Gabinete de curiosidades
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Gabinete de curiosidades


“Antes no había museos, había cuartos de maravillas donde los coleccionistas guardaban objetos raros, extraños, que generaban curiosidad, interés inusual, miles de interrogantes a quien tuviera la oportunidad de tenerlos frente a sí: saber dónde, por qué, a quién, cómo y cuándo aquello tan lejano, nunca visto y jamás imaginado, podía ser cotidiano, habitual.
“Los gabinetes de curiosidades, lejos de pretender la conservación de un pasado inmóvil, fueron espacios que facilitaron investigación científica y creación artística, es decir, movimiento, es decir, futuro.
Despertar las ganas de saber
“En una época en la que cualquier pregunta se resuelve con un click, en la que los misterios y mundos fantásticos están, con suerte, reservados a la niñez, en la que la nos hemos vuelto perezosos para la pregunta y la profundidad quedándonos en la superficie, esta exposición busca despertar en quien se acerque ganas de saber más, provocarle preguntas, curiosidad”, manifiesta Laura Giusti integrante del colectivo Fwiya que lidera Gracie Lescano sobre la muestra «Gabinete de curiosidades» que se estrena hoy, a las 19, como parte de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Por el Colectivo Fwiya participan Paula Isola, Laura Giusti, Laura Russo, Luna Ventura, Vicky Biagiola, Graciela Lescano y Marcelo L’Evêque.
Invitados de Argentina: Sabina Tiemroth, Anne Luz Castellanos, Elvira Cibotti, Laura Leyt e Irene Palomar.
De Chile: María Eugenia Muñoz, Ángela Cura, Inés Reynoso, Rocco Napoli, Carolina Hornauer, Mar López, Lucia Nieves, Paola Raggo, Clarisa Menteguiaga y Paula Zuker.
Broches Out of the blue 1, 2 y 3, de Inés Reynoso, hechos con huevo de paloma torcaza, hojas de cebolla blanca, esmalte, laca japonesa, resina, plata 950 y pin de acero.
Mirá la muestra en labienal.ar
Reestreno de Desde el taller
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Reestreno deDesde el taller


¿Cómo entrar al taller para construir reflexiones y lecturas sobre las más íntimas reacciones frente a todo lo que ya no es igual que antes y todavía transcurre en esta nueva realidad? se pregunta Jorge Castañón en el prólogo de la puesta en escena online de una nueva edición de «Desde el taller, hay algo que necesita ser contado», la muestra de Joyeros Argentinos, la octava de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
El colectivo que reúne a los joyeros de nuestro país desde hace más de 13 años, que se constituye como nexo entre artistas que, en plena pandemia durante el confinamiento más estricto, crearon desde sus talleres y que en muchos casos se adaptaron en ambientes cotidianos del hogar y trabajaron con materiales que tenían a mano.
“Una convocatoria abierta para manifestar lo que un grupo heterogéneo tenía para decir desde el taller, para visibilizar el presente, estar conectados y aunar energía colectiva con lenguajes y mundos propios, expresando sentimientos y conceptos. Una ventana al mundo”. señala una de las organizadoras, la joyera Mabel Pena.
Por su parte, la joyera Fabiana Gadano, otra de las promotoras de Desde el taller…, destacó que en su “taller anida la resiliencia, como lugar de sanación, es el lugar donde suturo quiebres, diferencias, lugar de descubrimiento que se traduce en superación, reflexión, en lazos y afectos; donde se pone en marcha ese motor vital que hace que todos los esfuerzos valgan”.
Experiencia para contrarrestar
Y lo que cuentan los 47 joyeros que participan de esta exhibición a través de sus creaciones y que al decir del escritor español Gabriel Celaya es «como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto», cita Jorge Castañón, otro de los joyeros participantes, es una “comunicación que enriquece, que contrarresta esta nueva experiencia de vida en pandemia, que da la oportunidad de mostrar sus mundos y librarse de la incomunicación que este nuevo estado de las cosas podría llegar a provocar”. Es una muestra que se plantea como “un intento de construir lazos, que se adaptaron a la nueva realidad, pero que no pueden ni deben dejarse de hacer”, añade.
¿Qué representa el taller para ellos? Lo resumieron en carteles pancartas que levantaron durante la inauguración virtual: refugio, transformar, resiliencia, despabilar, construir comunidad, diversidad, el lugar que habito, resguardo, oportunidades, paréntesis, oasis, sostén, soliloquio, motor y sonar, entre otros.
La propuesta de joyería contemporánea se presenta en siete temáticas: Poéticas / La fragilidad de los deseos, Que nada nos defina, Tiempo de travesías, Caleidoscopios, Los relatos del tiempo, Un mundo donde quepan todos los mundos y Universos.
Mirala en detalle en https://labienal.ar/exposicion-4
Desde el taller de 47 joyeros
Participan Marita Sario, Alejandra González, Ana Pardón, Andrea Serini, Anne Luz Castellanos, Ariel Scornik, Armando Sikorski, Bárbara Paz, Carmen Romero, Cecilia Meroño, Cecilia Vodanovich, Clara Zuleta, Elvira Cibotti, Fabiana Gadano, Florencia Gargiulo, Gabriela Squassini, Gabriela Fissore, Gloria Aizcorbe, Graciela Di Monaco, Graciela Lescano, Hebe Argentieri, Iona Nieva y Jessica Morillo.
Además muestran sus obras Jorge Castañón, Laura Giusti, Laura Leyt, Lena Echelle, Ludovica Riccardi, Luna Ventura, Mabel Pena, Marcelo L’Evêque, María Eugenia Ramos, María Pía Panzica, María Rosa Mongelli, Patricia Alvarez, Patricia Gallucci, Patricia Mogni, Patricia Trigub, Paula Botto Fiora, Paula Isola, Rafael Alvarez, Roxana Casale, Sol Flores, Susana Ortiz, Valeria Dowding y Vicky Biagiola.
Collar «Siempre se lleva lo absoluto en las espaldas» en tela y pinturas de Marita Sario.
Híbridos Salvajes
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Híbridos Salvajes


Vuelve «Híbridos Salvajes» en una nueva edición, ahora como parte de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Se reestrena hoy a partir de la convocatoria y gestión de la agrupación La Brújula Arte en tránsito y la curaduría del Estudio Honorato Vicencio, de Caco Honorato y Mariela Vicenciof, que propusieron reflexionar a partir del mito de la caverna de Platón.
Esa alegoría sobre la realidad de nuestro conocimiento o de “la búsqueda de verdad, esa que se nos muestra engañosa y que a medida que más sabemos, más compleja se vuelve… preguntarse qué es lo verdadero en el arte -en el terreno de lo poético sensible- requiere de valor, en tiempos en los que el mercado es el gran regulador y los espacios de subjetividad se hacen difíciles de defender, mantener, hacer circular”, opinan los curadores.
En materiales de desecho reciclados
Señalan que «Híbridos Salvajes» plantea la nueva relación que establecen los creadores con los materiales y su valor, ya que fueron invitados a utilizar materiales de desecho y reciclados en collages e hibridaciones objetuales.
“Historias de cada uno de los artistas, de sus mezclas y cruces que los constituyen; por eso, son un espejo de Latinoamérica”.
“Nuestro objetivo en este llamado es dar a conocer al espectador la nueva joyería y su impacto como dispositivo de arte, que deja de ser un ornamento que implica estatus y pasa a ser un puente entre el mundo interior y el observador”.
La exhibición se inaugurará, a las 19, en forma presencial y vía streaming desde el Museo Palmira Romero, en Quillota, región de Valparaíso, y desde el canal de YouTube de Joyeros Argentinos.
Exponen Ana Nadjar, Antonio Varas, Fabiana Gadano, Fabiola Ahumada, Honorato+Vicencio, Lorena Jarpa, Mabel Pena, María Inés Nouzeilles, Mayelin Guevara, Paola Figueroa, Patricia Iglesias, Paula Waters, Roxana Casale, Soledad Ávila, Vivian Urmeneta y Yael Olave.
«Río, bajante», anillo en bronce y bolsas de polietileno recicladas por Mabel Pena.
Una década brava al aire libre
Una década bravaal aire libre
La joyería contemporánea chilena se exhibe en la calle. Se trata de un extracto de la retrospectiva «Una década brava» en el Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina.
Ante la imposibilidad de trasladar las piezas por la pandemia, se muestra a través de fotografías en gran tamaño dispuestas en vinilos en el frontis del centro cultural, que se orienta hacia la Plaza República de Chile, en Tagle 2762. Se expone hasta fines de este mes.
“Es una alternativa, un espacio que permite difundir la cultura y, en particular, la joyería de arte, al aire libre”, destacan las integrantes del colectivo joyero que el año último cumplieron 10 años y hoy lo festejan en la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Las cosas que no se nombran
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Las cosas que no se nombran

Redes de mercado, cuernos, pergamino de cabrito, papel, huesos, madera balsa, saquitos de té usados, cuero, chala y hasta bosta se resignifican en manos de un grupo de 16 joyeros contemporáneos, que desde hace dos años trabajan en común para “prestar atención a lo pequeño, mostrar lo que no se ve y resistir en la solidaridad”.
Y porque los unió una búsqueda curiosa hacia el interior y cada uno descubrió algo de su sustancia, como esa del centro del hueso que hay que buscarla y extraerla, esa que no siempre se ve o no siempre se muestra, se llaman Caracú.
Cuentan que Caracú surgió a partir del workshop «De lo plástico a lo visual», coordinado por el joyero y escultor Jorge Manilla, a principio de 2018.
Colectivo artístico autogestivo
Forman un colectivo autogestivo de joyeros y artistas visuales sudamericanos: Vicky Biagiola, Andrea Nosetti, Carmen Romero, Gabi Nirino, Graciela Di Mónaco, Graciela Lescano, Hebe Argentieri, Lena Marie Echelle, Paula Botto Fiora, Marita Sario, Montserrat Wöhlk, Patricia Gallucci, Paula Isola, Rafael Luis Álvarez, Roxana Casale y Laura Giusti.
Entienden la joyería como un espacio de expresión artística que les permite crear piezas, objetos e instalaciones que, más allá de lo funcional, posibilitan una indagación más profunda sobre la obra, el hacer, el ser y el ser en comunidad. “El grupo nos sostiene para crecer individualmente y en diálogo con otros, conviven estrategias expresivas y analíticas muy diversas, y podemos expresarnos en una conversación colectiva”, destacan.
Hoy finalmente estrenan «Las cosas que no se nombran», ya que cuando estaban por mostrar su trabajo irrumpió la pandemia. “Pero lo desconocido, la incertidumbre, la quietud, el aislamiento no fue un punto muerto. Ahora nuestro desafío es darnos cuenta, elaborar lo que sucede, expresarlo artísticamente y ser contemporáneos tratando de entender y ser capaces de enlazar causas, consecuencias, pasado y futuro para comprender nuestro tiempo y dialogar.
“Caracú compartió una experiencia en un tiempo prolongado y realizó un proyecto, encontramos afinidad e intereses comunes, construimos vínculos afectivos y de confianza. Nos proponemos hacer cosas juntos con vocación artística, es decir, de manera expresiva, libre y creativa”.
Y reflexionan sobre su trabajo. “Las cosas que no se nombran ¿existen? Las palabras alcanzan para nombrar?…y el arte? Nos planteamos hasta qué punto una obra nombra algo, dado que siempre se trata de un enunciado abierto, que el otro completa aproximándose a una aprehensión de lo que ve y, aun así, ¿cuánto hay de paradójico entre el objeto y lo que vemos? ¿cuánto es real, real para varios, para uno, para todos?»
Por eso, presentan cosas que impactan, conmueven, que impulsan y toman forma, algunas vienen de lo desconocido, irrumpen sin sentido, hechas con materiales insospechados, no tienen nombre o sí, sin significado pero acá están para ser reconocidas, interpretadas y comunicadas.
«Las cosas que no se nombran» es una muestra que forma parte de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea. Se inaugura hoy, a las 18, en UADE Art, que se transmitirá por zoom con invitación y por el canal de YouTube de Joyeros Argentinos, también vía Facebook.
Luego, podrá visitarse hasta el 8 de octubre en Independencia 1127, de lunes a viernes de 10 a 17. La entrada es libre y gratuita presentando dni, con inscripción previa en uadeart@uade.edu.ar. Se realizarán visitas guiadas con un máximo de cinco personas por turno.
En exposición
Y se verá, también online en labienal.ar, las siguientes obras:
«Regresó», en metal, vidrio papel y una mariposa, de Andrea Nosetti
«Te lo estoy diciendo todo», en polipropileno de bolsas de mercado de la serie Conversación, de Carmen Romero
«Envoltorio de protección», hecho con una trama de fibra de chala de maíz y una urdimbre de cáñamo y nylon, parte de Chala, proyecto que incluye el anillo de apertura, de Gabriela Nirino
«Sí quiero», en resina ecológica, hierro y tiento de cuero, de Graciela Di Mónaco
«De enigmas afuera, de tripas adentro», collar en bies de algodón, telas de poliéster, elastano y nylon, de Graciela Lescano
«Que nada nos defina», anillo en cuerno, filamentos plásticos de escoba y resina, de Hebe Argentieri.
«Cartón casa», en cartón e hilo de lino, de Laura Giusti
«Percepción afectiva», colgante para cinturón en cuero crudo y una pistola plástica de juguete, de Lena Echelle
«En vuelo», colgante en pergamino de cabrito, de Marita Sario
«Como es adentro es afuera», collar en cobre de Montserrat Wöhlk
«Cuando cuerpo y mente son lo mismo», anillo en papel, resina epox, alpaca y bronce, de Patricia Gallucci
«Fragilidad», anillo en madera kiri, madera balsa, gesso y pintura en spray, de Paula Botto Fiora
«Encrucijadas I», colgante broche en maderas encoladas, grabado en papel de registro intervenido, plata, alpaca y acero inoxidable, de Paula Isola
«Calibre», broche en cobre y acero de Rafael Álvarez
«A pesar de todo, tratando de mantenerse», brazalete en cartón, papel amate, cartulina, gel e imán, de Roxana Casale
«Guante de la resistencia», en cuero de cabrito y badana de Vicky Biagiola.
Sincronía, nuevo colectivo joyero
Sincronía,nuevo colectivo joyero
Ellas están en sincronía, coinciden, crean en simultáneo y hoy coexisten desde lo artístico. Están gestando un colectivo de trabajo y de reflexión desde hace dos años, y a días de exhibir sus primeras obras conjuntas en la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
Son Sincronía Gabriela Horvat, Elvira Cibotti, Giselle Lekerman, Gabriela Squassini, Paula Botto Fiora, Anne Luz Castellanos y Graciela Di Mónaco.
“Nuestra pretensión inicial fue charlar de nuestro trabajo y contar con la mirada del otro, más allá de algún proyecto en común. Queríamos tener una suerte de clínica de joyería, que implicaba un trabajo de intercambio con un enriquecimiento asegurado”, comentan.
Uno de sus primeros trabajos en conjunto arrancó con el uso de una materia prima consensuada entre todas, que en manos de la primera fue el puntapié inicial para, cual juego “chancho va” en el que todas ganaron, señalan, se fue pasando e interviniendo de una a otra.
“Y más allá de que nos gustara aceptamos la intervención del otro, bueno eso era lo que buscábamos; la cambiamos y le dimos nuestro toque. Fue una experiencia iniciática colectiva súper interesante”, destacan.
Ya están listas y el miércoles 25 se presentan en la III Bienal para mostrar su primer proyecto joyero que tiene que ver con una propuesta muy personal.
Infancias creativas
“Empezamos por hablar de la infancia de cada una, de las casas en las que habíamos habitado y diversas circunstancias por las que atravesamos en esa etapa de la vida, las cuales resultaron sanadoras para muchas de nosotras. Una suerte de terapia grupal que nos permitió expresarnos y comunicarnos con sentimientos muy profundos, que sumado a una puesta en común de objetos personales que aludían a nuestros recuerdos, sirvieron de disparador para crear piezas contemporáneas representativas de esta temática”, explican.
Y dan algunos detalles. Elvira Cibotti, por ejemplo, cuenta que lo suyo se llama «Recuerdos velados», para lo cual volvió a la cera perdida, lo primero que hizo en joyería y trabajó con un material distinto a su habitual papel, optó por rollos de negativos fotográficos. “Descubrí que está bueno poder ajustar el material que uno usa en función del proyecto”.
El trabajo grupal presencial con la pandemia pasó a convertirse en encuentros virtuales. “La intención fue y sigue siendo continuar acompañándonos, porque la mirada del otro siempre te devuelve algo que tal vez no alcanzamos a percibir. Escuchar al otro, tener su punto de vista es muy bueno.
“Nos llamamos Sincronía porque estamos en la misma frecuencia, en la misma onda. Cada una está en su camino pero siempre con puntos de encuentro”.
De la propuesta que presentan en la bienal participan solo seis integrantes del grupo: Gabriela Horvat, Elvira Cibotti, Giselle Lekerman, Gabriela Squassini, Paula Botto Fiora y Anne Luz Castellanos.
“Cada una trabaja de acuerdo a lo que necesita”, dicen, y no solo crearon piezas portables en el cuerpo sino también objetos. Y suman una performance realizada en una fábrica de pintura.
Un trabajo inicial “intenso” que hoy muestra sus primeros resultados. Su expo «Evocaciones» se verá a partir del miércoles 25.
Simbiosis
Simbiosis
Inspirada en la estructura del ADN, la arquitecta y diseñadora rosarina Patricia Doris Alisio realizó “un trabajo introspectivo relacionado con la identidad, lo ancestral y con la evolución del ser humano tanto en el plano metafísico como el científico. Temas actuales en nuestra sociedad globalizada y unida por la pandemia”, dice la ganadora del Primer Premio del V Salón de Joyería Textil, que se verá a partir del 25 de septiembre, también parte dela III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea.
“Para materializarlo, utilicé técnicas de plegados y volumen, sobre los que apliqué la técnica japonesa de teñido shibori.
“Así, conseguí un juego de plisados que generan la estructura de la pieza ADN y formas celulares que se adaptan al cuerpo en una simbiosis con la joya barbijo-collar-brazalete con recortes de Tyvek, fibras de polietileno de alta densidad utilizados en la fabricación de mamelucos de protección sanitaria.
Experimentación textil
Relacionada al arte y diseño en general desde su infancia y fortalecida con herramientas de aprendizaje universitario, la artista sigue experimentando de manera lúdica con materiales y color a través de la ilustración, el dibujo, la pintura, la cerámica, la escultura y el muralismo.
Experimentadora textil, especializada en diversas técnicas de estampación, teñidos naturales y plegados shibori, es una buscadora incansable que trabaja materiales y texturas diversos.
Además, como arquitecta y diseñadora, está comprometida con el entorno creando productos y aprovechando los recursos disponibles, como materiales descartables de la construcción y textiles para ponerlos en valor a través de la transformación. Son objetos de diseño únicos en accesorios, decoración e indumentaria.
Dice que su lema es “El diseño como transformación» y emplea el concepto mimesis o de imitación de la naturaleza, que constituye el núcleo del arte del cual surge el nombre de su marca Mimesis.
«Simbiosis» joya barbijo-collar-brazalete realizada con recortes de Tyvek teñido mediante shibori.
Idol

«El oro te ciega», brazalete de Otto Künzli en caucho y oro 18k.
AugeXVI, de Otto Kunzli; Bangle, de Peter Chang; Broche 2020 para Konstantinos Kavafis, serie Homenajes, de Ramón Puig Cuyàs; En blanco y negro, de Gijs Bakker; El broche de lana dorada, de Giovanni Corvaja; Horas de Cartón, de David Bielander; El anillo, de Karl Fritsch.
Idol
«Idol» es la muestra destacada de la Semana de la Joyería de Budapest con obras de 26 de los principales creadores internacionales de joyería de los últimos 40 años, que se estrenó hoy y sigue en exposición hasta el 12 de septiembre en György Ráth Villa, en el Museo de Artes Aplicadas de Budapest.
Organizada por Zsófi Bíró, Fruzsi Fekete, Kinga Horányi y Nóra Tengely busca tender puentes entre el pasado y el presente, con piezas que han tenido un impacto significativo en la forma en que se desarrolla y evoluciona la joyería contemporánea.
Participan Gijs Bakker, David Bielander, Manfred Bischoff, Iris Bodemer, Caroline Broadhead, Peter Chang, Lin Cheung, Giovanni Corvaja, Georg Dobler, Karl Fritsch, Kiko Gianocca, Susanne Hammer, Melanie Isverding, Daniel Kruger, Otto Künzli, Fritz Maierhofer, Marc Monzó, Ted Noten, Ruudt Peters, Ramón Puig Cuyàs, Vera Siemund, Bettina Speckner, Gisbert Stach, Hans Stofer, Christoph Straube y Lisa Walker.
Os Corpos Híbridos Mestiços Latinos
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Os Corpos Híbridos Mestiços Latinos


Hoy se presenta en la III Bienal de joyería Contemporánea, un adelanto de «Os Corpos Híbridos Mestiços Latinos», la propuesta joyera surgida de grupos de estudio de joyería artística que cuentan con la curaduría de Jorge Manilla, Titi Berrio y Renato Aráujo.
Se trata de un anticipo de lo que se verá en la próxima edición de Brazil Jewelry Week.
Una propuesta que interpreta e interpela el cuerpo desde distintos puntos de vista: el que crea, el que porta joyas, el que tiene potencial expresivo, el que protesta, el que es efímero… También alude a cuerpos subjetivos, ancestrales, históricos, políticos. Y habla de su condición física, espiritual.
Y lo hace a través de joyas contemporáneas de un colectivo de 33 artistas de de Brasil, Argentina, Chile, México y Portugal.
Participan Ana Calbucci, Camila Ligabue, Carmen Ciancio, Carmen Gloria Vivanco Fuentealba, Carmen Romero, Carmen Tapia, Carolina Gomez, Caroline Viana Aguiar, Chrissie Barban, Esperança Leria, Flávia Vidal, Gabriel Hyra Jardim De Paula, Gabriela Nascimento, Gabriela Nirino, Josette Barban, Katia Nakamoto y Kiki Bedouret.
También, Miriam Andraus Pappalardo, Mónica Pérez Gutiérrez, Nadia Schurkim, Natalia Shimidzu, Nazareth Pinheiros, Patricia Iglesias Scepanovic, Paula Castro, Renata Meirelles, Sarita Themonia, Soiis Rabelo, Talitha Rossi, Thais Costa, Thatiane Mendes Duque, Virgilio Bahde, Vianney Mendez y Yael Olave Munizaga.
Mirala en detalle en labienal.ar
Collar de Ana Calbucci, del grupo de estudio Híbridas tutoreado por Jorge Manilla.
Mesas de trabajo
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Mesas de trabajo


Deshacer un sombrero realizado con hojas trenzadas de la paja de la palmera toquilla para realizar un collar; darse cuenta que con los cientos de fósforos de varillas de madera de palo blanco acumulados a lo largo de los meses pandémicos se puede articular y construir otro collar.
O que las bolsas de plástico de esos envíos que crecieron desmesuradamente durante el aislamiento se pueden termomodelar y tejer en un telar con lanas guardadas; o que hasta la tierra, césped y ramas de árbol son factibles de modelar y tallar para cuentas de un original collar.
Lo que antes era una duda o pregunta hoy es una afirmación. Con un polvo que se consigue de triturar cáscaras de frutas disecadas, más gelatina vegetal, algunas algas, glicerina y harina de tubérculos se puede hacer un brazalete en material biodegradable.
Y más con materiales orgánicos. Los saquitos de té que se usan a diario, sumados a papel artesanal y seda natural, se pueden coser, pegar y quemar y así realizar un collar único, súper original.
Investigaciones personales
Ahora, papeles intervenidos con agua, óleos y tintas se convierten en broches, collares y hasta anillos. Y se sabe, las latas de gaseosas se reciclan y también se convierten en joyas.
Todos trabajos de transformación, resultado de investigaciones, ensayos, pruebas en un proceso de aprendizaje que desafió las condiciones de restricción.
Estos son solo algunos ejemplos de las 33 propuestas joyeras de alumnas, exalumnas y otras participantes de cursos virtuales de los talleres de las maestras joyeras Mabel Pena y Fabiana Gadano, que se ven a partir de hoy.
«Mesas de trabajo: recorridos e intermitencias en la joyería contemporánea» es una muestra presencial -también puede verse de manera virtual a través de labienal.ar-, en la sala El Yunque, de El Obrador Centro Creativo, Bartolomé Mitre 1670, Ciudad de Buenos Aires.
Solo con lo que hay a mano
“La consigna fue de utilizar y poner en valor elementos cotidianos para aprender a suplir los materiales y las herramientas habituales de los talleres de joyería y resultó una experiencia interesantísima.
“Por nuestra condición humana estamos acostumbrados a estar provistos y no siempre estamos tan vulnerables y expuestos como en esta pandemia. Lograr traducir a través de la materialidad lo que esta situación de incertidumbre nos provocó fue un proceso enriquecedor”, comentan las joyeras, quienes plantean que las temáticas que se pusieron de manifiesto con la pandemia fueron el maltrato al medio ambiente, la amenaza de la enfermedad y movilizó mucho la necesidad de reciclar.
Qué otros elementos que puede haber en una casa terminó en joya? Bolsas, de plástico, gasa pañalera, bolsas de plástico, negativos fotográficos, placas radiográficas, esponjas, cápsulas de café, maderas reciclada, acrílico recuperado, PET de botellas, fibras de ceiba, chala de maíz, rafia, fibras de algodón de mopas, puntillas, viejas sábanas, gamuza, papel crepé, papel de diario, cartón, pergamino de cabrito y alambre de fardo.
Historias de reconversiones
Entre tantas reconversiones, llama la atención la historia de la obra de Susana Mandelbaum hecha con la mantilla de su madre que titubeó en usar pero que junto con hilo de cobre, cordón de algodón y tul, sobre los que aplicó técnicas textiles, convirtió en un collar “y dejó de ser un recuerdo, siempre en amorosa cadena con los que nos precedieron y vendrán”, señala.
Con los trajes de Tyvek y del poliestireno expandido que se desechan en las costas de la isla de Chiloé, en el extremo sur de Chile, donde la industria salmonera aniquila el suelo marino, Bárbara Méndez creó la colección «Legado» “con la esperanza de que todo se transforme, todo mute, todo cambie, solo debemos poner el alma en ello”, sostiene.
“La pandemia nos llevó a darnos cuenta de muchas cosas que faltan o que hay que transformar. Desde mi ventana, veía la plaza de enfrente, cerrada, sin gente. Árboles, colores y formas en las que antes no había reparado. Esa mirada fue durante mucho tiempo la esperanza, quizás el equilibrio. Llegué a pensar que ése sería nuestro nuevo escenario, el desasosiego. Las cuatro estaciones pasaron ante mí, como una película, cambiando de paisaje, de colores y de formas. Darnos cuenta de lo que no registramos al vivir apurados es lo que inspiró mi trabajo materializado en piezas realizadas con esponja vegetal y fieltro teñidos y cosidos”, cuenta Claudia Scoponi.
Del mismo modo, en la ventana de su casa -“que enmarcaba lo que había afuera porque el resto debí imaginarlo”-, hizo foco Lara Szwarcbart “para pensar mundos posibles” con el paso del tiempo y la repetición. “¿Qué pasa afuera? ¿Qué hay? ¿Cómo está ese mundo que ya no puedo recorrer? Todo quedó sujeto a nuestra imaginación y memoria”. Y ese sentir lo materializó en anillos hechos con tapas de carpetas de acetato y acrílico.
“La consigna fue ampliamente cumplida y la intención de usar menos metal fue más aceptada, así como el desafío de aplicar distintas técnicas dentro de la joyería contemporánea, como otro tipo de ensambles y mucha costura, por ejemplo, que les permitió no depender de las herramientas del taller que no estuvo a mano”, destacan las maestras.
Participan Silvia Abad Prat, Mirta Allutto, Hebe Argentieri, Natalia Astesiano, Patricia Báez, Analía Basilio, Paula Botto Fiora, Rocío Britos, Luisana Castillo, Nora Castillo, Nadia Curi Antun, Andrea Doria López, Graciela Fassi, Blanca Gobbo, Susana Mandelbaum, Cecilia Mattera, Bárbara Méndez, Erica Mendizábal, María Rosa Mongelli, Bárbara Moses e Iona Nieva.
También, Gabriela Nirino, Susana Ortíz, Graciela Provera, Silvina Rebuffi, Mima Rodríguez Romero, Claudia Rosenberg, Viviana Salotto, Marita Sario, Liliana Schmerkin, Claudia Scoponi, Lara Szwarcbart y Natalia Temporetti López.
Féminas, anillo hecho con Tyvet desechado por las salmoneras de Chiloé, cobre, resina, perlas de vidrio de alta fusión de Bárbara Méndez.