidades y búsquedas de voces propias.
Esto se verá a partir de este viernes 8 en «Respirar, pensar y hacer de cuatro joyeros contemporáneos». Se trata de una exposición panorámica con cerca de 130 piezas que van de sus primeras investigaciones a sus trabajos más recientes, e incluye hitos, como piezas premiadas y significativas.
De cómo cambió el uso de materiales, qué buscan expresar y quiénes avanzaron de manera exponencial en la joyería contemporánea argentina.
En sus definiciones y reflexiones, una aproximación a lo que podrá verse hasta el 22 de agosto en el Museo de Arte Popular José Hernández, que incluirá distintas actividades, visitas guiadas, charlas y encuentros, y se darán como parte de las expos presenciales de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea que continúa al replicarse este año.
_¿Cómo surgió «Respirar, pensar, hacer de cuatro joyeros contemporáneos»?
Fabiana Gadano: _El puntapié inicial lo dieron Laura Giusti y Paula Isola del colectivo Joyeros Argentinos, al que pertenecemos, y nos propusieron exponer en este espacio, el Museo de Arte Popular José Hernández, y estamos muy agradecidos.
No es una retrospectiva sino una exposición panorámica. Nos parece un término más representativo, porque implica un panorama más amplio y no da idea de fin de ciclo. Es una muestra del presente hacia atrás y hacia adelante también, de un presente en el que estamos trabajando y en el que nos planteamos qué seguir haciendo de ahora en más.
Jorge Castañón: _Hay una característica de este grupo que es una necesidad imperiosa de cambio y evolución. Ninguno de nosotros se estacionó mucho tiempo en un mismo trabajo ni encontró una metodología en la que se quedó trabado, sino que en cada uno hay una curiosidad que está por delante, siempre se ve un avance y una búsqueda de algo desconocido, con un horizonte que se va corriendo. Y en nuestros trabajos se nota cómo cambia ese objetivo o cómo se tira la piedra más lejos para recogerla e ir más allá.
F. G.: _Somos conscientes de este camino y que los pasos deben ser pequeños para no perder el rastro de lo que fuimos haciendo. Por ejemplo, en lo personal, hice un nuevo trabajo en madera, material que nunca había trabajado, pero aunque lo percibo como algo foráneo ni se cómo relacionarlo con lo que venía haciendo sigo adelante aun teniendo la necesidad de volver a lo que hacía o conocía, porque se trata siempre de ir sumando algo nuevo que obligue a cuestionarnos sobre eso que aparece y así avanzar y crecer.
Graciela Lescano: _Sí, tal cual. Nuestro recorrido es una sumatoria de pasos que se acumulan, que se manifiestan y hacen que la obra sea dinámica, evolucione. Se trata de mostrar una búsqueda, una investigación que en un principio no estuvo definida pero que se fue descubriendo en el hacer. Un camino que venimos transitando, en el que tratamos de no estancarnos ni repetirnos, y que decidimos mostrar.
“Hay una característica de este grupo que es una necesidad imperiosa de cambio y evolución… en cada uno hay una curiosidad que está por delante, siempre se ve un avance y una búsqueda de algo desconocido”.
_¿Por qué una muestra grupal y por qué uds. cuatro?
F. G.: _Porque somos desde hace tiempo el grupo soporte de Joyeros Argentinos.
G. L.: _Creo que buscaron poner en valor el trabajo consecuente que se hizo por años para hacer crecer la joyería contemporánea. Cada uno de nosotros hemos tenido talleres desde los que intentamos multiplicar la joyería contemporánea.
J. C.: _Mirando hacia atrás, en la historia de la joyería contemporánea argentina, en un principio éramos unos pocos que nos conocíamos y reconocíamos. Tal vez somos una muestra de esos pocos que empezamos a marcar un mojón, a dar una señal de continuidad, que comenzamos a insistir en la joyería contemporánea. Una historia de más de 20 años, cuyos inicios se dieron en espacios poco habitados por joyeros con una concepción más contemporánea, que estábamos en la señalada búsqueda personal. La evolución de las comunicaciones y de internet también hizo posible una mayor llegada de información y de intercambio de conocimientos y expresiones, pero sobre todo está siempre la curiosidad e intención de hacer una joyería distinta a la clásica.
G. L.: _También, insisto, el valor está en haber sido consecuentes, en haber sostenido el trabajo y avanzado a pesar de los pocos que éramos, de las dificultades, de los fracasos, de la escasez de espacios disponibles, en un camino en el que aún tenemos mucho por recorrer.
F. G.: _Jorge es muy generoso al hablar en plural, porque su iniciativa en la joyería contemporánea desde su taller es única y pionera. Es uno de los primerísimos que empezó e impulsó la actividad. Nosotras tres empezamos en La Nave. Y no solo inició sino que también pudo sostenerlo por décadas.
Mabel Pena: _Y además nos brindó un apoyo constante, por ejemplo, recomendándonos a alumnos, es decir, diseminando semillas.
G. L.: Jorge fue pionero en la experimentación de técnicas e investigación de materiales. Y siempre se destacó por enseñar todo lo que sabía, sin secretos, y así formó a generaciones de joyeros contemporáneos.
J. C.: _Recuerdo que en el primer año del taller, en 1990, concurrían tres personas, al siguiente siete y para llegar a 15 pasaron muchos años, con idas y vueltas, altibajos; fueron años arduos, de mucha terquedad y obstinación. Cuando me cuestionaba qué podía ofrecer o compartir de lo aprendido en joyería contemporánea pensaba, tal vez porque la joyería clásica era de hombres, que se acercarían más hombres que mujeres y fue exactamente al revés; las mujeres avanzaron de manera exponencial en la joyería contemporánea argentina. De ahí que ellas tres son mayoría…
“Su iniciativa en la joyería contemporánea y su taller es única y pionera. Es uno de los primerísimos que empezó e impulsó la actividad. Y nosotras tres empezamos y pasamos por La Nave. No solo inició sino que también pudo sostenerlo por décadas”.
Mirada panorámica
_¿Qué buscan mostrar en esta panorámica?
F. G.: _Es una muestra que tiene un fin didáctico, siguiendo esta idea de que hay mucho por recorrer, que es una actividad que hace falta difundir y explicar de qué se trata. La intención es mostrar nuestros trabajos e investigaciones que hicimos a lo largo de los años. Es una exposición que busca exhibir cómo ha ido evolucionando y creciendo parte de la joyería contemporánea local, cuáles son sus propuestas, ideas y los cuestionamientos que fueron surgiendo.
“La intención es mostrar nuestros trabajos e investigaciones que hicimos a lo largo de los años. Es una exposición que busca exhibir cómo ha ido evolucionando y creciendo parte de la joyería contemporánea local”.
_¿Son sus propios curadores o sumaron otras miradas para la edición?
M. P.: _Intentamos pero no pudimos. Discutimos e intercambiamos mucho entre nosotros para definir cómo podían dialogar nuestras obras. Somos cuatro muy disímiles, cada uno con sus “yoes” internos.
J. C.: _Hay mucho recorrido, muchas etapas técnicas, muchas materialidades experimentadas que fueron sucediendo. Tal vez éste es un buen momento para reflexionar. En general, cada materialidad respondía a un pensamiento, a una experiencia, a una idea que pugnaba por manifestarse y expresarse como resultado de una búsqueda personal.
F. G.: _Y también hubo muchas inquietudes en simultáneo, las cuales se advierten en esta expo.
G. L.: _La apertura hacia otras materialidades o el paso del metal a otros se dio también por cuestiones económicas. Fue una necesidad y resultó fantástica.
F. G.: _Sí, pero me pregunto si nuestros rasgos son el resultado de un condicionante económico o responden a una elección por la fuerza expresiva que los materiales permiten.
M. P.: _Ciertamente ese problema resultó una solución, fue una necesidad que nos llevó a cambiar y a incorporar otras materialidades que terminaron por permitir expresarnos muy bien, tal vez, mejor.
G. L.: _Esa es la ventaja de la joyería contemporánea que abre un abanico de posibilidades, y es lo que va a verse en la muestra.
“Discutimos e intercambiamos mucho entre nosotros para definir cómo podían dialogar nuestras obras”.
_¿Cómo se dio ese pase del metal a otros materiales?
F. G.: _Sí, hubo una transición, pero fue surgiendo -al igual que en otras ciudades del mundo- como parte de un movimiento que tuvo que ver más con lo expresivo o con el potencial que podían ofrecer otras materialidades. Fuimos permeables a esa movida, tratando de establecer nuestros propios discursos, nuestras ideas, señalando qué queríamos contar.
M. P.: _Formamos parte del escenario del arte contemporáneo, y de esa innovación que en un principio se planteó en Europa. Además logramos participar y formarnos en diversos grupos de discusión e investigación, como Cómplices, por ejemplo, en el que comenzó a aparecer la necesidad de elegir otros materiales no convencionales.
F. G.: _Sí, se dio en una búsqueda por romper con la joyería tradicional.
M. P.: _También en esa búsqueda, que ahora exponemos, se ve la necesidad de contar con una bajada más comercial sin perder otra más esencial o expresiva, artística. Muchos nos jugamos por otros materiales.
J. C.: _El valor o el precio de los materiales no creo que haya sido el primer motivo de ese cambio. Con el paso de los años, el crecimiento de cada uno y la evolución en la mesa de trabajo, se fue afianzado y nos fuimos asignando permisos para salir de planteos más ortodoxos y pasar a otros más heterodoxos. Así fuimos pasando de situaciones más formales, que tal vez la joyería clásica tiene implícitas y respeta a rajatabla, a otras más flexibles o permeables a nuevas o diferentes ideas o discursos. Esto sin quitarle mérito alguno a una u otra expresión.
Fuimos tomando o sintiendo esa necesidad de ir corriéndonos de lo clásico o del uso del metal. Esa necesidad fue estética, plástica, comunicacional más que estrictamente técnica o de costos. Y también ambiental, porque entendimos que no estamos solos en el planeta y hay materiales que no son inofensivas; si hubiésemos seguidos los cánones de la joyería tradicional hubiésemos cometido un grave error político ambiental. Ya, sin duda, cuando hablamos de los materiales que usamos tenemos en cuenta esta posición, porque al usar materiales asumimos una posición política sobre el medioambiente. Hoy uno se pregunta si con lo que está por utilizar genera algún daño o contribuye al mejoramiento del espacio que compartimos.
Al hablar de materiales convencionales, como los metales, sabemos que implican una extracción y su uso que tiene consecuencias. En nuestro quehacer, estos cuestionamientos son cada vez más frecuentes y debemos preguntarnos qué hacemos como habitantes de este planeta, porque no elegimos de manera inocente, es más, debemos elegir de manera más consciente.
M. P.: _Sin duda esta mayor consciencia se ha registrado en el trabajo de los cuatro.
F. G.: _Como joyeros tratamos de ser coherentes entre cómo queremos vivir y crear, y algo de eso va a verse.
“Como joyeros tratamos de ser coherentes entre cómo queremos vivir y crear.”
De materialidades y otras técnicas
_¿Por qué eligen cada uno de los materiales a través de los cuales se expresan?
F. G.: _Aunque ahora trabajemos con otros materiales, como plásticos, maderas, textiles o los que sean, el aprendizaje de las técnicas y la construcción de piezas, la búsqueda de los detalles en las terminaciones, el manejo de las herramientas asociadas a nuestros inicios con el metal están incorporados de tal manera que no importa en qué materiales se aplican. Las resoluciones técnicas que implica una pieza de joyería contemporánea están siempre presentes independientemente del material.
M. P.: _De todos modos, como los cuatro empezamos por el metal, en la expo va a haber una mesa metalera, aunque se verá de todo un poco.
“El aprendizaje de las técnicas y la construcción de piezas, la búsqueda de los detalles en las terminaciones, el manejo de las herramientas están incorporados de tal manera que no importa en qué materiales se aplican”
_¿La muestra es un cruce de trabajos o es una suma de sus individualidades?
F. G.: _Hay puntos de contacto pero se mostrarán trabajos individuales con un eje cronológico ordenador.
M. P.: _Sin duda las piezas estarán en diálogo, no será una puesta individual sino una muestra grupal. Tenemos muchos puntos en común. Hay una línea que, un año antes o después, aparece y evidencia coincidencias en materiales, técnicas, conceptos o expresiones.
“En «Respirar, pensar, hacer de cuatro joyeros contemporáneos» se mostrarán trabajos individuales con un eje cronológico ordenador… evidencia coincidencias en materiales, técnicas, conceptos o expresiones”
_¿Por qué «Respirar, pensar, hacer…»?
F. G.: _Porque la propuesta está atravesada por un quehacer vital con cuestionamientos que señalan cómo queremos vivir, qué mundo pretendemos, qué ideas queremos transmitir. Nuestra actividad principal es la joyería contemporánea, es nuestra forma de vida, nuestra manera de expresarnos en este momento que nos toca vivir. Se trata de poner temas en la mesa, en evidencia, que se conozca, como el del uso excesivo y contaminante de plásticos, por ejemplo.
«Respirar, pensar, hacer…» tiene que ver con una necesidad de experimentar, de disfrutar de un proceso de transformación del material, sea cual fuere, y esto se da desde un principio cuando trabajábamos con materiales más tradicionales.
J. C.: _El por qué del nombre de la muestra responde a nuestro trabajo cotidiano. Respirar es un acto reflejo que uno no controla y representa lo que no manejamos, como esos actos del alma o del corazón; al sentarnos en el banco de joyero se dibuja esa primera inhalación. Ese respirar habla de lo no previsto, de los sentimientos que uno pone en juego cuando empieza a trabajar.
Pensar viene después e implica preguntas, respuestas, dudas, pensamientos, un cuestionario constante con que uno interpela al corazón, al alma, a la emoción. Pensar es inexorable e innato y sucede cuando uno quiere reflexionar sobre lo que está haciendo.
Y en el hacer uno va construyendo, dándose permisos, habilitados desde el corazón o desde el alma, para sentir, para buscar cómo reflejar esos sentimientos y darles forma, cómo comunicar lo que uno siente o quiere transmitir con lo que está haciendo.
En el banco de trabajo se da la posibilidad de hacer, en una conversación con la materialidad, puede parecer hasta un poco loco, pero los materiales, las cosas que nos rodean, hasta las plantas y los animales hablan, todo habla, a veces no tenemos la capacidad de traducir todos esos lenguajes.
F. G.: _En muchos casos aparece la presentación antes que la representación, y se da al jugar con el material, al tocarlo nos interpela, nos muestra cómo nos estamos vinculando; esto también es pensar. A veces no lo podemos experimentar porque no estamos en frecuencia con esa vibra y en otro momento nos volvemos a cruzar con ese material u objeto y nos llama la atención y logramos crear. En el taller como en la vida a veces lo ves, a veces escuchas, a veces podes hacer; la joyería es una práctica como otras tantas en la vida.
M. P.: _Ese hacer al que aludimos en el nombre de la exposición también es una necesidad, una necesidad interna de querer expresar. Es una experiencia en la que estamos desde hace años, una búsqueda que hoy exhibimos y con la que pretendemos movilizar, contagiar, incentivar, entusiasmar, difundir, interpelar.
“Ese hacer al que aludimos en el nombre de la exposición también es una necesidad, una necesidad interna de querer expresar.”
_¿Eligieron exhibir las piezas que más los representa?
F. G.: _Mostraremos algo muy afectivo, con trabajos que queremos mucho por diversos motivos, porque nos dio alegría hacerlos, porque nos dieron mucho trabajo y logramos lo que buscamos; hay piezas emblemáticas por haber sido premiadas y trabajos que pensamos que son representativos de nuestro recorrido.
“Mostraremos trabajos que queremos mucho porque nos dio alegría hacerlos, porque nos dieron mucho trabajo y logramos lo que buscamos; hay piezas emblemáticas por haber sido premiadas y trabajos representativos.”
_Pero muchas obras están es un museo o las tiene alguien que las compró.
J. C.: _Sí eso nos pasa mucho. Es el destino de lo que hacemos, en algún momento estuvo a la venta, fue elegido y se alejó de nosotros. Por eso, la muestra va estar acotada a lo que cada uno tiene, a veces tuvimos la suerte de que la tuviera alguien cercano, otras logramos que las piezas volvieran para este fin y otras tantas no están a mano porque las soltamos.
F. G.: _Eso está bueno también porque se cumple el cometido de llegar al otro.
M. P.: _Sí está buenísimo porque una persona se conmovió con nuestra obra y decide portarla, la lleva como propia. Y así hasta le cumplimos el deseo.
J. C.: _Esta exposición es solo un muestreo que exhibe una evolución, experiencias, experimentaciones, curiosidades, búsquedas.
“Esta exposición es solo un muestreo que exhibe una evolución, experiencias, experimentaciones, curiosidades, búsquedas.”
Búsquedas propias
_¿La muestra exhibe ese proceso en el que se dio esa indagación sobre los materiales y nuevos lenguajes?
F. G.: _Sí claro. Respecto de esos lenguajes que se verán o ese decir a través de una pieza, también se va a ver reflejado que en un momento hubo una necesidad y hasta cierta imposición técnica que suponía decir algo a través de una joya, que había que anudarla a un concepto. Y es cierto que en muchos casos uno se plantea tener una idea y se pregunta cómo contarla, pero en tantos otros, los cuales suelen suceder a la par, simplemente se quiere experimentar y tener la sensibilidad que permite o a que incentiva el material.
G. L.: _También, en relación a los lenguajes que se dieron y dan en la joyería contemporánea, hay uno singular que se establece cuando una pieza está en el cuerpo de otro, y entonces esa joya también habla de sus preferencias del portador y de las intenciones o no de su creador; de esta manera, hay una expresión que se lleva, que se muestra de aquí para allá. Puede que eso que uno pensó al crear una joya sea diferente de lo que interpreta el que la adquiere o lleva, pero en cualquier caso se genera un intercambio enriquecedor, el mismo que seguro puede verse en una exposición.
J. C.: _Hay una clara complicidad con el usuario o espectador. Como en cualquier estamento del arte, alguien para tener el deseo de llevar algo tiene que hacerse cómplice con el hacedor. Cuando se crea o se hace joyería contemporánea, se imagina a un receptor que tal vez entra en sintonía con lo que uno sintió. Como joyero o hacedor de objetos portables, deseo que la persona que los lleve se sienta identificada, sensibilizada con la pieza y tenga deseos de usarla y hasta, tal vez, luego elija la ropa que se va a poner para llevar o al salir a exhibir esa pieza.
M. P.: _Sí, siempre hacemos eso. Una joya contemporánea nos da información y dispara la curiosidad de quien la lleva, que suele ser gente con cierta personalidad y audacia que interpreta o reinterpreta un lenguaje que vamos construyendo con perseverancia; el haber podido resistir o insistir en la joyería contemporánea deriva en muestras panorámicas como la que proponemos.
“En muchos casos uno se plantea tener una idea y se pregunta cómo contarla, pero en tantos otros, los cuales suelen suceder a la par, simplemente se quiere experimentar y tener la sensibilidad que permite o a que incentiva el material.”
_¿Cómo describirían la voz de cada uno, a propósito de esta oportunidad de poder levantarla?
J. C.: _Me atrevo a levantar la voz en nombre de todos. Hacemos lo que es inexorable que hagamos. Para nosotros cuatro no hay manera de eludir el hacer joyería contemporánea. Creo que ninguno ya a esta altura podría hacer otra cosa. Por eso, cuando trabajamos en el banco de joyero sucede eso inevitable: respirar, pensar y hacer joyería. Como bien decía Mabel forma parte de una necesidad vital. O como explicaba Graciela implica ese hacer desde las entrañas de manera intuitiva. Uno saca cosas de adentro, son impulsos entrañables que adoptan formas no planeadas, que forman parte de ese permiso que fuimos tramitando a lo largo de estos años, permiso de sentir y de darle forma a ese sentir sin miedo al juicio, opinión o a la mirada ajena; ahora nos manejamos con más libertad. La joyería que hacemos le da forma a esos impulsos entrañables, le da forma al sentimiento.
F. G.: _Cierto. También hay rasgos característicos de cada uno de nosotros. Jorge con su trabajo de desgarrar la madera con sus vetas que muestran texturas y colores deteniéndose en ese disfrute; esas formas intestinas o aleatorias de los tejidos mantra de Graciela; o la minuciosidad resultado de la observación de la naturaleza con el recupero de materiales de Mabel, y mi juego permanente entre el mecanismo, la técnica y la transformación del material, como pet, que también me permite disfrutar de la expresión. Desde el grupo pudimos ver estos rasgos, ponerlos en valor y cruzarlos.
M. P.: _La transformación de los materiales es una constante y, en particular, entre nosotros es un desafío diario y una pasión.
“Para nosotros cuatro no hay manera de eludir el hacer joyería contemporánea. Por eso, cuando trabajamos en el banco de joyero sucede eso inevitable: respirar, pensar y hacer joyería.”
Hitos joyeros
_¿Muchas de las piezas elegidas marcan hitos en el trabajo de cada uno?
J. C.: _Hay algunas piezas bisagra, como mi primera pieza de madera que marcó un antes y un después en mi trabajo. Cuando fue la expo «En el país de las maravillas» mostré todas piezas de metal pero días antes de la inauguración sentí que faltaba algo y advertí que no podía ser de metal así surgió «Las madrigueras», una pieza que se verá en la muestra; lo más significativo fue lo que sucedió después: cuando volví al taller, tenía trabajos a medio hacer pero comencé a no reconocer esa materialidad con la que hasta entonces me identificaba y sentí que algo había cambiado en mí, en mi trabajo y en el taller, tanto que volver al metal me resultó imposible, no me fue posible seguir haciendo lo que venía haciendo; comencé a buscar y la madera se me aparecía; así empecé un experimento con la madera que ya no tiene fin.
G. L.: _Mi pieza clave es «De norte a sur», fue hecha para la exposición «Lazos de la tierra» Argentina Brasil 2006-2007 que se vio en la Universidad de Palermo y en Casa Curutchet, Colegio de Arquitectos en La Plata, en plata 925, hilo de chaguar
Con las técnicas de construcción y tejido. Fue la primera pieza en la que logré fusionar la joyería contemporánea con el tejido. En ese momento fue con chaguar, material tradicional de la cultura wichi, aborígenes del norte argentino. La elección del material fue un punto de partida y está relacionado con mi lugar de nacimiento, Salta.
El tejido es parte de mi vida, expresa mi historia y disfruto mucho de tejer. Aprendí a tejer antes de aprender a leer y escribir. Esta pieza fue el comienzo de una etapa de mi trabajo que sigue presente y es mi manera de expresar mis intereses estéticos y dar testimonio de la cultura de un pueblo originario.
F. G.: _El broche «Naturaleza muerta» es mi pieza bisagra. Es una de las primeras en las que trabajé con plástico PET. Tiene la terminación original, brillosa del plástico de las botellas. Fue de mis primeras experimentaciones en la construcción de volúmenes con formas orgánicas, transparentes y onduladas. También el broche-collar «Las mil fuentes del Benaco», otra significativa experimentación con PET, esta vez buscando el volumen a través de planos de corte geométrico. También juego con las transparencias, pero en esta etapa trabajaba el material con la intención de transformarlo hacia la opacidad o al satinado en lugar del brillo.
“Esta última pieza ganó Mención en Fondazione Cominelli 2018, en la convocatoria «Una joya para el lago» (refiere al lago de Garda), jurada entre otres, por una prestigiosa coleccionista de USA que se llama Helen Drutt English. Trabajé sobre un canto de la Divina Comedia que habla sobre el lago de Garda, en aquel tiempo llamado Benaco”.
M. P.: _Mi emblema es «Amazonia» porque en ella pude incorporar nuevos materiales a partir de la vivencia de un viaje al Amazonas, donde recolecté diversas semillas y otros elementos naturales, además de incorporar fotos propias que expresan mis estados de ánimo o contemplaciones del paisaje, como animales, gotas de rocío, el follaje y principalmente la exuberancia de la Amazonia. A partir de entonces, en 2007, seguí con la plata pero mixturé con diversas técnicas que me permitieron incorporar materiales no convencionales.
Taller Abierto de Carolina Dutari

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Taller Abierto de Carolina Dutari
Autora de una joyería tan disímil como su formación, la artista Carolina Dutari habla de su trabajo desde su taller de Coghlan
Su taller está en un espacio muy acogedor, apacible, sumamente luminoso con una vista abierta al barrio de Coghlan. Ni bien se ingresa, destaca su banco de joyero al que adora, el cual recuerda que mandó a hacer con la venta de unas piezas de madera de guatambú. Si bien tiene muchas herramientas de joyería señala que en general usa siempre las mismas.
Se define como “muy autodidacta” porque aprendió a soldar y después se largó sola, hizo modelado en arcilla y luego pasó a cera, con la que hace “lo que se me da la gana” y consiguió crear su propia técnica al inventar modos distintos de manipularla.
Dice que su bagaje principal son las artes plásticas, estudió pintura con Juan Astica, modelo vivo, “mi mayor pasión”, con el maestro Ernesto Pesce y cerámica artística con Marta Kerns, “mi otra pasión”. Antes de empezar con la joyería buscaba vivir del arte, de lo creativo. Asegura que desde entonces su forma de expresión es “ser libre de jugar entre límites”.
Llegó a la joyería casi sin darse cuenta. Recuerda que sus amigas le pedían que pasara de sus objetos escultóricos a joyas y se animó, para lo cual en 1997 comenzó a estudiar joyería en la escuela de María Medici. Allí empezó a probar con la cera y le gustó por lo maleable y lo interesante de pasar algo blando al metal. “Fui adaptando la escala, el tamaño, y también la funcionalidad, porque las piezas fácilmente se me iban de dimensión y dejaban de ser portables”. No obstante, se destacó en Schmuck 2015 con sus megapiezas en papel, en materiales reciclados como las bolsas de alimentos para animales y en gres o barro a partir de la molienda de sílice.
Le gusta expresarse con estos dos materiales, además de con resinas a las que incrusta de otros elementos, pero no deja de lado el metal, en particular la plata, que la sigue trabajando con la técnica a la cera perdida. Y como si esto fuera poco le encanta coser y tejer.
Con lo mínimo e indispensable
En su trabajo hay dos ideas que siempre están presentes: “Mi sistema de trabajo es la repetición y la diferencia que produce y mi gran desafío diario es arreglármelas con lo que hay, con lo mínino”. Adhiere al menos es más, una regla que cumple si está justificada.
En su taller las máquinas son pocas porque le atrae más lo manual, pero si es necesario y contribuye a la creatividad dice que no duda en usarlas, como el motor con discos de lijas con los cuales termina de modelar algunas piezas como si fueran de barro.
Trabaja en la ampliación de sus colecciones «Ríos», «Anemonas», «Malbec» y «Perlas de barro». “Esta última es una deconstrucción del collar de perlas cultivadas de mi madre, una reversión que se me ocurrió hace un tiempo, me atrajo y me permitió volver a encontrarme con el barro, con la cerámica”.
Está con un proyecto sobre collares de perlas de barro y también con la idea de hacer “dibujos de desnudos que hice con modelo vivo hace un tiempo”.
Taller de Mercedes Castro Corbat
De visita | Escuelas
¿Qué se aprende en las escuelas de joyería contemporánea?
Se relanzó el taller escuela de técnicas mixtas de Mercedes Castro Corbat en Acassuso.
Cuál es y dónde queda. El taller escuela de técnicas mixtas de Mercedes Castro Corbat está en Acassuso, partido de San Isidro.
Cómo es. Está en un espacio muy luminoso con mesas amplias frente a una gran puerta ventana que da a un jardín con un limonero. Tiene además un espacio que sirve de depósito de materiales listos para experimentar y «cajas de tesoros” disponibles para quienes quieran probar de usarlos.
Para contar otras historias
Qué se enseña. Es un taller de artes visuales, de técnicas mixtas que propone trabajar con distintos lenguajes y diversas materialidades con el fin de “crear nuestro propio mundo, profundizar en los temas que nos interesan, conmueven o interpelan o, citándola a la historiadora, epistemóloga y filósofa Donna Haraway, reflexionar sobre “…qué materias usamos para pensar otras materias, qué historias contamos para contar otras historias…”
“Hacemos hincapié en confiar en el trabajo propio y sostenido, pero sobre todo a animarse a poner las manos en la masa con la misma seriedad del niño en el juego”, señala la maestra joyera.
Modalidad de trabajo. La modalidad es de taller libre en un intercambio grupal, dinámico, en el que cada uno trabaja su proyecto. “Durante las tres horas de clase del taller, en algún momento cortamos para hacer ‘el paréntesis’, en el que se presenta la obra de un artista y, a partir del método de Estrategia de pensamiento visual, VTS, se discute ampliando el sentido, linkeando, sumando nuevos puntos de vista, reflexionando sobre otras formas de hacer, pensar y de crear mundos. Esa charla puede estar seguida o no de un ejercicio corto o de una consigna para desarrollar, a voluntad, durante la semana. El objetivo principal del paréntesis es ampliar la mirada como también servir como disparador de ideas.
Ampliando la mirada
“Para este fin, hay una biblioteca itinerante a disposición y todos son bienvenidos a llevarse libros en préstamo”, explica la pintora y maestra joyera, que entre otras actividades también se desempeña como docente en la cátedra Kweitel Proyecto de Accesorios UBA.
Este año la modalidad también es mixta, presencial para un máximo de seis personas, los miércoles, jueves y viernes de 9.30 a 12.30, y para quienes prefieren la virtualidad existe la posibilidad de sumarse al taller vía zoom.
Habilidades que se aprenden. “Se aprende al probar, al equivocarse, porque a veces a partir del error o de aquello que descartamos encontramos algo que nos ayuda, descubrimos el emergente. Hacemos hincapié en confiar en el trabajo propio y sostenido, pero sobre todo a animarse a poner las manos en la masa con la misma seriedad del niño en el juego”.
Meta. “La propuesta es hacerse de una caja de herramientas propias para el autoconocimiento, a partir de incursionar en distintos lenguajes de las artes visuales. En el taller hay un continuo intercambio de ideas. Las personas que asisten tienen como principal motivación disfrutar de una actividad que implica trabajar con las manos, ‘pensar con las manos’. Se trata de en una actividad reflexiva para intentar expresarse de la mejor manera con eso que nos interpela. Esta caja de herramientas es transportable a cualquier otro tipo de actividad”.
Un lugar de no certezas
Perfil. “El rango etario es muy amplio y no hay que tener conocimientos previos de ningún tipo, solo ganas de probar y querer estar en un lugar de no certezas y al mismo tiempo de mucha satisfacción”.
Actividades. “En años anteriores hubo seminarios y workshops dados por artistes invitades, como Verónica Gómez, que dio un taller de Dibujo; María José Lafont, sobre Impresión botánica; Francisca Kweitel, Procesos creativos; Alejandra Agusti, Moldes en distintas materialidades; Silvia Matto, Color; Rafael Alvarez, Electroformado; Francine Schloeth, Laca japonesa, y Francine Oeyen sobre Objetos de papel, entre muchos otros. Y ya estamos listos para mucho más”.


Artist Refugee Transition
Artist Refugee Transition
Se creó Artist Refugee Transition (ART), una nueva organización que conecta a creativos desplazados por la guerra en Ucrania con un espacio en un estudio de joyería, vivienda temporal y empleo disponibles. Se pretende generar una comunidad solidaria que sostenga y ayude a reinsertar a artistas joyeros en el extranjero que buscan una nueva oportunidad.
“¿Tienes espacio extra en tu taller u hogar? ¿Puede ofrecer empleo, orientación o comunidad a un artista desplazado?¿Necesitás estos recursos? Queremos “ayudar”, preguntan desde Artist Refugee Transition, al invitar a registrarse para colaborar.
Una iniciativa de la diseñadora y joyera residente en Los Ángeles Maia Merav Holtzman, con la colaboración de la joyera Helena Blanchet y la artista joyera de Bielorrusia Elena Karpilova.
Elena Karpilova estudió arte en la Escuela de Arte de Glebov y crítica de arte comparativo en la Universidad de Cultura y Artes en Bielorrusia. Es historiadora del arte, artista y directora de la Escuela de Pensamiento Arquitectónico para Niños.
“Hago joyas desde 2008, experimentando con varias técnicas. Para expandir la comprensión del público sobre la estética y los significados de la joyería, tengo una cuenta de Instagram, Karpilova, en la que publico mis trabajos y también entrevistas con joyeros de todo el mundo”.
Fue su conmovedor y valiente testimonio, dado a conocer en «Joyeros Ucranianos. Cuando los talleres se convierten en refugios antiaéreos» una nota publicada por Art Jewelry Forum, una organización sin fines de lucro establecida en 1997 para “defender el campo internacional de la joyería de arte contemporáneo”
Desde Uzbekistán, el lugar al que debió huir por la guerra, la joyera de Bielorrusia da detalles del trabajo de los joyeros con el relato de sus historias personales en sus nuevas vidas, así como enlaces a sus páginas de Instagram, en las que se los puede contactar directamente para ofrecer ayuda. También informa los enlaces para obtener más información sobre cómo se puede ayudar a los ucranianos en su resistencia.
Obra desde la emoción
Karpilova presenta «Mon cœur: un alphabet» (Mi corazón: alfabeto), una serie de broches de corazón del tamaño de un corazón humano.
“Durante nuestra vida, sentimos una gama inconmensurable de emociones y sus matices. ¿Cómo encontrar una imagen para cada sentimiento? Decidí hacer un alfabeto de emociones presentando algunas de ellas. Tratando de encontrar las principales experiencias y sensaciones, tuve que limitarme con la ayuda del trabajo de Gilles Deleuze en el que toma el alfabeto francés como base para mapear su vida y pensamientos al respecto. Una letra, un concepto. En mi alfabeto, una letra es una emoción.
«Este broche dedicado a los hechos ocurridos en Bielorrusia 2020 cuando todos intentamos cambiar el régimen dictatorial. Pero al final no pudo hacerlo. Ahora siento los mismos sentimientos, mi corazón está roto, sobre Ucrania. Pero van a ganar, ya ganaron. Pero cientos y miles de personas asesinadas simplemente no pueden dejarme en paz”.
Joyeros ucranianos
Entre los testimonios trasmitidos a través de Art Jewelry Forum el de Danylo Lychko. “Con el estallido de la guerra”, dice, “en los primeros dos días, solo pensaba en mi familia y en cómo encontrar tiempo para prepararme para lo peor. Desde el primer día, todos perdieron su ‘yo’ y se convirtieron en ‘nosotros’, un solo organismo. ‘Nosotros’, como el sistema inmunitario en la lucha contra un virus grave”.
Esta joya es de la colección Independencia, de Guzema Fine Jewelr en colaboración con la marca ucraniana Gunia Project para el 30 aniversario de la independencia de Ucrania, en 2021. Sus diseñadores artistas son mujeres y la marca también está dedicada a las mujeres.
“Está diseñado para demostrar que las mujeres ucranianas modernas son fuertes, independientes, capaces de asumir responsabilidades y tomar decisiones. Ahora, durante la guerra, nos vemos obligados a suspender las ventas”, dice Valeria Guzema, “porque parte de nuestro equipo está escondido en refugios antibombas y parte se ha ido del país por razones de seguridad. Brindamos ayuda humanitaria a Ucrania. Todos los días ayudamos a distribuir la información necesaria para las víctimas. Tenemos una gran audiencia en Instagram, por lo que publicamos mucha información en la página para encontrar ayuda rápidamente: @guzema_jewelry @gunia_project”
“Quiero mostrar el valor de lo que se ha olvidado, desechado, perdido”, dice Lena Hawk, de la joyería Yastreb. “La colección Re está hecha de plata reciclada y plástico no reciclable. En esta serie utilicé uno de los métodos olvidados para terminar la ropa popular ucraniana: los pompones. Estas decoraciones esféricas suelen estar hechas de hilo, pero en mi versión son cintas cortadas de bolsas de plástico. La palabra “pompom” proviene del francés pompe, que significa magnificencia”.
“Usé barras de refuerzo como base para las decoraciones, quería cortar todo lo superfluo y mostrar solo una base. Ya en 2019 hablé sobre la crisis del mundo moderno y la necesidad de volver a las raíces, de revisar significados, valores y normas en el mundo. Ahora, con la agresión militar de Rusia contra Ucrania, lo vemos y lo sentimos con cada célula de nuestro cuerpo”, dice Denis Muzyka es diseñador y joyero nacido en San Petersburgo, quien vive en Ucrania desde hace más de 35 años.
Los interesados en colaborar pueden registrarse en https://www.artist-refugee-transition.org/.
Leonor
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Leonor


«Leonor» es la pieza de Anne Luz Castellanos que participó del proyecto de Ofelia Murrieta y Andrés Fonseca que se ve en la muestra virtual «De letras, páginas y libros. Palabras en el cuerpo», en la que se utilizó como materia prima principal el papel, hojas de ejemplares de los nueve libros de la colección “Sepan Cuantos…” de la mexicana Editorial Porrúa.
Con esa consigna, Anne Luz Castellanos trabajó con el libro «El Fantasma de Canterville» de Oscar Wilde.
Y reproduce la cita inspiradora que materializó en un collar: “_¡Oh, detesto la ramplona severidad de la ética abstracta! Mi esposa era muy poco agraciada y simplona. Nunca pudo almidonar mis puños y no sabía nada de cocina. Vea usted, un día cacé un magnífico cervatillo en los bosques de Hogley, un espléndido gamo, ¿y sabe usted cómo me lo sirvió en la mesa? Bueno…, eso ahora no importa, ya pasó; pero sin embargo, no hallo nada bien que sus hermanos me dejasen morir de hambre, aunque yo la hubiese matado.”
Dicotomías de artista
«Empecé a probar con una de las últimas páginas del libro, porque como a muchos, no me gusta ni me dan ganas de romper libros, pero como tampoco me gusta que estén matando mujeres por no saber planchar ni cocinar lo acepté. Por un tiempo, otra vez estuve en tironeada por esta dicotomía. Y en mis pruebas apareció el fantasma.
«Mientras decidía que hacer, recopile todas las veces que aparecía la palabra de Leonor en «El rosal de las ruinas». Obtuve 65 papelitos, edad que tenía Caro, prima de mi papá víctima de femicidio. Y decidí llevar mi pieza por este camino y con especial dedicatoria a Caro.
“Trabajé sobre la página 109, del capítulo V del libro de la editorial Porrúa que me regaló mi tía. Elegí ese capítulo porque en mi familia somos 5 mujeres. “Me gusta hacer ilustraciones tipo collage que dialogan y complementan mis piezas hechas de partes de piano.
«Para esto, busqué ese viejo libro que tenía para probar y me di cuenta que la protagonista se llama Leonor, como la esposa de sir Simón de Canterville, considerada por este como ‘poco agraciada y simplona. Nunca pudo almidonar bien mis puños, y no sabía nada de cocina´, motivos por las que la mató.
Construcción joyera
“En la historia se da una puja diaria por la aparición de manchas de sangre que se encargan los nuevos dueños de limpiar y que el fantasma se obsesiona con volver a pintar todos los días y se va robando las pinturas de Virginia Otis, la hija menor de la familia.
Por eso, intervine esa página con manchas rojas que refieren a las de sangre que el protagonista dejó en la biblioteca durante el crimen.
«Esas manchas las recorté y pegué en capas, simbolizando el paso del tiempo. Con ellas formé una rosa sobre el antiguo dije de plata que desesmalté y golpeé. Sumé un marco hecho con una pata de piano en alusión a que la mujer tiene que estar siempre arreglada, en el que pegué las palabras Leonor para construir un colgante”, explica la artista, cuya obra se estrenó de manera online como parte de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea iniciada el año último, con continuidad este 2022 con diversas presentaciones.
Las distancias nos acercan
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Las distancias nos acercan


“La pandemia pudo confinar nuestro cuerpo pero no nuestro espíritu. Felizmente, gracias a nuestro arte, pudimos embellecer nuestros días para sobrellevar este tiempo de pandemia. El confinamiento nos llevó a concentrarnos en los trabajos que veníamos realizando o a reinventarnos, para poder continuar desarrollando y avanzando.
“El distanciamiento fue de 1,50 o 2m, sin embargo esto no impidió que sintiéramos que las distancias nos acercan.
Fusión creativa
“Es evidente la libertad en el diseño y la utilización de materiales diversos, como el papel, la pulpa de papel, el asta de ciervo y el textil, entre muchos otros.
“Como sociedad tomamos conciencia acerca de la importancia del cuidado del medio ambiente y, en ese contexto, se comprende la tarea de fusionar materiales reciclables, como el plástico, con metales creando así texturas originales, llamativas y de formas diversas.
“Cada pieza presentada en esta exposición es el resultado de un nuevo reto”, explica Luis Acosta de «Las distancias nos acercan», la muestra que estrena hoy en el Instituto Cervantes de Utrecht, en Países Bajos, con un colectivo de 15 artistas argentinos en el que también participa.
Colectivo de artistas
Acosta se ha desempeñado como comisario en distintos proyectos sobre papel, como «Beyond Textile», «Más que zuecos y tulipanes», «Diálogos desde Holanda», «Rojo-Negro», «La fuerza del textil», «La elocuencia del papel», «Belleza y Asombro», «De la sombra a la luz» y ahora «Las distancias nos acercan».
Exponen hasta el 29 de abril: Adriana Gatti, Carolina Bernachea, Elvira Cibotti, Felix Fiore, Mabel Pena, Magalí Anidjar, María Carelli, María Eugenia Ramos, Patricia Eve Mogni, Patricia Trigub, Paula Pizani, Rafael Alvarez, Simón Sorondo, Valeria Dowding y Luis Acosta.
Joyas que acercan
* «Caro Cuore», collar de Adriana Gatti hecho con hilos de seda cosidos a máquina sobre tela soluble en agua.
* «Corona», pulsera de Carolina Bernachea realizada en hilo de lino natural tejido y cosido a mano.
* «Verano», anillo de Elvira Cibotti, en papel reciclado, plata, hilos de papel mediante la técnica de mokumé, costura y construcción.
* «Flores de la furia» brazalete de Felix Fiore, en plata 925 trefilada y cincelada a mano, oro 18k y esperas de malaquita.
* «Collar 5» de Luis Acosta confeccionado en seis capas de diferentes tipos de papel cosido a máquina.
* «Humedal», collar de Mabel Pena, hecho en filamentos 3D, plata 925, a la cera perdida y dibujo 3D.
* «Posidonia», collar de María Carelli en pastas de papel, pigmentos, nylon y plata.
* «Barrilete 1», broche de María Eugenia Ramos, en alpaca, pintura sintética y papel de seda.
* «Piedras», collar de Patricia Mogni en pasta de papel, hilo de algodón, pintura acrílica y cierre con imanes.
* Pulsera de Patricia Trigub realizada en cartón, papel, papel maché con flores de bronce patinado.
* Collar de Paula Pizani en aluminio anodizado y acero.
* «GEA-C 1», collar de Rafael Alvarez, en caucho, RTV, fibras minerales, pigmentos pincelados.
* «Planeta rojo», gargantilla de Simón Sorondo en aluminio anodizado, acero inoxidable, tornillos y alpaca.
* «Puentes», colgante de Valeria Dowding en maderas de ébano y pino, hilo de coser y trapos rejilla de algodón, laca japonesa, tallado, construido y laqueado.
* «Conexión», collar de Magalí Anidjar en porcelana y cuerda de nylon negra.
Es hora de emocionarse
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Es hora de emocionarse


«Es hora de emocionarse» porque la Galería Biró cumple 30 años y por eso lo celebra con esta exposición que desde hoy y hasta el 14 de abril.
La realiza con artistas de la galería, que expusieron su obra desde 1992, cuando fue fundada en el distrito de los museos de Munich, no lejos de la Pinakothek der Moderne.
“La artesanía sobresaliente y las ideas artísticas innovadoras definen el perfil de la galería en la actualidad.
Galería joyera
“A lo largo de los años, este enfoque constante nos ha convertido en una de las principales galerías de joyería como medio artístico del mundo.
“Especializada en joyería contemporánea, con nuestros muchos años de experiencia ofrecemos un asesoramiento bien fundado en el campo de la joyería de diseño.
“Así, se consiguen joyas individuales que subrayan su personalidad. Cada trabajo es una declaración artística, única y le da a su singularidad una apariencia especial”, dicen Olga Zobel Biró y Kinga Zobel, creadores de la galería.
Participan de la galería Giampaolo Babetto, Robert Baines, Peter Bauhuis, Nicole Beck, Alexander Blank, Monica Cecchi, Paul Derrez, Karl Fritsch, Andi Gut, Linda Hughes, Melanie Isverding, Margit Jäschke y Svenja John.
También, Jiro Kamata, Yong Joo Kim, Daniel Kruger, Niklas Link, Réka Lörincz, Kadri Mälk, Pavel Opocensky, Renzo Pasquale, Gerd Rothmann, Philip Sajet, Lisa Walker, Annamaria Zanella y Petra Zimmermann.
Todos artistas destacados que contribuyen a consolidar la joyería contemporánea con proyección internacional.
La voz de la joyería contemporánea
Entre otros, sobresale Gerd Rothmann. Una de las principales voces en este campo durante casi 60 años, con una prolífica obra, de piezas de vestir en oro y plata a vasijas forjadas.
Lo suyo es lo concreto, lo preciso, lo específico, lo individual. Uno de sus aportes ha sido introducir el body print en el arte de la joyería.
A fines de los 70 y principios de los 80, transfirió por primera vez la huella de la piel en un metal precioso, así plasmó la conexión emocional y sensual entre las joyas y el usuario. Su uso característico de la huella digital se convirtió en la firma por la que se lo identifica.
Sus diseños se vuelven cada vez más lúdicos. Las exploraciones del color y el movimiento, que dan guiños a las teorías del color de Goethe, se ven en sus elementos a menudo superpuestos y espontáneos, con dirección o color variados, también en sus conexiones articuladas para aportar fluidez y movimiento a las formas.
Huellas en el metal
Por esto, presenta parte de esta obra vista en esta galería. «Modelado con el pulgar del artista» es una serie de piezas que incluye este collar realizado en 2020 en plata y pigmentos, con elementos con bisagras individuales flexibles para seguir la curvatura del escote.
“Al modelar joyas, el pulgar es la herramienta más importante. El orfebre literalmente presiona su pulgar sobre la pieza de joyería. Con una técnica mínima, las impresiones individuales, moldes en plata, se conectan de forma móvil entre sí.
“Así, en los últimos dos años creó así anillos, pulseras, collares y collares, para establecer acentos estéticos específicos; algunas de las impresiones están coloreadas”, señalan desde la galería sobre su obra.
Fabular, aterrar, mutar

Vanitas, collar realizado con dibujos y pinturas sobre radiografías, a partir de filminas de libros botánicos y resina.
Serie inspirada en la novela La montaña mágica del escritor alemán Thomas Mann
Fabular, aterrar, mutar es una muestra de seis joyeras latinoamericanas que presenta galería Zeitgeist en MAPA Feria
Fabular, aterrar, mutar
Se realiza la cuarta edición de MAPA Feria de Arte, que reúne a cerca de 50 galerías y proyectos. Cuenta con la participación de galerías nacionales e internacionales.
En esta oportunidad, se suma Fundación de Arte Móvil con proyectos argentinos emergentes que buscan descentralizar y fomentar el arte en todas las regiones del país.
Fabular, aterrar, mutar
Participa la galería Zeitgeist que presenta «Fabular, aterrar, mutar» con obras de las artistas argentinas Mercedes Castro Corbat y Cecilia Capisano, las chilenas Rita Soto y Vania Ruiz y las brasileras Ana Calbucci y Mayumi Okuyama.
Vanitas es la colección que exhibe Mercedes Castro Corbat; Vertientes, Gaucha y Héroes, las de Capisano; y Fauna doméstica de Vania Ruiz.
Parasitismo Existencial. Bestiario de Joyería Contemporánea, también en versión impresa, es la completa propuesta de Rita Soto.
Su libro, con prólogo de Jorge Castañón, incluye el cuento «Un huésped invisible» de Daniel Ramírez, fotografías en colodión húmedo de Nicolás Nadjar, Pablo Mehanna y Rita Soto, e ilustraciones de Carlos Laporte.
Se suman, Mimesis de Ana Calbucci y las colecciones Corteza y Capullo de Mayumi Okuyama.
Vanitas
Entre otras obras pueden verse piezas de «Vanitas», el último trabajo de Mercedes Castro Corbat.
Inspirada en la novela «La montaña mágica» del escritor alemán Thomas Mann, la artista joyera intenta dar cuenta de ese devenir inevitable, cíclico y efímero al que alude el Nobel de Literatura.
En este sentido, en manos de la joyera la flora deviene en collar, hechos en dibujo y pintura sobre radiografías, con filminas de libros botánicos y resina.
Hasta el domingo 13, de 15 a 22, en La Rural.
Taller Abierto de Celedonio Lohidoy

De visita | Talleres
Taller Abierto de Celedonio Lohidoy
Cuenta cómo es el lugar donde se conecta con la materia que le permite generar una energía especial sobre sus piezas de joyería
Su taller está en un edificio antiguo de techos altos y molduras ubicado en Recoleta, un espacio donde la luz natural del sol lo acompaña durante sus muchas horas de trabajo.
A mano, tiene pinzas, taladros, una morsa y otras herramientas porque además de hacer joyería hace objetos de deco. “Todo lo que sea materializar me hace muy bien. Lo primero es conectar con la materia, que me encanta, y así logro hacer visible lo invisible”, dice el arquitecto y joyero Celedonio Lohidoy.
Y eso invisible, eso que no miramos es la naturaleza, señala, su debilidad o, más bien, su fortaleza, porque desde hace décadas consigue materializarla de manera única.
Su atracción por la naturaleza es innata. Recuerda que de chico pasaba horas absorto mirando el campo, tanto que hasta se olvidaba de comer. Se graduó y trabajó como arquitecto y decorador de interiores por muchos años hasta que empezó a “hacer cosas con las manos” a otra escala.
Un concurso le dio la oportunidad de exponer en Nueva York piezas en las que usó lo que nadie utilizaba: hojas, esqueletos, huesos, recortes de telas, botones, pasamanería, cristales, alambres y hasta esponjas de acero. Y así arrancó con el universo Celedonio: collares, anillos y pulseras que, desarticulados, son objetos cotidianos o, a veces, de desperdicio.
Reconoce que junta muchas cosas que le van gustando. Y no duda en resaltar que el valor agregado de su obra está en la energía que sus manos imprimen en cada objeto no en los materiales en sí, que hablan o sirven en la medida en que lo ayudan a comunicar algo.
Mundo fantástico
Mariposas de metal, libélulas de tela, broches con insectos que parecen picar, collares que se enredan como tela araña o trepan en el cuerpo como el musgo. Un mundo fantástico que se refleja en su espacio de trabajo y se transmite a través del hacer de sus manos.
Al igual que su local todo es escenográfico, con piezas prometedoras que un día decide reunir y crear una joya contemporánea. Su obra es claramente orgánica y hasta barroca, con especial y delicado reflejo del mundo vegetal y animal, cuya caprichosa sinuosidad y evidente libertad reproduce con una composición única.
Mientras recorre su taller y señala rincones que encierran historias curiosas admite que le gustaría mudarse al Microcentro porque necesita un lugar más grande.
Cuenta que lo que hace es el resultado de una conexión con el deseo. “En particular, con la naturaleza y sus inmensos detalles. Intento recrear instantes y las emociones que generan a través de la joyería.
Materializar lo etéreo
“Utilizo los materiales que me permitan, valga la redundancia, materializar y mostrar algo tan etéreo como una idea. Para esto trato de conectar con los elementos. No elijo aquellos que tienen una carga energéticamente triste. Me gustan mucho las piedras, el barro, los alambres y el hierro por su nobleza, determinación y hasta su bondad de ceder ante el óxido. Voy por todo material que me permita expresar, que me sirva para contar mi historia, mis emociones.
Joyería de su tiempo
“Y esto lo hago hace ya 35 años, con más de 20 experimentando con la joyería contemporánea. Esa joyería que revela mi tiempo. Toda joyería es contemporánea a su creador.
“El valor de mis joyas está en su energía. Esa onda o magia que deposito sobre las piezas, la misma que logra el artesano sobre un objeto, más allá de con qué están hechas. Creo que mis piezas tienen la magnitud de entalpía. Es un fenómeno que se da por ejemplo ante un cuadro donde el material es secundario porque se admira la esencia”.
Dice que tiene su método de trabajo y que sigue técnicas que le permiten trabajar y seguir adquiriendo experiencias. “Con los años aprendí a tener diferentes miradas”. Pero lo suyo es “la contracara de la máquina, no las tengo en cuenta, todo está hecho de manera manual, en forma artesanal”.
A su vasto universo dirigido las mujeres ahora suma una colección para hombres hecha con cadenas, que podrán ser utilizadas en diferentes partes del cuerpo.
Además, está trabajando en el diseño de alfombras. “Considero que una joya está a nuestro alrededor todo el tiempo. No solo es una pieza portable sino que también puede ser un objeto de decoración. Este mix de objetos o saberes se da en la fusión de marcas en la que ahora trabajo, un proyecto con esa entalpía a la que me refería se ve en Celedonio para Kalpakian Casa.
Entrevista a Chris Kiseno
Apuntes | Notas
“La joyería puede ser un medio de denuncia muy importante”

La joyería del artista Christian Kiseno no sería lo que es sin la influencia de la mecánica, la cocina y la fotografía, oficios que realizó y logró complementar y aplicar de manera única.
Los ensambles mecánicos o fríos caracterizan su joyería. Incluye piezas con pintura desgastada u oxidada, que encierran piedras engastadas de manera no convencional. Dice que sigue la estética de lo feo y prefiere que sus joyas no se vean lindas aunque lo sean.
Pero lo que más define su trabajo es la denuncia y la reflexión sobre los conflictos políticos, sociales y ambientales de su Colombia natal, tanto que admite que lo suyo es la joyería de protesta.
Su pieza insignia es «Ausencia», un collar que marcó un antes y un después. Cómo es, cuál es su importancia y por qué es un trabajo inacabado.
Su obra en detalle, su labor docente y cómo la joyería le sirve para sublimar experiencias personales, sanar y sobrellevar el exilio en Barcelona.
_Estás dedicado a full en la joyería y además sos docente, chef y fotógrafo.
_Desde el año 2000 estuve cuatro años viviendo en Venezuela, donde trabajaba en el taller de mecánica de maquinaria pesada de mis hermanos. Luego, regresé a Cali por la enfermedad de mi mamá y empecé a estudiar joyería por otros cuatro años. Tras su muerte regresé a Venezuela, volví a la mecánica y en paralelo empecé a estudiar cocina y también fotografía hasta que me retiré de la mecánica, me dediqué a dar clases de emplatado en cocina y seguí con la fotografía, pero cuando la situación en Venezuela se complicó volvimos a Bogotá.
Allí, a finales de 2016 retomé la joyería pero decidí hacer solo las piezas que quería o me gustara ver. Un año después participé de Joya Barcelona y todo se fue dando, empecé a dar clases en la escuela Materia Prima de Bogotá y a dictar talleres en la escuela De la Mano en Medellín, y desde entonces solo estoy dedicado a la joyería.
“Cuando retomé la joyería decidí hacer piezas que solo quería o me gustara ver”.
_¿Pudiste aplicar estos oficios a la joyería?
_Sí, complementé todas estas disciplinas. Apliqué la mecánica, la cocina y la fotografía a la joyería. Mis piezas de joyería llevan muchos ensambles mecánicos que aprendí en mecánica. De la cocina, rescaté el uso de colores y las texturas, y de la fotografía, la composición estética.
Por ese entonces, cuando me iba bien con la cocina y fotografía en Venezuela, un amigo me decía, que podía ser muy bueno en muchas disciplinas pero si me dedicaba o enfocaba en una podía entregar toda la energía para que fluya mejor. Y eso me pasó, independientemente de que aprovecho la fotografía para mostrar mis piezas, que me gusta mucho cocinar, que adquirí una habilidad especial para la mecánica y las disfruto mucho, siento que haberme concentrado en la joyería resultó muy bueno. La joyería es un oficio demanda mucho tiempo y está bueno dedicarse.
“Haberme concentrado en la joyería resultó muy bueno. Es un oficio demanda mucho tiempo y está bueno dedicarse.”
Influencias determinantes
_Pero tu joyería no sería lo que es sin la influencia de la mecánica, la cocina y la fotografía.
_Sin duda. Cuando me dedicaba a la mecánica renegaba de ella, pero luego me di cuenta que haberla trabajado me volvió muy diestro para conocer las herramientas, para saber cómo se manejan; así mi pensamiento resulta muy mecánico.
Cuando pienso en una pieza primero hago un boceto rápido y en tanto ya reflexiono en cómo la voy a hacer, cómo se va a cortar y ensamblar, la armo mentalmente y por esto luego la materializo mucho más fácilmente.
“Reflexiono en cómo voy a hacer una pieza, la armo mentalmente y luego la materializo mucho más fácilmente.”
_Este es un método que particularmente se enseña en la joyería de Colombia.
_En las escuelas de joyería de Colombia se pone mucho el énfasis en que una pieza esté bien hecha, bien soldada, bien pulida, y esto sí está muy marcado entre los joyeros colombianos; podemos tener una idea para realizar una joya artística, pero siempre está presente esa consciencia adquirida de que debe estar bien hecha y a veces eso no sé si nos juega en contra. No digo que para poder crear las piezas deben estar mal hechas sino que esa aplicación casi perfecta de la técnica a veces se convierte en una atadura, en una cadena.
“En las escuelas de joyería de Colombia se pone mucho el énfasis en que una pieza esté bien hecha, bien soldada, bien pulida.”
_Dictaste cursos de resina ¿ese era tu material en un principio?
_Cuando aprendí joyería supe cómo se mezclaban los colores en la resina y cómo secarla. Al retomar la joyería quise utilizar la resina porque me permitía lograr lo que quería, y me llevó a profundizar y pulir la técnica. Me gustó lo que logré con la resina hasta que decidí dejarla por contaminante; sé que esto se da también con los metales pero preferí abandonar este uso o al menos como lo venía utilizando.
Con mi trabajo siempre estoy protestando de alguna u otra manera por lo que sucede en el entorno y me parecía que tenía que ser coherente con lo que pregonaba. Sé que hay resinas amigables con el medioambiente pero entiendo que no lo son en un ciento por ciento. Y la dejé, aun cuando algunas de mis piezas en resinas fueron elegidas en Joya Barcelona 2017
“Con mi trabajo siempre estoy protestando de alguna u otra manera por lo que sucede en el entorno”.
_¿Cambiaste solo de material?
_No. En 2017, mediante los graffitis, que entonces tenían resinas, me expresaba con sarcasmos y bromas. Un año después la situación en Colombia se enrareció mucho más y comencé a cuestionarme por qué no protestar por lo que está pasando en mi país. Y al tomar más consciencia de lo que pasaba utilicé mi trabajo para este fin; aunque es una voz pequeña, creo que sirve para inducir a pensar en lo que sucede.
Así, comencé a visibilizar la situación de los líderes sociales y el clima político de Colombia, en general. Y lo hago, sobre todo, a través del collar «Ausencia», hecho desde 2018 con pequeños cráneos.
Hago los moldes de los cráneos, espero a que se sequen y los vacío en un proceso de días y tras pulirlos los enumero. Mi intención era hablar del asesinato de los líderes sociales sin que se asocie a un premio, como antiguamente se usaba en las guerras, por eso esos cráneos están volcados y hasta en algunos casos uno se engancha con el otro. Desde un inicio, quise que cada cráneo representara a un líder social por eso les escribo un número.
Levantar la voz
Es que desde que se firmó el Proceso de Paz en 2016 comenzaron a matar líderes sociales y, en 2018, decidí no finalizar la obra hasta que esa matanza termine; lamentablemente sigo y tengo que actualizar la cantidad porque los asesinatos de líderes sociales ya son más de 1000. Ahora, continuaré haciéndolos ya no con resina de poliéster sino con otra resina tipo cemento.
“En 2018 comencé a visibilizar la situación de los líderes sociales y el clima político de Colombia, en general”.
_Es tu pieza insignia.
_Sí. Además, este collar está acompañado de una bitácora en la que junto al número inscripto en la pieza consigno el nombre, la fecha y el lugar de asesinato. Es una manera de honrarlos y de denunciar lo que pasa.
En este momento, el collar mide 6,60 m y pesa casi un kilo y medio. No es una pieza portable sino más bien para una instalación. En 2019 lo actualicé cuando lo expuse en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Unos meses antes fui amenazado de muerte y tras la denuncia en la fiscalía volvieron a amenazarme. Entonces advertí el peligro que estaba corriendo con mi pareja y decidimos irnos de Colombia. Nos vinimos a Barcelona, cerca de Hospital Clínic. Estando aquí me siguieron amenazando por redes sociales. Por eso, solicité asilo político para obtener protección, en tanto tengo residencia y permiso de trabajo. En lo que va de este año mataron a 22 líderes sociales.
No busco ni quiero que el collar se vea lindo, porque el mensaje que conlleva es muy duro; sería muy chocante que fuera lindo; con los actuales 431 cráneos se podría usar, pero no es la idea; cuando tenga la cantidad que se condice con la realidad no será una pieza que pueda ser portable. Es que implica un mensaje muy potente que no es fácil de llevar.
Además, proyecto, entre otras cosas, sumar dibujos que pretendo convertir en calcomanías para poder llevar el mensaje más allá.
“El collar «Ausencia» es una manera de honrarlos y de denunciar lo que pasa”.
_Este collar marcó un antes y después.
_Antes de «Ausencia» hacía broches con los que denunciaba lo que pasaba en mi país, pero este trabajo y el hecho de que no esté terminado, que sea una pieza inacabada porque refleja una situación del país que parece no tener fin, sí marcó un antes y un después. Ahora tengo y genera mucha más consciencia sobre la problemática de la violencia, e implica una carga emocional muy fuerte.
“Ahora tengo, y (el collar) también genera, mucha más consciencia sobre la problemática de la violencia, pero implica una carga emocional muy fuerte”
_Es una obra inacabada aún, pero ¿creés que algún día podrás terminarla?
_Tengo mucha esperanza y expectativa por el próximo recambio político que se avecina en Colombia. Se están presentando otras alternativas con buenos argumentos y propuestas que presiento pueden ser mejores a la actual.
Y hay también un recambio generacional positivo, que supone un mayor respeto por el otro, por las minorías, por el diferente, que se juega a salir a marchar y reclamar por lo que cree.
Aunque no sé si esto parará porque Colombia es un país que lamentablemente se acostumbró mucho a la violencia…
“Tengo mucha esperanza y expectativa por el próximo recambio político que se avecina en Colombia. Aunque no sé si esto parará porque Colombia es un país que lamentablemente se acostumbró mucho a la violencia…”
Sublimando experiencias
_¿Conseguís sublimar experiencias y percepciones personales a través de la joyería?
_Sí. Mi experiencia más fuerte tiene que ver con mi mamá Fabiola. Cuando arranqué con mi obra «Fabi», empecé a identificar que mi mamá nos crió para ser muy machistas.
Mi trabajo de joyero es muy reflexivo. Me permitió identificar y entender lo que me pasaba. Pensaba que mi alejamiento a las mujeres era por ser gay y no tenía nada que ver, más bien era por ser machista y hasta algo misógino; cuando empiezo a identificar estas cosas pude empezar a sanar.
Además, este trabajo también me permitió transformar muchas creencias, pensamientos, actitudes. Identificar los problemas permite ir solucionándolos, y así se puede sanar. La joyería me sirvió para conseguir estar más en paz conmigo mismo.
“Este trabajo es muy reflexivo y me permitió identificar y entender lo que me pasaba; también me permitió transformar muchas creencias, pensamientos, actitudes.”
_¿Cómo es «Fabi»??
_Es una obra en la que usé piedras semipreciosas identificándolas como mujeres, siguiendo la idea generalizada de que son quienes usan más las joyas… Hay una primera pieza con un cuarzo rutilado engastado con recortes de páginas de la Biblia con pasajes supermachistas; en Colombia la religión es muy fuerte, no para mí que no soy creyente.
La piedra no está pegada sino suelta, está sujeta por las hojas que sí al estar pegadas la presionan y sostienen. La idea de sujetar la piedra con las hojas la saqué de los papeles de publicidad que se pegan en los postes de las calles de Barcelona, que se hacen tan gruesos que resultan difícil de cortar con las mano; así advertí lo fuerte que es el papel cuando se une y las hojas de la Biblia me sirvieron para representar lo fuerte que se vuelve su mensaje.
La intención de «Fabi» es mostrar que la mujer está siempre atrapada, y lo hago mediante ensambles mecánicos con tornillos que no la dejan salir y, a propósito, porque lo mecánico tiene que ver con lo masculino.
En algunas de las piezas de esta serie vuelve a aparecer el graffiti, y las piedras siempre están atrapadas. A mi mamá le gustaba tejer al crochet por eso la pieza refleja ese bordado parecido al que hago en la libreta de los líderes sociales.
“La intención de «Fabi» es mostrar que la mujer está siempre atrapada, y lo hago mediante ensambles mecánicos con tornillos que no la dejan salir.”
_¿La joyería entonces es tu instrumento para referirte a conflictos políticos, sociales y ambientales?
_Sí exacto, es mi medio de comunicación. Creo que desde la joyería podemos hacer nuestro aporte para tener más consciencia. Así, la joyería puede ser un medio de denuncia muy importante.
Y la joyería, para mí, también es un medio de sanación porque permite pensar, reflexionar o identificar problemas, y eso ayuda a estar y ser mejor persona.
Me preguntaron hace poco si valió la pena denunciar los asesinatos de los líderes a través de la joyería porque la consecuencia fue tener que exiliarme, y le respondí que sí, sin duda, no puedo ser indiferente.
“Desde la joyería podemos hacer nuestro aporte para tener más consciencia.”
_¿Buscás crear consciencia a través de la joyería?
_Sí, busco crear consciencia en el otro y, sobre todo, en mí. La labor de los líderes sociales es muy peligrosa y sin embargo se arriesgan, entonces por qué no apoyarlos a través de mi trabajo o visibilizar lo que les pasa en alguna medida.
Con que una sola persona me pregunté el porqué del collar «Ausencia» es suficiente porque me da la oportunidad de contar y tomar consciencia de lo que pasa.
Si todos fuéramos más conscientes de lo que nos pasa y de las consecuencias de lo que pasa, no haríamos ni provocaríamos tanto daño.
A pesar de la distancia estoy muy conectado e informado de mi país, aunque no sé cuan sano es estar tan pendientes de las noticias porque a veces me lleno de rabia ante algunos hechos.
“Busco crear consciencia en el otro y, sobre todo, en mí.”
_¿Estando en Europa, cómo vivís este momento de guerra?¿ La joyería puede servir como catarsis?
_Soy bastante pesimista con lo que está pasando. La guerra es terrible, estoy en shock y estoy a la defensiva como esperando el golpe, una consecuencia muy negativa.
Sin embargo, desde la joyería trato de acercarme a otras iniciativas, como la de Precious Collective, al que pertenezco, que convoca a joyeros a donar piezas para vender y recaudar fondos en favor de los damnificados y refugiados ucranianos.
Joyería de protesta
A propósito de lo que se ve por la guerra o lo que no se ve o visualiza, tengo un proyecto en mente referido a cómo los medios de comunicación tergiversan lo que pasa en favor de intereses, manipulan lo que comunica según de quien se trate.
Y sí, la joyería me sirve para tamizar lo que pasa. Tengo momentos de convulsión, como este por la guerra, en el que tengo las ideas muy alborotadas hasta que llega la calma y ahí fluye, y puedo responder ese qué puedo hacer yo.
Soy muy consciente de lo que pasa, pero siento que esto no debe tratarse a la ligera. La joyería no supone una fábrica de joyas cual caramelos.
Hay que ver si tenés que decir algo, porque no todo el tiempo se tiene que decir algo. Mi trabajo es más reflexivo y esto implica interiorizar todo lo que pasa para ver qué surge.
“La joyería me sirve para tamizar lo que pasa.”
_¿Tu joyería es de protesta, contestataria?
_Sí, y se me identifica de esa manera. Mi joyería busca visibilizar lo que nos pasa, eso que a veces no queremos ver. Hay muchos temas incómodos que debemos tratar y ver qué pasa al sacarlos a la luz. Y mi manera de tratarlos es a través de la joyería.
“Mi manera de tratar temas incómodos es a través de la joyería.”
_¿Qué importancia tienen los ensambles mecánicos o en frío en la joyería?
_La importancia radica en que con el correr de los años estamos usando cada vez más materiales, no solo metales sino muchos otros, como plástico o maderas. Y los ensambles mecánicos permiten sujetar muchas piezas que no podemos soldar. Este es un aporte que aprovecho al máximo en mi trabajo.
Me gusta utilizar piedras pero no engastarlas de manera convencional, siempre quiero sujetarlas de manera diferente. Y los ensambles mecánicos o en frío me ayudan mucho. También a los estudiantes de mi taller en su indagación persona, y advierto consiguen aplicarlo muy bien a su trabajo sea cual fuere el material, como el papel, por ejemplo.
Es que a veces se diseñan piezas en base a la soldadura por desconocimiento de los ensambles en frío, y muchas veces esa soldadura limita el uso de ciertos materiales. Por eso los ensambles mecánicos son muy importantes.
“Se diseñan piezas en base a la soldadura por desconocimiento de los ensambles en frío, y muchas veces esa soldadura limita el uso de ciertos materiales.”
Método de enseñanza propio
_Ahora estás dando clases online en Estudio Joya. ¿Cómo es la experiencia de dar clases virtuales de joyería? ¿Es posible aprender técnicas de joyería de este modo?
_En el Taller de Jaime Díaz, Trujillo -director y docente en la Escuela Asociación El Taller de Joyería Barcelona-, uno de los mejores profesores en técnica de joyería que tuve, hablamos mucho del tema, y a muchos no les va las clases online.
Reconozco que es complicado, pero la plastilina me facilitó mucho el dictado de clases sobre elementos tan pequeños como los que implica el ensamblado mecánico.
En Venezuela cuando no entendés algo es muy común que te respondan con sarcasmo: “¿Se lo explico con plastilina?”, y me di cuenta que va justo. Cuando empecé a dar clases en Materia Prima, no entendían y empecé a utilizar plastilina, y ahora la aplico en las clases virtuales y me resulta porque puedo ejemplificar muy bien, ampliar o agrandar la escala de lo que quiero mostrar y modificarla o marcarla de acuerdo con lo que quiero plantear, es un elemento muy versátil que va muy bien. Así las explicaciones son más claras. También me valgo mucho de dibujos que resuelven las dudas.
Sin este recurso no vería la manera de poder mostrar, sobre todo, repito, por lo pequeño de los mecanismos, sería muy difícil. Por esto, entiendo las dudas o cuestionamientos a las clases bajo esta modalidad. Pero a mí me va bien y resulta.
“Reconozco que es complicado, pero la plastilina me facilitó mucho el dictado de clases sobre elementos tan pequeños como los que implica el ensamblado mecánico.”
_¿A qué aplican mejor los ensambles mecánicos?
_A la madera, la porcelana, el papel, el yeso, el acrílico. Podría decir a todo lo que se te ocurra.
Particularmente, los aplico a los tornillos, que me gustan mucho. En el taller enseño a utilizar la terraja de joyería y la de mecánica, esta última es especial para cierres de collares. También me gusta aplicarlos a los retenedores porque permiten controlar muy bien las medidas; un remache es al azar o se puede dañar la pieza, en cambio con el ensamble de retenedores puedes asegurar que la pieza quede muy bien.
“Los ensambles mecánicos pueden aplicarse a cualquier material que se te ocurra.”
_Tus piezas son muy gráficas también, ¿seguís usando graffitis?
_En «Fabi» busco mostrar que la mujer está siempre atrapada y lo hago mediante ensambles mecánicos y graffitis con pintura acrílica desgastada. Este tipo de pintura tiene mucho que ver con lo urbano, con el aspecto de las ciudades; de ahí esa apariencia de desgaste industrial que tienen mis piezas.
Al principio, en 2017, mi uso de los graffitis era muy explícito. Hoy el mensaje no es tan literal. En «Fabi», ahora, en cambio, uso referencias de versículos de la Biblia que tratan el tema o la idea que quiero comunicar.
“Al principio, en 2017, mi uso de los graffitis era muy explícito. Hoy el mensaje no es tan literal.”
_¿Aplicás a concursos y ferias?
_Desde que llegué a Barcelona me dediqué más a hacer obra y dar clases. Estoy trabajando en el taller de Jaime Díaz, en Poblenou, dictando joyería básica y también allí alquilo un espacio de taller.
Prácticamente no he participado de concursos o ferias. En estos años, mis trabajos han estado en exposiciones solo por invitación.
Tiene que ver con el momento que atravieso, en el que necesito estar reflexionando más sobre lo que hago. La importancia de trabajos como «Fabi» tienen que ver, como dije, más con sanar que con exponer. Me permitió pensar y pensar, revisar, analizar, cuestionarme y eso vale mucho más que exponerlo.
«Fabi» es una obra que aún no termino, planeo una pieza en colaboración con la joyera Jessica Morillo.
“Desde que llegué a Barcelona me dediqué más a hacer obra y dar clases… En estos años, mis trabajos han estado en exposiciones solo por invitación. Necesito estar reflexionando más sobre lo que hago en vez de exponer.”
_¿Cómo surgió tu premiada obra «Fracking»?
_Para ese entonces, en 2019, sí estaba exponiendo mucho con la organización Alliages y la presenté para ser exhibida en la muestra «Ataque al corazón» que se vió en Munich durante la edición de Schmuck.
Y en ese momento también se abrió una convocatoria, participé y obtuve el premio ganador del ZLR Jewelry Awards con el galardón de una residencia artística y una exposición que aún no puedo realizar hasta que se resuelva lo del asilo político.
Un trabajo que también buscó conscientizar porque el medioambiente es atacado a través del fracking para extraer petróleo. «Fracking» es un broche construido mediante montaje y oxidación de plata, acero, acrílico, resina, tornillos nueces y pintura.
“Este broche también buscó concientizar porque el medioambiente es atacado a través del fracking para extraer petróleo.”
La estética de lo feo
_Lo último es tu serie «Anarquía» ¿por qué ese nombre y en qué consiste?
_Es una serie más de diseño, son piezas de uso cotidiano. La anarquía tiene que ver porque son muy punk, con puntas, con engastes anárquicos, no convencionales; por ejemplo, incluye un anillo cuya piedra no está visible sino engastada hacia adentro, sujeta con pinches que son tornillos atornillados, valga la redundancia, y luego soldados, pero tres de ellos no están soldados sino que sujetan la piedra interrumpiendo su paso o movimiento. La anarquía tiene que ver con esa falta de engaste convencional.
Siempre uso engastes mecánicos; es decir, que me valgo de mis recursos mecánicos para hacer joyas.
“Me valgo de mis recursos mecánicos para hacer joyas.”
_¿Cómo definís tu estilo?
_Mi estilo está definido por el acabado de mis piezas que están pintadas, peladas o desgastadas de manera o de aspecto industrial y también oxidadas. La mayoría de las veces utilizo plata pero no se ve, está oculta.
Esta apariencia estética me define, no busca lo bello o la belleza convencional. Por ejemplo, tengo un broche que incluye un velo sobre una cara hecha con caucho siliconado que al tocarla impresiona; una pieza que tuve el honor de que la maestra Nuria Carulla hiciera de modelo para mostrarla.
Tanto esta pieza como mi obra está inspirada en «La estética de lo feo», libro del filósofo alemán Karl Rosenkranz. Sigo esta estética tanto en joyería como en fotografía.